Historias sencillas de ayer y siempre

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HISTORIAS SENCILLAS DE AYER Y DE SIEMPRE

Caminando por Carabobo.

Miguel Ă ngel Dasilva Gavidia.

Volumen I


HISTORIAS SENCILLAS DE AYER Y DE SIEMPRE.

Caminando por Carabobo.

Miguel Ă ngel Dasilva Gavidia.

Volumen I

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INDICE Preámbulo

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Dedicatoria

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Agradecimiento

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Traigo polvo del camino

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Larga caminata por la fila del Aguacate. En San Joaquin no solo hay panelas

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De Palma Bonita a El Cambur de Morichal

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Trigésimo tercer aniversario de la autonomía de San Joaquín en el marco de la Tercera ruta expositiva de la espada de Bolivar en el contexto del bicentenario del combate del Aguacate 18 La granja La Vaquera en la urbanización Colinas de Carrizales

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Prendan la luz que es Diciembre

24

El parrandero ya tiene parranda, “13 de Diciembre día del Parrandero”

27

EL almanaque de “los Hermanos Rojas” un compendio de saberes populares”

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Los molinos, el maíz y la arepa

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Remembranzas del cine San Blas de la Valencia de ayer

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“Se vende guarapita”

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Repensemos a Valencia

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San Emeterio patrono de las Colonias en Güigüe

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“¡Quietos contra la pared!” Llegó la recluta!

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Valencia una ciudad que perdió el centro

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Los 84 años del poeta José Joaquín Burgos, cronista de Valencia

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El manantial milagroso de la Pastora

51

Acto homenaje a los maestros jubilados Domingo Veliz y Dilcia de Cordero en la Escuela Julio Garmendia 54 Arboles peligrosos

56

Valoremos la paz

58

La plaza de las cebollas

60

El tren alemán de Valencia a Caracas

62

Las Bolas Criollas. El deporte más popular

64

El liceo Martín J. Sanabria (I)

66

El Cotoperís y la Virgen Negra de Montalbán

68

El liceo Martín J. Sanabria (II)

71

La Escuela Normal Simón Rodríguez formadora de maestros (I)

73

La Escuela Normal Simón Rodríguez formadora de maestros (II)

76

La Escuela Normal Simón Rodríguez formadora de maestros (III)

78

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La Escuela Normal Simón Rodríguez formadora de maestros (IV)

80

La sirena de los bomberos de Valencia da la hora

83

Juramentación de la Sociedad Bolivariana de Morón

85

El Cerro El Peñón muestra una maravillosa imagen de Montalbán

87

Escuelas de Primeras Letras en el casco histórico de la Valencia de ayer

89

Agosto mes de las cachapas

91

Escuelas primarias en el casco histórico de la Valencia de ayer

93

Manuare un valle mágico bendecido por Dios

99

Los liceos en el casco histórico de la Valencia de ayer

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Casas con historias de la Valencia de ayer y de siempre

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Casas con Historias, la casa de los Minguet Letteron

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La casa del suizo, el son del “Piquirico” y la degollina de Boves

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HISTORIAS SENCILLAS DE AYER Y DE SIEMPRE. Convencido de que no solo los grandes episodios, las historias estelares primerísimas, las grandes batallas, las epopeyas de hombres memorables y pueblos heroicos estremecen los corazones y el alma, sino que hay historias sencillas, simples, cotidianas, llanas que producen maravillosas sensaciones en el plano espiritual de hombres y mujeres, me detengo en relatar, historias sencillas de nuestras vidas de ayer y de siempre. Las pequeñas historias tienen también la magia de provocar intensas pasiones. Se trata de escribir tu historia, la de él, la de ella y la nuestra. Todos somos protagonistas y todos somos personajes del gran teatro en el espacio y en el tiempo en que nos ha tocado vivir. Cientos, miles y millones de historias se entrecruzan; todos tenemos algo que contar, que decir. Sólo por tener el privilegio de vivir o haber vivido, entramos en el escenario, cumpliendo los papeles que nos fueron asignados e interpretando a cabalidad las caracterizaciones que nos ha correspondido. Pero no solo se trata de personas sino que va mucho más allá, todas las cosas que nos rodean revisten gran interés, la perrita, la mascota, el burro, la vaca, el cuarto, la sala, la casa, la calle, el árbol, el cerro, el río, la plaza, el bar, el parque, la iglesia, las comidas, las canciones, los bailes, los grupos, las escuelas, los deportes, las leyendas, los mitos, los cuentos, los espantos, los refranes; todo es fuente inagotable de bellas y sencillas historias. Millones de crónicas requieren ser narradas, pues creo que lo hermoso de la vida lo encontramos en lo cotidiano. Por otra parte, la premura de la vida en las grandes ciudades no nos permite detenernos en las cosas sencillas, vamos tan de prisa que olvidamos “vivir”, solo cumplimos; el afán incesante de compromisos banales nos agobian y lo esencial lo sustituimos por lo urgente que generalmente nos lleva por derroteros que nos alejan de la felicidad. Caminando por Carabobo siente inmenso placer en presentar estas crónicas, referentes, en su mayoría, a nuestra querida ciudad de 6


Valencia, esperando sean del agrado de todos. Como docente debo ser lo mรกs pedagรณgico posible y ser lo suficientemente motivador para permitir que esas bellas historias rezagadas por mil motivos no se pierdan y queden registradas en los anales de la historia de nuestras comunidades.

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DEDICATORIA. Hay personas que no pasan desapercibidas; personas que dejan huellas profundas por sus enseñanzas de vida y con su ejemplo nos dicen todo. Su palabra es alimento, sus obras, dignas de admiración, nos señalan el camino a seguir en momentos de turbulencia, de vacío espiritual, de poca profundidad y consistencia doctrinaria. Momentos anodinos donde el perverso ignaro pretende reinar imponiéndose por las más viles bajezas de las miserias humanas, a través de la falacia, el temor, la coacción, la manipulación, el poder detestable del dinero, el odio ominoso a sus semejantes, la discriminación abominable y el uso de la fuerza para imponer sus falsas verdades. En estos momentos se hace indispensable el pensamiento, la palabra y la obra segura, esclarecedora y profunda de nuestros libertadores y, de gente común que nunca perdió la esperanza y se mantuvo incólume ante el vicio y la corrupción. Para ellos lo fundamental es el amor y compartir como amigos con todos, aunque no se levanten las mismas banderas políticas, religiosas o deportivas, lo esencial es el respeto. Sólo es suficiente poseer el gentilicio venezolano o haber nacido en cualquier parte del globo terráqueo para considerarlo hermano y tratarlo con estima y con fraternidad. Ser maligno no está en su proyecto de vida. Rindo homenaje sincero y merecido dedicando este libro a una de estas personas: al poeta amigo, José Joaquín Burgos. Tuve la oportunidad de sostener largas conversas con el poeta Burgos y me percaté de su gran calidad humana, su compromiso con la gente, la sociedad y la patria. Doy testimonio de su amor por Guanare que lo vio nacer y su amor por Valencia donde explanó su obra literaria. Su adoración como llanero a la virgen de la Coromoto y su veneración por la virgen del Socorro amalgamaron su alma noble. Él fue de esos hombres puros, intachables que nacieron para amar y amaron, para escribir y escribieron, para soñar y soñaron… constituye sin duda, un digno ejemplo a seguir.

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AGRADECIMIENTO. No soy ingenuo; sé que hay gente despiadada en este mundo, gente capaz de crímenes detestables. Sin embargo esas personas representan la minoría: la mayoría es gente buena, honesta, trabajadora y, por consiguiente, esa minoría no impondrá su conducta de vida, ni podrá jamás, hacernos derogar nuestras profundas convicciones plegadas de amor por la humanidad. Hemos volado y seguiremos volando. Hemos encontrado un mundo maravilloso, lleno de nobleza. El paraíso está aquí en la tierra, con nosotros y se encuentra ubicado en cada uno de nuestros corazones. Y en esos paraísos habita mi querida amiga María Teresa Minguet Betancourt de Celis y su hija María Fernanda: mujeres nobles, de trato afable que emanan cariño como fuente de agua cristalina. Para ustedes mi más profundo respeto y agradecimiento por compartir tantos relatos, cuentos, anécdotas de nuestra querida ciudad y concretamente de La histórica Pastora. María Teresa, María Fernanda: evoco al magno poeta venezolano Juan Antonio Pérez Bonalde, quien a su “Vuelta a la Patria”, ante la tumba de su madre, expresara su infortunio “…Sólo traigo que ofrecerte pueda, esta flor amarilla del camino…”. Hermoso gesto de amor trascendente. Yo solamente traigo, con mucho cariño, para estas bellas damas, este libro de “Historias Sencillas de Ayer y de Siempre” como agradecimiento por su valiosa ayuda. Muchas gracias.

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Caminando por Carabobo

TRAIGO POLVO DEL CAMINO. Me levanté temprano, presuroso con mucho entusiasmo me di un buen baño y rasuré la barba, mientras oía por un pequeño radiecito una canción hermosa del llano venezolano, “Traigo polvo del Camino”, interpretada por el gigante Eneas Perdomo. “…Traigo polvo del camino. Traigo polvo del camino Traigo la espuma del rio Yo monte el mejor caballo Que ha nacido en el apure Aquel que siempre amarraba Debajo de un merecure…” Desayuné, lo que no hago con frecuencia. La mañana estaba radiante y fresca y soplaba una suave brisa. Partí hacia Guacara con mi señora, mi hija y mi nieto. Sentía el entusiasmo de todos. Me esperaba mi gran amigo, Oscar Douahi, director de Cultura de la Alcaldía de Guacara. Se trataba de hacer un paseo en tren de Guacara a San Diego. Nos dirigimos a la estación que queda al frente de la escuela Negro Primero, ahí percibí una gran cantidad de niños que esperaban vivir la bella experiencia de montarse en el tren, todo era alegría, cantos y risas.

Excelente vista del tren Guacara- San diego.

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Nos dieron las instrucciones y partimos a recorrer esos parajes. Hacía frio en el tren, 5 vagones con capacidad de 84 pasajeros cada uno, cómodos asientos, todo esplendido. Pasamos por dos túneles el primero, Guacara, de 624 metros y el segundo San Diego de 225 metros, llegamos a la estación San Diego a la altura de Campo Solo, detrás del Big Low Center.

Los niños y niñas no cesaron de amenizar el bello recorrido con su desbordante fervor, “Conga, conga, me gusta la melonga, yo quiero ver a (…) bailando conga, la mano en la cabeza la otra en la cintura, me doy la media vuelta y meneo la colita”. Y así retornamos de un maravilloso paseo que fue como viajar hacia el futuro, sólo la imaginación puede apreciar lo que será en los próximos años viajar por toda Venezuela en este nuevo sistema ferroviario venezolano. Y por supuesto ya no diremos traigo polvo del camino.

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LARGA CAMINATA POR LA FILA EL AGUACATE . EN SAN JOAQUÍN NO SOLO HAY PANELAS. El sábado 20 de agosto, el equipo de salud de la empresa Pequiven, ubicada en la parroquia Rafael Urdaneta del municipio Valencia, organizó una actividad al aire libre para sus trabajadores y familiares a objeto de crear una cultura sana que impulse un nuevo modelo de vida vinculado a las actividades deportivas, recreativas y de sano esparcimiento. Tuve la grata oportunidad de asistir y compartir con un grupo de personas maravillosas que haciendo un alto en sus actividades habituales, se alejaron del bullicio de la ciudad y se internaron en la montaña para estar en contacto directo con la madre naturaleza. Esta caminata fue planificada por Yelitza Iriarte y Glen Sochasky, personas entusiastas que se esforzaron en lograr que la pasáramos de lo mejor. Mi agradecimiento y reconocimiento pues, todo resultó muy bien programado. Iniciamos el recorrido a las 9am en la hacienda Santa Clara de la familia Lecuna. El sol anunciaba que venía con fuerza. Inducidos por el profesor Glen, conocedor de lo relacionado con la anatomía básica del cuerpo humano, hicimos el calentamiento de rigor y partimos con ánimo a una caminata de dos horas, desafiando escalar el cerro los Aguacates.

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Mientras atravesábamos la falda de la montaña se me vino en mente el combate realizado en la fila de El Aguacate, que en 1816 hace 200 años sostuvieron las fuerzas realistas comandadas por el Brigadier Francisco Tomás Morales y los patriotas dirigidos por Carlos Soublette. Cuántos muertos y heridos en aquel combate, tantos gritos, tanta sangre derramada por nuestra libertad. No hay rincón del suelo patrio donde nuestro pueblo venezolano no se batió contra el imperio español hasta lograr la victoria definitiva en la batalla de Carabobo. La escalada no fue fácil sobre todo para los que no tenemos la costumbre de ejercitarnos diariamente pero el esfuerzo valió la pena al encontrarnos con una hermosa vegetación que ocultaba al inclemente sol del mediodía y una exquisita catarata de agua fría que hizo el milagro de recuperarnos del cansancio. Fue instantáneo el placer recibido. Nuestros sentidos nos daban las gracias por ver, sentir, oír tanta belleza. Al descender, oímos a nuestro amigo Glen contarnos de su ciclo deportivo y con preguntas buscadoras para saber más sobre este nadador, medalla de bronce en 4 x 100 combinados en unos Panamericanos, hombre que rompió en su oportunidad 7 récord nacionales en diferentes estilos. Estábamos compartiendo, sin temor a equivocarnos, con una gloria del deporte nacional.

Cascada de exuberante belleza. Hermosa catarata.

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Plenos y satisfechos aunque un poco cansados retornamos pensando: San Joaquín no sólo es famoso por sus deliciosas panelas, desde que la señora Juana Elizalde, allá por el siglo XIX, inicia su fabricación; sino también por su historia, por sus bellezas naturales y sobre todo por su seductora población.

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DE

PALMA BONITA A EL CAMBUR MORICHAL.

DE

Parecen nombres de algún lugar de nuestros estados llaneros, sin embargo nos referimos a la parroquia Independencia del municipio Libertador del estado Carabobo. Llegando a Campo de Carabobo, pasando por la famosa parada el “Ya hay”, cruzando en seguida a la derecha vía el estadio, base de misiones, radio nacional, pasas por la escuela Pueblo Nuevo y divisas con emoción los suelos sagrados donde se desarrolló la Batalla de Carabobo que selló nuestro proceso independentista, un Domingo 24 de junio de 1821. Con toda esa energía histórica positiva, que nos alimenta al cruzar el inmortal Campo de Carabobo, me alejo del poblado rumbo a las zonas rurales, en compañía de mi hijo y de mi nieto de 5 años y así llegamos a Algarrobal, hermoso poblado que desde sus alturas se puede observar un paisaje extraordinario de todas las sabanas de Carabobo. Seguimos ansiosos hasta Palma Bonita, llegando a la casa del señor Delfín Pinto un hombre amistoso que nos esperaba a pesar de sus 80 años de edad, para iniciar la caminata por esos mundos hermosos, donde la gente trabajadora cultiva la tierra ganándose el pan nuestro de cada día con mucho esfuerzo.

Casa del Señor Delsin Pinto

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Antes de partir, saludamos con mucho afecto al señor Luís López, agricultor, músico, violinista, de 82 años, padre de mi amigo Alí Cabrera, cantante de música llanera y también a Luís “el niño” Cabrera y su hija Oriana, que desafortunadamente no nos pudieron acompañar en nuestro recorrido porque ese día iban a sembrar media hectárea de caraotas. Así salimos a las ocho y media de la mañana seducidos con los esplendidos colores que nos ofrecen esos bellos parajes. Angel Alberto, mi nieto estaba muy alegre, sorprendido de ver hormigas, gavilanes, vacas, grillos, corría de un lugar a otro, deleitándose de tantas cosas que un niño de ciudad no está habituado a observar. La caminata fue larga pero nuestros sentidos estaban de fiesta, les estábamos regalando radiantes sensaciones. Hicimos parada en la casa de la señora María González, una mujer joven que trabaja la tierra. La encontramos en plena faena, con escardilla en mano, limpiando un corte de cebollín que le viene con un bello color verde claro, lo que indica que le va a proporcionar una excelente cosecha. Nos deleitó con unas exquisitas hallaquitas de maíz. Mujer desprendida y trabajadora, con ella comprendimos el papel protagónico que está jugando la mujer venezolana en la lucha por alcanzar un mundo mejor. Llegamos al Cambur de Morichal, un asentamiento rural a dos horas de Palma Bonita, con su dispensario, escuela y capilla, os confieso que me sorprendió, después de caminar tanto, encontrarme con este caserío tan apartado, de casas bonitas, limpias, con jardines, que a pesar de los escasos recursos de sus habitantes, estos mantienen sus hogares muy bien cuidados. Pero nuestra caminata continuó, nuestro objetivo era llagar hasta el río Chirgua, frontera entre Carabobo y Cojedes y ahí llegamos. Nos sentamos en una enorme piedra y vimos el fuerte torrente de este hermoso río que se precipitaba ávido de llegar a su destino, la represa de Cachinche. El rugir del río nos sirvió de catalizador para el cansancio.

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Retornamos a Palma Bonita a las 5 de la tarde, muy cansados, pero llenos de conocimientos de lo variado y lo hermoso de la geografĂ­a de nuestro estado Carabobo.

Rio Chirgua lĂ­mite con el estado Cojedes.

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TRIGESIMO TERCER ANIVERSARIO DE LA AUTONOMIA DE SAN JOAQUIN EN EL MARCO DE LA TERCERA RUTA EXPOSITIVA DE LA ESPADA DE BOLIVAR EN EL CONTEXTO DEL BICENTENARIO DEL COMBATE DEL AGUACATE. Tuve la oportunidad de asistir a La reunión preparatoria de tres eventos muy importantes: la celebración Trigésimo Tercer aniversario de la Autonomía de San Joaquín, el Bicentenario del Combate de El Aguacate y la III Ruta Expositiva de la Espada de Bolívar por el estado Carabobo, que se efectuó en la Casa de la Cultura de San Joaquín, casa hermosa, amplia, con un grandísimo salón, estacionamiento, oficinas, céntrica ubicación, en la avenida Bolívar, excelente para la realización de múltiples actividades. Estaba presente el amigo José Martínez presidente de la cámara municipal de San Joaquín que veía el huerto de cebollines, ajíes, auyama, melón entre otros y quien nos recibió muy cordialmente. Enseguida llegó nuestra apreciada amiga la profesora Lilian Carrillo presidenta de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, capitulo Carabobo y se dio inicio a la reunión, con la asistencia del cronista del municipio el señor Evencio Díaz, la coordinadora de la Casa de la Cultura la joven Johanna Peña, Ángel Álvarez de las milicias Bolivarianas, el docente Miguel Magallanes, la profesora Betty Mora y el profesor Omar Paiva enlace de la Sociedad Bolivariana con los planteles educativos. El objetivo, organizar la celebración del aniversario , XXXIII de la Autonomía como municipio de este singular y pintoresco pueblo carabobeño, trayendo la réplica 001 de la espada del Libertador Simón Bolívar, considerada patrimonio y reliquia de la República Bolivariana de Venezuela en el contexto del año bicentenario del Combate de El Aguacate, donde las fuerzas patriotas comandadas por Carlos Soublette se enfrentaron a las realistas dirigidas por el español Francisco Tomás Morales.

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Réplica 001 de la hermosa espada de Bolívar.

Esta triada de acontecimientos estelares hace que la población de San Joaquín se vista de gala para celebrar con entusiasmo con toda la colectividad, vecinos, estudiantes, profesores, trabajadores, militares, artistas, artesanos un acontecimiento histórico–educativo sin precedentes, propicio en estos tiempos donde debemos volcarnos a nuestras raíces independentistas y asumir el legado de nuestros libertadores como simbología y guía para enfrentar los grandes problemas que atraviesa nuestro continente en la incoherencia al no asumir los principios bolivarianos. Líderes que derramaron su sangre para dejarnos un camino, una patria llena de virtudes y dignidad. Ese legado nos inspira y nos dicta que debemos transitar en la unidad, en la paz y la solidaridad continental.

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La presencia de la espada del Libertador en este municipio es de alta relevancia. Despierta el interés de los docentes en su ámbito didáctico, entusiasmándolos a concatenar iniciativas en su planificación diaria, involucrándola en todas sus actividades, usando como eje transversal este instrumento libertario que le fue donado a Simón Bolívar por el pueblo del Perú en 1825, como agradecimiento eterno por haber logrado conquistar su libertad e independencia . Perdurará en este municipio desde el primero hasta el 26 de octubre estando expuesta en los planteles: Manuel Vicente Romero García, en la escuela técnica Alfred Pietri, en la escuela Pedro Gual y los fines de semana en la Casa de la Cultura de San Joaquín. Es de hacer notar que se realizarán diversas jornadas y conversatorios que fortalecerán los procesos de formación de todos los habitantes de San Joaquín.

Fachada de la iglesia de San Joaquín.

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LA GRANJA LA VAQUERA EN LA URBANIZACIÓN COLINAS DE CARRIZALES. Fue este miércoles 7, a mediodía que atendiendo la invitación de unos buenos amigos decidimos asistir a la Granja La Vaquera, ubicada en el municipio Libertador, pasando por debajo de la autopista vía la Arenosa, enseguida encontramos un hermoso puente, conocido como el “Puente de Hierro”, en el sector el Oasis que nos permite pasar sobre el río El Torito.

Prominente “Puente de Hierro” en el sector EL Oasis, vía La Arenosa.

Al momento recordamos una estrofa del himno del Municipio Libertador, escrito por Ulises Dalmau, “Surcado por aguas infinitas/ que emanan de tus cerros/ sembrado por manos ancestrales/ de yuca y algodón…”, el sol estaba radiante y en ese momento recibimos la llamada telefónica de Tulio Travieso para saber por dónde veníamos, ya casi llegamos, fue nuestra respuesta. Cruzamos a la derecha, hacia la urbanización Colinas de Carrizales, una urbanización apartada, al llegar a ella giramos a la izquierda, al frente de unas simpáticas casas de la GMVV y de nuevo a la izquierda. Llegamos, nos esperaban los dueños de la granja, el maestro jubilado Aníbal Tortolero de 81 años y su hermano Eustaquio Blanco. 21


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Nos saludamos con un fuerte y afectuoso abrazo, como se acostumbra en nuestra preciosa Venezuela. Allí estaba Pedro Mendoza con su esposa y su hijo. Profesor de música de grandes talentos, que posee la facultad de tocar varios instrumentos musicales como la guitarra, el cuatro, el violín, la bandola y la flauta, entre otros. Yo lo conocí hace muchos años, al final de los 80, cuando fuimos profesores del liceo Dr. Rafael Guerra Méndez, en Santa Rosa.

Los hermanos Aníbal Tortolero y Eustaquio Blanco.

Estaban también Tulio Travieso, quien trabajó conmigo en la zona educativa de Carabobo, director de coros, hombre trabajador, bueno y de nobles sentimientos y su padre con el mismo nombre, también corista de dilatada trayectoria musical, como director de numerosos grupos de voces, entre los que se destaca la Coral de Belén. Nuestra querida Esperanza de Gallegos estaba presente, amiga de muchos años de Aníbal, cuando este trabajó en Las Colonias en Carlos Arvelo. Compartimos unas sabrosas cachapas y una amena conversación, tuvimos la satisfacción de oír unos bellos tangos, interpretados por Aníbal, quien nos sorprendió gratamente por su bella y armoniosa voz, “El día en que me quieras”,” Caminito”,” A media luz”,” Adiós muchachos” son algunos de los nombres de tan selecta 22


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recopilación. El momento se hizo muy placentero. Estos afables hermanos trabajan la tierra sembrando maíz, yuca, plátanos, cebollín, berenjenas, lechosas… a pesar de lo fuerte del trabajo del campo, su edad avanzada no les impide que diariamente se fajen duro con la sana mentalidad de producir alimentos para este hermoso país. Efectivamente, parte de la solución de los grandes problemas por los que estamos atravesando, se dará cuando nosotros nos dispongamos a producir más y a criticar menos.

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PRENDAN LA LUZ QUE ES DICIEMBRE. Hay frases extraordinariamente elocuentes que encierran o sintetizan miles de ideas para reflexionar y sobre todo en un mes como diciembre propicio para sacar saldos de la ejecución del trabajo de todo un año, “Prendan la luz que es diciembre...” implica alegría, felicidad de haber cumplido con la familia, amigos y la patria, eslogan que viene como anillo al dedo por ser reflector del esfuerzo creador de los venezolanos sobreponiéndose a dificultades con fe y optimismo. Dicha frase es del canta-autor, Otilio Galíndez, quien nació el 13 de diciembre de 1935, oriundo de Yaritagua, estado Yaracuy. Constituye un hermoso homenaje a su “Luna Decembrina” que es objeto central del mensaje navideño de importantes medios de comunicación. Este excelente músico y compositor venezolano dejó una obra importante para beneplácito de todos, sus canciones son interpretadas por muchos artistas nacionales e internacionales de gran renombre tales como: Lilia Vera, Rafael Montaño, Jesús Sevillano, Mórela Muñoz, Simón Díaz, Esperanza Márquez, Cecilia Todd, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Mercedes Sosa entre otros.

Diciembre mes para la fraternidad.

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Sus canciones tienen un profundo contenido y son muy recordadas. En ellas se aprecia la poesía y el buen gusto, la invitación no se hace esperar para que busquen sus temas como:” A Víctor”,” Caramba”,” Flor de Mayo”, “Muchacha”,” Pueblos Tristes”, “Donde Vives”, “Mi Tripón”. Este mes de reminiscencias tampoco podemos olvidar” Corre Caballito” de Serenata Guayanesa, ” Mi burrito sabanero” de Hugo Blanco,” Año Nuevo, Vida Nueva” de la Billo’s con Cheo García, Nancy Ramos con “La mejor hallaca la hace mi mamá”, Los Tucusitos, “Fuego al cañón”, “Niño lindo”, ”Faltan cinco pa’ las doce” por Néstor Zavarce, José Feliciano con su famosa” Feliz Navidad”, Francisco Pacheco y sus parrandas sin olvidar por supuesto “El agua de Dios” de La Verde Clarita.

El talentoso artista Otilio Galíndez.

Diciembre, mes de unidad, paz, alegría y buenos deseos; un mes muy especial que encierra aguinaldos, parrandas, gaitas, hallacas, dulce de lechosa, niños que esperan con ansias el regalo del Niño Jesús. Mes de sueños por un mejor porvenir, mes de fraternidad.

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Siempre me ha encantado diciembre, es un mes esplendoroso, mágico, siento que la gente cambia en estos días, la percibo más cordial, con más bondad, con ganas de compartir. Diciembre debería extenderse todo el año. Feliz Navidad para todos, Prendan la luz que es diciembre.

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EL PARRANDERO YA TIENE PARRANDA, “13 DE DICIEMBRE DÍA DEL PARRANDERO”. Si mal no recuerdo, era el año de 1979, a víspera del día de los Santos Reyes, estábamos reunidos en el barrio Bello Monte de Valencia, en casa de la finada señora Inés María Valor, trabajadora de la universidad de Carabobo y entusiasmados por los cuentos de nuestra amiga acerca de lo bonito, festivo y tradicional que se celebraban las fiestas navideñas en el poblado de Manuare, de Carlos Arvelo decidimos aceptar su cordial invitación al convite de su hermana Salomé, así pues, que en menos que canta un gallo, sin pensarlo mucho arrancamos el viaje. Eran las 10 de la noche, estábamos curados de espanto y ninguno tenía reumatismo. Mi amigo Carlos Álvarez quien era el secretario general del sindicato de obreros de la UC, iba manejando un viejo jeep Nissan y yo mi escarabajo Volkswagen con todos los puestos ocupados, felices llegamos a media noche al granero de Carabobo, tierra fértil de hermosos paisajes, donde nos recibieron con parrandas. No podía salir de mi asombro, nunca había visto desfilar tantas agrupaciones, creo que conté unas 7 parrandas de adultos y unas 5 de niños, pero todas organizadas, con su farol en forma de estrella, sus banderas, cada quién con sus pañuelos y algunas con sus chinecos.

Parranda navideña con todos sus atuendos..

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Fue una experiencia maravillosa, estaba extasiado, mis sentidos regocijados y a pesar de los años transcurridos nunca he podido olvidar esa hermosa vivencia, debo confesar que adoro esa forma específica de música. La parranda carabobeña tiene algo especial, contagia y entusiasma. He conocido muchas parrandas, en Guigue, en Central Tacarigua cuna de las grandes parrandas, como la pionera La Verde Clarita, La Rival Clarita; en la Unión, Cascabel, Perital, El Charal, con el recordado “Concho” González; Yagua con sus Caminantes y La unión 25, Naguanagua con la Roja Imperial y la Flor y Poder, en Trincheras, también en el barrio La Libertad de Valencia con mi amigo Ascanio Ponciano, en el barrio Carmen Sur con la familia Bravo, la señora Mercedes madrina de las parrandas. Y todas con ese fervor y emoción por nuestras tradiciones más autóctonas.

La Verde Clarita en sus inicios.

El pueblo siente gran satisfacción por haberse decretado el 13 de cada diciembre como “DÍA REGIONAL DEL PARRANDERO” en homenaje a la Verde Clarita que nació un 13 de diciembre de 1941 allá en el Central Tacarigua, y aún hoy sigue fortalecida. Ojalá ese día sea para impulsar un gran festival anual de parrandas con sustantivos premios a fin de estimular la preservación de las mismas.

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EL ALMANAQUE “LOS HERMANOS ROJAS” UN COMPENDIO DE SABERES POPULARES. Al inicio de este año 2017, estuve en el mercado Periférico de la Candelaria, mercado principal de Valencia, con su bullicio natural, vendedores en las aceras, en camiones que despachan un sinfín de productos, vendedores ambulantes que promocionan a alta voz sus mercancías, “La malla a 1000”, “La pilita de plátanos a 1000” entre otros. En esa agitada concurrencia de vendedores y compradores me llamó la atención un vendedor que pregonaba en alta voz “”llevo el Almanaque de los Hermanos Rojas” y me dije para mis adentros, -¡caramba aún existe este almanaque¡

El almanaque de los hermanos Rojas lo conozco desde pequeño. Mis padres lo usaban para la siembra, por lo de los ciclos lunares. Lo usaban también los galleros, los peluqueros para el momento de cortarse el cabello. Todo campesino debe poner atención a las diferentes fases lunares para que sus esfuerzos sean compensados con buenas cosechas. También es empleado para las efemérides, festividades, días feriados, eclipses y el santoral que era muy buscado al advenimiento de un nuevo ser para colocarle el nombre que el almanaque señalaba. Muchos de esos nombres que observamos hoy, que por cierto son bien peculiares, como Anacleto, Pancracio, Tiburcio, Petronila… provienen de ese almanaque 29


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y lejos de ser repulsivos como muchos piensan, me parecen nombres hermosos que identifican de alguna manera nuestra raíces, dándonos un perfil propio que nos define como pueblo. Arístides y Marco Aurelio Rojas, de padres dominicanos, llegaron a Caracas en 1838 debido a las luchas políticas internas de su país. Fundaron el Almacén Rojas, la Librería Rojas y el Centro Editorial Rojas. En 1871 publicaron la primera edición del ancestral Almanaque de los Hermanos Rojas, el cual ha mantenido su continuidad con el mismo formato de 60x40 con que se presenta hoy. No existe ninguna publicación en nuestro territorio que se haya mantenido por tanto tiempo. Este apreciado almanaque representaba en esos tiempos como el Google de nuestra época, y se presentaba como el recurso válido a investigar. De tal manera que este instrumento ha sido y aún es órgano apreciado por densos sectores del país que lo siguen utilizando por sus valiosos aportes a toda la comunidad. El Almanaque de los Hermanos Rojas es un compendio de saberes de alto interés y, por ende, es tradición venezolana.

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LOS MOLINOS, EL MAÍZ Y LA AREPA. En 1961 nuestra familia arribó a Valencia procedente de Libertad de Barinas, un pueblito ubicado después de Sabaneta, entre Santa Rosa y Dolores, a unos 40 minutos de Bruzual estado Apure, a consecuencia de lo que significó el éxodo campesino hacia las grandes ciudades, buscando nuevas oportunidades, debido al fracaso de las políticas agrarias para ese entonces. Veníamos con los mitos y leyendas llaneras y el verbo de ese gran escritor barinés Alberto Arvelo Torrealba, con el reto entre Florentino que representaba al pueblo y el Diablo que representaba a los poderosos, es decir, a los que denominaban para ese entonces los “pudientes”. Era un niño de 8 años muy tímido y receloso por la misma condición de haberme criado en el campo. Quedé maravillado y sorprendido por estar en una ciudad tan grande, con muchos anuncios luminosos y por la cantidad de carros que circulaban. Papá alquiló una casita en San Blas, en la Av. Ricaurte, entre la calle Comercio y Girardot. Recuerdo muy bien cuando mi mamá nos levantaba temprano para que fuéramos al molino a moler el maíz para hacer las arepas.

El preciado grano dorado de maíz.

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Este artículo lo escribo, pues recientemente hablaba con unos jóvenes sobre nuestra tradicional “arepa” y ninguno sabía que en el pasado inmediato de Valencia existían esos molinos. Eran maquinas muy grandes, los llamaban molinos de piedra. Tenían grandes ruedas movidas por fuertes correas y enormes rodillos que aplastaban velozmente el maíz cocido y lo transformaban en masa lista para hacer arepas. Esos molinos abundaban. Eran de uso obligatorio para las personas que se dedicaban a vender arepas, hallacas, empanadas. Nos quedaba a media cuadra, no puedo olvidar el ruido ensordecedor que producían, el calor inmenso y dos pequeños focos de luz amarillenta que había en una reducida habitación improvisada para estos fines. El precio de la molida era a locha por kilo de maíz.

Las tradicionales arepas venezolanas.

Estos lugares desaparecieron a finales de los 60, cuando se impuso la harina de maíz pre-cocida. Por cierto hay que hacer justicia con el Ingeniero Luís Caballero Mejias quien fue el inventor de esta fórmula y la patentó bajo la marca “La Arepera”, Patente N.- 5176, del 04/06/ 1954 y no como muchos creen que este invento se debe a las Empresas Polar. Hoy en día ante la escasez de tan famosa harina el pueblo sabio e ingenioso retorna a los molinos caseros para moler el maíz, estoy seguro de que nadie impedirá que sigamos consumiendo nuestra rica, tradicional y nutritiva arepa. 32


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REMEMBRANZAS DEL CINE SAN BLAS DE LA VALENCIA DE AYER. Según las leyes de la dialéctica nada permanece estático, todo se transforma, todo está en constante movimiento, proceso inagotable de todas las cosas, hasta la materia más dura y resistente cambia. El tiempo es un triturador que no perdona, todo está sujeto a sus inevitables designios. Los cines de mi infancia desaparecieron, recordamos con añoranza el cine San Blas, ubicado en la calle Colombia cruce con avenida Branger, esa edificación aún permanece en pie. Nos remontamos a la fecha de inicios de la década de los 60. Esa esquina tenía mucha afluencia de personas, al frente quedaba el restaurant-arepera Noche de Ronda; a una cuadra la arepera Las Tres Estrellas que regentaba mi familia, muy concurrido por su buena sazón y por el suculento hervido de res y de gallina sin dejar por fuera el tradicional mondongo; a dos cuadras, por la misma calle Colombia, el muy popular terminal de pasajeros de Valencia la RC, que después fue trasladado a lo que es hoy el mercado de los Guajiros y luego al Big Low Center, y a 3 cuadras, el terminal de trenes de pasajeros y de carga, llamada Estación Alemana, con ruta Valencia-Caracas.

Cine San Blas en la Calle Colombia cruce con avenida Branger.

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Casi todos los cines de la época presentaban la misma estructura: el valor de la entrada, que oscilaba entre uno y tres bolívares, dependía de si ibas al patio, al palco o a la galería. Las películas eran en blanco y negro. Era la época de oro del cine mexicano, disfrutábamos de las películas de Jorge Negrete con su maravillosa voz de tenor, de Pedro Infante, de la hermosa María Félix, de la exuberante María Antonieta Pons y tantos otros que lograron conquistar nuestros corazones. ¡Qué tiempos! Con frecuencia se trababa el rollo y se detenía la proyección y entonces comenzaba la algazara, los gritos, los chiflidos a todo pulmón, los”taquitos”, los taconeos, los golpes contra las sillas… hasta que el angustiado operador lograba poner de nuevo a rodar la cinta retornando la calma. Para ese entonces operaban en el centro de Valencia el Cine Imperio, el Cine Tropical, el Cine Lid, el Cine Camoruco, el cine Centro en la plaza Bolívar, en Candelaria el Cine Cantaura y el muy famoso Cine Candelaria, el Cine Michelena en la Av. Branger y el Cine Valencia que quedaba al lado del correo y era propiedad de Miguel Aché. ¿Alguien le contó o tuvo la oportunidad de asistir alguna vez a estos cines de la Valencia de ayer?

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“SE VENDE GUARAPITA”. Estuve recientemente en un taller en el Barrio La Federación en la parroquia Miguel Peña cambiando los bujes de mi carro y aproveche para caminar un poco. Me vine por la avenida La Romana desde la Y que se forma con la avenida Aránzazu, pensando en mil cosas, porque uno cuando camina lo que hace es pensar y pensar, iba despacio, aún era temprano, notando la actividad comercial que hay en esa zona, desde venta de muebles, , repuestos, víveres, chicharrón, verduras hasta los productos de la dieta básica del venezolano expedidos por lo que conocemos hoy en día como “bachaqueros”, cuando noté un cartelito en la ventana de una casa que me llamó la atención, “Si hay guarapita”. Seguí mi camino y para sorpresa, a unas dos cuadras, otro anuncio: “se vende guarapita”, mi memoria enseguida se remontó a los tiempos en que acompañaba a mi padre al mercado municipal de Valencia que quedaba para ese entonces en la calle Comercio entre la avenida Constitución y la avenida Urdaneta. En los alrededores había bares que expedían esas bebidas “milagrosas”.

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Y a una cuadra y media de mi casa en San Blas, en la calle Girardot cruce con Avenida Ricaurte, en la esquina, había un barcito muy pintoresco que se llamaba El Químico. Allí expedían una gran variedad de compuestos y brebajes, con aguardiente de caña o ron mezclados con berro, jengibre, parchita, coco, miel, papelón. Era todo un arte el preparar esos elixires etílicos, de ingredientes muy bien buscados y recetas celosamente bien resguardadas. Los nombres que le daban a esos tragos eran también espectaculares, muy creativos y originales por ejemplo el “Tómalo sentao”, “Córtame las venas”, “Zúmbate tres”, “Tas regañao”, entre otros. Hoy vemos como esa tradición de la Valencia de ayer, ante lo inaccesible del precio de la cerveza, retorna, vuelve por sus fueros” la guarapita” y ese tipo de letreros se multiplican en diferentes localidades. Ya es notorio en un cumpleaños o cualquier celebración que se apele a estas mundanas pero muy efectivas bebidas espirituosas de recetas caseras. No nos deja de sorprender y quedamos conmovidos cada día ante la capacidad creadora de este pueblo. Invocando al insigne Aquiles Nazoa, al creer”en los poderes creadores del pueblo”, que parándose firme ante las adversidades, despejando caminos, marchando con paso redoblado, frente en alto y vista al horizonte, indetenible y fornido se agiganta ante los avatares de la vida.

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REPENSEMOS A VALENCIA. Valencia acaba de cumplir 462 años de su fundación, la observamos desde el Morro y la Guacamaya con dolor y preocupación, vemos el desastre en el que se encuentra sumergida, envuelta en una ineficacia que la conduce al abismo de una fatalidad anunciada. Ausencia de una planificación estratégica que determine hacia dónde, cómo y por donde empujar para ir dibujando una ciudad más integrada, humana y vivible. Visualizamos nuestra querida Valencia, la del Cabriales, la de las naranjas dulces, de gente emprendedora y luchadora en una hermosa, limpia y agradable urbe que sea orgullo de todos sus habitantes y de aquellos que por diferentes motivos tengan la oportunidad de transitarla.

El Casco Histórico de Valencia.

Valencia no ha tenido suerte con sus gobernantes municipales no se trata de un signo político en específico, el olor a fracaso alcanza a todos, esa es la triste realidad. Es necesario emprender una gran cruzada con toda la colectividad que ame a Valencia, para concordarnos en un macro-plan que permita desarrollar a corto, mediano y largo plazo con visión futurista la ciudad que queremos.

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Debo aclarar, ante la posible sospecha casi inevitable, que no se trata de una formulación electoral, todo lo contrario, lo que se desea es transcender y ver mucho más allá de esos procesos eminentemente coyunturales que sesgan, por las pasiones partidistas, la integralidad del proceso. Debemos remar en la misma dirección y darle una mano guiadora con amor y cariño a nuestra querida ciudad.

La imponente catedral de Valencia.

Por consiguiente Valencia demanda con urgencia un gran debate que permita “repensar a Valencia”, por supuesto no un debate de élites o entre élites, de la mal llamada “valencianidad”, sino un amplio proceso de discusión que abarque todos los sectores de la sociedad, una especie de “Constituyente”, comunidad por comunidad, un gran Congreso Comunal Constituyente donde se vacíen todas las ideas, conceptos, modelos, propuestas, sugerencias transformadoras que inicien la recuperación integral y sostenida, fortalecida con el consenso de toda la población.

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Valencia espera “por ahora” el desarrollo de esta iniciativa o de cualquier otra que apunte a soluciones concretas, evitemos el caos, la tragedia, el desorden y la anarquía, estamos a tiempo, mañana será demasiado tarde. Regalémosle a Valencia en su cumpleaños el mejor proyecto posible de gobernabilidad compartida.

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SAN EMETERIO PATRONO DE LAS COLONIAS EN GÜIGÜE. A las 10.30 de la mañana del domingo 2 de abril del 2017, en la parada del metro del Palotal , en la avenida Las Ferias, pasé buscando a la maestra rural Esperanza de Gallegos que venía de Tinaquillo, para dirigirnos a las Colonias en Güigüe. Allí nos esperaba el maestro Aníbal Tortolero, sus amigos y ex-alumnos residentes de la comunidad. El maestro Aníbal nos reunió en la capilla y después de rezar un rosario por parte de la señora Eloína Ceballos, alumna de él por el año 69, tomó la palabra para explicarnos la historia de este santo en la comunidad.

Capilla de San Emeterio en Las Colonias, Carlos Arvelo.

Resulta que la señora Carmelina Núñez de Fonseca tía-abuela del gobernador Francisco Ameliach, tenía su esposo muy enfermo y le pidió a Dios que lo mejorara. Una noche tuvo un extraño sueño con un santo de nombre Emeterio. Cuando despertó le preguntó a todos por ese santo, pero nadie lo conocía. Esta señora se propuso no descansar hasta descifrar su sueño y descubrir quién era. Así que se fue a la catedral de Caracas, donde en un libro que registra los nombres de los santos de la iglesia católica pudo saber que pertenecía a un 40


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poblado de España, viajó a ese país, pagó su promesa y regresó con una talla de dicho santo. La señora Carmelina se desempeñaba como maestra de música en la escuela Peñalver, entre sus alumnos se encontraba Mirla Castellanos, “La Primerísima”. Esta destacada dama era vecina en la urbanización Los Colorados de la señora Eugenia Tortolero de Coronel, tía de nuestro apreciado amigo Aníbal Tortolero. A través de él, que ya era director de la escuela Las Colonias (ahora Francisco de Miranda) la comunidad tuvo conocimiento de la existencia de este bonito relato, que fue motivo de gran alegría. La colectividad entera se entusiasmó y todos lo adoptaron como su patrono. El presidente de la junta de vecinos Julio Castro donó el terreno para la construcción de esta capilla.

Efigie de San Emeterio traída de España.

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Han pasado 52 años, cuando los maestros de la escuela y la comunidad construyeran por auto-gestión este sagrario y aún todos los 3 de marzo, religiosamente, día del patrono, siguen visitando esta pequeña iglesia. Me sentí muy honrado de poder reunirme y recibir el calor humano de esta bella gente de Las Colonias y también saborear un exquisito sancocho preparado por la señora Yolanda Bolívar también ex-alumna de este insigne educador. La huella de los buenos docentes queda grabada en la memoria de los pueblos.

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“¡QUIETOS CONTRA LA PARED!” LLEGÓ LA RECLUTA. La recluta era temida por toda la población, se trataba de una verdadera “casería de venados”. En época de reclutamiento hasta los muy parranderos se abstenían de salir, porque de seguro le “caía” la recluta, peinilla en mano: entrando a los cines, en las barriadas, en los portones de las fábricas, en las paradas, en las fiestas, se oía de repente el grito: “¡Quietos contra la pared!” Llegó la recluta, hasta de los autobuses los bajaban. El miedo recorría todo el cuerpo, la adrenalina se disparaba y, sin pensarlo dos veces, los más osados se precipitaban en veloz carrera; más de uno demostró enorme potencial olímpico para las carreras de velocidad, la idea era ponerse lo más lejos de la “jaula” en el menor tiempo posible. Los jóvenes entre 18 y 30 años se las vieron muy mal para evadirse de la “jara” y a más de uno le dispararon por la espalda, argumentando después que eran personas que tenían un amplio prontuario policial y, por supuesto, todo quedaba en el llanto de una madre de escasos recursos que demandaba justicia. En los barrios y en los campos la recluta hacía de las suyas, era implacable. Los funcionarios actuaban con saña, por la fuerza, con mucha brutalidad y sin misericordia. No valían las súplicas de las madres y abuelas, ni argumento que les hiciera retroceder en sus nefastos propósitos, pues, solían recibir recompensas monetarias por cada uno de los capturados. Ser hijo único, sostén de familia, recién casados; nada de eso tenía valor ni consideración.

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Requisas de rigor.

Había algunos en los campos que se volvían cimarrones y se perdían montaña arriba o hacia las sabanas más remotas y duraban por esos montes todo el tiempo que duraba el alistamiento, así de temida era la recluta. El poeta del pueblo venezolano Andrés Eloy Blanco dibujó de manera magistral esta abominable práctica violatoria de los más elementales derechos humanos en su Palabreo de la Recluta: “…Si vino el reclutamiento, Se fue Juan y quedó Juana. Si queda llanto y sabana Por todo acompañamiento… ¿Quién le va a secar el llanto, Si pasó la comisión Y le dejó el corazón Como capilla sin santo?...”

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Afortunadamente los jĂłvenes de hoy no pasan por semejantes vejaciones, la recluta es solo un mal recuerdo, hace mĂĄs de 15 aĂąos fue eliminada y ahora se implementa de otra forma, los muchachos mĂĄs bien desean prestar el servicio militar y de manera voluntaria se unen a las FANB para servirle a la patria.

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VALENCIA UNA CIUDAD QUE CENTRO.

PERDIÓ

EL

En las grandes capitales del mundo han confeccionado políticas tendientes a proteger, organizar, planificar el desarrollo de las urbes, como es el caso de Madrid, Lisboa, Londres, Roma, Moscú para citar solo algunas, de tal manera que se pueda conservar su memoria, preservando el patrimonio histórico-cultural, impulsando gestiones mancomunadas entre gobierno, empresas y comunidad. Recordamos a la Valencia de los 60, de los 70 e inicios de los 80, cuando buena parte de la actividad económica, cultural, recreativa… se concentraba en el centro de Valencia. En el Centro quedaban todos los poderes, el ejecutivo, (desde hace tiempo el gobernador no despacha desde el capitolio), el legislativo trasladado a la parroquia Rafael Urdaneta, el judicial trasladado a la parroquia Candelaria, el poder municipal que quedaba frente a la plaza Bolívar fue derribado, su hermoso Palacio Municipal destruido por delincuentes de cuello blanco, aún Valencia llora por semejante crimen.

La hermosa plaza Bolívar valenciana.

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La gente iba al centro a comprar, a estudiar, muchos a trabajar, a divertirse y de manera progresiva ante el surgimiento de los grandes centros comerciales, el centro se fue quedando solo. Aunado ello, a los problemas de inseguridad, anarquía, suciedad hicieron que “Valencia quedara sin centro”. Esto ocasiona problemas significativos, quedando nuestra historia muy mal parada. Da dolor como se van desplomando las edificaciones que llamamos coloniales sin que nadie pegue un grito. La indolencia impera: se borra nuestro pasado y nos quedamos sin memoria. Es de sumo interés histórico, cultural, social, turístico, el plantearse rescatar la identidad de esta ciudad, para preservarla. Debemos estar bien claros, generar un cuerpo de políticas de estado inviolables, independiente de la coyuntura partidista de los diferentes gobiernos municipales. Un Macroplan que la sociedad en su conjunto convenga en realizar.

La catedral sede de la Virgen del Señora del Socorro.

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Cuando fui designado por la cĂĄmara municipal de Valencia como orador de orden en la sesiĂłn solemne del 192 aniversario del primer concejo municipal bolivariano, despuĂŠs de la batalla de Carabobo, acto efectuado el 30 de junio del 2013, en el teatro municipal, hice algunas consideraciones y propuestas al respecto para prevenir acerca de esta tragedia que atraviesa nuestra querida Valencia. Solo amando a Valencia la podremos salvar.

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LOS

84 AÑOS DEL POETA JOSÉ JOAQUÍN BURGOS, CRONISTA DE VALENCIA.

El jueves 20 de abril en la Fundación Mendoza, nos reunimos en la casa del poeta y amigo José Joaquín Burgos, para celebrar su cumpleaños 84, motivo de regocijo para sus familiares y todos aquellos que tenemos el honor de conocer a este hombre de palabra honda y prolifera, de verbo que rompe el silencio en meditaciones intensas. Hombre humilde que mantiene una conducta intachable, incólume en sus principios y convicciones ideológicas desde la época de estudiante en su querida Guanare. Rasgando con firmeza las injusticias, elevándose en la oscuridad, constituye plausible ejemplo a seguir por la juventud que necesita referentes éticos de sólidas bases.

Pasamos un momento muy grato, nos deleitó el Trio Evocación con su fundador y director Luís Enrique “Kike” Aponte, con sus maravillosas interpretaciones, con los acordes de sus guitarras que nos cautivaron con bellos boleros y su tema central Motivos de Italo Pizzolante. También un extraordinario trio de música popular venezolana dirigido por el joven Nelson González, El Ensamble D’ a Ratico, con guitarra, cuatro y violín. Definitivamente estos jóvenes tienen talento y representa valores musicales de incalculables méritos. 49


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Vi al poeta Burgos muy animado, alegre por haber arribado a sus 84 primaveras, no todos han tenido ese privilegio, y por encontrarse en familia con su hija Laura, su yerno y sus nietos, y con sus amigos: Hely Saúl y señora, Genaro Rendón y sus dos hijas María Alejandra y María Daniela Rendón, Tomas Cabrera, Eduardo García, Nelson González, entre otros. Nos despedimos a eso de las 8.30 de la noche, deseándole larga vida, dicha, paz y mucha salud. Recordando a mi primo el Dr. Rafael Gavidia quien fue el primer cronista de la ciudad de Guanare y que conoció a José Joaquín, cuando ambos trabajaron juntos en el liceo José Vicente de Unda y entablaron una bonita y entrañable amistad a través de la historia, el cuento y la poesía. Guanare y Valencia se unen en José Joaquín en una hermosa simbiosis, una lo vio nacer y la otra lo vio desarrollar su vida desde 1962, trabajando como profesor de literatura en el liceo Pedro Gual y en el liceo Manuel Vicente Romero García en la urbanización Cabriales de la parroquia Candelaria, desarrollando una densa y basta obra poética y escribiendo sus “Indocencias” tribuna de buen gusto y estilo literario.

Compartiendo en su cumpleaños 84.

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EL MANANTIAL MILAGROSO DE LA PASTORA. En la avenida Andrés Bello, entre las calles Rondón e Independencia, al lado del club Mutuo Amparo, en la Pastora, parroquia El Socorro encontramos un manantial que desde 1758 ha sido una bendición para los parroquianos y demás vecinos de Valencia. Su agua es limpia y clara de buen olor y sabor, naciente que brota de la tierra de manera continua, su agua ha sido certificada de gran pureza por los organismos pertinentes. Se cuenta que ha mediado del siglo XVIII, Valencia soportaba una gran sequía así que los feligreses acompañando al obispo, Diego Antonio Diez Madroñero, llevando la imagen de la virgen del Socorro en procesión hasta el pie de la colina de la Guacamaya y rezando el santo rosario para implorar ante el todo poderoso un milagro y, como dice un aviso que fue colocado en este manantial en el año 2010 , “se sintió un viento fuerte que se extendió por toda la colina y con gran asombro de todos, un pequeño arroyo brotó a los pies del prelado”.

Casa en la avenida Andrés Bello donde se ubica este manantial.

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Desde esa época hasta la fecha este manantial sigue proporcionando su apreciada agua, ni siquiera cuando Venezuela soportó, debido a los desequilibrios climáticos por los efectos del Niño, una de las sequías más prolongadas que hemos vivido, este manantial milagroso cesó en el permanente suministro de su agua fresca y maravillosa. Para los parroquianos es una verdadera dicha recibir todos los días este “milagro” que es cuidado y protegido con fervor, no sólo porque sacia y calma la sed sino que representa unas aguas benditas que deben ser tratadas con mucho respeto y amor por todos los usuarios. Se han establecido normas de uso ante la avalancha de vecinos que se vuelcan con sus botellones y garrafones para aprovechar este regalo de Dios que los ayuda a enfrentar el continuo alzamiento de los precios del agua potable. Deberían estos hechos “milagrosos” servirnos para crear conciencia en conservar, ahorrar y cuidar este líquido de importancia estratégica mundial, el agua llamado oro azul lo debemos proteger, porque el agua es fuente de vida.

Aviso: Relato sobre el origen del manantial de la Pastora.

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La Pastora y toda Valencia posee un manantial que a veces pasa desapercibido, pero la devociรณn de los fieles de esta comunidad lo observa como una fuente milagrosa asociada profundamente con la patrona de Valencia, la Virgen del Socorro. Las verdaderas cosas de valor se confunden en estas sociedades y se alimentan falsos valores. Pisemos tierra: el agua es imprescindible.

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ACTO HOMENAJE A LOS MAESTROS JUBILADOS DOMINGO VELIZ Y DILCIA DE CORDERO EN LA ESCUELA JULIO GARMENDIA. El viernes 28 de abril nos levantamos temprano para cumplir invitación que nos cursó la maestra Daisy Solano, a un homenaje a los directivos fundadores de la escuela Agüitas II Julio Garmendia. Pasé por la Isabelica buscando a la maestra Ligia Blanco, ex directora de la escuela Agüitas III, “La Escuela del Amor” como ella misma la llama y a la señora Mireya Pandare. Hicimos previamente un toque por su escuela, donde el personal nos recibió con mucha cordialidad, recordamos viejos tiempos en un clima de amor lleno de sincera y bonita amistad. Llegamos al Julio Garmendia. Tenían el salón de docentes muy bien decorado con fotos desde 1975, recuento histórico desde la fundación hasta estos tiempos. El acto fue bonito, muy emotivo donde destacaron las cualidades de los homenajeados: Domingo Veliz y Dilcia de Cordero. Los oradores Mireya Pandares, Yasmina Valenzuela y Nilsa de Uzcategui, destacaron los atributos profesionales y humanos de estos excelsos docentes, recordaron anécdotas de un dilatado convivir, siempre priorizando a los niños como pilar esencial del proceso educativo.

Nilsa de Uzcategui, Domingo Veliz y Dilcia Cordero.

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Se presentó una manifestación teatral a cargo de: María de Rada, obrera fundadora, María Querales, secretaria, Mireya Pandares, administradora de la cantina y la maestra Daisy, quienes escenificaron una parodia de muy buen gusto del grupo Las 4 Monedas. El ex alumno Romer Ojeda, quien hoy cumple funciones como director de desarrollo social de la alcaldía de los Guayos, tomó la palabra y relató bellos momentos de su época de estudiante, enfatizando los buenos valores que le inculcaron en esta escuela. También me llevé lo mío cuando la directora Ligia Blanco me sorprendió obsequiándome una hermosa composición musical de su autoría, que fue acompañada en el teclado por el apreciado colega Moisés Reyes y cuya letra fue dedicada a este humilde y agradecido servidor. Fue una mañana maravillosa, de muy gratos momentos, compartiendo con gente bonita que ha dado y sigue dando sus mejores esfuerzos para formar a miles de niños. Martha Rodríguez, halagada por sus ex compañeros, se sentía agradada ya que laboró en esta escuela por 10 años. Quedamos complacidos con el nuevo director José Rodríguez un joven entusiasta y dinámico que tiene el compromiso de seguir llevando este histórico recinto por los senderos del saber, del amor y la fraternidad.

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ARBOLES PELIGROSOS. Los que hemos tenido la fortuna de pasar los 60 años a veces podemos pensar que lo hemos visto todo, a través de nuestras propias experiencias y las de nuestros semejantes, que igual forman parte de nuestras vivencias a lo largo del tiempo, en cualquier punto del globo terráqueo en que se produzcan. Dicen que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, efectivamente con el transcurrir de los años se aprende y se aprende mucho, uno se nutre como la planta se nutre de la tierra. Los años vividos representan escalones de conocimientos, una auténtica universidad donde cada día se realizan estudios de post-grado. No soy historiador pero me he dedicado al estudio de los procesos históricos en Venezuela y he tenido la oportunidad de leer algunos libros sobre la historia universal y recibir información de las fuentes noticiosas del mundo y confieso ante ustedes que no había visto ni oído ni en el pasado ni en el presente lo “peligroso” que pueden resultar los árboles.

La capacidad de asombro ante tantas cosas que estamos presenciando queda cada vez más comprometida, pudiendo decir que ya esa capacidad se ha perdido. Venimos con bellos recuerdos de nuestra escuela, nos enseñaron lo bello de los árboles, su utilidad, su fruto, su 56


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sombra, que debemos amarlos y protegerlos. Nos formamos desde niños entonando las preciosas estrofas del himno al árbol: “Al árbol debemos solícito amor jamás olvidemos que es obra de Dios. El Árbol da sombra, como el cielo fe con flores alfombra su sólido pie sus ramas frondosas aquí extenderá y flores y frutos a todos dará”. El jueves 4 de mayo por la avenida principal de Bella Florida en la parroquia Miguel Peña grupos de vándalos, forajidos; así podríamos definirlos sin temor a equivocarnos, se dedicaron a destrozar docenas de árboles que adornaban y embellecían las urbanizaciones del sector. Uno se pregunta, ¿Cuál es el motivo de la protesta?, ¿Por qué arremeten contra los arboles?, ¿Que simbolizan para ellos?, ¿Por qué tanta furia y odio contra estos inofensivos seres?

La única respuesta posible, después de hacer varias consultas, no hay otra, que se trata de árboles “infiltrados” sumamente “peligrosos”, con contenido ideológico contaminante, que exhalan virus comunistoides con el propósito de adoctrinar a la población. Esos paladines esgrimen sus espadas libertarias al mismo estilo de Atila, caudillo de los hunos, cortando los árboles para proteger a la humanidad. 57


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VALOREMOS LA PAZ. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, lo rutinario hace que no valoraremos lo preciado de muchas cosas. La corta experiencia del saqueo del 2 y 3 de mayo que aterrorizó a algunos sectores del estado, nos debe llevar a la reflexión sobre lo significativo de la paz para el ser humano. Sólo por unos instantes imaginemos que entramos en confrontación extrema (caso no descartado). No habrá donde comprar alimentos, pues los establecimientos, que queden serán botín exclusivo de los grupos en pugna para garantizar la logística de sus tropas; no se podrá transitar, las calles y avenidas destrozadas, llenas de escombros; habrá cientos de alcabalas requisando y cobrando peaje para poder circular.

El temor y la angustia se apoderaría de la población; el ruido de la metralla y los bombardeos ensordecerían; no habría energía eléctrica, por lo tanto no tendríamos televisión ni internet, se caerían las señales telefónicas, no podríamos saber cómo están los familiares y amigos, aún dentro de la misma ciudad; no habría agua, ni gas, ni gasolina, ni transporte público ni privado; las fábricas y los bancos cerrarían, nadie trabajaría, nadie cobraría su sueldo o salario. Las clínicas y hospitales serían de uso exclusivo de los factores en conflicto; los cadáveres se 58


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acumularían en las esquinas infectando la atmósfera, el olor a muerte se esparciría por toda la ciudad. Los niños y ancianos padecerían; el hambre y la sed superarían los límites máximos de tolerancia; las epidemias harían estragos en la población; nadie se atrevería a asomarse por la ventana, sería una ciudad desierta: el terror impera, no se duerme, se espera la muerte. La gente sale de sus casas una mañana, nadie sabe cómo ni porqué ni para dónde ir; sólo escapan, estampida, el pánico hiela los huesos, lo dejan todo, su casa, su carro, su perro, su historia y marchan en procesión con destino incierto. Miles de kilómetros de sol, lluvia, plaga, hambre, penuria y tormento, expuestos a todo, ladrones del camino le arrebatan lo poco que poseen, caminan cabizbajos, pesarosos, midiendo sus penas.

Valoremos la paz, no esperemos llegar al pandemónium para recordar cuando nos tomábamos un café con un amigo, cuando caminábamos en las mañanas por el parque, cuando conversábamos sobre Neruda, Benedetti y Julio Cortázar; cuando íbamos al cine o solo nos quedamos viendo tv, leyendo un libro o disfrutando de nuestra música predilecta. Luchemos por la paz. 59


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LA PLAZA DE LAS CEBOLLAS. Esta típica placita que por muchos años se hizo sentir en Valencia, la recuerdo de mis años de adolescencia, ahí se apostaban los vendedores de cebollas y de ajos en clinejas, por supuesto el olor era muy característico, esparcían su mercancía en la acera y en buena parte de la calle. Está ubicada en la calle Girardot cruce con las avenidas Farriar y Martín Tovar. Fue conocida como “Plaza de las Cebollas” o “Plaza La cebollera “. Era un lugar muy concurrido por los comerciantes y por aquellos comensales que deseaban prepararse una exuberante ensalada con cebollas o un exquisito platillo aderezado al ajillo, además era el terminal de autobuses de Güigüe y Boquerón, lo que permitía una gran afluencia de personas. En la esquina de la calle Girardot con la avenida Farriar quedaba un barcito propiedad de un español conocido como “Pepe”. Se oía decir, “Pepe dame dos media jarras bien frías”, la media jarra era una cerveza con mayor contenido que el tercio, era un recipiente de medio litro y costaba 1,50 bolívares. Se despachaba la caraquita, el tercio y la media jarra.

Plaza de Las Cebollas, calle Girardot con avenida Farriar.

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Al lado de este bar quedaba un “garaje”; en esa época los garajes eran sitios donde se vendía gasolina. Recuerdo también un garaje que quedaba en la calle Colombia, cerca del cine San Blas, otro donde hoy es el edificio del estacionamiento de la clínica Guerra Méndez y otro en la Girardot con la avenida Anzoátegui. Estos lugares fueron muy comunes y casi todos tenían las mismas características arquitectónicas. Hoy todos estos establecimientos de combustibles han desaparecidos.

Antiguos garajes donde expedían gasolina. Esquina Plaza de Las Cebollas.

En la esquina de esta plaza con la Martín Tovar que lindaba con el Río Cabriales quedaba un enorme patio de bolas, lugar de esparcimiento para los choferes de los camiones y de los autobuses, en más de una ocasión los usuarios debieron esperar a que terminara la partida de bolas para que el chofer se dignara a conducir su autobús, no sin antes exclamar: - ¡le gané por que le di un “boche clavao”! Esa plaza hoy es usada por los buhoneros, vendedores de verduras y frutas, parece que el destino de esta pequeña plaza es la venta en forma de comercio informal. Hoy se sigue llamando, popularmente “Plaza de las Cebollas”. Este lugar es referente y ha quedado incrustado en la memoria del valenciano como uno de sus sitios emblemáticos. 61


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EL TREN ALEMAN DE VALENCIA A CARACAS. Este extraordinario sistema ferroviario venezolano de finales del siglo XIX y el siglo XX constituyó un significativo aporte al desarrollo de nuestra economía y fue desmantelado a raíz de la instalación de las empresas automotrices en la zona industrial de Valencia, a finales de la década de los 50 e inicios de los 60. Para ese entonces, 1961, mi familia llega a Valencia procedente de Libertad de Barinas. Vivíamos en una casa alquilada en la calle comercio entre Ricaurte y Branger, al lado del hotel Santa Martha propiedad de la señora Emma de Becquer, casi al frente de la empresa de esponjas jabonosas “Pulidor”, a media cuadra de la quincalla de Luís H. Díaz, en la apacible parroquia de San Blas, a sólo dos cuadras de los rieles, donde pasaba el portentoso tren alemán.

Tren de pasajeros.

Tendría unos 8 años, estudiaba tercer grado en la escuela Jesús Salvador Colmenares ubicada en la calle Páez cruce con Campo Elías , cuyo director era el popular Antonio José Rivas “Cantaclaro” y cuando mis hermanos y yo oíamos el pito de la locomotora salíamos en veloz carrera para verlo pasar a la altura de la calle Comercio cruce con lo que hoy es la avenida Paseo Cabriales.

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Recuerdo muy bien que al tercer toque salía el guardagujas, con su chaqueta abotonada por un costado, con gorra al estilo militar, un banderín de color rojo y un silbato en la boca, vestimenta que le daba cierta prestancia y autoridad; colocaba una cadena a todo lo ancho de la calle para evitar un accidente de algún conductor desprevenido. Empezaba para nosotros la fiesta. Llegábamos y comenzábamos a contar los vagones que pasaban y pasaban, parecían infinitos. Los vagones eran grises y la locomotora era roja y se veía claramente el conductor, quien a veces alzaba su mano en gesto de saludo y nosotros le correspondíamos con fuertes gritos: ¡hola! ¡ hola! El ruido era muy fuerte, había dos locomotoras: el Cóndor y el Gavilán.

Hermosa estación de trenes en San Blas.

Su recorrido era de 179,6 kms hasta Caracas. Pasaba por 86 túneles y 212 puentes. Salía de la estación de San Blas, haciendo escala en los Guayos, Guacara, San Joaquín, Mariara, La Cabrera, hasta la estación Central en Caracas, cerca del palacio de Miraflores. El terminal en valencia, quedaba en el parque “Los Enanitos”. Había un tren de carga y uno de pasajeros y por los alrededores se observaba gran cantidad de vagones . Este maravilloso sistema de transporte dejó de prestar su valioso servicio al país en 1966.

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Caminando por Carabobo

LAS BOLAS CRIOLLAS EL DEPORTE MÁS POPULAR. La práctica de las bolas criollas en Venezuela y específicamente en Carabobo es verdaderamente masiva, se desarrolla de manera cotidiana en las diferentes canchas de los clubes privados, de gremios y colegios, en las empresas y en cualquier lugar donde haya la posibilidad de realizar estos encuentros, constituyéndose en el deporte más popular, autóctono, vernáculo y el de más amplia aceptación. Hombres y mujeres lo practican en todos los municipios del estado y del país. En las fiestas patronales de los pueblos, los torneos de bolas criollas son prácticamente obligatorios; son parte inherente de estas festividades; ellos expresan nuestras tradiciones, nuestra identidad; huelen y saben a pueblo. El premio al equipo ganador suele ser el tradicional cochino que es asado y consumido por todos en un acto de verdadera fraternidad.

Torneo de Bolas criollas femenino.

El 6 de enero del año 1952 el presidente Marcos Pérez Jiménez declara a las bolas criollas como “Deporte Nacional por Excelencia”. En 1956 fue fundada la Federación Venezolana de Bolas Criollas, por el odontólogo Lorenzo Rivas y el Contramaestre Carlos Pérez Castillo, año en que se realizó el primer campeonato nacional.

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Caminando por Carabobo

El argot o jerga de este deporte es muy amplio y variado solo me voy a referir a: “un tiro de bola”, que es el mejor jugador, es decir que tiene la virtud de ser boche y arrime y domina todas las estrategias de esta interesante disciplina. El” marruñeco” es un mal jugador, como se dice en el patio: “es como Arocha; ni arrima, ni bocha”. Hay personas que le han dedicado toda su vida a estas actividades y han desarrollado excelentes cualidades para desempeñarse a un nivel de expertos. Todavía en los diferentes patios de bolas de Carabobo, se recuerda con respeto los nombres de: El Cenizo, Matraquita, El Maracucho, El Fantasma y sobre todo El Ton un tinaquillero que “no caía en tierra” es decir que no pelaba un boche y era temido en todos los patios de bolas.

Cada equipo tiene su capitán.

En la actualidad hay un sin número de buenos jugadores y de aficionados que juegan regularmente. El Araguaney, el 22, La Amistad, son clubes populares donde se reúnen los parroquianos a disfrutar de una buena partida de bolas. El amigo Amado Antonio Aguilar es uno de los más entusiasta y excelente jugador, al igual que el Chino, Pantera, Randy, Pepito, Alexis Núñez, Trosel, Roger Rodríguez, Caracas, Rommel, El Zurdo Riera y Yovanny González, entre otros. ¿Has practicado este deporte?

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EL LICEO MARTÍN J. SANABRIA (I). Tuve el gran privilegio y el honor de estudiar en el liceo MJS, estrené la sede que queda en la actualidad en la av. Branger, frente al parque Los Enanitos en el año 1966. Mis hermanos mayores, Olga y José se iniciaron en la sede que quedaba en el centro de Valencia, en una hermosa casa colonial de amplios corredores, ubicada en la avenida Urdaneta entre calle Independencia y calle Vargas donde hoy queda un estacionamiento. En una de las esquinas quedaba la tienda Pimentel, cuya casa aún conserva su tradicional fachada, hoy convertida en garaje. El director para ese entonces era el profesor Gonzalo Jiménez Marrón, un hombre muy equilibrado, apacible, de mucha paciencia, y muy respetado por todo el personal y por el estudiantado. La subdirectora era la profesora Margarita Luque, baja de estatura, de piel muy blanca y con un fuerte carácter que infringía distancia entre los alumnos.

Plantel educativo que encierra muchos bellos recuerdos.

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Recuerdo a los prominentes profesores: Andrés Castillo Vásquez de castellano, de quien aún conservo con cariño una novela que él escribió, titulada: “El pabellón de la letra H”, en el cual refiere momentos difíciles, vividos cuando estuvo preso en los tiempos de Pérez Jiménez; a la profesora Ana Cristina Carvallo; la profesora de Biología Rosa de Mena, el profesor Luís Ledezma, también de Biología, al igual que su esposa; los profesores de Química Sócrates Miranda, Víctor Lucker y la profesora Rosalía Rondón de Zabala; los profesores de matemáticas José Chávez y “Mesié” Rodríguez; las de historia Marina de Toro, Ruth de Pesthy y Dolores de Millán ; el profesor Olinto Zambrano, José Gregorio Pino, David Loaiza… entre otros. Estudié quinto año en la sección “D”, donde destaca un hecho curioso: de los 38 alumnos de esa sección, 32 se graduaron de médicos y médicas entre tales tenemos a Evelin Ampueda, Jesús Naveda, Cirilo Yelamo, Rafael Parra, Jesús Vargas… ; uno estudió arquitectura, me refiero al amigo Edgar Sánchez y, los otros cinco: Ponciano Ascanio, Carlos Andrés Ochoa, Rafael González, Luís Cesar Cortez y yo, decidimos estudiar educación. Conocí a muchos líderes estudiantiles al ingresar al liceo: Silverio Hernández, quién luego también fue dirigente de la UC, Luís Arráez, Antonio Ecarri, González Padrino, Levi Lamus, Eladio Aponte, Manuel Pérez Celis, Yori, y Britapaz. Fui electo presidente del centro de estudiantes cuando estudiaba 4to. Año, lo cual devino en una enriquecedora experiencia, que me marcó por siempre en la lucha por las causas más justas de la humanidad.

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EL

COTOPERÍS

Y LA VIRGEN MONTALBAN.

NEGRA

DE

Recientemente estuve en los valles altos del occidente de Carabobo acudiendo a una invitación de mi buen amigo Jorge Pacheco, para abordar el tema: “Proceso constituyente en Venezuela”. Siempre ha sido muy grato para mi visitar esos tranquilos y hermosos pueblos, productores importantes de cítricos: Bejuma, hermoso, lleno de árboles, conocido como el jardín de Carabobo; Miranda, la de la virgen del Carmen, la de los vasallos del sol, cuya población se inspira bajo el influjo del cerro de la Pericoca y, por supuesto, Montalbán, donde nació el occidente de Carabobo. La entrada de Montalbán es muy refrescante, muchos árboles se encuentran a cada lado de la carretera, se siente que la naturaleza te envuelve y te da la bienvenida. Así, radiante, llegas a este esplendido y sereno pueblo de gente maravillosa, amable, hospitalaria, que te obsequia una sonrisa y te brinda su afecto. En la plaza Bolívar se encuentra un enorme y frondoso cotoperís, emblema de fraternidad, orgullo y amistad de este agraciado pueblo. Uno queda extasiado por su exuberante belleza.

Esplendoroso e imponente árbol de Montalbán.

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Cuántos amores, noviazgos, besos furtivos se han dado bajo su sombra; cuántas promesas de amores, cuántos suspiros que han terminado en matrimonios eternos. Este espléndido árbol es testigo fiel de múltiples historias. Se dice que se plantó cuando se fundó el pueblo y se construyó la iglesia hace unos 285 años y aún sigue erguido a pesar del tiempo, sus ramas se han quebrado pero permanece esbelto, para el disfrute de sus habitantes y de todos los que tengan el privilegio de visitarlo. Hace unos 45 años frecuentaba yo esta plaza y observaba, con cierta curiosidad, que las muchachas bien engalanadas, mostrando sus encantos, caminaban en grupos alrededor de la plaza y los jóvenes las esperaban cada vez que daban una vuelta, para tributarle los mejores de sus piropos. No puedo dejar de mencionar la Virgen Negra de Nuestra Señora de Atocha, donada por la familia Pérez-Ortega allá por el año de 1874, época desde la cual se venera esta imagen de color oscuro que ha despertado gran devoción en todos sus feligreses. Evoco el poema de Andrés Eloy Blanco, “Píntame Angelitos Negros”:

La Virgen Negra de Nuestra Señora de Atocha.

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“…Yo quiero angelitos blancos Con angelitos morenos. Angel de buena familia No basta para mi cielo…” Cuando tengas la oportunidad, visita a Montalbán, seguro lo vas a disfrutar mucho.

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EL LICEO MARTÍN J. SANABRIA (II). A finales de la década de los 60 había tres grandes liceos en Valencia, El Pedro Gual en la Av. Bolívar, el Enrique Bernardo Núñez en la Isabelica y el Martín J. Sanabria en San Blas. Ello fue antes de aparecer las nefastas figuras de ciclo Básico y ciclo Diversificado, que desmembró la figura histórica del “Liceo”, ya arraigada en el pueblo. Se trataba de aniquilar al poderoso movimiento estudiantil de esos tiempos, que era la única voz que salía a defender los derechos del pueblo y cuyas movilizaciones masivas en todo el territorio nacional, pusieron muchas veces en “jaque” a los gobernantes de turno, quienes, por tanto, optaron por aplicar el viejo adagio: “divide y vencerás”. Esos tres célebres planteles educativos a que hago referencia, sin menoscabo del prestigioso Miguel Peña en Puerto Cabello, fueron instituciones emblemáticas donde se estudiaba todo el bachillerato completo en un solo plantel. Recuerdo muy bien a pesar del tiempo la “sana competencia” que se manifestaba entre ellos, sobre todo en el deporte cuando se efectuaban los torneos inter-liceístas.

Hermosa estructura del Martín J. Sanabria.

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Principalmente en volibol y basquetbol, esos encuentros en el Teodoro Gubaira a casa llena, las barras ensordecedoras, la música a todo dar, las lindas chicas porristas, los estribillos ingeniosos, la emoción palpitante, en un clima de grandes expectativas, risas y aplausos, para animar la competencia que decidiría el equipo campeón. Se oía “dame la M” “Eme”, “dame la J” “Jota”, ¿Qué dice?, “Martín J”, ¿Qué dice?, “Martín J.”. El profesor Benito Ramírez que daba clases de basquetbol en el Martín J., y era un experimentado jugador del baloncesto en la región, marcó la diferencia. Jugó posteriormente para los Colosos de Carabobo junto con varios de sus discípulos, entre ellos los Morochos Martínez, cuando, en 1974, se fundó la Liga Especial de Baloncesto de Venezuela. Nuestro liceo se volvió invencible y todo San Blas vibraba y lo acompañó por esos caminos llenos de victorias y laureles deportivos. No olvidamos al jovial y chistoso “Chuna”, hermano del conocido Pedro Galindo director de la emisora Tecnológica 93.7 F.M. Él era un gran aficionado al básquet pero a temprana edad padeció una enfermedad que le impidió continuar en esas lides. Se dedicó al arbitraje, logrando ocupar importantes cargos dentro de la Federación Venezolana de Baloncesto. Llevaba el básquet en el alma. El Martín J. Sanabria potencia deportiva.

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LA ESCUELA NORMAL SIMÓN RODRÍGUEZ FORMADORA DE MAESTROS. (I). Las escuelas normales, instituciones que tenían como misión la formación de los futuros maestros a nivel de las escuelas primarias, marcaron pauta y aún se sienten, en bellos recuerdos, los resultados enaltecedores de su prolija pedagogía. Tuve el honor de ser docente por muchos años en la E.N.S.R. en La Manguita de Valencia. Tantas reminiscencias hermosas de su alumnado, hoy colegas del magisterio, de mis compañeros docentes, de su bello personal administrativo y obrero, hacen significativa la vida y decimos: valió la pena haber escogido por vocación esta profesión en la cual se cosechan múltiples satisfacciones personales, desde el punto de vista de la elevación espiritual.

Entrada al complejo educativo. La Manguita, a la izquierda quedaba la Esc. de Enfermería y luego la ENSR.

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Quién no recuerda la querida y apreciada señora “Pópula”, secretaria de la sub-dirección, regida para ese entonces por el profesor Eliecer Quintana. Mujer bondadosa que se ganó el aprecio de todo el personal. Era como una madre para todos; nos mantenía unidos pues estaba siempre pendiente de informarnos de cumpleaños, fallecimientos y otros acontecimientos y, todavía hoy, continúa fortaleciendo esos bellos lazos de hermandad. Y de Aura Ortega, la bibliotecaria, refugio de los alumnos, era su guía, palabra de estímulo en momentos difíciles. Cumplía funciones de orientadora, de psicóloga, de madre, de amiga, consejera. Sus palabras de aliento y su afecto eran capaces de reanimar aún en los casos más embarazosos. En la biblioteca encontrarías respuesta a problemas espirituales que te abrumaban hasta conseguir un simple botón que se te desprendió precisamente antes de comenzar tu exposición. Aurita es una mujer bondadosa que adoptó a todos los alumnos de la ENSR como sus hijos. Los recesos se convertían en un transitar por aquel espacio de libros para darle los buenos días o pedirle la bendición. Ella recibía a cada uno con buenos elogios, encomendándolos a Dios, siempre teniendo la palabra adecuada. Su apoyo fue fiel, permanente y esperanzador.

De izquierda a derecha. Marina Vásquez, Pópula de Oliveros, Nina de Orfanelli, El profesor Antonio Hernández, Belén de Padrino, Libia Soler, Profesor Eduardo Torres, Dulcarina de Reyes, Gina Méndez, Carmen Arrayago y Aura Ortega.

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Siento hoy, gran emoción, una mezcla de tristeza y alegría al escribir estas palabras a estos bellos seres que con su trabajo y labor se han ganado el cariño de todo el magisterio carabobeño. Pópula y Aura, aún viven en San Diego y en Naguanagua o mejor dicho, viven en el corazón de las distintas promociones de maestros egresados de esta prestigiosa institución y en los más bellos recuerdos de sus compañeros de trabajo. Estas damas nos hacen sentir el amor que debemos tener en nuestro trabajo... ¡Honor a quien honor merece!

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LA ESCUELA NORMAL SIMÓN RODRÍGUEZ FORMADORA DE MAESTROS (II). La Escuela Normal Simón Rodríguez ha dejado profundas huellas en el magisterio carabobeño. A ella ingresaban estudiantes de todos los municipios que, con mucho esfuerzo, lograron cristalizar sus sueños de llegar a ser docentes, y así dar todo de sí, en el proceso de construcción de una mejor sociedad. Los nobles ideales que persigue el maestro hacen de esta profesión una de las más dignas, pues su misión primordial es la de formar nuevos ciudadanos; probos y honestos republicanos. Inspirada en las tesis de Simón Rodríguez “El Sócrates de Caracas”, de Simón Bolívar y de Luis Beltrán Prieto Figueroa, entre otros; tuvo, esta escuela, una bella historia que se encuentra esparcida y arraigada en el corazón del pueblo. Después del 27 de Junio de 1870 Cuando Guzmán Blanco decretó la educación gratuita y obligatoria, las autoridades educativas enviaron bachilleres a estudiar pedagogía a los EE. UU e Italia, para dar respuesta a este revolucionario decreto. Seguidamente, en 1876 se crearon las tres primeras escuelas normales del país, dos en Caracas y una en Valencia, en cursos de 6 meses con clases de escritura, lectura, geografía e historia.

Promoción 1977

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El 3 de diciembre de 1876 fue la instalación de la Escuela Normal en Valencia y el primero de enero de 1893 mediante decreto se crea la Escuela Normal de Mujeres, en Caracas cuya primera directora fue la señorita Antonia Esteller, nieta-sobrina del Libertador y transformada posteriormente en la Escuela Normal Gran Colombia. La Escuela Normal de Varones de Valencia del año 1881, tuvo como primer director al señor Julio Castro quién estuvo frente de esta escuela hasta 1913, cuando fue trasladada a Caracas durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, atravesando por varias etapas hasta llegar a conformar la escuela Normal Miguel Antonio Caro. Es una de las edificaciones escolares más hermosas del país y su estructura física fue proyectada por el Arq. Carlos Raúl Villanueva. Nuestra Escuela Normal Simón Rodríguez procede de finales de la primera mitad del siglo XX, según información suministrada por el apreciado amigo Antonio José Rivas, “Cantaclaro”, quién es egresado de la 2da promoción de 4 años, en 1949, obteniendo el título de Maestro Normalista. De la primera promoción mencionamos al buen maestro y muy recordado amigo Francisco Escalante Solís y a la maestra Delia Téllez pioneros de esta histórica institución educativa.

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LA ESCUELA NORMAL SIMÓN RODRÍGUEZ FORMADORA DE MAESTROS. (III) Nos relata Antonio José Rivas, “Cantaclaro” que él empezó a estudiar cuando La ENSR, quedaba en la calle Páez y luego la trasladaron a la Av. Boyacá, entre Colombia y Páez. El director era Betancourt y Galíndez, y la subdirectora Alcira Colmenares. Entre sus distinguidos profesores podemos mencionar: El primer cronista de Valencia, Rafael Saturno Guerra, quien era profesor de castellano y literatura, Manuel Feo la Cruz, Pedro Antonio Pacheco Herrera, Alicia Colmenares, Consuelo Navas de Tovar y la pedagoga argentina Luz Vieira. Su tercera sede fue el espacio donde quedaba la facultad de derecho de la UC al lado de la iglesia San Francisco. Posteriormente compartió sede con la escuela Eduardo Viso en la Urbanización Michelena, lo cual era propicio para que sus alumnos realizaran sus prácticas docentes en esta escuela y en la Escuela Padre Alexander que queda en la misma área, hasta que en 1963 fue construido un complejo educativo en La Manguita para comercio, enfermería y docencia.

Acto protocolar de la E.N.S.R. en la plaza Bolívar.

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En el año 1969 se producen cambios esenciales en la educación con el ominoso decreto N.- 120, que estableció el ciclo básico común de tres años y el ciclo diversificado de dos años. Esto significó un total de 5 años el tiempo de formación de maestros y se estableció la equivalencia entre el título de bachiller y el de docente. Esto explica por qué nuestros apreciados amigos María Isabel Castellanos y Ángel Cedeño nos relatan que se graduaron en promociones de 5 años. En 1972 mediante decreto N.- 1052 se añade un año más al ciclo diversificado de formación docente (3 años), lo cual elevo a 6 años el lapso total de estudios. En el año 1976 se creó el bachillerato docente para la formación de maestros de primaria especialistas en música, en 1977 se crea la mención de deportes y en 1980 la mención de preescolar. Con la aprobación de la Ley Orgánica de educación en 1980 se establece que la formación de todos los profesionales de la docencia se realizará a nivel superior( Art.77), en virtud de lo cual, en el año de 1983 el Ministerio de Educación inició un programa experimental de formación docente (PREXFORDO) para otorgar el título universitario a los docentes en servicio y en 1985, con el mismo fin, un nuevo diseño curricular de estrategias a distancia y semipresenciales(PRONAFORDO). La última promoción de Bachilleres docentes fue en 1983 culminando de esta manera el ciclo de la ENSR.

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LA ESCUELA NORMAL SIMÓN RODRÍGUEZ FORMADORA DE MAESTROS (IV). La ENSR estrena sede en 1963 en la Av. Cuatrícentenaria, en el sector de La Manguita, su director el profesor Pablo José Mogollón Rojas, un docente de temple, disciplina y gran pedagogo y, como subdirector, el profesor Eliecer Quintana que permaneció en esta institución hasta su cierre. Muchos años después asumió la dirección del plantel el profesor Rigoberto Barrios Montañez, hombre sereno y pausado que también fue diputado y presidente del parlamento regional.

Acto de grado.

Recuerdo que en esa época la avenida Cuatrícentenaria se encontraba despoblada; no había las urbanizaciones, edificios y centros comerciales que ahora existen. Se veía neblina en cada mañana, muchos árboles, bandadas de loros y pericos atravesaban el espacio para darle la bienvenida a cientos de estudiantes que cursaban en este complejo educativo. En estas remembranzas se hace Imposible no mencionar a la profesora Petrica Saldivia, de grandes dotes artísticas, pianista de alto vuelo, al profesor Víctor Herrera, historiador fecundo, al jovial Eduardo 80


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Arroyo académico, al amigable profesor Ildemaro Meneses, Pedro Gramcko pintor de alto rango, Jorge Esteller, las orientadoras Mercedes Vallejos y Zaida Esteller con su dulce y amigable trato, Francisco Zapata, Sánchez Lira, Rosaura Sumoza, Rosa Bolívar en educación física, Raquel de González, Míster Ross, Pablo Sánchez Vivas, Rafael Ferres, José Mendoza, Edgar Peña, Miguel Ángel González, Euclides González, Pastor Silva.

De derecha a izquierda profesores Eduardo Arroyo (+), Rigoberto Barrios (+), Eliecer Quintana (+), Dermo Padilla (+), Euclides González (+) , Zobeida Bello, Yvonne Sumoza, Pastor Silva, Miguel Dasilva, Pedro Gramcko.

Mi gran amiga la profesora Maritza García, que cumplió un papel estelar como directora del Liceo Carabobo cuando fui jefe de la ZE, Enoc Rodríguez, Maritza Faneite, la profesora Farides , Lourdes Vicens, Jorge Castillo, Chemón, Orlando Garcia, Gorgonio Finol, Miguel Lugo, Alexander Medina, Olga Hernández, Ivonne Sumoza, Ernesto Hernández, Itala, Dermo Padilla, José Luís Coronel, Mirtha Pérez, Reina Monsalve, Pedro Sierra, Márquez Orión, Cabrera, Baltasar, Lorenza Rivero, Oneida , Luisa Peinado, Zobeida Bello, Mostafá, Luís Garcia, Dulce Montilla, Glenis Landinez, Geovana Villegas.

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Del querido personal obrero, la señora Blanco, Nieves, Leopoldo Pérez, gran amigo, sus hijas estudiaron en esta escuela. Quién no recuerda con cariño y afecto al señor Aparicio. Del personal administrativo, la señora Gina, Yelitza, las hermanas Luisa y Teresa Rojas entre otras. Si recordar es vivir entonces tenemos muchos motivos estupendos para seguir viviendo, démonos un banquete en paz, felicidad y a amor.

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LA SIRENA DE LOS BOMBEROS DE VALENCIA DA LA HORA. En los años 60, la estación principal de los bomberos de Valencia quedaba en la Av. Branger cruce con Av. Lara, hoy es una sub-estación. En ese momento, la Av. Lara empezaba en la redoma de San Blas (actual Distribuidor el Morro) y culminaba en la Branger, después venía un tramo de puro monte y culebra como se dice en el llano. Muchos años después fue que se culminó esta importante vía hasta la Av. Fernando Figueredo. La avenida Lara era el sitio de las bicicletadas, de los mítines, de los más connotados líderes de los partidos, de circos y de parques de atracciones. Desde mi casa en la calle comercio, se oía clarito cuando se realizaban estas actividades.

Estación de bomberos en la avenida Branger, cruce con la avenida Lara.

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Los bomberos son una importante institución en Valencia, no sólo por la noble labor social que ellos cumplen sino, también porque desde allí, todos los días a las 12 del mediodía se oye la sirena; una forma de saber la hora, para todas las comunidades aledañas: San Blas, Santa Ana, Puerto Nuevo, El Pajal, La Michelena, San Rafael, Libertador, Los Taladros, sobre todo en aquellos tiempos en que no todos usaban reloj, ni existían los celulares y mucha gente sintonizaba las emisoras: Radio Rumbos, la Voz de Carabobo, Radio América, 810 para conocer la hora legal de Venezuela. Así pues, que esta “sirena” de alto alcance cumplía la importante tarea de “dar la hora”. También era el aviso para las amas de casas de dar los últimos toques al almuerzo, ya que enseguida salían los trabajadores de la textilera Mg-textil, de talleres y comercios apresurados a comer a sus casas para retornar de nuevo a sus centros de trabajo. Pero no solo eso, también cumplía con el apoyo de las tradiciones religiosas de la población, era la hora para santiguarse, encomendarse a Dios y hacerse la señal de la cruz que era obligatorio para hombres, mujeres y niños, como signo de respeto, obediencia y fe cristiana. Además se convirtió en una costumbre sagrada el pedir la bendición a los padres, tíos y abuelos, lo cual se repetía diariamente cada vez que se oía esta sirena. Es significativo recordar lo que implicaba ese silbato para las poblaciones contiguas. Los que ya no vivimos por esas zonas aledañas, la recordamos con nostalgia y cariño, pues, trajo consigo sanas costumbres, digna de estudio para los sociólogos e investigadores de los comportamientos sociales humanos, de cómo una simple sirena fue capaz de formar y arraigar hábitos en la población.

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JURAMENTACIÓN DE LA SOCIEDAD BOLIVARIANA DE MORÓN. Todos dicen que voy a poca velocidad cuando conduzco, realmente pienso que no, sólo que los demás van a velocidades superiores, así emprendí el viaje a Morón tratando de que fuera un día de aprendizajes; dispuesto a presenciar y apoyar la conformación de la Sociedad Bolivariana en este fraterno municipio, donde tengo la dicha y la fortuna de poseer amigos entrañables, lo que hace, por supuesto, que el viaje sea más placentero. La Sociedad Bolivariana tiene su origen cuando el prócer de la independencia Rafael Urdaneta, el 23 de octubre de 1842, crea la Sociedad Boliviana de Caracas, (para ese entonces no se usaba el término bolivariano, éste fue aceptado por la R.A.L en 1927), posteriormente López Contreras por decreto crea el 23-03- de 1938, La Sociedad Bolivariana de Venezuela, a objeto de difundir el pensamiento de Bolívar y formar conciencia sobre el ideario de este gran hombre que representa luz a seguir por todos los pueblos del mundo.

Plaza Bolívar de Morón.

El acto se realizó en la hermosa casa de la cultura, ahí fuimos recibidos por la coordinadora de la Universidad Francisco de Miranda, profesora 85


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Ilcida Barrera y el concejal Ramón Álvarez. La juramentación estuvo a cargo de la Lic. Lilian Carrillo, presidenta de la Sociedad Bolivariana de Carabobo. La responsabilidad de la nueva directiva del municipio Juan José Mora estará a cargo de un equipo cuya presidenta será la profesora Graciela Márquez de González. Así mismo fue juramentada la Sociedad Bolivariana Estudiantil, asumiendo la presidencia el joven Luís Petric . El orador de orden, el apreciado amigo profesor Alexis Coello, cronista del municipio, nos deleitó con un profundo discurso acerca de la historia de Morón, con lo cual nos llevó a sus orígenes cuando esa localidad pertenecía a Nirgua, luego a Puerto Cabello hasta lograr su autonomía en 1981. Los que hemos conocido esta localidad desde hace algún tiempo, muy deprimida por cierto, damos fe del salto cualitativo que ha dado ahora como municipio, lo vemos próspero, grande y limpio. Nos habló de la campaña anti-malárica desarrollada por el Dr. Arnoldo Gabaldón. El paludismo que azotaba a Venezuela, representaba la tercera causa de muerte. Fue en Morón donde se dio inicio a esta jornada el 3-12- 1945 con la aplicación del DDT.

Monumento al zancudo caído.

Nos vinimos hospitalidad y

con el afectos,

calor de su gente, esperando regresar 86

con su pronto.


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EL CERRO EL PEÑÓN MUESTRA UNA MARAVILLOSA IMAGEN DE MONTALBÁN. Muy entusiasmados esperamos, desde muy temprano, en la hermosa plaza Bolívar de Montalbán, al amigo Jorge Pacheco, nativo de esta población, quién nos iba a servir de baquiano-guía en nuestra travesía. Aprovechamos para tomarle fotos a la iglesia y al hermoso cotoperís que, a pesar de los años y su enfermedad, permanece erguido como símbolo de fraternidad y fertilidad de los valles Altos del Occidente de Carabobo. Dejamos el vehículo a pocas cuadras de la plaza, bien resguardado en la casa de Simón Flores y Angelina su esposa, una maestra jubilada del antiguo Inam. Simón es un amigo de los años juveniles. Toda su casa es una invitación a los recuerdos, fue construida con barro y tiene una colección muy peculiar de artículos del ayer. Me llamaron mucho la atención tres planchas de carbón y una de gasolina que son una verdadera joya para cualquier coleccionista y la presencia de unas llaves de puertas de gran tamaño, una de ellas supera los 40 centímetros, sólo imaginé el tamaño del portón que esa llave debía abrir.

Vista de Montalbán desde El Cerro El Peñón.

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Era domingo, esa noche llovió mucho, y amaneció nublado, un clima ideal para iniciar la caminata. Dos horas nos separaba de nuestro destino: El Cerro el Peñón. Debíamos ir poco a poco, nos acompañaban tres niños y así con alegría y buen ánimo empezamos a subir la imponente montaña La Copa, una de las más altas de Carabobo. Pasamos frente a la casa del señor Bartolo Machado quién nos saludó con mucho aprecio, él me recordó que entró a laborar en el MPPE durante mi gestión. En sus ratos libres se dedica a las tareas propias de la labranza de la tierra. El peregrinar fue difícil para los que no estamos acostumbrados a esas exigencias o contamos ya con varias primaveras, pero la dificultad fue compensada por los maravillosos paisajes. Desde lo alto se divisa toda la población de Montalbán, muchas haciendas y sembradíos, el verde de diferentes tonalidades deleitó nuestras pupilas. Es un verdadero festín que celebramos con expresiones como: “vaya qué hermoso es todo esto”. Llegamos a la quebrada El Peñón en el sitio que denominan la Cueva del Indio, nos sorprendió su belleza, grandes piedras que resguardaban a los indios jirajaras cuando esos predios le pertenecían antes de la llegada de los primeros invasores. Los niños no se detuvieron ante lo frío de las aguas que nos obsequiaba la naturaleza y se dieron tremendo chapuzón. Los adultos, más cautelosos, sólo procedimos a lavarnos la cara y sentir la rica sensación de esas aguas mágicas que se llevaban nuestro cansancio.

La Cueva Del Indio.

Retornamos alegres y dispuestos a decirles a todos que aparten espacio para dedicarle tiempo a estas actividades y lo asuman como una forma de vida, por demás sana y de gran placer. ¡Viva Venezuela! 88


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ESCUELAS DE LAS PRIMERAS LETRAS EN EL CASCO HISTÓRICO DE LA VALENCIA DE AYER. En el centro de Valencia se desplegaba buena parte de toda la actividad económica, política, cultural, educativa y social del estado Carabobo, hoy voy a tratar el interesante tema de Las Escuelas de Las Primeras Letras, centros donde se inician los niños en el mundo de la escritura y lectura, antes de llegar al sistema educativo propiamente dicho. Estos centros provienen de la colonia y fueron derivando en su desarrollo con diferentes denominaciones: Parvularios, Kindergarten, ( el kínder estuvo presente por muchos años en nuestra sociedad), las Guarderías, el Jardín de Infancia, el Preescolar, denominación esta contemplada en la Ley del año de 1980, Los Simoncitos, que impulsamos con mucha fuerza en mi tiempo de ejercicio al frente de la Zona Educativa de Carabobo y contemplaba dos fases: la maternal de 0 a 3 años y la Inicial de 3 a 6 años con tres niveles y, por último la designación actual de Educación Inicial (C.E.I.), contenida en la Ley Orgánica de Educación de 2009. Las Primeras Letras se impartían en casas de familia de manera particular y constituía un nivel preparatorio, para no llegar tan despistado al primer grado y tener los conocimientos requeridos en el logro de buenos rendimientos. Los maestros de estas escuelas dedicaron su vida entera a estas enseñanzas y quedaron incrustados en el corazón de los padres y alumnos por su vocación y entrega. Usaban diferentes estrategias o métodos para la enseñanza: el recordado método de los palotes, que consistía en hacer rayas oblicuas y círculos a objeto de desarrollar motricidad fina, las muy famosas planas, desde luego el deletreo: la EME con la A suena MA, la P con la A suena PA. Lo cierto es que, en esa época, se le daba mucha importancia a la caligrafía; el tener buena letra era motivo de orgullo y satisfacción. La señora Rosita Pérez Araque fue una de esas distinguidas maestras que le dedicó sus mejores tiempos a la enseñanza de los niños, su casa estaba ubicada en la calle Colombia entre Briceño Méndez y Andrés Bello, también Felicia Reyes en la Avenida Anzoátegui entre Colombia y Libertad y la maestra María de Lourdes en la Avenida 89


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Anzoátegui, entre las calles Libertad e Independencia, al lado de la casa de las damas salesianas.

Casa de la maestra Felicia Reyes, en la Av. Anzoátegui. Frente a la casa Pocaterra. Hoy anexo a la iglesia evangélica.

Por supuesto estas maestras estaban en todos los sectores de Valencia, Carabobo y Venezuela y significaba una forma decente y muy útil de ganarse la vida. Hoy honramos a estas relegadas pero abnegadas docentes que aportaron su esfuerzo al desarrollo de la sociedad. ¿Quién de ustedes tuvo una de esas educadoras?

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AGOSTO MES DE LAS CACHAPAS. El pueblo venezolano es un pueblo especial, reconocido por su generosidad y por el compartir entre amigos y allegados. El popular “sancocho”, práctica ancestral, para recuperar fuerzas después de una jornada de trabajo o sólo para celebrar, así como las tradicionales y exquisitas hallacas, son tradiciones que nos sellan y nos dan la característica peculiar de nuestra venezolanidad. Los “cachapeos” también constituyen una de esas tradiciones que nos hermanan y afianzan nuestro sentido de la fraternidad. El maíz, grano de origen americano, ha sido el sustento del hombre por siglos. “Hombres de Maíz”, novela del escritor guatemalteco y premio nobel de literatura Miguel Ángel Asturias en 1949, refiere la concepción de los indígenas de que el hombre proviene del maíz, tal vez no le faltaba razón a esta tesis, encontrada en el Popol Vuh, libro sagrado y biblia de los mayas, ya que el hombre se alimentaba del maíz, bebía chicha de maíz fermentado en sus fiestas y ceremonias… es decir, todo giraba en torno a ese mágico y divino grano dorado.

Delicioso y nutritivo alimento.

El mes de agosto es el mes de las cachapas. Es cuando el maíz está tierno; ideal para realizar esas deliciosas tortillas de jojoto. Me encontraba de compras en el mercado Periférico de la Candelaria cuando recibí una llamada de mi amigo Henry Álvarez, “Buenos días profesor, le llamo para invitarlo a comerse unas cachapas que 91


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estoy haciendo en mi casa, en el barrio José Gregorio Hernández”.

Presente en todas nuestras regiones.

Por supuesto que a una invitación llena de tanto cariño, uno no debe rehuir. Terminé mis diligencias y me encaminé, recordando cuando mi mamá hacia cachapas allá en Libertad de Barinas. Llegué a la casa de los Álvarez y el ambiente me agradó desde el comienzo. Estaban escuchando canciones del Trio Los Panchos: “Esta cobardía”, “Rayito de luna”, “Toda una vida”, “Sin un amor” y otros grandes éxitos de este afamado grupo musical. Conmemoraban los 92 años del nacimiento del señor Domingo Lugo (Q.E.P.D), padre de Henry, Alexis (Arreglista y destacado músico de casi todos los instrumentos de cuerdas), Nelson, Reinaldo, Jairo y Erika Lugo, docente y profesora de teatro del Liceo Anexo Guerra Méndez. Es una familia maravillosa, unida bajo el modelo inculcado por sus padres. Recordamos cuando ellos vivían en Manuare y para estas fechas, hacían más de 500 cachapas y todos los que llegaban disfrutaban de aquellos tremendos “cachapeos”. Esa herencia de compartir, de fraternidad, de hermandad, la llevamos todos muy adentro; así somos los venezolanos.

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ESCUELAS PRIMARIAS EN EL CASCO HISTÓRICO DE LA VALENCIA DE AYER El centro de Valencia era el epicentro dinamizador de toda la actividad de la sociedad carabobeña, lo educativo no escapaba a esta máxima, observamos que muchos centros escolares tuvieron su origen en esas viejas casonas de lo que hoy denominamos el casco histórico de la ciudad de Valencia. La Escuela Lisandro Ramírez, que actualmente funciona en el Trigal Norte proviene del centro de Valencia. Funcionaba en la calle Vargas cruce con la avenida Montes de Oca, diagonal al edificio Don Pelayo, frente a la Seguridad Nacional, cuerpo de inteligencia policial disuelto a la caída del régimen de Marcos Pérez Jiménez. La directora para el año 1936 era la docente Dolores Ramírez Travieso, hermana de la recordada Margot Ramírez Travieso, quien realizó una importante labor escribiendo crónicas de la Valencia de su época. Luego la mudaron a la avenida Carabobo entre las calles Rondón y Vargas, aproximadamente en el año 1962 y, posteriormente a la Casa de Pocaterra en el cruce de la calle Colombia con la Avenida Anzoátegui, hasta quedar luego ubicada en su sede actual. La Escuela Fernando Peñalver, El 1° de febrero de 1912, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez siendo Ministro de Instrucción Pública (así se llamaba el MPPE), el Dr. José Luís Fortoul, se decreta la creación de este colegio, cuya primera sede fue la casa del Presbítero Juan Hernández Monagas, en la plaza Sucre donde funciona hoy la escuela de teatro Ramón Zapata y su primera directora fue la Srta. Luisa Cortinal Gil. En 1970 fue construida la sede actual de esta escuela, en la calle Comercio entre Av. Andrés Bello y Escalona.

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Primera sede de la Esc. Peñalver hoy Teatro Ramón Zapata. Plaza Sucre.

El Colegio Don Bosco, fundado por el padre salesiano de origen italiano Félix Andrés Bergeretti en el año 1895, representa una de las instituciones más antiguas de nuestra entidad, situado en la avenida Anzoátegui entre la calle El Sol, hoy calle Páez y la calle Real hoy calle Colombia. La U.E. Escuela-Comedor San Antonio nace como asilo de niños huérfanos por las hermanas franciscanas a finales de siglo XIX, hace 121 años. Está ubicada en la avenida Briceño Méndez entre calles Colombia y Libertad. Su fundadora y primera directora fue la hermana Isabel y actualmente la rige la Lic.: Nilga Coromoto Trejo.

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U.E Escuela “San Antonio”, Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús.

La Escuela Guzmán Blanco creada en 1921 en el gobierno de Juan Vicente Gómez su primera directora la docente Cristina Machado de Vargas y luego la sucedió Conchita Pérez Calvo, funcionó por muchos años en la calle Navas Spínola cruce con avenida Soublette hasta que se le construyó su sede en la Urb. Valles de Camoruco. U.E. Colegio La Salle, fundada en 1925 por los hermanos lasallistas, en una casona en la avenida Montes de Oca cruce con calle Vargas, propiedad de la familia Febres Cordero, actual edificio Don Pelayo. Posteriormente fue trasladada al cruce de la avenida Urdaneta con la calle Independencia hasta que le fue construida su sede en la urbanización Guaparo, en un terreno del fundo Guaparo que perteneció al general Santos Matute. El Colegio de Nuestra Señora de Lourdes funcionaba en una antigua y hermosa casa, hoy Centro Comercial Cedeño, en el cruce de la Bolívar con Cedeño. Su sede actual: Avenida Bolívar Norte cruce con la avenida San José de Tarbes. Al lado del Lourdes se desempeñaba la Escuela Santa Ana para los niños pobres, frente al Cruz Vítale. Esta escuela se encuentra hoy en la avenida Negro Primero 95


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del barrio La Castrera, en la parroquia Miguel Peña de Valencia. La Escuela Miguel Peña también estaba ubicada en el centro de la ciudad. Hoy funciona en la avenida Montes de Oca cruce con Calles Navas Spínola y Salom. La Escuela Lisandro Alvarado en la calle Colombia entre avenidas Soublette y

Escuela Lisandro Alvarado en la calle Colombia al lado de la casa Pocaterra.

Anzoátegui, presta sus servicios educativos en el casco histórico al igual que La Escuela Rafael Arvelo, en la calle Colombia entre las avenidas Boyacá y Farriar, escuela centenaria, fundada el 09 de octubre de 1921, aún conserva su estructura, los pisos y las ventanas de hierro forjado característicos de aquella época.

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Escuela Rafael Arvelo en la calle Colombia, al final se ve la catedral de Valencia.

El colegio Sagrada Familia, regentado por monjas estaba ubicado en la avenida Soublette cruce con calle Páez, donde funciona el instituto Nuevas Profesiones. La Escuela Domingo Sabio para niños pobres era de los salesianos y estaba en la calle Páez entre avenidas Briceño Méndez y Andrés Bello. En esta institución estudio primaria el cronista de la ciudad de Valencia Guillermo Mujica Sevilla. La Escuela Nuestra Señora del Pilar, en la avenida Soublette entre Rondón y Vargas frente a la iglesia de la Divina Pastora.

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U.E Colegio Don Bosco, sede primaria, Antigua Escuela Domingo Sabio.

Tantas historias contenidas en las vidas de centenares de maestros y miles de alumnos y representantes, han pasado, de alguna manera, a formar parte de la historia de estas instituciones escolares del Casco Histórico de la Valencia de ayer y, por tanto, de la historia de nuestra ciudad. Agradezco a la señora María Teresa Minguet Letteron de Celis y a su hija María Teresa por tan importantes aportes y, de antemano, a todos ustedes que sin duda con sus valiosos comentarios enriquecerán este trabajo.

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MANUARE UN VALLE MÁGICO BENDECIDO POR DIOS. Pasas por Flor Amarillo , Cascabel, Agua Dulce, La Unión hasta llegar al Central Tacarigua tierra de la recordada “Verde clarita”; cruzas a la derecha pasas por El Frio y Boquerón hasta Noguera; si sigues derecho llegas a Los Naranjos, por tanto, debes cruzar a la izquierda pasar por Las Minas, El Carmen y, así llegas a Manuare, un valle de extraordinaria belleza en medio de dos grandes montañas: el Cerro La Gloria(Cerro Azul si lo ves desde Güigüe) y el cerro Caimital. Visitar Manaure es una hermosa experiencia en que los sentidos se regocijan por tan exuberante vegetación, magnificas montañas, que te dan la bienvenida y sobre todo su gente humilde, honesta, sana, trabajadora, que cultiva la tierra, ganándose, a todas creces, la denominación “El granero de Carabobo”. Fuimos a la casa del profesor Igor Montero, supervisor de todos los centros de enseñanza de la zona, para convidarlo a comerse unas cachapas en la casa de Alexis Álvarez. Nos recibió con un sabroso café, molido por él mismo y conversamos plácidamente. Estuvimos en la plaza Bolívar del pueblo y experimentamos lo grandioso de esas hermosas montañas. Ahí nos encontramos con la dirigente comunal Margarita Chávez, que en época de mi gestión como director de la Zona Educativa me sirvió de bastión para poder ejercer el gobierno del poder popular. El agrado que sentí de encontrarla fue muy grande; de verdad le tomé mucho cariño por ser una auténtica luchadora social, siempre en pro de las mejoras de su pueblo.

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Busto del Libertador en la plaza Bolívar de Manuare.

Ami me tocó moler el jojoto, lo cual asumí con mucha alegría, mientras Igor nos deleitaba tocando cuatro; luego se le unió Henry Álvarez con las maracas y Alexis haciendo “cantar su guitarra”, interpretando exquisitas tonadas, también se les unió Richard Lugo dando la nota romántica necesaria para que ese momento fuera extraordinariamente grato. Recordé a mi profesor Federico Brito Figueroa, quien escribió el libro” Tiempos de Ezequiel Zamora” donde señala que en estos valles se desarrolló la primera insurrección campesina de Venezuela 1846-1847, liderada por el indio mestizo Francisco José Rangel que fue soldado del General Zaraza, en los tiempos de la independencia, tomó las haciendas y el poblado de Güigüe, generando, en el centro del país una revolución campesina, antecedente de la Guerra Federal. Mi hermano y su señora Jaqueline que no conocían esas estancias, quedaron sensiblemente impresionados por tan fecundo paseo, deseando volver en un día no tan lejano.

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Compartiendo con el Dr. Henry Ă lvarez nativo de Manuare.

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LOS LICEOS EN EL CASCO HISTÓRICO DE LA VALENCIA DE AYER. La mayoría de los liceos también tuvieron su origen en el centro de Valencia. En la medida que se iban poblando las zonas periféricas de la ciudad, les fueron construyendo sus edificaciones y trasladando estas instituciones del centro a los nuevos poblados. Tal es el caso del emblemático Liceo Pedro Gual que se inició hace 81 años, teniendo como sede el convento de San Francisco de Buenaventura, al lado de la iglesia San Francisco, frente a la plaza Sucre en la antigua facultad de derecho de la U.C.

Liceo Pedro Gual, avenida Bolívar.

El Pedro Gual se crea por resolución del gobierno de Eleazar López Contreras, el 13 de julio de 1936 transformando el antiguo Colegio Nacional de Varones en liceo nacional. Su primer director fue el ilustre poeta bachiller José Gregorio Ponce Bello. Y su sede fue construida en 1947, en la avenida Bolívar norte, en terrenos de una casa de veraneo del ex presidente de Venezuela Antonio Guzmán Blanco.

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Sus directores han sido, además del ya citado, los docentes Juan Manuel Domínguez Chapín, Jesús Vásquez Fermín, Raúl Villarroel, Ángel Oropeza Iriarte, Pedro José Mujica Sevilla, Jesús Berbín López, Gladis Quintero de Díaz, Carmen M. Lira de Leonardi, Héctor Zurita, Rosa E. Bonilla, Rafael R. Aular, Ángel Salazar, Merly Conde actual directora. En el liceo Martín J. Sanabria estudié mi bachillerato. Estrené su nueva sede la del Parque los Enanitos. Recuerdo con mucha claridad a su director Gonzalo Jiménez Marrón quién era un hombre ecuánime, pausado de gran vocación docente. Es oportuno traer a colación una reseña acerca de la sesión especial de la Asamblea Legislativa del Estado Carabobo, aparecida en el Diario Notitarde el 19 de noviembre de 1998 a efecto de cumplirse el 40 aniversario de este prestigioso liceo, en la cual el profesor Jiménez Marrón expresaba: “Para ser maestro se requiere vocación especial, quien no tenga amor y confianza en los alumnos no puede ser docente”.

Liceo Martín J. Sanabria.

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Sus inicios lo encontramos en el centro de Valencia en la avenida Urdaneta entre la calle Independencia y calle Rondón, en una amplia casona donde hoy queda un estacionamiento. Desde su creación fue un centro de enseñanza que se destacó marcando pauta en la sociedad valenciana. El Enrique Bernardo Núñez. tuvo su origen por resolución presidencial N- 2286 de fecha 19-08-1965, llevando como epónimo el del escritor, periodista y primer cronista oficial de Caracas Enrique Bernardo Núñez, nativo de nuestra ciudad, fallecido en 1964, siendo su director fundador el profesor Manuel Martínez y su sub-directora Alida Zerpa. Funcionó en el centro de Valencia en la avenida Urdaneta cruce con calle Independencia, antigua sede del Colegio de La Salle donde es hoy el centro comercial Estela y luego fue trasladado a la urbanización La Isabelica. Esta institución fue pionera en la formación de “trabajadores sociales” lo cual le otorgó grandes éxitos y mucho prestigio.

Liceo Enrique Bernardo Núñez.

El Liceo Manuel Felipe de Tovar, Fue fundado el 01-10-1971, como Ciclo Básico Común, en la avenida Urdaneta cruce con calle Independencia, siendo su directora fundadora la docente Trina Gómez. En 1975 fue la inauguración de su sede en la urbanización La viña.

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Sus directivos han sido Tania Pernalette, Dalia Dao, Marisalma Rodríguez, Jaime Monasterio, Juana Medina, Julia López, Alicia Fernández y la directora actual Jolagri Rodríguez.

Fachada del Manuel Felipe de Tovar.

La Escuela Técnica Simón Bolívar se inicia, como Ciclo Básico Común con el nombre de “Creación Valencia”, en una vieja casa en la calle Colombia cerca de la av. 5 de Julio en el año 1979, siendo su director fundador mi gran amigo el profesor José Alberto Arjona Murga, hombre de grandes cualidades humanas y excelente docente. Luego fue trasladada a la Urbanización La Viña, en San José, cambiando de nombre a “Escuela Básica Simón Bolívar” y su tercera sede es la de Naguanagua en 1986. En el año escolar 2002-2003 bajo mi gestión fue aprobado un proyecto presentado por ese centro educativo para transformarla en Escuela Técnica Robinsoniana Simón Bolívar.

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Escuela Técnica Simón Bolívar, Naguanagua.

El liceo Antonio Herrera Toro. Nace en 1971 en el centro de Valencia, en la calle Rondón entre avenidas Carabobo y Soublette aquí funcionó por varios años, siendo su directora fundadora la profesora Dolores de Millán que provenía de ser docente del Martín J. Sanabria. Posteriormente fue trasladada a una sede alquilada, propiedad del muy conocido Dr. Pedro Lara Peña en la avenida 99-A entre el Hotel Emperador y la urbanización Miranda. Por razones de altos intereses económicos por su cercanía a la avenida Bolívar y la parada del metro, después que el MPPE mantuvo posesión de esas instalaciones escolares a través de un prolongado inquilinato, es lamentable que actualmente fuera trasladado a las instalaciones del liceo Pedro Gual.

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Sede donde funcionó por muchos años el liceo Herrera Toro, calle Rondón entre Avenida Carabobo y Soublette.

¿Es usted uno de los que estudió en algunos de esos liceos que se iniciaron en el casco histórico de la Valencia de ayer?

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CASAS CON HISTORIAS DE LA VALENCIA DE AYER. Todo tiene su historia. Cada cosa, por insignificante que parezca, reviste gran importancia. El ser humano siente fascinación por descubrir la historia de las cosas, diríamos que es un interés innato, depende de nuestra naturaleza; así estamos programados. En este sentido deseo abordar la historia de algunas “casas” valencianas, ustedes al igual que yo compartirán el criterio de que encierran maravillosas y elocuentes vivencias. La casa del Dr. Carlos Sanda ubicada en la Avenida Soublette (antes calle Beneficencia) entre calles Libertad e Independencia. El Dr. Carlos Sanda fue un destacado médico obstetra valenciano nacido el 17-08-1869, casado con Matilde Gallango y padre de: Ana Teresa, José María y Carlos Enrique, médicos ambos. A temprana edad quedó huérfano por lo cual tuvo que trabajar vendiendo periódicos. Se graduó de médico; laboró en el hospital de Caridad y Beneficencia y en el Asilo de Huérfanos San Martín. Fue docente y el último rector de la Universidad de Valencia en 1904. La comunidad valenciana lo acompañó tributándole reconocimiento por su trayectoria, al cumplir sus bodas de oro profesionales el 15-08-1944. Fue electo diputado al Congreso Nacional en 1936. Alcanzó su jubilación el 10 de enero, después de haber trabajado 56 años y falleció el 5-12-1950 a los 81 años de edad.

Casa del Dr. Carlos Sanda en la avenida Soublette.

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Este meritorio profesional de la medicina recibió en su lecho de enfermo la noticia de que el hospital de Guigue sería distinguido con su nombre. También hay una avenida con su denominación en la zona Norte de Valencia, un parque en la avenida Cedeño y nuestra apreciada escuela técnica agropecuaria en Canoabo, sitios que nos recordarán por siempre su memoria de hombre de bien y destacado trabajador en pro de la comunidad. Sobre todo a los jóvenes que tantas veces habrán pasado por el hospital, por esa avenida, por el parque o han oído hablar de esa hermosa escuela técnica agropecuaria y se preguntan quién fue Carlos Sanda. Por supuesto, todos esos sitios tienen su historia y te invito a que la descubras. Esa casa aún existe, se mantiene de pie certificando su historia, sus puertas, ventanas, salones, paredes… son testigos de tantas conversas y recuerdos que quedan en ella resguardándolos como un gran tesoro. Una placa fue colocada en la vivienda de este insigne personaje de Carabobo, para que los transeúntes se detengan un instante y lean parte de su historia.

Placa que identifica que en esta casa nació el Dr. Carlos Sanda.

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CASAS CON HISTORIAS, LA CASA DE LOS MINGUET LETTERON. La casa de los Minguet Letteron es un viejo caserón ubicada en la calle Independencia entre avenidas Carabobo y Soublette, N.- 10371. En la esquina de la Independencia con Soublette quedaba “Mi juguito”, un recordado negocio donde se expedían unos deliciosos jugos naturales, que eran muy comentados y codiciados hace años. Está casa perteneció a los Minguet Leteron, una familia proveniente de Francia. El médico Ferdinand Timothee Minguet se casó en Francia con Hortencia Cadet, de cuya unión nacieron: Gustavo, Alejandrina, Luís Fernando, Antonio, Isabel y Pierre. Antonio, quien era médico al igual que su padre, contrajo matrimonio con Rosa Letteron Sorondo, una joven francesa con quien decidió construir su vida en Venezuela, concretamente en Valencia. Se establecieron en esta residencia valenciana desde entonces. Es una casa bien amplia, de unos 60 metros de fondo, siguiendo el estilo de la estructura arquitectónica española, con portón, ante portón, patio de jardín y patio trasero, con cuatro amplias ventanas que dan a la calle, con muy buena altura lo que indica que era una edificación en la que vivían personas “pudientes” como se decía en esa época.

Casa de los Minguet Letteron en la calle Independencia entre Carabobo y Soublette.

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Llegan a Venezuela en 1873 cuando gobernaba Guzmán Blanco y el gobernador de Carabobo era el Dr. Pedro Bermúdez Coussín (la calle 89 del municipio Valencia lleva su nombre). Según nos relata Silvestre Oswaldo Hernández Leal (18801960), casado con Betty Edma Minguet de Hernández, escribió, en una valiosa biografía que hizo de su suegro Antonio Minguet Letteron, que éste nació en esa casa el 10 de septiembre de 1880. Fue médico e ingeniero desarrollando una fructífera carrera profesional en Cumaná, estado Sucre, donde se le han tributado muchos honores por su fecunda carrera, no sólo como profesional de la medicina sino también como ingeniero civil. En los años 1939-1941, el General Eleazar López Contreras designó a Antonio Minguet Letteron como Presidente del estado Carabobo, según oficio N.- 4.768, poder que, tres años después, transfirió al escritor José Rafael Pocaterra, designado por Isaías Medina Angarita. Gustavo, uno de los hijos del matrimonio Minguet Letteron, fue muy conocido en la ciudad de Valencia, pues, era el dueño de la farmacia Moderna, que aún queda en la plaza Bolívar. Fernando, otro de los hermanos, es el padre de nuestra querida amiga María Teresa Minguet Betancourt de Celis, quién, cuando Gómez, fue jefe de la policía, en la ciudad de Maracay. Recordamos esta casa con “Historia” y su ilustre residente y, cada vez que pasamos por el Central Tacarigua y vemos el liceo que lleva su nombre, rememoramos su trayectoria y su obra.

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LA CASA DEL SUIZO, EL SON DEL “PIQUIRICO” Y LA DEGOLLINA DE BOVES. Esta casa encierra grandes episodios del proceso emancipador venezolano, historia de dolor, lágrimas, llanto, sangre, terror y angustia, que no debemos olvidar. Está ubicada en la esquina de la avenida Constitución cruce con calle Páez, a una cuadra de la plaza Bolívar de Valencia, donde por muchos años funcionó la tienda “El Pabellón Rojo”. Fue remodelada y sigue cumpliendo actividad comercial. Esta residencia era propiedad de Miguel Ignacio Malpica mejor conocido como el “suizo”. El 19 de Junio de 1814, después de que, por veinte días, el sanguinario José Tomás Boves asediara a Valencia con 6000 soldados, para debilitar la resistencia que ofrecía el patriota Juan Escalona con 200 hombres defendiendo la ciudad, la capitulación hubo de ser firmada y Boves ordenó celebrar con un gran sarao, al cual, invitó a esta casa, a lo más conspicuo de la sociedad valenciana. Esta velada terminó en uno de los episodios más crueles y sangrientos de la historia venezolana. Una vez reunidos, separaron a los hombres, obligaron a las señoras y señoritas a bailar “El Piquirico”, un popular son que estaba de moda, para violarlas a todas ellas, mientras sus esposos, hermanos e hijos fueron acuchillados no valiendo lágrimas ni suplicas de clemencia. Fue un acto de crueldad y salvajismo al extremo.

La casa del suizo, en la Constitución con calle Páez.

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Esta casa también sirvió de asiento para las reuniones que se efectuaron entre el General Páez y Simón Bolívar, para solventar la división que se expresará a través del movimiento de la Cosiata. El Libertador tuvo que viajar desde Bogotá y Páez salió a su encuentro en Naguanagua. El 4 de enero de 1927 llega el Libertador a Valencia, el pueblo valenciano le tributa grandes ovaciones, dejando ver que su liderazgo era indiscutible. Pasa cuatro días en permanentes reuniones, dejando disuelto cualquier intento de fracturación. Paradójicamente se reunieron en la misma casa donde Boves, años atrás cometió la “Degollina de Valencia” uno de los crímenes más barbaros y atroces contra civiles que recuerda la historia de nuestra independencia. Esta casa encierra pues, páginas importantes de nuestra historia, cuando tuve el honor de haber sido designado como orador de orden en la Sesión Solemne del Ayuntamiento en el teatro Municipal de Valencia, con motivo a la celebración del Centésimo Nonagésimo Segundo Aniversario de la Instalación del Primer Concejo Municipal Patriota de Venezuela, propuse que esta casa fuera adquirida por la municipalidad, por el estado o por la nación y convertida en un recinto para el estudio de la historia regional de Carabobo que tanta falta hace en nuestra entidad.

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Título: Historias Sencillas de Ayer y de Siempre. Caminando por Carabobo. Autor: Miguel Ángel Dasilva Gavidia. Diseño y diagramación: José Antonio Álvarez Navarro+. Revisión General: Edith Guevara Morales. Corrección: Martha Rodríguez Vargas. Libro digital: Solicitarlo al correo: mida2053hotmail.com Teléfono: 0414 427 08 55. Valencia, 30 de octubre 2017.

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