La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe • 2018
Capítulo I
La IED es siempre el componente más estable de los flujos de capital, y esto puede apreciarse también en la evolución que han tenido las entradas de capital transfronterizas en la región durante los últimos años (véase el gráfico I.7). La inversión de cartera, que se redujo a menos de la mitad cuando se generalizó una salida de capitales de los mercados emergentes en 2015, ha vuelto a subir: en 2017 se situó en 87.638 millones de dólares, de los cuales casi la mitad corresponden a ingresos en la Argentina. Gráfico I.7 América Latina y el Caribe: entradas de capital transfronterizas, 2010-2017 (En miles de millones de dólares) 250 200 150 100 50 0 -50
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
Ingresos de inversión extranjera directa Ingresos de inversión de cartera Ingresos de otros tipos de inversión
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras preliminares y estimaciones oficiales al 6 de junio de 2018.
Los otros tipos de inversión (principalmente préstamos bancarios) también disminuyeron notablemente en 2015. Sin embargo, estos no se han recuperado en los dos últimos años, sino que han pasado a ser levemente negativos, con grandes variaciones entre los países: en México, Panamá, la República Dominicana, el Perú, Colombia y el Brasil hubo flujos negativos, que contrarrestaron las entradas positivas en Chile y la Argentina, por citar solo a las mayores economías. A la hora de explicar la tendencia de medio plazo de los flujos de capital hacia la región conviene también recordar que la República Bolivariana de Venezuela no ha reportado cifras desde mediados de 2015. Este país era un importante receptor de inversiones, sobre todo de otros tipos (un promedio de 6.532 millones de dólares entre 2010 y 2015) y de IED (un promedio de 2.945 millones en el mismo período). Los flujos de IED se dividen en tres componentes: el capital, la reinversión de utilidades y los préstamos entre compañías, que son créditos entre las filiales y la casa matriz de una misma empresa y que las transnacionales usan rutinariamente para asignar capital. Estos préstamos entre compañías fueron los responsables de la caída de la IED en 2017 (véase el gráfico I.8). Las entradas de capital subieron modestamente (7%), y la reinversión de utilidades aumentó un 13%, motivada por el repunte de la rentabilidad tras años de caídas (véase la subsección siguiente). La caída de los préstamos entre compañías fue muy marcada en el Brasil: de 24.146 millones de dólares en 2016 a 11.547 millones en 2017. Este descenso estuvo fuertemente condicionado por la devolución de los préstamos que las empresas brasileñas habían recibido de sus propias filiales en el exterior. En 2017 dichas devoluciones aumentaron casi 10.000 millones de dólares, por la bajada de las tasas de interés en el Brasil y su subida en los Estados Unidos. En la nueva metodología, estos flujos se contabilizan entre la IED que llega al Brasil, pero no así en la anterior, de ahí la discrepancia entre ambas a la hora de contabilizar la IED de la región en 2017 (véase el recuadro I.2).
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