27 de octubre de 2010 | el oriental
Cuando sea grande, quiero ser... Por Vilmar Trinta Negrón vtrintanegron@elorientalpr.net
GURABO - Como todo un agente del orden público Yeriel Caraballo Rodríguez daba rondas por los alrededores del plantel escolar, se tomaba muy en serio el juego con sus amigos de perseguir a los malos y le brindaba protección y escolta al Trabajador Social. “Yo quiero ser policía, porque me gusta coger a los pillos”, dijo el niño, quien en días recientes sufrió muy de cerca los estragos de la ola criminal que arropa la Isla. Precisamente para distraer o reducir el impacto de los problemas sociales en los niños e inculcarles el deseo y la responsabilidad de convertirse en hombres y mujeres profesionales, la Escuela de la Comunidad Celada Carretera en Gurabo celebra hace 10 años el Día del Oficio y las Profesiones. “Separamos este día para que los estudiantes vistan de las distintas profesiones y oficios que ellos deseen ser una vez lleguen a adultos. Lo que distingue esta actividad es que traemos recursos comunitarios para que les hablen sobre las profesiones, la importancia del estudio y pertinencia de esa profesión”, explicó el profesor Carlos De Jesús, trabajador social y organizador de la actividad.
Todo el día los niños se mantuvieron en contacto con diferentes figuras de la comunidad como bomberos, policías, paramédicos, modelos, mecánicos, abogados, periodistas y hasta legisladores como el senador, Jorge Suárez Cáceres y el representante, Ángel Peña Ramírez. El profesor De Jesús destacó que han recibido visitas de personas reconocidas como lo es la patóloga forense Yocasta Brugal. “Los estudiantes han ido profundizando en las diferentes profesiones, en los sacrificios y el trabajo que conllevan cada una. A
veces después de escuchar los testimonios cambian de parecer”, sostuvo el Trabajador Social de la escuela cuya matrícula asciende a 265 estudiantes. Además de trabajar con los niños, De Jesús tiene el reto de integrar a los padres y al resto de la comunidad. Y el entorno de esta escuela es muy particular. “Estamos enclavados en una de las comunidades más difíciles de Gurabo. Por ejemplo, el 88% de las familias está por debajo del nivel de pobreza y hay un por ciento alto de niños que vienen de hogares
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reconstituidos”, añadió. Sin embargo, “pese a estas características sociodemográficas de nuestra comunidad. Somos una escuela que nos hemos mantenido a flote, el 100% de nuestros estudiantes se gradúan y tenemos un 90% de retención”, comentó. De Jesús no aplica ni trabaja con un método médico en específico para manejar las diferentes situaciones que viven los niños. “Aplicamos un modelo de trabajo social distinto, no médico sino que utilizamos un modelo grupal basado en la residencia. Yo como trabajador social en vez de intervenir con el estudiante de uno en uno (individual) trabajo con el colectivo, de manera grupal”, indicó. Para esto el Trabajador Social ha creado varias organizaciones estudiantiles, las cuales tienen su propia visión, misión, objetivos y reglamento. La Patrulla Escolar, ayuda con el orden y la disciplina, el Club Cívico realiza diferentes visitas a organizaciones sin fines de lucro que ayudan a los deambulantes, mujeres maltratadas y otros. Y el Club Ecológico Casa Verde. Todas las organizaciones tienen una directiva y un día de la semana visten su uniforme. Además los estudiantes aportan con una cuota y lo recaudado se utiliza para ayudar a otros niños que no llevan meriendas o en la compra de efectos escolares, así como para realizar sus propias actividades.