Encuentro 17
Adán y Eva desobedecen a Dios Referencia: https://issuu.com/ppceditorial.mexico/docs/191061_guia_alianza_p_issuu
Público objetivo: Adultos: Padres de familia, Padrinos, Abuelos, Catequistas y otros responsables de la formación espiritual de los niños.
¿EN DÓNDE ESTAMOS? z En nuestra familia, ¿escuchamos y obedecemos los mandatos de Dios? z ¿Qué sucede cuando no respetamos las reglas que establecemos en nuestro hogar?
PARA REFLEXIONAR Escuchamos el evangelio de Génesis 3,6-7 Cuando vieron la estrella, se regocijaron mucho con gran alegría. Entrando en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Compartimos z Adán y Eva se dejaron engañar por el demonio y desobedecieron a Dios. Este fue el
primer pecado en la tierra: el pecado original, y por esto todos los descendientes de Adán y Eva, excepto la Santísima Virgen María, venimos al mundo con el pecado original en el alma, y con las consecuencias de aquel primer pecado, que se nos transmite por generación. z Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama (cf.
Gn 3,9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída (cf. Gn 3,15). Este pasaje del Génesis ha sido llamado “Protoevangelio”, por ser el primer anuncio del Mesías redentor, anuncio de un combate entre la serpiente y la Mujer, y de la victoria final de un descendiente de ésta.
P Parvulitos
Reflexionar sobre la desobediencia de nuestros primeros padres.
Alianza, creación de amor
Objetivo de la Cápsula:
z La tradición cristiana ve en este pasaje un anuncio del “nuevo Adán” (cf. 1 Co 15,21-
22.45) que, por su “obediencia hasta la muerte en la Cruz” (Flp 2,8) repara con sobreabundancia la desobediencia de Adán (cf. Rm 5,19-20).
TIEMPO EN FAMILIA z ¿Qué podemos hacer para resistir como familia al pecado? z Oremos a la Virgen María para que interceda por nosotros y nos permita vivir la
Salvación que Jesús nos ha traído.
ORAMOS Padre nuestro, permítenos vivir como tus hijos, alejándonos del pecado y siendo fieles a tu voluntad. Amén.