64 Morfología
4.2 Morfemas Como se ha mencionado, de acuerdo con la RAE-ASALE (2019a), los morfemas son las unidades mínimas aislables en el análisis morfológico. En esta sección se considerarán diferentes formas de categorizarlos.
4.2.1 Tipos de morfemas: raíces y afijos. Las palabras se componen de raíces y afijos. Las raíces contienen la información central de la palabra, es decir, tienen una carga mayor de significado léxico. La mayoría de las raíces son verbales o nominales. Las verbales son aquellas que hacen referencia a acciones, por ejemplo, la raíz habl en la palabra hablé. Las nominales son las que hacen referencia a entidades, por ejemplo, gat en la palabra gato. Por otro lado, están los afijos que son los morfemas que tienen una carga de significado menor, es decir, añaden detalles de información como -é (que indica persona, número y tiempo del sujeto) en la palabra hablé y -o (que indica género) en la palabra gato. Existen diferentes tipos de afijos: prefijos, sufijos, infijos y suprafijos. Estos toman un nombre específico según su posición con respecto a la raíz, como se muestra a continuación. La palabra contienen incluye una raíz tien (que tiene la forma ten en otros contextos, como en la palabra contener); un prefijo con-; un sufijo -e (que indica la conjugación); y un sufijo -n (que indica la persona y número del sujeto). Los prefijos van antes de la raíz y los sufijos van después de la raíz.⁸ Los infijos se insertan dentro de la raíz misma. Estos son menos comunes que los prefijos y sufijos. Un buen ejemplo de un infijo es el morfema -a- del seri que se inserta entre dos consonantes en una raíz como hast ‘piedra’ para dar un efecto retórico: hasàt (has-a-t) ‘piedra (¡ah!)’. Ciertos verbos en seri también utilizan un infijo como parte de la formación del plural; compárense taaspoj ‘escribía’ y tatoosiploj ‘escribían’, donde -toose inserta en medio de la raíz aasipl. (Este ejemplo presenta otras complejidades que no se explican en este trabajo).⁹ Un suprafijo puede ser un tono u otro rasgo suprasegmental, como la nasalización, que va más allá de un cambio de consonantes o vocales en los morfemas. Por convención, normalmente se utiliza un guion después de un prefijo cuando se menciona en un trabajo descriptivo, por ejemplo, los prefijos re- y con-; se utiliza un guion antes de un sufijo, por ejemplo, -it, -o; y se utiliza un guion antes y otro después de un infijo, como -too- en seri. No hay una convención establecida para indicar una raíz, ya sea ligada o libre. (Ver § 4.2.2). En algunos casos, un significado puede ser representado por la ausencia de material lingüístico. En algunos casos, es correcto decir que cierto significado (tiempo presente, tercera persona, etc.) no tiene representación morfológica. ⁸Un prefijo o un sufijo no tienen que estar directamente ligados a la raíz, sino que aparecen antes o después de esta en la misma palabra. En la palabra habl-á-ra-mos, -á y -ra son sufijos; no se considerarían infijos. ⁹La RAE-ASALE (2010:8) presenta el infijo -it- que se presenta en ejemplos como Carlitos; es idéntico en forma y significado al sufijo que aparece en la palabra bon-it-o-s (después de la raíz y antes del sufijo de género). El ejemplo que se da en DEM (2010:146) para ilustrar un infijo (bajo el término afijo) es hijito. Sin embargo, este ejemplo es problemático dado que muchos lingüistas consideran que la palabra hijo es bimorfémica (raíz hij, sufijo -o). En este caso, el morfema -it no se intercala en la raíz y no es un infijo. El ejemplo dado en RAE-ASALE (2011), azuquítar, es mejor porque se intercala en la raíz azúcar.