Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Diagrama I.1 América Latina y el Caribe en la economía mundial, 2015 Barreras al crecimiento mundial - Ausencia de reciprocidad entre países superavitarios y deficitarios - Falta de coordinación global - Contexto macroeconómico global con sesgo recesivo - Desequilibrios persistentes en las cuentas corrientes - Desacople del sector financiero de la economía real Estados Unidos
Unión Europea
China
Otras economías emergentes
Estructura de importaciones Estructura exportadora - Oferta poco diversificada - Bloqueo (lock-in) en una estructura especializada en recursos naturales y bienes de bajo contenido tecnológico - Débil inserción en cadenas de valor
- Diversificada - Intensiva en bienes de mayor contenido tecnológico - Insumos y bienes de capital
América Latina y el Caribe - Un trienio con la mayor caída de exportaciones e importaciones desde la Gran Depresión - Desplome del comercio intrarregional en América del Sur - Deterioro de los términos de intercambio de los exportadores de materias primas - Aumento del déficit comercial agregado - Depreciaciones cambiarias - Desaceleración del crecimiento o caída del producto interno bruto
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En el corto plazo, la estructura de la oferta exportadora restringe la capacidad de respuesta a las señales de precios generadas por las depreciaciones nominales que han tenido las monedas de muchos países de la región en los últimos meses. En una perspectiva de mediano plazo, esa fuerte dependencia de los envíos de materias primas dificulta el necesario cambio estructural hacia bienes y servicios más intensivos en tecnologías y conocimiento. Sin perjuicio de lo anterior, cabe señalar que los desafíos que enfrentan los países centroamericanos y México son distintos de los de los países exportadores de materias primas de América del Sur. Los países del primer grupo han logrado insertarse de manera relativamente exitosa en las redes internacionales de producción de manufacturas, en particular las vinculadas con el mercado estadounidense. En consecuencia, los principales desafíos para estos países son avanzar hacia la exportación de productos manufacturados de nivel tecnológico más alto y con un mayor valor agregado nacional, así como reducir su elevada dependencia del mercado estadounidense (especialmente en el caso de México). Del mismo modo, la mayoría de los países del Caribe presentan una fuerte dependencia de las exportaciones de servicios como el turismo. En este contexto mundial, América Latina y el Caribe se encuentra en una situación delicada. La desaceleración global del crecimiento se ha traducido en una caída de la demanda y de los precios de las materias primas exportadas por la región, principalmente el petróleo y los metales (véase el gráfico I.21). Al mismo tiempo, la débil recuperación de la zona del euro y la desaceleración de China han afectado negativamente los envíos a esos dos mercados. Por último, el bajo crecimiento del PIB regional se ha traducido en una drástica contracción del comercio intrarregional, excepto en Centroamérica.
Capítulo I
Durante el decenio del auge de las materias primas, la región –y en particular América del Sur- aumentó su dependencia de las exportaciones de productos primarios, que predominan especialmente en los envíos a Asia y la Unión Europea. Ese tipo de bienes registra una menor participación en las exportaciones a la propia región y a los Estados Unidos. Cabe notar que el menor peso de los bienes primarios en los envíos al mercado estadounidense se explica principalmente por las exportaciones industriales mexicanas: si se excluye este país, la participación de los productos básicos en el valor de las exportaciones regionales a los Estados Unidos en 2014 aumenta del 19% al 45% (véase el gráfico I.22).
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