RED INFORMACIÓN. Edición N° 25, Mayo2021

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CONTENIDOS 01

MADUREZ CIUDADANA Y DEMOCRACIA

Óscar Diego Bautista México Pág 12

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LOS CONTENIDOS AUDIOVISUALES COMO HERRAMIENTA PARA LA RENDICIÓN DE CUENTAS EN LOS PARLAMENTOS Luciana Moser Argentina Pág 22

03

HABLEMOS DE XENOFOBIA Txomin Las Heras Leizaola Colombia - Venezuela Pág 32


04

Nuestra Red

REDES SOCIALES, ¿más democracia? Sofia Santamarin Argentina Pág 40

05

CONTROL DEMOCRÁTICO DE LA POLÍTICA EXTERIOR EN TIEMPOS DE PANDEMIA EN BRASIL Pedro Feliú Brasil Pág 50

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PODCAST “Changing The Face Of Politics” (Cambiando la cara de la política) Episodio 11: Christiana Figueres entrevista a Djamila Ribeiro Pág 60


NOTA EDITORIAL

INNOVACIÓN DEMOCRÁTICA DESPUÉS DEL COVID CHRIS DOTEN

Él es Director de Innovación del NDI y dirige el equipo de NDItech. Ha diseñado e implementado programas en docenas de países que aplican una tecnología integrada y adaptada al contexto para llegar a más ciudadanos, hacer un seguimiento de los procesos políticos, mejorar la capacidad de organización y apertura de datos. Se especializa en los desafíos de la libertad de Internet y la ciberseguridad en sociedades cerradas y ha trabajado con activistas digitales en riesgo desde Azerbaiyán hasta Zimbabue. Habiendo trabajado previamente para las campañas de Barack Obama y Hillary Clinton, es experto en la aplicación pragmática de las comunicaciones digitales de vanguardia, los opendata y las herramientas de organización en las campañas políticas.

La pandemia de COVID-19 ha sido devastadora, pero el impacto de los aislamientos forzosos y el distanciamiento social ha provocado un aumento sin precedentes del uso innovador de la tecnología en la vida cotidiana. Las herramientas digitales, especialmente los teléfonos inteligentes, se han convertido para muchos en la única forma de conectarse con los demás. Nuestras oficinas han sido sustituidas por llamadas telefónicas y videollamadas, los conciertos y los servicios religiosos se retransmiten por internet, y los centros comerciales y restaurantes se han convertido en servicios digitales de entrega. Aunque estas tendencias comenzaron mucho antes de la pandemia, han acelerado de forma importante durante durante la crisis mundial. Con las vacunas en el horizonte, el mundo ha empezado a pensar en cómo cambiará la vida de nuevo cuando la pandemia retroceda. ¿Volveremos simplemente a lo que mis amigos y yo llamamos en broma “los tiempos de antes”? No


NOTA EDITORIAL

lo creo - y espero que no. El último año ha transformado nuestras relaciones con la tecnología y, a través de ella, con los demás. Esta transformación tiene el potencial de revitalizar la democracia con nuevas vías de compromiso con la ciudadanía, nuevas ideas y entusiasmo, y nuevas formas de servir a la gente. Sin embargo, la dependencia de estas plataformas tecnológicas tiene un lado más oscuro: un futuro democrático positivo que aproveche el potencial de internet requerirá una clara evaluación de los peligros tecnológicos actuales y emergentes. Pese a esto, todos los pilares clave de la democracia, incluidas las organizaciones de la sociedad civil, los partidos políticos y los gobiernos, tienen nuevas oportunidades para transformar su trabajo construyendo sociedades más abiertas y justas.

Tecnologías emergentes fascinantes: Una gran variedad de tecnologías que entran en escena aumentarán la adopción de la tecnología y crearán nuevas formas de relacionarse con el público, gestionar el gobierno y organizarse para el cambio. La internet de alta velocidad pronto será accesible para todos los que estén en el rango de una torre e telefonía móvil a medida que el 5G se convierta en el

protocolo móvil más rápidamente adoptado, mientras que la tecnología

satelital, como el servicio de Internet Starlink de SpaceX, está proporcionando

acceso de alta velocidad a zonas remotas. Blockchain, a pesar de tener una reputación poco seria debido a su uso para aplicaciones tontas como los NFT y otras poco claras como la venta de sustancias psicoactivas, crea una nueva base para la transparencia de los datos que permitirá a la sociedad civil hacer que los gobiernos rindan cuentas, y el análisis impulsado por la inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la prestación de servicios del gobierno y ofrece nuevas herramientas para que los observadores cívicos identifiquen transferencias financieras sospechosas o imágenes por satélite de construcciones ilegales.

Organizaciones de sociedad civil y movimientos ciudadanos: Las organizaciones de la sociedad civil ofrecen a grupos interesados y apasionados la oportunidad de trabajar juntos para impulsar el cambio en su comunidad. La organización cívica impulsada digitalmente no es nueva: las listas de correo electrónico, los hilos de mensajes de texto y los grupos de Facebook han estado disponibles y se han utilizado con gran efecto durante años. Sin embargo, todo un nuevo grupo de personas se ha acostumbrado a la participación digital: personas a las que les pueden interesar mucho las causas, pero cuya participación resultaba incómoda en cuanto a ubicación o tiempo. La tecnología también ofrece nuevas formas


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de capacitar a las personas para que se organicen. Esto puede suponer un cambio importante en la mentalidad de control de las y los líderes de los grupos cívicos; pues estos liderazgos deben ser capaces de confiar en que sus miembros actuaran por su cuenta, pero guiados siempre por la orientación proveniente de la organización. Las herramientas tecnológicas pueden ayudar a estos grupos a crear nuevas estructuras distribuidas y autónomas, capaces de unirse a un amplio esfuerzo colectivo sin la carga de la microgestión. A través del crowdsourcing (colaboración abierta distribuida) de recolección y supervisión de datos ciudadanos, muchos ojos (y teléfonos inteligentes) pueden ver mucho más que cualquier organización pequeña y estructurada. Siempre que se sea consciente del reto que supone el acceso y los incentivos, las pequeñas acciones de un ejército de individuos preocupados pueden marcar una gran diferencia.

Partidos políticos y campañas: Ha sido un año difícil para las campañas tradicionales. Los sondeos puerta a puerta han sido escasos o imposibles, y los mítines son peligrosos e irresponsables. Sin embargo, como se ha visto en las elecciones de todo el mundo, incluso en Estados Unidos, las campañas han continuado. La organización y acercamiento digital con la ciudadanía, ya desde antes útiles e importantes, se han convertido en enfoques indispensables. Las campañas de mensajes de texto basadas en bases de datos han permitido a un ejército de

voluntarios

mantener conversaciones individuales con los votantes, al tiempo que recogen información útil para las campañas. La recaudación de fondos en pequeñas cantidades a través de mensajes de texto, correo electrónico y redes sociales

han transformado la forma en que las campañas recaudan y gastan dinero, especialmente en Estados Unidos;

las donaciones individuales relativamente insignificantes de una amplia gama de personas que encuentran atractivo el mensaje de un partido o candidata/ candidato han llegado a ser más importantes que incluso el mayor donante individual. Los datos de segmentación a menudo procedentes de un amplio abanico de fuentes comerciales- han permitido a las campañas centrar más eficazmente su limitado tiempo y recursos en los mejores candidatos para persuadirlos o hacerlos votar. La microfocalización es especialmente eficaz en Internet; cuando las plataformas sociales como Facebook lo saben todo sobre sus votantes, las campañas pueden adaptar los mensajes a veces negativos con gran precisión. En muchos sentidos, el potencial autoorganizador de internet ha erosionado aún más el papel tradicional de los partidos políticos. La sala llena de humo hace tiempo que desapareció, pues un pequeño grupo de responsables de la toma de decisiones ya no tiene la capacidad de controlar lo que piensa su pueblo o a quién vota. Esto ha supuesto un gran reto para los partidos a medida que surgen más movimientos ciudadanos ad hoc y basados en causas, pero presenta una gran oportunidad para aquellos que sean capaces de replantearse las estructuras obsoletas y acoger los compromisos dinámicos de los jóvenes.


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Gobierno: Nunca ha sido tan fácil para los gobiernos recopilar y publicar datos sobre todos los aspectos de sus actividades. Muchos gobiernos están convirtiendo lo digital en algo predeterminado, garantizando que todos los documentos oficiales sean accesibles en formatos legibles por máquina, lo que a su vez facilita a los ciudadanos y grupos de la sociedad civil la interpretación, el análisis y la accesibilidad de datos gubernamentales complejos. Las plataformas de compras, ventas y gastos públicos hacen más transparentes las fuentes habituales de corrupción y permiten una mayor rendición de cuentas.Los gobiernos también disponen de nuevas formas de recoger las aportaciones de los ciudadanos, desde las plataformas de peticiones (que forman parte de los compromisos de la OGP en Ucrania, Georgia, Montenegro y otros países), pasando por aplicaciones que permiten a los particulares enviar su velocidad de navegación para su análisis, hasta nuevas formas de presupuestación digital participativa. Sin embargo, la transformación digital gubernamental es difícil y, en el mejor de los casos, debe ser muy deliberada para garantizar la inclusión de todos los ciudadanos y el uso adecuado de los datos. El movimiento de tecnología cívica, incluida la Red Code for All, apoyada por el NDI, es un compromiso de colaboración entre la sociedad civil y el gobierno, que reúne a ciudadanos con talento que se preocupan por construir una sociedad mejor con líderes políticos a menudo desesperados por el talento y las ideas tecnológicas. La polinización cruzada entre estos grupos está creando

equipos de innovación tecnológica gubernamental más eficaces y tecnólogos que comprenden mejor los verdaderos desafíos de diseñar sistemas para los ciudadanos.

El lado oscuro: Si has leído un periódico en los últimos años, serás consciente de que esta transformación digital ha tenido consecuencias profundamente negativas. El acoso y la incitación al odio son una amenaza constante para la seguridad de las mujeres y las comunidades marginadas, lo que hace que

muchas personas se alejen totalmente de Internet y se provoque un daño psicológico

incalculable. La desinformación ya no es sólo una herramienta utilizada por los adversarios del exterior, sino que se ha incrustado en los espacios online hiperpartidistas de todo el mundo. Las peligrosas mentiras y la


NOTA EDITORIAL desinformación en el ámbito médico han socavado la fe de la población en la integridad de las elecciones y en las vacunas esenciales para acabar con la pandemia. Muchos gobiernos se han inclinado hacia el autoritarismo digital, censurando las comunicaciones en líneao cortando directamente Internet en más de120 casos sólo en 2020. A menudo justificadas por la lucha contra las “noticias falsas” o los ciberdelincuentes, estas acciones socavan el derecho humano fundamental a la comunicación. Los ataques a la ciberseguridad van en aumento, y muchas más organizaciones se ven obligadas a trabajar en línea bajo la pandemia. Los gobiernos y las empresas privadas son capaces de intervenir datos sobre aspectos muy íntimos de nuestras vidas. Ya sean

hackeados y filtrados, explotados por empresas sin escrúpulos o intervenidos por gobiernos antidemocráticos, un mayor número de datos puede resultar mucho más peligroso. Resulta especialmente preocupante la adopción de nuevas tecnologías de red, como las procedentes de China, que vienen con capacidades de vigilancia o censura antidemocráticas incorporadas, y que

pueden enviar datos sensibles a Pekín.

Toda tecnología emergente concebida como una herramienta positiva puede tener repercusiones negativas. A menudo se les llama consecuencias no deseadas, pero normalmente es porque los diseñadores estaban tan centrados en los aspectos positivos que no se molestaron en pensar en el potencial de abuso. La inteligencia artificial está revolucionando el procesamiento automatizado de datos, pero en última instancia estas herramientas están aplicando patrones que les fueron enseñados por los seres humanos

con sus propios sesgos que están

codificados en los algoritmos. Las

herramientas de blockchain tienen potentes capacidades incorporadas para demostrar la fiabilidad, pero el sistema más popular gasta grandes

cantidades de energía mantenimiento de la red.

en

el

Por supuesto, el problema fundamental a la hora de proporcionar acceso digital a los recursos de los ciudadanos es que éstos necesitan tener acceso a las herramientas digitales. Aunque más de la mitad del mundo está ahora en línea, no podemos olvidar que eso significa que casi la mitad no lo está . Las instituciones democráticas tienen la


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obligación de incluir a todos los miembros de la sociedad, incluso si el costo, la alfabetización o las barreras de infraestructura les impiden un fácil acceso en línea. Los gobiernos y otras organizaciones deben actuar lo más rápidamente posible para que ese acceso y las habilidades necesarias estén en manos de todos. Por supuesto, toda esa infraestructura es propiedad de alguien, y normalmente del sector privado. Desde los cables en el suelo hasta los sistemas como Facebook o Google Search o los teléfonos en nuestras manos, la mayor parte de nuestra plaza pública digital es propiedad de empresas privadas.

El potencial para un mejor futuro: Aunque está lejos de terminar, algunas de las experiencias con la tecnología que se han llevado a cabo, en esta época COVID, significan que la democracia puede volver más fuerte que nunca. Las tendencias globales en tecnología de conexión, baterías y energía distribuida seguirán mejorando las conexiones, reduciendo los costes y ampliando el acceso para todos. Las comunicaciones en línea ofrecen oportunidades sin precedentes para crear comunidades de interés en las que los ciudadanos se unen en torno a sus objetivos compartidos para una defensa eficaz tanto a nivel local como global. Las organizaciones de la sociedad civil pueden conectarse directamente con grupos que se enfrentan a retos similares, aprender unos de otros e impulsar conjuntamente el cambio, como ocurre con la Coalición Design 4 Democracy, apoyada por el NDI. Algunos gobiernos predican con el ejemplo; Estonia ha demostrado el potencial de mejora de la vida de los ciudadanos a través

de una prestación de servicios digitales más eficaz, y en Taiwán el movimiento de tecnología cívica, frustrado por la ineficacia de sus instituciones públicas, construyó eficazmente una estructura paralela de servicios en línea, que luego se integró de nuevo en el gobierno. Las herramientas digitales permiten nuevas formas de acceso; la propia Red Innovación es un gran ejemplo. Un grupo mucho más numeroso se benefició de las excelentes herramientas y la formación disponible a través de esta plataforma de lo que hubiera podido asistir a las sesiones presenciales. Las grandes conferencias internacionales, como la RightsCon, han descubierto que el paso a un formato digital les ha permitido abrirse a un mayor número de su público objetivo de todo el Sur Global, que estaba congelado debido a los costes de un billete de avión. Por supuesto, hay mucho más por venir. La computación cuántica promete


NOTA EDITORIAL

cambiar nuestra comprensión de lo que es un ordenador; los mundos virtuales se están volviendo mucho más inmersivos y accesibles; la tecnología de acceso por voz ubicua y los ordenadores portátiles están acercando físicamente Internet de una manera más íntima. Estas tecnologías y todas las demás inimaginables hoy seguirán transformando nuestro mundo. Sin embargo, los objetivos fundamentales de una sociedad abierta para ofrecer a su gente son inalterables. Si las organizaciones de la sociedad civil, los partidos políticos y los gobiernos echan un vistazo a la revolución que ha tenido lugar en el marco de COVID y avanzan reflexivamente, aprovechando las mejores lecciones de esta experiencia, estoy convencido de que el mundo puede ser un lugar más justo, abierto y democrático.



MADUREZ CIUDADANA Y DEMOCRACIA México

¹ Extracto de la “Introducción” de mi autoría del libro Madurez Ciudadana: requisito para la consolidación de una democracia ética (2017).


Óscar Diego Bautista: Doctor por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Maestro por la Universidad Internacional de Andalucía (UIA) y también por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) además de ser Licenciado de esta última. Es Investigador del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades (CICSyH) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACYT) Nivel II de III.

La ciudadanía, decían los filósofos griegos, es la condición por la que el hombre puede, en lugar de limitarse a vivir, aspirar a una vida buena. Etimológicamente, el término ciudadano proviene del latin “civitas” que significa “ciudad”, la cual, originalmente, era la unidad política más importante. Con el tiempo, la unidad política pasó a ser el Estado y, hoy en día, se emplea el término de ciudadano y ciudadanía en el contexto de un Estado, nación o país. Así se habla de ciudadanos mexicanos, españoles, italianos, chilenos, etcétera.

La teoría política enseña que los ciudadanos son importantes sencillamente porque son la esencia y existencia de todo Estado. Sin ciudadanos no hay Estado. Para satisfacer las necesidades de los miembros de la comunidad política, es decir, de los ciudadanos, estos delegan responsabilidades en un grupo de personas a quienes se denomina “gobierno”. De ahí que los ciudadanos son quienes eligen a sus gobernantes. Sin elección ciudadana no hay gobierno. Por lo tanto, los gobiernos existen para representar al ciudadano, para satisfacer sus necesidades y velar por sus intereses. Sin embargo, en contraposición con esta concepción de la política, los gobernantes se han desviado de sus funciones originales, de los objetivos para los cuales fueron elegidos. Descubrieron que en los cargos en el gobierno se puede vivir con privilegios. Al hacer uso de los recursos públicos vieron que podían desviarlos para otros fines a los encomendados y usarlos en beneficio propio. Además, gracias a la confianza de la que gozaban no rendían cuentas. Nacía así la corrupción, que, etimológicamente, significa “alteración”, “modificación” o


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“desviación” de los cauces naturales. Cuando los ciudadanos comenzaron a sospechar de su conducta y a hacer preguntas, surgieron las mentiras. Posteriormente, gracias a una gran inteligencia y capacidad creadora, los corruptos, desarrollaron un conjunto de herramientas y técnicas y se asesoraron de profesionales especialistas en cubrir sus pillerías (abogados, contadores, informáticos, economistas, etc.) y gozar de impunidad. Se institucionalizaba así la corrupción. Bajo este contexto los gobernantes se volvieron cínicos ante los ciudadanos. La multiplicación de personas corruptas en el poder dio paso a un sistema de corrupción consistente en una trama compleja en la que personas, leyes, normas e instituciones existen para proteger las prácticas y conductas corruptas. Y en el peor de los casos, cuando algún gobernante “rebasaba los límites”, huía de la zona, de la región, del país. Y si, por circunstancias de la vida eran atrapados fuera del país, y se les traía de regreso para ser juzgados, paradójicamente podían ser liberados, gracias a la camarilla de aliados de su grupo o partido. Bajo este contexto, común en las sociedades contemporáneas, es posible decir que los gobernantes han perdido el rumbo, incluso algunos servidores públicos, presos de su ignorancia, creen que, al ser parte del gobierno su función es la de mandar y no la de ser mandados. Esta realidad invertida ha generado representantes públicos insolentes con su comunidad, que desprecian a su pueblo. La soberbia, la

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prepotencia, la altanería son características comunes. Bajo este contexto una pregunta obvia sería: ¿Por qué se comportan así muchos gobernantes? Una respuesta inmediata es porque han probado de las mieles del poder y se han acostumbrado a ellas sería una respuesta inmediata. En el camino descubrieron una verdad histórica: que cuanto más ignorante es una persona, más fácil es manipularla. Si la educación genera pensamiento crítico, madurez y mayor capacidad de conciencia, entonces, ¿para qué educar al ciudadano si con ello se crean problemas? Bajo esta lógica, el ciudadano está condenado a la ignorancia y la comunidad política al subdesarrollo. Contrario a este razonamiento que se acompaña de una estrategia basada en una política de ignorancia, la teoría política enseña que uno de los fines de la política y de los políticos es formar ciudadanos virtuosos los cuales tienen la responsabilidad de comprometerse y actuar por el bien del Estado, entendido este como la suma de miembros de una colectividad. Paradójicamente, los ciudadanos, además de pagar los sueldos y mantener privilegios de los gobernantes (autos de última generación, vales de gasolina, viajes en helicópteros, traslados aéreos en primera clase, teléfonos celulares o móviles, viáticos,


gastos de representación, bonos de productividad, bonos de seguridad, bonos por marcha o despido, dispositivos electrónicos para usarlos en autopistas, etc.), tienen que organizarse para manifestarse y pedir se les brinden los servicios a los que tienen derecho por ley. Naciones Unidas ha señalado que los mínimos de bienestar a que tiene derecho cualquier ciudadano son los siguientes: educación, justicia, salud, empleo, protección (seguridad pública), alimentación, vivienda. La ciudadanía, ya desde la Grecia clásica, es un protagonista político importante. Ser ciudadano implicaba, además de ser miembro de la comunidad política, tener sentido de pertenencia, lo cual suponía un compromiso hacia la colectividad. Desde entonces, la ciudadanía se asocia con la idea de participación en torno a un interés común, el interés general, actuar en razón del otro bajo la lógica de que haya un beneficio para todos. De esta manera, se demostraba la afirmación aristotélica de que “El hombre es un animal político”. El filósofo Marco Aurelio también escribió al respecto: “(…) hemos nacido para una tarea común, como los pies, como las manos, como los párpados como las hileras de dientes superiores e inferiores. De modo que obrar unos contra los otros va contra la naturaleza, y es obrar negativamente enojarse y volverse de espaldas” (Meditaciones, Libro II, 1). Es importante destacar que en la antigüedad clásica, a quienes sólo pensaban en ellos mismos, es decir, a quienes mantenían una conducta individualista y egoísta se les llamaba “idiotas”. La palabra idiota proviene del griego idiotes, para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino solo de sus intereses privados. La raíz “idio” significa “propio”. Este vocablo también es usado en latín y significa ignorante. Antaño, la


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conducta individualista era mal vista ya que, en general, el ciudadano poseía un sentido de pertenencia a su comunidad por lo que se sentía en la disposición moral de participar en lo público. En la actualidad, ese espíritu por lo público se va desvaneciendo, aunque permanece latente en los amantes de la libertad y la igualdad. Ser ciudadano supone desarrollar el sentido de identidad y pertenencia al lugar en el que se interactúa socialmente; implica desenvolverse con responsabilidad, lo cual nos conduce al meollo de la ciudadanía: la participación política. Pero para lograr esa actitud de compromiso y participación se requiere de una ciudadanía madura. El “ciudadano virtuoso” del que se habla en la antigüedad era aquel ciudadano libre y bien formado, con capacidad crítica, que actuaba con ética y responsabilidad, participando en la decisión sobre los derroteros de su comunidad. El ciudadano virtuoso o maduro mantiene una participación política dirigida a influir en los objetivos, metas, programas, acciones que realizan los dirigentes políticos para determinar el rumbo del país. La participación ciudadana en política se asocia estrechamente al concepto de democracia, la cual se caracteriza por la necesidad de conciliar las exigencias de la participación con la gobernabilidad. Habermas propone un concepto de ciudadanía que implica el ejercicio efectivo de los derechos civiles como oportunidad para que los ciudadanos tomen parte activa en los procesos deliberativos sobre derechos

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políticos y sociales. Sin embargo, las actuales democracias, que nacieron a finales del siglo XVIII, lo hicieron acompañadas de los principios de la economía liberal: codicia, avaricia, anhelo de riqueza y deseos de poseer, elementos que han dado pie a una conducta profundamente individualista en la sociedad. La teoría política enseña que el Estado es la forma de organización política de la comunidad, que la comunidad política organizada es lo que da vida al Estado. También enseña, como ya se señaló, que uno de los fines de la política es formar ciudadanos virtuosos quienes tienen la responsabilidad de comprometerse y actuar por el bien del Estado. El concepto de ciudadano virtuoso se liga estrechamente a otro término: el de libertad. El ciudadano es en sí un ser libre. El ciudadano libre es aquel que es capaz de gobernarse a sí mismo y, por lo tanto, es capaz de dominar sus apetitos y pasiones, vicios se les denominaba en la antigüedad, por medio de la razón. Por el contrario, cuando los vicios y los deseos dominan a la razón, se es esclavo. Cuando los ciudadanos viven para satisfacer sus apetitos se convierten en esclavos de los mismos, viven dominados por la “pasión”, concepto que significa ser pasivo o movido por los deseos, contrario a la acción que implica “estar en acto”. Cuando el hombre es incapaz de conocerse y dominarse, es presa fácil de la ignorancia que, al unirse a inquietudes malévolas, genera pasiones que le impulsan a realizar actos indebidos, actuando en sentido contrario a la razón.


La libertad del ciudadano no existe a no ser que vaya acompañada de responsabilidad hacia su Estado. Aristóteles sostiene que hay dos condiciones para que un Estado sea llamado como tal: “riqueza y libertad” (Política, 1283 a). La riqueza proporciona autosuficiencia; la libertad concede soberanía, autonomía e independencia. Precisamente, una de las funciones del Estado, según afirmaba Aristóteles, es “evitar que el pueblo caiga en la esclavitud, pues, ¿no es una cosa imposible que una comunidad que es por naturaleza esclava, sea digna de llevar el nombre de Estado? Porque un Estado es autosuficiente, mientras que lo que es esclavo no es autosuficiente” (Política, 1291 a). No olvidemos que se gobierna un pueblo, no para que esté viva como esclavo sino para que sea libre. Sólo los ciudadanos que saben lo que es la libertad y la poseen, saben que este es un bien tan grande que desearían morir antes que perderlo. En sentido contrario, si la vida de esclavo es cómoda, ¿para qué despertar? Volviendo al concepto de libertad, ¿por qué es importante ésta en un ciudadano? porque es condición fundamental para llegar a tener un buen razonamiento, el cual, a su vez, supone un elemento para deliberar sobre lo conveniente o lo nocivo para un Estado, en decir, para saber actuar en política. La actuación de un ciudadano libre y virtuoso se configura a través de la prudencia, la justicia, la templanza y la honestidad. Un ciudadano maduro o virtuoso se acompaña de un comportamiento impregnado de valores

que genera un sentido de la responsabilidad, un deber moral hacía la participación política. Cuando el razonamiento de los ciudadanos es lúcido, cuando estos se forman, cuestionan y deliberan, además de participar personalmente, también están en disposición de elegir a sus representantes acertadamente y de exigirles que actúen con responsabilidad. En sentido contrario, la historia demuestra que cuando a los ciudadanos no se les educa y se les mantiene en la ignorancia, la sociedad se degrada, apareciendo de inmediato personas que usurpan el poder político para mantenerse en él y gozar de los privilegios mediante diversas prácticas corruptas. En una comunidad de ciudadanos faltos de compromiso, con gobernantes corruptos, la motivación por lo público se difumina y, en consecuencia, el Estado de fondo agoniza, aunque en la forma parezca estar vivo. Un ciudadano sin educación y valores, sin una cultura política y ética básica vive sumergido en la ignorancia, manipulado, enajenado, alienado en sus pasiones que lo alejan de la participación activa y de un compromiso con su comunidad. Por el contrario, una ciudadanía bien preparada participa en la toma de decisiones y está atenta a las elecciones de los políticos. La ciudadanía activa y madura es considerada por algunos gobernantes como riesgosa pues da pie al inconformismo y a la abierta oposición hacia quienes gozan de privilegios y no están dispuestos a renunciar a ellos. Es como despertar a un gigante al


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que con somníferos se ha mantenido durmiendo. Cuando hay una ciudadanía inmadura, es fácil que los representantes públicos caigan en actos como abuso de autoridad, prepotencia, soberbia, menospreciando, e incluso humillando, a sus ciudadanos. En un Estado con ciudadanos inmaduros la impunidad reina.

Pero ¿cómo un puñado de individuos (gobernantes) logra dormir a millones de personas (gobernados)? Para ello, existen diversos mecanismos ideológicos, mediáticos y tecnológicos a través de los cuales se logra entrar en la esfera interna del individuo, influyendo en sus pensamientos y puntos de vista. Esta influencia se manifiesta en los nuevos patrones de conducta, en la modificación de las actitudes y en la sustitución de los valores y tradiciones originales por otros sugeridos por la mercadotecnia. Reina la cultura del entretenimiento que actúa como poderosa y conveniente arma distractora. El “pan y circo” de la antigua Roma, el “pan y toros” español tienen su correspondencia hoy en día en “cerveza y fútbol”. Con base en el desarrollo tecnológico, la informática y las telecomunicaciones se difunden estereotipos y valores de la cultura moderna y postmoderna enfocados,básicamente, hacía una sociedad mercantilista y de consumo, diseñada, establecida y promovida por las grandes empresas transnacionales, en las que el modelo básico a imitar es el occidental estadounidense. Este estilo de vida, contemplado en películas, revistas, libros y programas de televisión, es difundido masivamente al resto de los Estados. Los nuevos patrones sociales son asimilados, sobre todo por las nuevas generaciones, rompiendo o modificando la cultura y los

valores autóctonos. Cuando los Estados se abren a patrones de conducta externos en sus vertientes política, económica, jurídica y cultural, mezclándolos sin orden y concierto con los valores propios, se genera una turbulencia mental, una situación de confusión y cambio, regida por los principios de la sociedad de consumo. Se despierta el deseo, la ambición, la codicia, la pasión por el dinero y los bienes materiales, a costa de lo que sea. El ciudadano, consumidor compulsivo de imágenes, sonidos y marcas, se dirige hacia un individualismo exacerbado. Ciudadanos con este perfil permiten que exista una sociedad ideológicamente enferma; dan paso a que la apatía y la pasividad avancen y se ceda terreno a quienes influyen en sus vidas: las grandes corporaciones y los poderes fácticos.


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Lo contrario a una ciudadanía esclavizada es una ciudadanía libre la cual surge de la educación, del buen razonamiento y del pensamiento crítico. Una sociedad con conocimiento, con mayor conciencia, puede enfrentarse mejor a sus necesidades. Para ello se precisa de una ética para la ciudadanía. ¿Qué implica una ética para la ciudadanía? ¿Cómo se libera una ciudadanía atada, ideológica y culturalmente, a un mundo globalizado? ¿Cuál es el perfil idóneo para decir que un ciudadano es ético? En palabras del profesor español Carlos Fernández,

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el objetivo de la ciudadanía es “constituirse en un cuerpo ciudadano capaz de darse a sí mismo un marco legal de actuación susceptible de ser corregido legalmente” (Fernández, 2007, 234). En otras palabras, es necesario crear una comunidad de seres racionales capaz de construir un reino de la ciudadanía.


pol En nuestro Episodio 14 hablaremos con 3 invitados que nos acompañan desde Colombia, Chile y Bolivia sobre la polarización extrema en América Latina. Veremos cuáles son los efectos que la polarización trae a las sociedades democráticas y también entenderemos cómo este fenómeno pasa de lo político a lo social. Que exista una tendencia más inclinada a un polo que la otro no es nuevo y tampoco es algo negativo, pero cuando aparece la polarización extrema o radical, la democracia se ve afectada, se niega el diálogo y se limita la participación por obra o por omisión. Es por esto que en este capítulo también buscaremos algunas estrategias para potenciar el diálogo y alejarnos de este problema que hoy vemos con mayor intensidad en los países de la región.


“Episodio 14. Polarización lítica en América Latina: ¿Un diálogo entre extremos?”

Invitados: Ana Villalba Jorge Fábrega Rafael Loayza


LOS CONTENIDOS AUDIOVISUALES Argentina como herramienta para la rendición de cuentas en los parlamentos


Luciana Moser: Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Realizó la Maestría Interdisciplinaria en Estudios Interdisciplinarios de Comunicación Audiovisual también en la UBA. Actualmente es Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Comunicación Audiovisual Parlamentaria ALCAP y responsable de Comunicación de la Dirección General de Diplomacia Parlamentaria Honorable Senado de la Nación Argentina.

A través del relevamiento y trabajo de la ALCAP, se ha podido comprobar que casi siempre las dificultades que presentan los parlamentos latinoamericanos y caribeños en casi todas sus áreas es la misma: falta de capacitación y de presupuesto, crisis de representación y por ende de legitimidad, distancia entre los parlamentos y la ciudadanía, falta de una estrategia continuada en el tiempo, comunicaciones que responden a las presidencias de las cámaras cuando debieran ser del parlamento y los parlamentarios, no de la presidencia de turno, entre otras. Si hablamos de circulación de contenidos audiovisuales, todos sabemos que ya no se da exclusivamente por la TV, sino que circula, de diferentes formas, por internet o por las redes sociales por ejemplo. Lo que se debe hacer es una apropiación de las tecnologías que nos sirva para acercar los parlamentos a la ciudadanía, para acabar con la desconfianza hacia las instituciones políticas, para involucrarla en los procesos democráticos, para colaborar en la lucha contra la desinformación, la desinfodemia, las fake news, para producir caminos alternativos que permitan que se informe en un contexto de sobreinformación, y para que haya una libre expresión real.


LOS CONTENIDOS AUDIOVISUALES como herramienta para la rendición de cuentas en los parlamentos

Ahora bien, la rendición de cuentas es un derecho, y la rendición de cuentas parlamentaria debería permitirnos verificar, examinar, e informarnos sobre toda la labor parlamentaria. Es vital garantizar que existan instancias e instrumentos en los parlamentos que permitan la fiscalización y el control de lo que se hace o se deja de hacer en nuestros parlamentos. Estos instrumentos deberían tener, o aspirar a tener, los más altos estándares de eficiencia, eficacia y transparencia. Se deberían implementar medidas a nivel institucional como lo son la apertura presupuestaria, la publicación de los gastos anuales o audiencias públicas y se deberían regular el lobby o cabildeo, atendiendo siempre al principio de transparencia y difusión de estas iniciativas. Y así como sabemos que existe una transparencia activa y otra pasiva, creo que lo mismo ocurre con la rendición de cuentas. La difusión, la publicación, la rendición de cuentas parlamentaria debe ser activa. Se deberían implementar medidas de rendición de cuentas activas, que permitan a la ciudadanía saber qué hizo o dejó de hacer cada legisladora y legislador, sin necesidad de ir en su búsqueda. Los parlamentos deberían utilizar mecanismos que permitan facilitar la rendición de cuentas ACTIVA, a través de medios digitales y tecnológicos, audiovisuales. Porque bien sabemos el lugar preponderante que estos medios audiovisuales ocupan hoy en nuestra sociedad.

Argentina

Ahora bien, ¿cómo puede ayudar la comunicación audiovisual a mejorar, a hacer más efectiva, más transparente, y a innovar en los procesos de rendición de cuentas de los parlamentos? Muchas veces quienes hacemos comunicación parlamentaria nos encontramos con mucha gente que nos dice “quien va a mirar 3, 5, 8 horas de sesiones, o reuniones de comisiones”. En mi opinión, la sola transmisión por TV de las sesiones y de las reuniones de comisión donde se clarifica quién y cómo votó cada iniciativa implica de por sí una manifestación cierta de esa rendición de cuentas a la que nos referimos. Los canales de TV parlamentarios y los live streamings de plenos, comisiones y otros actos parlamentarios son un mecanismo mediático-tecnológico de rendición de cuentas del desempeño de los legisladores en el congreso, al posibilitar la visibilidad y escrutinio del ejercicio de representación que ocurre dentro del congreso. Pero sabemos que por sí solas, estas transmisiones no se sostienen y no seducen a la audiencia. La mayoría de las veces suelen ser maratónicas, muchas veces no sabemos qué se está tratando y en el ritmo de vida moderno es muy difícil poder disponer ese tiempo para informarnos sobre temas parlamentarios. Sin embargo, hemos visto que cuando un tema interpela con fuerza una sociedad, ya sea por su apoyo o rechazo, los medios parlamentarios captan una audiencia muy importante. Por citar sólo un ejemplo, en Argentina cuando se discutió la ley de


interrupción voluntaria del embarazo, en 2018 y en 2020, el rating de las TVs parlamentarias explotó, la gente se convocó en las calles y veía la sesión en pantallas gigantes, porque el tema tocaba creencias, valores, fibras muy íntimas de la ciudadanía, y ésta veía también que esa ley podría afectar muy concretamente su vida. También en la pandemia hubo un aumento significativo de la audiencia de los canales y transmisiones legislativas. En este sentido, la pandemia puso de relieve que la comunicación audiovisual parlamentaria es un servicio esencial para la ciudadanía. Cuando todos tuvimos que quedarnos en nuestros hogares para frenar la propagación del virus y sólo quienes cumplían tareas esenciales e indispensables para el funcionamiento vital de la sociedad podían salir, allí vimos que el audiovisual parlamentario era ESENCIAL para el funcionamiento democrático. Y de nuevo vimos cómo las audiencias se incrementaron cuando se votaban temas sensibles: leyes de emergencia económicas, ayudas, vacunas, y otras medidas. Entonces vemos que la audiencia está cuando se siente interpelada, cuando siente que los parlamentarios discuten y que puede modificar su vida, o que afecta sus valores, sus creencias, entonces la audiencia aparece. Y si la audiencia está, el tema pasa a ser: cómo hacemos para seducirla, para interpelar, para brindarle un contenido que la seduzca, que no le

exija más tiempo que el que realmente puede disponer, para informarse de los quehaceres parlamentarios. Y que, el contenido relacionado a la rendición de cuentas, llegue a ella sin necesidad de ir a buscarlo. Y el solo hecho de sentir que quienes nos representan nos convocan para rendirnos cuentas, puede resultar muy atractivo para la ciudadanía, sobre todo, si logramos ver en qué forma, esas acciones u omisiones, afectan nuestra vida cotidiana y nos interpelan, nos llaman a involucrarnos. Desde ALCAP, se viene conversando, debatiendo y trabajando, no sólo entre los parlamentos de Latinoamérica y el Caribe sino con otras regiones una serie de estrategias como puntos de partida para avanzar hacia una rendición de cuentas activa. Un primer punto sería buscar formatos innovadores. Por ejemplo, el Parlamento Europeo tiene un proyecto muy interesante en relación a Youtube, donde propone trabajar con influencers. Muchas veces la gente tiene difícil acceso o tiene poco interés en acceder a la actividad a través de la web, o simplemente lo hacen mucho más fácilmente y naturalmente a través de las redes sociales. Por eso es importante


LOS CONTENIDOS AUDIOVISUALES como herramienta para la rendición de cuentas en los parlamentos desarrollar formatos que se adapten a estas nuevas formas de circulación y consumo. Y los influencers pueden colaborar ayudando a los parlamentos en política de medio ambiente, con la política sanitaria, entre otros temas. La idea es dar lugar a la producción que ellos tienen en sus propios canales de Youtube y conectar lo que ellos están haciendo, considerando que ellos puede abrir al parlamento a un mundo en el que obviamente tienen hasta ahora poca o nula entrada; y esto va a permitir también crear sinergias, llegando a una porción de la ciudadanía que probablemente les sería muy difícil llegar de otro modo. Hago un llamado aquí, para que los parlamentos guarden ciertas formas que hacen a su responsabilidad y función dentro de los sistemas democráticos. No hablo de convertir el parlamento en un show para redes sociales, sino trabajar de manera responsable para tener acceso a públicos, a ciudadanos y ciudadanas que de otro modo sería muy difícil de acceder. Y creo que una comunicación institucional que se precie de democrática debe llegar a todos y todas. El trabajo de las plataformas y las redes, debe realizarse desde una mirada específica, pensar el contenido desde la propia forma de la red y no tratar de forzar un contenido pensado para otro tipo de transmisión y replicarlos en las redes, es un punto en el que la comunicación audiovisual parlamentaria debe trabajar en profundidad. Hay que promover un nuevo uso de las redes sociales. Y hay muy buenos ejemplos no sólo el del Parlamento Europeo, sino también en Latinoamérica como es el caso de Ecuador y Chile, donde se ha trabajado y ha funcionado muy bien el tema de las plataformas, aplicaciones y

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redes sociales. Otra forma de innovar activamente sería la de elaborar un modelo de informe de rendición de cuentas audiovisual que tuviera un carácter periódico sobre la gestión legislativa y política que incluya un registro de las actividades de cada parlamentaria y parlamentario y una declaración de los compromisos previos al inicio de su mandato, y que permita contrastarlos con las medidas adoptadas durante su cargo, porque como sabemos también muchos prometen lo que saben que no pueden o directamente que no van a cumplir. Esto podría ser algo muy dinámico, como un tablero, quizás interactivo, un contenido muy visual, muy directo, y fácil de distribuir por las redes sociales, en las cuales arrobando a los y las legisladores y legisladoras, quienes los siguen podrían ver/ acceder a este material, como decía antes sin necesidad de buscarlo o solicitarlo sino que el material iría a ellos y ellas. También desde los parlamentos se deberían crear contenidos para contraponer fake news porque es muy peligroso cuando se generan operaciones de desinformación con temas que pueden ser cruciales para la ciudadanía. Durante la pandemia hemos visto campañas de desinformación sobre la situación sanitaria, sobre las vacunas y sobre la mismísima existencia de la pandemia. Otra forma en que la comunicación audiovisual puede ayudar a la rendición de cuentas parlamentarias es buscar nuevas formas de narrar, con un lenguaje llano y accesible que ayude a los diferentes públicos a comprender e informarse sobre temas parlamentarios. Las producciones transmedia, y el storytelling son buenas


estrategias a considerar por los parlamentos. Respecto al Storytelling sólo me limitaré a citar el trabajo de Alex Prior, quien ha trabajado en profundidad el tema, con ejemplos que nos permiten visualizar muy concretamente cómo utilizar esta técnica en las comunicaciones audiovisuales de los parlamentos. En relación al transmedia, creo que los parlamentos deberían producir contenidos que nos propongan, nos convoquen a ir hacia otro lado, de una plataforma a otra, de un soporte a otro, para expandir nuestro conocimiento sobre temas parlamentarios, y que nos inviten de esta forma a participar activamente. Proponer un contenido que pueda llevarnos de Youtube a Twitter, de Instagram a una discusión en Linkedin, y de ahí a un tablero ciudadano o al museo del parlamento, que nos convoque de forma activa. Que nos lleve quizás del contenido como decía anteriormente de los proyectos y promesas de un legislador o legisladora a acceder a su declaración jurada, que ella no esté escondida en un despacho en el parlamento sino publicada en redes, que nos lleve de un proyecto de un legisladora a participar de la construcción de un debate o una ley a través de otra plataforma, y así. Como sabemos, en todo el mundo la evolución de la manera en la que se consume el material audiovisual por parte de la gente es básicamente a través de las redes sociales de internet, y sabemos que la capacidad de seguimiento y de atención de la gente es cada vez más reducida, por lo tanto, los parlamentos deberían trabajar fuertemente con formatos cortos, que permitan explicar en un tiempo breve cuestiones que a veces son muy

complejas de explicar. Buscar lenguajes y formatos que se adapten a estos cambios, a esta variación de las nuevas formas de circulación y consumo, de manera que no sea en detrimento de lo institucional parlamentario y sus valores, sino todo lo contrario, que a partir de esos valores, de democracia, de igualdad, de acceso y de libertad, llegue a la ciudadanía, y que realmente llegue en una forma y por un canal en el que encuentre una recepción abierta, esperada, hasta me atrevería a decir deseada, por la propia ciudadanía. Buscar lenguajes, formas de narrar, está íntimamente ligado a los formatos, a la adopción de estrategias de contenidos y circulación. Las formas de narrar, de contar, de explicar, están indisolublemente ligadas a los formatos, a las formas, y a las posibilidades de cada red, plataforma, vía de circulación de los contenidos audiovisuales y otros espacios. Creo que el fenómeno audiovisual parlamentario es aún novedoso, que se está desarrollando, y que hoy se enfrenta a la necesidad imperiosa de expandirse para ganar terreno en la rutina y el consumo de las audiencias. Creo que la pandemia en este sentido le ha otorgado un impulso que no se debería desaprovechar, que debería ser el punto de partida para ir más allá. El audiovisual parlamentario es un servicio público imprescindible para


LOS CONTENIDOS AUDIOVISUALES como herramienta para la rendición de cuentas en los parlamentos

el fortalecimiento y la consolidación de la democracia, y creo que es casi una obligación, el buscar estas formas y estrategias para acrecentar su audiencia y formar parte de la vida cotidiana de la ciudadanía. Un tercer punto, que es importante, esto hablando en términos regionales, es el de compartir buenas prácticas. Desde la ALCAP tenemos diseñada una plataforma, que al momento no hemos podido poner en funcionamiento por temas de financiamiento, pero es una plataforma que no sólo permitiría a todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo conocer los productos audiovisuales de los parlamentos latinoamericanos y caribeños, sino que permitiría a cualquier canal o parlamento, ofrecer sus propios contenidos sin costos de reproducción ni de derechos de autor, para que sea reproducido en otros medios, con lo cual las producciones parlamentarias ganarían una enorme cantidad de ventanas y de potenciales audiencias a las que les es imposible acceder, a la vez que permitiría a las televisoras elaborar estrategias de programación contando sin costo alguno con producciones regionales de todo tipo, lo cual permitiría aportar muchísimo no sólo en términos de calidad y diversidad, sino también en la construcción de la agenda regional, e incluso conocer los diversos tratamientos que se dan respecto a un tema en los diferentes parlamentos de la región. Creo que expandir la difusión de los contenidos parlamentarios no sólo a través de esta u otras plataformas, sino también a través de convenios con TVs públicas

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nacionales y extranjeras, regionales...etc, es también algo que deben encarar los servicios de comunicación audiovisual parlamentaria. Para cerrar me gustaría remarcar algo, nosotros podemos hacer todo esto, podemos innovar en muchos aspectos de la rendición de cuentas, pero de nada serviría si no hay: igualdad de acceso; calidad de conexión; educación ciudadana; promoción positiva y propositiva de los instrumentos; y participación civil y ciudadana. Estos son los puntos de partida, que tienen que ver con leyes y con gestión a otro nivel. Pero creo que todo lo que hagamos en rendición de cuentas parlamentaria, bien puede caer en saco vacío si estas cuestiones no se tienen en cuenta. La innovación en los procesos de rendición de cuentas así como la innovación en todos los procesos democráticos es algo que debe ser una constante del quehacer


cotidiano de quienes trabajamos en los parlamentos. Y por supuesto también debe existir voluntad política para que los proyectos de innovación puedan desarrollarse dotando a las áreas técnicas de recursos e infraestructura, pero también involucrando a la ciudadanía y a sus representantes directamente a través de Comisiones legislativas especiales o Comités de Parlamento Abierto y Participación

Ciudadana. Pero como dije, la innovación en las prácticas debe ir acompañada de igualdad de acceso a las comunicaciones, de conexiones de calidad para todas y todos, de educación ciudadana, promoviendo la participación ciudadana, y con medios audiovisuales, públicos, privados y parlamentarios de calidad que apoyen este proceso.


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HABLEMOS DE XENOFOBIA Venezuela


Txomin Las Heras Leizaola: Periodista venezolano radicado en Colombia. Es presidente de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano e investigador adscrito al Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Bogotá.

La xenofobia es un tema tabú. Es difícil que alguien en lo personal se reconozca xenófobo y, aunque su discurso y actitudes revelen que lo es, siempre encuentra la manera de justificarlo con mil argucias. Las sociedades también tratan de mostrar su mejor cara, haciendo gala de modos abiertos y talantes democráticos, aunque en su interior aniden intereses y se desarrollen procesos que buscan favorecer lo propio y, en los casos más graves, rechazar lo que les viene de fuera. En una era donde impera el estilo de lo políticamente correcto, estas expresiones de odio y exclusión suelen disfrazarse muy bien. La xenofobia es un fenómeno social que debe haber nacido no muy lejos del momento en que la especie humana partió hace 200.000 años del sur del río Zambeze, entre los actuales Botswana, Namibia y Zimbabwe, en África, para expandirse alrededor del globo terráqueo. Y, de manera paradójica, sigue muy viva entrados ya en el siglo XXI, en un mundo globalizado donde los bienes

y servicios circulan libremente pero las personas siguen siendo vistas con desconfianza. En el mundo contemporáneo los humanos seguimos sometidos a férreos controles migratorios y permisos restrictivos de trabajo, por nombrar algunas categorías jurídicas, pero también sujetos a expresiones más atroces como los guetos palestinos a lo largo de Oriente Medio después de la Segunda Guerra Mundial; las luchas fratricidas entre serbios, bosnios y croatas acaecidas en plena Europa en la llamada tercera guerra de los Balcanes y el genocidio de los tutsis en Ruanda, en los años 90 de la pasada centuria; así como más recientemente el éxodo de los rohingyas en Myanmar. Y no hemos entrado a mencionar la dimensión más mundana y cotidiana de la xenofobia que podemos observar en nuestro día a día con los insultos a los extranjeros en las calles o en el transporte público, discriminaciones en los colegios, menciones despectivas


HABLEMOS DE XENOFOBIA

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y generalizaciones sobre los migrantes en los medios de comunicación y en las redes sociales, aspectos todos estos que se potencian en contextos electorales cuando factores políticos oportunistas y radicales no dudan en instrumentalizar los prejuicios latentes para buscar el favor de los votantes. Nadie escapa Esta última dimensión de la xenofobia la vimos claramente en la primera vuelta de los comicios presidenciales de abril de 2021 en Perú, donde varios candidatos populistas se posicionaron abiertamente contra la migración venezolana o en la campaña de elecciones de la Comunidad de Madrid, en mayo del mismo año, en España, donde la ultraderecha no ha tenido remilgos para exponer al odio a los menores no acompañados llegados de afuera. No podemos tampoco dejar de lado el arrojadizo discurso de Donald Trump durante la campaña para su primer mandato de 2016, cuando equiparó a los migrantes mexicanos con violadores. Ni hablar cuando esta manipulación por parte de gobiernos, sectores políticos, medios de comunicación y otros agentes poderosos de la sociedad se produce en contextos de crisis económica y política donde resulta muy conveniente culpabilizar al extranjero de los problemas para desprenderse de responsabilidades propias. La expulsión de miles de colombianos de Venezuela en 2015 por parte del presidente venezolano Nicolás Maduro, acusándolos de participar en el contrabando de alimentos y otros bienes de primera necesidad, no fue sino una burda y lamentable maniobra para distraer, con claros tintes xenófobos, de la profunda crisis de abastecimiento que vivía el país producto de su mala gestión económica.

Colombia ha recibido, con mucho, la mayor proporción del fenómeno de migración forzosa venezolano que se inició en 2015 y que se ha extendido especialmente a lo largo de toda América del Sur, aunque también ha llegado con importantes contingentes a América del Norte y Centroamérica y el Caribe e, incluso, Europa. Casi 1.800.000 venezolanos, un 3,7 por ciento del total de la población colombiana, viven hoy en las ciudades y pueblos colombianos, de los 5.400.000 que han salido de Venezuela según organismos internacionales como Acnur y la OIM, lo que representa el 33 por ciento de toda la migración venezolana a escala mundial. Con estas impresionantes cifras y su correspondiente impacto social resulta difícil que Colombia pudiera escapar indemne a las consecuencias de la xenofobia, aunque es justo reconocer que este fenómeno no se ha presentado de manera generalizada y los principales actores políticos y mediáticos del país han manejado con responsabilidad el tema migratorio con las excepciones del caso, algunas de ellas muy notorias. También hay que destacar el Estatuto Temporal de Protección para los Migrantes Venezolanos (Etpv) anunciado por el gobierno nacional el 8 de febrero de 2021 y que está por comenzar su proceso de implementación, a través del cual se podrán regularizar a cerca de 1.000.000 de migrantes irregulares y abre caminos para la integración de los venezolanos. Una iniciativa sin antecedentes en la región. Sin embargo, desde 2017 comenzaron a escucharse, aunque efectivamente de manera aislada, expresiones de altos funcionarios colombianos mencionando expresamente a los “venecos”, término


peyorativo con el que se le suele llamar a los venezolanos y, en 2021, se anunció que no se vacunaría contra la COVID-19 a los migrantes que se encontrasen en situación irregular en el territorio nacional para evitar el efecto llamada, aunque esta declaración fue posteriormente matizada. Afirmaciones de ministros y alcaldes achacando a la migración los altos índices de criminalidad suscitaron, así mismo, fuertes reacciones críticas tanto nacional como internacionalmente. Chile, otro de los países que ha acogido a más venezolanos, ha sido objeto de fuertes críticas por la expulsión de migrantes a lo largo de 2021. Las imágenes de los deportados, uniformados con trajes blancos de bioseguridad y acompañados uno a uno por personal de seguridad uniformado, siendo montados en un avión de la Fuerza Aérea de Chile con destino a Venezuela, han dado la vuelta al mundo. En 2018, habitantes de la fronteriza población brasileña de Paracaima atacaron y quemaron un campamento informal de refugiados venezolanos y obligaron a 1.200 de ellos a regresar a Venezuela, tras una protesta por el robo y agresión a un comerciante local.

La instrumentalización del miedo

La palabra xenofobia es definida escuetamente en el Diccionario de la Real Academia Española como fobia a los extranjeros. Evidentemente se trata de un concepto más complejo del cual se desprenden múltiples derivaciones e interpretaciones.

El politólogo mexicano Enrique Díaz Álvarez, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y doctorado en Filosofía por la Universidad de Barcelona, se aproxima al tema en su libro El traslado: narrativas contra la idiotez y la barbarie, asociando el término a los migrantes: “…Cada época y lugar tienen sus fantasmas particulares, pero de un tiempo a esta parte la figura de esa persona que decide emigrar a otro país parece concentrar y desencadenar los principales terrores contemporáneos. Es como si su desplazamiento tuviera la extraña cualidad de sacar lo peor de cada sociedad. Complejos, mezquindades, sadismo y resentimientos varios encuentran tierra fértil en miles de sujetos que se arriesgan a cruzar una frontera sin papeles. Su vulnerabilidad los hace presa fácil de la violencia, el racismo o la exclusión…”. Muchos autores relacionan la xenofobia con el miedo, el miedo a lo desconocido, a lo extraño, a lo diferente, lo que genera una sobre reacción en forma de actitudes excluyentes y discriminatorias, soterradas e implícitas algunas veces o incluso violentas y explícitas en otras. La Alemania nazi de los años 30 y 40 del siglo pasado y su ignominiosa política genocida contra el pueblo judío es quizás la expresión más cruel que puede ilustrar este último caso. La xenofobia está latente en las sociedades y debe despertar las alarmas cuando su bandera es enarbolada por líderes políticos, sociales, mediáticos o artistas e intelectuales con gran influencia sobre la población, bien porque los votan millones de ciudadanos, bien porque los siguen y leen otros tantos millones en los medios


HABLEMOS DE XENOFOBIA

Venezuela

de comunicación y redes sociales. El peligro reside precisamente en que el discurso xenófobo, al quedar legitimado por figuras públicas reconocidas y respetadas, sea replicado sin freno por la ciudadanía. De ahí a pasar a la acción en contextos de crisis y en el marco de situaciones de gran polarización, solo hay un paso y las consecuencias pueden ser funestas. Enrique Díaz Álvarez en El traslado: narrativas contra la idiotez y la barbarie, se hace eco de estos riesgos: “Solo hace falta abrir el periódico para darse cuenta de que hoy en día pocas cosas resultan más rentables que mercadear con el temor y la idiotez. Buena parte del ensañamiento que xenófobos, fundamentalistas religiosos, nacionalistas

exacerbados y otros fanáticos de lo propio mantienen hacia el otro -léase el extraño, extranjero o diverso son (sic) producto de su propia inseguridad e ignorancia, pero también de la franca manipulación que llevan a cabo ciertas plataformas políticas y medios de comunicación, particularmente en tiempos de crisis económica…”.


Un tema relevante Los impactos que las declaraciones de personalidades conocidas tienen en la opinión pública han sido estudiados, en el caso de Colombia, por el Barómetro de Xenofobia, una iniciativa de la ONG El derecho a no obedecer y la Universidad del Externado, de Bogotá, que sigue el tema en los medios de comunicación y la conversación en las redes sociales. En su análisis pudieron constatar que las reacciones de carácter xenófobo de la ciudadanía se disparan coincidiendo con afirmaciones previas de personalidades relevantes de la sociedad, especialmente aquellas relacionadas con temas de seguridad pública. Generalmente, las declaraciones que tienen que ver con temas de seguridad parten de generalizaciones que criminalizan a la migración como colectivo. No se refieren a la responsabilidad individual que pudieran tener migrantes incursos en algún tipo de delito, hechos por los que tendrían que ser judicializados como cualquier otro nacional que contravenga las disposiciones legales. Las formas aquí tienen suma importancia, sobre todo si provienen de responsables políticos e institucionales que más bien deberían priorizar en su discurso una posición claramente antixenófoba, que no dé lugar a interpretaciones o equívocos.

² DÍAZ ÁLVAREZ, Enrique, El traslado: narrativas contra la idiotez y la barbarie, Editorial Debate, 2016.

Alrededor del mundo, la xenofobia es una bandera que ondean grupos extremistas y antisistema. En América Latina, los partidos democráticos y sus dirigentes, sean del color que sea, deben erigirse en claros defensores de los derechos de los migrantes y refugiados e impulsores de la integración plena de las mujeres y hombres, niñas y niños que han abandonado sus países para salvar sus vidas y encontrar un futuro más esperanzador. La xenofobia es, como se ha podido apreciar, un tema relevante hoy en día en la agenda mundial, especialmente en momentos en que las migraciones son el pan nuestro de cada día en todos los continentes. Esta afirmación es particularmente cierta en las Américas donde prácticamente todos los países, de norte a sur, se han visto impactados por fenómenos importantes de movilidad humana. Discutir y analizar el tema es una necesidad impostergable si queremos prevenir manifestaciones de odio, rechazo e intolerancia. Hablemos de xenofobia.


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REDES SOCIALES, ¿más democracia? Argentina

Nuestra Red


Sofia Santamarina: Licenciada en Ciencia Política (UBA), Magister en Derechos Humanos y Democratización (UNSAM). Investigadora en el observatorio electoral de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Miembro de la Red de Politólogas #NoSinMujeres. Líneas de interés: participación política de las mujeres, elecciones y redes sociales.

La llegada de Internet trajo consigo la “era de las redes”. La descentralización de la red expandió la posibilidad de que las personas se expresen en la esfera pública a bajo costo. Los más optimistas afirmaban que “este nuevo ecosistema de comunicación presenta enormes oportunidades para la expansión y el fortalecimiento del debate público, así como para la circulación y acceso a la información de interés público” (Rele, 2019: párr.3). La penetración de Internet y de las redes sociales parece tener efectos positivos sobre la libertad de expresión, en tanto, las personas que antes eran receptores pasivos de información ahora se convierten en activas participantes del debate público. La arena pública deviene en un ámbito de democratización de la voz, habilitando la convivencia de profesionales y amateurs, expertos/as y activistas, ciudadanos/as y dirigentes políticos/as. En el mismo sentido, Martin Tironi afirma que, “lo que está sucediendo es algo distinto: nuevas generaciones de ciudadanos tecnologizados que se movilizan con la finalidad de recombinar los

ideales, límites, emociones y objetos de la democracia. Son colectivos más atrevidos y desenvueltos, mucho más dispuestos a concebir la democracia como experimentación y no solo como burocratización e institucionalización del poder. Públicos que no parecen conformarse a vivir la democracia como una abstracción puramente formal y materializada en el sólo acto de la representación” (2014:60). La nueva vida en las redes está ligada a las potencialidades de su gestión sociotécnica, dado que las movilizaciones colectivas no se juegan en lo instantáneo sino que están siempre mediatizadas por complejos de símbolos y herramientas (Cefaï, 2011). Las plataformas, como técnicas novedosas de información y de comunicación, ofrecen nuevas formas de coordinación, discusión y movilización para las organizaciones; proliferan comunidades virtuales con diversas modalidades de compromiso y de articulación con otras formas de acción. La experiencia individual y colectiva se vive en la multiposicionalidad: dentro y fuera del mundo virtual,


NUESTRA RED REDES SOCIALES,¿más democracia? repartida entre diferentes plataformas, múltiples organizaciones y acciones políticas. Se trata de una sociabilidad mediada. Sin embargo, las propias reglas de funcionamiento del mundo virtual plantean nuevos desafíos. El ejercicio de la libertad de expresión encontró nuevas oportunidades: grupos sociales históricamente acallados, sin acceso a canales institucionales de reclamo que encontraron un canal de bajo costo y eficaz para viralizar mensajes y ampliar su público a gran velocidad; en contextos autoritarios permitió a las y los ciudadanos evadir bloqueos, controles o censura estatal; al Estado le facilitó su llegada a geografías remotas y en el caso de las empresas, estas reinventaron su estilo de ventas. Pero, estas nuevas formas de ciudadanía y politización también brindaron nuevos espacios de expresión para los grupos violentos y antiderechos. Como plantean Ernesto Calvo y Natalia Aruguete “la desigualdad social y la pobreza tienen correlatos digitales, al igual que la intolerancia y la violencia” (2020:211). Un estudio de caso sobre grupos antiderechos “provida y profamilia” en Argentina (Santamarina, 2020) muestra que las redes sociales habilitan nuevos espacios de sociabilidad política, alternativos a las formas convencionales de la política y los medios de comunicación tradicionales, y a partir de los cuales se definen y coordinan estrategias de intervención política institucional y contenciosa. Las plataformas le permiten realizarse tanto en la calle como en la red, sin movilización callejera no

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hay movimiento social, pero tampoco esa puede ser la única estrategia. Se debe generar una identidad y un lazo colectivo que se renueve y actualice permanentemente. Y allí están las redes para facilitarles esta tarea. Cuando nos convertimos en ciudadanosperiodistas en las redes, publicamos contenido, seguimos a otros usuarios y compartimos material congruente con nuestro sistema de creencias y valores. Así se forman burbujas de filtros cuyo contenido es consistente con nuestra cosmovisión y la información que recibimos se vuelve localmente homogénea confirmando nuestros sesgos previos. Los algoritmos facilitan la formación de burbujas o “cámaras de eco” entre las cuales prácticamente no hay intercambio de contenidos. Al interior de cada una de ellas pueden primar lógicas de organización horizontal y democráticas o discursos violentos y de odio. Tanto la organización colectiva pro derechos como los discursos violentos se retroalimentan de la vida offline profundizando los procesos de polarización e intolerancia. Conversaciones polarizadas suelen ser espacios propicios para la difusión de desinformación porque, como explican Calvo y Aruguete (2020), este tipo de mensajes no busca comunicar sino generar daño, hacer enojar al opositor hasta expulsarlo/a de la discusión. Cuando esas desinformaciones salen del mundo online, tienen impactos en la vida “física” y devienen en diversas formas de discriminación y violencias hacia ciertos colectivos o un proceso electoral, las y los


ciudadanos son rehenes de comunidades intensas que radicalizan sus discursos poniendo en peligro la confianza de las instituciones de la democracia y el lazo social. ¿Cuál es el rol y las obligaciones que atañen a los Estados en este contexto? La reciente Declaración sobre libertad de expresión y elecciones en la era digital, firmada por los relatores para la libertad de expresión de la ONU, la OSCE y la OEA, indica que los Estados “tienen una obligación especial de tomar medidas rápidas y eficaces para prevenir, proteger, investigar, juzgar y sancionar los ataques, las amenazas, la intimidación y el acoso, tanto en el ámbito virtual como fuera de este, contra periodistas y otros trabajadores de medios de comunicación” (par. c. III). Y deberíamos agregar contra cualquier persona, y en especial, mujeres, colectivos LGBTIQ+, migrantes, comunidades indígenas y afrodescendientes. Además recomienda abordar la desinformación en línea promoviendo instancias independientes de verificación de información y campañas de educación pública, así como la criminalización de la difusión de desinformación. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que las desinformaciones se viralizan rápidamente y su emisor se convierte en una “autoridad” de referencia en próximas discusiones sobre el tema, mientras que la rectificación de la desinformación no tiene el mismo alcance y el emisor suele ser abandonado por la comunidad (Calvo y Aruguete, 2020).

El Estado, por su parte, suele llegar tarde a la resolución de los problemas en la virtualidad dado que no es un ámbito que domine: compite con empresas intermediarias, actores relevantes en ese ámbito, ciudadanos-periodistas, actores no humanos (bots, trolls), etc. A veces, es el propio Estado el que utiliza las plataformas para desinformar o callar las voces que le incomodan. Otras veces, aunque el Estado esté dispuesto a sancionar los discursos que fomenten el odio o la desinformación, se encuentra en la difícil decisión de definir qué es y qué no es, o bien, no tiene la capacidad de eliminar un contenido sino que depende de las empresas intermediarias y la reparación a los derechos vulnerados llega demasiado tarde.

³ Para ver un ejemplo concreto, se recomienda revisar el capítulo 1 “El crédulo Mr. Tucker” de Calvo y Aruguete (2020)


NUESTRA RED REDES SOCIALES,¿más democracia?

Los mensajes violentos y de odio son evidentes y fácilmente detectables, pero ¿qué sucede con los que no, los que tienen límites borrosos? ¿Eliminarlo es censura? La mencionada declaración conjunta de relatores para la libertad de expresión quita responsabilidades a las empresas intermediarias de internet al establecer como uno de los principios generales que: los intermediarios de internet no deberían considerarse responsables por la desinformación, la información errónea o la información manipulada, que se haya difundido de forma deliberada en sus plataformas, salvo que intervengan específicamente en ese contenido o que incumplan una orden legalmente vinculante de retirar ese contenido (par.c.iv) Entonces, estos poderosos actores transnacionales ¿no tienen responsabilidades democráticas? ¿Y qué sucede cuando es el propio Estado quien utiliza a las plataformas para minar el debate público? ¿Quién y ante quién debe rendir cuentas? La relación entre las burbujas o cámaras de eco y la desinformación está atravesada por la utilización de los datos. El costo de la gratuidad de las plataformas es nuestra huella digital con cada click que damos. El uso del inconmensurable volumen de datos digitales puede perseguir un objetivo social, en tanto contribuir al conocimiento de las sociedades, eficientar procesos burocráticos y detectar problemas sociales, o bien, tener un fin comercial y vender nuestros datos al mejor postor.

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La declaración recomienda a los intermediarios seguir los “Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos y tomar medidas con debida diligencia para asegurar que sus productos, políticas y prácticas no afecten los derechos humanos, incluyendo las áreas de recopilación de datos privados y micro direccionamiento de mensajes”, ¿pero quién los controla? ¿sus propios comités de expertos como el que implementó Facebook después de los escándalos por su rol en elecciones? Y aunque detectemos violación de derechos, ¿las multas millonarias – que las empresas recuperan en poco tiempo – sin incentivos a reestructuraciones de fondo que den garantías de no repetición, son suficientes? ¿Reparan algo? Tanto defensores de derechos humanos como defensores del statu quo y la no ampliación de derechos han sido las y los


primeros en denunciar cómo el Estado interviene gracias a la violación de la intimidad y la venta de datos que facilitan los intermediarios de Internet. Unos y otros han migrado hacia otras plataformas “más seguras” como Telegram o el ruso VK, ¿más seguras hasta qué punto? ¿Y si en su secretismo los grupos antiderechos radicalizan sus discursos y prácticas y traspasan la virtualidad para atacar otros grupos? ¿Cómo puede el Estado proteger a minorías en situación de vulneración? ¿Cómo puede el Estado evitar o anticiparse a prácticas violentas y discriminatorias cuando desconoce lo que sucede en redes subterráneas de organización? Los intermediarios deberían encontrar mecanismos para asegurar privacidad a sus usuarios/as y colaborar con el Estado para la defensa, ampliación y garantía de derechos y no su ataque y retroceso.

Ya habían sostenido esta posición respecto a los intermediarios los relatores de la ONU, OSCE, OEA y CADHP que participaron de la Declaración Conjunta Sobre Libertad De Expresión Y “Noticias Falsas” (“Fake News”), Desinformación Y Propaganda del año 2017.


Bibliografía Calvo, Ernesto y Aruguete Natalia (2020) Fake news, trolls y otros encantos: Cómo funcionan (para bien y para mal) las redes sociales, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, SigloXXI. Cefaï, Daniel. (2011) Diez propuestas para el estudio de las movilizaciones colectivas. De la experiencia al compromiso. Revista de sociología No 26(2011) pp.137 – 166 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, “Guía para garantizar la libertad de expresión frente a la desinformación deliberada en contextos electorales” (octubre 17, 2019). Naciones Unidas, Relatoría especial para la Libertad de Opinión y de Expresión; OSCE, Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación; OEA, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión; Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, Relatoría Especial sobre Libertad de Expresión y Acceso a la Información, “Declaración Conjunta Sobre Libertad De Expresión Y “Noticias Falsas” (“Fake News”), Desinformación Y Propaganda” (3 de marzo, 2017). Disponible en http://www.oas.org/es/cidh/expresion/showarticle. asp?artID=1056&lID=2 Naciones Unidas, Relatoría especial para la Libertad de Opinión y de Expresión; OSCE, Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación y OEA, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, “Declaración Conjunta sobre Libertad de Expresión y Elecciones en la Era Digital” (30 de abril, 2020). Disponible en: http://www.oas.org/es/ cidh/expresion/showarticle.asp?artID=1174&lID=2


Tironi, Martín (2014) “Tecnologías democráticas Repensando los movimientos sociales en el Chile actual”. Colectivo Revista Contenido. Arte, Cultura y Ciencias Sociales, No. 4 (Junio 2014), pp. 49 – 63. Santamarina Sofia (2020): “Ideología de género” y activismo político del movimiento provida. El caso de Con Mis Hijos no te Metas en Argentina (2017-2020). Tesis de maestría, Centro Internacional de Estudios Políticos, Universidad Nacional de San Martin, Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Disponible en: https://www.academia.edu/44069520/_ I d eo l o g%C 3% A D a _d e_g%C 3% A9 n e ro_y_a cti v i s mo_ pol%C3%ADtico_del_movimiento_provida_El_caso_de_ Con_Mis_Hijos_no_te_Metas_en_Argentina_2017_2020_


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Control democrático de la política exterior en tiempos de pandemia en Brasil


Pedro Feliú: Profesor de relaciones internacionales de la Universidad de São Paulo. Sus principales campos de especialización son el análisis de la política exterior y los estudios legislativos, con un énfasis empírico en los países latinoamericanos e interés por entender el comportamiento legislativo, los partidos políticos, las relaciones EjecutivoLegislativo, los cambios en la política exterior, el proceso de toma de decisiones en política exterior, la política burocrática y los medios de comunicación.

En los sistemas presidenciales democráticos, el control que ejerce el Congreso Nacional sobre la presidencia es fundamental para evitar la acumulación excesiva de poder en una sola persona. Las dosificaciones entre la capacidad de gobernar, la representación política de la sociedad y el control del poder son la fórmula crucial en la ingeniería institucional que reparte las prerrogativas entre el Ejecutivo y el Legislativo. En la distribución de estas prerrogativas, la política exterior confiere ventajas constitucionales e institucionales al presidente en relación al Congreso Nacional, distinguiéndolo de la política interna. Además, cuando la política exterior es iniciada por el presidente y un acuerdo internacional es objeto de escrutinio por parte de la legislatura, ya existe un entendimiento previo entre las partes soberanas. Un rechazo del acuerdo por parte del Congreso significa desestimar el mandato negociador del presidente y erosionar la credibilidad del principal agente estatal en el sistema internacional. Así, la delegación del Legislativo al Ejecutivo predomina en la conducción de los asuntos internacionales. Sin embargo, en determinadas situaciones, el Congreso Nacional rompe la delegación e, incluso con menos poderes, comienza a controlar con mayor


Control democrático de la política exterior en tiempos de pandemia en Brasil

intensidad la política exterior presidencial. Este fue el caso reciente en Brasil en relación a la cooperación internacional para la obtención de vacunas contra Covid-19. La política exterior tiene a menudo la función de ser un medio para alcanzar un fin. La obtención de vacunas sigue esta lógica. La política exterior sirve para obtener insumos y vacunas de países soberanos para las políticas de salud pública en el ámbito interno. De los principales productores de vacunas del mundo, China, India y la Unión Europea exportan volúmenes importantes, mientras que Estados Unidos y Reino Unido consumen todo lo que producen. En este escenario, la política exterior es decisiva para el éxito de los programas nacionales de inmunización, con alta sensibilidad y efecto distributivo en la sociedad. El caso reciente de Brasil demuestra claramente una situación de interrupción de la delegación Legislativa al Ejecutivo en los asuntos internacionales, especialmente en las relaciones con China. Desde la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de la República en 2019, las relaciones de Brasil con China han sufrido un desgaste innecesario derivado de declaraciones públicas de altos funcionarios del gobierno, como los ministros de Relaciones Exteriores y Educación. Incluso el hijo del presidente, el diputado federal Eduardo Bolsonaro, publicó ataques contra China en diversas temáticas, desde una supuesta intención de espionaje chino en relación al 5G hasta la denominación del COVID-19 como el virus chino y comunista. A pesar de que China es el mayor socio comercial de Brasil, las inversiones chinas en Brasil han aumentado en los dos primeros

Brasil

años del gobierno de Bolsonaro y las visitas recíprocas de jefes de Estado en 2019, la política exterior del presidente ha generado varios episodios de malestar con la embajada china en Brasil que expresó públicamente su descontento con el trato del gobierno brasileño. Cabe recordar que China levantó barreras comerciales a la carne, el vino, la cebada y otros productos australianos luego de que el primer ministro del país defendiera una investigación independiente sobre el origen del COVID-19, además de otras controversias consideradas discriminatorias por Pekín. Australia es el sexto socio comercial de China, mientras que Brasil es el séptimo, ambos importantes proveedores de alimentos al gigante asiático. Esto demuestra la amenaza real que puede generar una desastrosa diplomacia de Brasil en relación con China.


En el centro de la desastrosa diplomacia estaba el principal agente del presidente en la política exterior brasileña, el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo. El diplomático que nunca antes había sido embajador fue nombrado canciller del gobierno a principios de 2019, expresando una ideología radical nacionalista, anticomunista, cristiana y pro-occidental, altamente convergente con las ideas del presidente de la República. El canciller se ha opuesto repetidamente a China en una alineación ciega con el ex presidente Trump, como en el foro económico mundial a principios de 2021: “Un desafío es el surgimiento del tecnototalitarismo. No se trata de Estados Unidos contra China, sino de diferentes modelos de sociedad. Las nuevas tecnologías pueden ser excelentes para la democracia, pero pueden proporcionar los medios para un totalitarismo de estado, no queremos eso “. El descontento con la política exterior brasileña fue creciendo en la legislatura brasileña durante 2020, pero a diferencia de lo que sucedió con Australia, los efectos de la diplomacia torpe aún no habían causado daños materiales a la economía. Sin embargo, en 2021, con la dependencia de insumos chinos para fabricar la vacuna en el consorcio del gobierno del estado de São Paulo con la farmacéutica china Sinovac, las demoras burocráticas en China para enviar estos insumos actuaron como detonante para el Congreso Nacional suspender la delegación de la política exterior. La legislatura brasileña ha puesto en marcha mecanismos de presión y

control institucionales a disposición del parlamento para reorientar la política exterior hacia China, limitando la acción presidencial. Uno de estos mecanismos es la convocatoria del ministro para brindar aclaraciones. El 23 de marzo tanto la Cámara de Diputados como el Senado escucharon al ministro en una tensa sesión que abrió públicamente el descontento legislativo de distintas leyendas, de izquierda a derecha. Básicamente, el parlamento solicitó la cabeza del ministro como primer gesto de Brasil hacia una nueva postura con China, que se consideró necesaria para evitar obstaculizar el programa nacional de inmunización. La valoración central de la gran mayoría legislativa es que la radicalización ideológica del canciller fue incompatible con la posición del país en el sistema internacional y los intereses económicos brasileños, con énfasis en la agroindustria. El compromiso del gobierno Bolsonaro de ideologizar la política exterior, especialmente las relaciones con China, no generó apoyo político en la Legislatura, lo que demuestra la baja adhesión de los partidos a una polarización política basada en las alianzas internacionales de Brasil. La siguiente figura muestra la distribución de preferencias de los legisladores de los principales partidos brasileños sobre el apoyo o rechazo a China, obtenida por una encuesta aplicada por Power y Zucco (2019). Las barras verticales indican el porcentaje de legisladores que apoyan la afirmación de China representar un riesgo para Brasil (en azul) y los que desaprueban la afirmación (en rojo), reflejando el


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Brasil

mapa de preferencias partidistas en relación con el país asiático. Además, los números arriba de cada barra de cada partido representan el porcentaje de votos en el Congreso Nacional en el que la dirección del partido apoyó al gobierno de Bolsonaro en pleno en los años 2019 y 2020. Así, cruzamos dos datos, las preferencias de los partidos en relación con China y el nivel de apoyo al gobierno actual. La figura deja claro que la posibilidad de éxito político de la estrategia para oponerse a China era muy baja en la legislatura. Aunque existe variabilidad entre partidos más escépticos sobre la alianza con China, como PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña), DEM (Demócratas), PSB (Partido Socialista Brasileño), PDT (Partido Laborista Democrático), no hay coincidencia entre los partidos que apoyan al gobierno y la percepción sobre China. Todos los partidos que votan en línea con la agenda del gobierno de Bolsonaro son partidos de derecha o de centro derecha, como el PSDB, MDB (Movimiento Democrático Brasileño), DEM, PTB (Partido Laborista Brasileño), PSC (Partido Social Cristiano) y PDS. (Partido Socialdemócrata). Todos ellos cuentan con más del 90% de apoyo a propuestas legislativas avaladas por el gobierno. Sin embargo, hay partidos como el PTB, PDS, PSC y MDB en los que la gran mayoría o todos los legisladores perciben la asociación con China como positiva para Brasil, mientras que solo el DEM y PSDB tienen mayorías dentro del partido que se muestran escépticas sobre acercarse a

China. Los partidos de izquierda y oposición que apoyan al gobierno en menos del 50% de las propuestas legislativas, como el PSB, el PDT y la Rede, tienen una visión pesimista de China, mientras que el PT (Partido de los Trabajadores) y el PCdoB (Partido Comunista de Brasil) percibir positivamente las relaciones con China. En resumen, las divisiones de derecha e izquierda y de gobierno y oposición no son consistentes con las relaciones del país con China, lo que reduce las posibilidades de formar una coalición en la Legislatura que apoye la retórica agresiva de la política exterior del canciller Araújo. Por el contrario, tres días después de la audiencia pública con Araújo el 23 de marzo de 2021, el Senado Federal subió el tono de cobrar por la renuncia del canciller y amenazó con bloquear todos los nombramientos a las embajadas


brasileñas, paralizando la diplomacia del país. Uno de los mecanismos legislativos importantes para el control de la política exterior brasileña es la audiencia de la comisión de relaciones del Senado de embajadoras y embajadores designados por la presidencia de la República. Tanto la comisión como el pleno de la legislatura deben aprobar, en votación secreta, los nombramientos del presidente, permitiendo un punto de veto a la agenda presidencial sobre el tema. Los vetos del Senado a los nombramientos presidenciales para embajadas son raros, y prevalece la delegación de un poder a otro. En 2020, por ejemplo, el Senado aprobó 32 nominaciones a representaciones diplomáticas a la vez. La propia ley del servicio diplomático brasileño indica que los nombramientos deben privilegiar a

los diplomáticos de carrera, permitiendo en casos excepcionales nominaciones no diplomáticas. Esto también facilita la delegación legislativa. Sin embargo, en algunas situaciones, el Senado veta el nombramiento presidencial. En 2015, en pleno conflicto con la presidenta Dilma Rousseff, el Senado Federal vetó el nombramiento para el cargo diplomático en la OEA (Organización de Estados Americanos), interpretándose como una represalia contra la mandataria y menos un desacuerdo con la nominación. En 2020, el presidente Bolsonaro expresó su deseo de nombrar a su hijo, el diputado federal Eduardo Bolsonaro, para la embajada en Washington, uno de los principales puestos de la diplomacia brasileña. Anticipándose al veto del Senado, el presidente se retiró de la nominación y mantuvo la tradición de


Control democrático de la política exterior en tiempos de pandemia en Brasil nombrar a un diplomático experimentado. En el caso aquí analizado, el senador Jean Paul Prates (PT) presentó un proyecto de resolución que propone la suspensión de nombramientos de embajadores en el Senado, además de que otro grupo de senadores radica en la Cámara de Diputados la solicitud de impedimento del Ministro de Estado. Las medidas contaron con amplio apoyo de las casas legislativas. Los presidentes del Senado y la Cámara se opusieron públicamente a la política exterior de Ernesto Araújo, por ejemplo, garantizando condiciones políticas favorables para derrotar al gobierno. El 29 de marzo de 2021 el canciller Araújo no pudo soportar la presión legislativa y solicitó dimisión. Los senadores estimaron que la salida de Ernesto Araújo del Ministerio de Relaciones Exteriores facilitará la compra de vacunas en el mercado internacional, citando el aislamiento internacional del país derivado de una visión ideológica del canciller. El caso demuestra claramente la suspensión de la delegación legislativa de asuntos internacionales al presidente, interfiriendo decisivamente y reorientando el rumbo de la política exterior brasileña. El nuevo canciller designado por Bolsonaro, el diplomático Carlos França, ya ha expresado en discurso inaugural un cambio sustancial en la postura de la cancillería brasileña frente a la pandemia, el cambio climático y, principalmente, China. El nuevo tono de la cancillería es “desideologizar” la política exterior brasileña, convergiendo

Brasil

con la preferencia del Congreso Nacional. Cuando la política exterior genera severos efectos distributivos a nivel interno, el Poder Legislativo tiende a quebrar la delegación al Ejecutivo, controlando las acciones de la presidencia. El presidente sí tiene mucho margen de decisión en política exterior, siendo el área con mayor concentración de poder en la oficina presidencial. Sin embargo, esto no significa que no exista el control democrático del gobierno en política exterior. Por el contrario, el caso aquí presentado demuestra el necesario control de la política exterior por parte del Poder Legislativo, quitando la percepción de que la política exterior está aislada en el Poder Ejecutivo y no debe sufrir presiones y control de los partidos políticos.


Referencias Congresso em Foco. Disponible en: https://radar. congressoemfoco.com.br/governismo/camara. Zucco, Cesar; Power, Timothy. (2019) “Brazilian Legislative Surveys (Waves 1-8, 1990-2017)”. https://doi.org/10.7910/ DVN/ARYBJI, Harvard Dataverse.


Podcast “Changing The Face Of Politics” (Cambiando la cara de la política) Episodio 11: Christiana Figueres entrevista a Djamila Ribeiro

Disponible en: https://bit.ly/3aOrRhN


Esta es la traducción del Episodio 11 del podcast Changing The Face Of Politics, en donde participan Christiana Figueres, exsecretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y cofundadora de Global Optism y Djamila Ribeiro, filósofa, periodista y autora feminista negra brasileña, quien en 2016 se convirtió en subsecretaria de Derechos Humanos de la ciudad de Sao Paulo.

Christiana Figueres: Hola y bienvenidos a este episodio de la serie de podcasts Changing the Face of Politics. Mi nombre es Christiana Figueres y mi invitada de hoy es Djamila Ribeiro. Djamila Ribeiro: Hola, Christiana Figueres. Es un placer estar aquí y tener la oportunidad de esta conversación. Admiro tu trabajo. He leído mucho sobre ti, así que estoy muy feliz de estar aquí. Gracias. Christiana Figueres: Maravilloso muchas gracias. Djamila, este año celebramos el aniversario número 25 de la Conferencia y Plataforma de Acción de Beijing. Acción por las mujeres, por las mujeres en el liderazgo, por la igualdad de las mujeres, por los derechos de las mujeres, eso es lo que fue la Conferencia de Beijing. Ahora, si miras hacia atrás durante esos 25 años, ¿qué crees que ha cambiado para las mujeres en términos de oportunidades, toma de decisiones, liderazgo político? ¿Qué ha cambiado y qué, de manera increíble, se ha mantenido igual?

Djamila Ribeiro: Bueno, aquí en Brasil, en los últimos años, hubo algunos avances, principalmente en algunos gobiernos progresistas: el Partido de los Trabajadores en Brasil fue el responsable. Tenemos críticas, pero tenemos que admitir que hubo algunas políticas públicas para las mujeres y para los negros en Brasil, especialmente durante la administración de Lula, por ejemplo. Tuvimos algunas secretarías para que las mujeres pensaran en políticas públicas para mujeres; tuvimos acciones afirmativas para los negros en las universidades; hubo algunos avances en Brasil. Pero creo que nuestro desafío en Brasil es entender que no se puede hablar de género sin hablar de raza porque en Brasil, la mayoría de la población es negra. Las mujeres negras representan el 27% de la población y son el grupo social más discriminado en nuestro país. La mayoría de las mujeres negras en Brasil todavía son trabajadoras domésticas o tienen trabajos que no son valorados


“Changing The Face Of Politics” (Cambiando la cara de la política) Episodio 11: Christiana Figueres entrevista a Djamila Ribeiro

socialmente. Así que pienso que el cambio en nuestra forma de pensar es nuestro desafío y el cual nos obliga a pensar en la interseccionalidad en Brasil. Hubo algunos avances seguro, pero especialmente para las mujeres blancas. En Brasil y en el movimiento negro, hubo algunos avances, pero tal vez especialmente para los hombres negros. Y cuando no eres una mujer blanca o un hombre negro, las políticas públicas a veces no nos ven como beneficiarias. Entonces creo que hubo cosas que tenemos que, por supuesto, admitir que fueron importantes, especialmente en términos de política pública, en términos de educación, la discusión sobre la raza, y sobre el feminismo en Brasil que estuvieron en el debate público. Hubo algunas cosas muy importantes. Pero aún como mujeres negras, vemos esta brecha, esta invisibilidad a veces, pensamos en la interseccionalidad y cómo en Brasil, las razas y los sexos son opresiones que tenemos que enfrentar juntas. Christiana Figueres: Entonces, lo que estás diciendo es que las mujeres negras en Brasil, pero muy posiblemente también en la mayoría de los otros países, en realidad son doblemente golpeadas: primero por género y luego por raza, o primero por raza y luego por género, o por ambos en al mismo tiempo. Son doblemente golpeadas con respecto a las oportunidades, a la educación, a las oportunidades profesionales, a sentarse en las mesas de decisión. Una situación que yo diría que hemos heredado de hace miles de años,

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¿verdad? ¿Y estamos llegando a alguna parte? ¿Ves, Djamila, alguna evidencia de progreso de que las mujeres negras se involucren más en política, se sienten en más mesas de decisión? ¿Ves algo de luz al final de ese largo túnel oscuro? Djamila Ribeiro: Claro que sí, creo que ahora en Brasil lo estamos haciendo, estamos bajo una administración muy conservadora y nos enfrentamos ahora a una realidad muy difícil. Pero sin duda , creo que el movimiento feminista en Brasil fue muy importante para poner los temas en el debate público. Las mujeres se organizaron, el movimiento feminista se organizó y muchas mujeres estuvieron en contra de Bolsanaro. Hubo muchas manifestaciones y creo que las organizaciones, como las organizaciones de mujeres negras y las organizaciones feministas fueron muy importantes en Brasil, especialmente en los años 80 y 90 para resaltar esta discusión como por ejemplo Sueli Carneiro y Luiza Bairros. Las mujeres fueron importantes para pensar las políticas públicas para las mujeres negras, para las mujeres en Brasil. Y por supuesto, veo que ahora, incluso bajo esta terrible administración, las mujeres están hablando de feminismo. La discusión sobre el feminismo es muy fuerte, como nunca antes. Vemos a muchas jóvenes en las escuelas organizándose y en las universidades, en los barrios pobres de Brasil, mujeres que se están organizando juntas para pensar cómo discutir estos temas en sus comunidades. Entonces creo


que es muy importante valorar el trabajo de estas mujeres en las comunidades, en las favelas... Porque generalmente vemos favelas o barrios marginales, este tipo de lugares en Brasil, sólo a través de esta perspectiva de la ausencia y creo que es muy importante mirar hacia adelante en la perspectiva del potencial de estas mujeres, que durante este tiempo de pandemia, se organizaron para tratar de ayudar a la comunidad; cómo estas mujeres, históricamente en Brasil, estaban resistiendo, creo que ahora se está valorando más este tipo de trabajo. Creo que el movimiento feminista entendió que no se trata solo de la academia, que no se trata solo de ciertos grupos de mujeres. Christiana Figueres: Emergiendo. Finalmente, emergiendo. Estoy muy impresionada, Djamila, por tu clarísima diferenciación entre ver la vida a través de la ausencia o ver la vida en la política a través del potencial. Dos perspectivas muy distintas. Y eso me interesa mucho. Y creo que a nuestros lectores también les interesaría entender esa diferencia, pero entenderla a través de tus ojos, Djamila. Y me encantaría invitarte a que nos cuentes un poco sobre tu historia. ¿Cuándo reconociste tu potencial para asumir el papel político que estás desempeñando, el papel influyente que estás desempeñando tanto académicamente como políticamente, y como periodista? Cuéntanos un poco dónde naciste, cómo fue tu vida familiar, y cuál fue el momento o los momentos en los que se encendió la luz para ti. ¿Y dijiste, “wow, aquí estoy, tengo el potencial para dar un paso en este desafío”?

Djamila Ribeiro: Bueno, me crié en una familia negra. Mi padre trabajaba en un puerto de una ciudad pequeña, no tan pequeña que está en la costa de Sao Paulo. Mi madre era ama de llaves, pero antes de casarse con mi padre, mi madre era trabajadora doméstica y mi abuela también era trabajadora doméstica. Y antes de eso, fueron esclavizadas. Y así, en Brasil, el ciclo del trabajo doméstico para las mujeres negras es una realidad, y el ciclo del trabajo doméstico se está rompiendo en mi generación. Mi padre era activista, tenía mucha conciencia sobre los problemas de los negros en Brasil, por eso tengo un nombre africano asi como mi hermana. Tengo dos hermanos y mi padre nos educó con esta conciencia: ustedes son negros en una sociedad racista, desde que éramos niños. Y mi mamá, era ama de llaves y ella fue muy importante en mi vida porque me introdujo en el Candomblé, que es una religión afro brasileña, muy marginada en Brasil, lamentablemente. Pero para mí era muy importante tener la oportunidad de estar en este tipo de lugares, porque fuera de Candomblé la sociedad era muy racista y violenta para mí, pero en Candomblé tienes al dios y a la diosa; es una forma de vernos a nosotros mismos a través de una nueva perspectiva.Y allí en Candomblé para mí era una realidad completamente diferente, pero fue difícil. Yo era una niña y disfrutaba estar ahí, pero fui muy discriminada en las escuelas, en mi escuela como niña negra, como niña negra del Candomblé. Fue muy difícil lidiar con eso, así que durante mucho tiempo intenté negar eso. Intenté ser una chica cristiana. Mi padre decía “hay que


“Changing The Face Of Politics” (Cambiando la cara de la política) Episodio 11: Christiana Figueres entrevista a Djamila Ribeiro estudiar, es importante para ti y tu hermano y tu hermana estudiar, necesitas tener educación. Por favor estudia, no quiero que dependas de un hombre”. Pero creo que las cosas cambiaron para mí cuando tenía tal vez 18 años y conocí a una organización feminista negra en mi ciudad. Para mí era muy importante saber sobre el feminismo negro, leer sobre el feminismo negro, porque en las escuelas me negaban ese tipo de conocimiento, saber que había escritoras, activistas y periodistas, y muchas mujeres que eran muy importantes para nuestra sociedad, pero que las escuelas y el resto de la sociedad me negaban este tipo de conocimiento. Así que ahí, en ese lugar, fue un punto de inflexión para mí porque sabía que era una mujer negra, sabía que no era un problema, pero no tenía la autoestima para mantenerme firme. Y ahí con esas mujeres, era muy importante ser parte de un movimiento y ser parte de un cambio social. Siendo parte de ese movimiento tuve la oportunidad de viajar por primera vez en avión porque asistí a muchos seminarios y tengo esa formación política que fue muy importante. Después de eso me convertí en activista, me convertí en una mujer con autoestima y regresé a mi religión. Fue para mí - no, no estás sola hay un montón de mujeres negras aquí contigo-, y también me ayudo a entender el movimiento feminista, porque mi padre era un activista, pero era un hombre. Y aunque era muy protector conmigo y con mi hermana, me enseñó que era importante para mí, como mujer negra, tener educación. Pero

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con mi mamá, él no era así, y era parte de un movimiento dominado por hombres. Entonces, tener la oportunidad de estar allí en esa organización feminista negra, entender la perspectiva femenina, fue muy importante para mí. Por eso siempre digo que el feminismo me salvó y me dio la fuerza para levantarme. Y después de eso, me convertí en activista e hice muchas cosas y decidí que ese era mi punto de inflexión. Christiana Figueres: Qué historia, qué historia, Djamila. Entonces, lo que creo que te escucho decir es que tu madre te presentó a Candomblé, donde hay estas figuras de diosa femeninas muy fuertes a las que te aferraste, pero había un gran contraste con el mundo que percibías. Y fue el movimiento activista feminista negro el que cerró esa brecha, esa brecha de realidad, hay una realidad, que es lo que me dice Candomblé. Hay otra realidad, la que me dice el mundo. Y el movimiento feminista negro realmente cerró esa brecha para ti y te empoderó para convertirte en la activista que eres hoy. Es interesante que noté que tu padre quizás hizo una pequeña excepción contigo. Tal vez no fue tan generoso con tu madre, con su esposa, pero contigo fue un gran apoyo a pesar de que era parte de ese mundo exterior que no era muy feminista ni solidario. ¿Pero hizo una excepción contigo? ¿Él también te apoyó? Djamila Ribeiro: Si. Desde que era pequeña, soy la menor de cuatro hermanos, tengo una hermana y dos hermanos, mi padre desde que era una niña pequeña, me regaló unos libros cuando tenía ocho años


, porque para mi papá era muy importante que todos (yo, mis hermanos y hermana), tuviéramos la oportunidad de estudiar porque mi papá no tuvo la oportunidad de hacerlo y mi mamá tampoco. Así que fue un gran apoyo para mi y mi hermana, pero, por supuesto, hubo algunas diferencias en la forma en que nos criaron. Saben, mis hermanos podían hacer muchas cosas que yo no podía. Pero en términos de educación, mi padre fue un gran apoyo. Necesitas estudiar, necesitas entender que eres una chica negra en una sociedad racista.Yo soy un hombre y sé cómo son los hombres. Así que no quiero que dependas del hombre, tengas tu vida, tengas tu dinero. Esas cosas. Desde que era una niña pequeña pensaba “¿Por qué? ¿De qué está hablando?” Él fue un gran apoyo en estos términos. Sabes, era muy sexista con mi madre. Entonces pude percibir eso. Vi lo difícil que fue para mi madre, pero es una locura porque para mí y mi hermana, él tenía una forma completamente diferente de lidiar. Christiana Figueres: Bueno, Djamila, parece que has estado tejiendo muchos hilos hermosos. El Candomblé que vino de tu madre, la educación que tu padre se aseguró de que obtuvieras, la imagen de ti misma que obtuviste de ambos lados, la exposición feminista negra, parece que has estado tejiendo todos estos hilos en un hermoso tapiz, eso es lo que eres hoy. De hecho, estoy interesado en saber de ti, ¿qué sorpresas hay en ese tapiz? ¿Qué, qué te tomó completamente por sorpresa? O cuando comprendiste que en realidad eres una activista feminista negra. Estoy segura de que ya sabías que iba a haber mucha resistencia en el mundo exterior, pero ¿qué más encontraste que realmente te sorprendió?

Djamila Ribeiro: Bueno, en mi vida personal, puedo decir que encontré algunas sorpresas cuando me casé, por ejemplo, mi mamá, falleció en 2001 y mi padre falleció en 2002, lo cual fue muy difícil. Tenía solo 20 años y fue muy difícil lidiar con esta pérdida. Entonces tuve que trabajar. Ya estaba trabajando, pero tenía que sostener a mi hermano y a mi hermana. Luego, después de eso, conocí a un chico y empezamos a salir, después de que nos casamos, quedé embarazada y no terminé mi educación, mi universidad. Y para mí fue un shock porque me educaron para no depender del hombre. Christiana Figueres: Si, tu padre te dijo eso! Djamila Ribeiro: Y yo estaba como “Oh, Dios mío. Yo quiero estudiar”. Por supuesto que me gusta, tengo una hija. Ella es una adolescente maravillosa de 16 años. y es asombrosa. Pero en ese momento tenía 25 años y un bebé, y no me sentía, ya sabes, realizada. Para mi fue ¿esto es todo? Christiana Figueres: ¿esto es todo? Djamila Ribeiro: ¿Eso es todo? Quería más. Y fue muy difícil lidiar con el prejuicio de la maternidad, porque cuando mi hija tenía tres años decidí estudiar y estaba trabajando allí en la ciudad que vivía, Sao Paulo. Y descubrí que había un campus de la Universidad Federal de Sao Paulo. Y siempre amé la filosofía porque mi padre solía leerme y regalarme libros. Y estaba allí trabajando, ya sabes, estaba allí en Internet, mirando algunas cosas, y “¡guau, ese es un nuevo campus! Oh, hay filosofía “. Y decidí intentarlo. E hice las pruebas en ese momento no le dije a mi esposo, porque sabía que sería un problema y


“Changing The Face Of Politics” (Cambiando la cara de la política) Episodio 11: Christiana Figueres entrevista a Djamila Ribeiro

resulta que entré. Y para mí fue como, “Oh, Dios mío, y ahora entré “. Mi hija tiene tres años, yo vivo en una ciudad, el campus está en otra ciudad, vivo en Sao Paulo. ¿Qué voy a hacer? Esa vez tuve que enfrentar muchos prejuicios porque mi esposo no me apoyaba tanto y mis padres ya no estaban aquí. Fue muy difícil para mí. ¿Cómo voy a hacer eso? Y la gente, ya sabes, “demuestras que eres inteligente, pero no vas a ir a la universidad. Tienes una hija, tu hija te necesita. El campus está en otra ciudad. Oh, ¿vas a abandonar a tu hija con su padre?” este tipo de cosas. Entonces fue muy difícil para mí en ese momento. Christiana Figueres: ¡Sentimiento de culpa! Djamila Ribeiro: Pero decidí irme y fue la mejor elección de mi vida. Pero al mismo tiempo, fue muy difícil lidiar con todas esas cosas pero decidí afrontarlo. Y luego mi hija, alejarme de mi hija, fue difícil en ese momento, pero al mismo tiempo, decidí romper el ciclo de mi familia, mi mamá, no tuvo la oportunidad de estudiar como mi abuela; decidí romper ese ciclo. Entonces, para mí, fue muy importante hacer eso. Pero cuando fui a la universidad, fue otro shock, ya sabes, estudié filosofía es un área dominada por hombres muy blancos, y yo quería estudiar filósofas femeninas. Entonces fue muy difícil lidiar con la academia, que en Brasil es muy eurocéntrica. Y decidí estudiar a Simone de Beauvoir y recuerdo cuando le pregunté al profesor: “Quiero estudiar a Simone de Beauvoir, ¿qué te parece?” Y su respuesta

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fue “¿Simone de Beauvoir? ¿Quién es? ¿La esposa de alguien? Y dije “no”. Christiana Figueres: No, no! Djamila Ribeiro: Entonces otra sorpresa fue enfrentar el sexismo y el racismo de la academia, pero decidí continuar e hice mi maestría; estudié muchas filósofas, pero tenía que enfrentarme, tenía que ser activista en la universidad para hacer eso. Entonces creo que es para mí, para mi sorpresa, que hoy estoy aquí hablando con ustedes y me gradué cuando tenía 32 años. Defendí mi tesis cuando tenía 35. Hoy tengo 40 años. Y quiero decirles a todas las mujeres que piensan que el tiempo ha pasado, ya sabes, es importante seguir adelante, no es demasiado tarde para hacerlo. Y estoy muy feliz de no haberme rendido. Christiana Figueres: Absolutamente. Y bueno, nos alegra que no te hayas rendido también. Djamila, sabes, estoy segura de que muchos de nuestros lectores te están admirando y respetando por la historia que nos has contado sobre tu vida personal. Porque tu historia es tu historia personal, es única, pero al mismo tiempo, no solo es única, es muy representativa de las historias de tantas mujeres. En particular en los países en desarrollo, pero me atrevería a decir que también en los países desarrollados, lamentablemente. Entonces, para aquellos que están siendo inspirados por la historia de tu vida, me encantaría invitarlos ahora a mirar hacia


adelante y decirles, está bien, con todo esto en mi haber, con toda esta experiencia, con todos estos hermosos hilos que yo han tejido en el tapiz de mi vida, ¿a dónde te mueves ahora? ¿Cuál es para ti el próximo paso o, de hecho, cuál es tu visión y cómo estás usando tu puesto ahora, tu liderazgo, tu activismo, tu potencial de incidencia para abrir el espacio a más mujeres? Djamila Ribeiro: Si. Me gusta mucho tu pregunta porque comencé a ser columnista en 2014, en una revista en Brasil y luego obtuve algo de visibilidad. Y en 2016, decidí usar esta visibilidad para hacer algo por otras mujeres, especialmente. Entonces creé un sello, un sello literario llamado Sueli Carneiro, para honrar a Sueli Carneiro, quien es una feminista negra muy importante en Brasil. Y para mí, era importante honrarla en la vida. Porque generalmente en Brasil, honran a las grandes mujeres cuando ya fallecieron. Christiana Figueres: ¡No solo en Brasil, Djamila! No solo en Brasil. Djamila Ribeiro: Entonces, decidí publicar mujeres. Así que creé una colección llamada Plural Feminist Collection. Es una forma de publicar mujeres, también hombres, hombres negros, pero sobre todo mujeres, porque creo que nuestras epistemologías, nuestro conocimiento, no son visibles en la sociedad brasileña. De 1964 a 2014, de los libros que se publicaron en Brasil, el 90% fueron publicados por hombres blancos, y para mí fue muy importante crear algo para enfrentar esta realidad, porque en la universidad era muy difícil tener acceso al trabajo de mujeres pensadoras, y pensadoras negras. Así que hoy en Brasil soy escritora, pero también publico a otras personas y ya publiqué 26 personas en

Brasil, en su mayoría mujeres. El año pasado publicamos un libro escrito por 18 mujeres quilombolas, mujeres que son personas negras que vienen de la ascendencia de los quilombos. Es el primer libro en Brasil que fue escrito por mujeres quilombolas, en donde las mujeres contaban sus historias, sus narrativas. Y también tengo una plataforma online que tiene cursos sobre empoderamiento feminista, interseccionalidad, y con precios asequibles. Los libros y los cursos en las plataformas online, tienen precios asequibles porque creo que es muy importante que la gente tenga acceso a este tipo de reflexión. Y también escribo en un diario muy importante aquí en Brasil y por supuesto trato de dar visibilidad a los temas de las mujeres en Brasil, especialmente ahora bajo la administración de Bolsonaro, que ya no hay presupuesto para pensar políticas públicas para enfrentar la violencia doméstica. Entonces estamos viviendo una situación muy difícil ahora, pero decidí hacer eso y también apoyar a las mujeres en la política y también a las organizaciones y trato de hacer este trabajo colectivo porque no quiero estar sola en eso: para mí, no tiene sentido estar sola. Para mí fue importante construir un trabajo colectivo con diferentes mujeres de diferentes partes de Brasil pues estos mercados, los mercados editoriales de Brasil, son muy elitistas y publicar mujeres que no están graduadas, pero también publicar mujeres que están doctorando, y también publicar mujeres que viven en áreas rurales no es fácil; entonces trato


“Changing The Face Of Politics” (Cambiando la cara de la política) Episodio 11: Christiana Figueres entrevista a Djamila Ribeiro

de usar este espacio para hacer eso en Brasil. Y afortunadamente, lo estamos haciendo muy bien porque antes de la pandemia, decidí no hacer eventos solo en las grandes ciudades o en las librerías. Entonces hicimos muchos eventos en áreas pobres, en centros públicos, en diferentes lugares de Brasil. Y para mí, fue genial ir al norte. Y luego había 2.000 personas allí para ir al noroeste. Luego hay mucha gente, especialmente mujeres. Y cuántas mujeres que escriben para mí, porque recibí muchas cartas y personas que me escriben y dicen: “Oh, decidí volver a estudiar. Ahora leo el libro. Ahora sé quién era Lelia González. Sé quién es Luiza Bairro. Sé que muchas mujeres están haciendo un gran trabajo en Brasil “. Entonces decidí hacer eso, registrar nuestra historia, nuestras narrativas. Eso es lo que hago hoy. Y sigo siendo escritora. Voy a lanzar un nuevo libro pronto, pero también soy una editora que publica a otras personas. Christiana Figueres: El trabajo de otras mujeres. Fantástico. Djamila Ribeiro: especialmente.

Sí.

Otras

mujeres,

Christiana Figueres: Bueno, Djamila, qué maravilloso. Esta ha sido una conversación totalmente fantástica. Ahora tengo una pequeña confesión para ti. Soy presentadora de podcasts, y creo que una vez que eres una presentadora de podcasts, siempre lo eres. Y en nuestro podcast,

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que se llama Indignación y Optimismo, porque creo que en la vida necesitamos ambos, necesitamos estar indignados y optimistas. Al final de cada una de nuestras conversaciones, siempre le preguntamos a nuestro entrevistador: “¿Dónde estás en ese espectro entre la indignación y el optimismo?” Y me encantaría saber de ti de dónde, ya sabes, dado de dónde vienes, dónde estás hoy, qué estabas haciendo para publicar y dar a conocer las voces de tantas mujeres, especialmente las negras, ¿estás más en el lado de la indignación? ¿Eres más optimista? ¿Y por qué? Djamila Ribeiro: Quizás estoy en el medio. Creo que soy seguidora del Candomblé, de nuevo. Y creo que en Candomblé aprendemos que sí, hay muchos problemas que tenemos que afrontar como mujeres, como mujeres negras. Pero, por otro lado, es muy importante tratar de tener este momento en el que podamos ser y donde encuentres tu fuerza. Soy un ser humano, hay veces que estoy muy indignada, estoy débil, estoy cansada, pero también tengo este lugar al que puedo ir y volver a realizarme. Creo que es muy importante hacer eso, y cuido mi dimensión espiritual y creo que es muy importante para mí hacer eso porque para vivir en esta sociedad, en esta locura que estamos enfrentando aquí en Brasil con este presidente, mucha gente muriendo, esta época de pandemia, creo que es muy importante tener ese tiempo, ya sabes, de ir allí y pensar, y recibir toda la bendición de los Orixás y volver a la lucha.


Christiana Figueres: Sí, si Djamila Ribeiro: Creo que siempre estoy de este lado, creo que sí, es difícil. Sí, mis antepasados también tuvieron que afrontar tiempos difíciles, pero como muchos de mis antepasados ​​no se rindieron, por eso estoy aquí hoy. Así que creo que, como soy madre, creo que también es importante seguir adelante, no romper el ciclo. Sabes, cuando tengo que descansar, descanso. Cuando tengo que respirar, respiro. Pero creo que es como, por supuesto, entender que soy un ser humano, que necesito mi tiempo. Pero por otro lado, sí, es difícil. Pero tenemos que continuar. Creo que la felicidad también es importante como activista. Y a veces piensas que no tienes derecho a ser feliz. No tienes derecho a ser amado. Que no tienes que cuidarte como mujer negra. Les digo, “no, es importante que se cuiden. Es importante estar en lugares seguros”. Cuando digo eso, no por un hombre, solo lo digo por nuestros camaradas. Es importante estar en lugares que sí, eres un ser humano que necesita comer, que necesita ser amado porque normalmente pensamos que hay que salvar el mundo y no cuidarnos a nosotros mismos. No, tenemos que cuidar a todos, pero ¿quién cuida a las personas que se preocupan?

Christiana Figueres: Exactamente Djamila Ribeiro: Creo que es importante encontrar el equilibrio entre la indignación y el optimismo y cómo equilibrar todas estas cosas. Christiana Figueres: Bueno, esa es una hermosa, hermosa visión. Muchas gracias. Realmente ha sido una conversación maravillosa. Muchas gracias a ti, Djamila Ribeiro, filósofa feminista negra brasileña, periodista, escritora y una plataforma autodefinida para las voces de tantas otras mujeres. Muchas gracias por la conversación de hoy. Djamila Ribeiro: Muchas gracias. Realmente lo disfruté.


Agradecimientos El Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales - NDI es una organización internacional no partidista y sin fines de lucro, con oficinas en más de 50 países, cuya misión es contribuir a promover y fortalecer la democracia a nivel mundial. El NDI ofrece asistencia técnica a líderes de partidos políticos y de la sociedad civil que promuevan valores, prácticas e instituciones democráticas.

Editores Francisco Herrero Director residente NDI Colombia Andrea Fernández Gerente de Programas Red Innovación. Diego Torres Asistente de Programas Red Innovación.


Créditos Designare Agencia de Diseño Diagramación y diseño Bogotá, D.C. Colombia. Edición No. 25, Mayo 2021


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