La lógica del Paro, Ideas sobre su historia
Por eso, los desmanes y los reclamos que se pregonaron en la cantidad de manifestaciones que se propagaron por todo el país representan el desgaste histórico de la problemática social colombiana. Y a pesar que la imagen del actual Presidente naturalmente cayó a los niveles más bajos de su gobierno, es claro que la responsabilidad no solo recae en él, sino en años de malas decisiones de administraciones pasadas, hasta la de él. El apoyo, los alcances y el impacto que tuvo al paro agrario campesino es en definitiva una muestra del arraigo de las raíces de la sociedad colombiana. Todavía Colombia, en muchos aspectos, sigue siendo un país de regiones, de pueblos y tradiciones. Y a pesar de ello, es poco lo
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que los colombianos hicieron cuando se firmaron los TLC’s, pues para la primera década del siglo XXI en Colombia quien manifestara o saliera a las calles a reclamar era de izquierda o, en el peor de los casos, guerrillero. No quisiera terminar sin hacer mención a los desmanes que se generaron en torno al paro. Todavía en Colombia no hay organizaciones sociales y políticas que representen a los campesinos de nuestro país. Una muestra de ella, fue el aprovechamiento de algunos sectores que con el pretexto de apoyar las reivindicaciones de los campesinos, montaron su agenda política, algunos, y su agenda vandálica, otros, para generar en el imaginario de los colombianos sentimientos de inseguridad y
de falta de autoridad. En conclusión, ahí le faltó mucho a Santos. No es él mismo que era cuando fue Ministro de Uribe. A modo de aporte: Uno de los mayores responsables de la crisis del campo en Colombia es la firma de los TLC’s. La marcha, la protesta, la huelga se tuvo que haber hecho cuando se negociaron y se firmaron estos acuerdos. Hoy en día, es casi imposible echarlos para atrás. Con ese dato uno podría pensar: o el tejido social, las organizaciones sociales siguen siendo débiles en Colombia, o definitivamente, a pesar de generar un gran sentimiento en los colombianos, el campesino como tal no está ni en la agenda de nuestros líderes, ni en la nuestra.