Domingo 23 de diciembre

Page 1

Propuestas para un ADVIENTO responsable (2) Felicitaciones:

¿Qué estamos comunicando con nuestras tarjetas, vuestros mensajes, wasap de felicitación y nuestras llamadas telefónicas? ¿Y si además de desearnos “feliz Navidad” nos atreviéramos a decirnos esa palabra sincera que lleva tanto tiempo esperando? ¡Es Navidad, regale sinceridad! Yo para eso he nacido y he venido al mundo: para ser testimonio de la Verdad (Jn 18, 37). Acercar a los alejados: Ante el “¡Vuelve a casa por Navidad!”, ¿podemos hacer algo para que los que van a pasar la Navidad solos tengan compañía? Tal vez un nuevo sitio disponed para un amigo más en nuestra mesa, tal vez ayudarles a volver esos días con los suyos… Gestos proféticos: Si nos desagrada la manera como “el mundo” celebra la Navidad, ¡hagámoslo saber! ¡Que se oiga nuestra voz de creyentes católicos en medio de una sociedad ciega y sorda! Aunque no publiquen nuestras cartas, no dejemos de escribir a los medios de comunicación. Conciencia de Dios: ¡Qué no se nos olvide lo que estamos celebrando! ¡Que no se nos olvide dedicarle a Dios esta Navidad tiempos extra de oración personal o en familia! ¡Que, como María, guardemos en silencio todas estas cosas en el corazón, a la vez que proclamamos en voz alta las maravillas que Él ha hecho por nosotros. ¿De verdad, necesitamos tanto para vivir bien? ¿Necesitamos comer tanto, usar tantos productos para cuidar nuestra salud, ver tanta televisión, engancharnos a tantos hábitos nocivos? ¿Qué nos hizo creer que el consumo sin límites es el camino más seguro hacia la felicidad? Preguntas que nos ayudan a ser conscientes y responsables ante la Navidad.

Próximos a celebrar la Navidad, la liturgia nos coloca ante este grito humano de comunión, de cobijo, de ser alojados en la casa del otro, necesidad de hogar. Algún sociólogo ha hablado de “un mundo sin hogar”. Frente al desamparo, nuestro Dios quiere revelarnos que Él es el Dios compañero, “yo estaré contigo… Pablo nos habla del misterio de un Dios que en Cristo. Toda la grandeza del mismo pasa por una situación humana pequeña: una mujer del pueblo, sin nombre, Virgen, que es invitada a entrar en un plan desconcertante e insensato: dar a luz al hijo de Dios, sin conocer varón. La disponibilidad de María, su sí nos dispone a celebrar el cercano Misterio de la Navidad. El temor de María - “No temas María” - pone nombre a nuestros miedos, cuando ese Alguien irrumpe en nuestra vida. Ésta se debate en esa tensión nunca resuelta del todo: necesidad del Otro y de que los otros nos habiten y acompañen nuestro vivir, y por otra parte, la dificultad de hospedar al Otro y a los otros, el miedo a perder y a perdernos…No queda otra que dejarnos llevar de la mano de María, primera creyente y Madre, para adentrarnos en el misterio de la Navidad.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.