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LAS AGUAS, BOGOTÁ. NOVIEMBRE DE 2015. DÉCIMO CUARTA EDICIÓN
UNA CASA PINTADA Miércoles 28 de octubre vecinos y niños de la comunidad de por componer esta obra de arte colectiva. Fenicia. Y así ocurrió.
Una estudiante de bellas artes de la Universidad de los Andes, overol azul, morral verde, pelo largo y café, llegó en horas de la tarde a la casa ubicada en la carrera 1 # 20A - 55. Sacó del bolso tarros de pintura blanca y una cubeta panda. Vació la pintura en el platón, hundió el rodillo en la mezcla y pintó la fachada de la casa. Los ladrillos antes naranjas se tornaron blancos. Las ventanas antes marrones tomaron el color de las nubes. La puerta antes verde fue una hoja limpia, inmaculada. El frente de la casa ya no era una fachada del Triángulo de Fenicia, se trataba, gracias a la intervención y esmero de la estudiante, de un lienzo de concreto listo para ser coloreado.
Jueves 29 de octubre
Se cerró la calle con unas cintas amarillas. Se llevaron varios potes de pintura, pinceles, brochas y rodillos. Se invitó a los transeúntes (amas de casa, estudiantes, obreros) que pintaran lo que se les antojara en el mural níveo de la calle. La timidez y la prisa no impidieron que la casa se fuera transformando. Un zorro rojo, un gato negro, una amalgama de rosas, fucsias y lavandas. El escudo del Santa Fe, el del Millonarios, el del Deportes Tolima. Frases como “yo amo a Fenicia”, “sólo AB” y “sólo Cali”. Corazones rotos, corazones descompuestos, corazones alegres, la palabra paz, paz, paz, fueron desperdigándose por la fachada de Con el anuncio de que la casa se convertiría aquella casa que poco a poco cobró vida, en el nuevo centro de atención del Distrito, con los colores del imaginario colectivo se tomó la decisión, en el marco de la de la comunidad de Fenicia. Semana de las Artes de la Universidad de los Andes, de convertirla en un mural En la tarde los niños de Fenicia se tomaron el con los sueños, anhelos y deseos de los mural con su desparpajo y espontaneidad. estudiantes, profesores, comerciantes, Los gritos, saltos y carcajadas acabaron
Los pequeños hundieron sus manos en la pintura y estamparon sus huellas por ladrillos y ventanas. Escribieron sus nombres en la puerta, se pintaron las cabezas, las mejillas y los brazos. Se tomaron la casa con pinceladas de luz. Arrojaron tramojazos de color al muro, al suelo, al cielo; convirtieron el mural de la vieja calle en un fresco caótico, barroco, bello.
Sábado 31 de octubre Los trabajadores arribaron temprano. La maquinaria se dispuso en la mitad de la carrera 1. El equipo de construcción inició las labores. Cavaron, organizaron, adecuaron el terreno para el nuevo punto de atención del Distrito. El mural de los sueños colectivos de Fenicia los esperaba, días atrás, como prueba irrefutable de que la comunidad entera estuvo allí: pintando, soñando, imaginando. Diciendo en un coro de voces: bienvenido sea el futuro de Fenicia.