causen extrañamiento en la lectura (en otros casos, por el contrario, las marcas de oralidad que definan y localicen personajes deben ser mantenidas). De esa forma, el subtítulo quedaría así: “a conceptos, a patrones”. El sexto y último subtítulo también carece de edición, pues el habla retoma dos veces el sujeto “esas mujeres” usando el pronombre “ellas”. Esa repetición es innecesaria y en ese caso puede ser eliminada del subtítulo. Además de eso, el diálogo anterior “Porque la gran mayoría de las mujeres que llega aquí” ya hace referencia a “esas mujeres”, por lo tanto, libera todas las referencias hechas posteriormente. El sexto subtítulo, entonces, después de la reducción lingüística queda de la siguiente forma: “raramente vienen tras la primera agresión”.
De los seis subtítulos, apenas el quinto tiene velocidad por encima de 18cps: “Porque la gran mayoría de las mujeres que llega aquí, ¿qué es lo que percibimos?”, tiene 80 caracteres presentados en 3,5 segundos. De acuerdo con la tabla de velocidad de Díaz Cintas y Remael (2007), para 3,5s son permitidos 62 caracteres. De esa forma, tenemos que reducir 18 caracteres de ese subtítulo. Una opción es eliminar toda la información a partir de las comillas “¿qué es lo que percibimos?”, de 28 caracteres (incluyendo la coma y el espacio que le anteceden), pues esa pregunta es redundante, visto que, con o sin pregunta, la respuesta será dada en el subtítulo siguiente. Después de la reducción, el subtítulo pasa a tener 52 caracteres: “Porque la gran mayoría de las mujeres que llega aquí”.
Luego de la localización y la reducción de los subtítulos, se pasará a la segmentación lingüística. Cada subtítulo debe ser presentado en una o dos líneas. La cantidad de información contenida en cada línea va a depender de la sintaxis, de la semántica y del número de caracteres por línea, de modo que cada línea presente una información que pueda ser comprendida en el tiempo en que es exhibida.
Analizando los demás subtítulos, más allá de que muchos de ellos no tengan velocidad por encima de 18cps, percibimos que en algunos la edición lingüística es necesaria porque el texto está repleto de marcas de oralidad e informaciones incompletas que pueden influenciar en la coherencia del mensaje. Veamos el tercer subtítulo: “a conceptos, ¿no? a patrones, ¿no?”. La interrogación “¿no?” es una marca frecuente en la oralidad. Esas marcas pueden ser retiradas para que no
Veamos cómo quedan los seis subtítulos luego de la localización y la reducción: 55