Por Miguel Hernández (1938-1941) CANCIONERO Y ROMANCERO DE AUSENCIAS.
[1] Ropas con su olor, paños con su aroma. Se alejó en su cuerpo, me dejó en sus ropas. Luchas sin calor, sábana de sombra. Se ausentó en su cuerpo. Se quedó en sus ropas. [2] Negros ojos negros. El mundo se abría sobre sus pestañas de negras distancias. Dorada mirada. El mundo se cierra sobre sus pestañas lluviosas y negras. [3] No quiso ser. No conoció el encuentro del hombre y la mujer. El amoroso vello no pudo florecer. Detuvo sus sentidos negándose a saber y descendieron diáfanos ante el amanecer. Vio turbio su mañana y se quedó en su ayer. No quiso ser. [4] Este documento ha sido descargado de http://www.escolar.com