los abombados que votaron este proyecto están fundidos. Cuando yo salté, me desvinculé del SUA [Sociedad Uruguaya de Actores] porque mi sindicato de actores –que tendría que haberse mantenido al margen– apoyó esto, porque tiene gente que está de acuerdo y gente en contra. Cuando Sergio Mautone era presidente del SUA me preguntaba por qué no volvía al sindicato. Le dije que todavía no han sacado ese apoyo y él decía: “Sí, es difícil”. Pero ¿por qué es difícil? Si es un apoyo que es ridículo y apoyan a cuatro de cien. ¿Por qué tenemos que mantener el apoyo a algo vergonzoso? Y sigue el apoyo y seguimos diciendo que está bien, pero no está bien. Esto siempre me lleva a peleas; me he peleado muchas veces, pero siento que hay que decir las cosas como son. Acá, en Espacio Teatro, ni siquiera aceptamos tarjeta de crédito, es todo contado y lo pagan. O sea: cuando quieren pagar algo lo pagan, no es verdad que no se puede pagar. Porque cuando se inventó Socio Espectacular, todo el que podía pagar una entrada se afilió. Entonces tenemos el teatro La Gaviota que está muy mal económicamente, La Candela y otros más que están a la miseria, El Galpón que no se sabe lo que es… Eso que nos iba a salvar la vida, diez años después, no la salvó: firmaron una carta de intención con el FMI [Fondo Monetario Internacional] que los fundió. Pero no fui el único que dijo que esto era un horror: estaban Denevi, Imilce Viñas, Roberto Jones, que saltó y casi se agarró a trompadas con Héctor Guido. Y tenían razón: es un disparate. Nos va a costar caro, porque lo que están haciendo es demostrar falta de creatividad. Vos tenés que darle chorizos a la gente porque hay que ver obras, ¿y a qué te lleva eso? Si yo tuviera Socio Espectacular en mi teatro tendría más obras. No sé si es bueno o no, pero hay que darle de comer al chancho, y es un problema que no se va a solucionar fácilmente. Por ejemplo: si mañana hay dos obras en construcción del Sunca [Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos], una obra cobra 150 pesos la hora, la otra cobra lo mismo, pero decide cobrarla 80 pesos, ¿sabés qué hacen los del Sunca? Cruzan con una barra de hierro y le revientan la cabeza por bajar el precio. Nosotros no. Permitimos que nos bajaran el precio en cualquier lado. Siempre hay algo pendiente en el teatro uruguayo y no se cura nunca: los que hacen comercio con el teatro y los que no lo hacen. La pregunta es: ¿a qué le llaman comercio? Porque al que cree que esto es un comercio le digo: es el peor comercio del mundo. Lo que hacemos es solventar proyectos y que la gente que labura y se rompe el lomo cobre una cosa mínima, tratando de que pueda ser digno, que pueda ser profesional. Si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie, porque darnos una jubilación de actor cuando no podemos trabajar en televisión... ¿De qué jubilación me hablás? Entonces es un gran engaño. En el teatro no aporta nadie. Es todo un bluff que se oculta, porque políticamente queda mal. Pero ¿quiénes son los políticamente correctos? ¿El Estado? Si no lo decís ahora, ¿cuándo lo decís? ¿Cuando tengas noventa y nadie te escuche? Por lo menos, decilo. Hay un miedo a transgredir cosas, cuando si las transgredís no pasa nada. En teatro nadie se anima a dar un paso más, nadie se anima a cuestionar a las autoridades del MEC [Ministerio de Educación D
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