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REDES & Seafood 233

En la foto superior, descarga en Madryn el potero “Esther 153”, de Illex Fishing, y a la der., en Mar del Plata, el “Arbumasa XXVII”, de Bal-Fish. El primer trimestre cerró con el liderazgo de la terminal chubutense (37%), seguida por Puerto Deseado (31%) y por el puerto bonaerense (29%).

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Calamares

No muy lejos, al norte del paralelo de 44À, los poteros tratan de revertir el declive de la zafra, que tuvo saludable comienzo al sur pero muy efímero. De hecho, y con 65.500 toneladas, perdió el primer trimestre respecto a su par de 2022 (-18%) y algo parecido sucedió en Malvinas, que en marzo, con 44.000 toneladas, cerró 10% abajo Los nacionales, como es de práctica, tuvieron un arranque a ciegas por la ausencia de cruceros, tema que estuvo en la Comisión de Seguimiento (Acta nÀ17/2023) y con el consiguiente reclamo armatorial. Que tuvo las respuestas habituales aunque un tanto insostenibles. Es que no obstante el déficit de campañas y los crónicos problemas de su flota, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo (INIDEP) es candidato a incorporar un oceanográfico ice class (ver pag.130).

En cuanto a resultados en la 201, tampoco lucen promisorios, cerrando un panorama de escasez que viene acusando el mercado. En vísperas de la feria de Barcelona, por caso, Undercurrent News alertó sobre alza de precios en los hubs comerciales chinos, donde descuentan escasez de Illex para ésta temporada. Puede que falte pota, pero la frontera marítima, sobre todo a las puertas del Golfo San

ABANCA informó que negocia la venta del 80% de Nueva Pescanova con la canadiense Cooke, decisión que abre chance de supervivencia para la pesquera española. Hace diez años, y tras su quiebra fraudulenta, fue rescatada por un pool de bancos y se mantuvo con respirador hasta que, ya como Nueva Pescanova, recibió un respaldo importante. Fue en 2021 y luego de sortear la pandemia. Se lo dio Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, que accedió a capitalizar el crédito de € 542,2 millones que tenía con la empresa, para llegar a una participación superior al 97%. Y pretensiones de crecer. Tras un salto del 21,4% en las ventas y € 7,8 millones de ganancia a marzo de 2022, arreciaron anuncios de todo tipo, como la negociación por los activos del grupo argentino Veraz, controlado por la familia Contessi. Pero el pescado tiene espinas, y se hicieron sentir en el nuevo ejercicio, que de marzo a setiembre acumuló un rojo de € 60,5 millones. Demasiado como para revertirlo en el trimestre de las fiestas. El nuevo escenario obligó a recalcular y la publicitada compra de Veraz quedó en el pasado, pero las

turbulencias no cesaron. Y esta vez desde el frente financiero. Junto con la crisis del Credit Suisse, Escotet tuvo una sorpresa desagradable: sus colegas del Sabadell, CaixaBank y Santander se negaron a refinanciar un crédito sindicado de € 150 millones, oportunamente concedido a Nueva Pescanova. Desde Bruselas, mientras tanto, se intensificaron los reclamos del Banco Central Europeo para que se desprenda de sus activos industriales. Demasiado para Abanca. Se aceleró entonces la decisión de vender, y es posible que la propuesta “cash” de Cooke haya inclinado la balanza. Viene ahora el due diligence, revisar la Caja de Pandora, y poner a prueba la financiación prometida por el vendedor, que en sus cuentas del último ejercicio tiene a Nueva Pescanova con un pasivo de € 581 millones. De ahora en más, todo será café y calculadoras y con un flanco sensible, porque la discusión gira en torno al destino de un “emblema de Galicia”. No sería extraño que se sume algún otro nombre a la mesa. Es que por el perfil del grupo canadiense, los activos más superfluos están, precisamente, en suelo gallego.

La censura SOCIAL

No son tiempos fáciles para la actividad pesquera. Desde siempre, prejuicios e ignorancia y el secretismo de sus protagonistas, la envolvieron en un manto de sospecha. Previsible, porque aguas adentro y lejos de la mirada pública, se abre el espacio para cualquier fantasía, aún la de atribuirle el colapso definitivo de la vida marina. Todavía impacta, desde los archivos, el título que monopolizó los medios en 2006, y que, citando un trabajo de la prestigiosa revista Science, pronosticaba esa tragedia para 2048. A partir de una proyección errónea que reconoció el propio autor. Pero para entonces ya se había disparado un falso debate, con la rutina de señalar a la pesca como imperdonable villano, en una tendencia que potenció la proliferación de ONGs y el vértigo de las redes sociales. De nada sirve mencionar la auspiciosa estabilidad que muestra el desembarque mundial (FAO/Sofia 2022), o las bondades de un manejo adecuado, como lo probó un trabajo publicado en 2020 por Ray Hilborn y su equipo (R&S#222), y al que puede accederse a través del Qr adjunto.

Es que es imposible lidiar con la imparable cruzada ambientalista, que contagia con su fanatismo a prestigiosas publicaciones. Fue el

caso de Science, que le cedió espacio a un erróneo ejercicio sobre la huella de carbono, y aunque hubo rectificación, cuando llegó ya era tarde y los arrastreros eran la encarnación del demonio. Los cuestionamientos, lejos de atenuarse, han ido en alza, sumando restricciones que amenazan la propia subsistencia de la pesca como medio de vida y actividad económica. Y ya no se trata de regularla para garantizar su sostenibilidad: la consigna es paralizarla. Sucedió en el litoral atlántico español, con la restricción a las „artes de fondo‰ que decidió la Unión Europea y que España, en soledad, recurrió ante Bruselas, posiblemente la ciudad con más ONGs por metro cuadrado.

Aguas intangibles

El desenlace es previsible. Y mucho más por la deuda que se arrastra con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, Con el ODS 14, vinculado al medio marino, fue muy magra la respuesta de la Organización Mundial de Comercio en materia de subsidios pesqueros (R&S #231), y sigue distante la cota de 10% de aguas intangibles que prometía para 2020. Pero en la Conferencia de los Océanos

Effective fisheries management instrumental in improving fish stock status

Ray Hilborn, Ricardo Oscar Amoroso, Christopher M. Anderson, Julia K. Baum, Trevor A. Branch, Christopher Costello, Carryn L. de Moor, Abdelmalek Faraj, Daniel Hively, Olaf P. Jensen, Hiroyuki Kurota, L. Richard Little, Pamela Mace, Tim McClanahan, Michael C. Melnychuk, Cóilín Minto, Giacomo Chato Osio, Ana M. Parma, Maite Pons, Susana Segurado, Cody S. Szuwalski, Jono R. Wilson, and Yimin Ye.

PNAS first published

January 13, 2020

https://doi.org/10.1073/pnas.19097 26116

https://issuu.com/home/docs/redes_seafood_233/articles/26058476

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