Cal contra vibriosis
La aplicación de material calcáreo no es práctica para controlar una vibriosis en piscinas camaroneras nutos, mientras la de la cal hidratada fue de 15 minutos.
Juan Portal, Carlos A. Ching Departamento de Acuicultura, Vitapro, Lima - Perú jportalc@vitapro.com.pe / cchingm@vitapro.com.pe
Introducción
Aunque la aplicación de cal, a través del mantenimiento de niveles óptimos de alcalinidad, ha demostrado ser beneficiosa para el control de enfermedades del camarón, tales como el Síndrome de Taura y el Síndrome de la Mancha Blanca, los ensayos llevados a cabo en la Facultad de Ingeniería Pesquera de la Universidad Nacional de Tumbes (Perú) mostraron que el uso de esta técnica para controlar vibriosis puede resultar poco práctico. Esto se basa en las concentraciones inhibitorias mínimas (MIC) encontradas para la cal hidratada y la cal viva contra cepas patógenas de Vibrio parahaemolyticus y Vibrio alginolyticus. Por ejemplo, se requeriría aplicaciones equivalentes a 4,000 kg/ha de cal hidratada para controlar V. alginolyticus y 9,000 kg/ha para V. parahaemolyticus. Una dosis tan alta de cal ocasionaría cambios drásticos en el pH del agua de las piscinas y afectaría a los camarones ya estresados por la infección bacteriana.
Estimación de las concentraciones inhibitorias mínimas
Se llevó a cabo varias pruebas para determinar las concentraciones inhibitorias mínimas* del óxido de calcio (CaO o cal viva) y del hidróxido de calcio *Concentraciones inhibitorias mínimas = Concentraciones más bajas de un antimicrobiano que inhibe el crecimiento de un microorganismo después de su incubación.
36
(Ca(OH) 2 o cal hidratada) contra unas cepas patógenas de V. parahaemolyticus y V. alginolyticus identificadas en una camaronera cercana al campus de la Universidad Nacional de Tumbes y aisladas en agar. Las diferentes concentraciones de cal fueron ensayadas contra una solución bacteriana que contenía 5 x 103 unidades formadoras de colonias (UFC) por mL, durante un período de incubación de 24 horas a 28°C, siguiendo el método estándar descrito por el Comité Nacional Norteamericano para Estándares de Laboratorio Clínico. Se encontró concentraciones inhibitorias mínimas de 30 mg/L de cal viva contra ambos vibrios y de 900 mg/L de cal hidratada contra V. parahaemolyticus y 400 mg/L para V. alginolyticus. Los ensayos se llevaron a cabo en dos fases; una fase exploratoria que utilizó una amplia gama de concentraciones para ambos tipos de cal y una fase final en la que se obtuvo valores más precisos (Tablas 1 y 2). Se demostró que para ambos materiales calcáreos utilizados a una dosis equivalente a la concentración inhibitoria mínima, el efecto inhibitorio se lograba a través de un aumento repentino del pH del medio, por encima de 9.5 para la cal viva y de 9.0 para la cal hidratada. Cuando los productos fueron aplicados a una dosis equivalente al MIC en agua de piscina, se encontró que la acción de la cal viva se prolongaba durante 10 mi-
¿Alternativa para manejar una vibriosis?
Algunos camaroneros de América Latina han reportado resultados beneficiosos con el uso de la cal hidratada contra los ataques de vibrios patógenos en dosis entre 75 y 100 kg/ha, argumentando el “poder desinfectante” de estas concentraciones. Sin embargo, hemos visitado muchas camaroneras en esta región que han tenido resultados inconsistentes con este tipo de manejo. Los camaroneros que aplicaron cal en una dosis equivalente a 75-100 kg/ha tuvieron que utilizar otros métodos, tales como la aplicación de probióticos o antibióticos en los alimentos, para poder superar los brotes de vibriosis. En este estudio, se aplicó cal viva y cal hidratada a una dosis equivalente a 75 kg/ha, en tanques que contenían agua de piscina inoculada con las cepas patógenas de vibrios utilizadas en las pruebas para determinar la concentración inhibitoria mínima. Los resultados mostraron que este tipo de aplicación no tiene éxito para controlar las poblaciones bacterianas, incluso con parámetros óptimos de calidad de agua (Tabla 3).
Conclusión
Aunque este estudio encontró que se requiere de una cantidad más pequeña de cal viva (300 kg/ha) para inhibir vibrios, que los 4,000 a 9,000 kg/ ha necesarios de cal hidratada, no se recomienda el uso de cal viva en piscinas camaroneras con vibriosis. No solamente, este tipo de producto puede ocasionar problemas a los trabajadores que lo aplican, sino también aumenta de manera repentina el pH del agua lo que puede generar un estrés adicional a los camarones durante un brote de vibriosis. Julio - Agosto del 2015