Este año se conmemoran los 80 años de la creación de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría filial Pichincha (SEPP), cuya misión principal ha sido, desde sus inicios, velar por la salud y el bienestar integral de los niños y adolescentes.
Esta celebración es una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún persisten en el campo de la pediatría. Hacemos un reconocimiento a su primer presidente el Dr. Carlos Andrade Marín y a las directivas que han promovido la misión de la SEPP hasta el momento.
Ha sido un trabajo arduo centrándose en crear alianzas más fuertes con el Ministerio de Salud Pública para mejorar los sistemas de atención primaria y avanzar en la prevención de enfermedades inmunoprevenibles como estimular el cambio de vacuna de neumococo de 13 serotipos y contra difteria, tétanos y tosferina para embarazadas, hemos intervenido también en foros para la mejora de los estándares de nutrición y desarrollo infantil.
La conmemoración incluye una serie de actividades académicas, encuentros científicos, congresos magnos con afluencia de médicos de todo el país, homenajes a profesionales que han dedicado su vida al cuidado de la niñez.
A través de redes sociales se han desarrollado campañas de
sensibilización y vacunación dirigidas a la comunidad, recordando la importancia de la medicina preventiva y del acceso equitativo a servicios de salud de calidad. Este aniversario invita a renovar el compromiso con la infancia, reafirmando que la salud de los niños es una prioridad que requiere el esfuerzo conjunto de profesionales, familias y autoridades.
Queremos ser un referente ético y científico en el ámbito de la salud infantil guiando nuestras acciones por el principio fundamental de proteger y promover los derechos de todos los niños a crecer sanos, seguros y con oportunidades para desarrollar su máximo potencial.
Una cardiopatía congénita (CC) es un problema estructural del corazón que se desarrolla durante el embarazo. Aproximadamente uno de cada 100 bebés nace con esta anomalía. Existen muchos tipos de cardiopatías congénitas, desde las más simples hasta las más complejas, la mayoría se diagnostican y tratan en la infancia temprana.
En Ecuador las cardiopatías congénitas son la cuarta causa de mortalidad infantil en niños menores de un año. Siendo la mayor parte de estas muertes prevenibles, con un adecuado diagnóstico y tratamiento temprano por médicos especialistas.
Los síntomas de las cardiopatías congénitas en bebés y niños incluyen:
1. Cianosis (coloración azulada de la piel, uñas y labios)
2. Dificultad respiratoria
3. Alimentación deficiente
4. Mala ganancia de peso
5. Infecciones pulmonares recurrentes
6. Menor capacidad para hacer ejercicio o jugar activamente en comparación con otros niños
En algunos casos las Cardiopatías Congénitas se detectan antes del nacimiento mediante una ecografía fetal en los controles de rutina del embarazo. Los casos más graves generalmente se manifiestan poco después del nacimiento y por el contrario, los casos menos graves es posible que no se detecten hasta que el niño sea mayor. Otros casos se revelan tras la detección de un soplo cardíaco o ruidos anormales del corazón en los controles con pediatría.
Dependiendo de los síntomas, el médico podría solicitar una o más de las siguientes pruebas para diagnosticar o complementar el diagnóstico:
- Electrocardiograma
- Ecocardiograma (ecografía cardíaca)
- Radiografía de tórax
- Resonancia magnética cardíaca (RM) o tomografía computarizada (TC)
- Cateterismo cardíaco
- Análisis de sangre para análisis genético
Si a su hijo le han diagnosticado una anomalía cromosómica u otra anomalía genética, la asesoría genética es útil para determinar el riesgo de cardiopatías para sus futuros hijos.
El tratamiento se basa en el tipo específico de cardiopatía que tenga su hijo y su gravedad. Algunas cardiopatías leves no requieren tratamiento. Otras pueden tratarse con medicamentos, procedimientos intervencionistas o cirugía.
En Ecuador, este tipo de procedimientos se realizan en instituciones de 3er nivel, tanto a nivel público como privado.
Algunas de las cardiopatías congénitas (CC) más comunes que tratamos incluyen:
- Comunicación interauricular (CIA)
- Defecto del canal auriculoventricular
- Comunicación interventricular (CIV)
- Transposición de las grandes arterias (TGA)
- Coartación de la aorta
- Tetralogía de Fallot
Si sospecha que su hijo o un familiar pudiera tener una enfermedad cardíaca, es fundamental acudir a su pediatra de confianza para una valoración inicial. De ser necesario será remitido a un cardiólogo pediatra para un diagnóstico preciso. La atención especializada es clave para la salud cardiovascular infantil
Es fundamental recordar que el diagnóstico y tratamiento oportunos de estas condiciones pueden mejorar significativamente el pronóstico y aumentar las posibilidades de recuperación.
Dr. Mario Rubio Neira Cardiólogo Pediatra
Control de Esfínteres
El control de esfínteres, o aprendizaje de “ir al baño”, es el proceso mediante el cual se enseña a los niños a controlar la vejiga y el intestino.
La maduración y adquisición de habilidades en los niños son procesos que se desarrollan en un rango de tiempo variable. Por esta razón, es más conveniente evaluar los signos de preparación del niño en lugar de basarse únicamente en su edad cronológica. Se considera que entre los 2 y 3 años de edad es el momento más apropiado para iniciar este aprendizaje. Algunos niños pueden demorar hasta los 4 o 5 años. Si este límite se supera, es recomendable buscar ayuda profesional.
¿Cuándo debo iniciar el control de esfínteres?
Los niños estarán listos cuando hayan desarrollado una serie de habilidades físicas y cognitivas:
Caminar sin ayuda.
Poder vestirse y desvestirse.
• Seguir instrucciones simples.
• Contar con un lenguaje básico para comunicar el deseo de evacuar.
Poder imitar conductas.
¿Qué hacer para que mi hijo controle los esfínteres?
Obtenga una vasenilla que se adapte bien al tamaño del niño y a la que pueda acceder de manera independiente. La transición al inodoro se recomienda una vez que se logre el control de esfínteres.
Elija un vocabulario simple, por ejemplo: pipí, baño.
Evite usar palabras con connotación negativa como: sucio, malo.
• Invite al niño a hacer pipí cuando su lenguaje corporal indique que tiene ganas (cruza las piernas, se sujeta el
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• Establezca una rutina, invitando al niño a orinar cada 3 a 4 horas y a evacuar después de una de las comidas principales. Elija ropa cómoda que el niño pueda retirarse con facilidad.
• Aliente el esfuerzo de su hijo con besos, abrazos y palabras de felicitación, esto afianzará el proceso.
¿En cuánto tiempo se controlan los esfínteres?
• El tiempo estimado para completar el aprendizaje es de 3 a 6 meses. No es un proceso lineal, habrá avances y retrocesos.
Mantenga el uso de pañales habituales hasta que su hijo se mantenga seco durante el día por lapsos de 3 a 4 horas. Ese es el momento adecuado para cambiar a ropa interior de algodón.
¿Qué no debo hacer durante el entrenamiento?
• No se apresure, se desaconseja iniciar el proceso antes de los 18 meses. No obligue ni presione al niño a controlar los esfínteres.
• Evite iniciar el entrenamiento durante momentos de cambio en la vida del niño: la llegada de un nuevo hermano, cambio de casa, separación de padres o inicio de guardería.
• No es recomendable establecer un sistema de premio y castigo, y mucho menos avergonzar al niño en caso de escapes o accidentes.
Recuerde el tiempo estimado que llevará el entrenamiento. Intentar apresurar el proceso (por ejemplo, un fin de semana) es contraproducente y puede llevar a alteraciones del vaciamiento vesical.
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Anemia en la infancia
La anemia es una condición de la sangre caracterizada por una disminución en el número de glóbulos rojos o por una cantidad insuficiente de hemoglobina. La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y es responsable de transportar el oxígeno desde los pulmones hacia los tejidos del cuerpo.
Existen diversas causas de anemia, la más frecuente en la población pediátrica es la DEFICIENCIA DE HIERRO, también conocida como anemia ferropénica. Los síntomas principales de la anemia son: palidez, cansancio, sueño excesivo, poca tolerancia al ejercicio, cefalea e irritabilidad, los mismos que afectan el desarrollo y crecimiento del niño.
El principal examen para diagnosticar anemia es una biometría hemática.
Durante el control del niño sano, el pediatra indica el tamizaje de anemia con biometría hemática a partir los 12 meses de edad. Sin embargo, puede solicitar el examen antes del año de edad en algunos pacientes con factores de riesgo, como a los prematuros, gemelos, niños que enfermaron gravemente
al nacer, o hijos de madres con anemia en el último trimestre de embarazo.
El hierro profiláctico, utilizado para disminuir el riesgo de anemia, se administra a partir de los 6 meses en niños sanos y desde los 4 meses en casos de prematuros.
Cuando una anemia por deficiencia de hierro no mejora con la ingesta de este mineral y una dieta adecuada, es necesario descartar otras causas subyacentes.
Existen factores que disminuyen el riesgo de anemia. Asegurar el aporte de hierro durante el embarazo permite que el recién nacido cuente con depósitos adecuados. Promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida también reduce el riesgo de anemia. Además, iniciar la alimentación complementaria a partir de los 6 meses con alimentos ricos en hierro de alta biodisponibilidad es fundamental.
Una dieta equilibrada es la mejor forma de prevenir la anemia ferropénica. Los alimentos ricos en hierro incluyen carnes, vegetales, legumbres, vísceras como el hígado, huevo, lentejas, garbanzos y cereales como la quinua o el amaranto. El consumo de cítricos favorece la absorción de hierro. Se aconseja evitar el consumo excesivo de leche especialmente en niños preescolares, así como el té y café, ya que interfieren con la absorción de este mineral.
Dra. Isabel Jaramillo Especialista en Pediatría. Subespecialista en el Área de Hematología y Oncología Pediátrica
Prevención de Infección de Virus Respiratorio Sincitial
El Virus sincitial respiratorio (VSR) en un virus altamente prevalente en niños pequeños, casi todos los niños han contraído esta infección antes de los 2 años de edad. A nivel global, las tasas anuales de infección alcanzan los 64 millones, con una mortalidad de 160,000 casos. Entre el 25 y 40% de los niños infectados presentan afectación de las vías respiratorias inferiores. La alta transmisión del virus se da con un período de incubación de 4 a 5 días y períodos prolongados de eliminación.
En Ecuador, en el 2024 hasta la SE 52 el agente etiológico predominante en la mayoría de las provincias es el VSR con el 31.35%, seguido de SARS-CoV-2 con el 19.95% y la Influenza B representa el 13.83%.
Debido a esta alta estacionalidad y complicaciones en todos los niños con énfasis en pacientes con comorbilidades, existen al momento tres opciones para prevención del VRS. El uso de vacunación y dos anticuerpos monoclonales a los que nos referiremos.
Nirsevimab
Nirsevimab es un anticuerpo monoclonal aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) el 03 de noviembre de 2022, por el Comité de Vacunación e Inmunización del Reino Unido
(JCVI) el 07 de junio de 2023, por la FDA el 17 de julio de 2023, y por el Instituto de Salud Pública en Chile el 28 de diciembre de 2023.
En España en la temporada 2023-2024, los datos de efectividad e impacto demuestran una reducción del 75% en los ingresos por enfermedad debida al VRS en menores de 12 meses, habiéndose evitado unas 10mil hospitalizaciones.
En Chile se observó a nivel nacional que la cantidad de hospitalizaciones semanales acumuladas del 2024 fue significativamente menor a la de años anteriores en la población que recibió nirsevimab.
Palivizumab
Palivizumab, es otro anticuerpo monoclonal.
Diversos estudios han demostrado el beneficio costoefectivo del uso profiláctico del palivizumab en salud pública.
En estudios realizados en niños con cardiopatía congénita hemodinámicamente significativa (CCHS) a los que se les administró Palivizumab hasta los 24 meses de vida, se observó una disminución del riesgo de hospitalización por VSR del 44%.
También hay un beneficio importante en pacientes prematuros, con displasia broncopulmonar, malformaciones congénitas del sistema circulatorio entre las principales.
Vacuna en gestantes
Esta es una vacuna bivalente recombinante estabilizada que contiene la proteína de prefusión F y es la única disponible para la población de riesgo, según las recomendaciones del Advisory Committee on Immunization Practices de Estados Unidos en 2023. Se ha documentado una eficacia promedio del 51.3% (29.466.8%) contra las atenciones por infección respiratoria baja por VSR y del 56.8% (10.1-80.7%) en las hospitalizaciones por la misma causa. En términos de costo-efectividad, la vacuna ha demostrado ser una estrategia relevante y beneficiosa.
El uso de la vacuna contra VSR en embarazos subsecuentes debe ser estudiado, ya que no hay suficientes datos para recomendarla o evaluar su eficacia en dosis repetidas.
No existen estudios comparativos entre anticuerpos monoclonales y vacunación materna.
RECOMENDACIONES GENERALES:
La prevención de la infección por VRS debe ser una de las prioridades en los grupos etarios más afectados, considerando tanto el costo humano como económico.
Dada la disponibilidad de medicamentos biológicos y la evidencia proveniente de países vecinos (Chile, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay, México, Paraguay, etc.), los cuales han implementado diversas estrategias para la prevención de la infección por VRS durante varios años, se insta a los gobiernos a analizar la implementación de estrategias actualizadas de control de la enfermedad. Estas estrategias deben incluir la inmunización durante el embarazo o el uso de biológicos monoclonales en recién nacidos, según los criterios presentados, ya sea como estrategias únicas o combinadas.
Los datos locales y regionales confirman la necesidad urgente de estrategias de prevención, así como de un plan de comunicación que incluya a la comunidad, a los profesionales de la salud y especialmente a las embarazadas y madres jóvenes.
Encuéntralo en las principales farmacias del país
Dra. Joanna Acebo Arcentales Infectóloga Pediatra. - Dra. Verónica Guzmán Pezantes Neonatóloga. - Dr. Geovanny F Pérez Estrella Neumólogo pediatra.Dr. Mario Rubio Neira Cardiólogo pediatra.