PLACERES LIFESTYLE - EDICION 19

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Cómo se le extraña a Bourdain

Anthony Bourdain dejó una huella indeleble en la historia de la gastronomía y el periodismo de viajes —una presencia que trascendió los límites de los clichés para desnudar, sin prejuicios ni adornos, las complejidades del espíritu humano. Su mirada aguda y su pluma certera nos llevaron a lugares inexplorados, a cocinas que conservan tradiciones ancestrales y a historias que merecen ser contadas. La literatura de Bourdain, en obras seminales como Kitchen Confidential, no solo rompió moldes en la narrativa culinaria, sino que reveló el lado humano de quienes trabajan tras los fogones, con sus luces y sombras.

Su programa No Reservations, aclamado y vaticinador en muchas ocasiones, fue más que un simple recorrido gastronómico. En sus capítulos se entrelazaron historias de culturas, dolores, celebraciones y desafíos. Viajó a Meknes en Marruecos, por ejemplo, donde probó cordero asado muy singular, y a los barrios empobrecidos de Ciudad de México, con su comida callejera que revela resistencia y creatividad sin par. Conoció, también, la sopa de cebolla en París, los ceviches peruanos en Lima, las brochetas en Estambul, y el durian en Tailandia, enfrentándose a sabores intensos que desafiaron sus propios límites sensoriales.

Su curiosidad era insaciable, atravesando territorios peligrosos y desconocidos, sin temor a las polémicas que a menudo despertaba: su convicción de mostrar la realidad más pura a veces impactaba a quienes preferían la comodidad del estereotipo. Perú, por su parte, marcó un capítulo especial en su travesía. Bourdain pisó Lima con la intensidad de un explorador en tierras reverenciadas por su gastronomía. Allí entrevistó a Gastón Acurio. Participó en festivales en Cusco, degustando cuy asado y humitas, esas delicias que encierran la historia indígena y mestiza del valle sagrado.

En su paso por Arequipa, admiró la técnica del rocoto relleno y se sumergió en mercados repletos de ingredientes desconocidos para él. Su interés fue más allá del tasting: en Lima, conversó con escritores, activistas y artesanos, captando en cada encuentro la esencia de un país. Pero no solo fue un testigo pasivo. Bourdain, en

su implacable búsqueda por la humanidad y autenticidad, compartió capítulos junto a otros chefs como Eric Ripert, con quien realizó algunos viajes memorables. La relación con estos maestros y amigos ofreció una dimensión más íntima a su narrativa, en la que la camaradería, las historias de fracasos y éxitos, y las reflexiones sobre la vida y la muerte se entrelazaban en un tapiz personal y emotivo.

Su paso por países peligrosos o en crisis nunca fue oportunista, sino un acto de generosidad intelectual. En Siria, en medio del conflicto, la necesidad de entender llevó a Bourdain a visitar Alepo, donde compartió mesas con refugiados y vio en sus ojos las huellas de la guerra. En Vietnam, donde su historia comenzó, recordó con nostalgia la calle Phố cố, entre puestos de pho y bocados callejeros, reafirmando su creencia en la comida simple, honesta, vulnerablemente bella en su cotidianeidad.

El sabor de la aventura, sin embargo, nunca estuvo exento de sombras. La lucha interna que Bourdain enfrentaba era silenciosa y persistente. La depresión, esa enfermedad invisible y devastadora, fue un espectro que lo acompañó más allá de sus celebraciones y viajes. La noticia de su muerte en 2018 conmocionó a millones, una pérdida que trascendió lo mediático para convertirse en un espejo de la fragilidad humana. La autopsia confirmó lo que muchos intuían: el vacío emocional, la ansiedad, las heridas internas que el dolor de vivir no siempre puede ocultar. Queda esa reflexión profunda: la valentía de mostrar nuestras heridas, la importancia de cuidar la salud mental, y que incluso quien viaja por el mundo en busca de historias, no escapa de esta falange.

S T A F F

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Foto de portada: Joaquín Cruzado

MINI PLACERES

SABORES ARANWA

En Perú, más de la mitad de la población vive en condición de inseguridad alimentaria, y uno de cada diez niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica. En este contexto, la cocina deja de ser solo placer para convertirse en herramienta de cambio. La cadena Aranwa Hotels Resorts & Spas, en alianza con el Banco de Alimentos Perú, lanzó Sabores Aranwa, un programa que invita a cinco reconocidos chefs peruanos a reinterpretar los platos más emblemáticos de sus hoteles. La propuesta es clara: que cada comida servida en mesa pueda traducirse en otra para quienes más lo necesitan.

MOMENTO ROMÁNTICO

Taylor Swift y Travis Kelce confirman su compromiso. La superestrella del pop y el jugador de la NFL anunciaron oficialmente que se casarán. El compromiso fue revelado en redes sociales con una foto conjunta que rápidamente se volvió viral. La propuesta ocurrió en Missouri, en un momento íntimo que refuerza la historia de amor que ambos han construido desde 2023. Aunque aún no hay fecha de boda, los primeros detalles ya emocionan a fans y marcas alrededor del mundo.

ZONA DE PROMESAS

La artista Fabiola Gonzáles convierte la memoria en materia viva. Su exposición Zona de Promesas, instalada en la Galería Limaq del Museo Metropolitano de Lima, propone un viaje hacia la infancia latinoamericana, ese espacio frágil pero esencial donde lo cotidiano se vuelve ritual. Más de treinta piezas —entre pinturas, textiles e instalaciones— conforman un universo delicado, íntimo y emotivo. Cada trazo, cada hilo, parece recuperar la esencia de juegos, canciones y recuerdos que forman parte de nuestra identidad cultural.

COFFEE PARTY

El café dejó de ser solo parte de la rutina para convertirse en protagonista de una experiencia distinta. La tienda Wong del Óvalo Gutiérrez en Miraflores organizó un Coffee Party, evento que mezcló degustaciones, música y entretenimiento en torno a esta bebida que enamora a millones. Desde temprano, quienes llegaron a hacer sus compras se encontraron con algo inesperado: un ambiente festivo donde podían probar distintas variedades de café, ver demostraciones de baristas expertos, tomarse fotos junto a una taza gigante instalada para la ocasión y disfrutar de la música en vivo de un DJ.

MINI PLACERES

MEMORIAS CULINARIAS

El restaurante asiático Ozu, ubicado en Surco, renueva su carta con el respaldo creativo de la chef Carolina Uechi, quien junto al equipo del restaurante ha diseñado una experiencia que recorre Japón, India, China y Tailandia, siempre con un sello peruano. Con esta carta, Ozu reafirma su compromiso de explorar la cocina asiática desde una mirada amplia y creativa, manteniendo la esencia de sus platos emblemáticos y sumando propuestas que sorprenden a sus comensales.

THIS WORLD IS OURS

Paul van Dyk, el DJ y productor alemán que revolucionó la música electrónica, marcando generaciones y escribiendo la historia del trance en cada rincón del planeta, está de regreso con su tour “This World is Ours”. Éxitos como “For An Angel”, “Nothing But You”, “We Are Alive”, entre otros clásicos, se fusionarán con los nuevos temas de su último álbum. La cita es el viernes 14 de noviembre en el Centro de Convenciones Scencia de La Molina, y las entradas (desde S/96 la más cómoda) ya están a la venta en la web de Teleticket. Aprovecha la preventa con 20% de descuento sólo hasta este 15 de setiembre.

HITS TOUR 2025

El cantante mexicano Cristian Castro volverá a Perú este 24 de octubre en el Multiespacio Costa 21, San Miguel, para reencontrarse con sus fans en un espectáculo que promete emociones y recuerdos. La presentación forma parte de su Hits Tour 2025, gira en la que interpreta sus canciones más icónicas. Las entradas ya están disponibles en Teleticket. El cantante ha visitado Lima en varias ocasiones y siempre ha recibido el cariño incondicional de sus fans. Su regreso confirma el vínculo especial que mantiene con el público peruano, que lo ha acompañado en toda su carrera musical.

HOTEL DE LUJO

La capital financiera de Brasil suma un nuevo ícono de hospitalidad con la apertura de The Westin São Paulo, el primer hotel de la marca en la ciudad y parte del portafolio global de Marriott Bonvoy. Ubicado en el exclusivo barrio de Itaim Bibi, dentro del moderno complejo JK Square, este espacio se presenta como un destino donde el bienestar, la sofisticación y el diseño contemporáneo marcan la experiencia.

Importado y distribuido por LAMARTRADE PERU S.A.C.

MINI PLACERES

PERÚ EN LA CIMA

En el marco de la Buenos Aires Cocktail Week, el pisco volvió a ser protagonista. De la mano del bartender peruano Juan Diego Romero, BarSol presentó una experiencia que conectó a Perú con la capital argentina y el mundo, mostrando la versatilidad de nuestro destilado bandera en reinterpretaciones de clásicos globales. La propuesta no solo buscó sorprender al paladar, sino también poner en valor la identidad y creatividad peruana a través de la coctelería.

RESCATE DEL SIGLO

A poco más de un mes de su estreno en salas, la película ‘Chavín de Huántar, el rescate del siglo’ ya marca un hito en la industria cinematográfica nacional. Su tráiler oficial superó los 3.7 millones de reproducciones en YouTube, convirtiéndose en el más visto en la historia del cine peruano. La cinta narra el histórico operativo militar de 1997 en el que comandos peruanos liberaron a 72 rehenes secuestrados por el MRTA en la residencia del embajador de Japón.

NUEVO OMAKASE

La tradición japonesa del Omakase llega a Kimo para transformar la manera en que los comensales viven la cocina nikkei. Desde este mes, el restaurante ubicado en el piso 17 del Hotel Souma abre sus puertas a una propuesta única en la ciudad: un viaje de 15 pasos donde la confianza en el itamae es la clave para descubrir sabores irrepetibles. El Omakase de Kimo no es solo una cena: es un recorrido sensorial y emocional. Cada temporada el menú se renueva según la frescura de los productos y la creatividad del chef, integrando ingredientes de distintas regiones del Perú y de productores locales, desde pescadores artesanales hasta comunidades amazónicas.

FLAVA ANUNCIA LINEUP

FLAVA, el festival que une dos potencias sonoras en un solo espacio acaba de anunciar a sus principales artistas. Nombres como J Álvarez, Lenny Tavarez, Nervo, Ben Nicky, Francisco Allendes, Sunnery James & Ryan Marciano, Julia Jordan, Les Castizos, entre otros talentos nacionales, prometen hacer gozar a los asistentes en sus dos escenarios (urbano y electrónico) este sábado 11 de octubre en el Centro Cultural Deportivo Lima (Chorrillos). Entradas a la venta en Joinnus y hay 15% de descuento para clientes del BBVA.

LAS IT GIRLS DEL MOMENTO

The Branded Society ha convertido la autenticidad en estrategia, impulsando a Luana Barron y Miranda Capurro como referentes globales de moda y lifestyle. Hoy, ambas no solo representan marcas internacionales, sino que han consolidado su identidad como ‘it girls’ y empresarias que proyectan estilo y visión sin fronteras.

THE BRANDED SOCIETY

Ustedes han logrado posicionar a Luana Barron y Miranda Capurro como dos de los talentos más visibles del momento. ¿Cómo construyeron la estrategia que permitió que ambas den ese salto hacia colaboraciones internacionales?

En The Branded Society entendemos que las marcas buscan alianzas con talentos que representen valores y estilo de vida alineados a su identidad. La estrategia con Luana y Miranda se construyó desde esa premisa. Actualmente, ellas se han consolidado como las ‘it girls’ del momento, y ese posicionamiento no ha sido casualidad. Desde el inicio trabajamos en darles pautas para un perfil aspiracional, coherente y auténtico, cuidando cada detalle, desde la estética, narrativa en sus redes y hasta la curaduría de las marcas con las que colaboran y sientan que van con su estilo. El salto internacional ha sido consecuencia de una gestión que prioriza la construcción de marca personal sólida en una línea de tiempo, con proyección global pero siempre fiel a su esencia. Eso hizo que marcas internacionales las reconozcan como embajadoras capaces de transmitir, más que un producto, presencia.

En un mercado tan competitivo, ¿qué factores consideran clave para que una artista conecte con marcas globales sin perder su identidad personal?

Hoy, un artista no conecta con marcas globales por la cantidad de seguidores, sino por la credibilidad y consistencia de su mensaje. En nuestro caso, priorizamos que cada colaboración sea orgánica al estilo de vida del talento, y para lograrlo hacemos una curaduría muy selectiva de los contenidos que quiere transmitir cada marca. Acompañamos a nuestros talentos con una gestión estratégica que equilibra exposición y autenticidad, convirtiéndolas en embajadoras que las marcas no solo buscan para vender, sino para construir una presencia sólida.

Vienes de consolidar una carrera que combina modelaje y presencia digital. ¿Qué rol ha tenido The Branded Society en articular estas facetas y proyectarlas hacia nuevas audiencias?

The Branded Society ha sido clave en mi evolución. No solo me han acompañado a darle coherencia a mi imagen como modelo e influencer, sino que me han guiado a desarrollarme como empresaria. Han cumplido un rol fundamental en la selección de empresas y marcas con las que trabajo, asegurándose de que cada colaboración aporte valor real a mi carrera y sea coherente con mi visión a largo plazo. Gracias a eso hoy tengo emprendimientos consolidados como Between Us, una marca que no solo es moda, sino que transmite empoderamiento

a través de cada prenda, además de un estudio fotográfico propio donde muchos emprendimientos pueden usar los espacios para generar sus contenidos.

A esto se suman experiencias como el desarrollo de cursos dirigidos para quienes recién inician en el mundo del modelaje, así como para los que recién se animan a dar sus primeros pasos en redes sociales y que fueron un éxito, los mismos que me llenan de mucha satisfacción. También colaboraciones con retails y marcas internacionales de gran prestigio donde soy imagen. Todo esto es fruto de un trabajo estratégico y personalizado en equipo que ha permitido consolidar mi marca personal con proyección empresarial.

Tus colaboraciones recientes con marcas de alto perfil han marcado un antes y un después en tu carrera. ¿Cuál de estos proyectos sientes que refleja mejor tu esencia y por qué?

Cada proyecto me ha aportado algo distinto. Por ejemplo, la colaboración con Falabella: Mossimo by Luana Barron por 5to año consecutivo fue muy especial porque representa mi faceta en moda y estilo sofisticado a través de una moda accesible, pero global que muestra credibilidad y consolidación de mi imagen. También como embajadora de marcas como Samsung, Adidas entre otras luxury. Me inspira saber que detrás de cada alianza existe

un trabajo pensado para que mi imagen crezca con autenticidad y con una visión empresarial clara.

¿Qué proyectos actuales o próximos sientes que marcarán la siguiente etapa de tu carrera internacional?

Este año es muy especial porque estaré viajando por tercera vez a los Fashion Weeks más importantes del mundo: Nueva York, Milán y París. Para mí no son solo pasarelas, sino escenarios donde se construye la moda global y donde quiero seguir posicionándome como referente de estilo. Además, estoy trabajando en darle un alcance internacional a mi propia marca personal, con el objetivo de que también tenga un lugar en el mercado extranjero. Mi visión es seguir creciendo, proyectándome a nivel global y consolidando una identidad que sea reconocida dentro y fuera de Perú. Siempre tengo claro que el cielo es límite.

MIRANDA CAPURRO

Tu presencia en campañas internacionales te ha convertido en referente de estilo y autenticidad. ¿Cómo ha sido el proceso de trabajar con una agencia que potencia tu perfil en escenarios globales?

La agencia ha sido clave. Una cosa es tener presencia en redes y otra muy distinta es lograr que esa presencia se traduzca en una marca personal con proyección internacional. Mi agencia ha tra-

bajado conmigo de manera estratégica, cuidando cada detalle de mi imagen y posicionándose en campañas que realmente reflejan quién soy. Eso me ha permitido no solo ser parte de proyectos globales, sino consolidar una identidad que conecta tanto en Perú como en el exterior.

¿Qué aprendizaje personal te han dejado las nuevas experiencias en espacios donde pocas veces se había visto un talento como el tuyo (streaming)?

El Streaming me dio la oportunidad de mostrar un lado más humano y cercano, que antes quizás no se conocía tanto de mí. Pero lo más valioso fue entender que la conexión real con la gente es lo que sostiene una carrera en el tiempo. Al final, el streaming es una vitrina para llegar en tiempo real a mi comunidad y mostrarme como soy. Lo interesante es que, junto con mi agencia, hemos sabido integrar esa exposición dentro de un plan más grande de construcción de mi imagen, que es lo que me permite seguir creciendo como referente de estilo.

¿Qué proyectos actuales o próximos sientes que marcarán la siguiente etapa de tu carrera internacional?

Estamos enfocados en trabajar colaboraciones a largo plazo con marcas que marcan tendencia a nivel global y que nos permiten seguir consolidando nuestra presencia en la moda y el lifestyle. Lo más emocionante es que estos

proyectos no son solo campañas, sino oportunidades de mostrar nuestra identidad en mercados nuevos e internacionales.

Desde su experiencia, ¿qué mensaje le darían a otros talentos peruanos que sueñan con construir una carrera con impacto global como la de ustedes?

Luana: Que crean en su autenticidad y la conviertan en su mayor valor. Las tendencias cambian, pero lo único que permanece es quién eres y cómo lo proyectas. Detrás de toda gran carrera hay una estrategia y un gran equipo, no es solo el talento y suerte, sino cómo se trabaja para que ese talento se expanda al mundo. No busco solo ser influencer, sino consolidarme como empresaria. Gracias a esta alianza de talento-agencia transformé mi imagen en una marca personal que hoy se refleja en emprendimientos, colaboraciones internacionales y proyectos que luego se plasman en resultados.

Miranda: El camino empieza creyendo en uno mismo y en la autenticidad. Cuando compartes tu esencia con pasión y coherencia, el impacto llega más allá de lo que imaginas. A quienes sueñan con una carrera global, les diría que no tengan miedo de empezar pequeño, que valoren cada paso y que nunca subestimen el poder de la constancia y la visión. Al final, lo que realmente trasciende es la autenticidad.

PRODUCCIÓN:

DIRECCIÓN GENERAL & STYLIST

Jean Pérez Centeno @sspicy.pissces

DIRECCIÓN DE ARTE

Olenka Sokolowsky @olenka_sokolowsky

ASIST. DE DIRECCIÓN

Ana Lucía Meza Cortez @ analuciameza_

FOTOGRAFÍA

Joaquín Cruzado @joaquin_cruzado

ASIST. DE FOTOGRAFÍA

Diego Betancourt @betan03

ENTREVISTA

Valeria Burga @valeriaburga26

VESTUARIO DELOSANTOS @_delosantos

MAQUILLAJE Pilar López @pilarlopezmakeup

PEINADO

Jacqueline Torres @jacquelinehair_style

ZAPATOS

Lúdica x Milano Bags @milanobagsoficial

LOCACIÓN

Pullman Lima Miraflores @pullmanlimamiraflores

AGRADECIMIENTOS

The Branded Society @_thebrandedsociety

Entre signos y lenguajes

Entre cartas astrales y tratados de traducción, Araceli

Mena ha tejido una vida entre lenguajes: los de las estrellas y los del mundo. Intérprete, astróloga y viajera incansable, combina lo racional con lo intuitivo para leer tanto a las personas como al cosmos. Esta es su historia.

¿Qué tipo de astrología practicas y por qué elegiste ese enfoque?

Mi enfoque definitivamente es la astrología evolutiva, porque más allá de hacer predicciones, lo que yo busco es acompañar a las personas en sus procesos de vida. Me apasiona profundamente el servicio, guiar, hacer coaching, acompañar sobre todo en procesos emocionales. Me encanta hacer preguntas que ayuden a que las personas reconozcan sus patrones y tendencias, que puedan mirarse desde otro lugar. Además, trabajo con un staff de terapeutas con quienes colaboro

Escribe: Valeria Burga y a quienes puedo derivar cuando es necesario.

¿Qué diferencia hay entre leer una carta natal y acompañar a alguien a interpretarse a sí mismo?

Cuando una persona viene por primera vez, lo usual es empezar con la lectura de la carta natal, que es una primera interacción más expositiva. Ahí les explico qué significa la rueda zodiacal, el sol, la luna, el ascendente, pero con el tiempo, esa lectura inicial se convierte en algo más profundo: empiezan a emerger patrones ancestrales, informa-

ción sobre la familia, bloqueos emocionales, traumas. Entra el acompañamiento, que es distinto a solo interpretar. Hago preguntas, guío el proceso para que la persona misma se dé cuenta y ayudar a ver si está lista para decidir, si está consciente de lo que vive.

¿Qué crees que más se malinterpreta sobre la astrología en redes sociales?

Uno es la generalización. Otra es la tendencia a alarmar, a generar miedo o ansiedad desde la astrología, y eso tampoco es parte de mi estilo. Mi objetivo es que la

astrología sea una herramienta de prevención y de calma. Por eso, en redes sociales trato de compartir mensajes breves, con enfoque, a veces específicos para ascendentes o signos generales, pero siempre cuidando no caer en lo masivo. Las pocas veces que yo he hecho algún anuncio más enfático, ha sido porque sentí con claridad que era importante decirlo. Por ejemplo, el 15 de junio, que fue el Día del Padre, yo les dije con anticipación: «por favor, estén atentos a estas fechas» Y

justo ese día ocurrió el gran temblor. La gente que me sigue sabe que yo no alarmo por alarmar, así que cuando lo hago, confían.

¿Te han escrito personas contando que una lectura tuya les cambió la perspectiva? Sí, muchas veces. De hecho, varios de esos mensajes están en los comentarios de mi Instagram. Tengo una clienta que había venido hace años diciendo que no podía ser mamá. Yo le dije que sí veía posibilidades,

que íbamos a trabajar en eso, y le recomendé terapias. Hace como seis meses, me escribió para contarme que ya es mamá. Esas son cosas que me arreglan el alma completamente, porque yo sí creo que podemos generar un cambio cuando usamos la astrología con conciencia, reconociendo nuestros patrones internos y trabajando en ellos.

¿Has sentido presión por «acertar» o ser infalible al interpretar?

Sí, al inicio lo sentí más, sobre todo porque siempre he sido una persona muy perfeccionista, preocupada por hacer las cosas bien, con corazón. Siempre he sido muy delicada en esto, y en los comienzos, cuando empecé a tener mis primeros clientes, también había un poco de inseguridad. Me ponía mucha presión, le daba muchas vueltas a todo. Hoy ya no siento esa presión. Llevo más de seis años trabajando con la astrología y creo que el tiempo, la experiencia y la práctica me han dado mucha más confianza.

¿Crees que ser intérprete de idiomas te ayudó a ser también intérprete de símbolos?

Totalmente. Gracias a la traducción, he conocido muchas culturas, lo cual me permite trabajar con empresas europeas, con el mercado americano, y entender cómo es el mundo organizacional en distintos países. Así que, definitivamente, el haber estado en este mundo tan bonito de la traducción, me abrió la visión

del mundo. Ahí fue donde descubrí y entendí por qué siempre me gustaron tanto los códigos y el ayudar a los demás.

¿Hay algún ritual que te conecte contigo misma antes de cada lectura?

Todas las mañanas tengo que correr 5 kilómetros. Es fundamental para mí porque necesito liberar toxinas. Después, vienen mis rutinas de alimentación consciente. Tengo una dieta baja en gluten y harinas porque siento que los alimentos inflamatorios afectan mi canal. Conoc er mi cuerpo y cómo se conecta con lo que hago es parte esencial de estar presente para el otro. Un ritual clave para mí es la meditación. Trato de meditar al menos 10 minutos, y a veces hasta una hora. Además, una vez cada quince días o una vez al mes, me hago una alineación de chakras, porque es importante estar en mi centro cuando trabajo con casos tan sensibles como duelos o pérdidas. Es clave estar en un estado neutral y equilibrado antes de cada sesión.

¿Cuál es tu mayor deseo para el futuro personal y profesional? Mi gran deseo es poder acompañar a la mayor cantidad de personas que la vida me permita, transmitir lo que he aprendido y recomendar todo lo que me ha hecho bien. A nivel personal, me veo viajando y acompañando, porque el movimiento también es parte de mi esencia. He recibido muchas propuestas y ofertas, pero quiero ir paso a paso,

sin perder el centro. En algún momento me han dicho: «Ara, enseña, guía», y sí, sé que ese momento llegará. Pero por aho-

ra, estoy en una etapa de acompañar desde el presente, llevar el mensaje, generar conciencia en quienes me rodean.

Constancia, risas

Damián Ode ha hecho de cada negocio un universo con alma propia. Entre música, humor y gastronomía, crea espacios donde lo cotidiano se transforma en experiencia. Su fórmula combina constancia, pasión y alegría para dejar un legado que vibra con identidad.

Escribe: Samira Ode

En un mundo donde muchos solo buscan vender, el empresario y artista Damián Ode Jamis crea experiencias. Cada proyecto suyo tiene ADN propio: música que emociona, platos que cuentan historias y atmósferas que invitan a gozar al máximo. Con la misma chispa con la que hace reír, ha aprendido a crear espacios que transforman lo cotidiano en experiencias memorables.

risas y pasión

Cuando se le pregunta cómo conecta su faceta artística con la empresarial, sonríe y responde sin rodeos: «Es lo más bonito, ya que me convierto en el personaje o marketero de mis propios locales». El humor, en su caso, no solo es entretenimiento: es estrategia, identidad y una herramienta que lo diferencia en un mercado saturado. Esa capacidad de darle vida a los lugares lo ha llevado a construir proyectos con alma. «Siempre he dicho que un negocio sin ADN no tiene vida. Es por eso que estos espacios son como mis hijos, cada uno tiene vida propia. Crear conceptos es lo más bonito que me ha dado Diosito, puesto que él me sopla cada vez que debo concebir una idea», confiesa.

No exagera. En la actualidad, está detrás de locales tan emblemáticos como Del Carajo!, con casi 26 años de trayectoría difundiendo música criolla y gastronomía peruana en un formato que se renueva: ahora La Peña abre sus puertas sábados y domingos, entre guitarras, cajones y platos llenos de identidad. También está La Basílica 640, un restobar que juega con la idea del Cielo, el Infierno y el Purgatorio, donde cada día tiene su propio concepto: desde el Templo del Despecho para mujeres los miércoles, hasta conciertos en vivo los jueves y fines de semana noches de DJ.

Por si fuera poco, tomó un vagón original de 1973 para dar vida a Arnold’s Train, un espacio en el Parque de la Amistad que rinde tributo a la serie Happy Days con hamburguesas temáticas, milkshakes y un espíritu vintage que se siente desde el primer momento en este lugar. Detrás de los reflectores, Damián asegura que lo que más lo alienta a seguir adelante es su pasión por el trabajo. «Me inspira saber que todo lo que hacemos hace que los demás disfruten, sentir el agradecimiento de la gente. Cada día es una fiesta diferente que hace que el público vibre de alegría con cada concepto creado para ellos», afirma.

Su fórmula para vivir con pasión también tiene un sello sencillo, pero poderoso. «Que sean felices con lo que hacen, que realicen sus sueños a como dé lugar siguiendo una regla básica llamada constancia. No se trata solo de soñar, sino de hacer realidad el sueño que tienes». Con cada proyecto, Damián Ode nos recuerda que el verdadero éxito no solo está en las ventas o en los números, sino en la capacidad de convertir un espacio en una experiencia y una idea en un legado. Él mismo es la prueba de que cuando se trabaja con constancia, humor y corazón, los sueños se convierten en vida.

Efecto Spiderman

Sí. Todos lo conocemos. Es nuestro amigable vecino: El Hombre Araña. El tan solo leer el nombre te genera muchas sensaciones y de las buenas, ya que estamos frente al ícono más grande de la cultura popular. De niño siempre sentí un valor agregado en este personaje; su humanidad, destreza, valores, coraje e incluso problemas cotidianos hacen del arácnido único en su clase.

Hoy te puedo contar muchos de mis recuerdos. Mi primer muñeco fue una figura de acción. Mi primer superhéroe en pantalla grande fue la versión de Spiderman de Tobey Maguire. La primera serie animada que vi: Spiderman 90s. En fin. Muchas memorias conectan con lo que este superhéroe refiere. Pero, ¿por qué es tanto el impacto que tiene sobre la multitud?

Para iniciar Spiderman, o mejor dicho Peter Parker, tiene una historia muy particular. Perdió a sus padres con los cuales no compartió mucho. Fue criado por sus tíos y desde muy joven empezó a experimentar más preguntas que respuestas. Nunca fue el más popular de la clase, sufría de vez en cuando cierto desprecio de sus compañeros. Se aferró a sus estudios, se enfocó en ser el número uno y lo logró, pero él no sabía lo que su vida cambiaría luego de la picadura de una araña.

Un personaje como tal tiene magnas historias que sacan a relucir su lado más humano y heroico. Spiderman no es el típico superhéroe inalcanzable, semidios o poco humano; sino que dentro de sus debilidades están sus más grandes hazañas. Otro de los puntos que hacen a ‘Spidey’ es el alcance y epicidad de cada uno de sus villanos o antagonistas. Cada uno cuenta una historia magistral y a la par se convierte en una fuerza opositora que siempre pone en aprietos a nuestro héroe. Por otro lado, tenemos a los coprotagonistas y personajes secundarios que son parte importante de cada una de las historias del trepa muro siendo soporte y constante aliento.

Para Spiderman su más grande problema siempre ha sido la dualidad que comparte con Peter Parker. El vivir

dos vidas se ha mantenido como la más grande consigna para nuestro personaje principal, ya que por un lado Peter sueña con una vida normal, metas, logros, amor, familia y más. Pero Spiderman carga con la responsabilidad de resguardar no solo a una ciudad o al mundo entero, sino que también a los que más ama. Este siempre ha sido lo que ha hecho al arácnido un personaje de sumo respeto puesto que los percances con los que lidia como superhéroe son tan humanos al mismo tiempo.

Reconocido también por una frase que traspasa generaciones: ‘Un gran poder conlleva una gran responsabilidad’. Muchas interpretaciones, muchas deducciones y un poderoso mensaje. A lo largo de la historia, Spiderman ha tenido distintas interpretaciones ya sea en la Tv o en la pantalla grande. Si bien es cierto inició en la Tv a través de series animadas, su mayor exposición fue en los cines y quién no recuerda la interpretación de Tobey Maguire en una trilogía para la historia o a uno de los mejores Peter Parker interpretado por Andrew Garfield (mi favorito), o la versión actual del Universo Cinematográfico de Marvel protagonizado por Tom Holland quien se apunta a ser el actor que más veces ha interpretado al arácnido.

Actualmente se encuentra en producción Spiderman: Brand New Day, la cuarta película en esta línea de filmes dentro del UCM que tiene a Tom Holland como el foco principal, el cual en medio de grabaciones en la ciu dad de Glasgow – Escocia, ha ocasionado gran algarabía entre los más pequeños y grandes que se hicieron presentes en el set. Definitivamente este es el efecto Spiderman. Muchas gracias por leer. Que la fuerza los acompañe.

Por Samuel Hurtado Cárdenas*

Si septiembre fuera un lobby, ya estarías eligiendo skin, ajustando sensibilidad y preparando el café. Este mes no se juega: se vive. Hay lanzamientos que no solo entretienen, sino que construyen narrativa, comunidad y memoria digital. Desde el pixel emocional hasta el sigilo táctico, estos seis títulos no piden permiso: exigen respeto. Aquí va la curaduría para quienes no solo juegan, sino que analizan, sienten y comparten el viaje.

METAL GEAR SOLID Δ: SNAKE EATER (REMAKE)

Konami revive el clásico con Unreal Engine 5, respetando la atmósfera original pero potenciando cada textura, sombra y silencio. Snake no habla más, pero el entorno lo dice todo. La selva es más hostil, el sigilo más táctil y la nostalgia más precisa. Disponible en PS5, Xbox Series y PC. Un remake que no solo actualiza: reinterpreta.

RACCOON RACCOON (VERSIÓN COMPLETA)

El caos tiene narrativa. El juego peruano de Casu El Cuero deja atrás la demo y lanza su versión completa con mecánicas de vínculo emocional, karma narrativo y un sistema de decisiones que afectan la fauna urbana. No es solo humor: es crítica social pixelada, con soundtrack de Cheesman y cameos que conectan con la cultura pop local. Disponible en PC y Switch. Ideal para quienes creen que lo indie puede ser universal sin perder identidad.

BALDUR’S GATE III (VERSIÓN COMPLETA EN CONSOLAS)

El CRPG que redefinió el género llega completo a PS5 y Xbox Series. Decisiones que importan, vínculos que duelen y combates que exigen estrategia. Cada partida es una crónica, cada personaje una tesis sobre ética y deseo. Ideal para docentes, narradores y gamers que buscan profundidad sin perder la magia.

Por Juan Pablo Robles

DELTA FORCE: HAWK OPS

Shooter táctico con modo extracción PvE y PvP masivo. Inspirado en La Caída del Halcón Negro, pero con ritmo moderno. Gratuito, competitivo y con potencial para ligas LATAM. Disponible en PS5, Xbox Series y PC. Perfecto para analizar cómo se reinterpreta el combate realista sin perder engagement.

BLASPHEMOUS II (ACTUALIZACIÓN DE CONTENIDO)

Más jefes, más lore, más dolor. El metroidvania español que mezcla arte sacro con combate visceral lanza una expansión gratuita con nuevas zonas y desafíos. Cada frame es una pintura, cada golpe una metáfora. Disponible en todas las plataformas. Ideal para quienes ven el sufrimiento como parte del viaje narrativo.

THE INVINCIBLE (VERSIÓN VR)

Basado en la novela de Stanisław Lem, ahora en realidad virtual. Exploración filosófica, tensión existencial y decisiones que no tienen respuesta correcta. Disponible en Meta Quest y PC VR. Ideal para clases de ética digital, storytelling académico o simplemente para perderse en una narrativa que incomoda con elegancia.

Ritual portátil para gamers funcionales

No todos los días se termina Doom: The Dark Ages en un laptop. Cuando pasa, sabes que el equipo no solo rinde: acompaña. El ASUS Vivobook S16 no se presenta como ‘gamer’, pero tiene el músculo, la autonomía y el estilo para ser parte del ritual. Desde el primer café hasta el último boss fight. La pantalla OLED de 16 pulgadas con resolución 3.2K es una joya visual. Cada textura, sombra y explosión se siente cinematográfica. Con un diseño ultra delgado (1.59 cm) y peso de 1.70 kg, este Vivobook se lleva fácil, sin embargo, no se toma a la ligera. Además, se abre a 180 grados. Ideal para presentaciones, edición colaborativa o simplemente trabajar desde cualquier ángulo.

El procesador AMD Ryzen 9 270 y la gráfica AMD Radeon integrada permite multitarea real: gaming, edición, streaming y trabajo sin que el sistema se resienta. Probado con títulos como GTA V, Valorant, League of Legends, Hades, Hollow Knight, Cuphead y Doom: The Dark Ages, el rendimiento se mantiene fluido, sin sobrecalentamiento ni caídas de FPS. La batería de 70 WHrs ofrece hasta 23 horas de autonomía, y con 60% de carga en 49 minutos, puedes salir con media

batería y volver con media campaña completada. Ideal para jornadas largas sin drama de enchufe.

¿Copilot? Presente. ¿ASUS AI? También. Desde cancelación de ruido inteligente hasta StoryCube, que organiza tus archivos como si entendiera tu caos creativo. Importa desde la nube, busca por etiquetas, agrupa por rostro o ubicación. Incluso genera clips automáticos con AI Clip, perfecto para reels, TikToks o simplemente revivir el día que terminaste Doom sin spoilers.

No solo es para gamers. Este Vivobook es ideal para quienes editan video sin esfuerzo, dictan clases híbridas, presentan en reuniones exigentes o gestionan proyectos creativos con ritmo intenso. Su potencia no se disfraza: se siente. Su diseño acompaña sin estorbar. En resumen, el Vivobook S16 no grita ‘gamer’, pero lo demuestra en cada frame. Si puede con Doom: The Dark Ages, puede con lo que venga.

AW Atelier lanza ‘Vittoria’, una colección inspirada en la celebración de una novia.

AW Atelier, la firma de diseño de vestidos de novia fundada por Josell Wong y Mariana Vizcarra, reconocida por su estética sofisticada y atemporal, presenta ‘Vittoria’, una colección cápsula que celebra la sinergia entre moda, arte y vino. La colección transmite elegancia, sensualidad, versatilidad y espíritu festivo; invitando a redescubrir los vestidos de novia a través de propuestas que se adaptan a diferentes momentos.

«Vittoria es un diálogo constante que capta la visión de Kate Mogollón y nuestro proceso creativo, donde cada pieza transforma el silencio en un

aplauso», comparten desde AW Atelier. En esta ocasión, la dirección creativa de la colección estuvo a cargo de la stylist Kate Mogollón, quien aportó una mirada fresca y contemporánea al universo del atelier. La propuesta surge en colaboración con Vittoria, la marca de vinos peruana que se ha consolidado gracias a su identidad artística, sofisticada y contemporánea, dirigida a un público joven que busca experiencias culturales más allá de la enología. Esta

alianza expandirá el espíritu de Vittoria al mundo de la moda, estableciendo un puente creativo con AW Atelier.

La sesión de fotos se llevó a cabo en el imponente Teatro Municipal de Lima, espacio histórico que inspiró los diseños. Allí, los vinos Vittoria estuvieron presentes como aliados estratégicos, reforzando la unión conceptual entre moda, cultura y celebración. Mariana, con una inclinación hacia lo sobrio

y clásico, y Josell, con una propuesta más atrevida y vanguardista, han construido juntos un lenguaje que combina sofisticación, experimentación y atemporalidad.

Con Vittoria, el atelier reafirma su deseo de explorar nuevos lenguajes visuales y tejer diálogos

entre la moda y otros territorios creativos. Este lanzamiento consolida a AW Atelier y Vittoria como referentes de innovación en sus respectivos campos, demostrando que la creatividad y la celebración pueden manifestarse en múltiples formas: una copa de vino, un vestido, una experiencia compartida

La evolución del vestir femenino

Como hemos visto a lo largo de la historia, la vestimenta ha sufrido cambios sumamente drásticos; pasando desde túnicas egipcias y griegas, vestidos pomposos y ornamentados de la edad media, faldas hasta los tobillos y corsés, hasta el uso del pantalón y la minifalda.

La vestimenta comenzó con la aparición del homo-sapiens, quien cubría su cuerpo con pieles de animales que cazaba. En esta etapa la vestimenta fue un factor fundamental para la supervivencia. Después, con la conformación de las sociedades modernas, más la implementación de nuevas técnicas y con la manipulación de nuevos materiales como la lana, el algodón, spandex, entre otros, ha hecho que la ropa pase a ser un accesorio que expresa identidad nacional, regional y personal. El contexto histórico del cambio en la vestimenta de la mujer a partir de los años 20 al siglo XX es algo turbulento. Las mujeres empezaron a luchar por sus derechos y la igualdad, querían votar y comenzaron a introducirse en el mundo laboral. Esto trajo como consecuencia que requieran de piezas más cómodas, fáciles de usar y funcionales. Esto se vio representado en la reducción de la falda que llegaba a los tobillos hacia la rodilla. Apareció el traje sastre y los pantalones gracias a Coco Chanel. En los años 30s, la ropa interior adoptó la simplicidad y dejó de ser muy exagerada, lo cual la hizo bastante fácil de llevar debajo de piezas que empezaban a ser cómodas. Desde este momento, cualquier intento de innovación en la parte de la vestimenta fue empezada a tomar como moda. En el periodo de guerras, la industria textil tuvo un aumento de aceptación y avances tanto en el uso de telas, como en la confección de piezas. Se empezó a masificar el uso de piezas ‘en tendencia’, ya que costureras caseras querían imitar los trabajos de alta costura. Se empezaron a utilizar telas más ligeras y fáciles de cuidar. Ya la industria de la ropa se había convertido en una de las más importantes del mundo con ingresos que nadie se podía imaginar.

En los 50s, época de glamour en la moda, las piezas de valiosa importancia eran guantes, sombreros, carteras y

zapatos. Lo importante era adornar a la mujer para que representara el papel que le tocaba en la sociedad. Reapareció el corsé, con materiales menos rígidos que en el siglo XVI y la idea de que la mujer luzca extremadamente femenina. En esta época apareció el jean como pieza de moda, el cual al principio solo usaban los hombres, pero al poco tiempo las mujeres también empezaron a portarlo.

En los 60s, el corsé había desaparecido y se le consideró una pieza sexista. Ya para estos años la mujer se había cansado del papel que tenía en la sociedad, así que ocurrió un cambio en la historia y se revelaron con movimientos feministas. Una tendencia sumamente importante de esta década es la minifalda, diseñada para hacer énfasis en la sensualidad de las piernas de la mujer. Aparecieron las botas gogo, que llegaban hasta las rodillas y no tenían tacón. Aparecieron las supermodelos y la delgadez se puso de moda. Ya finalizando los 60’s incursionaron los hippies, personas que iban en contra de la moda, ya que rechazaban el capitalismo. Su estilo de vestir incluía pantalones sumamente anchos, piezas hechas a mano, teñidas y hechas con telas naturales. Las mujeres dejaron de usar maquillaje y productos para el cabello y muchas no usaban brasiers.

Para esta época, la mujer había obtenido el poder social, político y laboral que tanto buscó desde principios de siglo. La industria de la moda creció exageradamente y se empezaron a hacer distinciones entre los diferentes estilos que estaban en tendencias. Es así como se llega al siglo XXI, donde algunas muje res ya pueden usar cualquier tipo de vestimenta sin ser discriminadas. Aún están presentes un sinfín de estilos que han sido innovados a lo largo del tiempo y se renuevan continuamente para el consumo de las masas.

Por Claudia Aguilar Valdivia*
* Diseñadora de modas.

En un mundo que no se detiene, Dockers®Go llega para acompañar cada movimiento. Una colección que incluye polos, camisas, sobrecamisas, joggers, chinos y pantalones tipo jean, pensados para el trabajo, los viajes y el ocio. Piezas versátiles y modernas, confeccionadas con tejidos innovadores que ofrecen alto rendimiento: ligeros, transpirables y diseñados para quienes están siempre en movimiento. Con detalles funcionales como bolsillos invisibles y un diseño adaptable a cualquier ocasión, combinan el estilo clásico de Dockers®con la dinámica de la vida actual. Encuéntralos en sus tiendas físicas a nivel nacional. Síguelos como @dockers_peru.

Esta emblemática inauguración marca un nuevo estándar para los viajes centrados en el bienestar en el corazón de la ciudad brasileña.

Escribe: John Santa Cruz

Faltan ojos para conocer esta urbe. Por algo es la ciudad más grande de América del Sur y de todo Brasil. Sin embargo, lo que captó mi atención fue el alma de los paulistas, que claramente está en la diversidad de culturas que crearon su identidad. Durante su formación y crecimiento, especialmente entre los siglos XIX y XX, la ciudad y el estado de São Paulo recibieron una gran cantidad de inmigrantes de diversas nacionalidades, con una marcada presencia de portugueses, italianos y españoles, quienes constituyeron los grupos más numerosos. También llegaron alemanes, japoneses, polacos, y de Oriente Medio (libaneses y sirios), y en

menor medida de otros países como Ucrania, Lituania y Rusia. Al caminar por sus modernas y limpias calles, te topas con esta variedad de etnias que dan un colorido muy singular a su esencia como metrópoli.

Luego de un recorrido de casi una hora desde el aeropuerto (Guarulhos) hasta el Westin São Paulo, alojado en el barrio financiero, pude palpar toda la magia de este novel hotel que se acaba de inaugurar. Para ello estuve allí. Es un recinto que, desde su llegada, te regala una propuesta innovadora y centrada en el bienestar. Como huésped, en las tres noches que pasé por sus cómodos aposentos, sentí que ingresaba a un espacio que no

solo invita al descanso, sino que también promueve un estilo de vida saludable, en sintonía con la energía dinámica y cosmopolita de este lugar y, en particular, del sofisticado barrio de Itaim Bibi. Si vienes por estos lares y caminas por sus calles, en especial de este distrito, que no te sorprenda la cantidad de helicópteros que pasan por tu cabeza. Hay más de 400 por aquí y por allá. Más que New York.

Desde el momento en que llegué, la ubicación del hotel llamó mi atención. Situado en JK Square, en Itaim Bibi, la zona es un epicentro de negocios, gastronomía y entretenimiento. Conocido por su ambiente de alta gama, el barrio combina modernas torres

de oficinas, residencias exclusivas y una amplia oferta de restaurantes. La cercanía a centros comerciales, tales como el Shopping Iguatemi y las boutiques de lujo en las calles cercanas, permite a los visitantes tener todo a mano, en un entorno urbano que combina el ritmo acelerado con espacios de relajación y confort. Al ingresar al hotel, percibí inmediatamente un diseño que fusiona delicadeza y modernidad. La firma del arquitecto Jayme Bernardo se refleja en cada rincón, mostrando formas orgánicas, materiales naturales y una paleta de colores que recuerda la naturaleza y la biofilia.

La estética me transmitió una sensación de tranquilidad, algo que rápidamente aprecian quienes buscan escapar del estrés cotidiano sin perder del todo el contacto con la vida urbana. Desde las ventanas del lobby, la vista del Parque Ibirapuera y del skyline de São Paulo ofrecía un espectáculo visual constante. Las 187 habitaciones, distribuidas en diferentes categorías, fueron diseñadas para ofrecer una experiencia de descanso que va más allá

del lujo convencional. La Heavenly® Bed, reflejo del compromiso del Westin con la calidad de sueño, cuenta con un colchón de felpa envolvente y tejidos tecnológicos que mejoran la sensación de confort. Cada noche en estas camas se convirtió en un ritual reparador, indispensable después de largos días de turismo o participando en reuniones de negocios. Te tienen que despertar para escapar de esas camas.

Los baños estilo spa, equipados con duchas de lluvia revitalizantes, aromas de té blanco y cremas de lavanda Sleep Well, reforzaron esta idea de calma. Uno de los aspectos que más disfruté fue la constante atención a los seis pilares del bienestar que Westin promueve: dormir bien, comer

bien, moverse bien, sentirse bien, trabajar bien y jugar bien. El hotel no solo ofrece comodidad, sino también la oportunidad de equilibrar cada una de esas áreas en la misma estadía. El gimnasio, por ejemplo, está equipado con tecnología de punta. La posibilidad de entrenar en el WestinWORKOUT® Fitness Studio, con bicicletas Pelotón, estaciones de recuperación Hypervolt, y equipos de entrenamiento funcional TRX, fue fundamental para mantenerme activo.

Además, pude explorar las rutas de entrenamiento que el hotel ofrece en colaboración con Strava, permitiendo correr por las calles de Itaim Bibi, bordeando parques y admirando la ciudad en movimiento, siempre acom-

pañado por la orientación de un corredor profesional. Pero no todo es ejercicio: la piscina al aire libre, ubicada en una terraza con vista panorámica, ofrece un espacio perfecto para relajarse. La sensación de nadar con la ciudad de fondo, en un entorno tan cuidado y cómodo, fue una experiencia que definitivamente marcó la diferencia. La terraza también tiene zonas de descanso y un ambiente silencioso, ideal para una pausa en medio del día. Otro punto que me impresionó fue la oferta gastronómica del hotel: Quint.e, el restaurante insignia, es un espacio que combina sofisticación y raíces brasileñas.

El menú, diseñado por la reconocida chef Bel Coelho, apuesta

por ingredientes locales, presentando platos que reflejan la riqueza culinaria de Brasil, pero con un toque contemporáneo. La atención del equipo de cocina fue excepcional; los sabores, la presentación y el ambiente en la sala lograron que cada comida fuera una experiencia en sí misma. En particular, durante mi visita, disfruté de una cena en la que cada plato parecía contar una historia, con ingredientes frescos y una ejecución impecable. El bar, además, es un punto destacado del hotel. Realmente fue una estadía de lujo, y todo terminó con una fiesta de apertura, donde las personalidades más importantes de la región estuvieron presentes. Si van para Sao Paulo, este es el hotel que tienen que visitar.

Casa Manire, diseñada por Martin Dulanto Sangalli y Puna Estudio, es una vivienda unifamiliar de 271 m² ubicada en la selva alta de Cusco. Concebida en 2023, la propuesta se eleva sobre pilotes para adaptarse al terreno y reducir el impacto en el entorno natural.

Escribe: Fabiana Deekes

Casa Manire es un proyecto concebido en la selva de Cusco por Martín Dulanto y Puna Estudio. Su diseño parte de una premisa clara: respetar y dialogar con la naturaleza. «La inspiración y punto de partida fue la naturaleza. Estamos en la Amazonía peruana, lo más silvestre y salvaje, entre comillas, de la Amazonía. Eso de por sí ya era bastante estimulante. Una linda y única oportunidad que teníamos que aprovechar»

La vivienda se eleva mediante pórticos metálicos apoyados en pilotes, un sistema que reduce el impacto sobre el terreno y permite que la estructura pueda desmontarse en el futuro. «Si en algún momento se quería desarmar la casa, se puede hacer de tal forma que el terreno quede casi en su estado natural, como lo encontramos». Este sistema también permitió liberar la fachada principal y proyectar un techo en voladizo, generando continuidad visual entre el in-

terior y el paisaje. «Cuando uno estuviera en la zona social o en esa terraza, no tuviera ninguna columna ni ningún elemento que bloqueara la vista del paisaje, vinculando fuertemente al usuario con la naturaleza que lo rodea».

El uso de madera local y una cubierta de material reciclado se integran al paisaje sin imponerse. «La cubierta es de un material reciclado, elegido además

intencionalmente de ese color para que la casa, lejos de resaltar en el entorno, se mimetizara, se camuflara». El proceso de construcción también incluyó prácticas sostenibles: recolección de agua de lluvia, uso de agua del mismo terreno y mano de obra local. El interiorismo, a cargo de Mariana Otero, se apoyó en artesanos de la región y en piezas elaboradas en distintas zonas del país.

Dulanto reconoce que Casa Manire representó un ejercicio de desaprendizaje frente a sus proyectos urbanos. «Fue un lindo ejercicio para volver a lo esencial. El principal esfuerzo lo tuve que concentrar en desaprender y replantear lo que entendía por lujo. El lujo verdadero que planteaba el proyecto era la posibilidad de estar ahí, bajo una cubierta que nos diera sombra para desde el confort poder disfrutar la naturaleza». El arquitecto destaca que esta experiencia le permitió replantear sus propias nociones de confort y de valor en la arquitectura. «Quizá

el gran aprendizaje que nos deja este proyecto es que no es tanto lo que necesitamos más allá de la sensibilidad de poder llegar a un sitio tan maravilloso como Manire y contemplarlo»

Construir en una zona remota supuso un desafío logístico importante. «Al estar en la Casa Manire en un lugar tan remoto, llegar con los materiales ahí era difícil, pero sobre todo coordinar con los equipos que estuvieran allá. Ya sea que vueles a Cusco o a Puerto Maldonado, tienes que ir por lo menos cinco horas

por tierra. Entonces, cuando estabas ahí, te tenías que quedar el tiempo que pudieras, porque volver iba a ser difícil». Ante esas condiciones, el equipo optó por un diseño simple y detalles constructivos que pudieran ser ejecutados por proveedores locales sin necesidad de alta especialización.

La experiencia de vivir en Casa Manire está pensada para quienes valoran la simplicidad y la relación con el entorno. «Mucha gente llegaría a la Casa Manire y sentiría que falta aire acondi-

cionado o que los baños no están revestidos en porcelanato. Pero acá está planteado de la manera más simple posible, entendiendo que la naturaleza nos enseña muchísimo y que quizá algo que ha perdido el ser humano es que se ha ido alejando de ella»

La arquitectura ofrece protección básica contra el sol, la lluvia o los insectos, pero permite que la vida

suceda en contacto directo con la selva. «En ese terreno prácticamente, te pares donde te pares, tienes una linda vista. Hay unos árboles maravillosos que están ahí y que propusimos conservar. Vale mucho más tener ese árbol de 200 años que ha estado desde antes que nosotros, que hacer que todo sea perfecto en un lugar donde lo más perfecto es justamente su imperfección»

Siempre relevante, siempre

relevante, siempre burlón

Renzo Cheesman es la mente detrás de Freddy el Cuy Interdimensional. Aquí su historia.

Escribe: Juan Pablo Robles

En pocos meses, Freddy el Cuy Interdimensional pasó de ser un experimento de animación a convertirse en un fenómeno cultural made in Perú. Un personaje que ya es parte del lenguaje cotidiano y que ha logrado algo poco común: hacer reír a todos los estratos y edades sin perder identidad. Renzo Cheesman, músico y creador de Anticucho Studios, vive en Los Ángeles y estudió composición para cine en Berklee College of Music, Boston. Siempre quiso unir música y animación. No sabía animar, pero lo aprendió en YouTube. Desde entonces escribe, anima, compone y dirige cada episodio.

Durante su etapa en Berklee y luego en Los Ángeles, conoció a otro peruano del Callao. Se hicieron cercanos por coincidencia geográfica, pero también por contraste de experiencias. «En Lima probablemente no nos hubiéramos conocido», recuerda. Ese intercambio de códigos culturales fue parte del contexto que inspiró la serie. Pero el universo de Freddy —desde la idea hasta la ejecución— es obra de Renzo. El diseño de Freddy nació de un chullo dibujado en un momento de inspiración. Dudó, pensó que tal vez no habría audiencia, pero también vio que no

había competencia. Y lo lanzó. El famoso ‘Plin’ viene del hermano de un amigo que relataba peleas con ese sonido. Esa exageración y ritmo se volvieron parte del ADN del personaje.

Renzo hace casi todas las voces: Freddy, Mati, la Nonna, el Zambo Cavero, el guachimán y el policía. La música también es suya: flauta, piano, guitarra. Algunas voces, como la de Michi o el cóndor Ganso, las diseñó con inteligencia artificial. «Soy solo yo. Por eso los capítulos demoran. Anticucho Studios se trabaja cuando termino de trabajar», explica. En Boston trabajó cuatro empleos, estudiaba y casi no dormía. «Yo he limpiado baños y lo digo sin pena, porque me pagaba la renta», recuerda. Sin ayuda económica, su amor por la música lo sostuvo. Esa resiliencia está en Freddy: un personaje nacido del esfuerzo, no del algoritmo.

Muchas cosas en Freddy son reales, aunque no al pie de la letra. Se burla de los que dicen broer, de los Patas Pepas Lima. Yo mismo tengo un grupo en WhatsApp con amigos que se llama PPL. Cuando se lo conté a Renzo, me soltó: «Ya ves… esto también eres tú». Y agregó: «No importa de qué clase social seas, de qué parte del Perú vengas o qué color de piel tengas… todo el mundo piensa que ese tipo de personaje es ridículo. Y por eso Freddy da risa».

En Chincha, por ejemplo, Freddy asume que todos comen gato. Cuando descubre que no, dice: «Hoy aprendí que no por ser pobres comen gato», para luego cuestionar por qué asumió que eran pobres. La burla no es a la gente: es a cómo Freddy ve el mundo. En Instagram, Freddy supera los 16.8 millones de vistas. Sí, hay interés de marcas grandes, pero Renzo no baja la cifra que pide. «Si una compañía muy grande, que maneja plata y

cuyo público objetivo también es el mío, no va a pagar lo que esto merece… voy a esperar». No quiere publicidad invasiva: si llega, será parte de la esencia del dibujo. Y sabe que el público lo entenderá: «Ya era hora», dirán.

Aunque no le gusta el reguetón, creó el hit Muevo la Serpiente, que ya suena en fiestas y discotecas. Está en Spotify como Renzo Cheesman o Mapache Orange. Ha musicalizado la premiada Love Eternal (vista en el LA Shorts International Film Festival), estudió piano con Bob Winter (Boston Pops Orchestra, bajo John Williams), compuso para Baby Shower de Anahí de Cárdenas, trabajó con Karla Bacigalupo y asistió a una producción de Rolling Stone con Finneas. Su trabajo completo está en renzocheesman.com. Actualmente enseña música a niños con discapacidad, una labor que le encanta y que no se viraliza, pero dice mucho más que cualquier meme.

Renzo quiere que Freddy sea un South Park peruano: siempre relevante, siempre burlón. «El día que me quede sin ideas, ahí lo corto», afirma. Y ahora, con un agente en Lima, el proyecto está listo para crecer. Ahora termino este texto hablando con Renzo, contento porque acaba de firmar con un agente en Lima. El Cuy ya no solo es viral: está listo para dar el siguiente salto, y lo hará sin perder su esencia.

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Narrativa Digital

Digital

Casu El Cuero irrumpió en la escena digital peruana con un lenguaje propio: humor incómodo, estética glitch y una ternura que conecta con miles de seguidores. Hoy, con su estudio Anquilosaurio y proyectos que mezclan arte, juego y emoción, consolida un ecosistema narrativo único en el país.

Escribe: Juan Pablo Robles

Lo conocí en el bar cultural Help. No era aún Casu El Cuero, ni tenía mapaches existenciales ni plastilina animada. Era Juan Carlos Casusol, estudiante de ingeniería informática con mirada inquieta, humor que incomodaba con ternura y una sensibilidad que no encajaba en los moldes convencionales. En ese entonces, su talento ya se intuía, pero nadie —ni él mismo— sabía que estaba construyendo una estética emocional que terminaría marcando una generación de creadores digitales peruanos. Su primer gran salto fue Queinsania, un canal de YouTube que no buscaba viralidad, sino verdad jocosa. Ahí empezó a mezclar animación limitada, filosofía pop y trauma con una

honestidad que desarmaba con humor. Cada video era un ritual: personajes rotos, reflexiones incómodas, humor que no pedía permiso. Y lo más potente: una comunidad que no se construyó con marketing, sino con vulnerabilidad compartida.

Ese canal lo llevó a El Comercio, pero no como columnista. Lo que hizo el medio fue abrirle espacio a Queinsania dentro de su plataforma de blogs, permitiendo que sus videos —esos rituales digitales que mezclaban trauma, humor incómodo y canciones irreverentes— salieran del nicho y alcanzaran nuevas audiencias. Fue un salto de visibilidad clave: de YouTube al ecosistema mediático peruano, sin perder la esencia ni el caos. Casu no escribía para acompañar; acompañaba desde lo visual, desde lo roto, desde lo que no se podía poner en palabras.

Antes de convertirse en Casu El Cuero, Juan Carlos Casusol tuvo que negociar con el destino y con sus padres. Su primera ca-

rrera universitaria —ingeniería informática— no fue elección libre, sino resultado de una historia familiar que parece escrita por él mismo: sus hermanas habían tenido enamorados comunicadores que dejaron mala impresión, así que sus padres le dijeron ‘comunicación, no’. Queinsania explotó cuando los videos empezaron a circular, cuando el caos sensible se volvió ritual digital. Su padre fue el primero en entender. No solo lo apoyó, le dijo ‘te pago la carrera de comunicaciones’.

El fanatismo paternal llegó al punto de convertir la sala de espera de su consultorio en una sala de exhibición de Queinsania. Mientras los pacientes esperaban su turno, los videos de Casu se reproducían en loop: sketches sobre Navidad, reflexiones disfrazadas de comedia y una mosca media humana que vomitaba en su comida. Era como si el canal hubiera migrado del algoritmo al corazón familiar. Casu no solo había conquistado YouTube: había conquistado el living emo-

cional de su casa y el negocio familiar.

Durante la pandemia, su canal se volvió refugio musical. No desde Spotify, sino desde YouTube, donde cada video era una cápsula emocional disfrazada de sketch. Ahí escapamos por momentos musicales que hablaban de miedo, encierro y ternura, pero también de empanadas que no sabían si eran de carne o de pollo. En otro, narraba su extracción de vesícula con una confesión quirúrgica: no le importaba dejar de tomar por un año, pero sí renunciar al ají. Y en uno de los más íntimos, escribió una canción y la proyectó con imágenes de su madre —sí, la doctora— usando solo las frases clásicas que ella le decía. No eran hits, pero sí himnos para quienes necesitaban sentir que no estaban solos.

Casu no se quedó ahí. En 2024 fundó Anquilosaurio, su estudio independiente, con una misión

clara: crear desde lo emocional, sin perder el rigor técnico. Su primer gran proyecto fue Raccoon Raccoon, un videojuego hecho con plastilina, voces de actores peruanos top y una narrativa que mezcla comedia, exploración y caos emocional. El elenco incluye a Carlos Carlín, Carolina Cano, Melania Urbina, Yvonne Frayssinet, Patricia Barreto, Manuel Gold, entre otros. Cada personaje fue modelado a mano, luego animado con IA para optimizar tiempos sin sacrificar alma.

El juego no busca realismo, sino conexión. Misiones absurdas, personajes frágiles, estética glitch y humor que incomoda con ternura. Es, como todo lo que hace Casu, una extensión de su cuerpo emocional. Y lo más potente: lo hace con estética peruana, con voces peruanas, con sensibilidad que no necesita disfrazarse de Silicon Valley. Lo que Casu está construyendo no es solo contenido. Es un ecosis-

tema narrativo. Queinsania fue el canal de distribución del potencial de Casu, y Anquilosaurio es el brazo técnico-artístico que permite que sus ideas se conviertan en productos culturales con impacto. Todo nace desde lo que ama. Desde el rosa que define su estética, desde los mapaches que lo obsesionan, desde las heridas que no esconde.

Casu no crea para impresionar. Crea para acompañar. Eso, en tiempos de métricas y filtros, es profundamente revoluciona-

rio. Su obra no se consume: se atraviesa. No se mide en views: se mide en resonancia. Termino este texto mientras lo veo dar la entrevista que le conseguí con Chema Salcedo. Lo escucho hablar de mapaches, de Inteligencia artificial, de arte, de comunidad. Y pienso que todo empezó en Help, con un chico que hablaba de guiones con sus amigos en casa. Hoy, ese chico es Casu El Cuero. Su universo ya no cabe en un canal: es parte de la narrativa digital peruana.

Dejó atrás la aviación para triunfar en el teatro. Con Butaca, su productora nacida en pandemia, Fabiola Vargas celebra cinco años de creación y aprendizaje. Entre actuar y producir, ha encontrado un equilibrio que reafirma que la pasión puede sostener cualquier sueño.

Escribe: Marco Antonio Falcón

El aroma a café acompaña a Fabiola Vargas mientras recuerda cómo nació Butaca, su productora teatral creada en plena pandemia y que ya cumple cinco años. Para ella, actriz y productora no son etiquetas opuestas, sino roles complementarios que definen su presente. «Al inicio era muy pesado actuar y producir a la vez, pero hoy he encontrado el equilibrio», asegura.

Su historia no empezó en el teatro, sino en la aviación comercial. Estudió y trabajó en agencias de viajes, pero pronto sintió que la oficina no era su lugar. Mientras sus compañeras hablaban con pasión de volar, ella buscaba algo que realmente la moviera. Ese clic llegó con un taller de

actuación con Pold Gastelo. «Por tu culpa soy actriz», le dice cada vez que se cruzan. Más tarde se formó con Bruno Odar, quien le transmitió la idea del ‘método Brunowski’: cada actor construye su propio repertorio de herramientas.

Esa mochila se ha nutrido en distintos escenarios: estudios en el Lee Strasberg Theatre & Film Institute de EE. UU., talleres en Argentina con Francisco Lumerman y Lisandro Penelas, y experiencias que la llevaron a perder el miedo de actuar en

inglés. «Consumir teatro también es formarse», afirma. En escena, cree que el personaje elige al actor. Así ocurrió con Rosa Campuzano en Guayaquil, donde aportó parte de sí misma al rol histórico. Sin embargo, ha aprendido a aceptar papeles que la obligan a salir de su zona de confort como en Negocio Familiar de Francisco Cabrera: «Me encantan los retos, y eso me sacó totalmente de mi comodidad»

El giro más inesperado de su carrera lo protagonizó su padre. Al inicio, él se oponía a que es-

tudiara actuación por miedo a la inestabilidad económica. Paradójicamente, terminó convirtiéndose en su socio en Butaca. Su mirada empresarial le sugirió crear la productora como un proyecto más estable, y hoy ambos comparten ese sueño. Ese doble rol de actriz y productora le ha enseñado a dividirse: en ensayos y funciones debe enfocarse en su personaje, delegando la logística a su equipo. «Media hora antes apago el celular para concentrarme. No pueden venir a decirme que hubo un problema con las entradas», cuenta entre risas.

Para los jóvenes de su escuela, su mensaje es claro: no esperar a que los llamen, sino crear sus propios espacios.

Su trayectoria también refleja el empoderamiento femenino en el teatro peruano. Vargas celebra que cada vez más mujeres dirijan y produzcan, y valora políticas como las del Ministerio de Cultura que otorgan incentivos adicionales a las creadoras. Ha trabajado con directoras como Jenn Aguirre y Carla Valdivia, convencida de que la apertura de espacios femeninos es clave para renovar la escena.

Entre sus proyectos destaca Micro Butaca, un formato de microteatro nacido de la sugerencia de su público. Primero en Barranco y luego en un bar de Miraflores, el espacio atrajo a espectadores que nunca habían asistido a una sala. «El microteatro es como un puente: una primera experiencia ligera que deja ganas de más», explica. Este octubre, regresará con nuevas propuestas. Antes de cada función, Fabiola tiene un ritual íntimo: llegar temprano, caminar el escenario, sentarse o recostarse sobre él para ‘sentir la conexión’. Ese instante, dice, es su pacto silencioso con el espacio donde vivirá otra vida por unas horas.

Hoy, mientras Butaca continúa con sus talleres —ya en su sép-

tima promoción y con más de veinte docentes—, ella se prepara para estrenar la micro obra ¿Quién es el Padre? en Casa Kona y trabajar en un nuevo proyecto con el dramaturgo Federico Abril. El camino de Fabiola Vargas confirma que el arte no entiende de trayectorias lineales.

Dejó atrás la aviación para volar más alto en las tablas. Su historia es la de una artista que transformó la incertidumbre en oportunidad y que hoy, entre producción y actuación, demuestra que la pasión es el verdadero motor para sostener cualquier sueño.

DE LA MEMORIA AL PERSONAJE

Entre esculturas, palabras y reflexiones, Rafael Lanfranco abre las puertas de su universo creativo. Nos habla de sus procesos, de lo cotidiano como inspiración y de cómo el arte se vuelve también una forma de mirar la vida.

Cuando das inicio a una nueva obra, ¿desde dónde nace ese impulso creativo?

Lo que me pasa es que hay muchos estímulos distintos. A veces son ideas que se van ocurriendo para diferentes tipos de piezas. En otros casos, simplemente aparece una imagen en la cabeza. Una imagen que se queda dando vueltas y que dialoga con las influencias con las que estoy trabajando en ese momento. Y como la imagen me gusta, la persigo. Lo que termina saliendo puede ser muy parecido a esa idea inicial o completamente distinto, porque en el proceso se te revela algo nuevo. Eso es lo bonito: se convierte en una aventura. Al mismo tiempo, observo mucho lo que me rodea: me interesa la cultura peruana y andina, pero también la cultura colonial y ur-

Escribe: Inés Livisi

bana. Siempre estoy buscando mezclarlas y ver qué cosas nuevas pueden salir de esas combinaciones.

Tus obras suelen tener un lenguaje visual muy cargado de símbolos. ¿De dónde proviene ello?

Los símbolos vienen de todo lo que nos rodea. A mí me interesa el símbolo porque tiene un potencial transformador. Estamos hechos de símbolos e historias y eso define la manera en que nos movemos y relacionamos. En mi caso, durante años creí que mi camino era otro: tener un negocio, seguir la carpintería familiar, formar una familia tradicional. Pero se fue desarmando, y descubrí otra narrativa: la del artista. Ese nuevo relato cambió mi forma de ser, porque lo que te

cuentas sobre ti mismo es lo que te impulsa a actuar en el mundo. Y sigo en ese proceso. Me sigo preguntando: «Está bien, soy artista, pero ¿qué tipo de artista quiero ser? ¿Uno encerrado en su taller pintando o uno que también sale al mundo, como un director artístico, o una mezcla de ambos?» Al final, esas preguntas van definiendo mi obra, lo que quiero hacer con ella y cómo la decido plasmar.

¿Qué historia o pregunta existencial estás invitando a los espectadores a contemplar a través de tus expresiones ambivalentes?

Lo que pasa con mis personajes es que siempre están en una búsqueda existencial: de identidad, de entender para qué están aquí y qué aportan al mundo. A ve-

ces siento que con mi obra busco que la gente se plantee esas preguntas pero, en el fondo, lo que más me interesa es otra cosa: la conexión con el niño interior. Mis personajes tienen algo de lúdico, de infantil, que dialoga con mi propia infancia, y allí aparecen referencias de esa época mezcladas con elementos del Perú, mundo contemporáneo, anime, manga. Esa mezcla genera una conexión muy potente con el niño interior de quien los mira, y eso provoca algo bonito: un instante de nostalgia, un recuerdo de la infancia como un espacio feliz.

¿Desde cuándo eres consciente de que querías estar vinculado con el arte?

La verdad, desde chico me fascinaban los dibujos animados, y coleccionaba juguetes. Todo

eso me encantaba. Pero también convivía con otra personalidad: la del ‘gerente’, la del hombre de éxito en la sociedad que tenemos. Esa parte más pragmática, de alguna forma, fue opacando lo otro, que en realidad era lo principal. Y creo que, al final, terminé usando ambas dimensiones en mi trabajo. Porque sí, me interesa el arte en su forma más pura, pero también veo las oportunidades de negocio. No soy de esos artistas que reniegan del mercado: al contrario, pienso que el mercado puede ser una plataforma. A través de la venta generas el flujo que necesitas para sostener y hacer las otras cosas que realmente te vacilan.

También tienes un libro: El Imaginario de Yute y Tocuyo. ¿Cómo fue ese proceso de convertir tu mundo visual en una

narrativa literaria?

Lo que pasa es que los persona jes van creando su propia na rrativa. En Yute y Tocuyo pasó exactamente eso: los personajes fueron dando pie a una historia, y eso me permitió además crear a otros personajes que habitan ese mismo mundo. Yo siempre estoy pensando de manera na rrativa. Durante la pandemia, quise sacar un libro-catálogo de la obra, y ahí apareció también la parte escrita. Y con los Wakos va a suceder lo mismo. Porque cuando creas un mundo, se abre una posibilidad infinita: puedes seguir creando y creando, como pasa con Marvel o Star Wars.

En el contexto local, ¿qué lu gar crees que debería ocupar el arte?

Lo que yo creo es que el arte de bería ir más allá. A mí me encan

taría ver a mucha gente trabajando en animación, videojuegos y películas tomando como referencia el folclore peruano, nuestros mitos, nuestras culturas y nuestra estética, y a partir de eso crear héroes peruanos que se hagan populares en el mundo. Yo sueño con ver un anime hecho completamente con dioses peruanos, ambientado en nuestro propio país, luchando entre sí; o más novelas peruanas de misterio, fantasía, de terror, pero con nuestras propias criaturas y demonios.

¿Qué proyectos actuales o futuros te entusiasman más?

Lo que más me entusiasma ahora es que en octubre voy a participar en un evento en Europa: el Lucca Comics. Estoy yendo como expositor, y quiero llevar mis personajes, mis libros, presentarlos allá, hacer una buena muestra y que la gente vea la chamba, que se genere contacto y ver qué oportunidades pueden surgir. Después, tengo un proyecto que me emociona bastante: crear una experiencia a escala natural de criaturas ins-

piradas en personajes peruanos, instalarlas en Cusco y armar un espacio que sea como un viaje al centro del ukupacha. La idea es que la gente pueda caminar entre estas criaturas y vivir una experiencia inmersiva donde se conectan con la mitología peruana. A partir de eso, me encantaría producir un cortometraje de misterio o thriller fantástico, con estas criaturas peruanas como protagonistas, ambientado aquí en Perú.

Mentes inquietas

Daniel Bonifaz es TedX speaker, profesor y conferencista de emprendimiento e innovación. Cofundador y CEO de Kambista, la primera plataforma de cambio de divisas online de Perú. Es socio de My Good Week, una herramienta global de gestión del tiempo que ayuda a las personas a establecer y seguir objetivos semanales. Adicionalmente, es socio de Flip, un canal digital que democratiza la inversión en fondos mutuos. Ha sido consultor y miembro del directorio de Sapia, y fue reconocido por Bloomberg como uno de los cien innovadores más destacados en Latinoamérica durante 2021 y 2022. Como inversionista, apuesta por startups con impacto internacional como Hapi y TiendaDa, buscando siempre promover la innovación y el desarrollo empresarial en la región.

Escribe: Valeria Burga

Tu libro parte de una vivencia personal. ¿Cómo nació la idea?

Hace dos años me diagnosticaron TDAH. Pese a la intensidad, no necesitaba medicación porque había desarrollado defensas y fortalezas para convivir con ello. Eso me marcó. Empecé a investigar y descubrí que muchos autores hablan del TDAH como un superpoder. Me identifiqué. En mis emprendimientos y creación de contenido encontré que esa energía podría ser una habilidad. Quise escribirlo para quienes lo viven, pero también para quienes sienten que algo pasa.

Hablas de productividad desde otra mirada. ¿Cómo la replanteas? Venimos de un concepto heredado de la

DE CABECERA

era industrial: más resultados en menos tiempo. Hoy lo valioso es el conocimiento. La productividad no es correr, sino vivir con intención y alinear lo que hacemos a nuestras fortalezas. Cuando disfrutas lo que haces, eres más eficiente porque lo sostienes en el tiempo.

¿La distracción puede ser positiva?

Sí. La curiosidad te lleva a territorios inesperados que te hacen único. El éxito está en diferenciarse. Si encauzas esa curiosidad con hiperfoco, te vuelves más valorado en el mercado.

En el libro propones herramientas. ¿Cuál destacarías?

El MAPA: motivación, atención, prioriza -

ción y acción. En priorización uso la metodología ICADI, que evalúa identidad, curiosidad, apalancamiento, diferenciación e impacto. Eso evita dispersarse y ayuda a enfocarse en lo importante. Muchas veces esperamos sentirnos motivados para actuar, pero es al revés: la acción genera motivación. Empezar con pasos pequeños crea movimiento, y el movimiento otorga energía. También es clave reservar bloques de tiempo para uno mismo, aunque la agenda esté llena.

¿Qué viene después de este libro?

Quiero escribir sobre el poder de tu historia y cómo convertirla en marca personal. Este libro fue más empresarial; el siguiente será más humano, más personal.

Editorial: Planeta

Año: 2025

Categoría: Novela histórica

Editorial: Planeta

Año: 2025

Categoría: Actualidad | Sociología

rafael zavala

Editorial: Planeta

Año: 2025

Categoría: Autoayuda | Crecimiento personal

Emociones al volante

La marca de los cuatro aros refuerza su presencia en el mercado peruano con la llegada de tres nuevos modelos que elevan la experiencia de conducción en el segmento deportivo compacto: el imponente Audi RS3 Sedán, junto al elegante

S3 Sedán y el versátil S3 Sportback. Una apuesta que combina el legado automotriz alemán con tecnología de última generación y un diseño que seduce a primera vista.

Audi potencia su gama deportiva en Perú con tres nuevos modelos. RS3 Sedán, S3 Sedán y S3 Sportback: precisión, potencia y diseño para el segmento premium.

Tras ocho años de ausencia, el Audi RS3 Sedán regresa más potente y exclusivo que nunca. Bajo su capó late un motor de gasolina de cinco cilindros en línea con 400 CV y 500 Nm de torque, capaz de llevarlo de 0 a 100 km/h en apenas 3,8 segundos. Estrena en Perú el innovador Torque Splitter, que distribuye el par entre las ruedas traseras para maximizar tracción y estabilidad en curvas. La tracción integral quattro totalmente variable y la caja S tronic de 7 velocidades completan un conjunto pensado para la precisión extrema.

El interior respira deportividad con asientos en cuero napa con grabado RS, volante de contorno deportivo y detalles en rojo RS. El Audi virtual cockpit plus con visualización específica, el sistema de sonido SONOS Premium 3D y los faros Matrix LED consolidan su carácter de alta gama.

El Audi S3 Sedán, por su parte, ofrece un balance perfecto entre elegancia y rendimiento. Su motor de cuatro cilindros y 1.984 cc desarrolla 333 CV y 420 Nm, acelerando de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos. Incorpora tracción

quattro, caja S tronic y dirección progresiva, sumando el nuevo modo Dynamic Plus para una conducción más precisa. El habitáculo mezcla confort y funcionalidad, con asientos deportivos en microfibra y cuero sintético, climatizador de dos zonas y asistencia avanzada al conductor.

Pensado para quienes buscan versatilidad sin renunciar a la deportividad, el Audi S3 Sportback comparte el mismo conjunto mecánico del S3 Sedán, pero en un práctico formato de cinco puertas. Ofrece asientos delan-

teros eléctricos, inserciones en aluminio, iluminación ambiental y sunroof panorámico. Su estética exterior resalta con llantas Audi Sport de 18 pulgadas, faros Matrix LED y firma lumínica dinámica. «Con estos modelos celebramos el ADN deportivo de Audi y redefinimos el placer de conducir, combinando estilo, precisión y potencia», afirma Alexandra Bonnemaison, gerente general de Audi Perú.

Con el RS3 Sedán como estandarte de potencia, el S3 Sedán como símbolo de elegancia dinámica y el S3 Sportback como referente de practicidad premium, Audi amplía su oferta para un público que valora tanto las emociones al volante como la tecnología y el diseño de vanguardia. Una trinidad que refuerza el liderazgo de la marca en el exigente segmento deportivo premium del país.

Aventura refinada

refinada

La Subaru Forester 2026 llega a Perú con un rediseño total que eleva el concepto de aventura refinada. Combina potencia, eficiencia híbrida, tecnología de vanguardia y seguridad para conquistar cualquier camino. Una SUV que convierte cada trayecto en una experiencia de confort, estilo y confianza absoluta.

En el competitivo universo de las SUV, pocas han logrado consolidar un prestigio tan sólido como la Subaru Forester. Desde su llegada a Perú, este modelo japonés no solo se ha ganado un lugar en las rutas y carreteras, sino también en la confianza de quienes valoran la seguridad, la versatilidad y el confort en un solo vehículo. Hoy, la historia se renueva con la llegada de su sexta generación: la Forester 2026, una SUV que combina la esencia aventurera de la

marca con un diseño más sofisticado, tecnología de vanguardia y el inconfundible sello de calidad de Subaru.

Este lanzamiento marca un Full Model Change que no deja nada al azar. Su nuevo diseño exterior transmite fortaleza y modernidad, con líneas que evocan robustez y elegancia a la vez. Es la interpretación perfecta de lo que Subaru denomina aventura refinada: la capacidad de llegar más lejos, sin sacrificar estilo ni confort. El interior, por su par-

te, ofrece una cabina amplia y silenciosa, pensada para viajes largos, con acabados premium y un equipamiento que convierte cada trayecto en una experiencia exclusiva.

«Con esta nueva etapa de Forester creemos que ya no se trata solo de llegar a tu destino, sino de cómo llegas», afirma Ronald Ogata, gerente de Subaru Perú. Y es que la filosofía de la marca —Enjoyment and peace of mind— está presente en cada detalle, desde la motorización hasta las asistencias de seguridad. En términos mecánicos, la Forester 2026 ofrece dos opciones de propulsión: un motor bóxer de 2.5 litros con 180 hp y 178 lb-pie de torque, y una versión Strong Hybrid que optimiza el consumo en ciudad, ampliando la autonomía. Ambas versiones cuentan con la reconocida tracción integral simétrica Symmetrical AWD, que garantiza estabilidad y respuesta en todo tipo de terreno.

El apartado tecnológico no se queda atrás. Su sistema de infoentretenimiento incorpora una pantalla táctil vertical de 11.6 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, junto a funciones como carga inalámbrica de smartphones y portón trasero eléctrico manos libres activado por sensor de pie. Todo pensado para maximizar la comodidad en el día a día.

Sin embargo, es en la seguridad donde Subaru vuelve a reafirmar su liderazgo. La Forester 2026 cuenta con la más reciente versión del sistema Subaru EyeSight, un conjunto de asistencias a la conducción que reconoce intersecciones, ciclistas y peatones, alertando al conductor y aplicando el frenado de emergencia si es necesario. Incluye además control crucero adaptativo, prevención de salida involuntaria de carril, frenado automático y un total de 8 airbags, complementados por frenos ABS con distribución electrónica y control de estabilidad.

Disponible en cinco versiones —X, XS, Sport, Limited y Limited HEV— la nueva Forester llega con un precio especial de lanzamiento desde US$ 32,990 y una paleta de 11 colores que van desde el clásico blanco cristal perlado hasta el audaz verde otoño metálico. La garantía de 5 años o 100,000 km y mantenimientos cada 7,500 km completan una propuesta sólida para quienes buscan confianza a largo plazo.

Más que una SUV, la Forester 2026 es la materialización de un legado. Un vehículo que invita a explorar, a desafiar rutas y a vivir la experiencia Subaru con un toque de sofisticación nunca antes visto. Porque, al final, la aventura no solo está en el destino, sino en la forma en que decidimos llegar a él.

Porsche Perú presentó oficialmente la llegada del nuevo 911 GT3, un modelo que no solo encarna la esencia más pura de la marca alemana, sino que también eleva los estándares de lo que significa tener un deportivo de competición apto para la vida cotidiana.

Desde su debut en 1999, el 911 GT3 se ha consolidado como una de las referencias más respetadas en el mundo del automovilismo. Su capacidad para trasladar soluciones

de la pista a la carretera ha sido el sello de identidad de un modelo que mantiene viva la filosofía de la marca de Stuttgart: unir innovación tecnológica, pasión por la conducción y diseño atemporal. «Con cada nueva generación,

el 911 GT3 evoluciona y se perfecciona, sin perder su ADN de competición. Es un símbolo de excelencia automovilística que refleja el espíritu pionero de Porsche», señala Gonzalo Flechelle, gerente de Porsche Perú.

El corazón del nuevo GT3 es su motor bóxer atmosférico de seis cilindros y 4.0 litros, heredado directamente de los modelos de competición como el GT3 Cup y el 911 RSR. Con 510 caballos de fuerza y un par máximo de 450 Nm, este propulsor permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.4 segundos y alcanza una velocidad tope de 311 km/h. Más allá de las cifras, lo que realmente distingue a este deportivo es la forma en que transmite esa potencia: visceral, precisa y acompañada de un sonido característico que se ha convertido en una marca registrada de Porsche.

La nueva generación introduce un paquete aerodinámico optimizado. Un difusor frontal rediseñado, tomas de aire mejoradas y un alerón trasero tipo ‘cuello de cisne’ garantizan una eficiencia superior en el flujo de aire y una refrigeración óptima incluso en condiciones extremas. Por primera vez, el GT3 incorpora un sistema de suspensión delantera double wishbone, inspirado directamente en la competición. Esta innovación otorga mayor precisión en curva, agilidad en la conducción y una estabilidad impecable a altas velocidades, reforzando la sensación de llevar un auto de pista en cada trayecto urbano o carretera.

Porsche ofrece el nuevo GT3 en dos configuraciones que responden a distintos estilos de vida. 911 GT3 está pensado para los

puristas del automovilismo, con un alerón trasero fijo que subraya su carácter agresivo y maximiza la carga aerodinámica. Una declaración clara de intenciones para quienes disfrutan de la pista y buscan un vínculo directo con la ingeniería de competición. Por su parte, 911 GT3 Touring llega con un diseño más sobrio, prescindiendo del alerón fijo para ofrecer una silueta más elegante y atemporal, sin sacrificar un ápice de desempeño. Perfecto para quienes deseen discreción en la estética, pero con la misma intensidad de conducción.

El nuevo 911 GT3 es más que un automóvil: es un símbolo de herencia deportiva, un recordatorio de que la perfección no surge de la casualidad, sino de décadas de evolución y aprendizaje en los circuitos más exigentes del mundo. Con este lanzamiento, Porsche Perú amplía su portafolio y pone en manos de los conductores nacionales un modelo que resume lo mejor de dos mundos: la adrenalina pura del automovilismo de alto nivel y la versatilidad necesaria para el uso diario. El resultado es un deportivo que no se limita a ser admirado, sino que invita a ser vivido. Cada arranque, cada curva y cada aceleración son una celebración de 25 años de legado, de ingeniería alemana en su máxima expresión y de una promesa cumplida: llevar la emoción de la pista a las calles de Perú.

El lujo de perderse

En un mundo donde todo parece estar programado, medido y cronometrado, perderse se ha vuelto un verdadero lujo. No me refiero a extraviarse en el sentido literal, sino a darse el permiso de dejar atrás la rutina, salir de la ciudad y dejar que el camino nos lleve a lugares inesperados. En esta era de inmediatez, regalarse un tiempo para desconectar puede ser el verdadero placer que todos estamos buscando. Salir de Lima no es solo cambiar de paisaje, es también una oportunidad para soltar un poco el piloto automático. Todos hemos sentido esa frustración de estar atrapados en el tráfico, de ver pasar la semana como una copia de la anterior. Sin embargo, con solo una camioneta, un grupo de amigos y la decisión de manejar unas horas, todo puede cambiar. El desierto, la sierra o la selva nos esperan más cerca de lo que pensamos, con paisajes que sorprenden incluso a quienes creen haberlo visto todo.

Viajar en caravana, como lo hacemos en DSB Overland, añade una dimensión especial a la experiencia. No se trata solo de llegar a un destino, sino de disfrutar del trayecto, de las paradas inesperadas, de las conversaciones que surgen al borde de la carretera o alrededor de una fogata. Cuando viajas con otros aventureros, cada kilómetro se convierte en una historia. Y esas historias, con el tiempo, se convierten en recuerdos que uno guarda como tesoros. Recuerdo claramente la primera vez que organizamos una caravana hacia Cajatambo. El camino, lleno de curvas y paisajes cambiantes, nos regaló postales en cada momento. Hubo un instante en que decidimos detenernos en un mirador improvisado: frente a nosotros se extendía un valle inmenso, bañado por un cielo azul tan limpio que parecía pintado a mano. No estaba en la ruta ‘oficial’, no aparecía en Google Maps ni en las guías de viaje. Fue un hallazgo fortuito, de esos que solo se presentan cuando te das el permiso de perderte. Ese día comprendí que la verdadera esencia de viajar no está en marcar casillas de ‘lugares que ver’, sino en entregarse al camino.

Perderse, en este sentido, es un acto de confianza. Es confiar en que el mundo tiene algo más que ofrecernos, en nuestro propio instinto y, sobre todo, en que al salir de la rutina, descubriremos versiones diferentes de nosotros mismos. Porque un viaje no termina cuando regresamos a casa, sino cuando dejamos de pensar en todo lo que aprendimos en el camino. A muchos les aterra la idea de salir de lo conocido. ¿Y si me pierdo de verdad? ¿Y si el camino

no es seguro? ¿Y si no hay señal de celular? Son preguntas completamente válidas, pero que se desvanecen cuando viajas en grupo. Por eso, en DSB Overland nos esforzamos por crear espacios donde cualquiera pueda animarse a explorar lo que hay más allá de Lima sin demasiadas preocupaciones y sin necesidad de ir tan lejos.

Viajamos en caravana, ya sea en paseos de un día, campamentos de una/dos noches o disfrutando de experiencias de viajes más largos donde perderse se convierte en parte de la aventura. Compartimos rutas y nos apoyamos unos a otros. Esa sensación de seguridad colectiva abre la puerta para que más personas se atrevan a dar el paso. Compartimos rutas y nos apoyamos mutuamente. Esa sensación de seguridad colectiva abre la puerta para que más personas se atrevan a dar el paso. El lujo de perderse no es un lujo material, sino un lujo de tiempo, de tranquilidad y de conexión. Es la oportunidad de contemplar un cielo estrellado sin la contaminación lumínica, de escuchar solo el viento y las risas de tus compañeros de viaje, de despertar en un lugar que la noche anterior parecía lejano e inalcanzable. Esos pequeños detalles son los que realmente marcan la diferencia entre un fin de semana cualquiera y una experiencia que recordarás durante años.

Creo que todos necesitamos, de vez en cuando, romper con la rutina y regalarnos esa sensación de libertad. No es necesario planear un viaje al otro lado del mundo ni gastar una fortuna. A menudo, solo hace falta subir a la camioneta, preparar algunas cosas y lanzarse a la aventura. El lujo de perderse está mucho más cerca de lo que imaginamos. Lo mejor de todo es que, cuando decides vivir esta experiencia acompañado de una caravana, descubres que compartir el camino la hace aún más especial. Al final, los paisajes se disfrutan, pero las experiencias se viven y se re cuerdan junto a otros. Así que la próxima vez que sientas que la rutina te aprieta, piensa en esto: Quizás lo que realmente necesitas no es más orden, más horarios o más productividad. Quizás lo que necesitas es simplemente perderte un poco.

SÉPTIMA MALBEC

Esta bodega nos trae vinos para tomar en diferentes ocasiones y hoy nos tocó probar este Malbec fresco y frutado, ideal para un momento de relax. Lleno de ciruelas, cerezas, moras, arándanos, sauco, a las que se suman notas de lavanda fresca. Aunque su paso por barrica es muy corto, aporta algunas notas especiadas. En boca es fresco y de taninos suaves. Lo probé con unos chorizos con miel de maple, y se convirtió en una buenísima combinación. Relación calidad – precio, muy buena. Lo consiguen en www.perufarma.com.pe.

LA FLORITA

CABERNET SAUVIGNON

Desde su finca ubicada en El Peral (Tupungato), nos llega este vino que expresa con fidelidad la riqueza de su terroir. Tras 12 meses en barrica de 500 litros, logra un equilibrio elegante entre la fruta y la madera. Una rica nariz que ofrece cerezas negras, arándanos, vainilla, chocolate negro, café, pimiento ahumado, etc. En boca es suave, pero con carácter, de final largo. Lo probamos con un arroz con pato y luego con un lomo saltado con notas bien ahumadas. Con ambos funcionó perfectamente. Lo consiguen en @splendidvineyards y al whatsapp +51 993 470 828.

EDICIÓN LIMITADA

Me llegó este vino, que para mí se presenta elegante y con carácter. Este 100% Tempranillo de Rioja tiene un lindo color rojo rubí intenso y brillante y una nariz donde aparecen aromas a frutas negras maduras como ciruela, moras y arándanos, acompañados de toques de pimienta y clavo, junto con un sutil recuerdo a chocolate gracias a sus 15 meses de paso por barrica francesa. En boca se muestra intenso, con un final largo y recuerdos frutales que invitan a seguir bebiendo. Además de ser un vino para tomar en este momento, seguirá evolucionando con el tiempo. Lo probé con un estofado de carne y lo acompañó muy bien. Lo podrán encontrar pronto en restaurantes.

S/.95.00
*Sommelier WSET 3

Un blanco exquisito y gastronómico que queda muy bien para empezar una velada. Un tinto hecho de una cepa que celebra sus 100 años de creación. Un Cabernet Sauvginon que refleja el alma de El Peral producido en una de las tres bodegas que se encuentran en esa zona. Un Malbec de una reconocida bodega mendocina, y blend de ambas uvas hecho en una bodega que visitarla hace despertar nuestros cinco sentidos. Para terminar, un Tempranillo edición limitada. Los invito a disfrutarlos.

SPECIAL BLEND

MALBEC-CABERNET SAUVIGNON

Todos los vinos merecen que nos detengamos y le prestemos atención con nuestros sentidos, pero hay algunos que invitan a detenerse y disfrutarlos sin prisa, como es este blend de partes iguales de Malbec y Cabernet Sauvignon que fue criado por 12 meses en barricas francesas y americanas. Una nariz donde sobresalen las frutas maduras como frambuesa, ciruela, pasas, con notas de cuero y café. Una boca con sabores complejos y de largo final. Es un vino que debe beberse con calma para hacer que desarrolle toda su complejidad. Está muy bueno para tomarlo ahora, pero tiene un largo potencial de guarda. Lo probé con un cerdo al horno acompañado de papas y camotes horneados. Lo consiguen en la tienda Concepto Placer y en su página conceptoplacer.com

ERRAZURIZ ACONCAGUA

COSTA CHARDONNAY

BRUCE JACK DAILY BREW PINOTAGE

Si eres de los que disfrutan los vinos frescos, pero con un punto de complejidad, debes probar este vino. En nariz despliega una rica combinación de aromas cítricos como lima, limón, cáscara de toronja y mandarina, y también de frutas más maduras como níspero, maracuyá, piña, almendras y algunas notas que nos recuerdan al pan. En boca es fresco, crujiente y con una rica acidez con notas de pan tostado, queque inglés y pecanas. Ideal para empezar como un aperitivo, pero su versatilidad permite acompañar una serie de platos. Se me ocurrió probarlo con un pollo al limón cremoso que me enseñaron a preparar y quedó muy bien. Creo que acompañaría una gran variedad de nuestra comida marina, como causas, conchas a la parmesana o alguna pasta cremosa. Una recomendación segura para sorprender y disfrutar. Lo encuentran en www.perufarma.com. pe y principales licorerías.

Este año, esta uva cruce entre la Pinot Noir y la Hermitage (Cinsault) cumple 100 años de haber sido creada en Sudáfrica por Abraham Izak Perold, un profesor de viticultura de la universidad de Stellenbosch. Este vino está lleno de frutas como cereza roja, ciruela roja y negra. Predominan, por encima de todo, tanto en nariz como en boca, los aromas a chocolate y café. De ahí el nombre del vino. En boca un vino goloso y equilibrado. Lo caté solo, aunque me comentaron que quedó muy bien con sushi en salsa teriyaki. Se sugiere también combinarlo con comida oriental y carnes como pato o cordero. Será cuestión de experimentar. Lo consiguen en ivanvino.pe

Castilla yVinosLeón: de

León: tierra

Con 9 de las 68 Denominaciones de Origen (DO) españolas en toda su extensión territorial, Castilla y León no solo hace vinos; te cuenta su historia en cada sorbo, invitándote a brindar por lo bueno de la vida.

Escribe: John Santa Cruz

La IGP “Vino de la Tierra de Castilla y León” es un sello que abraza la rica tradición vinícola de esta región española, con raíces que se pierden en la antigüedad. Los romanos ya plantaban vides aquí, y en la Edad Media, los monasterios impulsaron el cultivo, convirtiendo el valle del Duero en un paraíso para la uva. Pero la IGP como tal nace en 2004, cuando se registra ante la Unión Europea para proteger vinos de calidad que no entran en las estrictas DOs como Ribera del Duero o Rueda. Era una forma de dar voz a esos caldos con carácter propio, elaborados en

toda la comunidad autónoma.

Desde entonces, ha crecido como la espuma: en 2009 ya había 152 bodegas inscritas, y hoy supera las 190, muchas de ellas exportando a todo el mundo. Ha evolucionado incorporando innovaciones, como espumosos y vinos de licor, mientras respeta el legado de variedades autóctonas. En 2021, se registró ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, consolidando su prestigio. Es la historia de una tierra dura que da vinos con alma, adaptándose al siglo XXI sin olvidar sus orígenes y enfocados a la sostenibilidad.

Características de un vino con IGP

“Vino de la Tierra de Castilla y León”

Estos vinos son versátiles, con personalidad y un toque de innovación. Se elaboran tintos potentes, cargados de aromas a fruta madura, color intenso y estructura para potencial de guarda; y blancos frescos y frutales, con buena presencia en boca; rosados vibrantes, a menudo con Prieto Picudo que les da cuerpo y notas de fruta roja.

Las variedades estrella para tintos son Tempranillo (la reina), Syrah, Cabernet Sauvignon, Garnacha y Prieto Picudo, que aportan taninos suaves y complejidad. En blancos, Verdejo manda con su frescura cítrica, junto a Godello, Albillo, Sauvignon Blanc y Chardonnay para toques elegantes.

Principales bodegas:

Bodegas Mauro: En Tudela de Duero (Valladolid), con 80 hectáreas de viñedos en suelos arcillosos. Fundada en 1978, es un icono de tintos potentes, con crianza en roble que los hace eternos

Bodegas Barcolobo: En Castronuño (Valladolid), con 20 hectáreas junto al Duero. Familiares y premiados, sus tintos como La Rinconada son equilibrados, con toques especiados y crianza en barricas de roble francés.

En Castilla y León se encuentran 9 de las 68 DENOMINACIONES de ORIGEN (DO) que España, además de 4 regiones de VINOS de CALIDAD.
Tempranillo
Verdejo
Albillo
Pietro Picudo

encuentran DENOMINACIONES que hay en de las 7 CALIDAD.

El Clima:

Familia Fernández Rivera: En Roa (Burgos), a orillas del río Duero y con 200 hectáreas de viñedos. Aquí nacen las bodegas Tinto Pesquera, Condado de Haza, Dehesa La Granja y El Vínculo.

Bodegas Pittacum: En El Bierzo (León), con 40 hectáreas de viñedos y suelo de cuarcitas, pizarras y tierra parda. Sus vinos buscan transmitir la personalidad de la Mencía y el carácter atlántico del Bierzo.

El clima en Castilla y León es continental mediterráneo, duro como un roble: inviernos fríos con heladas, veranos calurosos hasta 35ºC, y lluvias escasas (400-600 mm al año).

La Hacienda El Ternero (situada en el corazón de La Rioja Alta) es la única bodega de Castilla y León que elabora vino con DOCa Rioja. Cuenta con 250 hectáreas que pertenecen en una peldanía de Burgos.

El terruño de Castilla y León es un cóctel explosivo para la vid. Los suelos varían: en la Cuenca del Duero, predominan los arenosos y arcillosos con toques calcáreos, pobres en orgánicos pero con buen drenaje que concentra sabores. Hay margas, gravas y pizarras en zonas como Segovia, ideales para vinos minerales.

Altitud: 700-900 m.s.n.m.

El suelo:

Visión a futuro de la IGP:

La IGP mira hacia adelante con ganas de conquistar paladares globales. Sus prioridades: sostenibilidad total, con prácticas ecológicas para combatir el cambio climático y preservar el terruño. Sus objetivos incluyen potenciar el enoturismo, con rutas que unan bodegas, historia y gastronomía, atrayendo visitantes.

Innovar recuperando variedades autóctonas como Prieto Picudo, y expandir sus exportaciones a los mercados de Asia y América. Con la modernización en bodegas y certificaciones de calidad, aspira a ser referente en vinos accesibles pero premium, celebrando la diversidad de Castilla y León mientras cuida el planeta.

Los vinos que no te puedes perder:

Quinta Sardonia – QS2 (IGP

Con personalidad propia. Presencia de frutos rojos, grosellas, cassis, especiado, y un final con toques minerales.

Bodegas Mauro – Terreus (IGP Vinos de CyL): Raza y elegancia. 30 meses en barrica, aporta fruta roja, notas balsámicas y especiadas, toques de regaliz y cacao.

Bodega Barcolobo – La Rinconada (IGP Vinos de CyL): Esencia pura. Hallamos frutas rojas maduras, vainilla, café, cacao, mentolado, algo de grafito y tostados.

Familia Fernández Rivera – Condado de Haza
20 Aldeas (IGP Vinos de CyL): Premium, notas de frutas negras, torrefactos, caramelo de café y ligero ahumado.
Vinos de CyL):
Pittacum – La Prohibición (IGP Vinos de CyL): Una joya de colección, criada 24 meses en barricas. Destaca la fruta negra, algo de violetas y detalles de madera.
DE VENTA EN DE VENTA EN DE VENTA EN DE VENTA EN
VENTA EN

Excelencia de TERROIR T

Terraselecta reúne la esencia de ocho Denominaciones de Origen españolas en vinos que narran la historia de cada lugar. Parte de este portafolio excepcional llega a Perú de la mano de G.W Yichang.

erraselecta es una compañía vinícola fundada como Avanteselecta y reconvertida en su identidad actual como parte del grupo Inveravante, liderado por Manuel Jove. Con presencia en ocho bodegas distribuidas por varias Denominaciones de Origen españolas —como Ribera del Duero, Rías Baixas, Rioja, Rueda, Monterrei, Tierra del Vino de Zamora, Castilla-La Mancha e incluso Jerez— Terraselecta busca capturar la identidad de cada región a través de pequeñas producciones y viñedos distintivos. «Somos un grupo de personas que comparten su pasión por la tierra, por elaborar vinos excepcionales y que contribuyen a contar la historia del lugar donde nacen»

Bodegas Viña Nora está situada en As Neves, Pontevedra, en pleno corazón de la subzona Condado do Tea, la única de carácter interior y con menor pluviometría. Esta ubicación fronteriza con Portugal se caracteriza por suelos graníticos mezclados con grava aluvial y canto rodado, favoreciendo una maduración temprana y profunda del Albariño. Sus parrales tradicionales, elevados a 2 metros, protegen la uva de la humedad del suelo y enfermedades fúngicas, aprovechando la luz solar para una maduración óptima. La edad promedio de las vides es de unos 25 años, lo que aporta complejidad y carácter a los vinos

La bodega se caracteriza por la microvinificación por parcelas,

atención meticulosa en cada paso (vendimia manual, enfriamiento, selección, prensado y fermentación), y el uso de levaduras neutras para preservar la pureza aromática del Albariño. En el portafolio importado por G.W Yichang podrán encontrar Nora Albariño, un perfil más clásico.

Bodegas La Celestina es un proyecto vitivinícola del grupo Terraselecta que refleja una interpretación amplia y equilibrada de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Su enfoque

busca conjugar las cualidades delicadas y frescas de los viñedos sorianos con la fuerza, profundidad y estructura característica de la zona de Burgo. El equipo técnico está conformado por Ismael Sanz (responsable de viticultura) y Jaime Suárez (responsable de enología), quienes trabajan para extraer lo mejor de cada parcela y lograr ese equilibrio entre frescura, elegancia y potencia. Como parte de las etiquetas importadas encontrarán un Crianza y Vendimia Seleccionada de uva Tempranillo.

Viñas del Cénit es una bodega con raíces profundas en Tierra del Vino de Zamora, específicamente ubicada en Villanueva de Campeán, a orillas del Duero. La bodega trabaja 20 hectáreas de viñedos antiguos, cultivados con técnicas tradicionales sobre suelos arenosos, pedregosos y arcillosos. Estas cepas, muchas de ellas prefiloxéricas, tienen entre 80 y hasta 150 años de antigüedad, y se encuentran a una altitud de hasta 750 metros, lo que favorece una lenta maduración y gran carácter en los vinos. Al

frente del proyecto está José Manuel Benéitez, quien aporta una visión honesta y respetuosa de la región. Él lidera el trabajo con estas cepas históricas, explorando variedades autóctonas y reflejando fielmente la identidad local. En el mercado contamos con categorías en vinos blancos como Cenit Blanco, en el caso de los tintos Cenit Tradición y Pago las Salinas.

Dominio de Atauta se encuentra en el Valle de Atauta, en la vertiente soriana de la D.O Ribera del Duero, cerca de San Esteban de Gormaz, en la provincia de Soria, Castilla y León. Este lugar excepcional alberga viñedos prefiloxéricos de entre 120 y 180 años. Los suelos son arenosos, arcillosos o con canto rodado sobre roca caliza, lo que añade una notable diversidad y expresividad al terroir. La vendimia se realiza a mano y bajo criterios orgánicos y biodinámicos, con intervención mínima en la bodega y fermentación natural. El protagonismo en la viña y en la bodega lo comparten Ismael Sanz (viticultura) y Jaime Suárez (enología). Su trabajo puro y exigente garantiza una expresión fiel del Valle de Atauta en cada botella.

G.W Yichang seleccionó lo mejor para su llegada a Perú. Entre ellos podrás encontrar un interesante vino blanco Albillo Mayor, además de los viñedos exclusivos de la bodega como Valdegatiles, La Mala y Llano de Almendros.

El consumo del vino y su transformación

Estados Unidos sigue siendo el mayor consumidor por volumen: 33.3 millones de hectolitros, aunque con una caída del 5.8 % respecto al año anterior. Lidera gracias a su gran población y fuerte tradición de consumo moderno y masivo, aunque su per cápita (aproximadamente 12 l) es bajo comparado con Europa. En cambio, Portugal encabeza la lista histórica en consumo per cápita. Su cultura vinícola profundamente arraigada, la preferencia por el consumo doméstico y una tradición centenaria explican esta posición.

El segundo lugar per cápita lo ocupa Italia, por su cultura gastronómica ligada al vino, su producción local y el vino como parte cotidiana de la dieta. Francia, aunque potente, está tercero. Pero, uno que no todos lo tienen en cuenta es el Vaticano. El consumo desproporcionadamente alto de vino en el Vaticano responde a una combinación de factores estructurales, culturales y económicos.

A ello se suma el acceso privilegiado a productos de alta gama a través del Spaccio dell’Annona, el economato del Vaticano. En esta tienda exclusiva para residentes y empleados del Estado pontificio, los productos están exentos de impuestos, lo que permite adquirir vinos de prestigiosas bodegas internacionales a precios muy inferiores a los del mercado italiano. Esta condición fiscal favorable convierte al Vaticano en una especie de ’duty free’ permanente para vinos, lo cual, según diversos medios italianos, influye notablemente en las cifras de consumo registradas.

Ahora, el consumo de vino continúa en declive, marcando mínimos históricos tanto en volumen global como por persona. La industria vitivinícola atraviesa una profunda transformación a nivel global, impulsada por la sostenibilidad y las nuevas tendencias de consumo. En 2025, el desafío será adaptarse a una demanda que prioriza opciones más saludables, naturales y con menor contenido alcohólico. Algunos factores que han afectado la baja del consumo han sido los siguientes:

• Preocupaciones sanitarias y moderación voluntaria: Movimientos como ‘sober curious’, campañas de salud pública y nuevas evidencias científicas ligando alcohol con enfermedades han impulsado la reducción del consumo.

• Competencia con bebidas alternativas: El auge de cócteles, bebidas listas para tomar (RTD), cervezas artesanales, bebidas sin alcohol o con bajo contenido alcohólico ha restado protagonismo al vino.

• Cambios generacionales: Millenials y Gen Z beben menos vino por preferir estilos más informales, menos ‘elitistas’ y más saludables.

• Factores económicos y geopolíticos: La inflación, subida de precios del vino, conflictos internacionales y tarifas han afectado la demanda.

• Cambio climático y sobreproducción: Sequías, heladas, clima extremo redujeron la producción, mientras que excedentes generaron precios bajos y abandono de viñedos en zonas como Bourdeaux o Nueva Zelanda.

Este panorama se explica por una combinación de factores culturales, económicos, ambientales y generacionales, donde el vino enfrenta desafíos estructurales y cambios en las preferencias del consumidor. Aunque el consumo masivo disminuye, se abre una ventana hacia la premiumización, la adaptación a tendencias saludables y una reconfiguración del mercado hacia bebidas más conscientes y diversificadas. Sin embargo, datos de la OIV indican que aunque el consumo global ha caído, ciertos países han mostrado incrementos. Estas alzas reflejan que, pese a las caídas globales por temas como inflación, cambio climático y cambios en patrones de consumo, algunos mercados clave resisten e incluso crecen. España y Portugal se benefician de una sólida cultura vinícola doméstica y dan como resultado un aumento aproximado del 1.2%. Rusia ha mostrado resiliencia económica que sostiene el consumo y da un aumento notable del 2.4%

El mercado de vino en Latinoamérica y el Caribe sumó aproximadamente 3.0 mil millones de litros en 2024, con un crecimiento del 1.8 % respecto al año anterior y este año se ha estimado un crecimiento del 0.5%. El vino premium refleja una tendencia hacia mayor calidad y disposición a pagar más. Turismo enológico revela interés creciente por experiencias inmersivas en el mundo del vino. Vino orgánico al alza por preferencias por productos sostenibles y saludables.

En síntesis, el 2025 confirma que el vino atraviesa una etapa de transición: mientras el consumo global retrocede por factores sanitarios, económicos, generacionales y climáticos, ciertos mercados como Portugal, Italia e incluso el Vaticano mantienen cifras altas per cápita, y países como España, Rusia y varias naciones de Latinoamérica muestran resi liencia e incrementos.

Los en la cumbre argentina 100 Puntos

Catena Zapata sigue sumando reconocimientos a nivel mundial, consolidando su lugar como referente indiscutido de la vitivinicultura.

Entre los lanzamientos más esperados de septiembre, Adrianna Vineyard Mundus Bacillus 2021 se alza como una de las expresiones más emocionantes y representativas del progreso actual del terruño argentino. Nacido a 1.500 metros de altitud, en suelos dominados por la piedra caliza, cautiva de inmediato con vibrantes aromas que aportan matices y profundidad: notas de peonía, hojas de frambuesa, hierbas secas y un delicado toque de hinojo se entrelazan con la frescura de frutos rojos como la cereza. Potente y lleno de carácter, transmite de manera palpable esa mineralidad tantas veces discutida en el mundo del vino, perceptible en sus taninos calcáreos y en una energía eléctrica que lo atraviesa. Además, proviene de vides sin portainjertos, lo que acentúa su singularidad.

«Este puntaje es muy importante. Jane Anson es una periodista inglesa que vive desde hace muchos años en Francia y que posee la sensibilidad inglesa del vino de Burdeos. No olvidemos que fue Inglaterra la que estableció el prestigio de Burdeos hace siglos. Ella lleva esa sofisticación y conocimiento del mercado inglés a Francia, y que una especialista en los grandes Grand Cru Classé, como Château Lafite o Château Latour, nos otorgue 100 puntos, es algo monumental», menciona Laura Catena, Directora de la bodega. Por su parte, Alejandro Vigil, resalta lo siguiente: «La interacción increíble entre el clima y el suelo, el sol y el arduo trabajo, el amor y la visión se refleja en cada botella que producimos. Es un privilegio trabajar diariamente con un equipo excepcional para descubrir los secretos de este terruño único. Nicolás Catena miró algo que nosotros no entendíamos, observó algo que no sabíamos».

Adrianna Vineyard River Malbec 2021

La excelencia del viñedo Adrian-

na volvió a quedar en evidencia con otro puntaje perfecto. «Con este reconocimiento, Adrianna se convierte en el viñedo de Sudamérica con más puntajes de 100 de Parker y otros críticos internacionales. Ya son 11 las calificaciones perfectas otorgadas por diferentes especialistas, lo que confirma que estamos cumpliendo el sueño de que Adrianna sea considerado el Grand Cru de Sudamérica»,

explica Laura. Este Malbec refleja la identidad austera y precisa de un año frío. Los racimos enteros fermentaron en cemento, con una maceración más breve y una crianza en fueres de roble de 2000 litros y acero inoxidable. El resultado es un vino de frescura única: alcohol moderado (13,4%), acidez vibrante (8,2) y un pH bajo (3,37). Aunque se muestra tímido al inicio, termina revelando una personalidad elegante y sutil, con textura sedosa, taninos finísimos y una armonía que emociona. Es un Malbec que combina potencia y delicadeza, energía y aplomo, mostrando cómo el clima fresco de altura, mas los suelos pedregosos, puede trascender el varietal y dar un vino de clase mundial.

Adrianna Vineyard

White Bones Chardonnay 2022

Finalmente, el White Bones Chardonnay alcanzó por segunda vez la calificación perfecta, tras haberlo logrado en 2020. Este vino marcó un antes y un después en la historia de la bodega. «White Bones cambió la historia para nosotros. Cuando viajamos a Borgoña en los años 80 con mi padre, soñamos con elaborar un gran Chardonnay en Argentina. El Chardonnay es, en los blancos, lo que el Cabernet Sauvignon representa en los tintos: el vino de guarda por excelencia. Con los años descubrimos que el clima frío de extrema altura del Viñedo Adrianna, en Gualtallary, permitía elaborar un Chardonnay de guarda con un carácter único, a la par de los grandes del mundo. Hoy es el más premiado del hemisferio sur».

«Justo en la parte superior de la lista se encuentra un vino argentino que desafía las expectativas al no ser un Malbec», escribió Suckling en su newsletter. «White Bones ha mostrado constantemente grandeza, presentándose siempre como un chardonnay único con una cautivadora mezcla de aromas y texturas. El White Bones 2022 exhibe un toque herbal y especiado que recuerda al jengibre

verde, la menta verde picada y el curry. También tiene una acidez sorprendentemente brillante y cristalizada y una tensión rica en minerales que encarnan una austeridad que invita a la reflexión», agregó. Así, Catena Zapata continúa confirmando que la combinación de visión, trabajo incansable y un terruño excepcional puede llevar al vino argentino a la cima del reconocimiento internacional.

Saltón Jugosas novedades de

Madero Market amplía el portafolio de la firma brasileña en Perú.

Escribe: John Santa Cruz

El peso de ser la cuarta generación de la familia Saltón gestando vinos en el sur de Brasil, no parece pesarle a Luciana, que muy sonriente nos atendió en sus oficinas en Sao Paulo. Fue una visita que no estaba programada en mi periplo por esta inmensa ciudad, pero Franco Galián, cabeza de Madero Market, sacó el conejo del sombrero y logró una cata vespertina para conocer las etiquetas que están por aterrizar en Lima. Sin lugar a dudas la diversidad de etiquetas, líneas y expresiones que escapan de esta añeja bodega, sedujeron toda mi atención. Aunque la amabilidad de Luciana, alta directiva de la firma, y Julia, su hermana menor, quizás fue la mejor nota de cata

de este tasting paulista.

Para Luciana, la pluralidad de Saltón es quizás su mayor fortaleza. Advierte que esto les permite llegar a diversos consumidores y paladares, pues no solo son reconocidos por sus espumantes, sino también por los vinos tranquilos que están ganando adeptos. Esto sin contar los vinos sin alcohol y destilados como parte de su amplio portafolio. Sin bien es cierto, reconoce, Brasil aún tiene poco auge en el mercado global del vino. Espera que en los próximos años esta tendencia se revierta pues «tenemos mucho que contar de nuestro terroir», añade la también administradora de empresas, posgraduada en administración con énfasis en marketing.

«Estoy en la empresa desde 2007, pero en el 2012 asumí el cargo de Directora Ejecutiva», subraya mientras se abrían las botellas para la cata. Aunque el valor que ella enfatiza, es sin duda el terroir de sus cuatro viñas en el sur de Brasil. Sin lugar a dudas la más valiosa, dice, es Campanha, con su suelo arenoso con buen drenaje y suave ondulación. Está situada en el extremo sur de Rio Grande do Sul, en la frontera con Uruguay. Es una región que destaca por su vocación como una de las mejores del país. Acá cultivan Chardonnay y Pinot Noir. Luego está Serra Gaúcha, con un suelo pedregoso, poco profundo, con mayor contenido de materia orgánica y reciclado.

Situada en el noreste de Rio Grande do Sul, es responsable del 85% de la producción de vinos blan-

cos, tintos y espumosos. Luego está Serra Do Sudeste, con su suelo conjunto de ondulaciones suaves a moderadas, conocidas como coxilhas, cubiertas por vegetación baja y herbácea. Está situada al este de Campanha y destaca en la elaboración de vinos jóvenes blancos y tintos, así como de espumosos aromáticos. Finalmente está Campos de Cima da Serra. Una de las regiones más altas y frías del país. Debido a la mayor altitud, se prolonga el ciclo de las vides, lo que beneficia a las uvas con una buena acidez. Luciano Saltón es el jefe de enología y es quien comanda la bodega.

Se sirven las copas de Saltón Virtude 2019. Un Chardonnay de Campanha Gaúcha, que estuvo a cargo de Gregorio Saltón, otro de los enólogos. En vista resalta el color amarillo encendido, lo que

nos advierte gratamente su nariz y boca. Saltan las frutas amarillas, las levaduras y las notas a miga. Hueso de fruta blanca y destellos de manzana madura. En boca es prolongado, grueso, gastronómico. Un blanco con personalidad por donde se le mire. Llevó una fermentación en barricas de roble francés y en tanque de acero inoxidable. Una fracción hizo maloláctica en barricas. La maduración se hizo sobre borras finas, en los mismos recipientes de la fermentación durante 9 meses.

Un Chardonnay de estilo californiano, bien hecho, sin que te agote, pero ojo, te pide queso por lo menos. Posteriormente salió la estrella de la tarde, un cabernet

que no puedes olvidarlo jamás. Un señor de señores. Este vino me puso el techo bien alto para los próximos cabernets que pruebe. Saltón Ip Campanha Gaúcha Vinhedo Da Lebre, que vendría a ser como un single vineyard. Revienta en nariz con frutos rojos encendidos como fresas y frambuesas, así como notas florales y especiadas como regaliz, pimienta negra y laurel. En boca es goloso, fuerte, intenso, con buena acidez y taninos redondos. Boca endiosada. Reposa en barricas de roble francés y americano por 9 meses.

Finalmente, no podíamos dejar de probar un rico espumoso. Saltón Evídence Cuvée Brut, que es

uno de los fetiches enológicos del buen Franco. Es sumamente cremoso, fresco, con una agradable persistencia en boca. En nariz se gozan las frutas blancas, manzana y pera, entre las más presentes. Además del brioche, miel y almendras. Se le añade licor de tiraje, compuesto por levaduras, nutrientes y azúcar. La segunda fermentación va en botella. Se cría sobre lías durante un mínimo de 12 meses para desarrollar complejidad. Las uvas para este buen espumante son Chardonnay y Pinot Noir. Se terminó la última copa y nos despedimos de Luciana y compañía, con el gusto de saber que estos vinos ya están en Lima. Salud.

La IA en la sumillería

El avance de la Inteligencia Artificial va a una velocidad que viene dejando atrás a generaciones, personas, profesiones y profesionales. En el caso de los sumilleres peruanos el tema sigue generando dudas y reservas, aunque ya hay quienes están haciendo buen uso de esta poderosa herramienta en distintos aspectos de la vida laboral. Aquí te cuento cómo puedes sacarle el mejor provecho en tu trabajo como sommelier y convertir la IA en tu asistente favorita.

Para los estudios. Para Flor Rey (head sommelier Maido) y Leonor Soza (docente de la facultad de química de la universidad de la República y sommelier en el restaurante Happening Santiago), la IA es una gran herramienta para estudiar, en la elaboración de resúmenes y flash cards, verificando las fuentes, autores, suscripciones y actualizaciones. Incluso para hacer ejercicios o simulacros de exámenes.

Para la enseñanza. Es fuente de inspiración para las clases, para encontrar una mejor forma de transmitir la descripción de un vino a un comensal de manera amigable y no técnica.

En la redacción de textos. Con las instrucciones precisas y bien orientadas, la IA puede redactar textos en distintos estilos así como en la verificación gramatical y redacciones coherentes.

En la elaboración y creación de imágenes. Hoy, Canva, una de las app más usadas, trabaja con IA y se pueden crear imágenes útiles para el estudio y las clases. Todas las app la vienen incorporando. Incluso se puede emplear en la elaboración de las cartas de vino o comida.

En las ventas. Para el análisis de datos, los cuadros y planillas de Excel que pueden ser mejorados con fórmulas más complejas. En los cálculos para la venta de vino por copa considerando costos y mermas. Cuando un vino se agotó puede sugerir reemplazos considerando el perfil del que se agotó. En la gestión de vinos en stock puede proponer microcampañas.

En la comunicación al cliente y notas de cata. Un pecado recurrente es que la explicación del vino al cliente final es sumamente técnico y aburrido. La IA puede convertir esa comunicación en algo más amigable y entendible para el cliente según su perfil.

En los maridajes. Puede sugerir rápidamente los vinos más adecuados para los platos del restaurante, incluso con opciones de etiquetas calidad precio.

Para la búsqueda de páginas temáticas, productos o un lugar, la IA es estupenda, refuerza Leonor, pero también alerta sobre los datos imprecisos que da, por lo que se necesita saber usarla para obtener información confiable.

La IA jamás podrá reemplazar la sonrisa y cálida atención que brinda el o la sommelier. El vino y la comida evocan emociones, recuerdos, placer y mueve todos nuestros sentidos, por ello no hay que tener miedo pero sí estar preparados para el uso de esta herramienta. En los años 60 nació el internet, sin embargo, no fue sino hasta los 90 en que con la World Wide Web llegó a todos los hogares y puntos del mundo. En ese contexto, muchos dijeron que jamás abandonarían los libros, ni la investigación, estudios, etc. No reemplazó al ser hu mano, pero sí le permite trabajar con más cele ridad y mejores condiciones. Lo mismo sucede con la IA, una poderosa y aún desconocida herramienta que debemos estudiar para obtener el mejor provecho de ella.

Vinos

Vinos de

altura

Agustín Lanús rescata uvas patrimoniales y elabora vinos de extrema altura. Su propuesta, que combina innovación y tradición, ya encuentra un lugar en la mesa peruana gracias a Romovi Wines. De la criolla al Malbec, cada botella cuenta la historia de un terruño único y desafiante.

Escribe: Valeria Burga

¿Cómo empieza tu relación con el vino?

Por casualidad. Mi familia es de Buenos Aires, ligada más a la agricultura y la ganadería. Yo quería estudiar cocina, hice un curso de sommelier en 2003 y me enamoré del vino a primera vista. No solo por lo que está en la copa, sino por todo lo que lo rodea: la historia, la cultura, la identidad de cada región. Desde mis 20 años estoy abocado de lleno a este mundo.

¿Y cómo llegaste a elegir Salta y los Valles Calchaquíes para hacer vino?

El 85% del vino argentino se produce en Mendoza y San Juan, pero Salta tiene algo único: diversidad. Es un valle de 350 km de largo y con hasta 1600 metros de

diferencia de altura entre zonas. Eso me atrapó. Allí fundé mis proyectos, explorando terruños desde los 1600 hasta más de 2700 metros sobre el nivel del mar.

Trabajar a esas alturas suena desafiante. ¿Qué riesgos enfrentan?

La altura nos da carácter en el vino, pero la logística es durísima. Son caminos de tierra, zonas aisladas, pueblos de menos de 20 mil habitantes. Muchas familias mantienen vides centenarias por subsistencia, donde encontramos plantas de 1906. Allí empezamos a rescatar variedades y plantar pequeños viñedos. El aislamiento nos obliga a innovar: por ejemplo, desarrollamos una ‘bodega móvil’ un tráiler con tanque y despalilladora que nos permite vinificar en plena montaña.

¿De ahí surge tu interés por las uvas criollas?

Sí. La criolla chica (o negra criolla) es una variedad patrimonial que

llegó con los españoles como uva de misa. En otros países se llama misión, país o listán prieto, pero es la misma cepa. Durante años fue relegada porque no era tan rendidora, sin embargo, en las zonas aisladas se conservó. Hoy elaboramos vinos secos con criolla, que sorprenden por su frescura, rusticidad y capacidad gastronómica. En Perú, de hecho, maridan perfecto con platos como la pizza, la causa o un tiradito.

Además de las criollas, has consolidado proyectos con Malbec y otras variedades. ¿Cómo nacen Sunal y Bad Brothers?

Sunal nace en 2013, cuando volví a Argentina tras trabajar en Europa. Sin recursos pero con muchas ganas, encontré apoyo en mi socio David Galland fanático de los valles y de los caballos. Él

propuso el nombre Sunal (que en realidad es Lanús al revés). Es un proyecto de extrema altura, con viñedos por encima de los 2100 metros. Bad Brothers surge en 2015 junto a David y Bill, un enólogo de Napa Valley. El nombre es un juego con nuestras iniciales (Bill, Agustín y David). Ambos proyectos reflejan la identidad calchaquí: terruños extremos y vinos con mucha personalidad.

¿Qué te motiva a seguir explorando?

La sensación de que todavía queda mucho por hacer. Hemos trabajado con criolla blanca, una variedad hermana de la torrontés que descubrimos en altura y que vinificamos como vino ancestral, con burbuja natural. También estoy desarrollando un

vermouth con base torrontés y hierbas autóctonas. Me divierte crear y poner en valor lo que el terruño ofrece.

¿Cómo se está recibiendo tu propuesta en Perú?

Con mucha alegría. Mis vinos ya se sirven en restaurantes como Central, donde una criolla fue seleccionada para el menú degustación. Perú tiene una gastronomía muy diversa y mis vinos, pensados siempre para acompañar la mesa, encajan muy bien: los más ligeros con platos frescos, los más intensos con carnes y guisos.

Finalmente, ¿qué significa para ti que Romovi Wines represente tu proyecto en Perú?

Es clave. Robby Montenegro conoce profundamente los valles, ha vivido en Cafayate, y comparte nuestra visión. Para un proyecto pequeño como el mío, con pocas botellas, necesitamos aliados que crean de verdad en la historia. Traer estas criollas y estos malbecs a Perú no es solo un negocio, es sembrar cimientos a futuro y conectar dos culturas que entienden que el vino es más que bebida: es identidad, memoria y territorio.

Nunca imaginé que un simple aroma pudiera desatar una oleada de recuerdos tan inesperada. Allí estaba, en la Escuela Peruana de Sommeliers, frente a una copa de Clos Du Val Cabernet Sauvignon 2009 de Napa Valley. Tomé la copa con la curiosidad de quien empieza una carrera nueva, pero con el corazón de quien ya ha vivido muchas primeras veces. La giré, la observé, la llevé a la nariz. Y ahí ocurrió. No fue el aroma, fue lo que ese aroma despertó. Una sensación que no venía del cerebro ni del olfato. Venía del pecho. Como si algo se hubiera encendido justo ahí, entre costilla y costilla.

No era nostalgia, no era alegría, era algo más primitivo y profundo. Como si el Clos du Val tuviera acceso a mi archivo emocional, y supiera exactamente qué mostrarme. Cerré los ojos. No pensé, tampoco analicé, sólo sentí y las lágrimas brotaron sin aviso. Tuve que salir de la sala para buscar aire fresco y recomponerme. Al regresar, algo había cambiado: comprendí que aquel Cabernet no era solo un vino estadounidense; era un puente al pasado que latía en mi pecho. La palabra ‘recordar’ viene del latín ‘recordari’, formado de re (de nuevo) y cordis (corazón), Se dice que etimológicamente, recordar significa volver a pasar por el corazón.

Ese día entendí que hay experiencias que no se explican, se viven. Y que hay momentos en los que el corazón —ese órgano que creemos solo bombea sangre— se convierte en el verdadero protagonista. Durante años creí que las grandes decisiones venían de la cabeza. Que el corazón era solo un símbolo romántico, útil para canciones y tatuajes. Pero la ciencia —esa aliada inesperada de la emoción— me mostró otra cosa. Resulta que el corazón tiene cerebro. O, al menos, algo muy parecido. Más de 40.000 neuronas

Volver a pasar por el corazón

viven en él, formando el sistema nervioso intrínseco del corazón. Estas neuronas no solo reciben órdenes del cerebro: también envían señales, aprenden, recuerdan y, lo más fascinante, influyen en nuestras emociones y percepciones.

Cuando sentí que el Clos du Val me hablaba, no fue una metáfora poética. Fue una reacción real. Mi corazón, literalmente, estaba procesando información. Aromas, memorias, sensaciones. Y lo hacía con una inteligencia que no pasa por la lógica, sino por la intuición. Este sistema cardíaco tiene conexiones directas con el cerebro emocional y puede modular nuestra respuesta al mundo. Por eso, hay momentos en los que ‘sentimos’ que algo es correcto, aunque no sepamos explicarlo. Es el corazón pensando, decidiendo y recordando.

En la sommellerie, donde cada aroma puede ser una llave, cada textura una emoción, y cada sorbo una historia, esa inteligencia cardíaca se vuelve protagonista. Porque catar no es solo analizar. Es permitir que el cuerpo —y especialmente el corazón— participe en la experiencia. Porque en la gastronomía, el paladar solo es el mensajero. El corazón —con sus propias neuronas— es quien elige qué sabores merecen eter nizarse en nuestra me moria. Así que, cuando un sorbo o bocado te conmueva hasta las lágrimas, no busques la respuesta solo en el terroir o la receta. Pregúntale a tu corazón. Quizás sea él quien esté catan do tu propia historia.

PERÚ

Orgullo y fuente de inspiración

Giacomo Gianotti (Italia) y Margarita Sader (Venezuela) no solo son esposos y las mentes creativas detrás de Paradiso (Mejor Bar del Mundo en 2022, según los 50 Best Bars), sino dos de las personalidades más influyentes en el mundo de la coctelería. Fueron los invitados estelares de la edición 2025 de Clase Maestra, la convención de bartenders más importante de América Latina. En las siguientes líneas, su voz.

Escribe: Gonzalo Pajares | Fotos: Luz Zurita

Giacomo Giannotti es uno de los bartenders más celebrados del orbe. Originario de la Toscana, Italia, creció en la heladería familiar, llamada Gelatería Paradiso, donde hizo suya la pasión por el servicio. Pero tenía otra pasión: la mixología. Por eso, siendo muy joven decidió formarse como bartender, primero, en Londres, donde trabajó en bares emblemáticos como el Be At One y, con lo aprendido, se trasladó a Barcelona. Allí mostró su talento en el Eclipse Bar del Ho-

tel W, y luego en el Hotel Ohla. Esos días conoció a la venezolana Margarita Sader, quien poco tiempo después se convirtió no solo en su esposa sino en su socia en los exitosos proyectos que desarrollaron desde entonces.

En 2014 fue elegido como Mejor Bartender de España en la edición local del World Class, uno de los concursos de coctelería del mundo. Con todo ese bagaje y con ganas de conquistar el mundo, abrió Paradiso, su bar de coctelería de autor, en diciembre

de 2015. Su éxito fue rotundo. Este speakeasy barcelonés pronto ganó fama y prestigio porque en él se realizaba una coctelería lúdica y muy creativa, una que miraba al Mediterráneo y sus insumos, pero que, además, se sustentaba en el conocimiento y en la investigación. Producto de ello nació el proyecto Paradiso Lab y una segunda coctelería, Galileo y, después, una tercera, Monk; además de dos sedes más de Paradiso: una en Dubai; la otra, en Ibiza. En 2022, Paradiso fue elegido por los 50 Best Bars, el prestigio-

so ránking inglés (el mismo que ha premiado a Central y Maido como los ‘mejores restaurantes del planeta’), como el Mejor Bar del Mundo. En la última edición de la revista Drinks International, referente global de la industria de las bebidas, Sader ocupa el puesto 12 entre las 100 personalidades más influyentes de la coctelería mundial. Giannotti se ubica en el siguiente casillero, el 13. Tan grande es el suceso de su trabajo que, por su personalidad visionaria, innovadora y creativa, Giannotti fue convocado por

MG Destilerías, una de las más antiguas de España (fundada en 1835), para elaborar juntos un gin distinto, disruptivo y de máxima calidad. Así nació MG Paradiso, gin que fue lanzado al mercado en 2024.

Con todos estos pergaminos e invitado por Perufarma, Giacomo Giannotti llegó a Lima. Fue el invitado estelar de Clase Maestra, el congreso de mixología más importante de Latinoamérica. Entrevistamos a Giacomo y a Margarita en el mítico Bar Inglés

del Hotel Country donde, con un Pisco Sour y un Dry Martini preparado con MG Paradiso en las manos, sostuvimos la siguiente charla.

¿Cómo es su proceso creativo?

Giacomo: Margarita es una persona muy intuitiva y creativa. De pronto viene a su cabeza un concepto, y de inmediato conecta. Yo necesito trabajar más los procesos y llegar a una idea luego de una etapa larga de estudio, de trabajo, de mucha información. Por eso, juntos funcionamos bien.

¿Giacomo es el racional, Margarita la lúdica?

Margarita: Un poco sí, pero nos balanceamos. Giacomo siempre estaba en la barra, preocupado por la técnica, los sabores. Recordemos que él viene del mundo de la heladería. Por eso, tiene mucho conocimiento a nivel de mezclas, de sabores, de gustos. Yo soy muy curiosa a nivel de ideas, de tendencias, de conceptos, de texturas, de arte. Tenemos dos cabezas muy diferentes, provenimos de culturas bastante distintas, pero somos complementarios. Eso es bonito.

¿Cómo se manifiestan sus personalidades en Paradiso?

Margarita: Te cuento una anécdota. Cuando ganamos los 50 Best Bars nos hicieron esta pregunta: ¿Qué se necesita para ser el número 01 del mundo? Pasión y paciencia (risas). Ambos intercambiamos estas facetas. Ambos somos latinos (Margarita es venezolana) y, por eso, tenemos muchas cosas en común: la sobremesa, el hacer muchas cosas juntas, el disfrutar de la familia, etcétera.

Giacomo: Además, nos gusta la dinámica de un bar, recibir a los clientes, atenderlos, ser amigables.

¿Qué está pasando en el mundo para que hoy un pequeño bar del Born, en Barcelona, genere tanta expectativa en el mundo?

Margarita: Paradiso es una idea muy grande en un espacio pequeño. A nuestro bar vienes a vivir una experiencia. Siempre tratamos de hacer las cosas con

sentido, de mezclar diferentes disciplinas. Esto nos ha permitido viajar por el mundo y mostrar lo diferentes que somos. Además, estamos en una ciudad cosmopolita, Barcelona, famosa por su gastronomía. Entonces, no solo atendemos a gente de todo el mundo, sino que trabajamos con personas de todos lados y ellos nos aportan algo de su cultura. El cliente de Paradiso no responde a ningún target. A nuestra casa llegan todos.

Giacomo: La pasión que le ponemos a nuestro oficio hace que digamos las cosas de una manera distinta. Siempre hemos buscado ser consistentes. No llevamos uno o dos años en la cima, sino 10, desde nuestros inicios. Por eso, la gente quiere saber de nosotros, tomarnos como ejemplo.

La multiculturalidad de la que hablan, entonces, se expresa en sus cócteles…

Margarita: Así es. Por ejemplo, en la terraza tenemos un cóctel llamado Mango Cha Cha Chá, que tiene inspiración peruana, y claro, Nazca, uno de los cócteles emblemáticos de nuestra última carta. Lo bonito está en crear algo y que esto te reconecte con tu infancia, con tu familia, por ejemplo, y desde Paradiso podemos hacerlo porque dialogamos con diferentes culturas. Somos mediterráneos, pero nos comunicamos con el mundo. Además, trabajamos mucho la parte sostenible y, en esta tarea, cada día aprendemos algo de alguien.

Por eso, quizás, MG los busca para hacer un gin…

Giacomo: Esta es una de las grandes experiencias de nuestras vidas como bartenders. Nosotros sabemos mezclar sabores en una coctelera, pero, de allí, a plasmar todo un concepto en una botella hay una distancia muy grande, una responsabilidad mayor. El desafío fue inmenso y, en esa travesía, aprendí mucho. MG es una gran destilería, con una historia centenaria, con tradición y unos maestros destiladores muy competentes. En el gin MG Paradiso están nuestros valores: creatividad y sostenibilidad, y un botánico que me encanta y usamos mucho en Paradiso, la lemon verbena (su nombre científico es Aloysia citrodora, y es también conocida como cedrón o verbena de Indias). En su creación trabajamos alrededor de seis meses. En la destilería estaban hartos de mí (risas), pero si algo iba a tener nuestro nombre debería ser perfecto. El único momento para equivocarse era en la etapa creativa, de pruebas, pero en el mercado debería estar no solo perfecto, sino estable. Al lemon verbena le sumamos botánicos como jengibre, pimienta de Sichuan, bergamota y, con ellos, recrear su frescura, pero dándoles permanencia. Fue un trabajo de perfumista.

¿Los cócteles clásicos elaborados con gin quedan mejor si se los prepara con gin MG Paradiso? Giacomo: Mejores y distintos (risas). Tener un gran producto a la mano siempre nos ayuda a los bartenders. Por ejemplo, mi Dry Martini, siendo clásico resulta diferente por los botánicos que

le aporta el gin MG Paradiso y, claro, el jerez. Así, resulta fresco, aromático y creativo.

¿Qué representa para ustedes Perú?

Margarita: Para nosotros y para la gastronomía mundial es un orgullo. Para mí, como latinoamericana, resulta un sólido representante de nuestra tradición, esa que consiste en usar ingredientes de la máxima calidad y, con ellos, obtener unos sabores espectaculares. Perú es una fuente de inspiración, no solo por sus insumos, sino por su gente, que es muy cálida. Todo esto se refleja en su comida y, por supuesto, en sus bebidas, en sus cócteles.

Ustedes tienen muchas culturas, sabores latinoamericanos, toques asiáticos, influencia europea; además de un mar riquísimo, frutas tropicales y botánicos andinos.

Giacomo: Gastronómicamente es, junto con Japón, uno de mis países favoritos. Curiosamente, ambos se conectan en lo nikkei. La gastronomía es el reflejo de la cultura y de la tradición de una tierra, y todo esto se refleja en la cocina peruana. Cada vez que vengo (ya ha venido tres veces), regreso con ganas de volver y profundizar en los saberes que este país tiene. Sin duda, es una de nuestras mayores fuentes de inspiración.

Sorbos discretos

Copa Oculta es el bar clandestino donde cada sorbo guarda un secreto.

Agenda tu próxima cita al DM de @copaoculta.

En una ciudad donde los bares se multiplican con la misma rapidez que los planes de fin de semana, encontrar un lugar que apueste por el misterio y la intimidad parece casi un lujo. Copa Oculta lo entendió desde su nacimiento en 2018: más que un bar, es una experiencia envuelta en intriga, ritual y memoria.

El acceso ya es parte del juego. No hay direcciones compartidas con facilidad ni fotos que circulen en redes sociales. La invitación llega apenas un día antes, con coordenadas precisas y un horario inamovible. Al ingresar, solo 13 personas —pron-

to serán 17— tienen el privilegio de sentarse en este refugio que mezcla lo prohibido con lo sofisticado. El ambiente es de otra época: mobiliario de anticuario, una barra de los años sesenta y música que viaja desde 1880 hasta 1940. Nada de artificios digitales: la desconexión es total, incluso del bullicio exterior.

La barra, atendida con precisión artesanal, rinde culto al pasado. Aquí no hay atajos: si un cóctel lleva cítricos, el jugo se exprime al momento. Cada mezcla respeta los códigos clásicos, pero con guiños contemporáneos que sorprenden. Durante nuestra visita, dos creaciones se robaron el protagonismo. El

Ganster americano de seda llegó primero: un cóctel elegante, casi cinematográfico, que combina vermouth dry, St-Germain y burbujas. Es ligero, pero con carácter. Perfecto para abrir la velada con un aire de sofisticación discreta.

Luego apareció el Rumgroni ahumado. Con Flor de Caña 12, vermouth rosso, campari, naranja y humo de canela, encarna la fuerza de una leyenda urbana.

El toque ahumado envuelve los sentidos y lo convierte en una experiencia en sí misma, más que en una simple bebida. El maridaje no se queda atrás. Los piqueos son pensados para acompañar y potenciar la propuesta líquida. La focaccia con chorizos especiados y queso manchego mezcla lo crujiente con lo intenso, perfecta para sostener los sorbos más robustos. Por su parte, los montaditos de anticuchos aportan ese guiño criollo, sabroso y directo,

que conecta lo clandestino con lo auténtico.

La magia de Copa Oculta está en esa mezcla de discreción y elegancia. Aquí, los detalles importan: desde el humo de un cóctel que se disipa lentamente hasta la música que marca un ritmo secreto. Todo está diseña-

do para que, durante un par de horas, el mundo exterior quede en suspenso. En tiempos donde lo inmediato y lo visible parece gobernar todo, este proyecto permite volver al boca a boca. Una experiencia que no busca likes, sino memorias. Agenda tu próxima cita al DM (Instagram) de @copaoculta.

Infu All Stars

Una barra que se convierte en consultorio y cócteles que funcionan como dosis sensoriales. Infu All Stars propone un recorrido donde cada sorbo dialoga con un maridaje preciso. Una experiencia única de El Infusionista.

Escribe: Valeria Burga

Entrar al laboratorio de El Infusionista es como abrir la puerta a un universo paralelo donde la coctelería deja de ser un simple ejercicio de mezclas para convertirse en tratamiento. La barra se transforma en consultorio, el bartender en médico alquimista, y cada cóctel en una dosis capaz de despertar sentidos que normalmente olvidamos activar. La experiencia no es solo beber, sino dejarse llevar por un recorrido diseñado con precisión científica y sensibilidad artística.

Frente a nosotros, cinco cócteles esperaban su turno para ser prescritos, cada uno acompañado de un maridaje preparado para potenciar la narrativa. Nada estaba dejado al azar. Apiterapia fue la primera dosis. Un sour a base de Tanqueray, mango, miel y limón tahití que equilibraba dulzor y acidez como un remedio natural para despertar. La suavidad de la miel abrazaba el golpe fresco del cítrico, mientras el maridaje de gyozas de cerdo y hongos al vapor completaba la escena con un toque reconfortante.

Luego pasamos al Somnífero, que lejos de adormecer, activó otro registro de sensaciones. Elaborado con Viñas de Oro Moscatel, Lillet Blanc, uva con menta, Indian Mr. Perkins y lavanda, era refrescante y herbal. El maridaje de cecina de cerdo salteada con tomate y cebolla encurtida, acompañado de caldo de miso y patacones, añadía capas de intensidad que contrastaban con la ligereza del cóctel. Aquí el consultorio se volvió diálogo: calma líquida y energía sólida en equilibrio perfecto.

El tercer tratamiento llegó con nombre contundente: Trepanación. Diplomático Reserva, toronja, betarraga, especias y limón criollo dieron forma a un cóctel semidulce y especiado, profundo y algo provocador. Su maridaje, una tempura de vegetales —berenjena, espárragos, zanahoria, camote y maduro—, jugaba con la idea de ligereza crocante frente a la densidad del cóctel. Luego apareció el Mandarinol, brillante y chispeante como un aperitivo de verano.

Bombay Sapphire, mandarina, Cinzano Pro Spritz y cardamomo dieron vida a una receta refrescante. El acompañante fueron unas esferas crujientes de pollo y cerdo en salsa dulce de tamarindo, con hojuelas de camarón que explotaban como pequeñas chispas saladas en el paladar. Aquí la experiencia adquirió un aire lúdico, recordándonos que la ciencia también sabe jugar.

Finalmente, llegó la dosis más indulgente: Pineapple. Una mezcla semidulce de Citadelle Jardin d’Été, coco, Plantation 3 Stars, piña y chocolate. Era un cóctel que se bebía como postre, denso y luminoso al mismo tiempo. El maridaje, un postre pensado para realzar sus notas tropicales, cerró el viaje como lo hacen los mejores tratamientos: con placer reconfortante, casi terapéutico. Lo fascinante del recorrido fue entender que la coctelería, en este formato, no es un lujo aislado sino un lenguaje.

Pero la experiencia no terminó ahí. El laboratorio permite llevarse un pedazo de este universo a casa con su botiquín portátil, un kit que reúne cócteles y elementos listos para recrear la magia en cualquier lugar. Y lo mejor: esta dosis de ciencia líquida tiene un impacto más allá del paladar. Una parte de lo recaudado apoya a Voz Animal, una organización que rescata, cuida y brinda refugio a animales en situación de calle. Infu All Stars sirve dosis perfectamente medidas. Encuéntralos en Manuel Bonilla 123, Miraflores. Síguelos como @el_infusionista.

Clase Maestra: cimentando las bases de la coctelería peruana

La coctelería peruana está viviendo uno de sus momentos más vibrantes. Hay movimiento, exposición, competencia, innovación. Los bartenders, las marcas, los insumos y las experiencias se cruzan en un mismo ecosistema que crece rápido y hace ruido. Cada vez más personas hablan de coctelería, los bares van acogiendo más público, los consumidores se vuelven más exigentes y Perú empieza a ganar un espacio propio en la conversación internacional. En ese contexto, Clase Maestra se ha consolidado como el evento más influyente de la industria a nivel regional. No es solo un festival ni un encuentro técnico: es la plataforma donde se presentan productos, nacen tendencias, se conectan talentos y se construye el futuro de nuestra identidad líquida.

Un semillero para nuevas generaciones

En cada edición emergen bartenders con habilidades técnicas sólidas y, cada vez más, con una mayor conciencia sobre nuestra identidad. Sabemos que tenemos insumos únicos y tradiciones valiosas, y estamos trabajando para traducir todo eso en una narrativa potente que conecte con el mundo. Clase Maestra es uno de los espacios donde este proceso se acelera: compartimos ideas, probamos, aprendemos y vamos moldeando el relato líquido de Perú.

Los bartenders peruanos están en un proceso de formación constante: explorando técnicas de vanguardia, conociendo tendencias globales y descubriendo cómo rescatar y reinterpretar nuestras recetas ancestrales e insumos locales. Clase Maestra juega un rol clave en este camino, porque nos da el espacio para compartir, aprender y comunicar una visión más clara de quiénes somos y hacia dónde queremos llevar nuestra coctelería.

La vitrina de nuestros insumos Si hay algo que diferencia a Perú, es la biodiversidad. Pocas naciones pueden presumir de una despensa tan rica y diversa. Sin embargo, durante años, muchos de nuestros insumos eran invisibles para la coctelería. Clase Maestra ha ayudado a cambiar esa realidad. Hoy, destilados artesanales, frutas amazónicas, hierbas andinas, vermouths, bitters, amaros y botánicos encuentran aquí su primera gran plataforma para conquistar las barras más importantes del país y, desde ahí, abrir camino hacia mercados internacionales.

Más allá de lanzamientos y degustaciones, cada producto presentado en Clase Maestra trae consigo una historia que contar: la de su origen, la de las manos que lo cultivan, la de las tradiciones que lo sostienen. Pero también es un espacio donde las tendencias globales, los destilados internacionales y las nuevas categorías se encuentran con lo nuestro, generando un diálogo que enriquece y desafía nuestra propuesta. Este cruce entre lo local

y lo global es clave para que Perú deje de ser solo un país con insumos excepcionales y comience a ser reconocido por una coctelería que integra identidad cultural, creatividad e innovación.

Un futuro que se construye hoy

La coctelería peruana atraviesa un punto de inflexión. Tenemos insumos únicos, talento creativo y marcas con visión. Pero para consolidar nuestro liderazgo, necesitamos seguir invirtiendo en formación, innovación y presencia internacional. Clase Maestra es el escenario donde esa transformación ya empezó. Aquí se establecen alianzas estratégicas, se generan oportunidades de negocio y se trazan los próximos pasos de una industria que ya no se conforma con seguir tendencias: quiere crearlas. Desde su creación en 2012, Clase Maestra ha mostrado cómo Franco Cabachi y Manuel Cigarrostegui han construido, con esfuerzo y pasión, una plataforma que va mucho más allá de una convención: es una fuerza formativa, identitaria y de proyección regional. Su dedicación ha sido fundamental para que hoy estemos construyendo una coctelería con visión, cultura y presencia internacional.

Lo que viene: Buenos Aires Cocktail Week

La próxima gran conversación será también regional. En mi siguiente columna, conectaré las conclusiones de Clase Maestra con lo que viviremos en Buenos Aires Cocktail Week, donde tendré el honor de participar como expositor y seré guest bartender en Tres Monos, el bar que se encuentra en el primer lugar de Sudamérica y número siete mundial según The World´s 50 Best Bars. En mi ponencia hablaré sobre sostenibilidad y reducción de la graduación alcohólica -cambios en el consumidor actual y el perfil de los nuevos consumidores- además, compartiré escenario con referentes de toda América Latina. Luego, en Tres Monos presentaré tres cócteles con pisco, pero inspirados en clásicos que nacieron con otros destilados.

Lo que ocurre en Lima y lo que ocurrirá en Buenos Aires son parte de un mismo boom: el de una coctelería latinoamericana cada vez más conectada, colaborativa y ambiciosa. Es el momento perfecto para que Perú lidere desde su identidad y creatividad. Demostremos que soñar en grande es po sible. Ahora, nos toca proyectar ese sueño al mundo.

Embajador de marcas, mixólogo y promotor de la coctelería peruana @jdromer

Alquimia Lí da

En Muna Craft Bar, Manuel Cigarrostegui convierte la barra en un laboratorio de emociones líquidas. Destilados propios, insumos elaborados in house y combinaciones insólitas se mezclan con precisión y propósito.

Escribe: Valeria Burga

Manuel Cigarrostegui por fin destapa su universo personal de sabores. Su nuevo proyecto, Muna Craft Bar, es la materialización de un sueño que lo ha acompañado toda su carrera: un espacio donde la coctelería artesanal, la técnica y la imaginación se combinan sin miedo a lo inusual. ‘Muna’ proviene del árabe deseo o sueño. En este bar, ese sueño toma forma en una carta donde los insumos se elaboran in house: destilados propios, lactofermentos, cordiales, bitters y hasta ginger beer. Nada aquí está para cumplir; todo tiene un

porqué, un proceso y un sabor irrepetible. «No es un concepto, es literal artesanía líquida», dice Manuel mientras sirve el primer cóctel de la noche.

Empiezo con CÓCTEL #01, un homenaje juguetón a Bugs Bunny. A base de whisky Chivas 12 años, lleva un destilado de la suerte —caña macerada con pata de conejo en salsa oriental y luego redestilada—, un cordial de ají amazónico, lactofermento de zanahoria, zumo de naranja y clarificado con leche al kion. Se acompaña con un gel de zanahoria, ají dulce y limón. El primer sorbo es una explosión salina y cárnica que se abre en capas: umami, dulce, ácido, ahumado. Conforme avanza el vaso,

el cóctel se suaviza y revela notas más frutales. Es sofisticado, pero fácil de beber, incluso para alguien como yo, que suele huir del whisky.

Aquí no se trata de excentricidad gratuita. Cada destilado responde a un concepto y a una intención. La hormiga amazónica de sabor a chicharrón, la lana de oveja infusionada con hierbas andinas, las conchas de mar y los hongos Porcón: todos son protagonistas en cócteles que buscan equilibrio, más que extremos de dulzor o amargor. Llega CÓCTEL #02 con gin, destilado de lana de oveja y un cordial de eneldo clarificado con yogurt de fresa, acompañado de una falsa lana de caramelo salino. Me rompió todos los esquemas. Literal. Seguimos con CÓCTEL #04, una reinvención del Bloody Mary con yonque al anticucho, tucupí y sriracha casera, coronado con crocante de apio. Otra genialidad de la mente creativa que representa Cigarrostegui.

Después viene CÓCTEL #05 con destilado de conchas, licor de hongos y miel de agave andino, servido con un crocante de tinta de calamar. El CÓCTEL #12 es explícitamente una conexión. Mezcla tequila reposado, pastel quinceañero destilado y aire de piña salina. Muna no pretende ser un bar más. «Queremos ex-

poner ideas y matices, no solo vender», explica Manuel. La barra funciona como un laboratorio abierto: si el cliente lo desea, puede conocer los procesos detrás de cada creación. Este enfoque se refleja también en su compromiso con el consumo responsable: cócteles pensados para disfrutar.

La estética es minimalista, sin embargo, hay guiños lúdicos. La sorpresa puede estar dentro del hielo, como la zanahoria que emerge en el CÓCTEL #01. Para Manuel, Muna es la primera ocasión que despliega su autoría sin limitaciones. Aquí la barra es el lienzo donde mezcla tradición, experimentación y narrativa. «Un bar no puede ser un lugar acartonado; tiene que ser entretenido», dice. Y en Muna, la diversión se sirve en copa, aunque con la precisión de un alquimista.

Este bar es un recordatorio de que la coctelería, cuando se hace con propósito y detalle, despierta curiosidad, provoca conversación y deja una huella. Felicito a Manuel y a todo su equipo por un trabajo impecable que, sin lugar a dudas, va a posicionarse entre los mejores de la capital. Síguelos como @munacraftbar. Visítalos en Calle Mártir José Olaya 279, Miraflores.

One of a Kind

Mario Quiros ha convertido su pasión por el gin en Singular, un destilado peruano de perfil fresco y versátil. Con una propuesta honesta y competitiva, hoy se sirve en cócteles clásicos y de autor en barras como la de Brass Grill & Bar.

Escribe: Valeria Burga | Fotos: Jaime Cuellar

¿Cómo nace la idea de crear un gin en Perú?

Siempre me gustó el gin, pero la chispa prendió en Madrid, donde hice un MBA en 2017. En España el consumo de gin es enorme, y al volver a Perú sentí que podía crear algo con identidad propia y espacio en la industria. Ya había trabajado en Backus y en Lindley, siempre en el rubro de bebidas, que me apasiona. Empecé con un alambique casero de cuatro litros que usaba con mi papá para destilar pisco en parrilladas familiares El primer gin salió malísimo —risas de por medio—, pero fue el inicio de Singular.

¿Por qué gin y no otro destilado?

Además del gusto personal, hay una tendencia clara. El boom del gin continúa. Es un destilado versátil, que permite tanto clásicos como cócteles de autor. Además, me parecía increíble que en Perú pidas un gin tonic en un bar y nunca te lo sirvan con un gin peruano. ¿Por qué no? Singular nace para ocupar ese lugar.

¿Qué lo diferencia de otros destilados nacionales?

Mientras muchas marcas locales se enfocan en contar la historia de los insumos, nosotros optamos por un camino distinto: un London Dry clásico, versátil y auténtico. Usamos ocho botánicos, todos peruanos salvo el enebro, que importamos de Alemania por su perfil floral y cítrico. El resultado es un gin cítrico, herbal y refrescante, con 45 grados de alcohol, ideal para la coctelería.

¿Cuál es el concepto detrás de Singular?

Singular es honestidad y autenticidad. No buscamos adornar con discursos, sino transmitir un estilo de vida cercano, fresco y sin pretensiones. Queremos que sea el gin de la casa en hoteles, bares y restaurantes, pero también el que acompaña a quienes valoran la calidad y lo local.

Singular ya se encuentra en

más de 50 puntos de venta. ¿Cómo se logra esa presencia? Con sacrificio de margen para ganar volumen. Competimos con marcas importadas, pero ofrecemos un producto local de calidad y con una excelente relación precio–valor. Una vez que lo prueban, lo validan.

En Brass Grill & Bar, Singular ya tiene espacio como gin de la casa. ¿Qué cócteles podemos probar allí?

El jefe de bar, Jorge Vargas, trabaja en diversas propuestas. Una es el clásico infaltable: el Negroni, donde Singular aporta frescura y equilibrio entre el amargor del vermut y la dulzura del Campari. La segunda es un cóctel de autor: el Garden in Japan, mezcla delicada de gin con sake, jugo de manzana, un toque de limón y notas herbales. Fresco, cítrico y elegante.

¿Qué planes vienen para Singular?

Además de expandirnos en provincias, donde ya tenemos presencia en Cusco, estamos trabajando en una nueva versión con menor graduación alcohólica, respondiendo a la tendencia hacia destilados más ligeros. También pensamos en ampliar la línea sin perder nuestra esencia: seguir siendo un gin versátil, de calidad y, sobre todo, un producto que abra camino al talento peruano en las barras.

Experiencias de hospitalidad sostenibles en entornos LEED

La certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) es un sistema desarrollado por el U.S. Green Building Council para evaluar y certificar edificaciones sostenibles. Evalúa categorías como eficiencia energética, gestión del agua, calidad del aire interior, selección de materiales y diseño innovador. Ello con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y promover la salud y el bienestar de sus ocupantes. Los niveles de certificación son Certified, Silver, Gold y Platinum, determinados por la puntuación obtenida en las distintas áreas.

Caso de éxito: Lounge LATAM en Lima

Tuvimos el honor de asistir a la inauguración del nuevo Lounge LATAM en Lima. Desde el 11 de agosto, este espacio de 2,450 m² e inversión superior a USD 10 millones está disponible para socios Black Signature, Black y Platinum, viajeros en cabina premium y clientes de aerolíneas asociadas. El estudio Barclay & Crousse y el arquitecto Jordi Puig integraron la sostenibilidad desde la fase de diseño, seleccionando materiales locales y renovables que reflejan nuestra identidad regional con elegancia. Es el primer espacio de la red del grupo LATAM diseñado para obtener la certificación LEED

Algunos atributos clave:

- Materiales locales y renovables: madera, ónix, terrazo pulido y textiles artesanales.

- Iluminación LEED de alta eficiencia con sensores de presencia.

- Sistemas HVAC inteligentes con control climático y ventilación asistida.

- Grifería y sanitarios de bajo flujo y recolección de aguas pluviales.

- Acabados con bajas emisiones de compuestos orgánicos volátiles.

Estas soluciones reducen el consumo de energía y agua, amplifican el confort de los usuarios y refuerzan la conexión con la herencia sudamericana.

Importancia de adoptar LEED en el sector hospitality

Implementar LEED en hoteles, aeropuertos, lounges y centros de convenciones es un imperativo para el turismo responsable. Las construcciones certificadas promueven lo siguiente:

1. Crean ambientes saludables que mejoran la experiencia de los huéspedes.

2. Atraen a viajeros conscientes dispuestos a premiar prácticas sostenibles.

3. Generan ahorro operativo con facturas de energía y agua más bajas.

4. Refuerzan el valor de marca mediante compromisos ambientales.

En un mundo cada vez más consciente, la adopción de LEED distingue a las empresas como líderes en sostenibilidad y contribuye a un turismo respetuoso con el planeta.

Por Rosa Bonilla*

Tradición culinaria

Limeñita es una nueva marca de Grupo Palais que celebra la historia de la cocina criolla.

En el corazón del Centro de Lima, dentro de una casona republicana que respira tradición, nace Limeñita – Comida Criolla, la nueva marca del Grupo Palais. Una propuesta que no solo alimenta el paladar, sino que cuenta la historia de un país a través de sus sabores, sus colores y su gente. Bajo la dirección del chef principal Estevan Salgado, cada plato de Limeñita tiene algo que decir: es memoria de familia, herencia de nuestras abuelas y al mismo tiempo un gesto de creatividad que renueva lo conocido.

La experiencia empieza con las entradas, pensadas como un saludo festivo: una causa limeña que evoca las mesas de barrio limeñas de antaño o el Encuentro Andino, donde la huancaína y la ocopa se abrazan en un mismo

plato, recordándonos que el Perú es unión de culturas y no fronteras. Los fondos son relatos más profundos: el arroz con pato que trae consigo la abundancia de la costa norte, el seco norteño que huele a tradición dominguera y el lomo saltado que encarna la fusión de dos mundos que Lima convirtió en suyo. Y para los que vienen del mar, el ceviche, el arroz con mariscos y el chicharrón mixto no son solo preparaciones, son postales del litoral peruano en cada bocado.

Los postres llegan como epílogo dulce: la tarta de queso arequipeño, intensa y delicada a la vez, nos transporta a los conventos de la Ciudad Blanca y al orgullo de su tradición pastelera. Mientras tanto, el Corazón Limeñita, relle-

no de suspiro a la limeña, es una declaración de amor a nuestra ciudad. Cada plato encuentra su mejor compañía en la copa. Por ello, nuestros asesores gastronómicos acompañan al comensal en el recorrido, sugiriendo el maridaje perfecto entre la comida y la bebida: desde el pisco sour que resalta los ácidos del ceviche, hasta la algarrobina que equilibra la fuerza del seco norteño. Aquí, la bebida no es un añadido: es un diálogo con la mesa.

La tradición se fusiona con la innovación para ofrecerte una experiencia líquida inolvidable. Contamos con una amplia variedad de cócteles clásicos limeños, ideales para quienes buscan saborear la esencia de nuestra tierra. Disfruta del icónico Pisco

Sour, el majestuoso Pisco Sour Catedral, el refrescante Chilcano, la dulce Algarrobina y más. Pero la creatividad no se detiene

ahí. Te invitamos a explorar las reversiones propias, creaciones únicas que deleitarán tu paladar. Prueba el Chilcano Limeñita,

elaborado con un Pisco Torontel macerado en limas y un exótico mix de frutas andinas. Déjate sorprender por el Sour de la casa o elige entre refrescantes cócteles ideales para acompañar las tardes limeñas.

Pensando en todos, también ofrecen una selecta carta de cócteles sin alcohol y cócteles calientes con infusiones naturales, perfectos para cualquier momento del día. Para los amantes del buen vino, su cava presenta una amplia selección de etiquetas peruanas e internacionales. Descubre la calidad de Tacama y Bodega Maturana, o déjate seducir por el carácter de Sombrero, El Gran Enemigo y los efervescentes frizzantes italianos.

Los fines de semana, la casa se llena de música criolla en vivo, y los domingos se transforman

en una fiesta cultural con danzas departamentales y una propuesta de comida regional que permite viajar por Perú sin salir del Centro de Lima. Para los que buscan vivir la cocina en primera persona, Limeñita ofrece su Experiencia de Cocina en Mesa, exclusiva y con reserva previa, dirigida por Estevan Salgado. Aquí el chef no solo prepara los platos frente a los invitados, sino que enseña paso a paso sus secretos, técnicas y anécdotas; logrando que cada preparación tenga alma propia.

Limeñita es la nueva marca del Grupo Palais, un grupo gastronómico que apuesta por elevar la tradición culinaria peruana a través de experiencias que combinan sabor, historia y emoción. Encuéntralos en Av. España 225, Centro de Lima de lunes a domingo (12:30 pm a 5:00 pm).

Undepuente fuego

Dos cenas, dos ciudades, cuatro manos y una travesía de sabores que funde cordillera, selva y litoral. Así fue la experiencia de ‘Chefs Viajan’ en Río de Janeiro y São Paulo, bajo el sello JW Marriott. Cuando Perú y Brasil se sientan en la mesa.

Escribe: John Santa Cruz

Hay noches que no pertenecen a mi calendario. Instantes que no obedecen al reloj, porque ocurren fuera del tiempo y también del mapa. Mi primera vez en Río de Janeiro, el pasado 12 de agosto, fue escenario de uno de esos momentos. El mezzanine del JW Marriott, en The Carioca, suspendido sobre la marea constante de Copacabana, se transformó en un espacio donde la alta cocina dejó de ser espectáculo para convertirse en ceremonia. Dos días más tarde, São Paulo recogía esa misma llama en el interior elegante del Restaurante Neto, anidado en el JW Marriot de esa inmensa urbe. Entre ambas ciudades, el proyecto Chefs Viajan, nacido de la visión hospitalaria de Marriott International, desplegó su primera edición internacional con una convicción clara: la cocina no tiene fronteras cuando lo que se busca es conmover.

No se trató de fusiones oportunistas ni de simples cenas temáticas. Fue un acto de diálogo profundo entre culturas culinarias que, aunque distantes en técnica, comparten una raíz emocional similar: la pasión por los ingredientes, el respeto por la tierra, la voluntad de narrar historias a través de un plato. Los protagonistas, chefs con visiones singulares y manos precisas, ofrecieron un recorrido sensorial que recorrió valles andinos, costas tropicales y huertas urbanas sin moverse de la silla.

En Río, el chef Antonio Amaral, anfitrión del JW Marriott The Carioca, compartió fogones con Rely Alencastre, voz creativa del JW Marriott El Convento de Cusco. La propuesta: cinco tiempos que tradujeron con refinamiento la identidad de cada cocina.

La noche comenzó con un amuse-bouche que ya anunciaba el tono: ostras trabajadas en diferen-

tes texturas, vinagreta de ají dulce, limón criollo y miel de abejas nativas. Un bocado que evocaba el Atlántico, pero hablaba también del interior profundo, con su dulzor sutil y su acidez medida. Desde las alturas de Cusco, Alencastre trajo una interpretación elegante de la huatia: papas cocidas con sal de Maras y hierbas de altura, servidas con una salsa típica que mantenía intacta la rus-

ticidad original, aunque vestida de gala. Sin artificios, pero con precisión, el plato anclaba al comensal en el altiplano.

Amaral propuso después un tartar de picanha curada, acompañado de encurtido de maxixe, cilantro fresco, mayonesa especiada y un crujiente de yuca. Era la selva contenida en una cucharada, una textura que rompía sin violencia y liberaba un perfume vegetal con carácter. Los fondos, posteriormente, fueron una panceta de cerdo, cocida con lentitud, fue servida con una demi-glace aromatizado con lavanda, quinua salteada y encurtidos de vegetales. Este plato, resultado de un trabajo colaborativo entre ambos chefs, reunía el rigor técnico con marcada sensibilidad. Denotó, en cada cucharada, un entendimiento claro entre ambos chefs.

La respuesta de Alencastre, para cerrar su noche, fue elocuente: un arroz con pato que rendía ho-

menaje al recetario peruano desde un ángulo moderno. Acompañado de sarza criolla y una huancaína de textura sedosa. Un clásico. Finalmente como postre, Amaral finalizó el recorrido con un gateau dúo de chocolate, aromatizado con cumarú —esa semilla amazónica que recuerda a vainilla, pero con alma de bosque— y acompañado de helado de nata. La dulzura, aquí, fue más que sabor: fue un suspiro que se quedaba en la memoria. Y así, entre palmas, fotos y sonrisas, se cerró la cena.

Dos días más tarde, São Paulo acogía la segunda parte de este recorrido. El chef Carlos Leiva, figura al mando del JW Marriott paulista, recibió al limeño Rafael Casin, que comanda el JW Marriot Lima, en una noche donde la elegancia se tiñó de mestizaje. La atmósfera, marcada por la sobriedad moderna del restaurante Neto, servía de contraste ideal para una propuesta culinaria

donde la herencia ítalo-brasileña se cruzaba con la intensidad limeña.

Casin abrió la experiencia con un ceviche que rozaba lo pictórico: pescado fresco bañado en leche de tigre al rocoto ahumado, acompañado de maíz crujiente, camote glaseado, brotes de cilantro. La acidez, punzante pero contenida, era acariciada por la efervescencia del Moët & Chandon Imperial Brut, un maridaje que no compe-

tía sino que elevaba cada bocado. La aventura del ahumado llamó mi atención. Leiva, por su parte, presentó un ravioli in brodo que confirmó su dominio técnico: pasta rellena de crustáceos, verduras orgánicas frescas, ikura y un caldo profundo y fragante. El Viognier de Guaspari, etiqueta brasileña de elegancia mineral, completó la armonía.

El tercer acto fue un lomo de pirarucú con costra de tomate San Marzano, frijoles blancos y emulsión de hongos silvestres. Leiva no intentó domar al gran pez amazónico, sino celebrarlo, dotándolo de estructura y profundidad sin ocultar su esencia. El Chardonnay argentino de Terrazas elegido para este momento aportaba frescura y textura untuosa, balanceando la intensidad del plato. Casin devolvió el gesto con un lechón cocido, pastel de papa coloreado con remolacha, demi-glace intensa, sal de Maras, brotes de berro y flores. El vino Villa Francione, brasileño de

alma europea, fue el acompañante ideal.

Como cierre, Leiva propuso una baba de chicha morada: pastel húmedo embebido en la bebida andina, cachaça envejecida, sorbete de limón. No buscaba asombrar, sino emocionar. Y lo lograba con sobriedad. El Petit Manseng argentino de Terrazas, complejo y floral, completaba el círculo. Estas cenas no fueron ejercicios de virtuosismo. Tampoco simples

demostraciones de técnica. Fueron relatos cocinados a fuego lento, conversaciones entre culturas a través de ingredientes y gestos que no necesitan traducción. La cocina, en este contexto, fue un idioma que no distingue latitudes, pero sí celebra sus acentos.

En octubre, el recorrido se invertirá: los chefs brasileños cruzarán la cordillera para cocinar en Lima y Cusco. La experiencia, entonces, se completará. No como una repetición, sino como un eco que se transforma al cambiar de paisaje. Porque lo que Chefs Viajan propone no es un viaje de ida, sino un retorno con sabor distinto. Así, entre vajillas elegantes, copas afinadas y fuegos compartidos, se teje un relato más hondo que cualquier receta: el de una América Latina que se reconoce en su diversidad, que se sirve en platos distintos, pero con un mismo propósito. Nos recuerda que el sabor también es una forma de pertenecer.

Antes de hablar de cervezas con identidad peruana, es necesario reconocer que todo proceso tiene etapas. En la cervecería, antes de crear estilos propios, debemos aprender a caminar dominando los clásicos mundiales. Una Blonde Ale bien hecha, una Irish Red Ale o una Sweet Stout nos enseñan procesos, fórmulas y, sobre todo, la constancia que una bebida fermentada exige. Solo después de superar esa primera etapa podemos atrevernos con estilos más complejos como una American IPA, una Fruited Sour o una Belgian Quadrupel. La repetición, la paciencia y el rigor son las bases para que un día podamos ‘correr’ con nuestras propias creaciones.

Ese proceso puede tomar años. Cada lote necesita al menos 25 días de elaboración, y muchas veces habrá errores, pérdidas y frustraciones. Pero allí está el aprendizaje: cada intento nos acerca a la estabilidad. Y como toda disciplina, la cervecería también se construye en comunidad. Consultar, preguntar y dejarse orientar por cerveceros con experiencia siempre abre caminos.

Mi propia historia empezó siendo muy joven. Desde 2003, de la mano de mi padre Eduardo De Tomás, quien me inculcó la pasión por la cerveza y sembró en mí la curiosidad de aprender, comencé este viaje. Ese legado hoy lo continúo junto a mi hermano Jhonathan De Tomás, en lo que se consolidó como Two Broders, una cervecería familiar que hoy se define bajo el concepto de ‘Cerveza Culinaria’. Nuestro propósito es claro: unir tradición e innovación, explorando la cerveza como un producto gastronómico que dialoga con la cocina, con la cultura y con la identidad.

Recuerdo con claridad cuando un amigo suizo me preguntó: ¿Cuáles son las cervezas peruanas? En ese momento le ofrecí una Quita Estrés Hefeweizen de Two Broders —que había ganado medalla de oro en Chile—. Le gustó, pero me dijo: En Alemania puedo beber una igual. Esa conversación me marcó: ¿qué nos distingue? ¿Cómo contar nuestra historia en cada sorbo? Fue así como nació Vendimia Italia 2025, una Grape Ale elaborada en colaboración con Alan Iglesias, biólogo y consultor en Latinoamérica, del proyecto ‘No es Moda es Cultura’ en Argentina. La receta se desarrolló con la uva Italia pisquera, aromática y de gran carácter, cosechada por Epifanio Lira en la Bodega Lira, en el valle de Lunahuaná. Fermentada con levaduras de vino y de cerveza, fue un proyecto complejo, que requirió investigación, decisiones técnicas exigentes y, sobre todo, un trabajo en equipo donde cada detalle contó. El resul -

¿Podemos cocinar cervezas con identidad peruana?

tado nos llenó de orgullo: esta cerveza ganó medalla de plata en la Copa Mitad del Mundo en Ecuador, medalla de plata en la Copa Quetzal de Guatemala y medalla de oro en la Copa Guaraní de Paraguay.

Las competencias internacionales son, para nuestro rubro, lo que los Oscar son para el cine o los 50 Best para la gastronomía. Allí se validan estilos, se reconocen trayectorias y se mide el nivel técnico. Perú ya está presente en esa conversación, mostrando que también podemos ofrecer al mundo cervezas con identidad propia. Sin embargo, el camino no es sencillo. Para transformar ingredientes locales en recetas estables y replicables se necesita investigación y desarrollo. No existen manuales que nos digan cómo usar nuestras frutas, hierbas, tubérculos, maderas o semillas en cerveza. Cada intento exige ensayo, error y mucha paciencia. Por eso es clave generar alianzas entre microcervecerías, universidades y académicos. Solo trabajando juntos podremos garantizar que esta búsqueda de identidad se sostenga en el tiempo y beneficie a toda la cadena: desde el agricultor hasta el consumidor final.

Hacer cervezas con materia prima peruana es un desafío, pero también una oportunidad cultural. Así como nuestra gastronomía conquistó al mundo a través de la creatividad y el rigor, la cerveza puede convertirse en otra embajadora de nuestra identidad. Aquí, más que innovación, hablamos de revalorización de lo nuestro: rescatar ingredientes, saberes y técnicas ancestrales para transformarlos en bebidas contemporáneas, con estabilidad y calidad internacional.

La identidad no aparece de la noche a la mañana: se construye paso a paso, con rigor y pasión.

Hoy, desde Two Broders —con Jhonathan como compañero de viaje y con la memoria de mi padre como guía permanente— seguimos aprendiendo a caminar firmes en los clásicos, pero también empezamos a correr detrás de un sueño mayor: crear cervezas que cuenten nuestra historia y que ha gan de Perú un referente mundial de cerveza con identidad. ¡Salud!

AWA celebra su primer aniversario con una propuesta que rescata insumos gastronómicos y los eleva a la alta cocina.

Escribe: María Elena Cárdenas

Entrar a AWA no es simplemente cruzar la puerta de un restaurante, sino sumergirse en el universo creado por Aldo Yaranga, chef peruano que ha cultivado su talento en Perú, Europa y Latinoamérica, con gran experiencia en cocinas internacionales como las de Italia y España. Entre otras cosas lideró la cocina del Grupo Amazónico La Patarashca en Tarapoto.

Su cocina refleja un profundo conocimiento de Perú, con una marcada influencia amazónica aprendida a través de su experiencia trabajando en el restaurante Señorío de Sulco, y el compromiso de impulsar ingredientes nativos y comunidades originarias por medio de la gastronomía. A pun-

to de celebrar su primer aniversario, AWA se consolida como un referente en la alta cocina peruana con inspiración del mundo. La consigna de esta visita era probar lo que Aldo eligiera, algo que nos sorprenda, sobre todo a mí que he tenido muy poco contacto con la comida amazónica. Y así, con la selección de platos que nos había preparado el chef, empezó la ruta gastronómica.

Mientras llegaban los primero bocados, Kevin Paredes, bartender del restaurante, nos preparó unos mocktails basados, como debía ser, en insumos amazónicos. Probamos tres de ellos: El Tapisho en base a taperiba, un mango ciruelo. Nunca lo había probado anteriormente, pero unido a la acidez de la cocona, el

picante del kion y coronada con soda de ginger, hacen un mocktail sumamente fresco y rico. El Copoazú, elaborado con este fruto que es una especie de cacao blanco amazónico, una bebida con una textura delicada que hace parecer que tuviéramos una especie de algodón en la boca. Finalmente, un Camucha en base a camu camu y soda. Fresco y con ese sabor único que nos ofrece esta fruta selvática.

La mesa se abrió con unos dados rellenos de queso empanizado en fécula de tapioca, bañado con jalea de sachatomate y vinagre de plátano que generaban una interacción agridulce. Acompañado de la textura suave por dentro, pero crujiente por fuera hicieron que sea de mis favoritos de la tarde. Seguimos con unas tostas con mayonesa de ají charapita, acompañado de una nota dulce del mucílago del cacao, láminas de palta y pepinillos encurtido, con unas láminas de paiche ahuma-

do y para coronar perlas de mostaza hidratadas en vino blanco. Una mezcla de sabores y texturas muy interesante y con sabores, algunos desconocidos para mí, justamente lo que hizo que la experiencia se elevara.

La frescura llegó con el tiradito, donde el pescado se funde con la leche de masato. En boca, las perlas de tapioca y la palta permiten un juego de texturas acompañada de esa nota picante del ají charapita que hace que se despierten los sentidos y redondea un plato donde la tradición amazónica se viste de alta cocina. Luego del pescado en la versión fresca del tiradito, llega el Paiche Silvestre del Pacaya Samiria hecho a la brasa sobre un curry de mishkina, el aderezo tradicional de nuestra Amazonía, acompañado con un puré de yuca y arroz. Es el mismo Aldo quien sale a presentar el plato y nos explica sobre reducción de tucupi hecho por una etnia bora amazónica, un jugo de

una yuca salvaje hervida junto a huesos de pescado y de cerdo con la que baña el paiche.

El chef sigue sorprendiéndonos y hace llegar a la mesa una pierna de pato guisada con ese aroma que recuerda a una cocina familiar. Acompañado de frijol pindayo de Loreto, cremoso y sabroso, haciendo juego perfecto con el arroz blanco. El momento dulce llegó con un helado de copoazú con macambo crocante por encima y un flourless con reducción de 70% cacao espolvoreado. La intensidad de los sabores del chocolate, con la frescura del helado, crearon una combinación que lograba que la dulzura, lejos de empalagar, encante.

Cerramos la tarde con un café

de especialidad de Chacra D. Dago ubicado a 1660 msnm den Junin-Chanchamayo. Un café intenso y de rica acidez que invita a seguir tomándolo. Broche de oro para esta experiencia gastronómica. Este mes de septiembre celebran su primer aniversario y han programado actividades especiales para celebrarlo: El miércoles 17 de realizarán un coctel de aniversario a partir de las 7:00 pm, donde el invitado será Diego Macedo de Sastrería Martínez. El Jueves 25 de septiembre habrá una cena a partir de las 7:00 pm en conjunto con el Chef Jorge Muñoz. Vayan agendando. AWA es un paso obligado para quien se considere un verdadero sibarita. Aquí, cada visita es un viaje amazónico y, cada regreso, una promesa de volver a vivirlo.

Desde la cocina de su abuela hasta escenarios internacionales, Lucía Calmel del Solar ha convertido la gastronomía en un puente cultural. Con ceviches, causas y trucha, la chef busca que el mundo conozca al Perú a través de sabores auténticos. Su misión: conectar corazones y culturas con la comida.

Escribe: Kevin Aliaga

¿Cómo nació tu interés por la cocina y quién fue tu mayor inspiración?

Estudié Administración Hotelera en la Universidad San Ignacio de Loyola y durante mis estudios descubrí que lo que más disfrutaba era la cocina y el servicio. Desde pequeña mi gran inspiración fue mi abuela materna, quien cocinaba espectacular y me enseñó mis primeras recetas. Siempre digo que mi verdadera escuela fue la cocina de mi abuela.

¿Qué significó para ti estudiar en Le Cordon Bleu?

Para mí fue una forma de aprender técnicas y teoría, pero la verdadera inspiración vino de mi

familia. Mi padre, por ejemplo, siempre preparaba ceviche para todos y ver cómo la gente disfrutaba esa comida me marcó. El instituto me dio herramientas, pero la pasión y la motivación las heredé de mi entorno familiar.

¿Cuál ha sido el mayor reto profesional que has enfrentado?

Uno de los retos más grandes ha sido cocinar fuera de Perú. Hace poco estuve en Turquía para un evento gastronómico y fue un desafío porque los ingredientes eran muy distintos a los que usamos aquí. Adaptar recetas con insumos locales es complicado, porque gran parte del sabor de-

pende de ellos. Lo mismo ocurre cuando viajo a Estados Unidos o a otros países. Ese es mi reto constante.

¿Qué recuerdos de tu infancia llevas hoy en la cocina?

Cada vez que cocino con mis hijos recuerdo cuando mi abuela me enseñaba desde batir un huevo hasta identificar sabores en el mercado. Hoy trato de transmitirles esa misma enseñanza a mis hijos. Cocinar siempre evoca memorias y emociones.

¿Cómo definirías tu propuesta gastronómica en tres palabras? Tradicional, cultural y sabrosa. Mi carrera está muy enfocada en promover la gastronomía perua-

na en el extranjero, así que esos son los pilares de lo que cocino.

¿De qué manera logras conectar con las personas de otros países?

La comida es un conector universal. Todo el mundo come y disfruta, y a través de la gastronomía se puede transmitir cultura e identidad. Me impresiona ver cómo en lugares tan lejanos como Turquía la gente se interesa por la cocina peruana. Es una manera muy bonita de transportar Perú hacia el mundo.

¿Cuáles son los tres platos que consideras que mejor preparas? La causa, porque me recuerda a un restaurante al que solía ir con mi abuela. También los ceviches y tiraditos, ya que disfruto mucho del pescado. Y finalmente, los platos con trucha, porque desde que vivo en Huancayo trabajo mucho con este insumo y me encanta.

¿Qué proyectos tienes en el corto y largo plazo?

Actualmente estoy desarrollando dos propuestas en Huancayo: un catering para adultos y otro saludable para niños, inspirado en mis hijos. Además, continúo con los eventos internacionales y con clases de cocina para extranjeros. Este año viajo a Estados Unidos y el próximo tengo planes en México. También colaboro con una agencia en Lima or-

ganizando tours gastronómicos.

Si tuvieras que dejar un legado en la gastronomía, ¿cuál sería? Que las personas usen la comida para conectar entre ellas y como herramienta de aprendizaje. La gastronomía no es solo comer, es cultura, historia y encuentro.

¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro hasta hoy? Representar a Perú en eventos internacionales. Cada experiencia es única, pero lo que más valoro es ver cómo personas de distintos países disfrutan y aprenden sobre nuestra gastronomía. Eso para mí es un logro inmenso.

Frente a la Plaza de Armas, La Cava del Parrillero eleva la experiencia de carnes y vinos a un nivel premium. Su carta fusiona cortes de clase mundial con guiños a la cocina peruana, y una cava que recorre siete países. Un espacio donde el sabor, el servicio y la vista se combinan para conquistar al paladar más exigente.

Escribe: Valeria Burga

En el Centro Histórico de Lima, frente a la imponente Plaza de Armas, se levanta un nuevo referente gastronómico que combina carnes de primer nivel, una cava internacional y un servicio pensado para un público exigente. La Cava del Parrillero es el más reciente proyecto de Clever Pelaez, empresario con más de dos décadas de experiencia en el sector restaurador y ocho años de trayectoria en el Club de la Unión, donde hoy funciona este elegante espacio.

El concepto parte de una premisa sencilla, pero ambiciosa: ofrecer una experiencia premium en un lugar con enorme potencial turístico, tanto para visitantes

nacionales como extranjeros. «Vinos y carnes no es algo nuevo, pero sí lo es cuando se ofrece con calidad de primer nivel y un servicio que marque la diferencia», explica Pelaez.

La propuesta es amplia y selecta. Las carnes provienen de Argentina y Estados Unidos, con cortes clásicos como bife, entraña, picaña, tomahawk y porterhouse, complementados con lomo fino nacional. La carta también se abre a preparaciones con identidad peruana: cordero, alpaca, ceviche de lenguado y trucha, entre otros platos que dialogan entre la tradición local y la parrilla internacional. El diseño gastronómico está a cargo del Gerente de Operaciones Jonathan Rojas, con experiencia en el rubro hotelero, quien ha logrado equilibrar sofisticación y sabor.

Pero si las carnes son el corazón del restaurante, la cava es su alma. Curada con el apoyo del sommelier Miguel Andrade, reúne etiquetas de siete países —Francia, Australia, Argentina, Chile, Perú, Sudáfrica y más— con un énfasis especial en la producción nacional. La selección está pensada para maridar cada corte y sorprender a quienes buscan explorar vinos fuera del circuito habitual. La coctelería no se queda atrás. Con la asesoría de Henry Limo, el bar ofrece clásicos bien ejecutados y ocho cócteles de autor que juegan con ingredientes locales y técnicas contemporáneas. Y para quienes

buscan un ambiente distinto, el cuarto piso del Club de la Unión alberga un rooftop con 15 cócteles exclusivos y una vista privilegiada de la Plaza de Armas, convirtiéndose en el primer mirador de este tipo en la zona.

Apenas dos meses después de su apertura, La Cava del Parrillero ha crecido con fuerza gracias al boca a boca y a un flujo constante de comensales que valoran tanto la propuesta gastronómica como la atención. «En Perú se come bien en cualquier lugar, pero hemos descuidado el servicio. Nosotros lo consideramos clave para atraer a un público que antes buscaba estas experiencias en otros distritos», afirma.

El proyecto no se detiene aquí. Clever planea expandir la marca hacia el sur de la ciudad y abrir un nuevo espacio en el Centro de Lima con un enfoque cultural, combinando gastronomía peruana y espectáculos en vivo. Una propuesta que, de concretarse, reforzará la idea de que el centro histórico puede convertirse en un polo gastronómico y enológico de primer nivel. En La Cava del Parrillero, la experiencia va más allá del plato: es el diálogo entre el sabor de un corte jugoso, el aroma de un vino bien elegido y la vista única a la plaza más emblemática del país. Un lugar donde la tradición se viste de etiqueta y donde cada detalle está pensado para que el cliente quiera volver.

Por la ruta del té peruano

Huyro es la capital de Huayopata, distrito que queda ubicado dentro del Valle de la Convención (Cusco). Esta región es famosa por la calidad de sus chocolates y cafés, que al igual que el té, gozan de galardones internacionales. Sin embargo, actualmente sobre el té Peruano se difunde poco a pesar que a mediados del siglo pasado el té Huyro encantó a más de un paladar y quedó en la memoría de toda una generación. En este breve artículo les detallaremos algunas de las características del té local, posibilidades y dificultades por las que atraviesa la producción de esta fascinante bebida.

Las zonas altoandinas donde se encuentran los teales tienen todas las condiciones para la producción de tés de alta gama: abundantes lluvias, tierras ácidas, diversidad de flora y fauna, amplitud térmica y alturas que van desde los 700 msnm hasta los 2600 msnm. En cada piso ecológico con sus microclimas y diversidades propias se potencia la diferenciación que puede haber entre los tés de cada distrito de Huayopata. El té negro se produce en Perú desde principios de siglo XX y actualmente se están procesando tambien té blanco, verde y wulong.

Estamos en búsqueda de la identidad de nuestro té. En primera instancia, esa identidad consiste en los perfiles sensoriales que son únicos y propios de nuestro terruño, además de las manos de productores que hoy están afinando sus técnicas para innovar en los diferentes procesos productivos. Hemos encontrado que algunos perfiles que son parte de la identidad del té negro local son, por ejemplo, notas a bijao (hoja de platano), chancaca, frejol colado, pecanas, chocolate, frutas tropicales, higos, entre otros.

En segunda instancia, los nombres que adquieren los tés para diferenciarse de los tés orientales más famosos también forman parte de lo que se considera la identidad de un té, así como los rituales y la vajilla con la que se disfruta. Los ingleses crearon vajillas de porcelana, grandes y vistosas que adaptaron de vajillas chinas, agregando asas y agrandando las tazas y teteras. Nosotros aún no adaptamos nuestra propia vajilla que por uso y difusión se considere una expresión cultural integradora sobre cómo se toma el té en Perú. Seguimos en estos procesos y los frutos de la labor que realizan los diferentes actores que se dedican a producir, promover y disfrutar el té en Perú se verán en las próximas décadas.

El boom del té Peruano que se vivió hasta los años 60’s y 70’s debido a la industrialización del té negro generó beneficios económicos para todos los Huayopatinos, cuyas plazas, veredas, escuelas, carreteras y vías eran financiados con la bonanza que trajo el té. Incluso el tren que actualmente lleva a Machu Picchu se hizo especialmente para poder trasladar el té Huyro a Cusco y luego a Lima para su distribución y exportación. Con la reforma agraria y la creación de cooperativas, el sueño de

la industrialización y la venta por volumen se fue diluyendo. El precio por kilogramo fresco pagado a un recolector es de 0,50 céntimos y el precio de venta del té ya procesado en fábrica oscila entre 10 y 15 soles.

Ante este escenario y la necesidad de que los tés puedan tener mayor valor en el mercado, el té artesanal surge como una oportunidad de vender menores volúmenes a precios exponenciales. En la actualidad, muchos productores están optando por aprender y mejorar sus técnicas para aumentar el valor de su té en el mercado local e internacional dando paso al nacimiento del té de especialidad. Mientras tanto, otros productores siguen apostando por el té de fábrica y el apoyo estatal. La unión de estas dos fuerzas será de suma importancia en el camino de impulsar el té local asociada a una buena estrategia que solucione varias problemáticas. Es esta falta de estrategia, y la falta de especialistas en el rubro, el talón de aquiles de la industria del té en Perú.

ALGUNOS GALARDONES

Lauri Ibarra, primer lugar categoría té blanco (Escuela Peichen, 2025).

AVPA 2025:

- Madre Terra, medalla de oro en categoria té negro, medalla de plata en categoria de té blanco y una medalla gourmet en categoria de té Wulong (Concurso de tés del mundo, Paris).

- Inkaterra, medalla de plata en categoria de té negro y verde (concurso de tés del mundo, Paris)

- Padre Miguel Chura, Medalla gourmet categoria Té negro (Paris, 2023) y Medalla gourmet categoria té negro de especialidad (Concurso de tés del mundo, Paris 2025).

- Povea, medalla de bronce en categoría té verde Bosque Salvaje (Concurso de tés del mundo, Paris 2025).

- Machu Picchu Tea Company, medalla de bronce categoría té blanco (Concurso de tés del mundo, Paris 2025).

Desde Placeres, mes a mes queremos dedicarnos a difundir las potencialidades de nuestro té local y cómo se abre paso en los diferentes espacios gastronómicos, para que poco a poco y con suerte, se vaya acercando a la intimidad y el disfrute de nuestras mesas familiares, como lo ha hecho el chocolate peruano y el café.

Con 25 años de historia, La Piccolina reafirma su esencia de trattoria familiar que combina tradición italiana y raíces peruanas. Hoy, de la mano del chef corporativo Fico Halbich, renueva su propuesta con maridajes memorables junto a LC Group. Cuatro platos icónicos y dos vinos argentinos se encuentran en un recorrido que celebra identidad, equilibrio y calidez.

Escribe: Valeria Burga | Fotos: Cristhian Cisneros

En un mundo gastronómico donde las tendencias cambian con rapidez, pocas marcas logran sostenerse con la coherencia y el arraigo de La Piccolina, trattoria con más de 25 años de historia en Lima. Nacida como un restaurante familiar de cocina italiana, pronto entendió que la identidad peruana debía tener un lugar en la mesa. Así, bajo la visión de su fundador Mauricio y hoy con la guía de Fico Halbich como chef corporativo, la propuesta mantiene un equilibrio entre respeto a la tradición y apertura a nuevas tendencias. Esa premisa se refleja en una carta robusta, donde conviven clásicos de la trattoria con platos que respiran contemporaneidad: desde un carpaccio de salmón con toques ligeros de emulsio-

nes italianas hasta un ragú de osobuco cocido en fondo oscuro, inusual en el mercado limeño. La misión no es inventar, sino refrescar sin perder autenticidad. Hoy, cinco locales sostienen el sello de La Piccolina. Cada uno transmite el espíritu familiar de la marca: cercanía, detalles en el servicio y una cocina que busca engreír al comensal. «La gente debe sentirse como en casa», apunta Fico, convencido de que esa calidez es tan importante como la técnica culinaria.

Esa filosofía se proyecta también en el maridaje, un arte que La Piccolina ha consolidado de la mano de Lc Group, importador que acerca etiquetas de calidad a la mesa limeña. En esta ocasión,

los protagonistas fueron dos vinos argentinos —Escorihuela Gascón Malbec y La Celia Reserva Malbec-Cabernet Franc— que encontraron la pareja ideal en cuatro platos icónicos de la carta.

El recorrido comenzó con el carpaccio de lomo, preparado con láminas finísimas de carne, arúgula, champiñones frescos y queso parmesano, acompañado de focaccia de la casa. La frescura y elegancia del Escorihuela Gascón Malbec, con notas de ciruelas y cerezas maduras, taninos redondos y un final persistente, se fusionó con la sutileza de la carne cruda. El vino realzó la untuosidad del plato sin imponerse, logrando un equilibrio natural. La segunda parada fue

la pizza de la casa, una receta artesanal que lleva base de boloñesa, cebolla blanca, pimientos y pepperoni. Aquí también el Malbec argentino encontró su lugar: la acidez justa del vino acompañó la salsa y los matices especiados potenciaron la rusticidad de la preparación.

El viaje continuó con un clásico indiscutible: el osobuco al demi-glace, un plato emblemático con más de 18 años en la carta de La Piccolina. La cocción lenta en fondo oscuro, con un risotto a la parmesana como base, le da un carácter único. Para esta preparación, Fico escogió el La Celia Reserva Malbec-Cabernet Franc, vino de cuerpo más intenso, aromas a pimienta negra, cereza

oscura y notas tostadas. El maridaje fue un diálogo entre fuerza y estructura: la carne melosa y profunda del osobuco halló en los taninos sedosos del blend un compañero a la altura.

Finalmente, el tortellini de espinaca y ricotta con salsa funghi trifolati aportó un matiz diferente. La tierra y complejidad de los hongos encontró un contrapunto perfecto en el vino de La Celia que, con su perfil herbal y especiado, abrazó la intensidad vegetal del plato. «Ambos —osobuco y tortellini— requieren vinos con mayor personalidad, más tánicos, que acompañen la profundidad del bocado», explica el chef. Fico reconoce que la competencia en el rubro de trattorías es cada vez

mayor, pero apuesta por mantener precios accesibles sin sacrificar calidad. «El reto es refrescar la carta con insumos nuevos, sin perder la esencia y cuidando el costo. No se trata solo de subir precios, sino de ser atractivos para el cliente», señala.

Ese balance entre respeto al origen, innovación controlada y sensibilidad hacia el comensal es lo que mantiene a La Picolina vigente después de casi un cuarto de siglo. Y es también lo que convierte cada maridaje en una experiencia con sentido: más que sumar un vino a un plato, se trata de contar una historia que comienza en la cocina, viaja a la copa y termina en la memoria del cliente.

Kaia reinventa la experiencia nikkei en Miraflores con una propuesta fresca, creativa y vibrante. De la mano de Santiago Queirolo e Intipalka, apuntan a ser un destino gastronómico donde cada plato y cóctel se convierten en un viaje de sabor y estilo.

Escribe: Valeria Burga | Fotos: Daniel Yong

En Miraflores, La Mar se pone de moda. Una esquina se ilumina con un concepto que nació mirando al mar de Punta Hermosa y que hoy conquista paladares. Kaia no es solo un restaurante Nikkei: es una experiencia que celebra la imperfección, la simplicidad y la belleza de lo esencial. Su propuesta gastronómica une la frescura del mar con la sensibilidad japonesa y el desenfado peruano, en un espacio que respira calidez, creatividad y sabor.

Kaia dio sus primeros pasos en Punta Hermosa bajo la visión de Luis y Yasmin. La dupla en-

contró luego a Pascual y Úrsula, quienes se sumaron al sueño para abrir un espacio en Lima donde la cocina nikkei pudiera evolucionar con libertad. Kaia se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan una experiencia sensorial completa. Aquí, los sabores no se mezclan para confundir, sino para convivir: en cada bocado se percibe el detalle, la sutileza y la memoria de la tradición.

Entre los platos más celebrados está el Tiradito Hana, finas láminas de pesca del día que llegan acompañadas por una emulsión de conchas, gotas de camote y una chalaquita especial. Cada elemento conserva su carácter, pero juntos dibujan una armonía fresca, cítrica y crujiente. Otro imperdible son los Mariscos al Fuego, que se sirven chisporroteando en mantequilla picante, o los makis spicy, donde el salmón flambeado envuelve al paladar en un juego de texturas.

En la cava de Kaia, el espíritu del restaurante se expande hacia la bebida. Allí, la alianza con Santiago Queirolo e Intipalka marca la diferencia: vinos y piscos peruanos que dialogan con la cocina Nikkei desde la frescura y la autenticidad. El Intipalka Patrimonial Torontel, por ejemplo, es la pareja perfecta para el Tiradito Hana: su perfil cítrica y floral, con notas de lima, toronja

y flores blancas, se enlaza con la frescura del pescado y la emulsión de conchas, generando un maridaje delicado y refrescante. En boca, su densidad amable y ese final prolongado a piel de naranja terminan de completar la experiencia.

La barra de Kaia es otro universo. Con Intipalka como aliado, la carta de cócteles juega con los códigos Nikkei para crear sorbos que sorprenden. El Aperitivo Nikkei, elaborado con Intipalka Chardonnay infusionado en cítricos, sake, sal de Maras y un cordial de limón con kyuri, es fresco y ligero: ideal para abrir el apetito. Más atrevido resulta el Sol Naciente, donde el mismo Chardonnay se combina con jerez, lychee y koumezuke en un cóctel frutal y refrescante que transporta a un Japón tropicalizado por el espíritu peruano.

Por supuesto, el Pisco Sour con Intipalka Quebranta no falta en la carta. Un clásico reinterpretado con un destilado de notas herbales y frutos secos, que en boca se muestra cálido y estructurado. El resultado es un sour equilibrado, amplio, con un final que confirma la nobleza del pisco peruano. Los platos, vinos y cócteles de Kaia construyen un puente entre culturas, pero también entre memorias. Visítalos en Av. Mariscal La Mar 1035.

La experiencia culinaria de SOUMA se enriquece con vinos seleccionados por Lamartrade Perú, pensados para sus tres espacios gastronómicos.

Antonio Chávez y Leonardo Santa Cruz cuentan cómo cada etiqueta encuentra su lugar en Kimo, 27 Tapas y Ortega & Huamán.

Escribe: Valeria Burga | Fotos: Daniel Yong

En SOUMA la gastronomía se expande en tres propuestas con personalidad propia: Kimo, de inspiración nikkei; 27 Tapas, rooftop con espíritu relajado; y Ortega & Huamán, un espacio de comfort food peruano-mediterráneo. Detrás de la experiencia que une a estos conceptos está el trabajo conjunto de Antonio Chávez, sommelier, y Leonardo Santa Cruz, supervisor de alimentos y bebidas. Conversamos con ambos sobre el rol de los vinos de Lamartrade Perú en cada carta, los maridajes pensados y el reto de dar coherencia a una propuesta que, aunque diversa, encuentra armonía en la copa.

Antonio, llevas pocos meses en SOUMA. ¿Cómo ha sido tu llegada a un hotel con tres espacios tan distintos?

Vengo de la restauración, nunca había estado en hotelería, y este cambio ha sido un aprendizaje intenso. Lo bonito es que aquí el sommelier no solo atiende mesas, sino que se involucra en proyectos de cava, negociaciones comerciales, análisis de costos. Ha sido un reto desaprender ciertas rutinas del restaurante para abrazar esta escala más amplia.

Y con esa amplitud, ¿cómo se diseñan las cartas de vinos para cada espacio?

Ortega & Huamán se presta

para vinos más cercanos, fáciles de identificar, con énfasis en etiquetas peruanas y latinoamericanas. En Kimo, la propuesta nikkei pide blancos, espumosos y rosados frescos que acompañen la crudeza de los productos

marinos. En cambio, en 27 Tapas buscamos etiquetas reconocibles y servicio ágil: vinos listos para disfrutar en un rooftop donde prima la inmediatez. Es una manera de diversificar sin perder coherencia.

Leonardo, tu historia en SOUMA ha sido exponencial. ¿Cómo describes ese crecimiento? Inicié como mesero en 27 Tapas, pasé por room service y luego me consolidé en Kimo, donde tuve mi primera jefatura. Hace tres meses asumí el reto de supervisor de alimentos y bebidas. Ahora debo ver todo el panorama: cada outlet, el lobby, el room service, el equipo humano. Haber pasado por cada puesto me da ventaja: conozco de primera mano las dinámicas de cada espacio y eso facilita dar soluciones.

¿Qué rol juega Lamartrade Perú en la propuesta de vinos de SOUMA?

Antonio: Vital. No se trata solo de vender vinos, sino de acompañarnos: capacitación, disponibilidad de producto, disposición para probar novedades. Eso genera confianza. Además, nos ofrecen un portafolio con etiquetas que se adaptan perfectamente a la personalidad de cada restaurante.

Leonardo: Para nosotros, esa sociedad es clave. No solo por la calidad de los vinos, sino por la manera en que se piensan: cada etiqueta de Lamartrade que tenemos hoy está escogida para un outlet en particular, respondiendo al tipo de platos y al estilo de servicio.

Hablemos de etiquetas. ¿Qué destacan de Casa Marín Cartagena Riesling?

Antonio: Fresco, aromático, impecable. Lo usamos tanto en Kimo, para acompañar pescados y mariscos crudos, como en 27

Tapas, donde su screw cap facilita el servicio rápido sin perder calidad. Es versátil: va desde un ceviche hasta unas tapas ligeras.

Leonardo: Es un vino que se adapta a los tres outlets, pero tiene mayor rotación en 27 Tapas por la afluencia y el estilo relajado del rooftop.

Y en tintos, ¿qué lugar ocupa Pie de Monte Las Jarillas de Durigutti?

Antonio: Es un Malbec distinto: sin paso por barrica, trabajado en concreto, con un perfil más fresco y amable. Lo servimos en Kimo, maridado con un yekimeshi de salmón con salsa tonkatsu y costra de sésamo. El vino aporta notas mentoladas y buena acidez que equilibra la grasa y el dulzor del plato.

Leonardo: Rompe esquemas, porque esperarías un blanco en Nikkei. Pero justo esa frescura del vino permite acompañar platos grasos o salsas más complejas sin saturar.

La tercera etiqueta es Argento Cabernet Franc. ¿Cómo desarrollan el concepto de esta bodega?

Antonio: Un Cabernet Franc orgánico y vegano, con notas de pimiento y flores oscuras. Lo servimos en Ortega & Huamán, maridado con croquetas de choclo y jamón serrano. Su fineza lo hace ideal para la fusión peruano-mediterránea. Además, refleja esa búsqueda de vinos orgánicos y sostenibles que cada vez atrae más al consumidor.

Leonardo: Es perfecto para ese restaurante familiar, con platos generosos como la milanesa na-

politana y comfort food. Ahí el vino debe ser versátil y amable. Argento cumple con eso.

¿Qué aprendizajes les deja esta nueva etapa en sus respectivas carreras?

Antonio: El valor del trabajo colectivo. Aquí no hay egos: cada área suma y eso nos permite crecer. Yo me llevo la confianza de

poder proponer y, a la vez, aprender de un equipo joven y abierto. Leonardo: Yo me quedo con la visión más global que ahora debo manejar. Vengo de la operación, pero ahora debo pensar en costos, números y capital humano. Y lo disfruto, porque cada outlet es un mundo y haber pasado por todos me permite hoy sentirme ‘pez en el agua’.

Silvia De Tomas está transformando la cerveza artesanal peruana. Desde Cebichela y Two Broders, fusiona ingredientes locales con técnicas internacionales, creando maridajes que conquistan paladares. Su meta: darle a la cerveza el lugar que merece en la alta gastronomía.

Escribe: Valeria Burga

En el corazón de la avenida Rosa Toro (1151, San Borja), donde hace más de dos décadas nació Cebichela, Silvia De Tomas ha construido una historia que mezcla tradición familiar, innovación y una determinación que rompe barreras de género. Hoy, como jueza internacional de cervezas y maestra cervecera de Two Broders, su nombre es sinónimo de calidad y creatividad en la escena cervecera artesanal.

La historia empezó cuando sus padres, ex distribuidores de Cusqueña, decidieron fundar un restaurante con fábrica propia, inspirados en el maridaje perfecto para el paladar limeño: cerveza artesanal y cebiche. Silvia, con apenas nueve años, ya

ayudaba en la operación y pronto descubrió que su vocación estaba entre lúpulos, maltas y levaduras. Cada cerveza de Two Broders tiene un relato y un perfil sensorial cuidadosamente diseñado. La Hefeweizen —elaborada con 50 % de trigo y levadura importada— ofrece aromas a frutas como plátano, pera y manzana, con un toque de clavo de olor y flores blancas. Su baja graduación alcohólica (5 %) y amargor sutil la hacen ideal para platos frescos, como un cebiche clásico, donde su cremosidad equilibra la acidez del limón.

Mía, una Altbier con cañihua andina, combina maltas caramelo y tostadas ligeras para un cuerpo seco y fresco. La cañihua aporta matices terrosos y de nuez moscada, perfecta para acompañar mariscos salteados, potenciando el umami sin opacar la frescura del plato. La Vendimia Italia, híbrido entre cerveza, vino y pisco (estilo Grape Ale), se elabora con uva Italia del valle de Lunahuaná y fermenta con levaduras de vino y cerveza. El resultado es una bebida dorada, ligera y efervescente, con notas a jazmín, níspero y lichi. Su versatilidad la acerca tanto al espumante como al pisco aromático, ideal para maridar con pescados blancos o postres cítricos. Una cerveza de excelencia.

Entre sus próximos lanzamientos, destacan la Chicha Beer —con maíz de jora, hierbas andinas y un perfil ácido limpio— y la Peruvian Chicha Morada Beer, que reinterpretará la tradicional bebida morada con aromas de piña, higos y membrillo. Más allá de replicar es-

tilos clásicos alemanes, irlandeses o estadounidenses, Silvia busca imprimir un sello peruano: algarrobina, maca roja, cocona y café de especialidad son algunos ingredientes que ha incorporado. El reto, confiesa, es técnico: «No existen manuales para trabajar estos insumos en cerveza, hay que experimentar para lograr equilibrio, estabilidad y armonía sensorial» Esa búsqueda de identidad se fortalece con colaboraciones con chefs como Aldo Yaranga de AWA o proyectos que integran cerveza artesanal a la alta gastronomía.

Su trayectoria —desde aprender procesos en la adolescencia hasta fundar la Copa Latinoamericana de Cervezas Artesanales— la ha posicionado como líder y formadora. Desde 2006 dicta clases en la escuela Brewmart, transmitiendo conocimientos a aficionados y profesionales. También organiza pasantías cruzadas con cocineros y bartenders para que la industria gastronómica conozca la cerveza desde adentro. El crecimiento de Two Broders y Cebichela no se limita a la producción: su meta es abrir un bar en Miraflores o Barranco para acercar más al público a la experiencia de la cerveza de barril, fresca y servida en cristalería adecuada.

Con cada medalla obtenida en competencias internacionales, Silvia confirma que su apuesta por la calidad y la identidad está dando frutos. «Elevar la cerveza es darle el lugar que siempre mereció en la mesa», asegura. Y en cada sorbo de sus creaciones, esa misión se saborea con claridad.

La elegancia invisible de la Albilla

De las ocho uvas autorizadas para la elaboración de pisco por el Reglamento de la Denominación de Origen Pisco, la Quebranta y la Italia son las más sembradas, por ende, las que más pisco producen. La Quebranta, además, solo crece en Perú y es la única uva nativa de esta parte del mundo. La mayor zona de su cultivo se concentra en la región de Ica. La Italia, en cambio, se encuentra en las cinco regiones pisqueras. Hoy vamos a hablar de otra de las ocho uvas autorizadas para elaborar pisco: la Albilla, la cual se clasifica dentro del grupo de las uvas aromáticas, junto con la Italia, Moscatel y Torontel, aunque se le considera la menos aromática del grupo, lo que le otorga una sutileza única.

Se dice que la Albilla cultivada en el Perú es, en realidad, la variedad Palomino Fino, originaria de Andalucía, España. Está registrada en el Vitis International Variety Catalogue (VIVC) bajo su nombre principal: Palomino Fino. Según estudios moleculares y ampelográficos realizados por el Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica Agroindustrial Ica (CITE-agroindustrial), la Universidad Nacional Agraria La Molina y el INTA Mendoza, la accesión de Albilla cultivada en el Perú ha sido identificada genéticamente como la variedad Palomino Fino, registrada en el VIVC con el código VIVC 8888. También se le conoce con otros nombres, como Albán, Albar, Listán Blanco, Jerez, entre otros.

Los racimos de Albilla son grandes, de forma cónica, y pueden llegar a pesar hasta 2 kg. Las bayas son redondas, medianas y translúcidas. Un dato curioso: con los rayos del sol es posible apreciar las semillas dentro de los racimos. El color varía de verde claro a amarillo, con piel delgada. Es una variedad muy productiva, lo que la hace ideal para la viticultura. Respecto a los descriptores sensoriales de los piscos elaborados con Albilla —recordando que esta uva es muy sutil en aromas—, en nariz encontramos notas

cítricas, de lima, frutas blancas, melocotón, manzana, flores blancas, jazmín, azahares, infusiones (como manzanilla y hierba luisa), notas herbáceas, hierba fresca y pasas rubias.

En boca, muestra un ingreso cálido, untuoso, aterciopelado, con presencia de cítricos, infusiones, ligera sensación dulce, pasas rubias. Es un pisco sutil, equilibrado y armónico. En mi caso, el referente para un pisco Albilla es fresco, con recuerdos a infusiones como manzanilla y hierba luisa, notas dulces a pasas rubias, cítricos, y una textura untuosa y sedosa. En general, es muy tenue en aromas, lo que lo hace elegante y enigmático. La Albilla se cultiva principalmente en las regiones pisqueras de la costa: Ica, Lima, Arequipa, Moquegua y Tacna. En mi opinión, los mejores ejemplares provienen de Lima e Ica. Crece bien en suelos francos (con un equilibrio de arcilla, limo y arena), que retienen agua sin asfixiar la raíz. Su poda es sencilla, y la vid es generosa en la producción de racimos.

Una de las particularidades de la Albilla es que no es muy dulce, lo que resulta en un bajo potencial alcohólico. Es por eso que a veces se realiza una doble vendimia: para vinos y para pisco, se cosecha entre febrero y marzo, buscando siempre un equilibrio entre acidez y dulzor. Aunque no es la más popular de las uvas pisqueras, su per fil fresco y delicado la hace ideal para piscos puros, acholados y mosto verde, aportando notas de pera, melocotón, manzana verde y lima. Disfrute el pisco con responsabilidad. ¡Hasta la próxima!

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