Encuentro 2
Dios Padre ha hecho a mi hermano y vive en él Referencia: https://issuu.com/ppceditorial.mexico/docs/191065_alianza_g2_issuu
Público objetivo: Adultos: Padres de familia, Padrinos, Abuelos, Catequistas y otros responsables de la formación espiritual de los niños.
Objetivo de la Cápsula: Descubrir la presencia de Dios Padre en nosotros mismos y en los demás, porque todos tenemos la misma vida que proviene de Él.
¿EN DÓNDE ESTAMOS? zz Dios habita en el corazón de cada persona, no importa su raza, color, idioma,
cultura… ¿Reconocemos esta presencia en los miembros de nuestra familia? acciones que lo demuestran: peleas, gritos, insultos, indiferencia, desprecio. zz Estamos llamados a reconocer y valorar a nuestros hermanos, por ser persona
amadas y creadas a imagen y semejanza de Dios. Comenzando, por supuesto, con quienes formamos nuestra familia.
PARA REFLEXIONAR Escuchamos Marcos 9,36-37 Jesús tomó a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “Quien recibe en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe; y quien me recibe a mí, no me recibe solo a mí, sino también al que me envió”.
Compartimos zz La vida es un regalo maravilloso que todos estamos llamados a reconocer y cuidar.
Cada ser vivo merece nuestro respeto y cuidado. zz Con más razón, hemos de valorar y cuidar la vida propia y las de las demás personas.
Puede haber cosas que no nos agraden totalmente de los demás, pero así es como Dios las creó y las ama.
Jesús, mi hermano
zz No siempre es sencillo reconocer la vida de Dios en cada uno, pues realizamos
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zz En la familia, muchas veces nos desesperamos por el carácter, la forma de expresarse
o de pensar de los demás. ¿Sería más sencillo si todos pensáramos igual? ¡Claro que no! Porque nos perderíamos la riqueza que cada persona puede aportar a la relación familiar. zz En especial, hemos de cuidar a los más pequeños o desprotegidos: los niños, los
ancianos, los enfermos, los que se sienten solos. Así podremos ir fortaleciendo los lazos familiares y reconociendo la presencia de Dios en cada persona.
TIEMPO EN FAMILIA zz Durante la semana, procuremos dedica un tiempo para “estar en familia”, donde
podamos compartir lo que somos. zz Tomemos un momento para pensar en las formas como nos relacionamos en nuestra
familia. ¿Dialogamos? ¿Nos escuchamos? ¿Somos pacientes unos con otros? zz Luego de escucharnos, agradezcamos a lo demás por lo que nos dan: cuidado, cariño,
tiempo, apoyo, o el trabajo que aporta el dinero para que podamos comer, vestir y vivir. zz Pidamos también perdón por las veces en que nos hemos lastimado como personas y
como familia.
ORAMOS Dios nuestro, Padre de todos, ayúdanos a descubrir tu vida en la de los demás.