Flacso - Clase 7 (Nueva Versión)

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CURSO CONFLICTOS AMBIENTALES, PLANIFICACION PARTICIPATIVA Y MEDIACIÓN Capítulo 7. Alejandro Nató Conflictividad social y socio ambiental. El hierro incandescente que debe dejar de quemar. Diseño de ámbitos de construcción de consensos. Los quienes estratégicos y el tercer lado. Personas clave con quienes trabajar. Herramientas para los practicantes de diálogo y la mediación. Las herramientas más utilizadas en el campo de la mediación/facilitación/procesos dialógicos.

Conflictividad Social y socio ambiental Los procesos de construcción de consensos, los métodos colaborativos, la gestión constructiva de los conflictos, las mediaciones multipartes y los diferentes procesos dialógicos solo se pueden concebir con un despliegue una integralidad de concepciones, acciones y herramientas. No basta solo sostenernos en el proceso sino en todo lo que genera involucramiento a actores clave y su motivación para apropiarse de ese ámbito que debe ser gestado para evitar la violencia y procurar dar cauce a nuevas vías de comunicación y acciones comunes entre los actores en disputa.

El hierro incandescente que debe dejar de quemar El desplazamiento de muchos integrantes de nuestra sociedad fuera de los límites de la contención social ha traído como consecuencia diversas formas atemporales de exclusión que se vislumbra en una notoria fragmentación social y que tienen expresiones con altos grados de violencia en la representación del valor justicia y el clamor de respuestas efectivas. Por otra parte nuevos valores ganan terreno en el campo social donde minorías velan por hacer valer su lugar y derechos, como así también afloran nuevos enfoques y conciencia acerca de lo que representa la justicia ambiental. Las demandas sociales que muchos sectores ejercen sobre quiénes tienen que tomar decisiones se ejercitan en diferentes tipos de acontecimientos públicos y esa manifestación -que en ciertas ocasiones se acompañan con impotencia, indignación y bronca-, se canaliza a través de la protesta en el escenario público. La antinomia perversa de criterios respecto a lo que representa el productivismo, “extractivismo” y desarrollo que generalmente está sustentado desde las empresas sectoriales con connivencia, acompañamiento y predisposición estatal se enfrenta a diversos sectores de la sociedad civil que claman por calidad de vida, la no contaminación y la preservación de recursos naturales que se expresa en clave de resistencia y clamor de justicia. Lo polémico de los mecanismos de gestión constructiva de conflictos en estos campos es que podrían llegar a utilizarse para ser alternativos en situaciones donde debería intervenir la justicia o el verdadero contralor estatal para evitar abusos por falta de previsión o inversión empresarial, como asimismo faltas de cumplimiento de normativa donde la explotación desenfrenada y la contaminación con la consabida expoliación de los recursos pudieran estar en juego. También se podrían utilizar para convalidar más desajustes a partir del desequilibrio de poder que naturalmente se da en algunas poblaciones con necesidades básicas insatisfechas en contraposición del sistema arrollador que el capital mediante propuestas de un futuro mejor con trabajo para todos inhibe la posibilidad de exigir y aletarga legítimas demandas.


Sin dejar de observar ello y yendo a casos donde se podría viabilizar esquemas dialógicos para hacer posibles emprendimientos de beneficios compartidos vamos a hacer referencia de cómo deberían ser esas mejores prácticas.

Diseño de ámbitos de construcción de consensos. Las distintas formas de encarar la legalidad y la legitimidad por parte de quienes se expresan en el escenario social urbano se impone con más cuerpo a partir del creciente protagonismo de los medios de comunicación con su omnímodo poder de inducción, recorte y amplificación de los acontecimientos. Está claro que no se encuentra aún definido cómo se configura el orden y menos todavía cómo se conjuga la institucionalidad necesaria para mantenerlo, especialmente cuando no está pautado qué cuota del mismo se requiere para la convivencia social. El conflicto de por si es realmente un motor social. Sería imposible pensar una sociedad desde un orden social donde nadie haga valer sus derechos con expresiones púbicas, especialmente en sociedades donde se padecen notorias injusticias sociales. Lo que es imposible de sostener es que por desconocimiento de los mecanismos idóneos para reconducir las demandas se lleguen a situaciones de violencia y más aún que esas situaciones de violencia provengan del accionar del Estado La complejidad de los problemas que enfrentamos requiere de la gestación de puentes de integración, que permitan darle curso a las voces para canalizar su disconformidad, descontentos o reclamos. El reclamo busca lógicas de resistencia y el poder opone institucionalidad con bajos índices de credibilidad y su rol proactivo generalmente muestra su peor cara: la de la represión. Redefinir la práctica en materia de conflictividad en general y de conflictividad socio ambiental en particular forma parte de uno de los desafíos de la época que nos toca transitar. El diseñar y predisponer de espacios dialógicos, generar plataformas de sistemas de alerta temprana de atención de la conflictividad y contribuir –de este modo- a la paz social para que los conflictos se encaucen hacia vías no violentas es una asignatura pendiente de la reconfiguración del rol del Estado frente a estos reclamos y puesta en escena de la resistencia social. Esto de ningún modo tiende a hacer desaparecer el conflicto ni a desvanecer legítimos reclamos sino a encauzarlos hacia canales no violentos, donde se puedan oír todas las voces y al mismo tiempo dar lugar al clamor social. La estructura política, la organización del espacio social urbano y el sistema de poder político tanto estatal, como no estatal, son el resultado de la interacción de factores que se materializan de modo originario hacia el interior del propio poder. La forma como los diversos gobiernos articulan su intersectorialidad con los distintos actores influye en gran medida en el modo en el que se estructuran diferentes modos de encarar los conflictos. Esto trae aparejado modelos de convivencia hacia adentro del propio poder político que son sustanciales a la hora de generar diseños apropiados de intervención y análisis de la conflictividad. Vemos entonces que la política atraviesa el juego armónico de las acciones e incluso omisiones frente a los conflictos sociales. En materia de conflictividad social la acción es tan valiosa como la inacción. El no hacer, la omisión, el mirar para otro lado tiene una lectura política y forma parte del espectro de las decisiones. Los lazos comunitarios demuestran que están bastantes endebles y que las diferentes crisis que atraviesan los sistemas políticos, económicos y sociales -sumada la cultura del consumo- tornan gelatinoso un núcleo claro de cohesión social y lógicamente esa circunstancia denota el momento de confusión en cuanto a salidas creativas que contribuyan a dar cauces no violentos a los conflictos sociales.


Para poder trabajar de modo correcto la conflictividad social se debe mantener una actitud centrada en identificar qué aporte particular puede realizar cada uno sin la estructura mental condicionante que habitualmente prevalece donde un solo actor puede ofrecer las respuestas correctas o proveer verdades absolutas. También debemos comprender que existe un alto grado de incertidumbre que no permite que las certezas de respuestas mágicas traigan soluciones únicas y salvadoras. Por ello se deben generar espacios dialógicos donde fluya lo mejor de cada uno y a través de la palabra se puedan hilvanar consensos sostenibles. La necesidad primaria radica en encontrar un eje articulador del espacio de intervención y a su vez núcleo de cohesión y articulación sectorial sustentado en una plataforma integrada por diferentes sectores de la estructura de poder en todas sus dimensiones. La necesidad de construir un núcleo de cohesión aglutinante, de articulación permanente de una plataforma que pueda ser el motor del impulso intersectorial responsable. Esto implica mucho más que trabajar en red, que tampoco es desdeñable pero a los efectos de la plataforma es necesario que se instauren lógicas intersectoriales de responsabilidad compartida y de cogestión. Ese espacio vacante requiere de decisiones apropiadas que tiendan a la generación de un sistema de alerta temprana que opere de prevención de la conflictividad social y debería ser llenado por la construcción de espacios dialógicos con un papel muy activo de los poderes tanto de los sectores del Estado como de la Sociedad civil, los medios de comunicación y los actores sociales. Es el primer paso de ese proceso de involucramiento donde todos tenemos algo para aportar para generar una sociedad con mayor equidad e inclusión social.

Los quienes estratégicos y el tercer lado. Personas clave con quienes trabajar. La importancia que tiene la integración de las personas clave para el trabajo conjunto donde una buena intervención requiere una muy específica y concienzuda preparación. Es tan importante la preparación y el diseño del diálogo que de ella dependerá en gran medida lo que acontecerá en ese espacio de posibilidad. John Paul Lederach marca que el desafío es la construcción de espacios de articulación estratégica que permita superar las polarizaciones y trabajar la resolución del conflicto o sea cuestiones de atención inmediata como la transformación de conflicto que requiere pensar un mediano y largo plazo con otras lentes que puedan ir más allá y traspasar la barrera de lo invisible. Para ello es necesario tener en cuenta los diferentes niveles de trabajo tanto alto, medio como bajo y buscar los quienes estratégicos que puedan tener la capacidad de trasladarse de un lado al otro sin ser considerados espías por los otros ni traidores por los más allegados. El mismo autor habla que estos espacios de ambigüedad gestados por personas clave con capacidad horizontal y vertical, permitirán sumar a otros que cualitativamente pueden hacer la diferencia.

Todos los gráficos que a continuación se detallan bajo los números (1,2 y 3) de John Paul Lederach surgen de “El Pequeño Libro de Transformación de Conflictos”. Good Books. 2008. Bogotá. Colombia.


1.

Con los ejemplos de la levadura crítica, la telaraña y el sifón, John Paul Lederach nos da las pautas de cómo y con quiénes trabajar para poder pensar tanto en la resolución del conflicto bajo la pregunta a corto plazo ¿Cómo termino con esto que hace daño? como así ten la transformación del conflicto preguntándonos a mediano y a largo plazo ¿Cómo se puede terminar con esto y al mismo tiempo construir infraestructuras de paz con algo creativo que permita generar sostenibilidad? 2.

3.


Esto que expone el profesor Lederach lo debemos combinar teniendo en cuenta con las diversas violencias planteadas por Johan Galtung.

Tipología de Violencia de Johan Galtung. “Tras la Violencia: 3r. Reconstrucción, Reconciliación, Resolución”- Bilbao. Bekeaz y Gernika Gogaratuz. Esta tipología ha permite visualizar como en todo conflicto en su etapa de contextualización y diseño para una intervención eficaz requiere tener presente que es lo que se ve e impele una intervención inmediata, que representa el episodio (cuestiones de contenido) de John Paul Lederach o la violencia directa -en los términos de Joan Galtung- y todo lo que se debe también tener en cuenta para también ser atendido aunque no sea visible como el epicentro de Lederach (contexto relacional) o las violencias cultural o estructural de Galtung.

​ Asimismo, si incorporamos como base teórica “el tercer lado” que surge del libro Alcanzar la Paz de William Ury, vamos a poder tener una integralidad de posibilidades que son indispensables para poder encarar un diseño apropiado que nos permitirá


intervenir con eficiencia dentro de la conflictividad. Esto consiste en convocar a aquellas personas que antes de posicionarse en la dinámica de la polaridad, que es una tendencia que habitualmente prevalece, puedan ser convocados por ocupar otro espacio dentro del conflicto y de ese modo no posicionarse con uno ni con el otro sino poder apalancar hacia un lugar distinto que permita que el conflicto se encauce y tener otros roles y actitudes frente al conflicto que la tradicional dinámica de estar con uno o con otro. Para ello es fundamental el rol de la prensa que se pueden sumar a este tercer lado, trabajando previamente a la aparición de un conflicto en materia de buenas prácticas en el manejo de información o con actores clave de la sociedad civil, dotándolos de herramientas de gestión constructiva de conflictos. Ver los tres pasos siguientes que grafican el rol del tercer lado.

W. Ury “Alcanzar la Paz”.

W. Ury “Alcanzar la Paz”.

W.Ury “Alcanzar la Paz”.

Herramientas para los practicantes de diálogo y la mediación. Los practicantes de diálogo puedan contar con un abanico de instrumentos para la intervención en procesos dialógicos. Sería nocivo e hipócrita no plantearlo en este rubro el inconveniente que de manera habitual se tiende a minimizar en la “instrumentalidad” la labor del mediador o practicante de diálogo. Hay una pretensión a rebajar el precio e incluso la


profesionalidad y se postulan estas funciones como si todo fuera mecánico (una especie de electrodoméstico) dejando de lado lo multifactorial, lo multidimensional y la necesaria multiplicidad de acciones que requieren estos campos de acción. Se podría decir que hay una especie de mentalidad instrumental “recetaria y powerpontiana” que busca todas las soluciones detrás de las herramientas y en este mundo de incertidumbres debemos trabajar muchísimo más con una apertura que nos permita tener claro que cada caso es único, que el caso comanda y que las maquetas preestablecidas nos ponen anteojeras que no nos permiten ver lo que verdaderamente hay que mirar en cuestiones que provienen de lo multifactorial y diverso. Por ello lo mejor es estar preparados para que el contexto te sorprenda y tener muy presente que la mejor herramienta en este tipo de conflictos es uno mismo y su capacidad de generar confianza y sus propios contenidos éticos que serán los únicos que nos acompañarán para cada intervención y podrán ser los pilares fundamentales de cualquier acción. Estas herramientas son sumamente útiles y si bien muchas son conocidas por diferentes profesionales es necesario ponerlas a disposición. Las herramientas indispensables que se enumeran deben ser utilizadas en el momento de la intervención en las fases del proceso dialógico. Vale aclarar que la intervención viene luego de la exploración el análisis el diseño y la convocatoria. En una etapa posterior a la intervención vienen los acuerdos/entendimientos y el seguimiento y la sostenibilidad.

Las herramientas más utilizadas en mediación/facilitación/procesos dialógicos.

el

campo

de

la

a) la comunicación y la escucha activa como pilar y sostén fundamental para poder desplegar todas los demás instrumentos de acción. El escuchar con toda la atención tanto en el lenguaje verbal como el no verbal. Se debe estar atento para integrar a todos, para poder preguntar de modo oportuno y para poder desestructurar o deconstruir agresiones o negatividades con otras herramientas. La comunicación es parte de nuestra vida social. Aquí presentamos algunas facetas importantes para la relación entre personas, y por lo tanto es relevante para nuestro tema, el diálogo. La comunicación es el acto por el cual una persona establece un contacto con otra persona para transmitir un mensaje.

Emisor/a

Mensaje

Receptor/a

Intervienen varios elementos que pueden facilitar o dificultar este proceso: - Mensaje: contenido de la información que se envía - Canal de la información: medio por el que se envía el mensaje - Código: signos y reglas empleadas para enviar el mensaje - Contexto: Situación en la cual se produce la comunicación

Las cuatro orejas: El mensaje puede recibirse en cuatro sentidos, ser “escuchado con cuatro orejas”. Las cuatro facetas son:


- Información concreta: lo que quiere informar el emisor/la emisora - Revelación propia: Lo que revela el/la emisor/a sobre si mismo en el mensaje - Relación: lo que se refiere a la relación entre emisor/a y receptor/a - Llamamiento o Apelación: Lo que quiere el emisor/la emisora que haga el

receptor/la receptora

b) el re-encuadre o reformulación, que son utilizados como un nuevo marco para mirar el cuadro de un problema, especialmente en cuestiones emocionales sirve para reflejar comentarios y posicionarlos de modo positivo. En su formulación se despeja lo tóxico y se re-enmarcan las frases negativas c) los distintos tipos de preguntas, entre ellas: las abiertas que sirven para explayarse sobre un tema determinado y las cerradas que son utilizadas para determinar algo específico. Tanto las abiertas como las cerradas deberán ser tomadas en su respectiva relación entre el emisor y el receptor ya que si una pregunta abierta la cierra el receptor deja de ser abierta y lo mismo a la inversa con las cerradas en caso que el receptor abriera la respuesta a pesar de la expectativa del emisor. La pregunta del abogado del diablo que son generalmente utilizadas para hacer tomar conciencia de situaciones que las partes no analizaron o no pudieron ver hasta el momento de la formulación; las reflexivas como ser: las circulares haciendo circular dos elementos del pensar, sentir, decir y hacer y ello combinado con cuestiones temporales como el antes, el ahora y el después. Dentro de las reflexivas también se puede formular la pregunta del milagro que traslada a las partes a un momento o episodio de un futuro común. También dentro del menú de herramientas están las preguntas para los diálogos públicos con la distinción de aquéllas que tienen que ver con el abrir el diálogo (búsqueda de posiciones), para enfocar el diálogo (emergen los intereses) y para cerrar el diálogo (bucear acuerdos o entendimientos posibles), d) la legitimación para resaltar y valorar cuestiones positivas que surjan de los actores, e) el parafraseo para poder chequear si lo que dijo alguien es así desmalezando las agresiones y negatividades; f) el resumen que en el mismo sentido que el parafraseo limpia de suciedades (negatividades y agresiones) la narrativa y se utiliza para la apertura o el cierre de una cesión, g) el Triángulo ACC de Johan Galtung que contiene actitudes, comportamiento y contexto; h) el triángulo PIN de las posiciones (lo que la gente cuenta), intereses (lo que tenemos que descubrir que es lo que verdaderamente desean) y las necesidades (mínimos fundamentales innegociables). Los acuerdos, los cambios de relación o los cambios de la propia historia que las partes traían al ámbito de relación son logros efectivos que se generan en el campo de la gestión constructiva de conflictos. Cada pequeño logro es tan importante como el general o definitivo y hay que revalorizarlo. Más allá de cómo quede asentado ese acuerdo lo más trascendente es saber valorar y poder hacer apreciar los pequeños logros. La foto final del acuerdo, en alusión simbólica, solo registra un momento que requiere de mucho trabajo futuro no solo para su cumplimiento sino para hacer efectiva la posibilidad de esa construcción común. El seguimiento y la sostenibilidad son centrales en cualquier tipo de intervención dialógica. La gestión constructiva de conflictos abre un abanico de posibilidades para la atención de la conflictividad en materia socio-ambiental. Exige, a su vez, la profesionalización de quiénes con actitud mediadora, principios éticos, voluntad colaborativa y formación continua puedan brindar un servicio para encauzar los conflictos hacia la no violencia y garantizar el equilibrio de poder en situaciones complejas como los que se plantean en estos escenarios públicos.

Bibliografía obligatoria


Material elaborado por Alejandro Nató y Liliana Carbajal para ampliar en contenido y reforzar la lectura y bibliografía de esta clase. Svampa, Maristella: “Movimientos Sociales, matrices socio-políticos y nuevos escenarios en América Latina” Working Papers 01 / 2010, en http://www.maristellasvampa.net/ Borja, Jordi: “La ecuación virtuosa e imposible o las trampas del lenguaje”, Revista digital del programa de gestión de ciudad -. UOC – “Carajillo de la Ciudad” N°12, “Sostenibilidad y ciudad”, mayo de 2012.

Bibliografía ampliatoria. Calderón Gutiérrez, Fernando: “Los movimientos socioculturales en tiempos de inflexión”, en prólogo “Movimientos socioculturales en América Latina: Ambiente, Feminismo, Pueblos Originarios y Poder Empresarial” PNUD-SXXI, Cuadernos de Gobernabilidad Democrática, 2011.

Galtung, Johan. “Tras la Violencia: 3r. Reconstrucción, Reconciliación, Resolución”Bilbao. Bekeaz y Gernika Gogaratuz.

Lederach, John Paul: “Construyendo la paz. Reconciliación sostenible en sociedades divididas”. Bilbao, Bakeaz/Gernika Gogoratuz, 1998. Lederach, John Paul:“El Pequeño Libro de Transformación de Conflictos”. Good Books. 2008. Bogotá. Colombia. Nató, Alejandro; Rodríguez Querejazu, Maria Gabriela y Carbajal, Liliana (2006) Mediación Comunitaria, los conflictos en el escenario social urbano. Buenos Aires, Editorial Universidad. Ury, William. Alcanzar la Paz. 2000 Buenos Aires, Paidos


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