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Abuso de sustancias psicoactivas

Las sustancias psicoactivas, son sustancias químicas de origen natural o sintético, que afectan las funciones del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).

La UNODC, siglas de la Organización Contra las Drogas y el Delito de la Naciones Unidas, reveló que la cannabis o marihuana, cuyos consumidores sumaron 183 millones en 2014, sigue siendo la droga de consumo más frecuente en el mundo y que, aunque se quieran minimizar sus efectos, su consumo afecta las capacidades sensoriales de quienes la utilizan, poniendo en riesgo a sus compañeros y a ellos mismos.

Es necesario aclarar que, hay sustancias cuyo uso es definitivamente considerado ilícito, como es el caso de la cocaína y sus derivados, y que el consumo de cualquier sustancia psicoactiva siempre implica un grado de riesgo de sufrir consecuencias adversas sobre distintos órganos y sistemas, efectos que se manifestarán ya sea en el corto plazo o en el mediano plazo.

El uso repetido y prolongado de estas sustancias genera dependencia, produciendo trastornos crónicos y recurrentes, caracterizados por necesidad intensa de la sustancia y pérdida de la capacidad de controlar su consumo, sin importar las consecuencias adversas en el estado de salud o el entorno familiar, académico, laboral o legal.

Cabe señalar que, es necesario distinguir el nivel de dependencia a las sustancias psicoactivas y suprimir de inmediato su consumo.

Cuando el uso de sustancias psicoactivas se vuelve compulsivo, es decir, se depende de la droga, del contexto y estilo de vida en torno a ella, es probable que ese “estilo de vida” no se refiera sólo al consumo esporádico, sino a las características propias, círculo social en que se desenvuelve el consumidor y al reconocimiento y aceptación dentro del grupo en el que socializa.

En caso de que no se pueda dejar de consumir la sustancia psicoactiva, se considera un estado de dependencia, en el que al suprimir su consumo se presentan síntomas desagradables. En este estado, la vida cotidiana empieza a girar en torno al consumo de la sustancia y se entra en el círculo vicioso de conseguir–consumir–conseguir.

La dependencia se puede manifestar de dos formas:

• Física: implica un cambio permanente en el funcionamiento del cuerpo y del cerebro, se presenta cuando ya se ha generado una tolerancia hacia la sustancia, por lo tanto, el cuerpo cada vez necesita una dosis mayor para sentir los efectos deseados.

• Psicológica: ocurre cuando la privación de la sustancia produce malestar, angustia y depresión. Para evitar estos malestares se busca la manera de consumir permanentemente, es decir, se piensa que “no se puede vivir” sin consumirla y todo lo que ello implica.

Es obvio decir que, el consumo de estas sustancias atenta contra la integridad y seguridad de nuestros compañeros y de nosotros mismos, por lo que su consumo está totalmente prohibido en las instalaciones de las empresas del Grupo.

Fuente: www.paho.org/es, www.gob.mx