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DIOS C
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ENT
N RE
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Presto mis manos a Dios
Referencia:
https://issuu.com/ppceditorial.mexico/docs/175329_descubro_a_dios_1_guia_issuu
Público objetivo:
Adultos: Padres de familia, Padrinos, Abuelos, Catequistas y otros responsables de la formación espiritual de los niños.
Objetivo de la Cápsula:
Recordar y asumir que cada persona es instrumento del amor de Dios, y que es a través de nosotros que Él expresa su cercanía con los demás.
zz ¿Estás siendo para tu familia esas manos y ese rostro de Dios en donde
encuentren paz, consuelo y apoyo?
zz ¿Qué acciones solidarias concretas haces en tu vida para ser solidario? zz ¿En esta pandemia, que ha generado una gran crisis económica, qué
pueden hacer como familia para manifestar su apoyo concreto con los más necesitados?
PARA REFLEXIONAR Escuchamos el Santo Evangelio según san Mateo 25,31-46 Las carreras del día a día, los problemas cotidianos, la vida acelerada, nos hace olvidar que esta vida no es la eterna y que hay un cielo al que estamos invitados a habitar para la eternidad. Se nos olvida que ese cielo se gana en la tierra y que es en ella donde el amor se construye para empezar a vivir el reino de Dios desde ahora.
Compartimos zz Este Evangelio nos recuerda que estamos llamados a ser parte de esos
benditos del Padre, que podrán gozar de su presencia eterna, por haber sido en la tierra reflejo del amor de Jesús para los demás.
DESCUBRO A DIOS
¿EN DÓNDE ESTAMOS?
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zz Lo anterior implica ser las manos de Dios en la tierra: compartir con el que no
tiene, dar cariño al que le falta, recibir al que está solo, visitar al enfermo.
zz Ser las manos de Dios es trabajar con responsabilidad en lo que me
corresponde.
zz Es gran ofensa ante los ojos de Dios ignorar el sufrimiento ajeno y no estar
atentos a la emoción de los demás.
zz La solidaridad y las acciones concretas por los demás son lo que distingue a
un buen cristiano.
TIEMPO EN FAMILIA zz Para poder amar se tiene que partir de ser compasivo, empático y generoso.
Para llegar a eso, lo primero es amarse uno mismo. Esta semana, en familia, trabajarán sobre su propia autoestima platicando cómo se sienten, para qué sienten que son buenos, qué virtudes y habilidades tiene cada uno.
zz Harán especial esfuerzo por estar atentos a las necesidades de casa: ayudar,
hablarse bien, comprender a los hijos, comprender a los papás y hacer un esfuerzo por ser hermanables entre todos, como un compromiso común.
ORAMOS Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que donde haya odio, yo ponga el amor. Que donde haya ofensa, yo ponga el perdón. Que donde haya discordia, yo ponga la unión. Que donde haya error, yo ponga la verdad. Que donde haya duda, yo ponga la fe. Que donde haya desesperación, yo ponga la esperanza. Que donde haya tinieblas, yo ponga la luz. Que donde haya tristeza, yo ponga la alegría. Oh, Señor que yo no busque ser consolado, sino consolar, ser comprendido sino comprender, ser amado, sino amar. Porque es dando como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna. Amén.