SOCIALES PUNTO MEDIO 06 DE OCTUBRE

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AMANC,

POR EL MILAGRO DE AYUDAR

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La Entrevista

AMANC, POR EL MILAGRO DE AYUDAR

Hacen falta manos y recursos en la casa desde donde más de 300 niños, niñas y jóvenes son apoyados para acabar con un monstruo llamado cáncer. Ésta es la crónica de un día en Amanc.

Texto: Alejandro Fitzmaurice

Llega hasta ti en:

Fotografía: Luis Payán

N

i entrevistas ni reflectores. Lo que Marissa Goff Rodríguez realmente quiere es un milagro: el de la generosidad, la ayuda y el compromiso.

Para ella, presidenta de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) en Yucatán, esas palabras escasean a cada ratito allá por la calle 68, desde donde se atienden a más de 300 niños y jóvenes, quienes luchan contra ese monstruo llamado cáncer, un auténtico exper to en destruir vidas, familias y esperanza.

–Le dije a Roberto (Germon, director de revista Punto Medio) que sí, pero yo no

Director: Roberto Germon Pinelo

Diseño: R. MK

Contrataciones: (999) 469 · 71 ·00

quiero entrevistas para mí, lo que quiero es que conozcan Amanc.

Lo afirma contundente y, sin más preámbulos, empezamos a andar por las instalaciones de lo que fue un galerón abandonado que doña Michelle Byrne de Rodríguez, de la Cruz Roja, les cedió por cinco años.

Actualmente, nueve niños y jóvenes con cáncer, junto con sus familias, viven o pernoctan mientras lidian con las cirugías, quimioterapias o tratamientos que combaten al monstruo jornada a jornada.

No obstante, hoy el lugar está vacío.

–O están en el hospital O´Horán o en

la T1, en la UMAE (Unidades Médicas de Alta Especialidad).

Nos pasea por los cuar tos. Son bastante amplios. Algunos tienen dos camas y en la mayoría hay espacio suficiente para colgar hamacas.

Al salir, nos enseña el lugar donde está el corazón de la casa: el oratorio y un mural con dibujos de pájaros, paletas o papalotes. Debajo de cada pintura, doce palabras: amor, dulzura, ilusión, esperanza, sueño, liber tad, amistad, energía, tranquilidad, metamorfosis, for taleza, y claro, salud, acaso la más impor tante.

‘Monse’ López, quien forma par te

Dirección: Calle 64 # 436 x 49 y 53 Centro. Mérida, Yucatán.

Una empresa de

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del pequeño equipo Amanc, explica: –Son los valores de las personas que se acercan a esta organización, aquí se desarrolla estos valores. Combatir el cáncer con estos niños te cambia la vida y te enseña de todo eso.

Hay un pasillo con libros y sofás có-

“Antes el Costco me donaba todos los lunes, esperábamos con ansias los lunes, pero me dijeron que ya no, que ya no van a mandar [...]”.

MARISSA GOFF

modos. Junto a éste, una puer ta se abre y enseña la ludoteca, un salón amplio con juguetes donados que, por supuesto, es el alucine de todos los pequeños cuando vuelven a éste, su hogar temporal.

“A veces está hecho un relajo, pero hoy está muy bien”, reconoce Marissa, celosa guardiana del lugar donde también vive su corazón. Que conste: no me lo dijo, pero se le nota a leguas que ayudar a estos niños es su obsesión, cuando me cuenta que su refri, antes siempre lleno, hoy luce semivacío.

Caminamos hacia el comedor.

–Hospedan a familias, pagan luz, hacen comidas, pagan medicamentos, costean transporte, están al pendiente de más de 300 niños y jóvenes con cáncer en Yucatán y otros estados… ¿Cómo se mantiene todo esto? –le pregunto.

– Con la ayuda del Espíritu Santo… es en serio, vivimos de donaciones, pero a veces no hay de dónde –responde.

No mentía sobre lo del ‘refri’. Al entrar en la cocina y presentarme a Feliciana, la cocinera, los anaqueles del frigorífico se ven tristones por vacíos.

–Antes el Costco me donaba todos los lunes, esperábamos con ansias los lunes, pero me dijeron que ya no, que ya no van a mandar [...] Afortunadamente el marido de doña Yadira trabaja en la central de abastos y los viernes nos trae frutas y verduras,

pero, por el momento, no hay más que esto –afirma, incapaz de ocultar la cara de preocupación.

De regreso a la recepción, Marisa, Cecilia Rodríguez Losa, otra responsable en Amanc, y Monserrat hablamos de la ayuda que siempre se requiere, pero que no siempre llega o se hace como debe ser.

–¿Con cuánta gente voluntaria cuentan en Amanc? –les pregunto.

Doña ‘Ceci’ responde: –Pues un equipo comprometido, en realidad, no tenemos. Tenemos un grupo de damas voluntarias que, hoy por hoy, nos ayudan a hacer los eventos recreativos, las f iestas de los niños… Es un grupo relativamente nuevo y ellas son las que se encargan día a día de organizar la f iesta de Navidad, la f iesta de Hanal Pixán, pero voluntarios, comprometidos, no… lo vimos ahorita que pintamos el albergue,

la verdad es que nos dio mucho trabajo terminar de pintar, porque sí se sumaron un grupo de Paramédicos y un grupo de Bepensa, pero, en realidad, gente comprometida que esté aquí siempre, no tenemos.

Sobre las actividades con las cuales voluntarios podrían apoyar en el albergue, Monserrat explica que, dado que a veces no hay niños ni jóvenes, puesto que acuden a sesiones de quimioterapia o se encuentran internados en el hospital, lo que se requiere es iniciativa y no apachurrarse en algún sofá, mirando el celular. Aquí la palabra clave siempre es iniciativa y siempre hay que buscar que hacer, hayan o no hayan niños.

–La gente a veces piensa que cuando vienen aquí al albergue, los niños van a salir por las ventanas, por las paredes y éste, si tú quieres, es un albergue ambulatorio porque el niño y sus familias vienen y van [...] ahorita todos están en sus quimios

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(es cerca del mediodía en la entrevista) o pueden ser que estén en el turno de la T1, que es de la tarde [...] A veces están mamá, papá, el hermanito y Yazmín, en este caso. Entonces ahorita sólo está la mamá con el nené y Yazmín está con el papá en el hospital [...] Entonces a veces sí hay niños, pero a veces no, porque están en sus ‘quimios’. Yo creo que mucha gente a veces llega con esa idea: que van a llegar y los niños van a salir y van a estar como hormiguitas por todos lados –explica Marisa.

Monserrat agrega: – A veces, puede ser que estén los nueve cuartos llenos, que estén llenos de niños, pero ninguno tenga ganas de salir a jugar y no podemos obligarlos. A veces están o saliendo de la quimio, a veces llegan medio anestesiados porque acaban de salir [...] a veces se sienten mal, a veces, especialmente los jóvenes, están en un plan de <<para qué salir a platicar, yo no quiero hablar>> [...]

La charla sigue un ratito más. Es una lucha, pero no van solas y lo agradecen, felizmente angustiadas por buscar más recursos para trabajar por los niños, niñas y jóvenes con cáncer.

Y así, de la nada, cuando Marissa me repite que necesitan de la generosidad, la ayuda y el compromiso, cuando me doy cuenta de que hoy andan a oscuras, la habitación se ilumina. El milagro ocurre. Aquí llegan los muchachos y muchachas de la agrupación Emoid con alimentos en cajas.

“Trajimos estas donaciones”. Lo dicen con normalidad, quitados de la pena, como si ayudar fuera sinóni-

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mo de respirar en español.

Marissa, Cecilia y Monserrat se levantan agradecidas a recibir la ayuda en especie.

Y allí estamos, charlando sobre la impor tancia de ayudar, cuando la habitación se ilumina otro tantísimo: allí está Yazmín. Ella tiene leucemia y trae una carita entre desanimada y tristona que no se oculta a pesar del tapabocas que trae puesto.

Al lado de ella, aunque amarrado a la pierna de su mamá, está Óscar, un hermosísimo panzón que ha perdido el ojo derecho a causa de una retinoblastoma. ¿Dije que Marissa traía cara de angustia? Ahora mismo ya se le quitó. Se levanta como si fuera una chiquita para llenar de besos a esos dos angelitos con cara de sueño y desgano.

–Yo quiero, ‘Monse’, que en la tarde llevemos al cine a Yazmín. ¿Quieres ir, Yazmín? –le dice Marissa.

Yazmín asiente. Ensaya una sonrisa.

Y de repente, en medio del júbilo que los jóvenes de Emoid y los pequeños crean, todos quieren una foto, self ies, más fotos, retratarse en el mural de las 12 palabras que uno aprende cuando se viene a este predio de la calle 68, donde los milagros ocurren, aunque a veces escasean.

Y todos sonríen. Yazmín sobre todo. Sí, ya le prometieron que la van a llevar al cine, y eso, al menos por este instante, y muy a pesar de lo que el monstruo opine, es suficiente pretexto para ser feliz.

Ayude a Amanc a través de la cuenta 0104575466 (Bancomer)

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Dionné Plata, Esteban Sánchez Plata y Víctor Sánchez

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Luis Payán

ran fiesta de cumpleaños la que tuvo Esteban Sánchez Plata el pasado viernes 27 de septiembre. Esteban celebró sus cuatro años de edad con la temática de Jurassic World para el deleite de todas y todos sus invitados. Se organizaron juegos y dinámicas que divirtieron a todos los pequeños. Por supuesto, la piñata y los dulces no pudieron faltar en este festejo en el que disfrutó junto a sus papás, Dionné y Víctor, extraordinarios anfitriones. ¡Muchas felicidades!

Chulísimas todas las mamás de la fiesta

ESTEBAN

C U M PLE C UAT RO Y S E LA PASA B OMB A

Juan Pablo Novelo Salazar con Julieta Novelo Cámara y Mariana Cámara Rosado con Juan Pablo Novelo Cámara

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Dionné Plata, Víctor Sánchez y Esteban Sánchez Plata

Todos los invitados, listos para la aventura jurásica

Eduardo Álvarez Selem y Martha Selem

Ivonne Lases y Santiago González

Cristina Manjarrez, Loreta Solís, Renato Solís y Alejandro Solís

Mariano Duvert, Beatriz Castillo y Marcelo Duvert

Valentina Gómez y José Luis Rodríguez

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Pitina Castellanos y Genaro Conde Castellanos

Santiago Pérez y Andrea Paredes

Cecilia Navarro Solís y Jorge Carlos Cuevas Navarro

Constantino Villazón García y Diana García de Villazón

Melissa Vega y Bruno Hernández

Santiago Rodríguez Hernández y Karina Hernández Ortegón

Allan Molina González y Claudina González

María Elena Achurra y Bernardo Martínez Achurra

Matías Sosa Castillo y Odette Castillo Patrón

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Carlos Sáenz Castillo y Karem Achach Ramírez

CORRER

P A R A AY U D A R

Ángela Uranga y Marijo Turriza

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Luis Payán

n el marco del 10° Aniversario del CRIT Yucatán, se realizó la séptima Carrera Teletón Fundación Bepensa a beneficio de las niñas, niños y jóvenes con discapacidad el pasado domingo 29 de septiembre. Las y los inscritos, sin excepción alguna, recibieron su medalla de participación del evento, el cual se dividió en diferentes categorías como patinaje sobre ruedas, cinco y 10 kilómetros respectivamente.

Salida de los competidores

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Reina Domínguez y Rafael Baquedano

Fabiola Perdomo y Melisa Tun Perera

Lucía Fernández Montilla Herrera, Antonio Guilbot, Gael Cruz y Elías Ganem (segunda fila); Ana Elia García, Bernardo García, Victor Kuri, Ana Victoria Kuri, Ana Sofía Kuri

Jorge Renán Rodríguez y Leonor Delgado R. León

Irma Herrera y Nieve Solís

Santiago Marfil Herrera y Liliana Canul Cadena

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Fernanda Lavalle y Víctor Cardoso

Aaron Castillo y Janette Fleites

Arturo Carrillo y Antonio Buenfil

Richard Cruz y Pedro Cruz

Ivan Palma y Bertha Matos

Erica Enríquez, Mónica Razo y el doctor Emmanuel Dondé

Rosy López, Jimena Herrera y Mauricio Herrera

Ximena Zapata y Michelle Vera

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Carminia Medina, Yamily Medina y Lydia Cárdenas

Regina Castilla Ponce, Adelina Ríos Hernández y Lucía Cervera G. Cantón