EN LO MÁS ÍNTIMO DEL RESURGIR DE “FALTABA QUE LAS CICATRICES DESAPA Abierto de Golf tuvo el placer de tener una amena charla con José Campra, actual ‘coach’ de Camilo Villegas, sobre el proceso que empezó con el antioqueño en febrero y que se vio materializado semanas atrás con su victoria en el Butterfield Bermuda Championship.
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anar varias veces en el PGA Tour va formando una capa gruesa de orgullo, capricho y obstinación, hasta el punto en el que puede elevarse un sentimiento de invencibilidad. Sin embargo, con el tiempo se puede diluir todo hasta regresar a la humildad de reconocer que algo no anda bien. Ahí está lo más importante. Abierto de Golf tuvo la oportunidad de dialogar con José ‘Pepa’ Campra, actual ‘coach’ de Camilo Villegas, quien, regresó a la senda de la gloria con su victoria en el Butterfield Bermuda Championship, el pasado mes de noviembre. Además, el argentino no solo trabaja con el antioqueño, sino que también es el ‘caddie’ de Sebastián Muñoz. Disfrute. Qué lujo poder trabajar con dos de los mejores golfistas colombianos de la historia ¿No? “Para mí es un orgullo que ellos me hayan elegido. He dicho siempre que soy muy afortunado, calculo que la experiencia y los años me han dado la oportunidad de evolucionar como ‘coach’ y ‘caddie’, de aprender mucho en el camino, no solo de lo técnico sino de la parte humana, que es muy importante para los dos ámbitos. Camilo y
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Sebastián son de diferentes generaciones, con el primero jugué de joven y luego tuve una relación cercana desde que comencé a trabajar en el Tour y luego en febrero tuvimos un acercamiento para trabajar en Torrey Pines. Con Sebastián, pues menos relación, nos conocíamos de estar en el PGA Tour, pero compartimos muy pocas cosas. Generé buena relación con Mateo Gómez cuando era su ‘caddie’. Muchas cosas tienen que ver con el ‘timing’, también hay casualidad en que los dos sean colombianos”. Empecemos por Villegas ¿Cómo se dio ese primer encuentro sobre trabajar juntos? “Camilo sabe que trabajo de ‘coach’ al mismo tiempo que de ‘caddie’, pero yo soy muy reservado y nunca hablé de algo con él. Por ahí en alguna semana habrá salido el tema, pero muy breve. Después, en el último año, con jugadores argentinos que ha visto pegar bien, quizás se despertó en él la inquietud de saber la manera en que yo trabajaba. Las cosas pasan cuando tienen que suceder, no forzarlas. Se dio el momento, un viernes en la tarde en Torrey Pines después de que él y Muñoz habían fallado el corte. Camilo me preguntó si lo podía ayudar y, con mi manera de trabajar y conociéndolo a él, le planteé