Enterramiento de Cristo Real e Ilustre Cofradía de N P Jesús Nazareno (Marrajos).
CONSEJO DE REDACCIÓN:
Presidente:
Joaquín M. Torres Saura
Coordinadores:
Ana Pérez-Nieto Mercader, José Valero Fructuoso, Ana Belén Pérez-Nieto Alcaraz.
Fotografías:
José M Sánchez Meca, Paloma Sánchez Allegue, Ana Pérez-Nieto Mercader, José Antonio Rodríguez Lorente
Maquetación: Paloma Sánchez Allegue
Depósito Legal: MU-137-1983
En este número
José Cervantes Gabarrón nos ofrece un detallado relato sobre la figura de Nicodemo, aportando una visión enriquecedora sobre su papel en la historia Además, Juan García Sáez nos acerca a los cartageneros en Tarragona y su asociación, el Círculo Cultural Cartagenero de Tarragona "ICUE", descubriendo su labor y compromiso con nuestra ciudad. Por su parte, Pedro Ferrández García rememora la inolvidable presentación del número 9 del Callejón de Bretau y comparte su experiencia "marrajeando", transportándonos a momentos llenos de emoción y pasión. También conoceremos en profundidad a José Antonio Rodríguez Lorente y su vida en la Agrupación del Santo Entierro.
Finalmente, reviviremos los momentos más destacados del año y nos acercaremos mejor a algunos de nuestros capirotes y monaguillos.
¡No te lo pierdas!
Agradecimientos:
Ilustración: Gabriela Oliver Martínez Portada: Joaquina López Alarcón
SALUDAS
Obispo de Cartagena. José Manuel Lorca Planes ............................... ......
Capellán de la Cofradía Marraja. Fernando Gutiérrez Reche ....................................
Hermano Mayor de la Cofradía Marraja. Francisco Pagán Martín Portugués ........
Presidente de la Agrupación. Joaquín Miguel Torres Saura .....................
ARTÍCULOS
Nicodemo, amigo de Jesús. José Cervantes Gabarrón.......................................
Cartageneros en Tarragona. José Sáez García....... ....................................
A propósito de una presentación Pedro María Ferrández García ........ José Antonio Rodríguez Lorente. “Sencillez, Devoción y Fe”. Ana Belén PérezNieto Alcaraz..... .................................................. ...........................
A las hermandades y Cofradías en el año Santo de la Esperanza SALUDAS
Obispo de Cartagena
La paz del Señor sea con todos vosotros, hermanos cofrades. El tiempo pasa veloz, pero aquí estamos siempre vivos, siempre en acción, siempre preparando con mucho empeño el acontecimiento central del año, que comienza en el camino cuaresmal y nos conducirá a las celebraciones pascuales, habiéndonos centrado en Aquel que «se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2, 8). Unidos a la invitación del Santo Padre, el Papa Francisco, nos preparamos para renovar nuestra esperanza con el corazón abierto al amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo Este es el verdadero sentido de ser cofrade y de participar en este misterio de amor, este es del camino cristiano, que anima los sentimientos, las actitudes y las decisiones de quien desea seguir a Cristo
Es verdad que vosotros estáis preparando la Semana Santa todo el año, pero ha llegado el momento de poneros en marcha, porque Dios nos ha vuelto a recordar la necesidad de vivir la esperanza, cuando dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20, 19). Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha abierto de par en par Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que crucifica al Amor Significa saciarnos del perdón
del Padre en su corazón abierto. En vuestra experiencia de salir a la calle con el misterio del Amor de Dios no podemos olvidar «decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan, en lugar de palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian»1 ¡Qué poca cosa se necesita para ser testigos de la esperanza!, es suficiente con ser «una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia»2
El tiempo ya próximo a la Semana Santa, tenedlo en cuenta, es para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia que Dios tiene con nosotros Eso sí, debemos aprovecharlo para una oportunidad para la reconciliación, a la que san Pablo nos exhorta con pasión: «Os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5, 20) Al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón con nuestras palabras y gestos, siendo capaces de reconstruir nuestra fraternidad. A esta esperanza nos acogemos todos los cristianos, porque estamos llamados a ello durante este Año Santo 2025
1 PAPA FRANCISCO. Carta encí clica Fratelli tutti, 223.
2 PAPA FRANCISCO Fratelli tutti, 224
Queridos cofrades, pensad si podéis este año intensificar vuestros buenos propósitos, el estilo que caracteriza a un verdadero cofrade que sabe que sirve al Señor en una eficaz labor evangelizadora, con sencillez, pero con la convicción de la necesidad de cuidar la relación con Dios y con los hermanos Buscad con anhelo lo esencial, lo que verdaderamente importa, sabiendo dejar atrás todo lo que no ayude a vivir una plena fraternidad, pero pedid la ayuda de Dios, que la regala en abundancia El camino para estar en contacto continuo con el Señor es sencillo, el recogimiento y la vida interior, la oración sincera sabiendo que estás delante de quien te ama. Esto te ayudará a iluminar los desafíos de la vida y a tomar las correctas decisiones en medio de las responsabilidades
Os deseo que viváis una Semana Santa y todo el año con esperanza, como testigos del tiempo nuevo, en el que Dios «hace nuevas todas las cosas» (cf Ap 21,1-6); conforme a la esperanza de Cristo que entregó su vida en la cruz y que Dios resucitó al tercer día, dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza (cf 1 P 3,15) Os espero este año 2025 en la Catedral, templo jubilar, pasada la Semana Santa, para dar gracias al Señor por lo vivido y también para lucrar las indulgencias que el Papa Francisco nos ha concedido
José Manuel Llorca Planes Obispo de Cartagena
SALUDAS
Capellán de la Cofradía Marraja
Cuaresma, camino de esperanza
Queridos hermanos:
El tiempo litúrgico de la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua de este año 2025 está enmarcado en la celebración del Jubileo de la Encarnación de nuestro Redentor. Bajo el lema “Testigos de la Esperanza” nos invita el Santo Padre Francisco a todos los creyentes a vivir intensamente este año Jubilar y a recuperar la única esperanza verdadera para el hombre que es Jesús Nazareno Muerto y Resucitado por nuestra salvación.
La celebración de esta Cuaresma es un tiempo para pararnos y meditar como estamos nosotros, y nuestra realidad más cercana de familia, amigos, cofradía. Son unos días para recuperar el sentido de nuestro ser cristiano, que es seguir cada día con más fidelidad a Jesús Nazareno Él vino a traernos la luz y quiere iluminar y dar calor a tantas oscuridades de nuestros corazones. El camino cuaresmal es un volver a la casa del Padre, como el Hijo Prodigo, Él nos espera con los brazos abiertos
Este tiempo de gracia unido al gran Jubileo es una llamada para ser hombres y mujeres nuevos llenos de esperanza, de vida en plenitud, esa esperanza y esa vida que debemos también trasmitir a nuestros hermanos con un testimonio de fe coherente y evangélico donde estemos cada uno.
Para ello tenemos que vivir estos días con intensidad y devoción, buscando momentos para acercarnos más al Señor, meditando y escuchando con atención su Palabra, orando y celebrando los sacramentos, especialmente el sacramento del perdón. Y que descubramos el rostro del Nazareno acercándonos a los pobres, enfermos y necesitados con más dedicación
Que nuestras oraciones, ayunos y limosnas nos ayuden a renovar nuestra vida en este tiempo de cuaresma y que lleguemos a la Pascua sintiendo la gozosa presencia del Resucitado en nuestro mundo
No podemos olvidar nuestra colaboración con la Casa Hogar “Soledad de los Pobres“ donde acogemos a personas mayores sin recursos, necesitan urgentemente de nuestro apoyo. Una pequeña suscripción mensual es lo mejor para el sostenimiento de esta gran obra de caridad marraja
Como es costumbre en Navidad y Cuaresma os pido vuestro donativo en las huchas, bizum o transferencia para ayudar economicamente a la fundación y otras realidades que necesitan de nuestro apoyo Se puede hacer aportaciones en la cuenta bancaria:
ES143058 0220 61272020 405 y Bizum: 02347
Que las celebraciones religiosas de esta Cuaresma, los Cultos y Miserere a nuestro Titular, las distintas Eucaristías nos acerquen más a Dios y a los hermanos Que los trabajos cofrades de estos días no nos hagan olvidar lo esencial Que vivamos este tiempo bien despiertos, con fe, esperanza y amor, con nuestros ojos fijos en Jesús Nazareno
Animo, no caminamos solos, caminamos con Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, en comunión con toda la Iglesia en oración y sacrificio, recorriendo el camino de la Cuaresma que no termina en la Cruz, sino en la Resurrección
Que tengamos un provechoso camino cuaresmal. Feliz Pascua de Resurrección.
El Nazareno os colme de bendiciones
Un fraternal abrazo
Fernando Gutiérrez Reches Capellán de la Real e Ilustre Cofradía de N P. Jesús Nazareno (Marrajos)
Queridos hermanos:
Hermano Mayor
Cofradía y Caridad
En esta ocasión y con estas líneas quiero recabar vuestra atención sobre uno de los pilares fundamentales de las cofradías. De un principio que da sentido a la existencia de las mismas y que refleja el auténtico compromiso cristiano con los más necesitados. Me estoy refiriendo a la caridad.
Y es que más allá de la organización de cultos y procesiones, las Cofradías en general, y la Marraja en particular, tienen la misión de ser un testimonio vivo del Evangelio, promoviendo la solidaridad, el servicio y el amor al prójimo
Jesús nos dejó el mandamiento más importante: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente Este es el primero y más grande mandamiento Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22, 37-39)
El amor al prójimo se debe traducir en gestos cotidianos dentro de la Cofradía En el apoyo a hermano que atraviesan dificultades
En la visita a enfermos En generar conciencia solidaria y en la educación en valores de generosidad y compromiso entre los jóvenes cofrades
Las cofradías, como asociaciones de fieles, tienen que asumir este mandamiento como un compromiso ineludible Su acción social es una manifestación de la fe, pues el amor a Dios se demuestra en el amor al hermano, especialmente al que sufre
Los marrajos desde el año 1996 unen sus esfuerzos en torno a la Fundación Marraja, que nació con el fin prioritario de encauzar la caridad cofrade a través de la asistencia social a las personas más desfavorecidas, a las personas mayores que sin recursos o con éstos muy limitados, conviven en una vivienda como una auténtica familia, recibiendo el cuidado, atención y el afecto por parte de voluntarios de la Cofradía Marraja.
Y es que la caridad no solo es una cuestión de asistencia material, sino también de cercanía, comprensión y fraternidad. Ser cofrade implica vivir la fe con un profundo sentido de comunidad y servicio.
Sin duda los jóvenes tienen mucho que ofrecer. Lo han demostrado desplazándose a Valencia a trabajar como voluntarios, en ayuda de los damnificados por la DANA, en su actividades de carácter solidario (Cruces de Mayo, campeonatos de fútbol, visitas a la Fundación…). La Cofradía espera mucho de ellos porque el futuro, ya presente, es de ellos.
Una cofradía no se define solo por su patrimonio artístico o sus procesiones, sino por la calidad humana de sus miembros y su capacidad de transformar la realidad con acciones concretas de amor y servicio.
La caridad cofrade es el reflejo más auténtico del Evangelio en acción
Una cofradía que no vive la caridad pierde su esencia cristiana El apóstol que llegó a las costas de Santa Lucía para que naciera en España la Luz del Evangelio decía:
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. (Santiago 2, 17).
SALUDAS
La fe en Cristo siempre produce buenas obras La llamada de Cristo a servir a los demás debe ser el motor que impulse a nuestra cofradía a seguir siendo faros de esperanza y ayuda en la sociedad
Y estamos en año jubilar El Papa Francisco ha establecido como lema de este año el de “testigos de la Esperanza”
Como nos recordaba nuestro capellán en la conferencia titulada “La Piedad de la Piedad”, que pronunció en la Iglesia de Santa María de Gracia, junto a la imagen de la Santísima Virgen de la Piedad, con motivo del centenario de la llegada de la imagen, como cofrades tenemos que estar comprometidos a:
Seguir al Nazareno 1 Al amor Fraterno 2. A evangelizar 3.
A orar. 4.
A ejercer la Caridad. 5.
Solo a través de la caridad, las Cofradías cumplen verdaderamente su misión evangelizadora, demostrando que la devoción a nuestro Padre Jesús Nazareno y a la Virgen de la Soledad no es sólo una expresión de fe, sino también un compromiso de amor al prójimo
Desde la Cofradía hemos enviado ayuda a Honduras, hemos recogido alimentos, hemos realizado campañas en torno a la Fundación, hemos recogido juguetes para los niños más desfavorecidos, contribuimos con Cáritas a través del comedor solidario Sin duda este compromiso es el fundamento por el que se ha creado, desde siempre, una cofradía
Y así creo que debe seguir siendo
Francisco Pagán Martín-Portugués Hermano Mayor
SALUDAS
Presidente de la Agrupación
Sto. Enterramiento de Cristo
Queridos hermanos y hermanas:
En este tiempo de Cuaresma, me dirijo a vosotros con el orgullo y la responsabilidad de presidir nuestra querida Agrupación del Santo Enterramiento de Cristo En estos días de preparación espiritual, elevamos nuestras oraciones por todos aquellos hermanos que atraviesan momentos de enfermedad o dificultad, pues siempre están en nuestros pensamientos y encomendados a la misericordia del Señor.
Quiero compartir con vosotros las hermosas palabras que nuestro capellán, el Reverendo Padre D Fernando Gutiérrez Reche, nos regaló en su pregón del pasado año:
"Santo Entierro de Cristo, José y Nicodemo lo envuelven con una sábana, le ungen con mirra y aloe porque con las prisas del 'sabat' no ha sido posible conseguir los ungüentos tradicionales para el enterramiento. El aloe y la mirra se utilizan para las bodas, como dice el Salmo 45ª 'mirra y aloe huele el esposo la noche de su boda. La sepultura de Cristo es un anticipo de las bodas del cordero Lo que están preparando en el Santo Entierro es la alianza de Dios con la humanidad."
Estas palabras nos invitan a reflexionar sobre la profundidad y el significado de nuestra devoción, pues lo que representamos en nuestra procesión no es solo el duelo, sino la certeza de la promesa divina
Aprovecho este mensaje para agradecer a todos los hermanos su entrega, esfuerzo y dedicación en cada acto y en cada preparación, especialmente a quiénes trabajan
incansablemente por engrandecer nuestra Agrupación Que el reconocimiento a los que han sido galardonados este año sirva de inspiración para todos, y que su ejemplo nos motive a seguir fortaleciendo nuestra comunidad marraja.
Vivamos esta Semana Santa con el fervor y la fraternidad que nos caracterizan Sigamos avanzando juntos en la fe y la tradición, con el orgullo de pertenecer a esta gran familia
Con todo mi afecto y compromiso, os envío un fuerte abrazo y alzamos juntos nuestra voz en un vibrante "¡Viva el Santo Entierro!" y "¡Vivan los Marrajos!".
Joaquín M. Torres Saura Presidente de la Agrupación del Santo Enterramiento de Cristo.
admiramos y sacamos en procesión en Cartagena (España), es una obra de arte magistral. Los buenos artistas perciben la realidad en su dimensión misteriosa, es decir, grandiosa y oculta, perciben y plasman en su obra lo que no se ve con los sentidos a primera vista, sino que requiere recrearse en la contemplación para mirar, admirar y plasmar con el corazón la esencia de las cosas, de las personas y de las escenas de la Pasión de Cristo
El grupo escultórico 1
En la imagen que aquí contemplamos, Nicodemo está de rodillas, delante del cuerpo del Señor Jesús, que ya ha muerto, pero ahora es adorado, contemplado, mostrado y protegido por este discípulo, que sorprendentemente también aparece como amigo de Jesús después de su muerte, como José de Arimatea, el cual está de pie detrás de Jesús, firme y haciendo fuerza para acoger y sostener con cuidado el cuerpo muerto del Señor Jesús
Si a José de Arimatea se le ha dado la gracia de ser el primero
JoséCervantesGabarrón emo, amigo de Jesús
n tocar y tener el cuerpo muerto de Jesús en sus brazos, a Nicodemo se le ha concedido el on de ser el primero en adorar l cuerpo muerto de Jesús El enturión reconoció a Jesús muerto como Hijo de Dios, pero Nicodemo se postra a sus pies onfesando lo mismo. Es un iscípulo que no necesita ya ablar para expresar con su uerpo que cree firmemente en l Señor Jesús, como revelación plena de Dios. Ponerse de odillas es adorarlo como Dios.
En este momento, Jesús es protagonista pasivo Su cuerpo muerto ya no tiene vida biológica, pero es el centro de atención de todos los presentes, y su cuerpo muerto es acogido entre los que verdaderamente lo aman y que se pueden contar con los dedos de la mano, María, su madre, María Magdalena, el discípulo amado, identificado con Juan, y José de Arimatea, que lo sostiene en sus brazos. Nicodemo, que lo había visitado de noche al principio del Evangelio de Juan (Jn 3,2), adora de rodillas ese cuerpo del Salvador, lo muestra como Señor a todos nosotros para que lo contemplemos y lo protege con su propio cuerpo para que empecemos a entender que este cuerpo corruptible no está llamado a la corrupción Nicodemo no toca el cuerpo de Jesús, pero sí hay que adorarlo y contemplarlo pues muy pronto se transformará en un cuerpo glorioso e incorruptible gracias a la resurrección que se avecina
Nicodemo apunta hacia Jesús abriendo sus brazos para que todos hagamos caso a la invitación de su mano derecha,
con el fin de que nos acerquemos a contemplar al Señor y a concentrar la mirada en los detalles, que muestra con su izquierda, pues el que tenemos delante es aquel de quien la Escritura del Antiguo Testamento dice: “No se le quebrará un hueso (Sal 34,21; Ex 12,46) y “Mirarán al que atravesaron” (Zac 12,10) En esta escultura, la mano de Nicodemo apunta directamente a la herida abierta del corazón de Cristo. Y esa misma mano izquierda está indicando como un movimiento ascendente orientado hacia el cuerpo de Cristo
El cuerpo de Jesús no es un cuerpo yacente, ni estático, sino dinámico, con medio cuerpo levantado sobre la sábana limpia que había comprado José de Arimatea Pero Nicodemo muestra, como buen testigo de la fe que este cuerpo, desnudo, herido y muerto, está arropado por el amor de los que han recibido su Espíritu de Amor y de vida al pie de la Cruz, cuando Jesús “entregó su Espíritu” a todos ellos y al Padre (cf Jn 19,30) Este grupo escultórico representa portentosamente, en el arte, lo que los Evangelios comunican como Palabra generadora de Vida. Nicodemo había aprendido de Jesús la gran lección de lo que significa “ nacer de nuevo ” , nacer del Espíritu, a una vida nueva Nicodemo acoge con los brazos abiertos la nueva vida que nace del corazón de Cristo y, al mismo tiempo, la comunica a los que se acerquen y quieran contemplarla
Y en esa vida participan todos los personajes allí presentes, que traspasados de dolor por la
revelan que el amor que tienen a Jesús los mantiene unidos mediante el cuerpo de Cristo Nicodemo, sin embargo, no está tocando el cuerpo de Jesús, como tampoco lo hace María Magdalena, pero los dos lo están adorando, uno, de rodillas, la otra, con sus manos cruzadas en recogimiento orante La misión de Nicodemo parece que es proteger el cuerpo de Jesús para que se mantenga como un cuerpo amante y amado. Amante, porque Jesús ha dado la vida hasta la muerte, tal como refleja la herida abierta en el centro de la imagen, y amado, porque su muerte mantiene unidos en un solo cuerpo y un mismo amor a todos cuantos creen en él. Nicodemo es, de hecho, como otro evangelista, pues anuncia el Evangelio del Cuerpo de Cristo, aun estando todavía muerto Y esta muerte anuncia ya la victoria del amor, patente en todos los presentes, que lo tocan, lo acarician, lo elevan y lo contemplan con ternura entrañable y la fascinación humana por la gloria divina
Es interesante contemplar las manos de todos los personajes de la escena y probablemente percibamos en todas las manos humanas la fuerza del Espíritu que resucitará a Jesús al tercer día La escena se podría llamar, aunque no aparezca la cruz, el “descendimiento” o la “preparación para la sepultura”.
Sin embargo, el cuerpo de Cristo se encuentra en un movimiento ascendente impulsado por las manos de todos los presentes en esta escena.
Si nos concentramos en ellas todas transmiten la fuerza del Evangelio de Juan, en el que Jesús anuncia que cuando sea levantado de la tierra, atraerá a todos hacia él (Jn 12,32).
La mano izquierda de María está en orientación vertical, puesta sobre el corazón del Señor, como para expresar que la madre que dio a luz este cuerpo de Cristo, ahora acaricia la zona del corazón para darle un nuevo latido, el del Espíritu del amor y de la entrega, que ella recibió al pie de la cruz, junto al discípulo amado Este, identificado generalmente con Juan, sostiene con su mano derecha el brazo derecho de Cristo, mostrando la herida del clavo de su mano; la mano izquierda de Juan es el punto más alto del grupo escultórico y anuncia con su posición ascendente que todo el dolor de esta escena ha sido transformado por el amor del protagonista Jesús, revelando la glorificación del cuerpo del Señor presente ya en su cuerpo muerto, glorificación que culminará en la resurrección y
en la ascensión al Padre Las dos manos de José de Arimatea, colocadas en las axilas de Jesús también reflejan un movimiento ascendente que se opone a la cadencia de la ley de la gravedad, pues el amor de los amados y amigos de Jesús, también levanta del polvo a los desvalidos y a los que sufren la muerte, preconizando la fuerza de la resurrección. Finalmente, las manos orantes de María Magdalena muestran la reverencia ante Jesús como anticipando el encuentro posterior con el Resucitado, cuando el Señor le diga “No me toques, pues todavía no he subido al Padre” (Jn 20,17). Es verdad que no ha subido, pero aunque no ha subido, parece que está empezando a subir y lleva consigo a todos los suyos, los cuales como el mismo Padre, lo están glorificando ya.
El grupo constituye la primitivísima comunidad de los discípulos de Jesús más fieles, de los que no se han dejado perturbar ni siquiera por la muerte, ni tampoco por la
violencia y la injusticia de la muerte en cruz. En el grupo escultórico ya no hay cruz, sino lo más profundo de la realidad de la cruz, el cuerpo muerto del crucificado, cuyo amor patente en los que más aman a Jesús, su madre y los amigos de verdad, está ya triunfante. Es el amor, ensombrecido ahora por la muerte consumada, pero condensado en un cuerpo entregado que la trasciende, y está reflejado en los personajes que irradian en el dolor el amor que es más fuerte que la muerte.
Es el amor, generador de vida nueva, que será alzado por todo lo alto en la resurección, de lo cual es símbolo espléndido este alarde de imágenes en su trono procesional por las calles de Cartagena y del mundo.
Esta imagen es Cristo Muerto, pero acogido en brazos, y medio alzado por José de Arimatea para ponerlo en medio de los que lo aman de verdad, y que, Resucitado definitivamente por Dios, inaugura la nueva familia humana de los discípulos auténticos Estos son los que, en torno a Él y a los que sufren, como Él, las consecuencias de la injusticia y del dolor, proclaman, como esta cofradía y toda la comunidad cristiana, la esperanza inquebrantable en la resurrección y en un mundo de amor, aun sumido en el dolor, del que esta imagen constituye su estandarte visible en el arte. Nicodemo es el encargado de hacer del conjunto un verdadero Evangelio, pues lo muestra al mundo como una procesión solemne del verdadero Amor de Cristo
2. El personaje bíblico de Nicodemo.
La única información que tenemos en la Biblia acerca de Nicodemo está tomada del Evangelio de Juan, pero es suficiente para hacernos una idea clara del personaje que, sin duda alguna, es un auténtico discípulo de Jesús. Su presencia en el enterramiento de Jesús, contada por el evangelista Juan lo acredita como tal, pues junto con José de Arimatea, son verdaderos amigos de Jesús, que acuden en su ayuda en el momento crucial de su muerte, cuando nadie los esperaba y cuando todos los demás discípulos, excepto el discípulo amado, lo habían abandonado en Getsemaní o, como San Pedro, en el juicio del sanedrín. Tres escenas del evangelio de Juan revelan el perfil de Nicodemo, como un maestro dispuesto a aprender del verdadero Maestro (Jn 3,2-3), como un buscador de la justicia y fiel a la verdad (Jn 7,51) y como un amigo clandestino, casi invisible de Jesús, pero dispuesto para ayudar (Jn 19,39)
Nicodemo era un doctor de la ley, un fariseo importante y un noble miembro del Sanedrín judío Debía ser también un hombre con recursos económicos, pues la cantidad de mirra y áloe que llevó para embalsamar el cuerpo muerto de Jesús era ingente ¡hasta cien libras!, lo cual es indicativo de su capacidad, pero, sobre todo, de su gran disponibilidad y generosidad sin límites en su amistad con Jesús.
a. Un maestro, fariseo, pero aprendiz (Jn3, 1-22).
El Evangelio de Juan presenta a Nicodemo como maestro, fariseo y jefe judío que se dirige a Jesús reconociéndolo como Maestro. Entonces tiene que aprender de Jesús varias enseñanzas: la primera es: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios” Nacer de nuevo puede significar también nacer de lo alto (Jn 3,3). Ante esta expresión, Nicodemo queda perplejo y se pregunta «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra
vez en el seno de su madre y nacer?» (Jn 3, 4). Jesús vuelve a responder con la misma solemnidad que antes: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios» (Jn 3, 5). De nuevo se manifiesta la perplejidad de Nicodemo que no sabe casi nada y pregunta cómo puede ser eso de nacer de nuevo y nacer del Espíritu Entonces Jesús interpela por tercera vez poniendo en evidencia al que, aunque sea maestro, tiene que aprender mucho: «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto Pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio. Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre» (Jn 3, 11-13)
La escena se caracteriza por ser un diálogo edificante con Jesús. Como Nicodemo, todos nosotros debemos aprender a dialogar con Jesús No importa el rango social en el que cada uno se encuentre, ni los títulos académicos que tenga, ni el poderío económico o político que ostente Ante Jesús, el Maestro por excelencia, todos tenemos que aprender Y hemos de ser aprendices de todo lo que
él diga, pero debemos apren con el Señor E esta escultura lo Nicodemo están aprendamos de entremos en rel mano derecha invita a dirigirn mediante el ges izquierda, muest nuestro centro d no es otro que e abierto de Cris cual gira toda la que Nicodemo aquella primera encuentro con mensaje central que Jesús en transmitió, como secreto de toda identidad, y, co alma, Nicode percibido la verdad del misterio que encerraban aquellas palabras de Jesús, entonces incomprensibles, pero ahora, ante Jesús muerto, llenas de vida y de sentido. Lo que allí había escuchado era un discurso extraordinario, misterioso y sugerente, solamente descifrable tras el acontecimiento de la cruz En ese discurso Jesús manifiesta el misterio de su misión salvadora y su origen divino (Jn 3, 13-17), cuyo centro está en el v 14, que dice: “Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo
lo
que debe sucederle al Hijo del Hombre. Mientras que para Moisés la elevación de la serpiente en el desierto era para proteger a los israelitas de las serpientes venenosas, para Juan, la elevación del Hijo del hombre es para la salvación del pueblo. La interpretación judía de este pasaje está atestiguada por un comentario judío sobre el relato de la serpiente (Sab 16,6-7) que dice: «Tenían un símbolo de salvación como memorial del mandato de tu Ley; en efecto, el que se volvía hacia él sanaba no en virtud de lo que veía, sino gracias a ti, Salvador de todos»
Esta idea coincide con la del Evangelio de Juan, que presenta a Jesús levantado en alto como la fuente de salvación para todos (Jn 12,32) y como la revelación perfecta del Padre (Jn 14,9) Las traducciones arameas de la biblia hebrea también interpretan el gesto de «mirar a la serpiente» como el acto de «volver el corazón hacia la palabra de Dios» (cf Nm 21,9) La imagen de la serpiente era solamente una señal para los israelitas, un «signo» de la pedagogía de Dios que les recordaba que en aquella ocasión fueron sanados «porque al mirar hacia arriba ponían su confianza en su Padre que está en los cielos También para nosotros mirar esta imagen espléndida de Jesús, elevado en el trono de gloria paradójica que es la cruz, siguiendo la orientación de la mano izquierda de Nicodemo, ha de conducirnos a prestar toda nuestra atención al Salvador y volver el corazón a su Palabra, pues en el Evangelio está la clave de la sabiduría que el maestro
Es a través de este «levantamiento y exaltación sobre una Cruz» (v 14) como Jesús se constituye en «el definitivo revelador de la gloria de Dios» (v 13) También ahora, como en los tiempos del Éxodo, es la fe la que salva: la fe en Jesús, el Maestro enviado por Dios. Por él ha venido la vida Por él se llega a la vida Por él, levantado en la cruz y exaltado con gloria, Nicodemo y todos nosotros podemos entrar en la gloria del Amor, «porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios" (Jn 3, 16-18) Éste es el núcleo de la revelación de Jesús: Dios ama al mundo. El hombre que era reconocido como maestro es mucho más que eso: es el Hijo de Dios Por la fe en él se llega a la
El juicio final, esperado por unos y temido por otros, comienza ya por la aceptación o el rechazo del Hijo de Dios Él no ha venido para alzarse como salvador político-social, al modo de los antiguos «jueces» de Israel. Jesús no ha venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo. El juicio sobre el mundo se lleva a cabo en la aceptación o el rechazo de la luz El Maestro descubierto por Nicodemo no sólo utiliza una luz en la noche, sino que él mismo es la luz. Su aceptación o rechazo se constituyen en la clave de la salvación (Jn 3, 19-21)
b Un buscador de la justicia (Jn 7, 50-51)
La segunda aparición de Nicodemo en el Evangelio revela que este hombre es un buscador de la justicia y de la verdad Se manifiesta así cuando los sumos sacerdotes y los fariseos mandan detener a Jesús (cf. Jn 7,30.32.44-45). Sin embargo, los guardias no se atrevían a hacerlo porque su palabra fascinante y un en su es un o
s a concentrar la atención, como Nicodemo, en el cuerpo muerto de Jesús, porque en él está sorprendentemente la verdad y la justicia que Dios revela al mundo se apele a la ley para salvar al Salvador. Nicodemo no teme arriesgarse a ser menospreciado y asimilado a los galileos y hace valer la ley dando la cara por Jesús (Jn 7, 51)
c Un amigo clandestino, pero listo para actuar (Jn 19,39-40)
Nicodemo reaparece por tercera vez en el evangelio de Juan, tras la muerte de Jesús, cuando los demás discípulos habían desaparecido Dice el refrán castellano que el amigo verdadero es como la sangre, pues acude a la herida sin que la llamen Ni Nicodemo ni José de Arimatea necesitaron una llamada para acudir al amigo Jesús, herido de muerte, ya irreversible Mientras José de Arimatea se había atrevido a pedir a Pilato retirar de la cruz el cuerpo del Señor, Nicodemo tuvo la iniciativa de ir al pie de la cruz, cargado con una ofrenda extraordinariamente grande para envolver con vendas, empapadas de aromas y perfumes el cuerpo del Señor muerto Cien libras de una mezcla de mirra y áloe deben ser como unos treinta kilos de perfumes. Es una exageración que muestra la generosidad sin límites de Nicodemo hacia Jesús muerto, en lo último que puede hacer por él Esto revela su grado de amistad y de cariño hacia el Señor. También se puede percibir en la ofrenda de aromas de Nicodemo una referencia al carácter de Jesús como rey y ungido (cf Sal 45, 9) Mediante este perfume se puede estar anunciando el triunfo de Jesús sobre la muerte.
Nicodemo es para nosotros un ejemplo particular de relación amistosa con Jesús, que nos invita a buscar la luz en medio de la noche; es también un símbolo del paso del saber de los expertos en la ley a la verdadera sabiduría que consiste en
verdad y arropa el misterio desnudo del Salvador; es el discípulo que se mueve entre el miedo y el riesgo, entre la confianza y la osadía, entre la fe y la devoción al amigo; es el amigo secreto del Señor.
Así lo relata el evangelio de Juan: "Fue, pues, y retiró su cuerpo. Y fue también Nicodemo, el que fue donde él de noche al principio, llevando una mezcla de mirra y áloe, como unas cien libras. Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo liaron en aromas, como es terrar entre los 39-40) José de o colocar en un su propiedad el s. Los dos amigos demo y José de ieron rodar la cerraba la l sepulcro Allí, en edaba escondido, nto corto, aquel e el principio, la al al tercer día, o de vida eterna y splandeciente del ios
ntes Gabarrón ionero y profesor da Escritura
Cartageneros en Tarragona
JuanGarcíaSaez
Hace 50 años, un grupo de cartageneros, técnicos y operarios de la refinería de Cartagena, REPESA, fueron trasladados a Tarragona para colaborar en la construcción de una nueva petroquímica en esta provincia. Este hecho provocó un éxodo de muchas familias que, procedentes de Cartagena, se establecieron en esta ciudad.
Durante la construcción de la refinería, algunos paisanos, que echaban de menos sus desplazamientos a la ciudad natal, especialmente en fechas señaladas como la Semana Santa, la celebración del Día de la Virgen de la Caridad, o en actos castrenses y familiares, comenzaron a plantearse la creación de un grupo, sociedad o asociación que les permitiera reunirse y celebrar juntos esos eventos sin necesidad de salir de Tarragona. Uno de los principales motivos fue la celebración del Viernes de Dolores, una festividad con gran arraigo para ellos.
El objetivo de la asociación era crear un espacio de encuentro para personas vinculadas a Cartagena y residentes en la provincia de Tarragona, así como para simpatizantes no cartageneros,
Virgen de la Caridad en Tarragona promoviendo el desarrollo de actividades culturales, recreativas y filantrópicas que
que fomentaran la realización personal y el sentimiento de comunidad.
El impulso inicial para la creación de esta entidad fue liderado por Federico Baíllo Campillo, socio fundador y primer presidente. Su esfuerzo culminó el 1 de Marzo de 2003, cuando finalmente se hizo realidad la fundación del Círculo Cultural Cartagenero de Tarragona
“ICUE”, dotado de estatutos propios y con reconocimiento por parte de los ayuntamientos de Cartagena, Tarragona y Reus Además, la asociación obtuvo un papel participativo en el Homenaje a los Cartageneros Ausentes, organizado por la Cofradía de San Juan Marrajo.
Federico Baíllo Primer Presidente de la asociación Desde entonces, el Círculo ha mantenido viva la tradición, organizando cada año la ofrenda de flores a la Virgen de la Caridad, cuya imagen es venerada en la Iglesia de Sant Joan de Tarragona La celebración incluye una misa y el canto de la tradicional Salve Cartagenera Aunque este acto se realiza con una semana de antelación, la razón es permitir a los cartageneros desplazarse a su tierra natal y poder estar allí el Viernes de Dolores, rindiendo homenaje a la Consagrada Virgen.
La conmemoración de esta festividad incluye una comida de hermandad en un restaurante de la zona, donde, tras el almuerzo, se entrega a los ICUES algún detalle enviado desde Cartagena por las Cofradías, el Ayuntamiento o el Gobierno Regional de Murcia
A lo largo del año, el Círculo organiza además encuentros entre socios, salidas culturales y conferencias, todas ellas recogidas en la memoria anual de actividades
Con el tiempo, se ha formado un banco de datos de cartageneros residentes en Tarragona, además de personas de otras procedencias que, aunque no sean originarias de Cartagena, se han unido como simpatizantes La asociación siempre ha mantenido sus puertas abiertas a todos aquellos que deseen compartir y preservar estas tradiciones
Si bien el culto a la Virgen de la Caridad es el evento central de la asociación, el Círculo también ha promovido una intensa actividad cultural Entre las conferencias impartidas a lo largo de los años, destacan algunas de gran interés, como la que ofreció el hijo del presidente (fallecido) sobre “Cuando en Cartagena se hablaba catalán", así como otras sobre la construcción naval en Cartagena, la historia de las murallas de Carlos III, el modernismo en Cartagena,
el paso de Cervantes por la ciudad, la vida de Carmen Conde o la historia del Molinete Durante los 20 años transcurridos desde su fundación oficial, la asociación ha mantenido vivo este espíritu divulgativo y cultural
Nuestra entidad seguirá activa mientras mantengamos la esperanza, aunque con la tristeza de no contar con nuevas generaciones que aseguren su continuidad. Con el paso del tiempo, seremos testigos de un declive inevitable, a medida que las fuerzas nos fallen y los cartageneros que un día emigramos a Tarragona vayamos desapareciendo.
Juan García Sáez Presidente del Círculo Cultural Cartagenero de Tarragona “ICUE”
Encuentra de hermandad en Tarragona
Visita de Pilar Barreiro a la Virgen de la Caridad en Tarragona
A propósito de una presentación
PedroFerrándezGarcía
El pasado año, en la Semana Santa de 2024, recibí el encargo y asumí agradecido la responsabilidad de presentar “Callejón de Bretau” La revista de la agrupación a la que mi padre perteneció y en la que a su fallecimiento mi madre, camino de los noventa años y el hermano de más de edad de cuantos la integran, se dio de alta ocupando su lugar en este imaginario tercio de penitentes que velan el Santo Enterramiento de Cristo; y la revista igualmente de la agrupación en la que yo mismo había solicitado ingresar como hermano pocos días antes de que fuera aquella noche de su presentación uno de los protagonistas, a buen seguro el que menos, cumpliendo así con mi labor de introducir de la mejor manera la nueva edición de nuestra excelente publicación
No me cabía la más mínima duda aquel día que el verdadero protagonismo, el principal, correspondía a “Callejón de Bretau”, a la revista presentada Y como no podía ser de otra manera mi intervención tuvo que ver en la parte obligada siempre de toda presentación, con dar a conocer someramente a los que allí se encontraban y asistían el contenido de la revista y todo lo que después de mis palabras se encontrarían y descubrirían en sus páginas.
Pero al abordar la tarea y al plantearme cual debería ser mi cometido tuve claro como en otras ocasiones y en otras revistas presentadas, que el
encargo recibido era la excusa perfecta para tomarme la confianza necesaria y “marrajear” durante un rato esa noche Para hablar desde mi corazón de procesionista de mis cosas, y para hablar de agrupación y hablar de Cofradía pensando que algo de lo que dijera pudiera ser compartido por mis hermanos Compartir de este modo “mis cosas ” con todos los que me escucharan, y referirme así al hablar de ellas, de mis cosas, a otros dos protagonistas de la presentación que supusieron el sustento y el argumento principal de la misma junto a la propia revista como parte importante de mi intervención
Reconozco que no me es difícil cuando estoy en la Cofradía y cuando marrajeo en cualquier ocasión que se me brinda, traer la figura de mi padre junto a mí para que me acompañe Esa noche con más motivo porque
como dije en el acto mi padre, que nació a la Semana Santa y a la Cofradía en el seno de la agrupación del Santo Sepulcro (desde el año 1982 Santo Sepulcro y Expolio de Jesús), era un procesionista marrajo que sin desmerecer a otras guardó un cariño especial con algunas agrupaciones distintas a la suya “de nacimiento”
Agrupaciones a las que pertenecía con orgullo y con las que mantuvo una relación estrecha apoyada siempre en la vinculación personal y de amistad con sus hermanos Y una de ellas, lo sabemos, la del Santo Entierro
Quise esa noche que la hermandad y la fraternidad marraja, que la amistad sincera entre cofrades, tuviera un especial protagonismo en la presentación de la revista Y que al hablar de esa hermandad y de esa fraternidad, de la amistad, lo
Pedro Ferrández Flores y José Miguel Méndez Martínez
hiciera recordando a mi padre, a Pedro Ferrández Flores, que a mi modo de ver ejemplifica y dice mucho de esos valores cuando evoco la relación que en su vida cofrade mantuvo con los hermanos de nuestra agrupación del Santo Enterramiento de Cristo; hermanos con los que trabó y forjó a lo largo de muchos años un estrecho vínculo de amistad y de cariño
Fue esta una relación iniciada como en el caso de tanto otros procesionistas con los que mi padre siendo más joven comenzó y mantuvo en el tiempo esa unión fraternal, con un marrajo antiguo y leyenda de la Cofradía y de la agrupación, el recordado presidente José Méndez Motilla. Pero relación continuada al cabo de los años con hermanos del Santo Entierro formando parte, mi padre y ellos, de una generación de jóvenes marrajos que vinieron a tomar el relevo en las diferentes agrupaciones y que estaban llamados a marcar una época en la historia reciente de la Cofradía
Hermanos y amigos como Alonso Cano, Paco Pérez-Nieto o Diego Garcerán entre otros jóvenes veteranos junto a los que también aparecía cuando le pedía a mí padre que me
contara cosas de “ su agrupación” y de su convivencia con los hermanos, un inquieto benjamín de aquel Santo Entierro casi cuatro décadas atrás, José Manuel Sánchez Meca, que sería adoptado pronto por sus mayores para que los acompañara en la tarea.
Pero decía en la presentación, que si tenía que hablar de amistad y de cariño y de una agrupación instalada en el universo procesionista de mi familia; si debía de este modo al recordar a mi padre y su vínculo con el Santo Enterramiento de Cristo pensar en esa amistad y ese cariño como piedras angulares de una relación personal, fraternal, sólo podía referirme a José Miguel Méndez Martínez. Porque para entender ese vínculo verdaderamente
profesaban; desde el enorme trabajo compartido por y para la Cofradía, José Miguel y mi padre forjaron una relación de amistad y hermandad entrañable, familiar, que conservaron hasta el final trascendiendo con mucho el ámbito de la propia Cofradía y de la agrupación La agrupación que mi padre, de la mano de José Miguel, consideró como suya, y donde en cada encuentro, en cada ocasión, siempre se sintió entre hermanos y entre amigos.
Por otro lado, recién llegado yo mismo a esta agrupación, manifestaba sin embargo en mis palabras que hacía ya cincuenta años de una particular relación establecida por mi parte con el Santo Entierro. Puesto que desde hacía cincuenta años familiar de mi padre con la agrupación es obligado que aparezca así la figura de José Miguel. El hermano de la misma a quién por otra parte recurre mi padre, allá por 1987, para que sea su Primer Comisario General y le acompañe durante sus ocho años como Hermano Mayor. Desde el mutuo aprecio, la consideración y el respeto; desde el cariño y la admiración que se
Alonso Cano Rodríguez Pedro Ferrández Flores José Miguel Méndez Martínez y José Manuel Sánchez Meca en la comida de la agrupación
todas las noches de Viernes Santo, en las horas de procesión, seguía mi caminar tras los pasos del maravilloso grupo procesional de González Moreno que conduce al Señor hasta su sepultura. Es desde entonces, medio siglo atrás, que venía en esas horas alumbrando con mi hachote a Cristo en su Sepulcro como uno más de los “Hijos del Yacente” que visten capa de lanilla con las cinco cruces rojas potenzadas que los identifican.
Y estando por medio el tercio de esos judíos que en la noche no se alejan mucho del Yacente; que recelan y desconfían del Hijo del hombre por lo que han oído hablar de Él; y que más que escolta de un Rey parecían desfilar delante nuestra custodiando temerosos el cadáver de un reo sin saber que es un héroe caído, pero nunca vencido; detrás como digo de los soldados romanos atisbaba cada tanto por encima de las plumas de sus cascos, y dentro de mi capuz, el movimiento del trono del Entierro del Señor El oscilar de las luces de sus cartelas y la luz que irradia su peana iluminando la escena pasionaria que alcanzo a intuir a lo lejos. Para que cuando en la noche me llegaba a pesar la penitencia y se acumulaba el cansancio sentir livio, no lo niego, al ver reanudar el trono su marcha camino de la recogida en Santa María y con ello la mía acercándome a la recogida y al final de la procesión Mantenía de este modo a la vista, en la distancia, la primera parte que conozco bien del cuadro formado como un
todo sin solución de continuidad por nuestro grupo escultórico y el majestuoso Yacente que le sigue y que culmina una colosal pintura Un fabuloso conjunto para ofrecer a quien respetuoso contempla el paso del cortejo marrajo, y de esta manera reflexionaba en la presentación y lo compartía con mis hermanos, la más impresionante narración en clave escultórica, Entierro y Sepulcro, de la decimocuarta estación del Vía Crucis al ser Jesús depositado en su sepultura, en el Viernes Santo de Cartagena Dos joyas sin ningún género de dudas sabiamente engarzadas en el riguroso discurso catequético marrajo de esa noche.
Se cumplían por otro lado en el pasado 2024 sesenta y cinco años de la llegada del grupo del Santo Enterramiento de Cristo, la primera de las joyas que aparecen en el cortejo formando parte de esta tabla y este soberbio cuadro marrajo tallado por la genialidad de González Moreno y Capuz representando en su conjunto el final del Camino de la Cruz
Porque allá por 1959 y cuando podíamos pensar que la construcción narrativa de las procesiones en la mañana y en la noche de Viernes Santo se había completado con el sustento fundamental de la gubia de Capuz que pone en pie desde 1925 un magistral edificio escultórico pasionario, y que lo reconstruye en parte aún con mayor magnificencia superando los estragos sufridos en el patrimonio a causa de la Guerra
Civil; cuando acompañando la monumental obra de Capuz que nos deja escrito en madera su último capítulo con el Santo Amor de Juan en la Soledad de la Virgen los marrajos añadimos en ese tiempo anterior al año 1959 aportaciones de enorme valía debidas a los imagineros Carles Flotats, Sánchez Lozano y Coullat Valera; cuando en suma el discurso marrajo en nuestra Semana Santa pudiera pensarse concluido y terminado, emerge en la Cofradía para suerte de todos la figura inconmensurable del que fuera su Hermano Mayor Antonio Ramos Carratalá, el otro protagonista en la presentación de la revista
Don Antonio Ramos es, y así lo entiendo yo y lo manifesté en la presentación, el Hermano Mayor de nuestra agrupación La persona que abre con letras mayúsculas en su primera página la maravillosa historia del Santo Enterramiento de Cristo. Y entendía que el dar a conocer una nueva edición de la revista de la que en muchos sentidos podemos considerar “ su ” agrupación, era la excusa y el momento perfecto para rememorar la figura de este ilustre marrajo de recuerdo imborrable en la memoria y en Cartagenero insigne por demás, Antonio Ramos Carratalá desarrolló a lo largo de su vida una exitosa carrera profesional de enorme prestigio como ejecutivo en el sector financiero, siendo artífice y director general ejecutivo en el sector financiero, siendo artífice y director general de una entidad en su momento tan importante como llego a ser
la Caja de Ahorros del Sureste de España. Pero Don Antonio desde su juventud y a lo largo de toda su vida, fue ante todo un marrajo incontestable y un procesionista al servicio siempre de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno Pero Don Antonio desde su juventud y a lo largo de Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Pero Don Antonio desde su juventud y a lo largo de toda su visa, fue ante de toda su vida, fue ante todo un marrajo incontestable y un procesionista al servicio siempre de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno marrajo cuya mejor carta de presentación, y en este caso barría al decirlo un poco para mi otra casa como hijo del Yacente que soy, la
refería él mismo en una entrevista precisamente en 1959 al ser preguntado por su preferencia de alguna agrupación, manifestando que había sido fundador del Santo Sepulcro, allá por 1926, y añadiendo su predilección por la Virgen de la Soledad. No podía encontrar, decía aquel día y pedía perdón
por ello, mejor aval para un cofrade morado: marrajo del Sepulcro y con un amor incondicional por muestra Madre de la Soledad
Don Antonio fue marrajo desde siempre, desde niño y en su adolescencia y juventud, y es evidente de que no haber marchado a residir y trabajar en Alicante por motivos evidente de que no haber marchado a residir y trabajar en Alicante por motivos profesionales habría estado llamado a jugar un papel más importante del que aun así tuvo en la Cofradía en el periodo que transcurre entre 1920 y 1960, donde sabemos tiene lugar la eclosión y el extraordinario
desarrollo de la cofradía a todos los niveles, en agrupaciones, patrimonio, procesiones Un tiempo esplendoroso en cuyo Cuadro de Honor, junto a los hermanos mayores Gómez Quiles y Muñoz Delgado, ocupa su lugar por derecho y méritos más que reconocidos Ramos Carratalá
Protagonista Don Antonio en esa primera hora del resurgir de la Cofradía y de la Semana Santa que marca la década de los veinte del pasado siglo y muy singularmente por su enorme importancia de la aparición de las agrupaciones, con el Sepulcro 1926 y detrás todas las demás, pronto tuvo Don Antonio Ramos que vivir como digo lejos de nuestra ciudad. Pero muy al tanto y pendiente siempre de la fantástica andadura de los marrajos comenzada en esos años y al servicio siempre de su Cofradía tanto en lo personal como mediante el mecenazgo de la entidad que dirigía, como igualmente dije en la presentación, en cuántas veces se le requirió para ello
Don Antonio Ramos en un encuentro de Hermandad de la Cofradía
En este sentido, finalizada la Guerra Civil con las consecuencias de toda índole que la misma deparó, Don Antonio jugaría un primer e importante papel en los marrajos asumiendo el cargo de Hermano Mayor durante un breve mandato, entre 1940 y 1942, ante la imposibilidad de que Don Juan Muñoz Delgado, destinado a conducir la nave marraja ya no como Primer Comisario que lo fue con Gómez Quiles sino como Hermano Mayor, no pudiera serlo por sus circunstancias personales al haber sido con el oficio de contralmirante de la Armada subsecretario del Ministerio de Marina al servicio de la Republica, y sufrir un expediente de depuración político-social al acabar la guerra que le conllevaría por otra parte la pérdida de su carrera militar
Después de ese corto periodo de tiempo y de prestar durante el mismo un muy necesario servicio a la Cofradía, será de cualquier manera en su segundo y más importante periodo como Hermano Mayor de los marrajos, de 1953 a 1966 sucediendo a Muñoz Delgado, cuando Don Antonio Ramos Carratalá nos dejara su mejor legado
Don Antonio es fundamentalmente para la Cofradía el Hermano Mayor que configura definitivamente el ciclo virtuoso de nuestra pasionaria con la cuarta procesión, la del Sábado Santo A él, a su idea de engrandecer nuestros desfiles con un cortejo
más, a su empuje y a su insistencia ante la autoridad eclesiástica con una deliciosa correspondencia durante tres años entre nuestro Hermano Mayor y el obispo de la diócesis hasta conseguir la aprobación debemos el postrer desfile en la tarde de ese día
Debemos que, de este modo, una cruz marraja nos invite a la reflexión serena ante el camino de la Pasión que ya ha terminado.
Al Sábado Santo y a este Hermano Mayor debe igualmente la Cofradía Marraja el encuentro con Juan González Moreno, completando de manera extraordinaria de la mano del genial escultor murciano el patrimonio de la Cofradía ahormado a lo largo de cuatro décadas gloriosas Y a este cuarto cortejo y al hoy rememorado Ramos Carratalá, afirmé, debía la agrupación el que en pocos días fuéramos a mostrar un soberbio grupo procesional que es estación final del Vía Crucis en el segundo acto del Viernes Santo, y que en esa noche de la presentación de la revista sus hermanos nos reuniéramos sesenta y cinco años después para recibir con orgullo un nuevo número de “Callejón de Bretau” Porque sabiendo que no descubría nada quería recordar en mis palabras cómo para conseguir su ansiada cuarta procesión en el disputado día entre marrajos y californios, nuestro Hermano
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Mayor planteaba en 1956 en carta al obispado “ un desfile procesional a base por el momento de tres “ pasos ” que representasen con tallas de buenos imagineros el Santo Entierro de Cristo, la Santísima Virgen con San Juan y María Magdalena, y la Soledad” Siendo de este modo que Don Antonio, en su proyecto, nos reservaba un lugar no en el Viernes sino en el Sábado Santo junto al grupo del Santo Amor de San Juan y la Virgen de la Soledad, mencionando en una carta posterior al obispo la presencia, como así sería, de la Vera Cruz formando parte del cortejo
El buen imaginero sería, claro está, González Moreno, el imaginero previsto desde la concepción del desfile por el Hermano Mayor, pero el que parecía nuestro destino y nuestro sitio en una procesión no lo fue. Puesto que en 1959 cuando llega el Santo Entierro no se dispone todavía de la autorización para el Sábado Santo, y el grupo procesiona por primera vez y por esta razón en la noche del Viernes Santo integrado y a cargo su salida de la agrupación de Nuestro Padre
Don Antonio Ramos en un encuentro de Hermandad de la Cofradía
Jesús Nazareno que lo acompaña. Sucede que un año después, al quedar autorizada en 1960 y salir la procesión de la Vera Cruz ya de manera oficial en nuestra Semana Santa, no se incorpora a este cortejo del sábado el Santo Entierro, quedando inmerso desde ese año 1959 de su primera salida en el fantástico discurso catequético del Viernes Santo marrajo en la función de la noche como la primera joya de la que hablé engarzada a otra, al Sepulcro, y desempeñar un papel esencial en la narración que la Cofradía ofrece en esas horas por las calles de nuestra ciudad
Dos últimas anotaciones en el recuerdo de este gran Hermano Mayor me llevaban en la presentación de nuevo, en ambas, al Sábado Santo
Porque de la misma noble madera, de las mismas manos y de la misma gubia magistral; de la misma fe compartida sin duda, la del artista que inspira e insufla a su trabajo y a su obra y la de Don Antonio que no dudaba en afirmar como dije su predilección por la Virgen de la Soledad; del mismo anhelo por añadir el color morado a un día de espera y esperanza en la Resurrección, llega a la Cofradía añadido al encargo del conjunto del Entierro y pareciera que subordinado al trabajo principal que los marrajos esperábamos de González Moreno, la imagen de la Virgen de la Soledad de los Pobres
El periódico de la época, El
Noticiero, recoge cómo las dos obras una vez entregadas, el imponente grupo y la delicada y recogida talla de la Virgen, quedaron expuestas en los bajos de la Casa Cervantes de la calle Mayor, sede de la Caja de Ahorro en Cartagena y en una crónica periodística Bajo el título “Arte humano sobre un tema divino” se escribía y ensalzaba en encomiable artículo las virtudes artísticas y compositivas de la maravilla del Entierro y las imágenes que lo conforman, para referirse sólo al final de su artículo a que “separadamente, hay una talla policromada de gran tamaño de la Virgen de la Soledad”
Queriendo entender yo de las palabras del cronista de prensa que la contemplación del formidable grupo de González Moreno dejaría poco espacio en la mirada y en la mente del asombrado visitante para percibir en todo su esplendor la presencia separada de la imagen de la Virgen. Imagen que parece acompañar alejada, como si fuera un espectador más, la maravillosa exposición del Entierro Con el paso del tiempo, convertida la procesión del Sábado Santo que cierra la Virgen de la Soledad de los Pobres no ya en el último desfile de la Cofradía sino ante todo en el mejor broche posible a nuestra pasionaria, me sucede como hermano de esta agrupación y sería para mí un motivo de orgulloso y un honor, que tal vez el foco de aquella exposición estaba ciertamente equivocado Que mi Cristo del Entierro al que sostiene José de
Arimatea, aquel que recibía y era objeto de todas las miradas, nos habría dicho generoso y lleno de satisfacción a todos los que hasta Él se acercaran:
no os quedéis frente a mí, ir a ver a mi Madre, Ella es la verdadera protagonista; mirad su sufrimiento y su inmenso sabed porque es la Soledad de soledades; y concluid, como el cronista decía, que el mismo que me esculpió a mí, acertó mejor que nadie a plasmar su elocuente expresión de dolor y de sumisa conformidad en padecerlo, y la expresividad de sus manos y su cara patentizando un gesto inconfundible de infinita aflicción”.
El apunte final acerca de este procesionista marrajo protagonista esencial de mi particular presentación de la revista que esa noche recogía en mis palabras, y la segunda anotación referida a nuestro Hermano Mayor y a su Sábado Santo me parece, sin ningún género de dudas, su mejor pensamiento La capital enseñanza ofrecida a los marrajos por Don Antonio del único sentido que tiene manifestar la fe en desfiles procesionales: el de llevar a la práctica efectiva y real el Credo que, con una configuración artística y patrimonial inigualable, proclamamos y manifestamos.
Porque para dotar de enorme contenido a su procesión, Ramos Carratalá le decía al obispo al acabar en 1960 su primera salida procesional una
vez autorizada, en la misiva que le enviaba, la intención de la Cofradía expuesta en el Cabildo celebrado ese año el Jueves Santo de constituir una Constructora con el patrocinio “religioso” de la agrupación de la Virgen y “económico” de la Caja de Ahorros del Sureste de España que dirigía, para procurar viviendas a los más necesitados; propósito que contaría además con la colaboración de la Junta de Damas de la Cofradía cuya labor sería “vestir los hogares de los más humildes, proporcionarles empleo, velar por la educación cristiana de las familias y hacer cuanto Dios nos manda para con nuestros hermanos necesitados de afecto y consideración social y de necesidades materiales: alimento de cuerpo y alma”.
El ambicioso proyecto no llegaría a materializarse, pero ponía de manifiesto el alcance social y evangélico que la Cofradía y su Hermano Mayor, que siempre tuvo en el norte de la entidad financiera a cuyo frente estaba la actividad benéfico social que le era por otro lado inherente, querían dar a la nueva procesión marraja. Una procesión dotada de pleno sentido religioso que fuera ejemplo del espíritu que ha presidido a lo largo de su historia de las más diversas maneras la labor asistencial de la Cofradía
Sin duda el antecedente inmediato en su espíritu y su intención; en la ambición de un proyecto no sólo de limosna y caridad sino de obra social y solidaridad de enorme envergadura, compromiso, y
responsabilidad, antecedente como digo de la Fundación Marraja Nuestro Padre Jesús Nazareno, la institución puesta en marcha por el Hermano Mayor José Miguel Méndez Martínez y la Cofradía cuatro décadas más tarde, en 1996. Y la espléndida realidad que es hoy su proyecto de la Casa Hogar Virgen de la Soledad de los Pobres, al que seguro que los marrajos y nuestra Fundación seremos capaces de sumar otros muchos.
Un último detalle al que no me referí en la presentación de “Callejón de Bretau” el 21 de marzo de 2024 dejo aquí para terminar, a propósito de rememorar aquel acto, esta referencia a la figura de Don Antonio Ramos Carratalá, el Hermano Mayor del Santo Enterramiento de Cristo Porque hoy, en el despacho del Hermano Mayor en la sede la calle Jara y en su escritorio se encuentra sobre un pequeño pedestal la cruz doble que Don Antonio llevara en procesión como distintivo del Hermano Mayor de la Cofradía Hermano Mayor en la sede la calle Jara y en su escritorio se encuentra sobre un pequeño pedestal la cruz doble que Don Antonio llevara en procesión com distintivo del Hermano Mayo de la Cofradía
Transcurridos de este modo y casi seis décadas desde que ilustre procesionista morad dejará el cargo y de mane simbólica depositara su cruz doble a los pies de Nazareno, la memoria atestiguada de su legado en la Cofradía y el mejor
La cruz doble de Ramos Carratalá en el despacho del Hermano Mayor en la Cofradía
recuerdo que todos los marrajos podemos guardar del que fuera un Hermano Mayor irrepetible y un cofrade inolvidable, en especial para los hermanos de nuestra agrupación, es sin duda una preciosa cruz de plata que acompaña en su día a día y sobre la mesa de trabajo a la persona que en cada momento tiene el privilegio y la responsabilidad de servir, como lo hiciera de forma tan extraordinaria Don Antonio Ramos Carratalá, a la Cofradía y a todos los marrajos
Pedro María Ferrández García
Presentador de la Revista “”El Callejón de Bretau” nº9
José Antonio Rodríguez Lorente “Sencillez, Devoción y Fe ”
Ana Belén Pérez-Nieto Alcaraz
Comienzo a escribir este artículo, y lo primero que me ha venido a la mente ha sido el título Dicen que los escritores de verdad dejan este para lo último, pero como la que suscribe es una mera aficionada, empiezo el artículo titulándolo ¿Por qué? Porque cualquiera que conozca a José Antonio, estará completamente de acuerdo conmigo que estas tres palabras lo definen a la perfección. Dicho esto, prosigo.
José Antonio Rodríguez Lorente nació en Cartagena el 8 de febrero de 1957, y con tan solo siete años se puso una túnica por primera vez para procesionar por las calles de la ciudad
Muy jovencitos los dos, conoció a la que sería su compañera de viaje, Marina Hechos el uno para el otro, ella tenía quince años y él dieciocho, cuando comenzaron una relación que estaba claro terminaría en boda. Ambos de profunda fe, se casaron en la Iglesia de San Diego un 6 de diciembre de 1981. Para entonces hay que decir que José Antonio ya vestía el traje del Santo Entierro, con lo que Marina se casó con el amor de su vida, que tenía el corazón morado A ella le gustaba la Semana Santa sí, pero junto a José Antonio aprendió a vivirla de una manera realmente especial Dos buenas personas, como digo de profunda creencia religiosa, han dedicado parte de su vida juntos a realizar labores sociales, así como impartir catequesis para compartir esa fe que viven a diario.
En 1985 nació su primer hijo Moisés y cuatro años después llegó Marina. Ambos son hermanos de la Agrupación y han participado activamente en numerosas actividades a lo largo de estos años Marina forma parte de la actual Junta directiva como vocal de juventud Pese a que lleva saliendo en distintas procesiones desde bien pequeño, no es hasta el año 1979 que se da de alta como hermano de la Agrupación. Cuenta con emoción como
siempre le llamó la atención nuestro maravilloso grupo escultórico.
Vistió el traje por primera vez la Semana Santa de 1980 y, siempre que la lluvia se lo ha permitido, ha procesionado Viernes Santo tras Viernes Santo hasta hoy Cuando colgó el traje de capirote, no dudó en sacar la túnica de nazareno para acompañar al presidente y como no al grupo Aunque ya sin capuz, sigue procesionando con la misma emoción contenida de siempre Escucha los primeros tambores y la marcha sonar y un escalofrío recorre su cuerpo. Sin los nervios del principio, pero sin perder un ápice de entusiasmo.
Su trabajo durante 42 años en Navantia (bazanero y a mucha honra) lo compaginó siempre con su gran trabajo en la Agrupación Ese trabajo discreto, silencioso y diligente, queda demostrado con creces por los numerosos presidentes que han contado con él ininterrumpidamente a lo largo de los años. Desde Don José Miguel Méndez Motilla, pasando por José Miguel Méndez Martínez, Alonso Cano, José Manuel Sánchez Meca, hasta nuestro actual presidente Joaquín
Torres Saura Fue nombrado consiliario en el año 1992 y recibió el escudo de oro, reconocimiento a su labor más que merecido No puedo dejar de reseñar esos ensayos previos a la procesión; José Antonio, su carpeta y bolígrafo en mano, pasando lista se te acerca, marca por unos segundos el paso a tu lado y te pregunta… “¿vienes a la comida verdad?” Personalmente un momento muy especial es el Miserere, todos los que he tenido la suerte de vivir, lo he hecho a su lado, y su cara, su sonrisa de satisfacción, se contagia.
Una Semana Santa que desgraciadamente quedó marcada en la memoria de José Antonio fue la de 2003, en la madrugada del Sábado Santo una vez recogida la procesión del Viernes Santo fallecía su hermano Emilio, un enorme golpe para él y toda su familia que sobrellevó agarrándose una vez más a la fe que profesa. Pero haciendo balanza de todos estos años, los momentos buenos pesan más que los malos, como cuando fue nombrado jefe de tercio, cargo que ejerció durante años, pero con la ilusión del primero Sufriendo en los años de amenaza de lluvia, que todos sabemos que son la mayoría, y sintiendo la tristeza de las que definitivamente no salen a la calle, por este mismo motivo Siempre activo en la Agrupación, hoy en día ejerce el cargo de secretario, y, realiza su labor con la misma pasión con la que anima a su EFESÉ cada partido. Aunque creo que este cargo le da menos disgustos que su equipo del alma.
En definitiva, hablar de José Antonio Rodríguez Lorente, es hablar del Santo Entierro, pero también es la definición de
cómo se puede hacer cofradía y hermandad, trabajar desde la humildad y el cariño mantener la devoción y no perder la ilusión de un niño, ese que un día se vistió por primera vez de nazareno, y ya nunca más pudo alejarse de la Semana Santa cartagenera
Ana-Belén Pére-Nieto Alcaraz
Hermana de la Agrupación del Sto. Entierro de Cristo
Un año en imágenes.
Ilustración donada por Gabriela Oliver Martínez
Estudiante de 2º de Bachillerato de Artes
IES Ben Arabí
Comida de Hermandad.
de la Familia Pallarés a la Agrupación del Santo Enterramiento de Cristo, y en recuerdo a Jacinto Pallarés tristemente fallecido este año, queremos dar el recuerdo de un capirote a MAXIMO PALLARES que desfiló por primera vez en 2022 junto a su padre. Además se hace entrega del documento que le acredita como Marrajo de patente
LUCAS GIMENO NIETO MARIA MUÑECAS RODRIGUEZ
haciéndolo hasta que pueda hacerlo como penitente junto a sus padres, hermano y resto de su familia. Recibe la bufanda marraja JAIME FERRER BERMEJO
16 de marzo de 2024
El Callejón de Bretau
Es hija y nieta de Directivos del Santo Entierro, de una saga vinculada al tercio y desfila desde el año 2016 en él. Desde que es puntera de Galas, destacan por su buen desfilar, compitiendo duramente con el tercio y a veces ganando. Por su participación en la Recogida de alimentos, este capirote se le concede a CARMEN GARCERÁN NAVARRO Hacemos público su nuevo nombramiento como VOCAL DE REDES SOCIALES
falta, como Vocal distinguida de este añ Obsequiamos con un capirote a ANA PERE
NIETO MERCADER
Se hace entrega del documento que acredita IZQUIERDO Y ANA BELÉN PÉREZ-NIETO ALCAR
Entrega de diploma por su primer año desfilando con nuestra agrupación a MARTA TORRES SOTO.
ha desfilado durante 10 años en el tercio l Santo Entierro en la maravillosa noche l Viernes Santo y por tanto es merecedor del escudo de Plata de la Agrupación, SALVADOR FERRER MARTINEZ Recoge la d
16 de marzo de 2024
Presentación “El Callejón de Bretau”
21 de marzo de 2024
Presentan: Dña Fina Torres, D Pedro María Ferrández García
Agrupación del Santo Entierro
Cena de hermandad
Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, y ese es el caso de nuestro querido JOSE ANTONIO RODRIGUEZ LORENTE, fue Jefe de Tercio, Secretario en tiempos de José Manuel Sánchez Meca como Presidente, en la actualidad sigue ostentando el cargo, y participa activamente en todos los actos de la Agrupación siempre acompañado de MARINA INGLES PAGAN, que ha dado a nuestra agrupación su cariño, amor, dedicación y entrega. Queremos tener un detalle con Marina y obsequiarla con un capirote
Fueron muchos los años que desfilaron delante de Santo Entierro, ya han dejado de hacerlo, pero seguro que cada Viernes Santo lo recuerdan de una manera especial, soñarán la bajada de la rampa y la vuelta por ella a la Iglesia de Santa María, momentos inolvidables para la hermana MARIA LUISA ROS IZQUIERDO, que procesionó durante los años 1 989 a 2 014, se le hace entrega de un cuadro de hebillas con las fechas mencionadas
Cena de hermandad.
Hacemos entrega del escudo de oro a un hermano que desfiló desde el año 1 998 al año 2 019 y que tiene el cargo de Vocal de Eventos, que realiza estupendamente sin ninguna queja y mucha alabanza GINES MARTINEZ SANCHEZ. Esperamos que sigas con las excursiones y eventos que yo considero que son muy importantes, ya que son un motivo de unión y disfrute para todos.
Pocos pueden decir que han desfilado durante 40 años, desde 1978 a 2018 Es el que más años ha desfilado en el tercio y posiblemente en la mayoría Además, tiene el cargo de Vocal de Guarda Almacén y Ayudante del Comisario de Trono y ostenta el escudo de oro. A todo esto, hay que añadir que es una excelente persona Es JOAQUIN TORRES RODES, al que queremos que disfrute en su casa de una reproducción del Grupo Escultórico.
Se le hace entrega de un cuadro de hebillas en el que se mencionan los años que desfiló, que seguro recuerda perfectamente, y fueron desde el año 1.995 al año 2.023, a nuestra Madrina BEGOÑA SANCHEZ FUENTES a la que aprovechamos para agradecer su trabajo incansable como Vocal de Caridad y su “madrinazgo” eterno a la Agrupación
Es un Hermano que lleva muchos años participando en los desfiles procesionales desde 1983, primero como penitente y ahora realiza una excelente labor como Hermano Vara. Es padre de dos Penitentes del tercio y presta su ayuda en las labores de la Agrupación Queremos obsequiar con un capirote a FEDERICO MONTOYA PAREDES
Cena de hermandad
23 de marzo 2024
Preparativos de Viernes Santo
Óscar Risueño Pagán y Antonio Sánchez Risueño
Aperitivo Viernes Santo
Santo
Santa María de Gracia
Cofradía Marraja
Campaña de recogida de alimentos.
Marina Inglés, Jose Antonio Rodríguez, Marina Rodríguez
Begoña Sánchez, Salvador Paredes, Marisé Ballester y Antonio Bobadilla
¿Quién es Quién?
Pasatiempos Cofrades
Coloca las calles por las que desfila la procesión del Viernes Santo
Por Joaquín Torres Rodes
Busca en la sopa de letras las calles por las que desfila la procesión del Viernes Santo