Este pequeño libro recoge y organiza las opiniones que compartieron comunidades en situación de pobreza consultadas por el equipo del PNUD. Su objetivo es iniciar una suerte de "contagio afectivo" demidentificación con las personas menos aventajadas de la sociedad salvadoreña. Pretende facilitar la capacidad humana de ponerse en los zapatos del otro. Está claro que un documento por sí solo no va a cambiar la realidad, pero sí puede incidir en el ánimo de la sociedad. En ese sentido, es un llamado a romper con la impasibilidad, indiferencia y apatía ante el sufrimiento ajeno; y con la falta de indignación ante la injusticia y la exclusión social.