Revista 27 · Secretos

Page 102

Me gustaría que un día me acompañes a la escuela, Jesús, le digo. Allá nadie se da cuenta de que los niños como yo somos la encarnación de un arcángel, entonces no me quieren, casi siempre me empujan y nunca me invitan a jugar. No les gusta prestarme las cosas y todo el tiempo me dicen que yo tengo que ir al turno de la tarde, que es el turno al que van todos los pobres que no tienen plata y a la mañana tienen que vender diarios en Avenida Maldonado. Y entonces Jesús me sube a su regazo, me abrazo, me besa y me hace cosquillas con la barba y me dice “no te preocupes, Joaquín, yo te acompaño a la escuela todos los días”. Pasa que es muy poderoso Jesús, más o menos como una fusión de Gokú con Vegeta, entonces por eso puede estar en muchos lugares al mismo tiempo y así me cuida. Por eso cuando me abraza tiemblo un poco. Yo le prometí a Jesús que no le iba a contar a nadie que él me quiere un poquito más a mí que a los demás, porque a Dios no le gustan los niños vanidosos. Le juré que no le iba a contar a nadie que él era Él, porque en estas épocas la gente ya no cree en casi nada y Jesús no quiere que los demás piensen que estoy loco o que soy un mentiroso. Además, a mí me gusta estar con Jesús, ayudarlo con las cosas de la parroquia, quedarme después de la misa. Él me da de comer y me cuida porque sabe que en mi casa nadie me apresta atención. Yo sé que nadie te presta atención, me dijo Jesús; por eso sos tan especial. Me gusta estar con Jesús, menos los días que está nervioso y me reta y me agarra fuerte del brazo. Igual, nunca me dejó ninguna marca. Me agarra fuerte para que le haga caso. Algunos días, Jesús no es tan bueno conmigo, pero yo no me pongo triste y ya casi no me dan ganas de llorar. Yo lo tengo que ayudar, porque él a mí me ayuda mucho. A veces Jesús me da comida y ropa para llevarle a mi mamá. A veces Jesús me da besos como los besos que se dan los novios y eso no me gusta, pero yo no me pongo triste porque él me eligió a mí. A veces nos bañamos juntos, para que me bautice. Me tengo que poner mucha agua bendita, porque Jesús dice que allá, en el paraje, el Diablo anda rondando siempre y hay que estar preparado. A veces Jesús me saca fotos. Me prometió que cuando vuelva al cielo se las va a mostrar a Dios. No le cuentes a nadie que sos mi preferido, me dice Jesús. No quiero que seas vanidoso, repite, y yo digo que sí con la cabeza y guardo el secreto y me enjuago el jabón de los ojos y

102


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.