nuestra identidad. En el año 2021 los efectores de salud no han respetado la identidad de género. Venus Tejada, documentadora trans de CeDoSTALC y Presidenta de APPT Además, en los hospitales públicos, los endocrinólogos se niegan a hablarnos de hormonización, mientras que en el sistema privado de salud resulta demasiado costoso pagar a especialistas. Como consecuencia de esta vulneración, las personas trans optan por la automedicación, sin ningún tipo de seguimiento, control o información profesional y efectiva para realizar esos tratamientos de forma adecuada. Muchas de las muertes trans ocurren por la omisión del Estado, pues no se forman profesionales médicos sensibilizados y capacitados sobre nuestras identidades; la consecuencia es un genocidio tanto social como por enfermedades tratables. No podremos hablar de sostenibilidad ni de desarrollo sostenible si el Gobierno de Panamá no genera el contexto legislativo, parlamentario y social para que las personas trans accedamos a los derechos humanos.
C. Violaciones al derecho a la educación La legislación panameña establece que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que viven en el país tienen derecho a recibir del Estado una educación integral, sin ningún tipo de discriminación (artículo 91 de la Constitución de la República de Panamá y Ley Orgánica de Educación – Ley 47 de 1946). Sin embargo, no se nos permite estar en los colegios con nuestra identidad de género, lo que representa una violación a la legislación panameña vigente. El sistema educativo excluyente tiene como efecto la validación de la exclusión social trans en todas las instituciones sociales. En este sentido, Venus Tejada expresó: Que las personas trans en Panamá no podamos acceder a los diferentes niveles educativos tiene como consecuencia directa la marginalidad de las identidades trans, así, se puede ver que no hay acceso a los ámbitos de trabajos formales, lo que nos orilla a ejercer el trabajo sexual.
11