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Fundado el 14 de Septiembre de 1962
Sádado 7 de Octubre de 2017
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Por Enrique Ramírez Capello eramirezcapello@gmail.com
Mateo 21, 33 - 46
Mi paz les doy
SOY SEGUIDOR DE VARGAS LLOSA
«Chile se prepara para recibir, al papa Francisco» Nuestra Señora del Rosario, ayúdanos a ser buenos hijos
H
ermanos y hermanas les saludo en la paz y en el amor de Jesús y de María Virgen y madre Inmaculada desde su concepción. «Si a la vida». Celebramos el vigésimo séptimo domingo del tiempo de la Iglesia, hoy a Nuestra Señora del Rosario, el miércoles celebramos a San Juan XXIII y el jueves a Nuestra Señora del Pilar. En esta época del año, los viñedos empiezan a dar sus primeros brotes, y nuevamente este domingo el evangelio nos muestra la imagen de la viña y sus frutos. El propietario es Dios;la niña es Israel,el pueblo elegido,y sus líderes y arrendatarios; los siervos enviados por el propietario son los profetas el hijo del propietario que es muerto por los arrendatarios es Jesús; y el otro pueblo al que el propietario confiara la viña son los pagarios, con quienes nacerá la iglesia, en nuevo pueblo de Dios. El propietario al plantar su viña la ha dotado de todo lo necesario para protegerla y para que sea productiva. Lo que interesa al propietario es que la viña produzca frutos y por eso la entrega en arriendo a unos labradores, cuya tarea no es la de ser guardianes de la viña, de eso ya se ha preocupado el propietario, sino cultivarla y hacerla producir. La tarea de los labradores es la de producir los frutos que espera el propietario y entregárselos a Él, que es el dueño de la viña y de sus frutos. Es el lenguaje de una historia de amor, del amor de Dios por su pueblo al cual le confié todos sus dones para que produzca frutos en bien de toda la humanidad. Es la historia de un amor confiado, que atraviesa por desilusiones pero permanece, con una perseverancia sufrida, en su proyecto de que la viña de sus frutos, los frutos del amor de Dios: misericordia, justicia, fraternidad, perdón, paz. Porque el propietario, Dios, lo que le importa son los frutos de su viña, está dispuesto a todo para hacerla fructificar y para recibir dichos frutos. Envía a sus servidores a recogerlos, pero su proyecto se ve frustrado. Envía con ilusión y esperanza a su hijo. Jesucristo. El hijo entregado, expulsado de la viña y asesinado fuera de ella por quienes se apropien de lo que pertenece a Dios, es el sello definitivo del amor de Dios por su pueblo y que marca el destino futuro de este pueblo en su vida entregada. En Jesucristo, el padre confía su viña a la Iglesia. La iglesia católica como pueblo de Dios, y cada cristiano en particular, está llamado a dar el fruto de Dios para este mundo. Deseo a todos Uds. una semana plena del amor de Dios y de la santísima Virgen María. Con Cristo todo, sin Cristo nada, que viva María Inmaculada que viva por siempre en nuestros corazones. ¡Que viva Cristo rey! Que Dios uno y trino y María Virgen y Madre Inmaculada les bendigan Bendición para toda la familia.
L
o conocí en 1969 en el auditorio de Medicina del hospital José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile, en el popular barrio Independencia. Era Mario Vargas Llosa, el escritor peruano, uno de los principales invitados al Congreso Latinoamericano de Escritores, con sede en Chile. Me deslumbró con el juego de sus metáforas, el arte de su prosa. Y, en lo esencial, el carácter de su conversación, que siempre me apasiona. Llegué allí por la pauta de Luis Sánchez Latorre, entonces mi jefe y organizador del Congreso. Todos aplaudíamos a Vargas Llosa. Habíamos leído sus primeras obras, con entusiasmo y admiración. Armé una crónica con armonía e independencia, que días después le mostré al autor peruano. Le agradó. Desde entonces me convertí en uno de sus apóstoles. Hasta hoy. Como la mayoría de los escritores del boom latinoamericano, fue seguidor de la revolución cubana. Muy cercano a Fidel Castro. Pero cuando el barbudo líder acentuó su afinidad con el comunismo,Vargas Llosa se desencantó y se alejó. Eso le trajo desencuentros con Gabriel García Márquez, de quien había sido muy amigo. Y la anécdota recuerda otros episodios, con puñetazos incluidos. Vargas Llosa tomó posiciones vecinas del liberalismo económico. Hoy critica severamente al populismo. «El populismo tiene una muy antigua tradición, aunque nunca alcanza la magnitud que ostenta hoy en el mundo. Una de las dificultades mayores para convertirlos es que apela a los instintos más acendrados en los seres humanos, el espíritu tribal, la desconfianza y el miedo al otro, al que es de raza, lengua o religión distinta, la xenofobia. El patrioterismo, la ignorancia. Por eso prende tan fácilmente en sociedades que experimenta cualquier crisis situación imprevista. Como ocurrió en Europa hace treinta años, cuando el fascismo y el nazismo conquistaron a grandes masas, que aturdidas y fanatizadas por las ideologías nacionalistas y racistas de caudillos estentóreos y carismáticos como Mussolini y Hitler, precipitaron un cataclismo que causó treinta millones de muertos y dejó al Viejo Mundo descastado».