DECLARACIÓN DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES SOBRE LA CRISIS MARROQUÍ-ESPAÑOLA Este martes, 1 de junio, el llamado Ghali comparecerá ante la Audiencia Nacional. Cierto que esta comparecencia constituye una evolución de la cual Marruecos toma nota, sin embargo, no representa el fondo de la grave crisis entre los dos países vecinos. I. La comparecencia, una evolución de la cual Marruecos toma nota : 1. En primer lugar, la comparecencia del llamado Ghali confirma lo que Marruecos había dicho desde el principio: España ha recibido en su territorio, de manera intencionada y de forma fraudulenta y oculta, a una persona procesada por la justicia española por denuncias presentadas por víctimas de nacionalidad española y por hechos cometidos en parte en suelo español. 2. En segundo lugar, esta comparecencia muestra la verdadera cara del "polisario" representada por un líder que ha cometido crímenes abyectos, que viola, tortura, desprecia los derechos humanos y patrocina actos terroristas. 3. Asimismo, esta comparecencia subraya la responsabilidad de España hacia sí misma, ya que las víctimas del llamado Ghali son sobre todo españolas. Esta comparecencia constituye, por tanto, el inicio de un primer reconocimiento de los derechos de las víctimas y de la responsabilidad penal y criminal de este individuo. También es la primera vez que la justicia española cita a este responsabñe y lo pone ante querellas por crímenes graves. 4. Y aun así, estas son sólo las denuncias que han salido a la luz. ¿Qué pasa con todos los niños, mujeres y hombres que sufren los estragos del "polisario"? Diariamente se infligen tratos inhumanos a la poblacion de Tinduf -los silenciados del "polisario"- sin que se les haga justicia. II. No obstante, esta no es la raíz del problema: 1. El fondo del problema es una cuestión de confianza rota entre socios. El fondo de la crisis es una cuestión de segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara, una causa sagrada de todo el pueblo marroquí: La crisis no está limitada al asunto de un hombre. No comienza con su llegada, ni terminará con su partida. Se trata, ante todo, de una cuestión de confianza y de respeto mutuo rotos entre Marruecos y España. Es una prueba para la fiabilidad de la asociación entre Marruecos y España. Si la crisis entre Marruecos y España no puede terminar sin la comparecencia del denominado Ghali, no puede resolverse sólo con su audiencia. Las legítimas expectativas de Marruecos van más allá.