Una Carta al Cielo Llevando a un pobre niño, sujeto de la mano, se presentó al sargento un hombre en el cuartel.
El niño le responde, es cierto mi sargento, robé un ovillo de hilo para así hacer llegar.
El mundo está perdido, le dijo acalorado, le traigo a este muchacho tan chico y por ladrón.
A mi blanca cometa hacia el azul del cielo, allá donde se ha ido mi adorada mamá.
Cálmese y tome asiento, demás está estrujarlo, qué es lo que le ha robado, dijo la autoridad.
No ve en ella una carta, prendida a mi juguete, perdóneme si en ella yo quise preguntar.
Robó un ovillo de hilo en una de mis tiendas, por eso castigarlo merece sin piedad. La autoridad pregunta, dime carita sucia si es cierto lo que dice y cesa de llorar.
¿Por qué mamita linda? ¿Por qué te fuiste lejos? Dejándome tan solo con mi pobre papá.
Joshua E. Rojas Chumpitaz 4to “C”