Redistribuir el cuidado: el desafío de las políticas
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Cuadro III.4 COSTA RICA: TIEMPO EFECTIVO MEDIO DIARIO DEDICADO A CUIDADO, ACTIVIDADES DE SOPORTE Y TRABAJO REMUNERADO POR LA POBLACIÓN DE 12 AÑOS Y MÁS OCUPADA SEGÚN SEXO, 2004 (En minutos y porcentajes)
Actividades
Tiempo (en minutos por día) Mujeres
Hombres
Tiempo dedicado (en porcentajes) Mujeres
Hombres
Total
632
592
100,0
100,0
Trabajo remunerado
490
561
100,0
100,0
Cuidado directo y actividades de soporte no remuneradas
142
31
70,5
26,2
Tiempo dedicado solo al cuidado directo
11
13
7,0
10,5
Tiempo dedicado solo a actividades de soporte
69
11
44,0
12,5
Tiempo dedicado a ambas actividades en forma simultánea
62
7
19,5
3,2
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), Módulo uso del tiempo, 2004.
Se confirma también que las mujeres que trabajan de manera remunerada dedican poco tiempo en forma exclusiva al cuidado directo y que la mayor carga la tienen tanto en las actividades de soporte, como en estas realizadas conjuntamente con el cuidado directo. En el cuadro III.5 se muestra el tiempo medio que las mujeres ocupadas dedican al trabajo remunerado y al cuidado directo y las actividades de soporte según el tipo de personas dependientes presentes en el hogar. Como se aprecia, entre las mujeres que trabajan en forma remunerada las que más tiempo deben dedicar a las labores de cuidado directo y de soporte son las que forman parte de hogares con niños y niñas de 0 a 12 años (192 minutos), seguidas por las que integran hogares con niños y niñas de 0 a 6 años (166 minutos) o con niños y niñas de 0 a 12 años y además adultos mayores (163 minutos). Siguen en importancia los tiempos que dedican las mujeres de hogares donde solamente hay niños o niñas de 7 a 12 años (150 minutos) y, con niveles menores, de hogares donde solamente hay adultos mayores, y de hogares sin niños, niñas ni adultos mayores. En este último caso la dedicación a labores de cuidado directo por parte de las mujeres pone en evidencia la presencia en los hogares de personas con discapacidad no captadas en la encuesta o bien el hecho de que se brinda cuidado a miembros externos al hogar, así a personas autovalentes.