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Zona crítica, por Eduardo Roland. Carmina Burana, por el Ballet Nacional del Sodre

Por Eduardo Roland

El Ballet Nacional del Sodre llevó a escena Carmina Burana Impactante inicio de temporada

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La temporada 2019 del Ballet Nacional del Sodre (BNS) se inauguró con Carmina Bura na, espectáculo surgido de la conjunción de la más famosa partitura de Carl Orff (1895- 1982) y la coreografía del Mauricio Wainrot (1946), reconocido artista argentino que ha sido responsable de algunas de las más crea tivas coreografías que se han visto en Montevideo en los últimos años.

En consonancia con el notable éxito de público que el BNS cosecha desde su “refun dación” de la mano de Julio Bocca, se programaron nada menos que catorce funciones (entre el 21 de marzo y el 5 de abril). Esta previsión fue acertada, ya que todos los días el lleno fue total. La obra que eligió el español Igor Yebra para dar inicio a su segunda tem porada al frente del BNS puede leerse como un gesto arriesgado, en tanto no se trata de un ballet clásico de esos que, aunque ya se han visto muchas veces, convocan a un pú blico más “masivo” que, como los niños, disfruta de repasar una y otra vez una lectura o una película que conoce de memoria.

Pero esta apuesta contaba con atractivos que a la postre funcionaron muy bien, como el poderoso efectismo de varios de los pasa jes de la obra de Orff (algunos de ellos muy presentes en la memoria musical de la gente), la presencia de un numeroso coro junto a la orquesta, más una lograda iluminación, un vestuario impecable y un cuerpo de baile que funciona como un mecanismo muy aceitado. El resultado es un espectáculo que impacta,

tanto desde el punto de vista visual como sonoro.

El desafío de Wainrot para crear la co reografía –por 1998– no debe de haber sido poco, porque la cantata Carmina Burana (1937) es una obra notoriamente despareja y disímil en su desarrollo musical (sin duda porque así lo quiso el compositor). Nos referi mos a los diversos momentos de las tres partes centrales, enmarcadas por un comienzo y un final en los que se expone esa secuencia coral e instrumental que es el sello de identi dad de la partitura, y en los que Wainrot dibujó eficaces y bellos movimientos colectivos usando todo el cuerpo de baile.

En definitiva, ese cuadro colectivo que abre y cierra de manera circular la coreogra fía (titulado ‘Fortuna. Imperatrix mundi’) fue lo más logrado del espectáculo, además del exquisito pas de deux correspondiente al mo vimiento ‘Cour d’Amours’, que en la función que vimos estuvo a cargo del español Damián Torio y de la venezolana Careliz Povea, dos jóvenes bailarines que demostraron una téc nica y una sensibilidad destacables. Fue un momento conmovedor, en el que los movi mientos diseñados por Wainrot dialogaron a la perfección con los compases más líricos e intimistas de la obra.

Sorprendió positivamente el desempeño de la Ossodre, conducida con solvencia por Diego Naser, que también dirigió a los can tantes solistas y al coro, que se ubicaba en los palcos laterales, logrando un notable efec to “estereofónico”. El sonido de la orquesta estatal resultó siempre bien ensamblado y con un ajustado manejo de los matices ex presivos. La actuación del Coro Nacional del Sodre, fiel al muy buen nivel a que nos tiene acostumbrados, se llevó un altísimo porcen taje de los aplausos. Y no era para menos, por momentos brilló interpretando una pieza que justamente otorga al canto coral un papel protagónico. Mención aparte merecen dos de los tres solistas: la soprano Natalia Vega y el barítono Rodrigo Cabeda. Dos cantantes que, para quien escribe, resultaron una grata revelación.

En síntesis, un más que auspicioso inicio de una temporada a la que todavía le faltan cinco capítulos que seguramente contarán con el fervoroso apoyo de un público que, para sorpresa de muchos, agota las entradas de la sala mayor del Complejo Adela Reta cada vez que el BNS se presenta.

Mel Oliveira.

Temporada 2019 del Ballet Nacional del Sodre. Obra: Carmina Burana, de Carl Orff. Coreografía: Mauricio Wainrot. Dirección del ballet: Igor Yebra. Dirección musical: Diego Naser. Dirección del coro: Esteban Louise. Diseño de escenografía y vestuario: Carlos Gallardo. Diseño de iluminación: Eli Stirlin. Lugar: Sala Eduardo Fabini del Auditorio Adela Reta. Fecha: 30 de marzo de 2019.

Bailarines: Nicolás Martínez, Archie Sullivan y Guillermo González. Bailarinas: Liliana González, Mel Oliveira y Yasmin Lomondo.

Fotos: Santiago Barreiro para el BNS.

Damián Torío y Careliz Povea.

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