La industria lapidaria
La industria lapidaria taína tiene sus orígenes en los primeros pobladores arahuacos, y muchos de los diseños más comunes son similares a la tradición lapidaria de los grupos ostionoides tardíos. Al igual que estos, los taínos sintieron predilección por las piedras más duras para fabricar sus adornos corporales, garantizando así su duración y un mejor acabado, lo que requería destreza y dedicación. Con ellas elaboraron una serie de adornos personales de gran perfección y belleza entre los que sobresalen los amuletos y los collares de cuentas líticas. El material más usado fue el cuarzo, aunque también emplearon nefrita, diorita, jadeíta y feldespato, entre otras piedras, a color. Algunas de las materias primas empleadas son ajenas a la geografía insular, lo que sugiere un tráfico comercial desde Sudamérica.437 Existe una variada tipología de amuletos con acentuadas diferencias regionales, según la connotación dada a ciertos dioses o seres míticos en función de las estructuras ideológicas y simbólicas de los distintos grupos prehistóricos. Normalmente representan figuras antropomorfas y, en menor medida, zoomorfas, entre las que sobresalen las imágenes estilizadas de murciélagos y ranas, e incluso de aves –en especial, patos– con un pronunciado pico. Otras imágenes se relacionan con el mítico inriri o pájaro carpintero que con su pico formó el sexo femenino. En algunos amuletos las figuras muestran la típica posición acuclillada en la que enterraban a sus muertos, lo que remite al culto de los ancestros, cuyos poderes bienhechores invocaban los portadores de tales fetiches.
249 TAÍNOS, ARTE Y SOCIEDAD
las que les conferían propiedades mágicas en función de su