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DULCE INFIERNO

Con este proyecto exploro las manifestaciones de lo visceral durante la experimentación de la angustia. Vinculo lo patológico y lo metafísico desde mi posición como sujeto afectado por la ansiedad, intentando, por esta razón, descender hacia mis entrañas (como Catábasis), lugar donde habitan mis heridas, mis vacíos y desbordar aquél grito que no logro escuchar.

La presentación de colores carnudos e intensos tiene la intención de manifestar un tono “dulce”, comestible, de la pintura; de igual manera, el elemento flor me permite construir esa imagen del interior que se abre, denotando un sentido bello de lo visceral.

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La idea es presentar la figuración como un elemento “háptico” denotando esa contradicción entre lo carnoso y grotesco de nuestras entrañas, aquella suculencia de nuestros dolores. Por otra parte, mi intención es manifestar esa ambigüedad entre lo corporal y lo ausente de la carne, pues, dónde las vísceras emergen, las entrañas, se oculta algo en la mente de su anfitrión.

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