POETAS SIN FRONTERAS JUNIO 2021

Poetas sin Fronteras

Junio 2021 Año 8 Ejemplar No. 95

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EN MIS SUEÑOS LETALES Por Bertha Laraf Veracruz, México Estás en mis sueños letales, en mis noches interminables, hoy con la melena despeinada, la mente más desenfadada, espero tu llegada te abrazaré, te besaré no lo sé.

Rosas en el mar Evelyn Covarrubias Vera Los Andes - Chile Rosas me trajiste un día, olor fragante trajiste a mi vida, sentíamos lo mismo amor teníamos de más, sentimientos a flor de piel.

Encuentros apasionados y… ningún presagio se asomaba.

En mis sueños te extrañaba, largos días de no verte.

Miradas hacia el horizonte y… ¡nada! amor doliente… rosas me trajiste un día.

Mar de Amor Evelyn Covarrubias Vera Los Andes - Chile

Mar de amor, amor en toda su intensidad, intensidad de deseos que afloran en plenitud.

Plenitud de pasión adornada de besos y caricias, besos y caricias suaves como pétalos de rosa, pétalos de rosa en ese mar de amor, mar de amor en tormenta y tranquilidad.

Rosas blancas para calmar la tempestad, rosas rojas para que fluya la pasión en movimientos ondulados como el mar, como el mar en intensidad, plenitud, en tormenta y tranquilidad.

En ese mar de amor, colorido en rosas y sentimientos.

Realidad Héctor Daniel Paz

“Una vez, como si te conociera o te hubiera visto antes, nos cruzamos en la céntrica peatonal, rodeados con hojas del amarillento otoño. Nos miramos en el reflejo de una vidriera y nos descubrimos como seres difusos, que viajaban en dimensiones diferentes. Estiré la mano contra al vidrio, para rozarte un instante. Hiciste lo mismo.

Giramos nuestras cabezas y una armoniosa sonrisa nos descubrió. Cerramos los ojos, como saludándonos, tú fuiste para la Avenida Colón y yo caminé rumbo al Cabildo. Nuestros húmedos corazones se quedaron conversando. Nosotros ya habíamos partido. La mesera frunció los labios. La brisa ruidosa, voló.”

-Cien palabras y una historia, con varios testigos-.

" Descendientes del fuego".

Isidoro Arturo Gomez Montenegro México El poema es esencia espacio en si mismo... autosuficiente.

El poema refleja el mundo.

Lo sugiere o lo inventa Roidos por la piel peldaños de escaleras.

Desciende fuego, álgido vaho de manos ardientes.

Alumbra el lienzo suma de abismos de lentos exilios.

Describen ecos de manos y encantos.

Luz solitaria en silencio apresurado mirajependen del hilo de sus párpados. ! ¡Encontrarán secretos deslumbrantes!

Luz en casa florece en frágiles palabras.

El tiempo Isidoro Arturo Gómez Montenegro.

México Surgen pilares del tiempo sostenido por Arcángeles.

Trascienden trastocan la vida.

Agua naciente; se transfigura.

Imagen que enamora, cargan seres descalzos, sangre brota de sus dedos.

Entre lirios y jazmines el incienso esparce aroma y copal aroma de amor.

Tu cuerpo se transfigura en filiformes palabras de colores, Vaivén de sosegada espera.

La lluvia cae en éste tiempo e impregna el alba.

No apaga la llama del recuerdo, el tuyo , plagado de caricias.

Bajo pilares del tiempo se deshojan las horas...

Plenilunio.

Isidoro Arturo Gómez Montenegro.

México En cada plenilunio, mis sueños de silencio rubio.

Flor cautiva entre los dedos abre surcos de tiempo entre mi piel, círculos de ceniza para anular minutos para anular minutos bajo la sombra breve de tu pecho, remanso acogedor solo tu forma queda: limpia, virginal , impoluta sin desflorar tu cáliz de seda.

Tus silencios dentro del antro oscuro de mi.

Todo fructifica, es múltiple cuál hiedra de las manos en sigilosa noche.

Nimbo de luz te corona.

Constelación de la vía láctea más allá de la noche y sueños.

Alcanzó tu luna con el ánfora convexa de mis ojos.

Incendiare' los astros los instantes.

Fruto obsede.

Alas me abrazan en el día prodigioso.

Fincamos eternidad, tiempo, claridad o vuelo.

No sé James Coonor Monterrey México No sé si quieras Visitarme cada mañana Al despertar...

Hay cosas, que nunca sabremos Como quién ilumina la ventana oculta del amor que hay en tu alma Y quién te habla de la noche aquella de la triste despedida Del sabor a olvido en mis labios secos que han bebido soledades Y de tu desdén en esta nostalgia, que dejó tu amor...

En un círculo de tu desidia

Tengo James Coonor Monterrey México Esas sensaciones Elegantes y bellas De soñar contigo Tu pelo largo, abundante Sentirme cobijado Con esa ternura Del primer amor Ese aroma que siento En la piel emocionado De estar cerca de ti Del sabor de brisa De lluvia y arcoíris Si de sabor a lluvia En mis labios secos Y reviven con tu beso.

El corazón emocionado De estar en tu piel De sentir tu mirada De amor, de ternura Un cariño inmenso Que impregna el aire Te veo feliz con Alegría Esa que será nostalgia Que dejara tu amor Al despertar de mañana Si, tengo esas sensaciones Intensas y elegantes De soñar contigo cuando Quieres visitarme amor...

Mamá James Coonor Monterrey, México Cuando ya no estés...

Quiero que sepas que te amé siempre Quizás no más que tú porque tu amor en cada Segundo de mi vida desde siempre lo sentí para mí Sin lugar a dudas se romperán mis sueños Y ese saberme amado por siempre se suspenderá en el aire como una pompa en mi alma que reventará, Y ese fuerza inquebrantable que me diste, se irá hacia el dolor, hacia un vacío en mis días sin ti, Siempre fui tu niño pequeño, siempre me sentí amado Cuando ya no estés... ¿Cómo sentir llegar a un puerto seguro sin tus manos? ¿A un corazón lleno de alegría y la sonrisa amplia al verme? ¿Como sentirme amado si no tengo tus besos en la mejilla ?

Y ese tono de admiración y cariño en tu mirada, lo mismo En una estrella en mi frente, que un alcanzar una meta...

Y cuando ya no estés...

Quien me levantara con las rodillas raspadas, con el alma Quebrada y el corazón hecho pedacitos para juntarlo de nuevo Quien me enjugará las lagrimas con amor inmarcesible, y puro Y quien me contará las historias que oí desde niño de tus labios?

Y cuando ya no estés mamá Ya no escucharas cuanto te amo, ni leerás mis poemas...

Y a quien le podré decir mi corazón sangra gota a gota tu partida Sufre y muere de dolor porque te haz ido...

"TE QUIERO ASI" José Manuel Ambrocio Veracruz, México Al natural, siendo tu misma, sin miedos, ni pena, así te amo, de la manera en que te conocí.

No concibo tenerte de otra manera, no quiero amar a otra persona, que no seas tú, en esencia y naturalidad...

De reencuentros y otros amores…

José Rafael Rivero Maracay, Venezuela @letrasysentires Sumergido en soledades amables, conversas eternas con sonidos de fondo que cíclicamente me van pasando frente a los ojos amores del pasado.

Ensimismado y distraído me encuentro, en un lienzo vacío que pide a gritos ser llenado con versos, sin rimas, pero si con un sentido único, universal, eterno.

Allí estás, convocando los roces de las noches de lluvia, de las montañas serenas, del oleaje cómplice. Allí desvistes mi recuerdo, para vestirlo con el atuendo de tus caricias y esa mirada que desarma mis sentidos.

Pensamiento sublime tras canciones que nos abrazan hasta seducir nuestros pasos, tu cintura me enamora como siempre, mientras el reloj se detiene una vez más. ¿Por qué insistes en poseerme desde la ausencia? Sin saberlo te llenas de mí, de mis olvidos, de los versos inquietos y rebeldes que se niegan a pertenecerte. Ya no eres más, ni un recuerdo, ni una tristeza, ni un vacío.

Solo un reencuentro efímero con la ignorancia de mis poros, solo la sequía de los terrenos desbordados de ríos sin causa, sin cauce, sin destino.

Te esparces entre memorias que no saben que existes, y no te anhelo hoy.

Un sorbo de vino, una botella a medio llenar y sonetos relajados entre las olas de la insistencia. Estás aquí, pero con otro nombre, otra cara, otro cuerpo, eres otros roces, otras humedades, creando nuevos paisajes que aún hoy no me he imaginado, es simple, estoy por conocerte, estoy por enamorarme como siempre, sin preguntar ni pedir permiso, abriendo una puerta al borde del precipicio.

Aun así aquí estoy, escribiéndote un poema, atrayendo las energías, sembrando jardines entres nubes tormentosas, de esas que empapan soledades, al final del firmamento, con centellas y truenos, pero que ya no dan miedo…

QUIERO POSEERTE José Santos Constantino Ugaz.

Perú Quiero poseerte con todo mi ser, con toda mi piel, con mi cuerpo y con mi pasión expresado en intenso movimiento; quiero poseerte con mi mirada, con mis versos, con mi voz y con este profundo y total sentimiento.

Quiero poseerte con jadeos y gemidos, con mi transpiración y con la fuerza unísona de mis sentidos; quiero poseerte callado y pensativo, disfrutando tu belleza a cada instante y escuchando cada hálito que exhalen de tus latidos.

Quiero poseerte como el incandescente sol le hace el amor al océano celeste de un mar, cuando introduce su volcán amarillo de colores, queriéndola toda, toda... cabalgar...

Quiero poseerte frente a frente, en una misma dirección, a la luz del alba y a la luz de la luna creciente, envolverte en una ola salvaje, en una marea de pasión desbordante y ardiente.

Quiero poseerte para trascender en tu mundo, entregándome todo entero, sin dimensión, sólo contigo, perderme entre lo celestial, en la lujuria y en lo prohibido.

Quiero poseerte hasta convertir mi aliento en el sensual perfume que deslice por tu piel, morder frenéticamente tus labios, hasta que te enloquezcas conmigo de placer.

Quiero poseerte roseando por tus senos: chorros de un rojizo vino y catarlo en tu escultural cuerpo el gusto y el sabor, que será nuestro idílico licor, embriagarte, agarrando tus proporcionadas caderas ¡haciéndote mía! ¡sólo mía! algún día, cuando hagamos el amor.

Quiero poseerte hasta fundirme en el oasis infinito de tu figura y en tu desbordante sensualidad, gota a gota, segundo asegundo, sin límites ni fronteras, hasta convertirlo ¡ pronto! , ¡muy pronto! en la más exquisita y sublime realidad.

AQUÍ TE ESPERO...

José Santos Constantino Ugaz.

Perú Te espero aquí, contemplando tu figura como siempre, más allá del tiempo: sin importar las millas, las horas, ni los días : Solos tú y yo frente a frente Te espero aquí, no existirá tristeza ni desconsuelo, porque nos cobijará el celeste idéntico de nuestro cielo.

Por eso... sin cansarme sin desanimarme, aquí te espero... te espero... no porque te necesite para vivir, sino porque te elegí; porque te sueño, te siento, te prefiero y te deseo... porque eres toda dulzura, ternura y verdad, porque serás mi ansiada meta y quizás mi infinita felicidad.

Por eso te espero hoy aquí, así como ayer, así como siempre te espero; para sentir tu suave aroma y la sensualidad que desbordas en tu fragancia, para vencer juntos al infame tiempo y aniquilar los Kilómetros que existen de distancia.

Te espero en el refulgente sol de una tarde y en el rocío primaveral de la mañana, en el lugar donde todo esté y en el lugar donde tampoco exista nada.

Te espero en los mares salvajes y en los mares sosegados, en el silencio de los océanos, en el clímax de tus gemidos, como dos locos íntimamente enamorados.

Te espero con la música beethoviana pianista de las aguas y con el ciego silencio mozártico de mis mañanas.

Te espero con tu blusa roja, que es para mi todo fuego y toda pasión, para despojarte y hacerte mía, que vibres de placer y de emoción.

Aquí te espero, en el firmamento más lejano y más profundo, porque de todas las estrellas que existen: ¡ tú eres la única que ahora habitas en mi mundo!

Festival floral María Teresa Galaz Ciudad de México, México Mañanitas de mayo, rumbo a la escuela, rápida va mi madre por azucenas: mis nueve años a cuestas, blanca mantilla, al templo en fila todas, tras la maestra.

El domingo soleado, al cementerio: hay que llevar gladiolas y terciopelos; les pone agua mi madre, en una fuente, y conversa en el aire con nuestros muertos. Último día de marzo: es mi cumpleaños: sola me desperezo en angosto lecho; suenan “Las mañanitas” en el ambiente y me saludan rosas desde mi mesa.

Por Navidad, pequeña e ilusionada, mis listas de regalos con fuerza escribo; nunca sé quién los lleva: siempre me duermo, y mis sueños arrullan las nochebuenas.

Cuando son vacaciones, de margaritas, gardenias y claveles llena mi madre jarrones y floreros, y los reparte en la pequeña estancia, por los rincones.

Un festival de flores era mi infancia: de alegría o de festejo, llegaban flores; de tristeza o de duelo, flores llegaban.

Misas o graduaciones iban con flores.

Ya no señalan las flores en mi vida mis fechas: murió mi última violeta.

Mas extrañadas, preguntan las hortensias por qué brotan de mis ojos pétalos.

Flores en el pelo María Teresa Galaz Ciudad de México, México Evoco flores prendidas al pelo de un tiempo antiguo que no volverá: y las imágenes de ayer congelo del pasado, que pronto humo será.

Yo, con mis pantalones de campana, pelo y blusa con flores por igual, amor y paz, y la ilusión tan vana de erradicar del mundo todo el mal.

Amor y paz, colmando de sonrisas a nuestra incomprensible humanidad, cantando el Hare-Krishna entre las risas, llevando, con las flores, hermandad.

Pero el tiempo pasó y todo se ha ido; la Historia inexorable regresó: los pájaros volaron de su nido, y de mis flores el color huyó.

Más hambrunas, más guerras, hoy la peste que nos azota en triste soledad; vuelvo mi rostro a la mansión celeste e imploro, para el mundo, caridad.

INCESANTE BÚSQUEDA LOLA VARA San Vicente. Prov de BS As Argentina.

En la magnitud de éste mágico torbellino de luz Habito en éstas madrugadas.

Soy luz empecinada en busca de abrazos incesantes.

Soy palabras o silencios recurrentes Soy otoño, acorralando hojas cómo el viento.

Por instantes soy la desnudez fría y cruel desordenando tempestades cuál los inviernos.

Otras abrigo los jazmines y las rosas renaciendo en el cálido albor de primavera.

En algunos instantes me descubro como llama voluptuosa avivando el fuego en los espacios/ los tiempos/ los anhelos.

Si, soy la nada y el todo en lúdicos momentos.

Soy el grito que se quiebra en la garganta.

Soy silencio/ risa/ amor y descontento soy el propio llanto cuándo culmina el juego.

Soy las sombras/ soy la luz/ la brisa/ el viento/ el mar en movimiento.

Soy las alas de mi Alma en vuelo la visión de aquello que es eterno.

RABIA. (Corren voces y dos lágrimas).

OSVALDO PETTINICCHIO (Daniel Vattimo).

ARGENTINA. Corren voces Camine veces borracho de conciencia sucio de tiempos con el tiempo sucio de dudar Camine por calles plagadas con la humedad de muchos ojos con el sudor amargo de mil cuerpos Corren voces con la sangre derramada que se te pega y te ahoga que dibuja un sendero que termina no sé donde en una flor De madrugada incipiente como esta que está aquí con el hoy con el ahora y el conmigo que me lleva abrazado a un papel viejo y guarda un cuadro escrito

en borrador con lapicera de muerte declarada en sus últimos centímetros de voz.

Corren voces y se queman las respuestas a lo que no pudo ser y pudo ser Sucio de tiempos con el tiempo sucio escaso de vivir y yo me enojo de los vocablos escritos en mi pecho que quedaron tirados por ahí ¡No sé!

Corren voces ya muy cerca Les pregunto a los que han muerto cómo huir Sucio el tiempo de respuestas que sucede de escuchar hablar al viento y no sentir

LAS PIEDRAS. ( y las cenizas blancas).

OSVALDO PETTINICCHIO(Daniel Vattimo) ARGENTINA. ...Si algún día me animo a visitarte habiendo trashumado tantos años solo veré una piedra que sustenta la costumbre ajada de tu nombre A veces quisiera acompañarte ahí debajo donde crecen las raíces y esa noche de tierra da unas flores Pero ya que en la vida hemos vivido juntos pocas cosas yo quisiera tan solo homenajearte ¡No! No me preguntes por que digo estas cosas que se parecen más bien a los desiertos Es que a veces doy un giro y me transforma Cuando un recuerdo seco me rodea me torna en mil pedazos la memoria Entonces regresa fiel el día que partiste mis pasos vacilantes sobre piedras el aliento suspendido al detenerme mis manos crispadas en la tierra Me fui lento sin poder imaginarte

con el enojo partido entre las cejas Fue como un odiar las trampas del destino cuando no puedes evitar que se aparezcan Terminarás sonriéndole a los prados y te verás floreciendo muchas flores En tu camino se irán cerrando los senderos y ya no quedaran huellas de tu nombre El otoño apagará del intento algunos Soles y venderá hojas amarillas en raudales La brisa fresca acunando las mañanas Los grises irán matizando algunas tardes y en el azul oscuro de la noche tu ceguera errante Yo no creo ¿sabes? Yo no creo…

Para mí ya no estás merodeando estos lugares Quizás donde tu alma habrá encallado No sé si volveré…

Me cuesta hacer de este “mondo” una novela y de la vida nuestra buena historia A veces es mejor irse respirando apagar la ceniza blanca enrojecida que patear un mal intento en retirada Los pasos de un regreso los conozco Pero… ¡No me esperes! Mejor ya no me esperes Me he puesto un tanto infiel en las promesas y tropiezo con una verdad que me traiciona.

ME GUSTA ESTAR VIVA. Lucila Reyes González México Me gusta la vida sentir, saborear la brisa, el viento helado que toca mi piel.

Me gusta reír, vivir aprisa, hablar pausado y probar la miel.

Me gusta vivir la vida Sentirme inteligente, Torpe, confundida, Me gusta estar viva, ser loca y feliz.

Título: Un Festival de Rosas.

Autor: Lucila Reyes González País: México, Ciudad de México.

Va a llegar el día que podamos estar juntos alegrares de sobrevivir y no estar difuntos nos llenaremos de amor, albricias nos tomemos de las manos y brindemos caricias.

Llegará el día en que vea tu rostro sonriente y disfrute de algo más que solo ver tu frente sin esa mascarilla que hoy, no me dice nada, podré saber que si estas triste o preocupada.

Y llegarán poetas Sin Fronteras, de todos lados De: República Dominicana y México amados, Chile, Perú, Argentina o las costas de África de Venezuela Ecuador, España y Costa Rica.

Estaremos todos los poetas sin fronteras rompiendo todo tipo de lazos y barreras Llegaremos a Veracruz por aire, tierra y altamar y haremos juntos un Festival de Rosas en el mar.

Título: Murmullos de Medianoche Autor: Lucila Reyes González País: México, Ciudad de México.

Amanece, anoche casi no pude dormir son esos murmullos nocturnos que tanto me recuerdan a ti.

Hacen, que en las sombras de noche extrañe tanto tu presencia y no es que muera por tu ausencia es que me haces falta a media noche.

Cuando los amantes se encuentran cuando las parejas se brindan pasión cuando las emociones revientan cuando hierbe la sangre y se vuelve sudor.

Son esos murmullos nocturnos que hacen extrañe tu presencia, no es que muera por tu presencia es que no sé qué hacer con tanto deseo, con tanto amor.

Título: Doña Pepa y Yo Autor: Lucila Reyes González País: México, Ciudad de México.

Deja que te cuente lo que la otra noche sucedió: mi hermana nos invito a una fiesta en su casa, esa que estuvo abandonada y que con trabajos reconstruyó.

Fíjate que cuentan que Doña Chepa ahí se petatió, solita y abandonada, la encontraron apestada, muerta de una semana, me contaron también que la familia encontró toda su fortuna enterrada.

Ya entrados en tequilas, comenzaron las apuestas, me dijeron: 10 mil a no te acuestas, una noche en esta casa para mí, eso no era una amenaza y rápida acepte la oferta.

Yo no creo en fantasmas pero ya casi dormida, murmullos casi inaudibles que fueron subiendo de todo

hasta escucharse gritos terribles.

Primero creí que una un fantoche, que me quería espantar, para no pagar, la apuesta de esa noche.

Cuando algo en el patio rugió me asome por la ventana, y vi un fantasma en enaguas, era doña Chepa que su fortuna buscaba y como no la encontraba comenzaba a murmurar.

De pronto la calavera volvió hacia mí, sus ojos brillantes y me dijo que tú haces ahí dame mi oro y mis diamantes o me llevare tu alma, yo le dije guardando la calma, el dinero yo no lo tengo,, fue tu familia de abolengo, los que se llevaron las joyas y la lana, y no te compraron ni un cajón para enterrarte y estuvieras tranquila, ven, toma conmigo tequila y luego por ellos a su mansión.

Así fue como Doña Chepa, ahora aterroriza a sus parientes dicen que les enseña los dientes, que cuando cae la noche

sus murmullos apagados los tiene muy asustados.

Mi hermana quedo feliz ha quedado sin ese horrible fantasma, y yo con el dinero ganado, me fui con mis cuates a pasear a Chalma.

ADIVINACION. Luz H. Olvera.

México El volumen de mi cabello cruza una y otra vez por mi cabeza como cruza tu mirada en mi recuerdo.

Ida y regreso caminando por las calles empedradas y polvorientas que dejaste de caminar.

Deposité sobre esas piedras la adivinación de mis sueños rotos si entre ellas nace una hierba es señal que sonríes aunque no vuelvas.

En tanto, me tapo el rostro mientras la electricidad de la tormenta revolotea el cabello y el alma también.

Así voy... perdiendo los días, los deseos ocultos ignorando a reojo miradas curiosas, me quedo con la desnudez de un árbol a la inquietud tempestuosa del viento.

Tu Voz Pía Ofelia González México Es tu voz la qué escucho hasta el rumor de frondas y en el eco acompasado en el romper de olas.

Es el murmullo creciente... silueta presente, que mi noches me acompaña, y se recuesta en mi almohada.

Es recuerdo acomodado de manos de ternura... emotivas, algo que se ha de ausentar, cuando agonice mi empeño.

Y no sienta tus manos de ternura.

Ese amor que se hizo dueño de ese instante sin igual.

En qué el alma sabe dar... Todo lo viejo y lo nuevo.

En esa entrega sin freno y se sabe entregar con manos y piel...

Sin respuesta y renuevo volver a ese comienzo... ser, voz, sombra, manos, imagen, Eco.

¿QUE COMO FUE EL BESO? Richardy R. Vázquez Dávila (Vazrich aquel beso salió como de un impulso provocado por esa mirada que me arrojabas esos ojos tuyos eran de un negro profundo me encantabas parecía que querías probar mi boca por un momento quede aturdido recuerdo que lucia tus labios un entorno endulzado que invitaba a ensamblar un sueño juntos note que temblabas mientras lanzado en tus redes me enredaba luego de este día ya no te vi mas te alejaste, dejando tu fragancia en mi obligada.

El Aire Rosario Lagunes Veracruz, México El viento despeina mis cabellos, como despeinada tengo el alma y los sentimientos, a veces...

Viento fresco que sacude mis emociones, y me deja al natural.

CADÁVER EXQUISITO Ramón Olivares Poetas Sin Fronteras, Eduardo RuVal Lucila Reyes González, Rosario Lagunes, Luz H. Olvera María Guadalupe Martínez Bernal, Isidoro Arturo Gómez Montenegro, Elena Guzmán Ramón bajo la penumbra de la noche se escuchan las sinfonías del viento Quien escucha no observa estrellas, desobedece las pautas dispuesto a transgredirlas.

Es su espíritu rebelde, que al oírla, va en busca de nuevas aventuras.

Las sombras envuelven la triste melodía, de un lejano violín...

Parece noche de fantasmas, temerosa... donde sólo atisban aquellos que nunca encuentran al amor.

Concierto natural acompasado con ráfagas y susurros ¿oyes?

Bajo veteado crepúsculo de sombras, crepitar de sonidos. Adagios más lentos, lejanas cuerdas de violín en desamparo, aves rasgan el cielo en pertinaz vuelo en busca del amor.

Con vibratos sonidos al unísono, estos cantos bellos.