Mensaje del EELA a los hermanos Latinoamericanos

Verdaderamente ha RESUCITADO el Señor Mensaje a la Familia de EMM que peregrina en América Latina

MUY AMADA FAMILIA DE EMM

Amanece un nuevo día y se ha reforzado nuestra esperanza con la alegre noticia del Señor Resucitado.

En la Vigilia Pascual del Ciclo A que hemos proclamado escuchamos el mensaje que el Ángel nos daba mientras buscamos al Señor: “no teman”, pero fue luego el mismo Cristo el que dijo a las mujeres: “no tengan miedo”.

Las sombras de muerte, el dolor, la soledad, el encierro, la falta de comunicación, la misma muerte... no nos pueden separar del gran amor que Dios nos tiene.

Hoy y siempre encendamos la luz de la fe, manifestada en un signo externo, la vela encendida en el hogar mientras hacemos oración.

Mantengamos el diálogo como una prioridad en nuestras vidas involucrando ahora a los hijos.

Ahora, más que nunca, es necesario escuchar con el corazón los sentimientos de aquellos a quienes amamos. Orar por los que están en una situación muy grave y por aquellos que ven mermar el pan de cada y no hay casi nada en la despensa.

Ante todos los gritos de las familias que sufren, volvamos la mirada a la Sagrada Escritura, cuando Dios llama a Moisés y le dice: “he escuchado los gritos de mi pueblo...”

Nosotros también escuchamos con el corazón y sanamos con la ternura y afecto de nuestro amor, al hermano que busca la luz en medio de la oscuridad.

Aquel que no perdonó a su Hijo, pero supo dispensar la muerte de Isaac, el que creó el mundo y cuando contiene, no nos va a abandonar al poder de la muerte, porque ha enviado a su Hijo único para darnos la salvación.

Tengamos fe y dejemos el miedo.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO EN ESSTE MOMENTO DE PUREBA Oh María, tu resplandeces siempre en nuestro camino como un signo de esperanza.

Nosotros confiamos en ti, salud de los enfermos, que junto a la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del divino Amor, a confiarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.

No desoigas nuestras súplicas que estamos en la prueba, y libéranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.

Somos todos un alma, somos un corazón y la luz de las almas testi− monio será de que somos cristianos de verdad.

SIN MIEDOS

CON AMOR

EN FAMILIA

Muy amados:

Amigos muy queridos:

Amada familia que peregrina en América Latina

El Señor cuida de la hierba que nace hoy y luego se seca.

Cuida de las aves del campo que no siembran... ¿Cuánto más cuida de nosotros el Señor por quienes ha pagado un precio de Sangre?.

Animémonos mutuamente con palabras edificantes.

Y digamos con el cantante: “Ya no hay miedo, ya no hay muerte, ya no hay pena que llorar...

Porque Cristo sigue vivo.

La esperanza abierta está.

Hemos escuchado en estos días: La señal por la que el mundo distingue a los Cristianos es el AMOR. Recordemos que:

“El amor lo puede todo, lo alcanza todo, lo comprende todo, Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta...”

¡Aleluya, Aleluya! es la fiesta del Señor. ¡Aleluya, Aleluya! el Señor RESUCITÓ. https://www.youtube.com/ watch?v=T54AfjBIZW4

I de Corintios 13

Es por todos conocido el lugar donde Jesús procuraba una vivencia de familia...

Betania, en la casa de Martha, María y Lázaro y lo que significaba el amor de familia de estos amigos verdaderos donde podía reclinar su cabeza.

En estos días procuremos vivir como la familia Latinoamericana que somos.

Ya sea unidos en la oración, en el Facebook, en el Whatsaap, el teléfono o como se pueda.

Pero seamos FAMILIA.

Somos TESTIGOS de la Resurrección Pongamos en práctica nuestra fe Estos días han sido de muchas pruebas.

Hemos visto cómo en otros países los hermanos mueren y agonizan.

Pero también hemos visto al personal de los hospitales, dando día a día la batalla contra este virus mortal.

Ellos son signo de esperanza, son signo de resurrección.

Queridos compañeros de ruta seamos testigos de la VIDA NUEVA EN CRISTO, amándonos, comprendiendo, escuchando con todo nuestro ser a Cristo Vivo, que nos pide SER TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN. Nuestro abrazo a cada miembro de EMM que peregrina en Latinoamérica.

Fortaleza para todos los servidores de los EEN, (léase: matrimonios, sacerdotes).

Que la Sagrada Familia nos proteja, nos libre de todo mal y nos conceda la alegría de la vida nueva en Cristo Resucitado.

Les amamos con todo el corazón.

Tomemos nuestra cruz de cada día y sigamos al Señor.

José Antonio, María Elena, P. Arturo.

EELA