Turku, la tesis de Yale y las escalinatas de Moncito Una de las intervenciones más discretas de González fue su proyecto para el espacio público de las Escalinatas de El Conde. Esta obra, encargada a Moncito Báez, cuya fecha de ejecución no ha sido aún precisada documentalmente, resolvió de manera definitiva la interconexión entre la vía central del centro histórico y el borde oeste del puerto de la ciudad. La creciente presencia de turismo masivo en la Zona Colonial no ha hecho sino confirmar la previsión de esta infraestructura, que ha sido además utilizada para la realización exitosa de eventos artísticos y ciudadanos de agradable ocurrencia. La idea inicial de esta obra podría tener su origen en la misma tesis de González en Yale, aquella que planteaba el Palacio Municipal en lo que pudo ser este preciso entorno. A pesar de que no es posible distinguir estas escalinatas en aquellos dibujos de 1930, no resultarían ajenas al esquema presentado allí, en el que se percibe el derrame del edificio contra los antiguos acantilados. Otra referencia valiosa a considerar es la de las escalinatas realizadas por el finlandés Erik Bryggman (1891-1955), en la calle Ylopistonkatu, al centro de la ciudad de Turku. Bryggman, miembro de la corriente del Romanticismo Moderno Nórdico, era ya famoso por sus proyectos de mobiliario público, y por su participación pionera en las exposiciones de Turku y Estocolmo. Como hemos visto, González debe de haber admirado esta solución en el mismo viaje en el que entró en contacto con las obras de Aalto en esa ciudad. No deja de ser una curiosa especulación vincular ambos hechos, funcional y estéticamente parecidos, el nórdico y el local. El lugar se conserva asombrosamente bien, de haber sido construido a inicios de los 50, posee ya 65 años desde su ejecución y no evidencia signo alguno de deterioro, a pesar del escaso o nulo mantenimiento recibido. Todo el proyecto se basa en rampas de cómodas escaleras. GG afirmaba trabajar siempre con una relación de 0.15 x 0.40 en sus escaleras, a diferencia del normativo 0.17 x 0.30, trabajadas en piedra caliza local, que ocupan casi el ancho total de la calle El Conde. Un descanso a mitad de recorrido, tan grande como para permitir orquestas y grupos de baile, opera como platea que se amplía, definiendo una planta en forma de T dotada de árboles y estancias al aire libre. Más que una escalera, se trata de una plaza escalonada, un salón urbano a cielo abierto, espacio público de admirable y cuidadoso diseño, un proyecto moderno ejemplarmente integrado a su entorno histórico.
Visita de varios de los miembros del DoCoMoMo International a las célebres escalinatas realizadas por Erik Bryggman (1891-1955), en la calle Ylopistonkatu al centro de la ciudad de Turku, Finlandia. Bryggman, miembro de la corriente del Romanticismo Moderno Nórdico, fue famoso por sus proyectos de mobiliario público, y por su participación pionera en las exposiciones de Turku y Estocolmo. Como hemos visto, González debe de haber admirado esta solución en el mismo viaje en el que entró en contacto con la obra de Alvar Aalto, quien mantuvo su primera oficina en esta ciudad, antigua capital de Finlandia. (GLM)
Otro proyecto urbano de envergadura, estructurado en 1953, fue la planificación de la llamada Ciudad Deportiva, a ser realizada en el entorno del ensanche La Fe, donde ya habían sido ejecutadas las obras del Hipódromo Perla Antillana y del Estadio de Béisbol. Varias secretarías de estado y otras edificaciones públicas serían localizadas sobre el borde norte del gran predio, en la avenida San Cristóbal, a partir de 1956, aunque los planes para la conformación de un proyecto urbano coherente nunca pudieran materializarse. Que sepamos, Guillermo González no participa de estas iniciativas, manejadas con gran discreción por uno de sus responsables, el ingeniero Bienvenido «Bebecito» Martínez. Durante los 31 años de la Era de Trujillo el país completo fue intervenido. Hoy la huella de la dictadura se advierte en barrios obreros, de mejoramiento social, en hospitales, escuelas, hoteles, dispensarios médicos, bibliotecas, entre otros. El programa iconográfico se transmitió por medio de la arquitectura, y sobre todo, a través de los edificios del Partido Dominicano, realizados en todo el país en una fórmula establecida por Henri Gazón, y que asumían la escala de la población donde eran realizados. La frontera con Haití fue especialmente colonizada con proyectos urbanos bien equipados, asentamientos diseñados para repoblar el territorio y detener la eterna invasión de nuestros vecinos, proceso que fue asumido como política de Estado desde finales de los años 30. Tristes son las historias de estas iniciativas.
GUILLERMO GONZÁLEZ | 179