Donato Alberto Calliera
¡AY, LOS ECONOMISTAS! -Son como algunos dioses: siempre exigen sacrificios humanos. -Cuando arrojan desde una torre dos objetos, indefectiblemente el más pesado cae sobre el más pobre. -Tienen todas las soluciones…hasta que los nombran ministro. -Hacen lo mismo que los cirujanos: Experimentan los errores en carne ajena. -A veces hacen verdaderos milagros. Uno me aconsejó sembrar soja y coseché una hipoteca. -(Un experto le recomienda a un amigo) Ojo, no tirés manteca al techo”. “¡Pero qué voy a tirar – le responde el otro - si no tengo manteca ni techo”! LA GUERRA QUE GANO WALT DISNEY Era natural que la jovencita quedara fascinada con Disneyworld. Y también que se llevara de recuerdo una muñeca de paño de Minnie. En casa, su abuelo Ho Minh miró la etiqueta:”Made in Vietnam”. Entonces volvió a escuchar las bombas, a sentir el olor a carne humana quemada y el tartamudeo amenazador de los helicópteros desde los cuales descendía la muerte. Hasta le pareció ver el resplandor de su aldea en llamas. Y el humo. -¿Estás llorando, abuelo? -No…debe ser el…el humo. -¿Qué humo? Yo no veo nada. -Es que…son cosas de viejo. Ve a jugar con tu muñeca. FRASE CÉLEBRES. -Les hablé con el corazón y me respondieron con el estómago. -El que depositó pesos recibirá pesos, y el que depositó dólares recibirá…el pésame.
LOS INMORTALES (El extraño bar de don Quijote y Sancho Panza) (De los curiosos encuentros que nos depara el destino) -Señor, en la mesa que está junto al ventanal, hay una persona que desea hablar con usted. -Ay, Sancho, temo que sea un inspector municipal. -No creo. Es muy educado y amable. Debe ser un intelectual jubilado, algo así. -Con mucho recelo va al encuentro del desconocido que le dice. -Perdone mi ignorancia y mi deleznable visión pero …¿ estoy en presencia de don Alonso Quijano, el Caballero de la triste figura? -Así es señor. Si desea usted un autógrafo o sacarme una fotografía con e celular… Apoyándose en su bastón el hombre se incorpora. -Permítame el honor y el privilegio de estrechar su mano. -Claro, claro…¿y con quién tengo el gusto de hablar? -Dicen que soy Jorge Luis Borges, aunque yo mismo no lo sé con certeza. -Ahhh,,, son inescrutables los avatares del destino, porque mire el libro que he traído:Don Quijote de la Mancha. ¿Es posible una conjunción así en el infinito universo? ¿Que la suerte que me ha sido tan mezquina hoy esté de mi lado? -Bueno, sucesos más extraños me han acontecido. En fin, vamos al grano. -¿Desea servirse algo? -Me encantaría celebrar este milagroso encuentro con una copita de ginebra.
-Tantos años de permanencia en Suiza me convirtieron en un ferviente devoto de ese delicioso néctar tan popular entre los paisanos de la pampa argentina. -¡Sancho, trae dos copas de ginebra! -Esta bebida alivia algo esa “máquina doliente llamada cuerpo”, mejor dicho alma. A veces me asalta la mala costumbre de citarme a mí mismo. -Sancho, este caballero es nada menos que don Jorge Luis Borges. Habrás oído de él. -Bueno…había un futbolista… -¡No, ignorante. Perdónelo usted don Jorge Luis, pero este pelmazo jamás ha leído un libro en su vida. -Con todo respeto señor, yo creo que leer mucho es malo para la salud física y mental. A usted los libros lo dejaron loco y a su amigo ciego. -Borges celebró la ocurrencia con una larga sonrisa. -Eres un mal educado más bruto que tu borrego. -No, no tanto. Yo diría que es un escudero bastante tosco y vulgar, pero con mucho sentido común. -Al rato Borges se esfumó como una sombra en la noche. -Sancho levantó el grueso fajo de billetes que estaba sobre la mesa. -Qué generosidad…qué…¿Qué son estos papeles, por Dios? ¡Australes, Pesos Ley…Bonos! ¡Ay, ay, ya no se puede confiar en nadie, señor. -No seas mal pensado Sancho. Recuerda que el hombre está casi ciego. No debe haberse dado cuenta. “Ojos que no ven, bolsillos que no sufren” acotó Sancho filosóficamente. FIN
FIAT MINIMUS 3 -A pesar de las amenazas gritó: ¡Viva la palabra! Y de inmediato fue ejecutado por orden de la cruel Dictadura de la Imagen. -Dios PENSÓ “Hágase la luz” pero las tinieblas persistieron. Luego DIJO “Hágase la luz” y la luz fue. -“Permiso, perdón, por favor, gracias…¿dónde están que no se las ve por ninguna parte? -En el Cementerio de las Palabras. -Nació, voló, picó, chupó, y antes de morir envenenado, el mosquito exclamó “¡las armas químicas están prohibidas!” -Cuando aquél hombre observó consternado que su sombra tenía forma de mujer, recién aceptó su homosexualidad. -¡Te tengo entre mis manos, jamás podrás escapar! -Es cierto…pero yo soy tu amo –le respondió el celular al usuario. -Si no despiertas nunca sabrás que estabas dormido. -¿Por qué no me obedeces como las otras? -Porque no me agrada que me conduzcan con un palo en la mano –le respondió la Oveja Negra al pastor. -Cuando los Poderosos enloquecen, estar cuerdo es una locura. (Donato Alberto Calliera)
PENSAMIENTOS -Cada día se empieza a ser viejo desde más joven. -La PC del rico tiene virus, la del pobre dengue. -El hombre es un animal digital. -Ser analógico o ser digital, ese es el dilema. -Si los Poderosos se miraran detenidamente al espejo descubrirían cual es su peor enemigo. -Cuidado: Burlarse por twiter de un gobierno autoritario puede ser un twitericidio. -El que camina hacia delante mirando hacia atrás, no avanza, retrocede. -En twiter algunos te siguen y otros te persiguen.
-Que tengas las riendas del caballo no significa que el caballo te pertenezca. -A veces aplaudir es mentir con las manos. -A los Poderosos los enfurece más la indiferencia que la desobediencia. -(Copla):Twiteando, twiteando, las penas voy olvidando. -Los Poderosos les temen más al humorista que al terrorista. -Para los Poderosos la única verdad no es la realidad, sino SU realidad. -(Copla) Sin amores y sin amigos, twiteo conmigo mismo. -Cuando los Poderosos chocan contra la realidad, culpan a la realidad. -(Copla) No twiteo por twitear, ni por estar a la moda. Yo lo hago nada más, pa´que la soledad no me joda. -(Copla) En la punta de aquél cerro, suspiraba un ketupí, y en el suspiro decía, nunca me hicieron retwuit.
PRIMAVERA ON LINE Amanece entre arrullos de ringtones. Bandadas de mensajes de texto cruzan a toda velocidad el ciberespacio. Una pareja de enamorados en el parque. Ella mira tiernamente la pantalla de su Blackberry al tiempo que él desliza el dedo sobre la tablet. Han florecido nuevas imágenes en facebook y románticos poemas desbordan los 140 caracteres de tweeter. Frases de amor susurran los buzones de voz en los celulares mientras millones de manos sobrevuelan como mariposas los teclados de las computadoras. WhatsApp arde. Las notebooks desfallecen, agotadas. De pronto el sistema se satura y cae. Ahora todos están atrapados, impotentes en las redes de la web. Y por un instante eterno permanece en suspenso la primavera on line.
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