Encuentro 28
¡Señor mío y Dios mío! Referencia: https://issuu.com/ppceditorial.mexico/docs/191065_alianza_g2_issuu
Público objetivo: Adultos: Padres de familia, Padrinos, Abuelos, Catequistas y otros responsables de la formación espiritual de los niños.
Objetivo de la Cápsula: Proclamar nuestra fe en Jesús resucitado, Dios y hombre verdadero, y reconocer su presencia real en el sagrario.
¿EN DÓNDE ESTAMOS? z ¿Cómo podemos ver o hablar con Jesús? z ¿Hay momentos en que has sentido su presencia?
Escuchamos Juan 20,24-29 ¿Has creído porque me has visto? Dichosos los que han creído sin haber visto.
Compartimos z Este pasaje narra que uno de los apóstoles puso condiciones para creer que Jesús
había resucitado. z Tomás no creyó cuando sus compañeros le contaron la aparición: él quería no solo
ver al Maestro, sino tocarlo, revisar las heridas que comprobaran su identidad. z Jesús vuelve a aparecer entre ellos para responder a Tomás por su incredulidad; lo
convence en un instante, pero al mismo tiempo deja una lección. z “Dichosos los que han creído sin haber visto” es la promesa de que si tenemos fe
verdadera, aunque no veamos a Dios, nos llevará a la gloria eterna con Él.
Jesús, mi hermano
PARA REFLEXIONAR
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TIEMPO EN FAMILIA z Hagamos un plan para no ser como Tomás y no alejarnos de Dios, sino unirnos a Él
asistiendo a misa, a la catequesis y ejerciendo los mandamientos de la Iglesia.
ORAMOS Gracias, Padre Dios, por estar con nosotros en cada momento de nuestras vidas; no nos dejes dudar de tu amor. Amén.