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PERSONAJES DEL VINO KRISTIN MAGNUSSEN

Kristin Magnussen, nacida en el sur de California, tuvo el privilegio de enamorarse de Baja desde muy joven. Expuestos a playas, valles y campamentos, Kristin y su familia aprendieron rápidamente la belleza oculta que se encuentra mejor en caminos de tierra llenos de cactus, con impresionantes vistas al océano.

En 2003, los padres Ray y Patty Magnussen fundaron lo que ahora es Lechuza. Como un lote vacío y cubierto de maleza, eran visionarios. Guiados por vecinos y amigos, los Magnussen plantaron el viñedo en 2005 con cuatro varietales diferentes, Cabernet, Merlot, Tempranillo y Nebbiolo. En ese momento, el padre Ray Magnussen asistía a UC Davis para dirigir adecuadamente este "pasatiempo" familiar. En tan solo 7 años, la familia tenía una cueva llena de hermosos vinos y con un gran potencial de crecimiento.

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Cuando era una adulta joven, Kristin asistió a una escuela de cocina y hotelería en Santa Bárbara. Esta experiencia le permitió enamorarse del mundo del vino. Al estar expuesta a enólogos, chefs y agricultores, la elección fue fácil... Ella estaría destinada a Valle.

Después de unos meses, Lechuza abre sus puertas al público, marzo de 2013. En ese momento, Valle era mucho más diferente a lo que conocemos hoy. Con humildes barbacoas en el patio, la familia recibió a los invitados en su hogar, con la esperanza de que los invitados se enamoraran de la belleza de este espacio mágico.

Durante cuatro años, KM estudió en 'el campo', bajo la guía de su padre y su mentor, Sebastián Suárez. La producción creció de cuatro a quince toneladas. Se aprendieron lecciones, se tomaron notas detalladas, pero, sobre todo, se lograron sueños.

Después de perder a su padre en 2017, Kristin enfrentó su mayor desafío; creando y dirigiendo un negocio exitoso sin su mayor admirador. Con el apoyo de la familia y la comunidad, Lechuza comenzó a ganar terreno.

Ahora procesando más de 58 toneladas, dos hermosos hijos después, la familia Lechuza ha crecido a un equipo de 11, todos con manos manchadas de uva y corazones llenos de vino. Nuestra esperanza, que cuando vengas a nuestro espacio, pruebes nuestros vinos, sepas la cantidad de amor e intención detrás de cada copa.

Kristin Magnussen, born in Southern California, had the privilege falling love with Baja from a young age. Exposed to beaches, valleys and camps, Kristin and her family quickly learned the hidden beauty best found down cactus filled dirt roads, with breathtaking ocean views

In 2003, parents, Ray and Patty Magnussen founded what is now Lechuza. As a empty, overgrown lot, they were visionaries. Guided by neighbors and friends, the Magnussen’s planted the vineyard in 2005 with four different varietals, Cabernet, Merlot, Tempranillo and Nebbiolo. At this time, father Ray Magnussen, attended UC Davis to properly lead this family ‘hobby’. In just 7 years, the family had a cave filled with beautiful wines and great potential for growth.

As a young adult, Kristin attended culinary and hospitality school in Santa Barbara. This experience allowed her to fall in love with the wine world. Being exposed to winemakers, chefs and farmers, the the choice was easy… She would be Valle bound.

After a few months, Lechuza open their doors to the public, March 2013. At this time, Valle was much more different than what we know today. With humble patio bbq’s, the family welcomed guests to their home, with the hopes that the guests would fall in love with the beauty of this magical space.

For four years, KM studied in ‘el campo’, under the guidance of her father and their mentor, Sebastian Suarez. The production grew from four to fifteen tons. Lessons were learned, detailed notes were taken, but most of all, dreams were achieved. After loosing her father in 2017, Kristin faced her biggest challenge; creating and running a successful business without her biggest fan. With the support of family and the community, Lechuza started to gain some serious traction.

Now processing over 58 tons, two beautiful children later, the Lechuza family has grown to a team of 11, all with grape stained hands and wine filled hearts. Our hopes, that when you come to our space, taste our wines, you know the amount of love and intention behind every single glass.

ESTAMOS: ¿Quién es Krisrin Magnussen?

KM: Soy un inmigrante orgulloso de México, en el que se me ha brindado abundancia de amor y oportunidades. Soy enóloga, madre, hija, amiga y mentora.

ESTAMOS: ¿Qué es lo que te motiva, porque sueñas y despiertas todos los días?

KM: Me motiva la oportunidad. Cada día estoy rodeado de belleza y alegría. Sé que hay un mundo esperándome para explorar, aprender y amar.

ESTAMOS: ¿En qué momento de tu vida te encuentras, profesionalmente?

KM: Profesionalmente, siento que estoy en el momento de mayor hambre de mi carrera. Me emociona crecer al lado de tantos grandes artistas, aprendiendo, innovando y creando. Esta es solo la etapa de la infancia de algo grandioso.

ESTAMOS: ¿Qué piensas del momento que está pasando el Vino Mexicano en la industria mundial del vino?

KM: El vino mexicano, como la cultura mexicana, está lleno de integridad e ingenio. Creo que el mundo se está preparando para recibir al mundo vitivinícola mexicano como un giro completo hacia lo que se espera. Hay énfasis en los clásicos combinados con una colección de diferentes antecedentes educativos y experiencias.

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