Euritmia | 22
llamada Susy, que me gustaba. Eran
las manos contaba hasta veinte. Entonces
conocidos por ser los ricos en la colonia.
volvía a salir. Le echaba un segundo vistazo
Además de una camioneta enorme, tenían
para alejarme de inmediato.
un auto deportivo que jamás salía de la
Como en realidad no meaba durante
cochera. En los recreos circulaban historias
los recreos, durante las clases solían darme
sobre sus días de vacaciones. Eran los
ganas auténticas de hacerlo.
únicos que visitaban otras ciudades. Iban
Una vez estábamos en una clase de
a la playa, según contaban después. Todos
biología cuando no pude aguantar más.
parecían aborrecerlos. Yo no, desde luego,
Abandoné el salón sin pedir permiso.
al menos por Susy. Era hermosa; dos o tres
Nadie vino detrás de mí. Corrí con fuerza.
años mayor que los de mi salón. A veces,
Pasé los salones en los que estuve antes
con suerte, podía verla en los recreos.
y el patio en el que nunca jugué. El
Generalmente estaba sentada a solas
conserje a lo lejos. Bajé la marcha en los
fumando un cigarro. Ningún maestro se
últimos metros. Me detuve al ver que Susy
daba cuenta. A veces se ponía cerca de la
estaba sentada, de nuevo, cerca de ahí.
zona de los baños. Varias veces fingí tener
Fumando y mirando hacia abajo. Ahora la
ganas de orinar para poder aproximarme.
acompañaba un tipo moreno con el cabello
La quería ver de cerca. Quería olerla.
hasta los hombros. Empecé a caminar lento
Decirle algo. Lo que fuera.
hacia el baño. No quería que notara de mi
Solía llevar la falda por encima de las
presencia. Me parecía humillante. Quería
rodillas y la blusa desfajada. Era de esas
que pensara en mí como un superhombre
personas que solo miran al suelo, hecho
que no tenía necesidades fisiológicas.
que aprovechaba para lanzarle miradas
Si me veía, tal vez pensara que no tenía
rápidas. Luego volteaba a otro lado. No
el valor suficiente para renegar a la
quería que me descubriera. Le tenía un poco
vejiga. Era un simple niño que cedía
de miedo. La gente que fuma lo hace. Son
ante los impulsos de la naturaleza.
capaces de todo. De modo que entraba al
Ella era mucho más. Por eso estaba
baño sin necesitarlo. Después de lavarme
con aquel grandulón tan diferente a mí.