Revista UAR #3

Page 21

N

o debe haber otro deporte a nivel mundial en los últimos años que, siendo ya suficientemente masivo, haya expandido un crecimiento tan exponencialmente como el rugby. El nacimiento del Personal Rugby Championship, con la inclusión de la Argentina, es parte del impulso que dio, por ejemplo, la inclusión de la modalidad del Seven en los Juegos Olímpicos, el desarrollo del juego en oriente –que incluye la RWC 2019 en Japón-, o lo que pasara con la expansión del Super Rugby a partir el 2016. Los ojos del mundo se posan en los eventos más relevantes, y los estadios son escenarios de prueba de toda la obra. Fue este el contexto en el que por primera en la historia de nuestro rugby, las tres potencias mundiales visitaron la tierra de Los Pumas en un período de tres meses. La historia se repite. Sudáfrica ya pasó por segunda vez por Mendoza, y se asoma la misma fórmula para los otros rivales: en un período de dos semanas, los All Blacks y los Wallabies habrán disfrutado de jugar por segundo año consecutivo en la tierra de Los Pumas. Se mira para atrás y parece un pantallazo el de 2012 cuando, una vez confirmadas las sedes, se activó el mercado turístico para las ciudades de Mendoza, La Plata y Rosario gracias al rugby. La hazaña se imita un año después, y luego del paso de los Springboks, restan las dos sedes que albergarán a Nueva Zelanda y a Australia. La primera, en Buenos Aires, con entradas agotadas en la misma semana del lanzamiento a la venta, y para lo que se entiende como el duelo más destacado, en el estadio Ciudad de La Plata, el más completo del país. La segunda, para una provincia con una de las ligas locales más fuertes, el Gigante de Arroyito, en Rosario. Los All Blacks visitan la Argentina por octava vez en su historia. Mientras que antes se debía esperar hasta 10 años para ver a los de negro en la tierra de Los Pumas, ahora gracias al Personal Rugby Championship se los recibe con frecuencia anual. En condición de local, el seleccionado nacional ha conseguido los mejores resultados, mientras que de visitante, diferencias abismales en contra. Exactamente a la inversa de lo que sucedió el año pasado (21-5 en Wellington; 15-54 en La Plata). En 1985, en Ferro, fue el resultado más cercano a la victoria, el recordado empate en 21 (todos los puntos hechos por Hugo Porta). Y en 1997 la peor derrota en contra, en tierra Black, por 93-8. El duelo en la Argentina será especialísimo, no sólo por las condiciones del estadio, las expectativas del público local o el encuentro en sí: la presencia del head coach campeón del mundo en el 2011 con los All Blacks, Graham Henry, en el Ciudad de La Plata, pero como ayudante de Santiago Phelan es uno de los condimentos que atraerá la atención de quienes serán espectadores desde el otro lado del mundo. La presencia en el césped de Dan Carter será la frutilla que sumará al interés especial de este encuentro. En el caso de Australia, de los 20 enfrentamientos entre ambos seleccionados, tan sólo ocho fueron en la Argentina. Recién el año pasado, gracias a este torneo, y luego de un intenso estudio de variables, los Wallabies visitaron un estadio fuera de Buenos Aires. El Gigante de Arroyito será nuevamente sede del duelo que el año pasado fue 19-25 abajo. Curiosamente, el primer cruce entre ambos de local fue con victoria de Los Pumas por 24-13, en 1979. En 1987 y en 1997 también se los venció en condición de local. La del ’97 fue la última victoria ante este rival. Ewen McKenzie asumió el rol de entrenador luego de que el seleccionado australiano cayera en dos oportunidades de tres ante los British & Irish Lions en la ventana de junio. Apenas Robbie Deans, su antecesor, hubo cerrado el ciclo, comenzó esta etapa nueva para los Wallabies. Si bien presentaron un número considerable de debutantes para esta edición, el plan de desarrollo de jugadores es distinto al del año pasado, en el que21 las


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.