–Obra artesanal en henequén o cabuya En la República Dominicana al henequén y a la cabuya se las ha denominado indistintamente a una con el nombre de la otra, como si se tratara de una misma fibra, pero no lo son. Quizás se deba porque ambas pertenecen a la misma familia y se les han dado usos similares. A la cabuya científicamente se le denomina Furcraeahexapetalay; al henequén, Agavesisalana o sisal y ambas pertenecen a la familia Agavaceae: «…hacen mui buenas i grandes redes, i anzuelos de hueso v Planta de ágave o sisal. De sus pencas se extraen las fibras de cabuya al retirar la superficie verde, para luego ser puestas a secar. v Macuto realizado en fibra de cana utilizando en el decorado cabuya coloreada con tintes de tela, realizado por Juana Evangelista Espósito. Comunidad de Gurabo, Santiago.
i conchas de tortugas, i, porque les falta hierro, córtanlos con unos hilos de cierta especie de cáñamo que hai en estas Indias, que en esta Española llamaban cabuya, i otra mas delicada, henequén, de la manera que los que hacen cuentas cortan con una sierra de hierro delgada, los huesos; y no hai hierro que de aquella manera no corten» (B. De Las Casas, Historia de Indias. Vol. III, 1875. p.135, citado por Marcio Veloz Maggiolo en Arqueología Prehistórica de Santo Domingo pp.46-47). Ya para el final del siglo XIX, artesanos criollos fabricaban con cabuya toda clase de cuerdas para monturas, empaques de mercancías y alfombras, pero no fue sino hasta la década de 1950, durante la era de Trujillo, que alcanzó un gran desarrollo, fruto de la creación de la Fábrica de Sacos y Cordelería (FASACO), con extensos cultivos ubicados en el bosque seco subtropical del sur del país. Esta empresa estatal sería la responsable de generar toda la producción de sacos para el azúcar, los minerales y otros productos que necesitaran embalaje para la comercialización local e internacional. Anteriormente ya se realizaban sombreros en cabuya en la comunidad de Gurabo, Santiago. Las fibras de cabuya se obtienen halando varias veces la penca de agave entre los palos aprisionados de una horqueta, hasta retirar la cáscara de la penca, dejando al descubierto la fibra interior.
Artesanía dominicana l un arte popular 113