Domingo xiii del t o ciclo c 30 6 2013

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MALETA DE HERRAMIENTAS PARA UN VERANO CRISTIANO

1.- La llave de la fe con la que abrir la puerta a Dios y a los demás. Llévala tatuada en tus gestos y

actitudes y no te avergüences de ella. 2.- El GPS de la oración para no desorientarse ni perderse por los caminos fáciles del aburrimiento, del hedonismo, la superficialidad o del gasto desaforado. 3.- Una guitarra en el corazón para arrancarle las notas alegres de una convivencia en paz y armonía con todos, y las de una gratitud a Dios por cada nuevo amanecer. 4.- Unas gafas protectoras contra los deslumbrantes efectos de la propaganda comercial, de la exhibición idolátrica del cuerpo y de las radiaciones pasionales. 5.- Unas chanclas que te permitan caminar sin herirte, y andar sin quemarte, por los caminos pedregosos de los caracteres difíciles con los que te toque convivir. 6.- Una sombrilla amplia, la de tu bondad y comprensión, con la que defender del sol quemante del entorno social a cuantos comparten contigo afecto y lazos familiares, amistad y compromisos. 7.- Una hamaca, la de tu confianza en Dios, con la que podrás relajarte de tus tensiones de cada día y encontrar un equilibrio que te llene de paz y alegría. 8. Un flotador, el de tu positividad humana y cristiana, con el que puedas emerger sin ser engullido por las diversas marejadas de la vida familiar, social y económica. 9. Unas pastillas anti Alzheimer para que no olvides que, vayas donde vayas, Dios va siempre contigo, quiere que vivas feliz y Él disfruta viendo con qué sano orgullo y dignidad muestras con tus obras tu identidad cristiana. No te avergüences nunca de ella.

Se acabó el curso pastoral 2012-2013. Esta vez lo hemos hecho con la comunidad parroquial aupada en excursión hasta el santuario de la Virgen del Acebo. Por eso, nuestra “Hoja Parroquial” viene hoy con el sabor de un breve “hasta luego”. A la sombra de María, contemplamos hoy el itinerario del curso con su carga de vivencias, momentos entrañables, alegrías y esfuerzos generosos. De todos ellos, sois vosotros protagonistas. Desde lo alto de la Virgen del Acebo, que hoy nos hace piña en el amor de su Hijo, resulta fácil recordar a cuantos nos han dado su adiós durante estos diez meses, entre ellos a nuestro querido hermano claretiano Conrado Herrero. Hoy nos vemos obligados a añadir otro adiós, éste menos traumático que el de quienes nos han dejado para siempre: se trata del adiós al P. Luis Arribas a quien los Superiores le han confiado una nueva misión: el colegio Claret de Madrid. Desde aquí le ofrecemos el ramillete de nuestros sentimientos de fraternidad, amistad y gratitud por todos los esfuerzos y desvelos que ha prodigado en nuestra comunidad parroquial a lo largo de estos 5 años en ella. Gracias P. Luis. Pero no todo son despedidas ni lágrimas, también tenemos que dar la bienvenida al P. Honorato Sanz que hará con nosotros el camino del nuevo curso pastoral a partir de septiembre. Ya veis, lo de siempre: unos vienen y otros van. Ha sido un gozo recorrer con vosotros el sinuoso camino trazado por la liturgia de los domingos. Juntos hemos explorado los paisajes diseñados por la Palabra de Dios, por lo dicho y hecho por el Maestro Jesús. Juntos hemos expuesto nuestras vidas a la luz de su mensaje. Llegados a la meta, os agradezco que os hayáis dignado hacer de estas páginas un punto de referencia para vuestra reflexión y oración. Gracias, también, a cuantos habéis colaborado en las distintas actividades, grupos, celebraciones y demás servicios de la parroquia. Que estos meses de verano sean para vosotros un tiempo de sosiego, de descanso y recuperación de fuerzas. Las necesitaremos para el nuevo curso. Que el Corazón de la Servidora del Señor, María, que vivió su fe con tanta disponibilidad, os bendiga y acompañe vuestras andanzas veraniegas. ¡Feliz verano a todos!


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