Magisterio 31

Page 1



e

ditorial

La equidad de género se ha planteado como cuestión fundamental de nuestro tiempo, luego de que el siglo XX fuera reconocido como el de la lucha de las mujeres por la plena aceptación de sus derechos. En organismos internacionales, nacionales y regionales se han discutido reformas legales que establezcan igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, pero todavía no se logra el cambio de actitud necesario para consolidar avances en este sentido. La lucha de las mujeres feministas en el siglo XIX demostró que no era necesario oponer los derechos de ambos sexos, pues bastaba con igualar condiciones y mantener diferencias para armonizar intereses y sentar bases de bienestar y prosperidad para todos. En otras palabras: no era preciso llegar antes ni después, sino al mismo tiempo. Frente a los rezagos que aún se observan, se considera necesario llevar adelante las reformas, pero no sólo en el ámbito de lo jurídico, sino fundamentalmente en el campo educativo, ya que la educación es el único medio eficaz que se conoce para lograr el cambio de actitudes a través del aprendizaje. Desde temprana edad, las nuevas generaciones deben entender que la diferencia de sexos es un fenómeno meramente biológico y que es tan importante –como escribió el poeta Walt Whitman- ser hombre como ser mujer. La misión del educador –insistimos- es lograr en sus alumnos el cambio de actitud. Si esto sucede, todos los cambios, innovaciones y reformas en el ámbito de lo social vendrán por añadidura. En este número de la revista Magisterio presentamos diversas opiniones y puntos de vista sobre el tema, como muestra del interés que existe entre los docentes del sistema educativo estatal por impulsar la reflexión colectiva acerca de asuntos que hoy ocupan la atención de hombres y mujeres en el mundo occidental y que están avanzando lentamente en países tan aferrados a prácticas y costumbres sexistas como son los del oriente medio. Nuestro país está inmerso en este cambio de mentalidad que gana terreno con mayor rapidez en las ciudades y exhibe importantes rezagos en el medio rural. MAGISTERIO MAGISTERIO

1 1


El género en

Educación Profesor Javier Naranjo Velázquez Investigador del ISCEEM. tlamatinime12@hotmail.com Y Liliana Cuellar Martínez Profesora de Educación Cívica y Ética, en la escuela Secundaria Estatal “Manuel Hinojosa Giles” T.V. Municipio de Chalco, Estado de México. alily23@hotmail.com

Mujer y hombre o mujer, hombre

L

as transformaciones sociales que ha traído el nuevo milenio vienen acompañadas de contrariedades para unos y bondades para otros, las cuales podemos configurar como contradicciones o cambios paradigmáticos; así, encontramos diferencias muy demarcadas como: los niveles económicos, los sistemas excluyentes, la transformación, conformación y configuración de culturas, así como la apropiación de otras identidades que son diferentes de las nuestras. Durante el siglo XX la lucha por abatir las diferencias sociales generó investigaciones específicas sobre la mujer, de ahí que se haya conocido como “el siglo de las mujeres”. Las acciones tomadas en pro de las mujeres han logrado ocupar espacios laborales, políticos, familiares y de muy diversa índole. Cierto es que las estructuras sociales se van transformando pero aun la mujer no ha logrado impactar en todos los ámbitos de desarrollo. 2

MAGISTERIO


La conceptualización de mujer, ha trascendido despectivamente a un ser de segunda clase como lo llegara a enunciar Aristóteles, a un concepto más elaborado. Pero ¿qué es ser mujer? Ser mujer hoy en día es no desear competir con el hombre, sino compartir diversos ámbitos tanto públicos como privados, ser mujer es mantenerse en la lucha constante por lograr propósitos personales y sociales que la hagan sentirse satisfecha de la labor que realiza, como persona y como integrante de una sociedad que reclama su participación activa y consciente por alcanzar un mejor nivel de vida. Una revisión historiográfica nos remite a un concepto de mujer enmarcado por la sumisión y la discriminación por parte de los varones, incluso la discriminación se da entre las mismas mujeres bajo la relación madre-hija, esposa-amante, amiga-rival, etc,. La historia de la humanidad ha favorecido a los hombres, nos cuenta las grandes hazañas hechas por hombres importantes señalándolos como representantes de la humanidad y por supuesto todo lo que los rodea está a disposición de ellos, la mención hecha hacia mujeres sobresalientes se reconoce como hecho insólito y hasta cuestionable (por ejemplo las amazonas, quienes por participar en guerras no eran consideradas completamente mujeres, ni completamente hombres). Esto implica que la mujer ha estado sujeta al hombre ya sea como madre, esposa o hija, en palabras de Octavio Paz la mujer vive presa en la imagen que la sociedad masculina le impone. Bajo este hecho y después de siglos de dominación las mujeres cuestionan su papel en la sociedad, una de las primeras representantes del feminismo es Simone de Beauvoir quien analiza la función social de la mujer, misma que no se considera un ser humano igual al hombre, sino relegada a un segundo plano de importancia y a no disfrutar de más derechos que tener esposo e hijos, y destinada a desempeñar una buena función como esposa. Otro ejemplo se da en Francia con Olympe de Gouges quien propuso a la Asamblea Nacional la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, lamentablemente la sociedad de la época no estaba

preparada para ello y determinaron que muriera en la guillotina. Conceptualización del término género A lo largo de la historia se han dado diferentes movimientos sociales impulsados por mujeres, en busca del reconocimiento e igualdad ante los hombres, para el desarrollo adecuado del grupo social al que pertenecen. La igualdad que se pretende lograr se refiere específicamente a cuestiones de equidad, igualdad y respeto. Entre los seres humanos podemos distinguir dos diferencias muy específicas por aclarar: el sexo y el género.

MAGISTERIO

3


El sexo, se refiere a la diferencia que existe en la composición bioquímica: los pares cromosómicos, XX para la mujer y XY para el hombre. El sexo está determinado biológicamente y denota diferencias de otras especies1. Esta caracterización hace referencia a las diferencias físicas y fisiológicas de hombres y mujeres; de la diferencia sexual parten los roles sociales. El género, se compone de la cosmovisión (caracterización ideológica) que cada sociedad tenga de cada sexo, es decir, la sociedad impone características de comportamiento y conductuales tanto para hombres como para mujeres. El género es definido como la construcción social que se impone

a un cuerpo sexuado2. El género encierra actitudes, ocupaciones y lineamientos que demarcan el modo de vida de hombres y mujeres en lo social, familiar y comunitario, dicho modo de vida es construido por la tradición cultural y las expectativas de la sociedad que se transmiten por generaciones a través del comportamiento de las personas, se observa lo que hacen, las decisiones en que participan, los recursos que controlan y las responsabilidades que asumen. A partir del nacimiento de una niña o niño el grupo social más cercano, la familia, asigna capacidades y el cuidado que se tendrá con ellos. La familia mexicana, pese a los intentos por avanzar en la equidad de género, continúa con los patrones tradicionales, si es niño se tiene un gusto

2

4

MAGISTERIO

1 Lagarde, Marcela. 1988.p.72 Hierro, Graciela. Género y desarrollo pedagógico. Revista Paedagogium. Año 3 número 16. marzo-abril 2003


especial, pues refleja la trascendencia del apellido familiar, mientras que con la niña se considera que el apellido se pierde. Además cuando se trata de una niña hay más recomendaciones de cuidado para toda la vida, pues se argumenta que ella sufrirá más que el niño; el trato durante la infancia es determinante para la conceptualización y aceptación del género, así como de la contraposición que pudiera darse entre niñas y niños. A las niñas se les encamina para desarrollarse básicamente en el ámbito privado (hogar), se les forma como un ser para los otros. El énfasis está puesto más en las demás personas que en la mujer misma y en su propia vida, características de la condición femenina son la subordinación, timidez, el temor; considerar que la mujer es impotente para

enfrentar la vida, que no puede y no se atreve a inventar nuevas cosas, se duda de sus capacidades de representación social y de mando3. y es que bajo estos términos a una niña se le sobreprotege argumentando que su suerte dependerá en gran medida de a quien elija para esposo, si tienes suerte te tocará un buen esposo que te proteja es una frase común en los hogares mexicanos. A los niños se les forma bajo otra idea “ser para sí”, a la inversa del femenino los hombres víven más para ellos que para las demás personas. Esto significa que su ser es el centro de su vida. Características de la condición masculina son la constante competencia, debido a que deben mostrar que tienen el poder y reconocimiento social, su potencia y capacidad para describir cosas y para aventurarse, su trabajo es visible y genera remuneración económica, tienen la propiedad de los objetos y los recursos, tienen poder de dominio4. Los niños siguen un patrón de conducta ligado a la supuesta superioridad masculina. El enfoque de género no busca contraponer a la mujer y al hombre, más bien pretende a enfrentar la problemática de la inequidad y buscar alternativas de solución. El concepto de género ayuda a comprender que muchas de las cuestiones que pensamos son atributos naturales de los hombres y de las mujeres realmente son características construidas socialmente y que difieren de la composición biológica. Usos de la categoría género En los años setenta el feminismo anglosajón impulsó el uso de la categoría gender o género, que ya había sido empleada desde 1955

Lagarde, Marcela. Hombre y mujer. Lo que se llama género. P. 238 4 Ídem 3

MAGISTERIO

5


por John Money; con la finalidad de diferenciar las construcciones sociales y culturales de la biología5, el objetivo era demarcar que las características femeninas se adquirían mediante la convivencia en sociedad y no devenían biológicamente. La dificultad que se presentó para emplear la palabra género en español fue que el término anglosajón alude directamente a las relaciones sociales entabladas por el sexo; pero al realizar la traducción al español hay dificultades6, el género se relaciona con la clase, especie o tipo al que pertenecen los objetos; en español hablar de género refiere al estilo literario, género musical o producto, después de un arraigo considerable de las investigaciones sobre las relaciones entre hombre y mujer mencionar estudio de género ya se relaciona con la construcción social de los sujetos. Aunque hablar de género implica ambos sexos la perspectiva de género se usa básicamente para referirse a las mujeres, de tal forma que en la comunidad hispana género se ha convertido en sinónimo de mujer7. 6

MAGISTERIO

En el ensayo de Joan W. Scout, el género: es una categoría útil para el análisis histórico8. Últimamente cierto número de libros y artículos cuya materia es la historia de las mujeres, sustituyeron en sus títulos mujeres por género9. En algunos casos esta acepción, aunque se refiere vagamente a ciertos conceptos analíticos, se relaciona realmente con la acogida política del tema. En esas ocasiones, el empleo de género trata de subrayar la seriedad académica de una obra, porque género suena más neutral y objetivo que mujeres. Género parece ajustarse a la terminología científica de las ciencias sociales y demarca la política del feminismo. En esta acepción, género no comporta una declaración necesaria de desigualdad o de poder, ni nombra al bando (hasta entonces invisible) oprimido... género incluye a las mujeres sin nombrarlas y así parece no plantear amenazas criticas10.

5 LAMAS, Marta. “La antropología feminista y la categoría ‘género’”, en Nueva Antropología. Estudios sobre la mujer: problemas teóricos, núm.30, Ludka de Gortari (coord.), CONACYT/UAM Iztapalapa, 1986, pp.173-198 6 El diccionario del uso del español, de María Moliner, consigna cinco acepciones de género; la última es relativa al género gramatical, esto para el idioma español. 7 LAMAS, Marta. Usos, dificultades y posibilidades de la categoría género. La ventana, revista de estudios de género, agosto 1995 8 En James Amelang y Mary Nash, Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Ediciones Alfons el Magnanim, 1990 9 “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en James Amelang y Mary Nash, Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Ediciones Alfonso el Magnanim, 1990 10 Idem


Tanto hombres como mujeres estamos convencidos de que hay enormes problemas que reflejan injusticia hacia los grupos considerados socialmente como minorías, es decir; las mujeres. (Estadísticamente no es así, según datos obtenidos en el censo de población 2000, de la población total de México 50.2 millones son mujeres y 49.8 millones son hombres). La educación es el medio por el que se propagan estereotipos de comportamiento social y tradiciones culturales, de tal manera que acontecimientos de hace años incluso siglos con respecto a la diferencia sexual se continúa usando lo suficiente para generar en el siglo XXI cuestiones de discriminación e inequidad hacia la mujer impidiéndole un desarrollo pleno de sus facultades y posibilidades que como ser humano tiene.

Otras distinciones que se hacen de la categoría género son: sustituir género por sexo; sugerir que no sólo refiere a las mujeres sino al contexto donde se desenvuelven ambos sexos. Género y educación La educación es un compromiso y una oportunidad para remover los esquemas tradicionales de la sociedad. Educar para un mundo mejor, más justo, más libre y más equitativo es el compromiso vital que hombres y mujeres de esta generación tenemos de frente11. Si bien es que cierto en el discurso se habla de equidad en educación, hoy en día miles de personas siguen sufriendo su condición de género padeciendo modos de vida denigrantes tanto para hombres como para mujeres, tales como la venta de mujeres en las comunidades indígenas, urbanas y marginadas12.

La educación del pueblo mexicano es un aspecto sobre el que se ha trabajado con intensidad pero los esfuerzos hechos no han sido suficientes. El artículo tercero constitucional dice, entre otras cosas, ... la educación tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano, ...luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios, ...evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos13. En el discurso son amplias las expectativas y los compromisos de quienes participan en la formación de las generaciones, tal es el caso nuestro; pero en las estadísticas y en el reflejo de la sociedad podemos observar lo siguiente: La población analfabeta de 15 años y más14 en 1997 era de 10.6 % equivalente al 6.4 millones de personas, 2.3 millones (35%) del sexo masculino y 4.4 millones (65%) del sexo femenino15; con respecto a otros años, pues se nota avance en la disminución de estos índices, pero se continúa presentando el mayor rezago en las mujeres.

Por otra parte el nivel de instrucción alcanzado en la población de 15 años y más hasta el año 2000 es de: personas sin instrucción, mujeres 10.1% y hombres 7.6%; educación primaria completa, mujeres 20% y homRevista Paedagogium. Año 3 No. 16 Marzo-abril 2003. p. 2 Es sabido que en algunas de las comunidades indígenas la venta de mujeres responde al patrón cultural, las mujeres bres 18.4%. En secundaria hay son propiedad del padre y éste las vende a los esposos, la mujer indígena es tomada como un producto para la compra-venta, obviamente la mayoría de ellas asume tal situación por considerarse normal y parte del papel que cambios significativos, mujeres corresponde a las mujeres. No así en las comunidades urbanas y zonas marginadas; aquí la compra-venta de mujeres 18.4% y hombres 19.6% con sese relaciona con el tráfico sexual, no necesariamente la venta se realiza por el padre y por supuesto no se vende a un esposo, sino al mejor postor. cundaria terminada. Bachillerato Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La encuesta realizada por el INEGI contempla el rango de edades a partir de los 15 años sin hacer una clasificación o equivalente, mujeres 7.2% y más detallada de las edades específicas para distinguir en que rango de edad existe mayor analfabetismo. hombres 5.0%; en el nivel supe11 12

13 14

15

Censo de Población y vivienda 2000 INEGI

MAGISTERIO

7


rior regresamos a la tendencia de mayor instrucción en hombres, licenciatura hasta 1997 mujeres 0.4% y hombres 0.8%16 Los datos anteriores reflejan que las políticas recomendadas por organismos internacionales sobre erradicar el analfabetismo y realizar programas que favorezcan la equidad entre sexos en educación ha propiciado que el gobierno nacional proponga programas de alfabetización en comunidades apartadas de los centros urbanos, aunque si observamos con detenimiento, es mayor el porcentaje de mujeres sin instrucción; en primaria cambia la perspectiva obedeciendo quizá a que algunos varones se desprenden de la escolarización para ingresar al mercado laboral dado que como hombres tienen como función aportar ingresos económicos al hogar lo antes posible. En secundaria y bachillerato un mayor número de hombres completan su instrucción, y las mujeres se van rezagando, debemos considerar aquí que en muchas familias basta que las mujeres terminen la instrucción básica pues deben prepararse en labores atribuidas a su condición de género. En niveles de instrucción superior los hombres cuentan con una mayor preparación, aunque cabe la mención, la matricula en estudios de profesional medio fue del 46.7% en hombres y 53.3% en mujeres, mientras que en educación Normal se registraron 35.9% hombres y 64.1% mujeres17. Carreras cortas, sin muchas pretensiones mientras me caso, o por si el matrimonio feliz para toda la vida no resulta, o carreras femeninas que, además, pueden ser de mucha ayuda para la crianza de los hijos18.

La palabra educación tiene distintas definiciones; educere: ir hacia fuera, sacar, extraer. O bien derivada del latín e-ducare: guiar o conducir, este último significado se ha manifestado en la educación impartida en México; guiar al alumno en la adquisición de conocimientos y en su integración a la sociedad se ha hecho bajo criterios de cada profesor o profesora, pues separarse de los paradigmas personales en el ámbito laboral no es algo que se haya logrado por parte de los docentes; entonces se ha difundido la concepción personal de maestras y maestros sobre hombres y mujeres, una idea del hombre competente y la mujer incapaz de igualarse a los hombres. En las escuelas se ha continuado con actividades tales como, las filas de hombres y mujeres; competencias deportivas entre sexos; actividades extracurriculares diferentes y selectivas como taller de corte y confección, cocina o bordados para mujeres y electrotecnia o carpintería para hombres; uso del color rosa para mujeres y azul para hombres en la decoración de objetos (preescolar); incluso en fechas tradicionales el adorno del salón de clases es trabajo encargado a las mujeres, mientras que los hombres pintan butacas o reparan áreas verdes. En el ejercicio cotidiano de la docencia no debemos perder de vista lo enunciado en el artículo tercero constitucional, discurso que como ya se mencionó plantea una educación sin tendencias diseriminatorias de hombres y mujeres, más bien debemos participar en que la socialización de alumnas y alumnos se realice de manera armónica, resaltando el trato justo e igualitario no generando rivalidad entre ellos. Aunque para ello debieran contar los docentes con un amplio criterio sobre la perspectiva de género. Queremos finalizar, éstas breves líneas citando a la Dra. Graciela Hierro, cuando enuncia que la educación se entiende como la adquisición y la transmisión de contenidos valiosos, a través de medios morales, que suponen conciencia y voluntad en quien los transmite como en quien los recibe, se identifica con lo valioso y de ser medio se torna en fin19.

Considerando esta información habrá que cuestionarnos sobre el papel de la educación en la construcción y avance de la equidad de género. Población de 15 años y más por nivel de instrucción según sexo %. Sistema de indicadores 16

para el Seguimiento de la Situación de la Mujer en México (SISESIM).INEGI, 2000 17 Estadísticas educativas de hombres y mujeres 2000. INEGI 18 MARTÍNEZ, Hernández Ana María del Pilar. Pedagogía y perspectiva de género. 19 HIERRO; Graciela. Naturaleza y fines de la educación superior. P.3-8

8

MAGISTERIO


El discurso de la

e x u a l i d a d iinfantil nfantil ssexualidad Soraya Iliana Cano Hernández Doctorante en el Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México sorayailiana@hotmail.com

E

l discurso de la sexualidad infantil en el nivel preescolar, también ha respondido a la política educativa en México, se ha ido construyendo un imaginario social en torno a ello. Esto es lo que se va a reflexionar en el presente artículo. Porque la sexualidad infantil en el nivel preescolar requiere de un nuevo discurso, un nuevo imaginario que reconozca los derechos de todos, hombres y mujeres, en su diferencia sexual, en su identidad hombre o mujer, en su libertad de decidir lo que es bueno para cada uno de ellos y no caer en estereotipaciones falsas que denigran y excluyen; el respeto a la vida, el respeto a la intimidad, a la justicia, el respeto al mundo y sus diferencias, respeto a la solidaridad e integridad.

del que se han apropiado las instituciones y que se ha impuesto socialmente, mediante la escuela y la sociedad. Al tratar el asunto de la sexualidad, va implícito el de la educación de la sexualidad. Lo que se entenderá como educación de la sexualidad y no educación sexual; porque la refiere en forma holística a lo biológico, psicológico y social. Y no meramente a lo biológico, que es reducir el acto educativo, en acto informativo – preventivo. Es vivir consciente de u n a

Porque se nos ha condicionado ideológica y políticamente para tener una visión de la vida homogénea, y se requiere aprender a no cerrarnos a una sola forma de ver la vida, sino enriquecernos de su diversidad cultural. El artículo se divide en: 1) introducción, la cual reflexiona sobre la construcción que se ha hecho sobre el sujeto de la sexualidad. 2) desarrollo, en el que se destaca cómo la racionalidad de la escuela ha conceptualizado al sujeto infantil y su sexualidad. Y por último, 3) conclusiones. Se anexa bibliografía. 1. Introducción El presente artículo, intenta reflexionar y hacer un somero análisis en torno al discurso construido, acerca de la sexualidad y el cuerpo infantil. Discurso MAGISTERIO

9


sexualidad placentera y gozosa que nos acompaña a lo largo de “toda nuestra vida”. Sexualidad se entiende como: “una construcción de la inteligencia humana, que transfigura, transforma y tal vez deforma el sexo biológico. Por eso es posible hablar de una poética de la sexualidad, de su invención, creación, recreación o destrucción”1; destrucción que se ha construido del término, desplegado a través de los tiempos, a cargo de las instituciones sociales. Como es bien sabido, el discurso sobre la sexualidad, ha sido un discurso patriarcal que nos ha enseñado que los niños son débiles, aptos para aprender conocimientos, que socializan al interactuar con los otros, pero para el psicoanálisis no es un sujeto débil, ni con conocimientos, más bien es mirado como un ente con una estructura psíquica y una vida psíquica igual que la nuestra. El Estado y la escuela se han encargado del niño; la escuela, institución de “poder”, determina lo que se puede y no se puede respecto al cuerpo infantil, y qué pensar de su sexualidad; por lo que interesa en el presente artículo: la sexualidad en el nivel preescolar; es decir, la sexualidad de niños y niñas de tres a 6 años de edad.

2. Desarrollo. La infancia se ha visto como un periodo de inmadurez. La psicología cognitiva y el constructivismo, ven a un sujeto que construye sus conocimientos, a partir de la interacción que tiene con los otros, sean sujetos, objetos, o aprendizajes (conocimientos); pero así visto, la racionalidad de la escuela le ha dado más importancia, a lo intelectual, que a los sentimientos y los afectos; lo que el niño percibe de sí mismo y de su relación con los demás. Tal vez ahí se encuentre el origen de muchas circunstancias que se suscitan en el aula y que le impida acceder a los conocimientos. Ahí se inscribe también su sexualidad. Los niños vistos así parcialmente, desde el sujeto biológico o evolutivo, del que nos hace referencia Piaget, un sujeto cognitivo; y que lo más importante es lo que aprende y que este aprendizaje sea lo suficientemente significativo, para que lo recuerde en cualquier situación de la vida; no nos dice nada de un niño social e histórico, en un contexto escolar y familiar único, ahí en esa heterogeneidad cultural, hay que desencadenar la interpretación y escuchar lo que nos quieren decir, o tal vez nunca nadie les haya puesto atención. Gimeno Sacristán nos dice que en el currículum se han volcado todas las urgencias y necesidades de este tipo de sociedad, y que para esto se requiere de una acción educativa. Así el producto de la educación es un individuo culto, buen ciudadano y trabajador. Y que se refuerza también por la religión (si eres bueno vas por el camino de la salvación). “…la psicología nos ha dado la construcción científica de ser inmaduro, la creencia de que la infancia era una manifestación inmadura del hombre en plenitud, la de que el niño es un homúnculo, o la creencia religiosa de que el niño nace al mundo marcado por el mal del pecado, han podido justificar durante mucho tiempo procedimientos disciplinantes y correctivos, tratamientos irrespetuosos con sus derechos como tal ser pleno… y someter su inmadura razón

Marina, José Antonio. El rompecabezas de la sexualidad. Compactos Anagrama, Barcelona, 2002, p. 33. 1

10

MAGISTERIO


a la Razón representada por la cultura objetivada en el currículum.”2 Se vuelve una inhibición constante de la sexualidad a instancias de la cultura y ¿cómo hace la escuela para que quede inhibida la emergencia de la sexualidad de los niños del nivel preescolar? Excluyéndola del currículum, y el docente por ende discursiva y actitudinalmente, porque basta con una mirada para que quede inhibida una función. Una mirada de desaprobación y rechazo ante su sexualidad. Entonces en la escuela también se encuentra inscrita la sexualidad; en el aula, en un intercambio pulsional; que va más allá de lo que se traduce en la palabra, mediante el lenguaje, son actitudes, que expresan su sexualidad y erotismo; a esto no se le ha dado importancia en el aula. A través de un discurso niño y niña son nombrados y ellos aprenden desde un parámetro y sociedad patriarcal, sobre su sexualidad, a acallar cualquier “despertar” sexual de los infantes escolares, y digo despertar, porque cualquier acontecimiento sexual vivenciado por una niña o niño, que salga de los parámetros “normales”, es catalogado como un evento precoz y pervertido.

“Es decir, en algunas ocasiones cuando el maestro o maestra, se encuentra ante un evento inusual, de los niños en el nivel preescolar, como encontrarlos, en el baño observando sus genitales, tallarse insistentemente sus genitales, con algún mueble, o con algún compañero; provoca alarma en el docente; incluso cataloga al niño o a los niños, con una actitud precoz, en comparación de sus demás compañeros, que todavía son inocentes, a ese tipo de actividades que para su edad no es algo normal”.3 Discurso que se construye alrededor de estos eventos, tremendamente castrador, incluso de catalogar al niño como precoz es frustrante e hiriente. Las características de ese discurso patriarcal son: posesivo, lineal y punitivo. Posesivo, porque se posesiona del cuerpo del niño y de la niña, y lo nombra formando un discurso antiséptico. Y entonces ante eventos de los niños que expresan su sexualidad, se invade, por todos los medios educativos, los conceptos de higiene del cuerpo, limpieza del área genital y anal, conocimiento de todas las partes del cuerpo, la concepción, el nacimiento, entre otras; esto ha formado el discurso más atinado y causa de preocupación de sexólogos y educadores, para abordar la educación de la sexualidad infantil, cuando sienten que ésta se ha desbordado.

Gimeno Sacristán, José. Poderes inestables en educación. Morata, España, 1999, Capítulo cuarto, pp. 207-8 2

Cfr. Prieto López, Maria Isaura. ¿Inocentes o sexuales? Educación de la sexualidad en las niñas y niños de 0 a 6 años de edad. (tesis), Lic. educación preescolar, UPN, México. Y en: SALCIDO Fuentes, Martha Patricia. Actitud de los padres frente a la sexualidad infantil (tesis). Lic. Educación Preescolar, UPN, Zapopan Jalisco, 1992 3

Jung, Carl Gustav. Lo inconsciente. En la vida psíquica normal y patológica. Losada, 2ª. Reimpresión, traducción de Emilio Rodríguez Sadia, México, 2003, p. 41 4

5

Instituto Nacional de Evaluación Educativa.

Dato proporcionado en el seminario público: México ante los objetivos de Desarrollo del Milenio: Diagnóstico y propuestas, Rumbo al 2015 6

Nos dice Jung “que vivimos bárbaramente hipnotizados por la cosa, y olvidamos la persona.”4 Así buscamos diferentes conceptualizaciones que definan al niño, su cuerpo y su sexualidad; pero olvidándose del sujeto que la vivencia y que en esa vivencia está inscrito su ser; precisamente la intención es encontrar las consecuencias y el estado de cosas respecto a la sexualidad, pero a partir de un discurso al que le interesa la persona, y lo que le sucede. En preescolar se ha dado más importancia a la cobertura: “que todos los niños de tres a cinco años tengan una escuela en el 2008” y según datos del “INEE”5 en este ciclo escolar el número de niños aumentó de 350,000 y para el próximo ciclo escolar, se espera aumentar a 490,000 niños más; pero esto no implica, que se dé una mejor calidad de servicio educativo en las aulas”.6 MAGISTERIO

11


preguntar ¿un grupo hegemónico, político y económico se ha encargado de ello? La disciplina es una categoría, un discurso, “vigilar y castigar”, este es el orden del discurso, que surge del patriarcado, de su racionalidad cultural, de ese poder masculino. Así el mundo de la globalización se introyecta en la política educativa y la educación responde a las necesidades del mercado. Margarita Noriega en su libro Globalización, ciudadanía, docentes y educación, concluye que es necesario recuperar “el sentido de la educación como derecho universal, sin equiparar ese derecho con la homogeneización, sino por el contrario reconociendo en la diversidad un rasgo intrínseco de la condición humana. Pero en un mundo que propicie oportunidades de desarrollo.” 9

Nos dice la Dra. Margarita Noriega, que la meta es la cobertura, no la calidad del servicio educativo, y a expensas de ahorcar los salarios de los maestros pero “(…) la prioridad fundamental es la educación primaria, para “acumular capital humano.”7

Oportunidades de desarrollo para hombres y mujeres. Hombres y mujeres seguimos en una desventaja, tomamos posiciones que no son nuestras, son inventadas patriarcalmente, constituyéndose un destino. Es la cultura la que dicta la condición femenina y masculina.

Así vista, la política aplicada a la educación en el nivel preescolar, deja desprotegidos problemas fundamentales como la desigualdad de las mujeres, problemas de género y la sexualidad infantil.

El niño y la niña viven su sexualidad independientemente de todo esto, pero ¿tienen la libertad de escoger cómo vivir esta sexualidad individual, sin caer en los estereotipos rígidos de lo que una niña o un niño “deben ser”?. ¿Tienen la libertad de vivir su identidad sexual aunque ésta no coincida con su sexo de asignación? Lo único que todos sabemos es que niños y niñas se constituyen en dos proyectos de vida contrapuestos, “las mujeres… categoría del “ser para otro” puesto que se le impone la conciencia masculina, la cual le impide “ser para sí”10; es decir, el ser masculino.

Niños y niñas que se han constituido en la disparidad de género, según los arquetipos masculino y femenino, que la sociedad les ha impuesto o mejor dicho una sociedad patriarcal. Incluso una vorágine publicitaria que te vende una identidad “ideal”. El telemarketing ha formado una nueva cultura, que sólo son distractores, de una realidad que ha sido generalizada, esto trae como consecuencia, una pérdida de identidad, una autofabricación del yo, diría Freud un enmascaramiento de la personalidad. Y sobre todo una perdida de la realidad. Desde ahí se ha posicionado el ser “mujer” y ser “hombre”; desde el nacimiento, hay todo un ritual, que da bienvenida al niño y a la niña. Los padres, sus hermanos y demás personas que están a su alrededor, compartimos arquetipos8 que son asignados sexogenéricamente. El sujeto de la sexualidad y de su cuerpo, está sancionado por una moralidad impuesta, por un discurso patriarcal que se ha construido, sobre los niños. Es permisible 12

MAGISTERIO

Noriega Chávez, Margarita. Las reformas educativas y su financiamiento en el contexto de la globalización: el caso de México, 1982-1994. UPN, Plaza y Valdés, México, 2000, p. 155 7

Jung explica que el arquetipo es una especie de predisposición a reproducir siempre las mismas o semejantes representaciones míticas; son las huellas, muchas veces repetidas, de reacciones subjetivas. 8

9

Noriega, Margarita, op. cit.p. 26

10

Hierro, Graciela. Ética y feminismo. UNAM, Diversa, México, 2003, pp.11 – 12


La escuela tiene que hacer consciencia de la subjetividad del niño y de la niña, de cómo vivencian su particularidad de ser hombre y mujer y hacer de esos problemas privados, espacios públicos de reflexión, mediante el diálogo y la escucha a los alumnos. Porque no son problemas de una sola familia. Lechner dice que todos esos sentimientos, no los hemos verbalizado. “Y construir un imaginario de nosotros y a esto nos dice Robert Lechner que las personas requieren de un imaginario de nosotros para llegar a experimentar los procesos de cambio como el resultado de su propia acción”11 pero todos en la convivencia creamos nuestros propios imaginarios, a partir de nuestras propias experiencias. 3. Conclusiones Abandonar la visión unilateral de hombre racional, trabajador, empírico y económico, también hay un ser afectivo, lleno de mitos y delirios o diría Ricoeur de “deseos”. Y en el nivel preescolar, reconocer a un sujeto con una vida interior única, que ha construido a partir de la relación con sus padres, sus hermanos y su entorno social que lo rodea. Edgar Morin dice que “el ser humano es un ser racional e irracional, capaz de mesura y desmesura; sujeto de un afecto intenso e inestable”12 comprender entonces que el niño también es un sujeto con sentimientos e inestabilidades emocionales y que tienen mucho que ver con su sexualidad. Y más que preocuparnos por las cifras que arrojan la necesidad de la cobertura en preescolar, preguntarnos qué está sucediendo al interior de esas aulas, porque no se trata de cubrir a las poblaciones, sino responder a las necesidades educativas de desigualdad en las mujeres, problemas de género y la sexualidad infantil.

Lechner, Norbert. ¿Cómo reconstruimos un nosotros?. Metapolítica, no. 29, mayo, junio, 2003, p. 5 11

Morin, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Correo de la UNESCO, México, 1999, p. 56 12

BIBLIOGRAFÍA: Gimeno Sacristán, José. Poderes inestables en educación. Morata, España, 1999. Hierro, Graciela. Ética y feminismo. UNAM, Diversa, México, 2003 Jung, Carl Gustav. Lo inconsciente. En la vida psíquica normal y patológica. Losada, 2ª. Reimpresión, traducción de Emilio Rodríguez Sadia, México, 2003 Marina, José Antonio. El rompecabezas de la sexualidad. Compactos Anagrama, Barcelona, 2002 Morin, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Correo de la UNESCO, México, 1999 Noriega Chávez, Margarita. Las reformas educativas y su financiamiento en el contexto de la globalización: el caso de México, 1982-1994. UPN, Plaza y Valdés, México, 2000 Prieto López, Maria Isaura. ¿Inocentes o sexuales? Educación de la sexualidad en las niñas y niños de 0 a 6 años de edad. (tesis), Lic. educación preescolar, UPN, México, 2004 Salcido Fuentes, Martha Patricia. Actitud de los padres frente a la sexualidad infantil (tesis). Lic. Educación Preescolar, UPN, Zapopan Jalisco, 1992

MAGISTERIO

13


en México, escrito en 1875 de que “La instrucción primaria a niñas se ofrece en proporción menor que a los niños; por cada cuatro escuelas para varones hay una para mujeres y la asistencia guarda la misma proporción. Relación semejante se observa en la educación secundaria: 78 para los jóvenes, 15 para las jóvenes” (Meneses, 1998:304).

D

urante la etapa del virreinato en nuestro país, el ingreso de las mujeres a los estudios superiores que ofrecía la Real y Pontificia Universidad de México, estaban vedados; las particulares condiciones femeninas de brillantez intelectual, vocación por el estudio y dedicación académica, no tenían importancia en el ámbito legal y cultural de esa sociedad machista y profundamente conservadora. El ejemplo clásico de lo anterior, se personifica en la experiencia de la “Décima Musa” Juana de Asbaje, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, quien desde su niñez tuvo la utópica inquietud de ingresar a la Universidad, aunque para tal empresa tuviese que ocultar su identidad femenina con ropa de hombre. Muchos años tuvieron que pasar y numerosos obstáculos se tuvieron que librar, para que las cualidades intelectuales de las mujeres pudiesen 14

MAGISTERIO

desarrollarse en las instituciones de educación superior en México. Durante el siglo XIX el paulatino avance de la participación de las mujeres en el estudio y desempeño de carreras liberales fue un proceso escabroso y complejo, que se prolongó hasta casi el crepúsculo de esa centuria, caracterizada por las resistencias y prejuicios de una sociedad gobernada política y culturalmente por hombres. Si bien los gobiernos liberales, posteriores a la restauración de la República, concedieron discursivamente a la educación un papel central para el progreso del país, los atrasos históricos heredados del virreinato y de las primeras décadas del México independiente se hicieron evidentes en el ámbito de la educación femenina. Así el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, José Díaz Covarrubias, da cuenta en su texto. La instrucción pública

Por lo anterior, era mínima la cantidad de mujeres con posibilidades de continuar sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria, la cual no tenía impedimento legalmente constituido para aceptar el ingreso femenino a sus aulas. Sin embargo el arraigo en las costumbres y tradiciones simbolizaba a la educación postsecundaria como un terreno de dominio fundamentalmente masculino, de este modo hacia 1875 no había ninguna mujer inscrita en dicha institución, esta situación se transformaría hacia la siguiente década cuando algunas mujeres se arriesgan a incursionar a los escarpados e inhóspitos ámbitos académicos de las instituciones de educación superior. No obstante, en la misma época se fundó la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres1 (1872), con el objetivo de preparar a las mujeres, generalmente de escasos recursos, para el trabajo productivo; cursos como el de

En el Estado de México, también se fundó en la misma época una escuela similar, la cual se transformaría un poco más tarde en la primera escuela normal para profesoras en la Entidad: la “Escuela Normal de Artes y Oficios para Señoritas” creada por decreto del gobierno estatal en 1891 1


Participación femenina en la educación superior en México Lilia Lechuga Ortiz Escuela Normal de Coacalco Estudiante del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación del ISCEEM

encuadernación, pasamanería, zapatería y filigrana de plata, iniciaron una serie de talleres que al paso de unos pocos años se transformaron conforme a las nuevas condiciones del país. “La industrialización durante el Porfiriato fue requiriendo la incorporación de la mujer a un trabajo más especializado, para el cual era necesario un adiestramiento. Las nuevas fábricas textiles y tabacaleras, las oficinas públicas de telégrafos y los pequeños

comercios que solicitaban contadoras, mecanógrafas y taquígrafas requerían una mano de obra calificada. Así, las escuelas de artes y oficios fueron saturando la demanda que exigía el país que se modernizaba.” (Bazant, 1999:119). Sin embargo esta preparación técnica, distaba mucho de configurarse como una formación de enseñanza superior.

Es hasta 1984, por Decreto presidencial del Lic. Miguel de la Madrid H., que la educación normal se eleva al rango de educación superior, por lo que el bachillerato pasó a ser su antecedente obligado. 2

Otra ventaja para el erario público, fue que a las maestras se le pagaban un salario inferior que el que se entregaba a los varones. 3

De igual modo, tanto la enfermería como el magisterio fueron en el siglo XIX las primeras áreas de formación profesional para la mujer, (ambas carreras ofrecían títulos) debido a la consideración de ser actividades de continuación de las labores domésticas relacionadas con la educación y cuidados de los hijos. Sin embargo, estas áreas de formación no tenían el estatus de educación superior.2 Particularmente la creación de la Escuela Normal para Profesoras de la ciudad de México (1888) tuvo gran aceptación por parte de las mujeres y la sociedad, fue “tanta la demanda que en 1896 debió cerrar las inscripciones por falta de cupo” (Bazant, 1999:133). Una de las ventajas del magisterio3 es MAGISTERIO

15


que se constituyó como “una carrera corta: duraba cuatro años (en 1891 aumentó a cinco) y sólo se requería la primaria para ingresar” (Bazant, 1993:134). Pero esa inquietud de las mujeres de arribar a una preparación académica, más allá de la básica, abrió la hendidura para la irrupción femenina a la educación superior formal e ingresar finalmente a la Escuela Nacional Preparatoria y posteriormente a las instituciones universitarias. Los antecedentes de esta especie de conquista de las profesiones “masculinas” se remonta a las postrimerías del siglo XIX, cuando un reducido grupo de mujeres “contra viento y marea” logró abrirse paso en las escuelas superiores de aquella época. Con ello no sólo dieron la primera batalla contra quienes temían que su entrada al mundo cultural y laboral masculino rompiera el “equilibrio” existente, sino que su ejemplo contribuyó a abrir la brecha por la que habrían de transitar las nuevas generaciones. (Alvarado:1) Así, en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, las representaciones sociales de las profesiones masculinas, se empiezan a resquebrajar. Las primeras mujeres en la historia del país obtienen títulos profesionales en el área de la medicina, el derecho e 16

MAGISTERIO

incluso la ingeniería. Los primeros pasos dados en esa época fueron definitivos para la lenta, pero constante incursión del sexo femenino en las instituciones de educación superior y postgrado, y por supuesto al ejercicio profesional de las mismas, junto a los varones a lo largo de todo el siglo XX y los albores del XXI.

unos de sus flancos de preeminencia. Sin embargo, aun existen ciertos rezagos que se acentúan en algunas universidades de provincia y en los estudios de carácter tecnológico, aún en la zona metropolitana4.

De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el avance de la matrícula femenina en la formación profesional a partir de la mitad del siglo pasado ha evolucionado de la siguiente manera:

En nuestro país, en distintos espacios académicos y profesionales, las mujeres son pilar de instituciones o empresas. Enhorabuena por ellas, y que su labor contribuya a eliminar la discriminación o exclusión que aún persiste hacia el sector femenino en algunos ámbitos de nuestra sociedad.

Si bien el porcentaje de matrícula, no está muy desequilibrado, la tendencia en algunos países, se orienta hacia una mayor participación femenina en las aulas universitarias, por ejemplo en naciones como Estados Unidos y Rusia, las mujeres representaban desde hace 8 años un 56% de la matrícula. (Escamilla, 2004:7)

Porcentaje de matrícula por sexo, de las Instituciones de Nivel Superior Año

Hombres

Mujeres

1950

88%

12%

1960

85%

15%

1970

82%

18%

1980

70%

30%

1990

60%

40%

2000

53%

47%

2004*

52%

48%

Fuente: ANUIES (1950-2000) 2004* (Escamilla).

Como se observa, el avance y consolidación de la matrícula femenina en estudios profesionales, ha sido una carrera vertiginosa en la segunda mitad del siglo XX. El magisterio sigue siendo

Fuentes de consulta: Alvarado, Ma. de Lourdes. Mujeres y educación superior en el México del siglo XlX. http://biblioweb. dgsca.unam.mx. 8/05/06 ANUIES. La ANUIES en la línea del Tiempo. 50 años de historia. ANUIES. México, 2000 Bazant, Mílada. Historia de la Educación durante el Porfiriato. Serie Historia de la Educación. El Colegio de México. Tercera reimpresión, México, 1999 Escamilla Gil, Guadalupe. “Tendencias de la matrícula de educación superior en México”. En Revista Mexicana de Orientación Educativa. Vol. I N° 2. marzo-junio 2004. México. Meneses Morales, Ernesto. Tendencias educativas oficiales en México. 1821-1911. Vol. 1. Centro de Estudios Educativos. UIA. México, 1998 Solana, Fernando et al. Historia de la educación pública en México. FCE. México, 1981

Por ejemplo, a principios de 2006, la matrícula del Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec (uno de los más importantes y reconocidos del país) reportó una inscripción de 2,151 mujeres y 3,416 hombres, que equivale al 38.6% y el 61.4% respectivamente. 4


Formación de docentes y perspectiva de género

Acacia Sandoval Rebollo Escuela Normal de Atlacomulco, México. Acacia_ena@hotmail.com

E

n los últimos años el concepto de género se ha colocado en el centro de diferentes debates teóricos. Pero también ha ocurrido que el uso erróneo del mismo lo ha reducido a un concepto asociado con el estudio de las cosas relativas a las mujeres. Es importante señalar que el género se refiere tanto a hombres como a mujeres y que la definición de feminidad se hace en contraste con la de masculinidad. La información sobre las mujeres es necesariamente información sobre los hombres; no se trata de dos cuestiones que se puedan

separar, lo que significa, entre otras cosas, comprender que el estudio del género es una forma de comprender a las mujeres no como un aspecto aislado de la sociedad, sino como parte integrante de ella. Los llamados estudios de género, en un principio estuvieron enfocados al análisis y reflexión de la posición de la mujer dentro de la estructura

social. Actualmente existe un abordaje más amplio en ese sentido; se implementa la categoría de género como una categoría más amplia de análisis y se incorpora el estudio de la masculinidad y la feminidad, en el contexto de relaciones, estructuras y condiciones sociales. Desde la antropología, la definición de género o de perspectiva de género alude al orden simbólico con que una cultura dada elabora la diferencia sexual. En este sentido, la categoría de género puede entenderse como “el conjunto de ideas sobre la diferencia sexual que atribuye características femeninas y masculinas a cada sexo. Esta simbolización cultural de la diferencia anatómica toma forma en un conjunto de prácticas, ideas, discursos y representaciones sociales que dan atribuciones a la conducta objetiva y subjetiva de las personas en función de su sexo. Así, mediante el proceso de constitución del género, la sociedad fabrica las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres.” (Szas y Lerner, 2000: 53). Es decir, el género es una forma de referirse a los orígenes exclusivamente sociales de las identidades subjetivas de hombres y mujeres. “El uso de género pone de relieve un sistema completo de relaciones que puede incluir el sexo, pero no está directamente determinado por el sexo o es directamente determinante de la sexualidad.” (Lamas, 1997: 271). No se nace mujer; se llega a serlo, afirma Beauvoir, y con ello deja clara la falta de coincidencia entre la identidad cultural y el género. Porque, además de que somos una construcción social, estamos construidos culturalmente, lo MAGISTERIO

17


que significa que se asumen lo que se denomina roles de género para “llegar a ser”. El rol o papel de género es el comportamiento de hombres y mujeres, esperado, regulado y tipificado por el contexto social y cultural en el que se encuentran inmersos, lo que, por otra parte lleva a estereotipar actitudes y valores deseables de masculinidad y feminidad. El género, por lo tanto, “se perfila como resultado de la producción de normas culturales sobre el comportamiento de los hombres y las mujeres, mediado por la compleja interacción de un amplio espectro de instituciones económicas, sociales, políticas y religiosas.” (Lamas, 1997:12). Una de esas instituciones es, por supuesto, la escuela. Si asumimos que el género es una construcción social mediada por instituciones de carácter social, y se asume que la escuela es formadora de sujetos sociales, entonces es posible comprender que la construcción de género es también resultado de un proceso escolarizado. La perspectiva de género no es una teoría ni una metodología. Es, básicamente, una manera de mirar los diferentes hechos y procesos sociales enfatizando en las asimetrías, desigualdades, inequidades y/o exclusiones resultantes de concepciones, percepciones, normas, prejuicios, mitos, sentimientos y valores respecto de la condición femenina y/ o masculina. (Rubiano, 1996: 35). La perspectiva de género implica reconocer que una cosa es la diferencia sexual y otra cosa son las atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones sociales que se construyen tomando como referencia a esa diferencia sexual. Todas las sociedades estructuran su vida y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual. Esta diferencia anatómica se interpreta como una diferencia sustantiva que marcará el destino de las personas. Lo lógico, se piensa, es que si las funciones biológicas son tan dispares, las demás características –morales, psíquicas– también lo habrán de ser. Al hablar de formación de docentes y perspectiva de género, no nos proponemos discutir el papel supuestamente real y objetivo de las mujeres en el marco de la docencia. Se trata, en todo caso, de abordar al género como simbolización 18

MAGISTERIO

de la diferencia sexual, entendiendo que se construye culturalmente diferenciado en un conjunto de prácticas, ideas y discursos, entre los que se encuentra la escuela. El discurso pedagógico, las relaciones educativas cotidianas y, en definitiva, la educación en su sentido más amplio, se presenta frecuentemente como un espacio en el que el género es valorado en forma estereotipada. Hombre y mujer son socializados diferencialmente. Se espera de ambos actividades, funciones, comportamientos, sentimientos, actitudes y aún valores no sólo diferentes sino, en muchos casos, opuestos. La internalización de estos modelos (con base en premio-castigo) logra el objetivo de control social sobre el ser y quehacer femeninos fundamentalmente, lo cual tiene también un alto costo para el ser y quehacer masculinos. Hombres y mujeres socializados discriminatoriamente en todos los sistemas en los cuales participan desde su nacimiento, generan identidades masculinas y femeninas incompletas y estereotipadas, las cuales permiten la reproducción ideológica de los modelos de “ser” y “actuar”, haciendo invisibles las inequidades, discriminaciones y exclusiones. Las consecuencias de esta socialización para la población femenina son: subvaloración de su identidad, autopercepción como objeto de los intereses, las expectativas y las necesidades de un otro, pasividad, auto-limitación de su ámbito de desempeño, restricción y represión de sus potencialidades, incomunicación, no-participación en lo social, entre otras. Para la población masculina: inseguridad, incompetencia doméstica, sobre-exigencia, egoísmo, dependencia, aislamiento afectivo, adicción, insensibilidad y violencia.


En los diversos contextos sociales, la escuela, entre ellos, se hacen aparecer como legítimas algunas afirmaciones que ocultan la complejidad de lo social y las relaciones de poder que la atraviesan; es lo que Bordieu y Passerón llaman violencia simbólica. Estas afirmaciones contribuyen a la desigualdad de género. Comprender la igualdad como un valor, implica asumir que se trata de igualdad social, de derechos y posibilidades, no de identidad, es decir que uno se transforme en el otro. Desde esta perspectiva, es que surge la llamada equidad de género. Martha Lamas reitera que una perspectiva de género desde la educación abarca varios ámbitos, desde el diseño de libros de texto y programas no sexistas hasta desarrollo de políticas de igualdad de trato y oportunidades entre maestros y maestras. Así como en el ámbito laboral es importante suprimir la discriminación que afecta a la población femenina, en el terreno educativo es crucial eliminar las representaciones, imágenes y discursos que reafirman los estereotipos de género.

rasgos del perfil de egreso que se encuentra en el campo de Identidad profesional y ética, hace referencia a que los estudiantes “Asuman como principios de su acción y de sus relaciones con los alumnos, las madres y los padres de familia y sus colegas, los valores que la humanidad ha creado y consagrado a lo largo de la historia: respeto y aprecio a la dignidad humana, libertad, justicia, igualdad, democracia, solidaridad, tolerancia, honestidad y apego a la verdad.” (SEP, 1999:12). La interacción con los otros exige el ejercicio de estos valores; formar a los futuros docentes con una perspectiva de género, significa ampliar sus horizontes respecto de la humanidad misma, de lo que significa ser hombre o mujer. Significa por supuesto, que se cuestionen los aprendizajes que al respecto han adquirido a lo largo de su vida como varón o como mujer. Pero también significa el reconocimiento de una sociedad que requiere de la igualdad entre ambos sexos, porque se trata de una educación moral. Es necesario que los maestros no reproduzcan los discursos que a su vez reproducen la desigualdad entre hombres y mujeres. El uso del lenguaje, las actitudes frente al grupo, la asignación de tareas, los mensajes legitimados, primero en la familia, en los medios de comunicación y luego en la escuela, contribuyen sin duda, a la falta de equidad entre ambos géneros.

Un lugar privilegiado, tanto para la modificación de pautas sexistas como para su reforzamiento, es la educación. Tanto la educación formal (en la escuela) como la informal (en la casa y la calle) reproducen los estereotipos de género: el mensaje de que hay cuestiones “propias” para niños y otras para niñas cobra forma en las actividades diferenciadas que todavía se dan en muchos planteles escolares: taller de mecánica para varones, de costura para muchachas. Respecto al deporte se llega incluso a plantear que, a la hora del recreo, el patio es territorio masculino. En este sentido la formación de docentes en las escuelas normales debe considerar la perspectiva de género. Uno de los

La formación docente, es una de las dimensiones en las cuales se pueden promover los mayores cambios desde una perspectiva de género. En la medida en que los docentes transmitan a los estudiantes valores basados en la equidad de género, que se expresa tanto en la formación de los principios de equidad y reconocimiento de la diversidad, como en la conducta no discriminatoria en las aulas, están promoviendo cambios fundamentales en la socialización de niños y niñas y adolescentes. La introducción de la perspectiva de género como herramienta de análisis en la formación docente, debe expresarse en una práctica que se caracterice por MAGISTERIO

19


el reconocimiento de las necesidades, intereses y formas de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, así como sus características sociales y culturales. La transformación exige una deconstrucción de los modelos formadores tradicionales, androcentristas y patriarcales; una revisión de la práctica desde un ámbito reflexivo y crítico que no suponga de manera simplista que la perspectiva y, sobre todo la equidad de género, están dadas y no hay nada más por hacer. La reflexión acerca de la práctica, que involucra el discurso, las imágenes, actitudes, la manera de interactuar con los alumnos, es el mejor recurso apara aproximarnos a la valoración de los seres humanos en la equidad de género, en la igualdad de oportunidades en la familia, en la escuela, en el aula y, en consecuencia, en lo laboral y lo social. Si como es cierto la escuela y los maestros contribuimos a la formación de una sociedad más justa e igualitaria, la perspectiva de género puede considerarse como una herramienta de trabajo que permita un trato equitativo a alumnas y alumnos, y que no reproduzca la desigualdad entre ambos, ya de por sí fomentada y fortalecida a través de otras instituciones sociales. La formación de docentes, entre otras cosas, supone comprender la igualdad entre hombre y mujer, lo que significa que todos los seres humanos son libres para desarrollar sus competencias personales y para tomar decisiones sin limitaciones de estereotipo, roles rígidos de género y/o prejuicios. La equidad de género significa que los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades tanto de hombres y mujeres sean considerados, valorados y favorecidos por igual. Lo que significa que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependerán de la especificidad de su género al momento de nacer. Por 20

MAGISTERIO

lo que el ejercicio docente desde una perspectiva de género se visualiza como un trabajo en el que todos son considerados iguales, en el que el docente tiene la posibilidad de incidir en los alumnos en aspectos tan complejos como la formación de su identidad de género, su autoestima y, en este sentido, la valoración que haga de sí mismo. Todo ello conforma sin duda, un escenario social complejo en el que la escuela tiene una participación definitiva e indiscutible.

BIBLIOGRAFÍA De Barbieri, T. (1995), Certezas y malos entendidos sobre la categoría género. Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Serie Estudios Básicos de Derechos Humanos, Tomo 4, 1995 Fainholc, Beatriz (1997), Hacia una escuela no sexista, Argentina, Aique. Lamas, Marta (1997), El género: la construcción cultural de la diferencia sexual, México, UNAM/Porrúa. Martínez, Miguel (1999), La educación moral, España, Graó. Mogarde, Graciela (2001), Aprender a ser mujer. Aprender a ser varón, Argentina, Novedades Educativas. SEP (1999), Plan de estudios 1999 Licenciatura en Educación Secundaria, México, SEP. Szas, Ivonne y Lerner Susana (2000), Sexualidades en México. Algunas Aproximaciones desde la perspectiva de las ciencias sociales, México, El Colegio de México.


Identidad femenina, etnicidad y trabajo en Nuevo México Rodrigo Marcial Jiménez Licenciado en Antropología y Maestro en Estudios Latinoamericanos por la UAEM, candidato a Doctor en Historia por el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del estado de Morelos Profesor de tiempo completo de la Facultad de Antropología de la UAEM.

H

ace unos años tuve el gusto de ser uno de los comentadores de un texto llamado El Pueblo del señor: las fiestas y peregrinaciones de Chalma, de la antropóloga María J Rodríguez-Shadow, libro editado por la Universidad Autónoma del Estado de México y del que, por cierto, tengo conocimiento de que ha sido un éxito en ventas. Este texto me gustó mucho, pues considero que es una referencia importante para entender los aspectos de la cultura popular y, en especial, aquellos que tienen que ver con la espiritualidad mexicana.

Hago este comentario porque ahora, aparece un nuevo libro de la autora, intitulado Identidad femenina, etnicidad y trabajo en Nuevo México. Para mi sorpresa encontré varias cosas interesantes sobre la antropología de género, que va más allá de lo que conocía sobre esta línea de investigación de la antropología social. Para ser más preciso, me permitó desglosar algunos aspectos que considero trascendentes en este trabajo de investigación que hoy se presenta como un libro. El texto nos remite a un estudio realizado en Nuevo México (EEUU), en busca de la identidad femenina en la comunidad de Mora. Esto me parece interesante, MAGISTERIO

21


ya que el sujeto de investigación no está en territorio nacional y es importante manifestar que este trabajo trasciende la antropología doméstica que, por lo regular, hacemos los antropólogos mexicanos. El hacer antropología fuera del país me mueve a reflexión, pues podemos advertir con este trabajo cuánto puede proporcionar la antropología para comprender a las sociedades contemporáneas; es decir, comprender al otro que no somos nosotros. Además, el estudio de Rodríguez Shadow nos clarifica sobre aspectos poco entendidos de la identidad de mujeres de ascendencia mexicana o hispana y nos obliga a una serie de preguntas: ¿Cómo se construye la identidad femenina? ¿Cuáles son las premisas que definen la identidad de las mujeres hispanas y/o mexicanas en Mora? ¿Cómo se refleja la identidad de estas mujeres dentro de la comunidad estudiada? ¿Cómo se conforma la identidad femenina hispana frente a otras identidades culturales que conviven en Mora? Muchas de estas interrogantes las aclara el estudio en la voz de las mujeres entrevistadas, quienes hablan largo y tendido sobre la maternidad, el matrimonio, la virginidad, el divorcio y la violencia doméstica, como aspectos importantes que estructuran su identidad femenina. A partir de estos aspectos podemos entender y reflexionar sobre cómo las mujeres de Mora entienden su rol como representantes del género femenino. En este texto hablan mujeres de todas las edades y con diferentes percepciones de la realidad social y de la vida. Sobre el matrimonio una moreña dice: “...una pareja puede funcionar bien no importa si están casados o no, el matrimonio no es un papel; en mi primer matrimonio tenía el papel pero no tenía el marido, ahora no tengo el papel pero si tengo el marido. El papel, sólo sirve para que si se te muere el marido tengas derecho a la pensión”. Otra más dice: “El marido y los hijos son de igual importancia para mí. Yo ahorita no tengo marido, pero sí tengo mi boy friend, también tengo mis hijos, cuatro de ellos todavía viven conmigo…” La maternidad es otra cuestión muy importante para comprender la identidad femenina moreña y las mujeres se expresan sobre esta condición. Una mujer de 39 años expresa: “Yo me voy de la casa, voy a irme a vivir a Las Vegas, no importa que tenga que arriar hasta acá para trabajar; mis hijos se van conmigo, irán a la escuela en Las Vegas, ellos son lo más importante en mi vida, ellos me siguen a donde yo vaya. Podré quizá en el futuro tener otro compañero, otro marido, ¿Quién sabe? Los lazos con el esposo se rompen, con los hijos jamás, ellos seguirán siendo mis hijos aunque yo tenga ochenta años”. No sólo la maternidad es pieza fundamental para comprender la identidad femenina, también la violencia doméstica nos da una visión sobre las mujeres y cómo asumen ésta. En este aspecto damos la palabra a dos informantes para que den su punto de vista: “Mi esposo era muy tomador y desde siempre me golpeó y yo en varias ocasiones le solicité el divorcio ante la Corte, pero siempre al último momento él lograba con cariños, hacerme cambiar de opinión. Cuando entré a trabajar, los malos tratos aumentaron; ya que él no quería que yo trabajara, y fuera dependiente de él. Que yo entrara a trabajar lo enojó mucho; a veces cada día que 22

MAGISTERIO


salía de la casa para el trabajo teníamos una discusión que terminaba en golpes…” Otra mujer de Mora cambia los roles de la violencia doméstica y nos dice en broma:” ...mi marido no me golpea, yo lo golpeó a él. Aprovecho mientras está bien borracho, le pongo una buena “chinga” y al otro día me pregunta ¿qué me pasó?, y yo le respondo: cuando llegaste a la casa ya llegaste madreado, yo no sé. Así me desquito de lo que me hace”. Las voces de las mujeres moreñas expresan, a través de su experiencia en el matrimonio, el divorcio, la virginidad, su condición de mujeres y su identidad femenina. Su identidad como mujeres es de vital importancia para entender cómo se configura la sociedad moreña, pero no sólo la identidad femenina juega un papel clave para entender el desarrollo del fenómeno identitario. También la identidad étnica de las mujeres aporta una lectura interesante para entender cómo se ven las mujeres en comparación con otras identidades que se recrean en la comunidad de Mora. Esto principalmente se da en relación con los anglosajones, que son el sector más importante de población que convive con los moreños de origen hispano o mexicano. Aquí también hablan las mujeres y manifiestan cómo se ven ellas frente a la cultura de los anglosajones. En este aspecto las mujeres perciben claramente las diferencias que hay entre su propia cultura y la de los otros. Una mujer moreña nos dice: “...ellos no están apegados a la tierra como nosotros, pueden recorrer durante toda su vida el país, pa´l norte, pa´l sur, donde hallen su trabajo ahí hacen su vivir; eso es negativo y nos lo están pegando a nosotros, pues si no hay trabajo en Mora tenemos que salir fuera a buscarlo y ni modo; los gringos son prejuiciosos con los mexicanos, nos ponen más abajo que ellos, nos humillan y eso no debería de ser; ya que gente de la raza ha ido a pelear a las guerras que los Estados Unidos han tenido con otros países y hemos dado nuestra sangre como el más gringo de los gringos”. Otra más se manifiesta y nos externa sus pensamientos acerca de la familia y los hijos: “...los gringos tienen una mentalidad diferente que la de los mexicanos respecto a los hijos; entre ellos cuando los hijos crecen se van y son independientes; entre los mexicanos en cambio, los hijos no dejan de serlo; la familia es más unida; por ejemplo, si un hijo pierde el trabajo, sabe que puede regresar a la casa paterna y lo van a mantener, entre los gringos esto no es así”. Esta posición respecto a la familia nos da a entender la importancia que tiene ésta en la conformación de la identidad de los moreños. Como dice una informante: “hay una gran diferencia entre nosotros y los gringos, Anglos work full time and enjoy life part time, and mexicans works part time and enjoy full time”. Las opiniones de las mujeres son elocuentes y nos dicen mucho sobre cómo asumen la identidad a través de la familia y su vínculo con la tierra. La fiesta es otra representación colectiva en Mora, que permite refuncionalizar la cultura y la identidad, ésta se recrea a través de la fiesta del 5 de mayo, que los moreños llaman “el día de la cultura”. En esta fiesta en muchas escuelas de Mora los niños presentan pequeñas obras de teatro y danza en donde se escuchan: La Bamba, El Jarabe Tapatío, De Colores, entre otras. Pero además, en Mora se tiene un festival al que se denomina “La Fiesta”; en ésta, participan carros alegóricos, jinetes que van vestidos de charros, etc. En la fiesta se venden tamales, tostadas, tacos, enchiladas, pozole y demás antojos. MAGISTERIO

23


La música, la lengua, la religión y la comida son otros de los aspectos que toca el trabajo de RodríguezShadow y que quedan claramente expuestos como pilares fundamentales de la identidad de los hispanos o personas de origen mexicano que pueblan Mora. Cabe destacar, por último, el papel que juega el trabajo en la construcción de la identidad femenina en Mora. Es a partir de éste, como las mujeres en Mora se plantan ante el mundo y lo recrean. El trabajo les da identidad como mujeres y como moreñas, eso queda demostrado en la investigación que realizó la antropóloga Rodríguez-Shadow. El trabajo, su forma de hacerlo y rehacerlo, es lo que le da a las mujeres la capacidad de construir una identidad que trasciende en el tiempo. Sabemos que la historia es la gran generadora de identidad. De esta manera se conforman una serie de historias personales de las mujeres, que a su vez construyen una identidad colectiva dentro de la sociedad moreña. Un libro interesante, sin duda, el que hoy se presenta, pero no es un libro fácil; por el contrario, exige del lector entrega y paciencia. Estoy seguro que ayudará mucho a los interesados en la problemática de género leer este texto, pues nos adentra en las complejidades de la identidad femenina de Mora y en general del problema identitario. Para cerrar mi comentario, quiero manifestar una felicitación pública a RodríguezShadow, por su prolífica producción en el campo de nuestra disciplina antropológica. Estoy de acuerdo con Beatriz Barba de Piña Chan cuando dice en la introducción de este trabajo que nuestra autora no es una improvisada ni una oportunista. Enhorabuena por el trabajo de Rodríguez- Shadow. Estamos seguros que su libro tendrá un buena acogida entre especialistas y no especialistas de la antropología.

BIBLIOGRAFIA:

Identidad femenina, etnicidad y trabajo en Nuevo México, Maria J Rodríguez – Shadow, Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, 223 pp.

24

MAGISTERIO


Un diálogo reflexivo con la doctora

Graciela Hierro Pérezcastro ARMANDO HÉCTOR PEREA CORTÉS PROFESOR EN EL CCH-OTE. DE LA UNAM

La doctora Graciela Hierro no fue mi condiscípula, ni mi maestra; sin embargo, esta supuesta conversación (un diálogo que me hubiera gustado sostener directamente con ella) es un homenaje a sus figura como ser humano, como mujer y como filósofa.

Posible escenario: la doctora Graciela Hierro y yo (Armando Perea) nos encontramos en el aeropuerto de la Facultad de Filosofía y Letras. Hemos coincidido en el tiempo y en el espacio. Siempre he deseado entablar una charla con la fundadora del Programa Universitario de Estudios de Género, sobre tópicos referentes a la condición social de la mujer, de la liberación femenina y la supuesta superioridad del hombre respecto a la mujer. La abordo, y ella amablemente, pero al mismo tiempo, retadoramente, accede a iniciar la conversación. He aquí el relato de lo que sucedió. MAGISTERIO

25


Primera parte —G. H. El Segundo sexo es la Biblia del Feminismo.

El término sexo se refiere al nivel biológico, así, la diferencia sexual se ubica en este nivel; en cambio, la noción de género tiene que ver con el nivel sociológico. La diferencia sexual se establece como un concepto clasificatorio de la biología, no de la clase social.

— A. P. ¿En qué sustenta su dicho doctora? Está bien que esta obra apareció en Europa hace más de cincuenta años; pero, ¿eso basta para hacer tal aseveración? —G. H. No es sólo el tiempo el que le da calidad a la obra, sino el contenido de la misma. Sus planteamientos, las argumentaciones en torno a un enfoque de género, partiendo de la postura existencialista, de el materialismo histórico o desde la posición psicoanalista. Qué te parece aquello de: <<[…] se dirá que en la perspectiva que adopto la de Heidegger, la de Sastre, la de Merleau Ponty si el cuerpo no es una cosa, es una situación>> [Simone de Beauvoir 1981, I , p. 58]. — A. P. Así, de entrada, no me suena convincente; y me desafía a leer la obra en su totalidad. No es suficiente un solo pasaje para persuadirme y convencerme de la magnificencia de sus propuestas. —G. H. Sea, pero antes, ahí te va otra probadita: La teoría del materialismo histórico ha puesto en evidencia verdades muy importantes. La humanidad no es una especie animal: es una realidad histórica.[…]Así, la mujer no podía ser considerada simplemente como un organismo sexuado, sólo son importantes los datos biológicos que adquieren en la acción un valor concreto; la conciencia que adquiere la mujer acerca de sí misma no se define por su sola sexualidad, sino que refleja una situación que depende de la estructura económica de la sociedad, estructura que traduce el grado de evolución técnica al cual ha llegado la sociedad. [Simone de Beauvoir, op. cit, p. 75] —A. P. De a cuerdo, tengo que leerla completa, me ha convencido. —G. H. El concepto género es el arma teórica del feminismo. —A. P. ¿Seguimos con la Biblia del feminismo? —G. H. Seguimos —A. P. Empezamos con la Biblia del feminismo y ahora usted me sale con “el arma teórica del feminismo”, ¿no es una batería muy pesada? —G. H. Ahora te aguantas. —A. P. Está bien. —G. H. Hay que distinguir entre género y diferencia sexual. —A. P. ¿En qué consiste la distinción? —G. H. El término sexo se refiere al nivel biológico, así, la diferencia sexual se ubica en este nivel; en cambio, la noción de género tiene que ver con el nivel sociológico. La diferencia sexual se establece como un concepto clasificatorio de la biología, no de la clase social. —A. P. Ya voy entendiendo, pero entonces, ¿Hay que pronunciarse por la clase social y no solo por el culto al cuerpo?

26

MAGISTERIO


—G. H. En la filosofía feminista es importantísimo el cuerpo. —A. P. ¿Filosofía feminista? ¿es que la filosofía tiene género? ¿el cuerpo es tan importante? ¿en qué quedamos? Si se dijo que el cuerpo no es una cosa, sino una situación. —G. H. Escúchame bien, Filosofía feminista, sí, has escuchado muy bien, o mejor, el discurso filosófico desde la perspectiva de género. No tiene nada de raro, ¿no han estructurado los hombres su discursividad filosófica desde su perspectiva de género, esto es, como hombres? ¿Dónde están las mujeres en los Diálogos de Platón? Las alusiones, en su gran mayoría las muestran como seres débiles, insignificantes. En cuanto a lo que preguntas de si el cuerpo es importante, te respondo: no se trata de la simple disyuntiva de ser como los hombres o ser para los hombres, se trata de indagar cómo se vive siendo mujer, cómo se vive el cuerpo femenino.

El nuevo feminismo tiene que estar despojado de resentimiento y de romanticismo. El siglo XX, es el siglo del despertar de la imaginación de las mujeres.

—A. P. Aun así, visto el cuerpo femenino desde la perspectiva de las propias mujeres, el cuerpo no abandonaría su condición de objeto, de cosa que hay que a l i m e n t a r, vestir, asear, a c i c a l a r, mostrar.

MAGISTERIO

27


—G. H. Tienes razón, solo que hay que introducir algunas precisiones, a saber, no se trata de renunciar al placer de comer, vestirse, mostrarse al otro, se trata de establecer claridad, que adoptamos un modo de ser un cuerpo. En las acciones de cualquier ser humano, éstas se acompañan de un criterio de valor. En otros términos, lo que proponemos en el PUEG (Programa Universitario de Estudios de Género) es arribar a una ética, a una axiología del placer. —A. P. Sólo que en las sociedades actuales, tanto las occidentales como las orientales, lo que prevalece es la trata de blancas, el lenocidio, la prostitución, no veo de que manera se pueda avanzar en una ética de y para el cuerpo femenino e incluso masculino o, si mucho me apura, del tercer sexo también.

La visión del cuerpo de la mujer, desde la perspectiva del otro, crea estereotipos de la condición femenina: la mujervampiresa, la mujer-excéntrica, la mujer-bruja, la mujer-come hombres, etcétera.

—G. H. El asunto central de todo esto es que, uno no es dueño de su propio cuerpo, uno no decide consciente y voluntariamente sobre su cuerpo, y si uno no es dueño de su cuerpo, ¿de qué es dueño? —A. P. ¿Una ética del placer tiene que ir en la dirección de un uso consciente y responsable de su propio cuerpo? —G. H. Así es. La visión del cuerpo de la mujer, desde la perspectiva del otro, crea estereotipos de la condición femenina: la mujervampiresa, la mujer-excéntrica, la mujer-bruja, la mujer-come hombres, etcétera. Segunda parte Las nuevas Antígonas —G. H. ¿Recuerdas la historia de Antígona? Cuando Edipo, su padre se arrancó los ojos al saber que había cometido incesto y parricidio, Antígona se convirtió en su guía fiel y cariñosa. Lo condujo, ciego, por los caminos de Grecia. Antígona fue enterrada viva. Antígona es el fundamento de la nueva ética. —A. P. Doctora pero ¿a qué viene todo esto? —G. H. La Antígona filosófica, por excelencia es Diótima. Esta Antígona filosófica se mueve contra el dominio de los discursos que han determinado la dirección de la mirada del hombre sobre el mundo y sobre sí mismo. Eros no es un Dios, dice, sino un demonio, un mediador entre el hombre y lo divino. No es bello, pero está a la búsqueda de la belleza que él no tiene y, por consiguiente, sobre todo, de la sabiduría que forma parte de lo más bello. —A. P. Insisto, ¿qué tiene que ver Antígona o Diótima del Banquete de Platón? —G. H. Antígona impugna la virilidad de Creón. Los dos hermanos de Antígona, Etéocles y Polínice, pelearon por el dominio de Tebas, pero, ambos murieron. Por órdenes de Creón, el cadáver de Polínice debería de permanecer insepulto. Antígona contravino la orden. —A.P. ¿Quiere decir lo anterior que la belleza de los cuerpos y de los discursos no agotan la noción de belleza? Es decir, la virilidad de

28

MAGISTERIO


Creón ¿no significa otra cosa que el predominio de una absolutividad de la belleza, o por un cuerpo o por otro; por un discurso o por otro, por una obra de arte o por otra? —G. H. El cuerpo sobre el cual se ha investido el amor ha sido destituido ya, ha sido sacrificado a la belleza que es común a todos los cuerpos. Pero también en ella, al fin, en la belleza de los cuerpos, aparecerá algo de mezquino respecto a la belleza de los discursos y de los conocimientos, paso a paso hasta la visión del “inmenso mar de lo bello”. Tercera Parte —G. H Ahora bien, la lucha de las mujeres no es una guerra en contra de los hombres, sino una búsqueda, un camino. La mujer tienen que pasar de ser naturaleza a ser cultura. El sexo es la naturaleza lo que el género es la cultura. La categoría de mujer no es fundacional, surge culturalmente. —A. P. Doctora, ¿Qué pasa con la cosificación de las mujeres, es la mujer una máquina deseante? ¿Qué significa pasar de ser naturaleza a ser cultura? ¿Cuáles son los derechos humanos de las mujeres? —G. H. En primer lugar, la mujer tiene derecho sobre su cuerpo, en segundo lugar, las mujeres tenemos que librarnos de los médicos, los maestros y los sacerdotes, en tercer lugar, tiene que alcanzarse la autonomía personal sobre el cuerpo y la relación familiar.

El cuerpo sobre el cual se ha investido el amor ha sido destituido ya, ha sido sacrificado a la belleza que es común a todos los cuerpos.

—A. P. ¿Quiere esto decir que la categoría de mujer no es fundacional sino surge culturalmente? —G. H. El sujeto femenino tiene que construirse. —A. P. ¿Tiene que crearse un nuevo orden simbólico? ¿Una especie de feminismo de la diferencia? ¿El sujeto mujer ha de ser reinventado? —G. H. El nuevo feminismo tiene que estar despojado de resentimiento y de romanticismo. El siglo XX, es el siglo del despertar de la imaginación de las mujeres. —A. P. Finalmente, ¿qué es el género?, ¿una especie de filtro cultural? —G. H. El género es un sistema de jerarquía social. Es necesario que se quiten de raíz los prejuicios. —A. P. ¿Es el resentimiento del género femenino una reacción ante su situación degradada? —G. H. Hay que trascender al género, o sea, acceder al postgénero, crear un nuevo orden simbólico. —A. P. Gracias, doctora, he aprendido mucho más de lo que podría aprender en una clase común y corriente. MAGISTERIO

29


Quiero apoyar mi cabeza... Quiero apoyar mi cabeza en tus manos, Señor. Señor del humo, sombra, quiero apoyar mi corazón. Quiero llorar con mis ojos, irme en llanto, Señor. Débil, pequeño, frustrado, cansado de amar, amor, dame un golpe de aire, tírame, corazón. Sobre la brisa, en el alba, cuando se despierte el sol, derrámame como un llanto, llórame como yo.

Jaime Sabines. 30

MAGISTERIO


La lucha de las mujeres en México La equidad de género es una de las grandes expectativas de la sociedad actual, el proceso por concretarla está impregnado siempre de grandes esfuerzos, entre los que destacan su fomento a partir de una promoción constante de los derechos de las mujeres y de toda aquella información que propicie la generación de igualdad de oportunidades para su desarrollo integral. En congruencia con este propósito, el Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Desarrollo Social y del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social, presentó la exposición La lucha de las mujeres en México, una perspectiva histórica de la Dra. Patricia Galeana, quien integra en una sola mirada, las aportaciones de grandes mujeres mexicanas, cuyas vidas pueden ser fuente inagotable de inspiración por el carácter, disciplina, trabajo, tenacidad, pasión y entrega que evidenciaron en la construcción de un mejor país.

Arlette López Trujillo Vocal Ejecutiva del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social

MAGISTERIO

31


Exposici贸n 32

MAGISTERIO

Pa


atricia Galeana MAGISTERIO

33


Historiadora con licenciatura y estudios de maestría en Historia de México y doctorado en Estudios Latinoamericanos por la UNAM; catedrática en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; así como en la maestría de Seguridad Nacional en el Colegio de la Defensa Nacional. Ha desempeñado numerosos cargos académicos, administrativos y de investigación. Fue directora del Archivo General de la Nación.

34

MAGISTERIO


De las 55 obras que ha compilado destacan:

La participación de la mujer en la vida nacional y Antología de mujeres universitarias; La situación de la mujer en Nuevo León; La condición de la mujer mexicana; La mujer del México de la transición; Los derechos de las niñas; La condición de la mujer indígena y sus derechos fundamentales. Entre las distinciones destaca el reconocimiento “Laurena Wright” de la Academia de la Mujer de la Benemérita SMGE. Reconocimiento de la FESI – UNAM, por su lucha contra la violencia social en México.

MAGISTERIO

35


T

RAS y RAZOS

Soy mujer

LE

36

MAGISTERIO

(a la mujer) ¿Quién soy yo?,me preguntaba un día, ¿soy qué? ¿qué hago aquí?, ¿por qué estoy aquí? y ¿para qué? al contestarme yo misma pude descubrir lo más maravilloso que puede existir. Yo, soy yo; auténtica, distinta, inigualable capaz, inteligente, única e incomparable; soy una mujer, ¡sí! una extraordinaria mujer la más perfecta y real creación del universo. Soy, pienso, existo y vivo una vida, mi vida la que siempre y todo momento ha estado llena de aciertos y desaciertos, de tristezas y alegrías, emociones y sentimientos. De felicidad e infelicidad, desamor y amor, pesares e ilusiones, de oscuridad y de luz; una vida sin igual, es mi vida y lo hermoso de esta vida es que ha dado vida. Aquí estoy porque tengo que dar y doy vida cuando otorgo una caricia sinceramente, en la palabra que consuela en su momento, cuando escucho a los demás pacientemente.

Doy vida e inmensamente me da vida eso la sonrisa clara y la confianza otorgada en la mano amiga y al dar un sincero beso, siempre haciendo lo que me hace sentir amada. Al fruto de mi vientre sigo dando vida guiando y aconsejando con mucha valentía es mi amor y mi princesa real muy querida ese fruto es mujer, creación en armonía. Soy mujer y como mujer no permitiré que algún momento de mi vida, me entristezca que alguien me quiera humillar, no lo permitiré ante ningún hombre bajaré la cabeza. No dejaré que me utilicen en sus fines la amistad otorgaré sin reserva alguna amaré profundamente y sin condiciones y por siempre viviendo en paz, como ninguna. Todos los errores y tropiezos tenidos han ampliado los saberes en mi conciencia por tanto agradezco a la vida lo obtenido disfrutando lo bello que hay en mi existencia.


Debo vivir cada minuto de mi vida como si fuera el último de mi existencia jamás arrepentirme de acciones vividas porque también ellas me dieron experiencia.

He tenido sinsabores y lo lamento y rencores en mi corazón no han dejado, porque lo lleno de alegrías y contento grita que es de una mujer, sintiéndose amada.

Yo soy acompañada por mis pensamientos y jamás me siento sola y desamparada pues mi vida se forma con mis sentimientos feliz por ser mujer y sintiéndome amada.

Orgullosamente puedo gritar ¡soy mujer! una mujer geométricamente correcta inigualablemente a otro ser pues soy mujer una mujer poéticamente perfecta.

Soy feliz por pensar y vivir con libertad feliz, por ser autosuficiente y no engañar siempre buscando y luchando por la igualdad sin que mis acciones lleguen a nadie dañar.

Gracias doy al Señor por mi bella existencia y gracias a mi madre que me dio la vida por ser mujer, gracias a la naturaleza gracias al amor por complementar mi vida.

La equidad ha sido mi bandera al navegar, el amor me ha acompañado siempre en mi vivir, la justicia forma parte de mi caminar la sensibilidad por ser mujer y existir.

Poesía Otilia Cruz garrido Docente de la Preparatoria anexa a la Normal 3 "Nezahualcóyotl"

Conciente estoy de mi vida y orgullosa sigo disfrutando mi existir plenamente es cierto que no todo ha sido color rosa pero si es gris, lo pinto rosa nuevamente.

MAGISTERIO

37


Poesía

Alma Perla Quintero

Es una mujer mexiquense; su pasión la danza y el servicio a los demás, actualmente colabora con pintores, escultores, bailarines y fotógrafos. Imparte taller de psicodanza, en la facultad de psicología. A través de la Asociación Artística y Cultural, apoya, promueve y da servicio a jóvenes creadores. Distribuye donaciones a comunidades de escasos recursos con la ayuda de empresas particulares.

Las formas y las actitudes de un ser humano, revelan necesariamente las emociones del alma. El cuerpo expresa siempre el espíritu de la envoltura y para el que sabe ver el desnudo ofrece el significado más rico. Aguste Rodín 38

MAGISTERIO


Desnuda

Alma Desnuda Es la historia de una mujer encarnada en muchas mujeres, sus vivencias, su personalidad, sus miedos. Todos los días morimos y regresamos de algún modo más consciente, entonces representamos un personaje diferente, pero cuando nos encontramos con nuestro personaje desearíamos quedarnos para siempre, el siempre no existe y nuestro cuerpo físico se evapora, nuestro espíritu continua, en esa búsqueda nacemos sin nada, sin un registro en nuestra memoria y nos vamos con el registro de nuestras acciones. MAGISTERIO

39


BIBLIOTECA PEDAGÓGICA

UN ESPACIO EDUCATIVO Y CULTURAL AL SERVICIO DE LA EDUCACIÓN  CONSULTA BIBLIOGRÁFICA

 INFORMÁTICA

 SALA DE LECTURA INDIVIDUAL

 FOTOCOPIADO

 SALA DE LECTURA GENERAL

 PAQUETERÍA

 EVENTOS ACADÉMICOS

 VISITAS GUIADAS

 VIDEOTECA

 PRÉSTAMO A DOMICILIO

HORARIO DE LUNES A VIERNES DE 9:00 A 18:00 HRS. SÁBADOS: DE 9:00 A 15:00 HRS. bibliotecapedagogica@prodigy.net.mx 40

MAGISTERIO

2 14 46 36 DOMICILIO: AV. MORELOS PTE. No. 801 COL. CENTRO, TOLUCA, MÉX. C.P. 50080


Flora Tristán y la educación de las mujeres

MARÍA EUGENIA LUNA GARCÍA DOCTORANTE EN EL ISCEEM

Las mujeres como tema de estudio han ido conformando un campo de investigación desde diversas disciplinas. La historia ha abierto posibilidades de hacerlas visibles, de recuperar los diversos papeles que han jugado como constructoras de las sociedades.

MAGISTERIO

41


A

lo largo del tiempo han existido mujeres que fueron silenciadas, pese

al testimonio escrito de sus ideas y propuestas. Literatas y pintoras son quienes más interés de estudio han despertado. En el ámbito educativo María Montessori es quien mayor reconocimiento tiene; sin embargo, hubo otras mujeres en distintos momentos y lugares que abordaron el tema e hicieron reflexiones en torno a la educación para las mujeres. Flora Tristán1 vivió durante la primera mitad del siglo XIX en Francia, donde la situación laboral era marcadamente sexista: “el trabajo de los hombres era más visible…Aunque existían vendedoras callejeras, la mayoría de las mujeres trabajaba de puertas adentro”2 y las que lo hacían fuera del hogar se enfrentaban a condiciones marcadamente difíciles, los empleos eran eventuales, de tiempo parcial o de largas jornadas, su labor fue permanentemente infravalorada y de marcada hostilidad; la adversidad laboral femenina fue el centro de interés para la autora.

Flora Tristán ha sido reconocida como feminista, revolucionaria y utopista; su obra puede ser leída desde diversas perspectivas, entre éstas la educativa, en cuanto que reflexionó sobre el papel de la educación para las mujeres. Flora Tristán ha sido reconocida como feminista, revolucionaria y utopista3; su obra puede ser leída desde diversas perspectivas, entre éstas la educativa, en cuanto que reflexionó sobre el papel de la educación para las mujeres. El pensamiento de esta mujer se halla en el libro Unión obrera4 cuyo planteamiento central es la necesidad social de una forma de organización y estructuración de una sociedad obrera. Flora Tristán refiere a una forma de vida, cercana a las aspiraciones de los socialistas utópicos. Con cinco

1

Flore Célestine Thérese Tristán Moscoso hija de padre peruano y madre francesa, nació en París en 1803; su vida estuvo marcada por la unión no legal de sus padres. Vivió desahogadamente hasta la muerte de su padre, cuando su vida se transformó por las carencias económicas. Fue instruida por su madre, la difícil situación económica hizo que a los dieciocho años de edad Flora se casara, presionada por su madre; su matrimonio fue violento y degradante, después de procrear tres hijos se separó de su esposo. Trabajó como dama de compañía de mujeres acaudaladas, fue como conoció diversos lugares. Viajó a Perú con la intención de exigir la herencia que creyó le correspondía; posteriormente escribió Unión Obrera e inició un recorrido por toda Europa para difundir su obra.

2

Barbara Caine y Glenda Sluga. Género e Historia. Madrid, Narcea, 2000, p. 60

3

Es reconocida como feminista y revolucionaria cfr. Evelyne Bloch-Dano. Flora Tristán, México, Océano 2003 Es identificada como socialista utópica por Ana de Miguel y Rosalía Romero. Flora Tristán feminismo y socialismo. Madrid, Catarata, 2003 4 Flora Tristán. Unión Obrera. México, Fontamara, 1993 Este texto fue publicado por primera vez en 1845

42

MAGISTERIO


años de antelación a Marx y Engels5 convoca en su obra a la unidad obrera, bajo la consigna “LA UNIÓN UNIVERSAL DE LOS OBREROS Y LAS OBRERAS”, ya que, hace visibles a las trabajadoras una vez que las enuncia. La unión obrera propuesta por Flora Tristán estaría fundada en la hermandad6, para lo cual, sería necesario trabajar en diversos aspectos: educación, reglamentos, estatutos, espacios y edificios. La autora critica las concepciones e instituciones tradicionales que favorecieron el estatus de inferioridad de las mujeres, “la iglesia que ha dicho que la mujer es el pecado; el legislador, que dice que por ella misma no es nada, que no debería de gozar de ningún derecho; el sabio filósofo que afirma también que por su constitución no tiene inteligencia”7, por tanto, señala que la mujer no debe asumir culpas,

Flora Tristán se pronunció por una educación escolar no segregada, niñas y niños serían educados desde los seis a los dieciocho años, en edificios compartidos, al considerarles como iguales, no habría razón para separarlos. debe pugnar por sus derechos y de ninguna manera acepta la inferioridad intelectual; reconoce que la educación es determinante, puesto que juega papel reproductivo y potencialmente emancipador de los roles femeninos. Para Flora Tristán la educación de las mujeres era indispensable, debido a los beneficios que genera: “la ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros hombres proletarios”8; no obstante, criticó el tipo de educación que le era impartida, la calificó como hueca e inútil; debido a que respondía al concepto de mujer carente de inteligencia, “por lo tanto se le ha educado para ser una graciosa muñeca y una esclava destinada a distraer a su dueño y servirle”9. Desde su punto de vista, la educación no debía ser ornamento, era necesario redefinir el tipo de educación para la mujer trabajadora. La educación para las mujeres debía contribuir en dos sentidos: el laboral y el familiar. 5

En 1845 Marx y Engels escribieron el Manifiesto de Partido Comunista, en el que inauguraron la premisa “obreros del mundo uníos”

6

Flora Tristán. Unión …op cit., p. 73

7

IBID, p, 114

8

IBID p. 119

9

IBID, p. 115

MAGISTERIO

43


La contribución en el núcleo familiar, partió de reconocer que la madre es la primera educadora, por lo que en el hogar habría mujeres educadas, que al ser instruidas y desarrolladas, para a su vez poder instruir y desarrollar a los hombres, niños confiados a vuestros cuidados 13. La mujer educada lograría transformar algunas prácticas y creencias en el entorno familiar. Niñas y niños crecerían con un modelo de mujer instruida. La contribución laboral de las mujeres debía canalizarse a través de la educación escolar, iniciaría desde la infancia, sin ser segregada en conocimientos, ni en espacios, con lo cual se acercó al planteamiento coeducativo sin hacerlo explícitamente; definió el papel social de la educación como un poder relevante, que buscó: “Prevenir…la miseria y extirpar el mal desde su raíz, dando a los niños de la clase obrera una sólida educación racional, capaz de hacer de ellos hombres y mujeres instruidos, razonables, inteligentes y hábiles en su profesión”10. Flora Tristán advirtió la necesidad de educar y no únicamente de instruir, por este medio se obtendrían beneficios individuales y sociales, los últimos impactarían directamente en el desempeño laboral. Por lo tanto se debía educar a la mujer para ser “racional, sólida, severa, capaz de hacer de ella un miembro útil 44

MAGISTERIO

en la sociedad”11. "Mediante la educación las mujeres se formarían y tendrían la capacidad de demandar el derecho al trabajo, a la educación y a la representación frente al país"12. Serían sujetos sociales con reconocimiento laboral y legal; ya que contribuirían económicamente con la sociedad. Flora Tristán se pronunció por una educación escolar no segregada, niñas y niños serían educados desde los seis a los dieciocho años en edificios compartidos, al considerarles como iguales, no habría razón para separarlos. La contribución en el núcleo familiar, parte de reconocer que la madre es la primera educadora, por lo que en el hogar habría mujeres educadas, que al “ser instruidas y desarrolladas, para a su vez poder instruir y desarrollar a los hombres, niños confiados a vuestros cuidados”13. La mujer educada lograría transformar algunas prácticas y creencias en el entorno familiar. Niñas y niños crecerían con un modelo de mujer instruida. Para Tristán el bien supremo de la educación era "alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad absoluta era un derecho legal que todo ser tiene al nacer".14 En suma, educación, derecho e igualdad, serían elementos fundamentales que transformarían las condiciones de vida de las mujeres, los hogares y la sociedad. Se modificarían creencias sexistas y se avanzaría socialmente en el logro de una sociedad igualitaria.

10

IBID, p. p.86

11

IBID, p. 115

12

IBID, p. 80

13

IBID, p. 118

14

IBID, p. 125

Bibliografía Bloch-Dano, Evelyne. Flora Tristán. México, Océano, 2003 Caine, Barbara y Glenda Sluga. Género e historia. Madrid, Narcea, 2000 Cross Máire y Tim Gray. The feminism of the Flora Tristán. Oxford, Providence, 1992 De Miguel Ana y Rosalía Romero. Flora Tristán feminismo y socialismo. , Madrid, Catarata, 2003 Duby, Georges y Michelle Perrot. Historia de la mujeres. El siglo XX. España, Taurus, 2000 Tristán, Flora. Unión obrera. México, Fontamara, 1993


%QUIDAD DE GÏNERO

¿Posibilidad o utopía? Equidad y género son dos conceptos que aluden a una tendencia cultural, cuyo propósito es el establecimiento del estado de igualdad entre el hombre y la mujer. Teóricamente representa una construcción simbólica y una posición ideológica que se empieza a tratar en la agenda de asuntos internacionales de las Naciones Unidas, a partir de 1970, (ONU, 2004). De hecho este periodo fue considerado como la década de Naciones Unidas para la mujer y la primera conferencia se celebró en 1975 en la ciudad de México, sobre Igualdad, Desarrollo y Paz.

LIC. MA. DEL AMPARO C. PÉREZ GONZÁLEZ JEFA DEL DEPARTAMENTO REGIONAL DE EDUCACIÓN BÁSICA DE ATLACOMULCO

MAGISTERIO

45


G

énero, afirman Szasz y Lerner (2000) no es más que el conjunto de ideas con las que la sociedad diferencia las características “masculinas” y “femeninas” de los individuos. A través de éstas se fabrica la representación de lo que tiene que ser el hombre y la mujer en el contexto marital y en el ámbito sociológico. El imaginario contextual y semántico de la categoría “género”, desde esta perspectiva, no es permanente ni universal; es permeado por el tiempo, el espacio y la cultura; es decir, es un producto social que está en constante cambio (Morgade, 2001). Se construye de acuerdo a los movimientos de transformación, resistencia ideológica, política gubernamental, posiciones religiosas y socioeconómicas de los países. De manera pragmática los conceptos de género y equidad se utilizan hoy para avanzar, no sólo en la reivindicación de este derecho femenino (que debiera ser inherente a la condición humana de la mujer, por el exclusivo hecho de pertenecer a la especie del “homo sapiens”), sino con propósitos político-discursivos que solamente tienen impacto superficial y son de tipo promocional y de mercadotecnica.

46

MAGISTERIO


De hecho es poco el factor de trascendencia para la conformación de escenarios sociales de calidad equitativa entre los géneros. Ser mujer hoy implica gozar de los mismos derechos y obligaciones que el hombre. Implica acceder a los mismos empleos y a las mismas actividades con los mismos ingresos. Supone la eliminación de todas las disparidades entre sexos, no solamente en aquellas acciones de la sociedad económicamente productiva, sino en todo lo que nos asiste, por derecho, como mujer y como ser humano, incluyendo la acción educativa en todos sus niveles. Supone este concepto, como hoy se discurre, la construcción de una cultura más democrática; el diseño de una sociedad en la que se reconozca que la mujer encierra en su género, no solamente capacidad reproductiva, que es de por sí un fenómeno maravilloso que la naturaleza nos ha prodigado, sino competencia para el desempeño intelectual, moral, económico y político, entre otros. Equidad y género forma parte del concepto de “humanización” que se construye en el siglo XX y que trasciende, como un imperativo categórico al siglo XXI, como un derecho inalienable para quienes desde la propia filosofía de la creación, hemos sido objeto de subordinación, de dominación, de discriminación y de violencia. Este andamiaje conceptual acerca de la igualdad de la mujer, en relación con el hombre se opone, por supuesto, a la posición fundamentalista de católicos e islámicos que basan su pensamiento en el sometimiento y en la discriminación de las mujeres y la postergación de los derechos de igualdad, por el sólo hecho de ser mujer. Parece que el tiempo medieval se ha quedado anclado en aquellos escenarios. México vive hoy una situación diferente a la del Lejano Oriente; en este país de occidente se lucha desde las últimas tres décadas del siglo pasado por la reivindicación

de la mujer y por la dignidad femenina. A paso lento hemos avanzado; hoy las mujeres tenemos más oportunidades de intervención en la educación, en la productividad, en la economía y en la política. Accedemos sin muchas trabas a empleos antes exclusivos del hombre. Estas posibilidades de desempeño socioeconómico fueron añoradas por nuestras madres y por nuestras abuelas. Hoy son una realidad, aun cuando todavía no permean en toda la extensión territorial de nuestro país, ni son práctica cotidiana en todas las culturas. La limitante de muchas adolescentes de comunidades rurales para culminar estudios de educación básica es un ejemplo concreto de esta insuficiencia en materia de equidad y género. La violencia intrafamiliar en contra de las mujeres es otro hecho cotidiano que no tiene justificación a la luz de esta megatendencia. MAGISTERIO

47


Son muchas la inequidades que aún persisten en el propósito de alcanzar la dignidad de quienes históricamente fuimos consideradas como el sexo débil: las mujeres. Muchas de ellas dedicadas por antonomasia a su rol productivo, a la obediencia del varón, a la sumisión del marido, a las tareas del hogar y al cuidado de los niños. La mujer hecha para el hombre. El regalo de Dios para la satisfacción sexual del ser masculino; la que una vez hecha mujer, esposa o compañera, pierde su individualidad, su condición de sujeto y su derecho a la libertad, inclusive de pensamiento. Esta es parte de una radiografía cultural que parece remitirnos a la mitad del siglo pasado y que hoy, bajo un escenario de globalización y de gran desarrollo cibernético, pareciera no existir más. Craso error, mucho de esto se vive cotidianamente en los estratos sociales inferiores o medios. No tengo idea de lo que ocurre en la parte más alta de la pirámide social, pero seguramente también hay mucho que revisar en este sentido. En el ámbito educativo la mayoría de los profesionales de la educación somos maestras, cuestión que fortalece la condición democrática de la actividad profesional en lo que a la mujer se refiere. Aun cuando no hay que olvidar que el origen de la docencia y de la educación tiene sentido maternal; es decir, que la profesión de maestra se delegaba a la mujer, no sólo por su condición femenina y carismática, sino porque llegó a considerarse como una profesión de segunda categoría, cuyo salario por ser bajo, era desdeñado por el hombre. Bajo esta óptica, habría que racionalizar si este hecho legitima o niega el principio de equidad y género. Dejo aquí la idea, seguramente sin respuesta y apelo a la metacognición para buscar una pista que me ayude a ubicar el sentido concreto de lo que significa equidad y género. Encuentro entonces que este tema no está afuera, esperando que lo atrapen porque ya está hecho y congelado, sino que está en constante mutación, es decir, en permanente construcción (Lamas, 2001) y que tiene que ver con el tiempo y con el espacio. Con la evolución de la propia sociedad. Parece que la idea de equidad y género se trastoca; y se altera. Su prescripción como principio 48

MAGISTERIO

y como concepto se universaliza, la aplicación es relativa y prescribe allí, donde la ortodoxia se convierte en frontera inaccesible. No es, precisamente el caso de México, sin embargo, dadas las tradiciones y la cultura de este país, “equidad y género” implica todavía mucha ambigüedad, tendencia incierta, variabilidad semántica y, si no que respondan las mujeres que hoy nos desempeñamos como profesionales y amas de casa a la vez. No es que niegue la posibilidad equitativa de la mujer ni el empoderamiento que se hace necesario. Lo que discuto es la vaguedad del concepto y la praxis social que se aplica en nuestro medio. Parece que es imperativo el cuestionamiento de lo que realmente ha de ser equidad y género en la cultura mexicana. Implica revisar las propias condiciones sociales, las relaciones institucionales y las tradiciones arraigadas históricamente en nuestro contexto. Implica también la racionalización de los conceptos “relaciones de poder”, “emancipación” y “empoderamiento”, pero no a la luz de la subordinación, sino en condiciones de coordinación, coparticipación, consenso y compromiso mutuo. Avanzar hacia la consolidación de la equidad y género conlleva a la revisión de las leyes y prácticas administrativas y los mecanismos institucionales, de manera que se vaya regulando el desempeño del hombre y la mujer en el ámbito social, precisamente para una práctica democrática que de cumplimiento a dicho principio. Se trata, como dice Scoot, en Lamas (1997) de un proceso racional que ayude a la redefinición de las nociones históricas que han tipificado a la mujer como “el sexo débil”. Se trata de empezar a escribir una nueva historia acerca de la mujer y sus potencialidades hasta ahora poco reconocidas.

Bibliografía Lamas, Martha (Comp.) (1997). El Género: La construcción cultural de la diferencia sexual. México, Grupo Editorial Miguel Angel Porrúa. UNAM, 366 pp. Mogarde, Graciela (2001) Aprender a ser mujer, aprender a ser hombre. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Novedades Educativas, 127 pp. ONU en México. www.undp.org.mx/Género/index.cfm Szasz Ivonne y Susana Lerner (2000). Sexualidad en México. Algunas aproximaciones desde la perspectiva de las ciencias sociales. México. El Colegio de México, 305 pp.


-UJER

EQUIDAD Y FAMILIA MARINA SOTO GUZMÁN

“Mi vida sabe a confusión, a sueño y, a veces, es suave y armoniosa. Ha sido un camino hacia mi mundo interior, hacia lo que creo, lo que siento, que no es lo mismo que ayer ni será lo mismo que mañana. Nadie es un ser completo, pero todos aspiramos a serlo, oscuramente unos, más claramente otros. “ Berta Montaño.

MAGISTERIO

49


L

a mujer lucha incansablemente para conquistar los derechos que se le negaron durante mucho tiempo, por el simple hecho de ser mujer. Como tantos logros de la humanidad, ha sido necesario el sacrificio1 de un gran número personas que se atrevieron a desafiar la injusticia para vivir casi en condiciones de igualdad con respecto a los hombres. La mujer, independientemente de los símbolos que representa en las diferentes épocas, se manifiesta en defensa de los derechos (laborales principalmente), en contra de la guerra y de todo tipo de abuso; aún más por ganarse un lugar justo en la sociedad y un trato digno en todos los ámbitos. A pesar de esta lucha, es indignante la situación en que viven millones de mujeres en el mundo2. Nos deja perplejos, enterarnos en pleno siglo XXI, que en Kabul tienen prohibido desempeñar un trabajo y recibir educación; que en varias partes del orbe están condenadas al maltrato cotidiano, a sufrir mutilaciones genitales o algún tipo de abuso sexual; que en Nigeria, Zafia Hussaini había sido condenada a morir lapidada por incurrir en adulterio. Estas atrocidades, irremediablemente, permiten valorar el modo de vida que tenemos, porque conocemos que como mujeres somos iguales, pero las circunstancias de la vida nos ubicaron en diferentes contextos.

En las prácticas pedagógicas, las futuras educadoras físicas han presenciado prácticas docentes en donde se continúa con la separación por sexos y han percibido que esto es más

ideas arraigadas de generaciones anteriores en la educación y en la crianza de los niños y las niñas. El problema tiene sus antecedentes, incluso, antes de integrarse una nueva familia, pues un gran número de parejas deciden unirse en contadas ocasiones, con la firme convicción de traer seres humanos al mundo y compartir las tareas y los compromisos que les genera su nueva responsabilidad: ser padres de familia. Función para la cual, por lo general, no se prepararon y mientras aprenden a tratar a sus hijos, algunas ocasiones, generan en las criaturas miedos, rencores e inseguridades que no serán olvidados por más arrepentimiento que tengan los padres en la etapa de madurez o vejez. Como padres, se consuelan un poco al ver que sus hijos son hombres y mujeres de provecho, es decir, que alcanzaron una profesión o trabajan y formaron una familia también; como hijos, duelen menos los recuerdos de la infancia cuando se sabe que los progenitores se arrepienten y tratan de explicar o justificar su proceder.

común

Hoy día, se tiene al alcance información y apoyo para evitar el maltrato, sobre todo si en la escuela se es profesionista, pero, qué incongruencias tiene la vida, tantas personas con título secundaria que profesional de diversa índole, que laboran en en la primaria y puestos burocráticos o son líderes políticos, saben que los derechos humanos son tanto preescolar para los hombres, las mujeres, los niños y Uno de los comunes denominadores en la las niñas; sin embargo, en muchos casos, vida de las mujeres a nivel mundial, es la se apartan de dichos saberes en su hogar y violencia intrafamiliar, ya sea verbal o física. hacen valer las ideas que recibieron a través Las cifras de violencia, principalmente en contra de niñas de su educación familiar, comportándose orgullosamente al y de mujeres, es alarmante,3 independientemente de las gusto de la muchedumbre machista, ¡en vano su profesión! condiciones políticas, económicas y sociales de los países. Al considerar que en México cada vez se abren más las posibilidades de tratar un asunto conocido como tabú por 1 Recordemos por ejemplo, a las 129 obreras que murieron en 1857 en una fábrica mucho tiempo, vale la pena tratar de explicar las causas y los textil de Nueva York, por exigir igualdad de salarios y una jornada de 10 horas efectos de la violencia y la desigualdad en el hogar, porque laborales; se cree que el incendio que produjo la tragedia fue provocado por los dueños de la fábrica. las principales afectadas son las mujeres, y con ello, también 2 Hay en el planeta 6,000,000.000 de habitantes aproximadamente, de los cuales se frena el progreso de la nación. 2,000,000,000 viven en la pobreza y de está última cantidad, el 60% son mujeres; ¿Dónde está el origen de la violencia intrafamiliar? Y… ¿dónde está la solución? Al tener como referencia el contexto que caracteriza a gran parte de las familias de nuestra sociedad, seguramente coincidimos en la respuesta: en el núcleo familiar. Porque es ahí donde convergen y se reproducen 50

MAGISTERIO

es decir, el 60% de los pobres en el mundo, son mujeres. El año de los seis mil millones: Los derechos detrás de los números. Microsoft Internet Explorer. Geogle. http://www.crlp.org/esp_fac_y6b.htlm Capulhuac, Méx., 6 de marzo de 2005, 16:45 horas. 3

Dependiendo del país, de un 25% a un 75% de las mujeres son maltratadas físicamente en sus hogares de forma habitual. Centro de información de las Naciones Unidas para España. Microsoft Internet Explorer. Geoogle http://www. onu.org/Agenda/dias/mujer.htm#Dermujer Capulhuac, Méx., 6 de marzo de 2005, 17:00 horas.


“Tú mandas y se hace lo que tú digas hijo, porque tú eres el que mantiene a la familia, porque eres el hombre; se tiene que aguantar la mujer y si no entiende dale sus zoquetes, que además no está viviendo ni tantito de lo que yo sufrí con tu padre”, es uno de los tantos comentarios que quizá hemos escuchado en labios de algún prototipo de madre mexicana. Entonces, ¿por qué nos quejamos? Si está claro que el ser que tiene el don maravilloso de procrear vida, en ocasiones la manipula y la corrompe para reproducir una forma de vida que en el pasado le causó dolor e impotencia, pero ahora, la satisface ver reflejada en otras personas, su amargura, su infelicidad y su rencor frustrado. Muchas mujeres, conforme transcurre el tiempo y ven crecer a sus hijos, constantemente hacen un recuento de su vivir y sin duda, uno de los momentos más significativos es cuando eligieron casarse. Enamoradas e ilusionadas, lo menos que esperan es ser amadas y comprendidas; pero, ¿qué sucede si la decisión no se toma con plena conciencia de causa, si además se descubre el clásico mexicano y al prototipo de suegra y cuñadas? En esa situación, la realidad que se vive difiere mucho de la dulzura que venden los finales de las telenovelas y los cuentos de hadas: se casaron y vivieron felices para siempre; mentira, el matrimonio no es el final feliz, para muchas mujeres es el principio del sufrimiento. ¡Qué puede ser más frustrante que el carecer de voz y voto en el hogar, que el ser sumisa y obediente por temor al castigo, que el estar subordinada al mando y a la decisión del esposo (aunque algunas veces él se equivoque), que el 4

Entendida la felicidad como el estado que se experimenta al estar satisfecho con la forma de vida que se tiene, aún con sus dificultades.

depender económicamente del varón y además que él lo considere injusto? Situación degradante lo constituye, ya sea por parte del hombre, de la mujer o de ambos, el volcar sus frustraciones y enojos en los hijos, sembrando con su actitud cobarde la semilla que dará como cosecha en los seres que crían y educan, pobreza de espíritu, indiferencia, desamor y abandono. Por ello pienso que el matrimonio, la unión libre o tener un hijo (casada o no), son cuestiones que han de decidirse seriamente, evitando actuar impulsivamente. La mujer tiene que vivir plenamente cada una de las etapas de la vida pero sin incurrir en acciones que, después de un placer pasajero, la hagan sentir desdichada y arrepentida. Efectivamente, esto tiene que ver con el sistema de valores que se fomente al interior de cada familia y con la cosmovisión que cada uno MAGISTERIO

51


de sus integrantes interiorice. Lo importante es ser feliz4 y no necesariamente todo tiene que ser perfecto y conforme a la norma social; se vale equivocarse, siempre y cuando se asuma con responsabilidad las consecuencias de los actos. Considero que los tropiezos que experimente una mujer,

y más cuando son vivenciados por propia decisión, son los que más reflexión y aprendizaje le van a dejar; ni las conferencias, las pláticas ni los múltiples ejemplos que se le proporcionen a una joven, serán determinantes para que ella piense y tome decisiones que desde el punto de vista de las madres de familia o de otras personas, son adecuadas;

Para una madre es muy complicado saber si educa adecuadamente a sus hijos, esta inquietud se acentúa cuando además de ser madre, atiende un trabajo y /o se sigue superando profesionalmente. 52

MAGISTERIO


ciertamente, constituyen orientaciones valiosas pero finalmente la decisión es individual, es personal. Para una madre es muy complicado saber si educa adecuadamente a sus hijos, esta inquietud se acentúa cuando además de ser madre, atiende un trabajo y/o se sigue superando profesionalmente. Generalmente, cuando se carece de los suficientes medios económicos y del apoyo de los familiares para brindar la atención necesaria a los hijos, la mujer experimenta un sentimiento de culpa por abandonarlos, por dejarlos enfermos, por apresurarlos siempre debido al horario que debe cubrir, y qué decir de los momentos significativos en los que no puede acompañarlos; por si eso fuera poco, experimenta también los estragos de la desigualdad con su cónyuge, quien lejos de apoyarla y animarla, le recrimina, culpa y responsabiliza constantemente por las dificultades que surgen durante la crianza y la educación de los peques. Ante situaciones como las descritas anteriormente es difícil, pero no imposible, hacer valer nuestros derechos; es cuestión de decisión, de concordia, de amor y de respeto hacia una misma y hacia los hijos; porque, si bien se trabaja gustosamente esforzándose por atender ambos ámbitos (el familiar y el laboral) y se contribuye al bienestar y mejoramiento económico de la familia, lo menos que espera una mujer es apoyo y respeto; pues, si deja a sus hijos mientras trabaja, es por necesidad, y si los deja mientras estudia, es porque quiere una vida mejor. Analizando detenidamente esto último, la mujer no es egoísta al superarse profesionalmente, viéndolo bien, al superarse ella, se supera la familia, su comunidad, su estado y su país. Luego entonces, la desigualdad de género entre la pareja puede tornarse hostil, incluso puede generar la desintegración familiar si no se toman acuerdos donde ambos cónyuges se comprometan a cambiar lo que así se requiere para el mejor funcionamiento de la familia. Ante esto, es recomendable analizar la situación con calma, exponiendo sin temor y con

la mayor claridad posible las razones y los fundamentos de las causas que se considera han deteriorado el dulce hogar. Es común que en las parejas se considere, en algunos momentos, que el amor se ha terminado o que la confianza se ha destruido; en casos más serios, se vive la guerra fría en un entorno de constante amenaza por parte de ambos bandos, en un ambiente de tensión bélica que a la menor provocación puede explotar. A veces funciona el diálogo a favor del desarme y la paz familiar, en otras, uno de los dos se rinde y expone su bandera blanca acompañada de un exquisito platillo, de un ramo de rosas o mediante la entrada sigilosa a la alcoba; pero, cuando ninguna de estas tácticas funciona, o más bien, ninguno de los dos quiere ceder, deviene la desintegración ante la expectativa y las miradas asombradas de los niños. Quizá esta decisión pueda ser la mejor (según sea el caso) o, como sucede con frecuencia, los infantes se verán perjudicados. No olvidemos que en nuestro país se carece de una cultura a favor de los niños, generalmente se toman decisiones pensando sólo en las necesidades y perspectivas de los adultos. Si se divorcian o se separan, bien pudieran ambos seguir participando amigablemente en la atención y educación de los chicos, procurándoles amor y bienestar, independientemente de que cada uno de los padres formen otra familia, pero no es así. En estas cuestiones la mayoría de los mexicanos son egoístas y recelosos. En el caso de muchos hombres, se prefiere tener dos o más familias sin atender a cada uno como se merece, y en caso de bastantes mujeres, incluso hombres, se vive una situación inaguantable, que a veces llega hasta la muerte, ante la ausencia de la suficiente determinación para tomar decisiones, escudándose, generalmente, en los hijos. Es difícil aceptar la desintegración de una familia. Lo es más entender las causas y responsabilizarse por cambiar los mitos y las costumbres que interfieren en ello. MAGISTERIO

53


Para rescatar el valor de la familia en la sociedad actual, se necesita algo más que hacer remembranza del día internacional de la mujer y del día de la eliminación de la violencia contra la mujer. Se requiere de un trabajo fuerte por parte de las instituciones pro familia y de las escuelas en todos sus niveles y modalidades, para generar la toma de conciencia entre los integrantes de la célula básica de la sociedad. Desafortunadamente, el devenir histórico rebasa las buenas intenciones y quizá durante el intento, se replantee el concepto de familia. Mientras tanto, hay que enfrentar el desafío actual: ser madres, esposas y trabajadoras con plena conciencia de las capacidades que se poseen, y que son muchas.

Mujer Aunque suene cursi, haz lo que te dicte tu corazón; hazlo con determinación y no te arrepientas del paso que decidas dar. Es tu vida, es tu futuro, es tu felicidad, y sólo a ti, te corresponde definir el camino que quieres seguir. Valórate, quiérete y mira siempre hacia delante. Reconoce tu situación y soluciona lo que esté en tus manos sin ignorar tu mayor compromiso en estos tiempos: promover la equidad en tu hogar, porque es donde se construyen los cimientos de la igualdad, del amor y del desarrollo de personas justas y equilibradas.

54

MAGISTERIO


COMPAÑERO MAESTRO ¿SABÍAS QUÉ?

LA LIBRERÍA PEDAG Ó GICA DEL MAGISTERIO • Es dependiente de la Subdirección de Formación y Actualización Docente. • Cuenta con 29 años de vida y en los últimos 7 años ha atendido a más de 70 000 maestros. • Vende las publicaciones de instituciones públicas y privadas que abordan temas sobre educación. • Los precios que ofrece son los más bajos del mercado. • Cuenta con cerca de 10,000 productos, de los cuales aproximadamente 7000 son relacionados con educación.

CASTELLANOS EDITORES ES:

• El mayor distribuidor de libros importados sobre educación. • El editor más solicitado por los maestros del Estado de México. • Distribuye la producción editorial nacional de instituciones públicas y privadas en el extranjero. • Tiene un catálogo de 2000 libros sobre ciencias de la educación. Ahora unidos ofrecen a maestros e instituciones educativas sus productos en:

La Librería Pedagógica del Magisterio Nigromante N. 207-A, Col Centro, Toluca Tel. 2 15 37 38 Horario de Lunes a Viernes de 9: 00 a 18:00 h y Sábados de 9: 00 a 15:00 h 18

MAGISTERIO

MAGISTERIO

55


d

Equi

d a

e d

: o r e n é g

Desde la visión de una estudiante de la licenciatura en Educación Física MARÍA GUADALUPE VILLEGAS TAPIA

A lo largo de la historia de nuestro país, han ocurrido sucesos en los que la mujer ha desempeñado papeles importantes: el de traductora como lo fue la Malinche, el de rielera como la Adelita, el de escritora como Sor Juana Inés de la Cruz y recientemente, Rosario Marín, una mexicana inmigrante, fue tesorera de los Estados Unidos de Norteamérica. En el deporte, por citar algunos ejemplos, destacan: Ana Gabriela Guevara, Belén Guerrero, Mari José Alcalá, Maribel Domínguez, Lorena Ochoa, Soraya Jiménez, Iridia Salazar… 56

MAGISTERIO


¿

Cómo hablar de mujeres notables en una sociedad que no ha construido una cultura que aprecie a la mujer y al hombre por igual, con equidad y como parte integrante de la humanidad? Nicole Mosconi1, plantea que el ser humano es quien construye diferentes formas de relacionarse con sus semejantes, es él quien establece las formas de convivencia: “…no es una diferencia de sexos, sino una construcción social que marca diferencias de poder entre los sexos y establece relaciones de dominación, donde al sexo femenino le toca el lugar de dominado… una mujer no se realiza sólo con la maternidad, aun cuando la maternidad pueda constituir para ella una modalidad de realización personal. Creo que hay que aceptar que se pertenece a la especie humana… y decir que lo esencial para la mujer como para el hombre es realizar su humanidad en todos sus aspectos” (Moscón, 1998:9). La autora sostiene, que el dominio actual del hombre sobre la mujer, no está predeterminado genéticamente; por lo tanto, estos patrones culturales pueden ser cambiados por otros que respeten la dignidad humana. Estas reflexiones no intentan invertir los papeles, a pesar de que somos conscientes de muchas de las acciones que se realizan discriminan a la mujer. Lo que se pretende es dejar asentado, sin pretender, que la estructura y superestructura social (Gramcsi, se refiere a que son dos metáforas edilicias que construyó Marx para explicar la sociedad; pero que se han usado con distintos fines, y puntualiza que, en la obra del autor interaccionaban con el poder, la política, la lucha de clases y las relaciones de fuerzas)2 están diseñadas para no aceptar las diferencias sin jerarquizarlas, se asignan atributos de valor al hombre y a la mujer, en los cuales la mujer resulta minimizada y desprotegida, conformando así una representación colectiva (Durkheim), que la encarna como un ser que nació para servir, se reconoce que esta imagen ha impactado las prácticas cotidianas en diversos espacios en que se desenvuelve la mujer.

1 Marta Souto en el prólogo del libro “Diferencias de sexos y relación con el saber” 1998, nos comenta sobre Nicole Moscón profesora e investigadora de la universidad de Paris X Nanterre y esboza los contenidos medulares de la ponencia de apertura al seminario para la carrera de Formación de formadores, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. 2 Gramsci (2004) La estructura se refiere a la economía, la superestructura al Estado, la política, la ideología, la cultura. Entre estad dos existen otras instituciones intermedias, cuya finalidad consiste en generar consenso, y entre éstas se encuentra la escuela, la religión, los medios masivos de comunicación, los sindicatos, los partidos políticos, entre otros.

Ana Gabriela Guevara.

Por tal motivo consideramos importante hablar como formadores de licenciados en Educación Física, de la existencia de un discurso que pregona la equidad de género, pero que a pesar de esto, en la cotidianidad de la práctica educativa propicia una interacción entre seres humanos que no la garantiza. Para realizar una investigación se consideró pertinente seguir una metodología interpretativa, a partir de un cuestionario que se aplicó exclusivamente al

MAGISTERIO

57


58% de la población femenil de la Normal No. 1 de Neza, Estado de México, que incluyó preguntas abiertas y cerradas, bajo los criterios que propuso Carlos Marx en la encuesta obrera, con la intención de que las estudiantes reflexionaran sobre su condición de mujer, en las prácticas cotidianas escolares, categoría en que se centró la investigación3. A partir de la información encontramos que en las prácticas cotidianas el enfoque deportivo está presente en las instituciones, porque socialmente se le atribuye un valor: lo comercial, lo que interesa difundir; aun cuando en la formación actual de licenciados en educación física se intente que sea un medio para el desarrollo pleno del ser humano. En la escuela se pretende impulsar el trabajo compartido entre hombres y mujeres, al trabajar con equipos mixtos, esto no trasciende los espacios escolares y en muchas ocasiones ni las actividades cotidianas de las escuelas. “– Depende en donde se desarrolle la actividad, sí es en la escuela, sí trabajamos con equipos mixtos, pero en el tiempo libre la mayoría juegan puros hombres”, “–cuando juegan fútbol sólo lo hacen ellos”4.

En las prácticas pedagógicas las futuras educadoras físicas, han presenciado prácticas docentes en las que prevalece la separación por sexos y han percibido que esto es más común en secundaria que en primaria y preescolar. En cuanto a los juegos que se privilegian para varones son atrevidos y de alto riesgo, mientras que para las mujeres se eligen los sencillos. Cuando son los mismos para ambos, se sobreprotege a la mujer otorgándole más apoyos, sin que ella los solicite. En cuanto a la percepción de quien efectúa más trabajo académico en la escuela y en el aula, los 58

MAGISTERIO

Belén Guerrero

La competitividad con el otro, el deseo de ganar a toda costa y pensar que los varones son los únicos capaces de triunfar, y por eso a la mujer se le invita a jugar, sólo cuando a sus compañeros no les interesa vencer y lo que sesean es divertirse y convivir. Porque según la representación que se maneja, la mujer ocupa un lugar secundario, por no ser hábil y fuerte para poder competir y alcanzar el triunfo –“los hombres me invitan cuando les hace falta un integrante”, “-no les afecta perder”, “-sólo quieren jugar y convivir.”


En la interacción educativa, en la práctica cotidiana, en lo que hacemos rutinariamente día tras día al relacionarnos con nuestros semejantes y tipificar a hombres y mujeres, es donde tenemos que intervenir para efectuar acciones que dignifiquen al ser humano, pronunciándonos con un “no” e interviniendo cuando sentimos que se lesionan los derechos y deberes de la mujer y del hombre. Es necesario participar con nuestras prácticas en los distintos espacios donde nos desenvolvemos para contribuir a eliminar tabúes, mitos y prejuicios imperantes en nuestra sociedad, tales como: mujer-objeto, mujer-delicada, mujer-que se puede usar y mujer-comercial. Desafortunadamente aún se comparten representaciones

laza

r.

En su realidad, las estudiantes viven inconscientemente los efectos de estas representaciones colectivas, unos de los efectos las impulsa a demostrar que son mejores, emprenden acciones para destacar como estudiantes, para “demostrar” al hombre y a la sociedad que sí “pueden” –“…tengo que prepararme continuamente para evitar discriminaciones”, otro es la competencia entre géneros – “…un reto muy importante para que mi trabajo sea eficiente y mucho mejor al de un hombre para que no me discriminen.” a Sa

La ideología imperante sobre las formas de relacionarse e n t r e hombres y mujeres han propiciado que los seres h u m a n o s g e n e r e n d i v e r s o s mecanismos que intentan mantener el control de uno sobre la otra. En los varones, las educadoras dan cuenta de uno de esos mecanismos como lo es el tono de voz con que se dirigen a ellas, que lo suavizan y se tornan amables, cuando desean obtener algo “-sí hay algún interés, en tono suave, bromista, sonrientes y amables”, –“pero si no hay interés, hablan como si les cayéramos mal.”

colectivas que mantienen a la mujer en un rol tradicional de abnegación y sumisión, expresadas por ellas mismas como: “…ellos son más hábiles en algunos deportes” o en continuar considerando que hay campos del saber que son exclusivos para el hombre, porque es él quien tiene las capacidades, cuando enuncian: “sus tareas” – “…Un desafío doble, porque hay que mostrar que la mujer es capaz de desempeñar sus tareas”. Considero que en su discurso al palabra “demostrarles” que emplearon frecuentemente, está permeada en el inconsciente, por una huella de la concepción de inferioridad a la que ha estado sujeta la mujer, por tal motivo considera que ahora hay que trabajar más para demostrarle al mundo que la mujer forma parte de él y es un ser valioso.

Iridi

encuestados afirman que se centra en la mujer, práctica común en nuestra sociedad porque se utiliza a la mujer como objeto. A partir de la década de los 70s “…las mujeres se incorporaron con mayor intensidad a la fuerza laboral, aunque sin abandonar su centro de trabajo ancestral: el hogar” (Aguilar, 2006:26). Por lo tanto han desempeñado una doble carga de trabajo.

Algunas han tomado conciencia y manifiestan su inconformidad, saben que es su derecho incursionar en el campo de la educación física, que sí éste socialmente ha permanecido como espacio reservado al varón, no es su responsabilidad, las evidencias dan cuenta de cómo se han enfrentado a estos problemas y han tomado conciencia de la equidad de género, en cuanto a que su ingreso representó para ellas: –“…un reto, romper con las tradiciones”, –“con los estereotipos acerca de la mujer, lo cual hace que el trabajo se nos complique…”, –“…Con las creencias de la sociedad, que considera que deben ser hombres los maestros MAGISTERIO

59


de Educación Física.” Además están conscientes de su condición de seres humanos, por eso se ven al igual que el hombre como profesionistas que asumen un compromiso con la sociedad en cuanto a la formación de alumnos en donde no exista discriminación. –“…ser profesionista de igual

forma que un hombre”, –“…ser una educadora que tiene el fin de integrar a los alumnos, desarrollar sus habilidades físicas, intelectuales, sin hacer distinción alguna. Esa toma de conciencia se concentra en la frase, –“…ya se terminó con el estereotipo de mujer tonta…”

Las maneras de relacionarnos hombres y mujeres en los centros escolares, deben ser modificadas. ¿Cómo hacerlo, cuando aún imperan concepciones como las siguientes: •“es el sexo débil en cuanto a físico y fortaleza”. •“…hay que tenerle muchos cuidados, es sensible y sobre todo con muchas necesidades”. •“…dulce, consentida, mimada, tierna…”. •“…es un ser frágil, al que hay que tratar con delicadeza…”. •“…a las mujeres no les agrada el deporte”?

¿Acaso la fuerza, la sensibilidad, los campos del saber…, son exclusivos de hombre? O tal vez nos han hecho creer eso. Bibliografía. • De Leonardo, Patricia. (1986). Pierre Bordieu, La escuela como fuerza conservadora: desigualdades escolares y culturales en la nueva sociología de la educación. México. 1ª ed. Ediciones Caballito. pp. 156 • Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente. (2005) Revista Magisterio. No. 21. Enero-febrero. pp. 120 • Durkheim, Emile. (1991). Educación y sociología. México. 3ª ed. Editorial Premia. pp. 192 • Fainholc, Beatriz. (1997). Hacia una escuela no sexista. Argentina. 1ª ed. Editorial Industria gráfica del libro. pp. 124

Lorena Ochoa.

• Moscón, Nicole. Diferencia y sexos y relación con el saber. Argentina 1ª ed. Editorial Ediciones Novedades Educativas. pp. 141

60

MAGISTERIO

• Profeco. (2006). Revista del Consumidor. Número 349. Marzo. pp. 80 • SEP. (2002). Plan de estudios de la licenciatura en Educación Física. México. 1ª ed. Editorial DGMyME. pp. 151 • http://www.univision.com/content.jhtml?cid=67997. 07-03-2006.


Globalización Globalizaci y equidad

de género PROFR. Y LIC. FRANCISCO JAVIER ESTRADA ARRIAGA SECRETARIO DE CULTURA DEL COMITÉ DIRECTIVO ESTATAL DE PRI

Hace varios lustros que leí el libro titulado Los límites del crecimiento, editado en español por el Fondo de Cultura Económica, esta editorial mexicana que tanto orgullo nos ha dado en el mundo de los libros, por haber sido en el siglo anterior y ser ahora en el siglo XXI, expresión del espíritu universal mexicano.

MAGISTERIO

61


D

icho libro es sintomático —desde su de genios de las ciencias sociales, así como de un trabajo publicación en 1972—, de los grandes colectivo que sigue faltando a la humanidad para enfrentar problemas que la especie humana tenía los grandes retos en la sociedad global en que vivimos. delante de sí en aquella década y que han Debo decir que en el estudio de la política y de las ciencias crecido al paso de las siguientes, como ya lo apuntaba el libro sociales, la fase final que le faltaba en su crecimiento en sus recomendaciones finales. Recordemos que hace ya al imperialismo, como fase superior del capitalismo, ha más de 30 años el llamado <<Club de Roma>> convocó a tenido que ver con esta complejidad que nos presenta a estudiosos para revisar el tema llamado “El predicamento de la individuos que llegan a amasar grandes fortunas, a empresas Humanidad”. Dicha institución de investigación —compuesta multinacionales o al enriquecimiento a través de la banca desinteresadamente, por hombres de empresa, científicos internacional y que dejó atrás la sola idea de imponer el y participantes de la vida pública nacional e internacional— régimen de los mil años, como quería Hitler, a través de la logró con este llamado crear condiciones de reflexión que fuerza de la balloneta y la desaparición de sus opositores. siguen siendo vigentes; pues dentro de sus resultados se plantea el problema de la globalización en la cultura humana Es decir, que el siglo XX no concluía sólo con el crecimiento y la terminación de los recursos naturales a que se destinaba de la sociedad humana en la fase del dicho patrimonio en el siguiente siglo. Sus imperialismo cuyo rostro descarnado resultados se publicaron precisamente con expresado con toda crueldad por el el título de “Los límites del crecimiento.” En el caso del nazifascismo que llevó a la Segunda Guerra Es importante citar las palabras de uno educador, sea capaz Mundial era su máxima y final etapa de de nuestros más preclaros espíritus, del conclusión. Sino que la complejidad en de aceptar que la investigador social en México, don Víctor L. el crecimiento de la sociedad humana Urquidi, quien nos dice en la presentación educación de las tenía que entrar al macrocosmos de la de la obra citada: “Se trata simplemente de globalización, no a través del militarismo, nuevas sociedades un análisis de una serie de elementos, con sino de esas olas de las que habla Alvin sus interacciones que, según sus tasas no debe quedarse Tofler en sus libros famosos, es decir en de incremento y su importancia relativa, sólo en el estudio el crecimiento de sociedades rurales, pueden determinar o no que la sociedad industriales o más allá, para crear que estamos legando a nuestros bisnietos y de la pedagogía condiciones complejas en el pensar y a quienes les sigan, pueda ser administrada y la didáctica con actuar del humano en este siglo XXI. en forma racional, y represente, si no para visión reduccionista, todos, al menos para la gran mayoría, una No se trata de aceptar teorías, sea la de condición de vida aceptable en lo material sino que los Alvin Tofler, Fukiyama, o de muchas otras y plena en lo espiritual.” El estudio de este que muchas veces, como sucede con tiempos nos llaman libro no rebazaba sólo la preocupación del la escuela de economía —la conocida final de los recursos físicos del planeta a a ser profundos Escuela de Chicago—, que nos viene a manos de los hombres, sino que también imponer (recordemos a Milton Friedman) estudiosos de las planteaba la presencia de un mundo en las últimas décadas del siglo pasado, globalizado donde todo lo que acontece ciencias sociales, sus propuestas del neoliberalismo y la tiene que ver con la comunidad más alejada para mejor aceptación de la esclavitud económica de las grandes urbes. por parte de los grandes consorcios entender y crear y empresas multinacionales. Sino de La globalización que ya nos llegó, vino una pedagogía que comprender ello y más allá, para que a demostrar a los teóricos del siglo XX, en el caso del educador, sea capaz de sea “renacentista”, que las visiones apocalípticas de cierto aceptar que la educación de las nuevas “marxismo”, reduccionista, al pensar es decir <<una sociedades no debe quedarse sólo en el que la batalla final se estaba llevando a estudio de la pedagogía y la didáctica con pedagogía, a la que cabo en los inicios del siglo pasado; y visión reduccionista, sino que los tiempos no, como lo estamos viviendo en carne nada de lo humano nos llaman a ser profundos estudiosos propia, ante la presencia de una sociedad le sea ajeno>>. de las ciencias sociales, para mejor aún más compleja, que no atendían a un entender y crear una pedagogía que sea solo resultado sino a múltiples presencias “renacentista”, es decir <<una pedagogía, que llaman a un esfuerzo poderoso tanto 62

MAGISTERIO


a la que nada de lo humano le sea ajeno>>. Es decir, comprender, viendo al pasado, que la globalización como expresión compleja donde la militarización implantada por Benito Mussolini y Adolf Hitler, era sólo una propuesta arcaica del dominio del hombre sobre los hombres a través de la violencia. Es decir, la presencia de la balloneta para dominar a los demás con el miedo del imperio de la fuerza y el derramamiento de la sangre en todo momento. Esta visión equivocada no tomaba en cuenta los consejos de “El Príncipe”, del padre de la ciencia política Nicolás Maquivelo, quien con mucho tino señalaba en su obra clásica que ningún gobierno, por muy poderoso que sea puede sólo mantenerse en el poder a través de la violencia. Por eso han caído todas las dictaduras y todos los dictadores tarde que temprano. Dicha fase del imperialismo arcaico dejó de ser con la derrota del nazifascismo en 1945, para pasar a una etapa que desde entonces no ha dejado de crecer, y ha hecho a la sociedad “humana” más enajenada y demente, más informada y a la vez mejor controlada a través de la ciencia y la tecnología, a través del saber y de las complejidades que los elementos de la economía, la ideología o la política, ponen como instrumentos de dominación, sobre todo para el caso de los países menos desarrollados. Los pedagogos tenemos qué preguntarnos: ¿Qué nos puede importar estas reflexiones, en tiempos en que el tema de <<Equidad y Género>> representa un asunto muy concreto con el cual la cultura y la pedagogía mexicana tiene grandes y graves compromisos? Lo primero que debemos entender en pleno 2006, es decir, dentro del siglo XXI, es que la complejidad del mundo globalizado nos habla de nuevas visiones y nuevos comportamientos, para las cuales está negado el reduccionismo de los hechos del hombre en la cultura de la globalización. Pues el dominio de una sola clase social sobre los recursos materiales y humanos hoy se comprueba como un tema que generaliza lo difícil que es su estudio. Pensar que un sólo hombre, como es el caso de Bill Gates, sea dueño de 50 mil millones de dólares, hace comprender que la globalización y el tema de lo humano, obliga a académicos y estudiosos de las ciencias sociales a poner su mayor esfuerzo; pues la presencia de un

solo ciudadano que llega a atesorar tan grandes cantidades, o que a través de empresas como Wall-Mart, Microsoft, Apple, Coca-Cola, o de la banca en los casos de City Bank, American Express, Scotia Bank, BBV, etcétera; o también traer para este caso el tema de reflexión en los grandes monopolios de la comunicación, para ello basta pensar en la presencia televisiva de TNT, del señor Turner; de la BBC; o la Fox, del magnate australiano y, muchas otros, que hablan de Silvio Berlusconi en Italia o Emilio Azcarra Jean, en México, entre otros. Todo esto nos llevan a entender que toda revisión del tema del imperialismo, hoy no pasa necesariamente por la imposición de un militarismo del tipo que se ejerce en Irak o Afganistán, por la mente reduccionista e ignorante de un presidente como George W. Bush. Ante todo ello, el tema de <<Equidad y Género>> se convierte en problema a estudiar con un carácter globalizador y su solución, por lo mismo, a partir de lo que sucede con la globalización mundial y la presencia concreta de la mujer. Lo cual se hace una realidad aún más preocupante por el desigual desarrollo que se presenta al revisar el continente europeo con respecto a los otros. De aquí que no sea rara la reflexión que los pensadores (sean hombres o mujeres) señalen de los malestares que por siglos ha venido siendo las terribles cargas de la mujer, ante la sociedad injusta implantada por el dominio de “los hombres” en todo tipo de sociedades medievales, modernas o contemporáneas.

La mujer en esta nueva etapa de la globalización debe tener iguales derechos y deberes en todos los campos de lo humano; y no debería de ser, como sucede en pleno siglo XXI, en que se reconoce que la mujer, al igual que niños y ancianos, son tratados con discriminación permanente.

Hoy, en esta época de los primeros diez años del siglo XXI para los pedagogos debe quedar claro, que el tema de la globalización tiene que ver con el desarrollo moral, ético, político, económico, educativo y cultural de la mujer. Que para todo educador es claro que ningún avance democrático se da en verdad, si no se tiene en cuenta el sentido de la presencia femenina que sea considerada igualitaria en todo tipo de sociedad, en que se aplique en la práctica cotidiana la Ley de igualdad de géneros; tomando en cuenta por lo mismo, derechos y deberes de facto y en la letra escrita, para beneficio de ella tanto como para el hombre. Pero no sólo eso, sino que el mundo global obliga a los educadores, así como a todo ciudadano democrático, a que la presencia femenina sea respetada por esta cultura de la globalización, y se aplique tanto en México como en China o Arabia, en Etiopía MAGISTERIO

63


o en Angola, en España o Italia, y que se obligue a que la mujer sea tratada de igual forma en todos y cada uno de los países; es decir, respetando sus libertades, reconociendo sus capacidades, y aceptando de manera firme, que delante del hombre y los complejos planteamientos de esta “globalización” que vivimos, no se puede discriminar a la mujer, por su referencia al sexo o a los presupuestos ideológicos o religiosos, que le hacen frecuentemente inferior frente al otro sexo y frente a la compleja cultura de la globalización, que con mucho, tiene componentes machistas o de dominación y sojuzgamiento, que están a la vista. La mujer en esta nueva etapa de la globalización debe tener iguales derechos y deberes en todos los campos de lo humano; y no debería de ser, como sucede en pleno siglo XXI, en que se reconoce que la mujer, al igual que niños y ancianos, son tratados con discriminación permanente; pues en la vida educativa, por ejemplo, se le sigue teniendo en la lucha contra el analfabetismo como la segunda preocupación, pues la primera, piensan los gobiernos, es hacer que el hombre lea y escriba, y después —lo aceptan así políticos y “educadores”— se atiende al sector femenino, y esto es válido tanto en México como en Turquía, en Egipto o Grecia. Para el educador la muestra es bastante con un botón. El analfabetismo en el mundo entero tiene un porcentaje más grande y sufrido en el caso de la mujer. Y es claro que si deseamos un cambio de mentalidad en este complejo mundo globalizado, esta mentalidad colectiva y masiva sólo cambiará a partir de pedagogos cuya mente sea aquella que acepta el reto de la globalización con soluciones globalizadoras y que incluya la solución femenina como una tarea inmediata y necesaria. Es decir, para el educador de estos tiempos, atender el problema de la educación de la mujer, tiene un componente claro, la presencia femenina en el mundo no abarca sólo una región o zona territorial grande, sino que la mujer es la otra parte importante, la mayor, en poblar nuestro planeta. Así que a los pedagogos nos es dado comprender que atender la superación educativa de la mujer es una 64

MAGISTERIO

respuesta que debe plantearse a nivel planetario, y no como se podría creer, proponiendo soluciones particulares, cual si fueran ‘curitas’ para aplicarse sólo en nuestra patria; y no, como sucede, en la convocatoria histórica de la mujer por ser justos en su revolución, que viene y se aceleró en el siglo XX, pidiendo que la justicia humana en verdad se aplique haciendo iguales a hombres y mujeres.

Reflexionando y pidiendo que la sociedad humana sea en verdad una democracia donde la riqueza y la pobreza no estén presentes, y negándose a aceptar la sociedad bramhánica en donde a la mujer le toca la peor tarea de esa pobreza que a todos ofende. El pedagogo actual debe solicitar que lo humano se humanice y El analfabetismo haga iguales a sus integrantes y, que de una vez, se termine con la enajenación que en el mundo entero ha hecho de la adoración del ‘becerro de tiene un porcentaje oro’, la demencia social e individual, que está acabando con el patrimonio natural del más grande y planeta y con la posibilidad de sobrevivir del sufrido en el caso de ser humano en este planeta. ¡Tal es el reto para la pedagogía mundial y no sólo para la mujer. Y es claro los políticos como se podría creer!

que si deseamos un cambio de mentalidad en este complejo mundo globalizado, esta mentalidad colectiva y masiva sólo cambiará a partir de pedagogos cuya mente sea aquella que acepta el reto de la globalización con soluciones globalizadoras y que incluya la solución femenina como una tarea inmediata y necesaria.

Por eso creo que la nueva pedagogía no tiene sólo propuestas particulares para un solo país, sino que uno de sus fines principales es su visión global de equidad y género así como de protección y defensa de lo humano que obliga a un trabajo de reflexión y práctica educativa, que debe ser entendida como praxis de la mentalidad colectiva y de sus genios pedagógicos; mismos que reflexionan sobre lo humano, y buscan soluciones a problemas que estos tiempos nos obligan a entender como la complejísima problemática que el ser humano tiene ante sí, y ante el peligro de su desaparición en el presente siglo para siempre. ¡Sólo la educación ha de cambiar ese derrotero! La educación y todas las demás ciencias en coparticipación: eso nos obliga a estudiar, estudiar y estudiar —como señalaba Sor Juana Inés de la Cruz—, mucho más cada día de nuestras vidas el tema de lo humano y de la naturaleza, para que a partir de nuestras reflexiones y conclusiones, sepamos dar respuestas prontas y ciertas, por el bien de todos y no sólo de un género hegemónico.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.