La Batalla de las Ardenas fue la última gran ofensiva de Alemania ante los Aleados en la Segunda Guerra Mundial y una de las campañas más sangrientas del Frente Occidental. La repercusión de la batalla no sólo afectó a la contienda, sino que sería decisiva para el posterior destino de la guerra. Se ejecutó del 16 de diciembre de 1944 al 25 de enero de 1945 en el Frente Occidental, ya que la coalición de los Aliados Occidentales con la Unión Soviética era más frágil cada día dentro de dicho sector militar. Una ruptura estratégica en aquel escenario cambiaría de manera irremediable los acontecimientos, siendo el lugar elegido para ello un área en torno a Bélgica y Luxemburgo.