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ESPECIAL PECUARIO: Prolapso de vagina y útero

Es indudable que la inseminación artificial (IA) resulta ser el método más eficiente para lograr un mejoramiento genético de los hatos ganaderos en una forma más rápida y efectiva; sin embargo, en explotaciones de tipo extensivo y con índices reproductivos bajos como prevalecen en el trópico, su implementación en la generalidad de los casos resulta muy problemática y en ocasiones imposible (Madero, 2000). Se estima que menos del 5% de El prolapso de útero y de vagina no están relacionados el uno con el otro, la producción de ganado de carne en América tropical es obtenida por IA, debido a los sistemas extensivos de manejo, y a la labor intensiva y mejores habilidades de manejo que requiere la IA (Odde, 1990)es decir que la presencia de uno no implica ni predispone a la orden del otro. El prolapso de útero se produce exclusivamente tras las segunda fase del parto, a continuaciòn de la salida de la cría. El prolapso de la vagina se produce más frecuentemente en el último tercio de la gestación, aunque hay casos que se produce en el posparto. Cuando esté frente a esta situación no dude en llamar al especialista, su veterinario.

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PROLAPSO DE VAGINA Y ÚTERO

El prolapso de matriz es un tipo de urgencia que nos solemos encontrar los veterinarios como primera llamada del día, porque las vacas que paren de noche cuando el ganadero llega por la mañana a ordeñar se las encuentra con el problema y como es lógico llama.

Y aunque los dos prolapsos tienen en común que son distintas partes del aparato genital femenino, que se prolapsan a través de la vulva y que en ocasiones el prolapso de vagina sucede tras el parto, la verdad es que no tienen nada que ver uno con otro.

El prolapso de útero se produce exclusivamente tras la segunda fase del parto, a continuación de la salida de la cría. El prolapso de la vagina se produce más frecuentemente en el último tercio de la gestación, aunque hay casos en los que se produce en el posparto. Y además, contrariamente a lo que se pueda pensar, no están relacionados el uno con el otro, esto es, la presencia de uno no implica ni predispone a la del otro.

El prolapso de matriz

Como hemos dicho antes el prolapso de útero es más frecuente en la raza frisona que el de vagina. De cualquier manera, aunque hay pocos estudios sobre la incidencia se estima que ésta es menor del 1%. Las causas no están tampoco del todo aclaradas. Lo que sí está claro es que el prolapso de útero no se produce por tenesmo, esto es, por aumento de los pujos durante el posparto, más bien al contrario, se produce por falta de contracciones uterinas en el posparto. Aunque a veces nos pueda parecer lo contrario porque todos hemos visto cómo al intentar reintroducir la matriz, cuando ya la tenemos parcialmente introducida, la vaca aprieta y la expulsa de nuevo. Esos pujos se producen por reflejos vaginales y las contracciones se realizan con la prensa abdominal, pero el útero está completamente flácido. Es la flacidez del útero en el posparto lo que hace que éste se salga a través de la vagina. Literalmente se escurre a través de la vagina. Puede que haya quien dude de esto, pero en una ocasión vi una vaca que había muerto ahogada al atragantarse con su placenta cuando intentó comérsela tras el parto. La vi nada más morir, con parte de la placenta asomando por su boca y no presentaba prolapso de matriz. Regresé a ver esa vaca unas horas después y comprobé cómo la matriz se había prolapsado después de muerta. Ni que decir tiene que esa matriz se había salido sin necesidad de ningún tipo de pujo, sencillamente se había deslizado a través de la vulva probablemente propiciado por la postura de la vaca, el tercio posterior más bajo que el anterior, y por la atonía muscular después de muerta.

¿Qué puede producir esa laxitud uterina después del parto que facilita el prolapso uteri-

no? Se han postulado distintas causas de atonía uterina. La primera que se nos puede venir a la cabeza es la falta de calcio, la hipocalcemia puerperal. Sin duda influye, de hecho la mayoría de las vacas con prolapso

tienen hipocalcemia, muchas nos las encontramos echadas, no se pueden levantar, y si las ponemos calcio intravenoso, se levantan. Pero hay investigadores que opinan que la hipocalcemia pudiera ser posterior al prolapso uterino. De cualquier forma a las vacas con prolapso uterino siempre hay que ponerlas calcio después de solucionar el problema. Otras causas de atonía uterina podrían ser los partos muy largos, extenuantes, por fetos muy grandes, y los partos distócicos que necesitan ayuda. También podría influir la retención de placenta. En todos esos casos podrían estar alterados los receptores uterinos de moléculas como la prostaglandina o la oxitocina que producen contracción uterina. Otras causas sugeridas son el exceso de engrasamiento abdominal, los traumatismos cervicales o vaginales en el parto, el clima frio y el exceso de estrógenos en la dieta por consumo de plantas o comida enmohecida que los contengan. Resumiendo, animales gordos, novillas con fetos grandes y vacas con hipocalcemia son los factores de riesgo más comúnmente vistos. De cualquier manera, el prolapso uterino es una enfermedad muy grave; se estima que entre el 18 y el 20% de las vacas afectadas mueren pese a ser atendidas adecuadamente. La muerte se produce normalmente por rotura de las arterias del útero. El útero está irrigado por las dos arterias uterinas, una para cada cuerno. Cuando la gestación está a término la arteria del lado donde se está gestando el feto se desarrolla muchísimo y alcanza un diámetro de unos dos centímetros. Cuando el útero se sale, esas arterias se someten a mucha tensión y pueden llegar a romperse. Como todo el mundo puede imaginar, si se rompe una arteria de ese tamaño la vaca se desangrará rapidísimamente. Otra de las causas por la que podemos perder una vaca con prolapso son los traumatismos directos sobre la matriz. Si la vaca está caída, y en el corral en el que se encuentra hay más vacas, alguna podría pisársela. Si la vaca está de pie puede rompérsela al moverse y rozarla con las instalaciones de la vaquería o con una rama si la vaca está en el exterior. Además, si la vaca está de pie, el propio movimiento del útero al caminar favorece que las arterias uterinas se rompan. Ni que decir tiene que la suciedad también puede producir infecciones graves.

¿Qué podemos hacer para reducir al mínimo posible esa mortalidad?

Lo primero es llamar al veterinario inmediatamente. No intenten meterla ustedes mismos salvo que no encuentren al veterinario. Meter una matriz es un trabajo delicado y extenuante, casi imposible si no se anestesia previamente a la vaca. Una vez que hayamos llamado al veterinario, hasta que llegue a nuestra granja hay que evitar que la vaca se mueva y que otras vacas la molesten, para ello lo mejor es sacar las otras vacas de donde se encuentre la enferma y molestarla lo menos posible. Si la vaca está caída, recoger el útero con un plástico y mantenerlo un poco elevado, por encima de la vulva, facilitara que el líquido que contiene, a veces también contiene asas del intestino y la vejiga de la orina, retornen a la cavidad abdominal, con lo que el útero disminuirá de tamaño.

Prolapso de útero

Algo muy importante es no aplicar ningún desinfectante al útero. La parte que vemos expuesta es la mucosa uterina, la parte en la que debe anidar el embrión, si se daña la vaca no quedará preñada después. Tan solo se debe lavar con agua templada con un poco de jabón suave. Si se aplica agua muy caliente o desinfectantes fuertes dañaremos la mucosa uterina. El uso de agua fría agravará el riesgo de que la vaca entre en shock. El uso de azúcar o sal para intentar que disminuya el edema no tiene base científica. La placenta, si sigue adherida a los cotiledones uterinos, se puede intentar desprender, pero sin producir sangrado y por supuesto sin arrancar cotiledones o romper el útero. Lo que sí se debe hacer es cortar con unas tijeras toda la placenta que cuelgue del útero, las partes que permanezcan adheridas se pueden meter junto con el útero cuando éste se coloque en su sitio. Otra cosa importante a tener en cuenta para cuando llegue el veterinario es que harán falta dos personas para sujetar el útero, una a cada lado de éste, una toalla para levantarlo y abundante agua templada. La vaca deberá estar atada a una pared. Atar la vaca a un árbol no es buena idea, no se quedará quieta, y meterla en una manga tampoco porque no nos dejará trabajar y se cae tendremos un problema grave.

El prolapso de vagina

Este prolapso es menos urgente que el de útero, pero si se le deja evolucionar, también terminará siendo mortal. Las causas que lo producen son aquellas que originan fallos en la sujeción de la vagina y en el cierre del vestíbulo vaginal. Para hacernos una idea, serían causas parecidas a las del fallo del suelo pélvico en las mujeres, como por ejemplo el haber tenido un gran número de partos o partos distócicos por terneros muy grandes. Si la musculatura de la zona vaginal se daña o debilita, la vagina no podrá ser retenida en su sitio. Por otro lado, el exceso de engrasamiento y problemas hormonales también pueden estar implicados. Aunque se pueden ver casos después del parto, es el aumento de la presión abdominal al final de la gestación lo que hace que sea en este periodo cuando más casos se den. Una diferencia entre el prolapso de útero y el de vagina es que el primero prácticamente nunca se da dos veces en una misma vaca; en treinta y cinco años de experiencia solo he conocido una vaca que prolapsará dos veces el útero, y, sin embargo, la vaca que prolapse la vagina, salvo que se emplee alguna técnica quirúrgica permanente, la prolapsará antes y después del parto el resto de su vida. El prolapso de vagina no se produce de repente como sucede en el prolapso de útero, lo hace de forma progresiva. En una primera fase la mucosa de la pared vaginal asoma por los labios vulvares cuando la vaca se encuentra tumbada y cuando la vaca se levanta la vagina se coloca de nuevo en su sitio. A este tipo de prolapso se le denomina tipo o grado uno y en esta fase hay vacas que permanecen mucho tiempo. Pero en un momento cualquiera, bien porque se prolapse más, bien porque la parte expuesta se reseque e inflame, al levantarse la vagina no recupera su posición y queda permanentemente fuera, es lo que se denomina grado dos. Cuando se alcanza esta fase las cosas evolucionan muy rápidamente. Una vez que la vagina queda permanentemente fuera ésta se inflamará más, la vaca comienza a tener pujos más fuertes, después la vejiga de la orina se prolapsa también por dentro de la vagina prolapsada y finalmente se prolapsa también el cérvix o cuello uterino. Cuando el cuello del útero queda expuesto al exterior se denomina grado tres. Como esta situación es irreversible, la mucosa vaginal y cervical se van traumatizando y necrosando, extendiéndose la infección a tejidos más internos, es el grado cuatro. La infección puede alcanzar

después el peritoneo y la vaca morirá de peritonitis. En algunas vacas los pujos son tan intensos que también se prolapsa el intestino recto. Si al alcanzar el grado tres la vaca está en el último tercio de gestación, se pierde el tapón mucoso del cérvix que sella el útero y protege al feto, por lo que las bacterias alcanzan al feto produciéndose una infección fetal que desencadena el parto y en muchos casos la muerte del feto. La vagina prolapsada no permite una adecuada dilatación del canal del parto para que salga el ternero, y si tiramos de este de la manera habitual en un parto distócico lo más probable es que rompamos el útero. Por ello, aunque el prolapso de vagina es un proceso más lento que el de útero cuanto antes se llame al veterinario y lo resuelva mejor. Para resolverlo hay que aplicar una anestesia epidural igual que la que se hace en el prolapso de útero, luego hay que colocar la vagina y después aplicar alguna técnica quirúrgica, temporal o permanente que mantenga la vagina en su sitio. De cualquier manera, debemos saber que muy probablemente esa vaca volverá a tener problemas tanto antes como después del siguiente parto. Poco podemos hacer para prevenir cualquiera de las dos clases de prolapso. Quizás la mejor prevención sea usar toros con facilidad de parto probada, especialmente en las novillas y en las vacas pequeñas, y muy importante si el problema aparece llamar lo antes posible al veterinario

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