DIRECTO
LAS AGUAS, BOGOTÁ. JUNIO Y JULIO 2015. DÉCIMA EDICIÓN
H
TODA UNA VIDA EN FENICIA
ijo de un ebanista y de una comerciante, en sus 63 años de vida Armando Alarcón ha sido testigo de los cambios que han transformado el barrio Las Aguas y otras partes del centro de Bogotá. Aún vive en la misma casa de ladrillo - ahora pintado de blanco y café- donde nació y creció, ubicada junto a la Casa Fenicia. En su hogar guarda, entre otros tesoros, una gran colección de discos de vinilo con especial preferencia por los boleros. Una colección de botellas extrañas y gran cantidad de objetos poco comunes, interesantes o de valor simbólico, como una edición de Directo Fenicia. Cuando la universidad de los Andes está en clase, vende todos los días almuerzos preparados por su esposa y su hija.
también habla de sus buenos recuerdos: “La escuela se llamaba así porque era financiada por ese país. Nunca se me olvidará que el 25 de mayo era la fiesta de la república Argentina y nos regalaban muchas cosas, dulces y camisetas”.
producción
y
venta
de
su
bebida.
Era la época en que extraer una muela costaba un peso. Se conseguían verduras para el almuerzo con menos de 20 centavos y en Las Aguas se alquilaban baños con agua caliente a 5. Don Armando recuerda Era una época en la que los ríos que bajaban muy bien cuando el pasaje de bus valía 10 de los cerros orientales eran mucho más centavos y cuando tenía que comprar, a 25, caudalosos y los niños - traviesos, como el galón de combustible que se utilizaba siempre- todavía podían subir al Cerro de para las estufas y las lámparas de petróleo. la Guacamaya, ubicado entre Monserrate Y, aunque habla con cierta nostalgia del y Guadalupe, y bañarse en los cajones, pasado - siempre es bello recordar-, unas albercas que recogían el agua también recuerda muy bien haber sido fría, pero limpia del río San Francisco, testigo de épocas más difíciles para el más arriba de la quinta de Bolívar. barrio, cuando la seguridad no era la mejor.
Don Armando también conoció, aunque muy pequeño, la época en que en los cerros existían alambiques para la fabricación de aguardiente artesanal. Su mamá tenía entonces una tienda y compraba, aguardiente a alguien conocido por todos Estudió la primaria en la escuela República como papá Fidel, en medio de áreas Argentina, que quedaba ubicada en la calle boscosas en los alrededores de lo que ahora 20 # 4-68. En esa época todavía se estudiaba es los Andes. El señor, sin embargo, solía doble jornada de lunes a sábado y los tener problemas en la Aduana - que quedaba profesores eran muy estrictos: “Nos daban ubicada en la casa de lo que ahora es el Goce palo por nada”, dice. Pero don Armando, Pagano- porque no pagaba impuestos por la
Por eso cree que el proyecto de renovación le va a deparar un mejor futuro a los vecinos y espera verlo realizado pronto. “Ojalá se haga rápido para poder disfrutar y ver cómo se arregla. Lo digo honestamente, mi barrio es muy rico y solo querría irme de él cuando me toque con las patas por delante, pero ojalá el proyecto sea una realidad pronto por el bienestar de los que quedamos con un tejido social de ancestros del barrio Las Aguas”, dice.