Encuentro 15
Jesús, fuente de alegría Referencia: https://issuu.com/ppceditorial.mexico/docs/191066_alianza_g3_ issuu_0b72ecbc8dfa57
Público objetivo: Adultos: Padres de familia, Padrinos, Abuelos, Catequistas y otros responsables de la formación espiritual de los niños. Descubrir la alegría que nos viene de Jesús al conocer sus milagros y parábolas.
¿EN DÓNDE ESTAMOS? z Como familia, ¿qué acciones en favor de otros hemos realizado? ¿Podrían otras
personas o familias considerar nuestras acciones como un milagro o signo del amor de Dios? z ¿El trato que tenemos con los miembros de nuestra familia es causa de alegría?
PARA REFLEXIONAR Escuchamos el Evangelio según san Marcos 10,46-52 Un mendigo ciego…se puso a gritar: “¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!”. Jesús le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El ciego le respondió: “¡Maestro, que vea!”. Jesús le dijo: “Vete tu fe te ha salvado”. Y de inmediato comenzó a ver y a seguirlo por el camino.
Compartimos z Jesús hablaba de la alegría del Reino de Dios y mostraba su presencia por medio de
parábolas y comparaciones sencillas. z Otra manera en que Jesús mostró la presencia del Reino fue por medio de
milagros que, además de sanar o liberar de los pecados, también les permitía a los destinatarios la esperanza de una vida mejor.
Jesús me invita a su mesa
Objetivo de la Cápsula:
3
z Los milagros y las parábolas nos muestran cómo Jesús pasó haciendo el bien a
toda la gente por medio de sus palabras y de sus obras, mostrando la misericordia de Dios al curar a los enfermos y explicar el Reino de Dios por medio de ejemplos sencillos. z El ciego dejó todo lo que tenía para seguir a Jesús, la restauración del ciego no es
únicamente en la salud, sino especialmente en su dignidad y libertad. Por eso elije seguirlo. ¡Cuánta alegría habrá sentido al saberse digno hijo de Dios que decidió permanecer cerca de aquel que le devolvió la dignidad! z En el Evangelio, el ciego Bartimeo grita a Jesús para ser sanado, mientras los
discípulos le regañan para que no lo haga. Hay cristianos que se ocupan solo de su relación con Jesús, es una relación cerrada, egoísta. ¿Cuántas veces hemos callado a aquellos que no piensan, actúan o creen como nosotros? z El ciego pidió con todas sus fuerzas, pero también con humildad. Entonces, Jesús
al ver su fe dispuesta, le pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti? Hoy podemos preguntarnos: ¿Qué quiero que Dios haga por mí? ¿Cuál es el gran deseo que arde en mi corazón?
TIEMPO EN FAMILIA z Nos proponemos en familia vivir cada día la alegría de escuchar las parábolas de
Jesús y sentirnos partícipes del Reino, libres del pecado y dignos hijos del Padre. z Identificamos los valores de alguna parábola y los ponemos en práctica en favor de
las relaciones de familia, con el fin de generar mayores momentos de alegría entre nosotros.
ORAMOS Jesús, ayúdanos a creer en tu amor para vivir con seguridad, con alegría, con gratitud y con esperanza. Amén.