Danilo De los Santos
de cinco a nueve categorías. Un nuevo certamen se añade a los señalados: es el Salón del Dibujo que establece la galerista Mildred Canahuate al gestar la Fundación Arawak. Con varias celebraciones entre 1991 y 1993, el salón se convirtió en evento internacional desde 1995. Si el objetivo fundacional consistió en promover y reconocer la dimensión autónoma del dibujo, la meta era consagrarlo con la instalación de un especializado museo. Todos los certámenes otorgaron galardones a creadores reconocidos (Bidó, De Pellerano, Cestero, Martínez Richiez, Hilario Rodríguez, Rosa Tavárez…); casi todos los galardones reconocen muchos nombres de las nuevas generaciones de los 80 y 90, como Hilario Olivo, Tony Capellán, Jesús Desangles, Jorge Pineda, Raquel Paiewonsky, Maritza Álvarez y, entre otros, Raúl Recio. Algunos de ellos son merecedores de los premios que se otorgan en la Primera y Segunda Bienal de Pintura del Caribe y Centroamérica, promovida desde el Museo de Arte Moderno, nuevo nombre de la Galería de la Plaza de la Cultura. En su naturaleza programática, los certámenes se constituyeron en exposiciones nacionales de gran proyección pública, como también alcanzan varias exposiciones: «Arte Desde la Independencia 18441969», organizada en la Galería Nacional (1982), «100 años de la Pintura Dominicana, Continuidad y Ruptura», exposición centenaria de Brugal y Compañía (1888-1988), las muestras secuenciales «En Busca de las Raíces del Arte Dominicano», organizada por Arte Club en 1992 y 1993, y entre otras «Antología del Arte santiaguero del Siglo XX», conformada por cuatro muestras secuenciadas en 1996 y gestada por el Patronato Santiago Apóstol, las cuales fueron expuestas en el Palacio Consistorial y también en Santo Domingo con la acogida del Banco Popular Dominicano. Esta entidad bancaria es la primera en auspiciar en Nueva York en la Colectiva «Arte Dominicano Contemporánea», en The Sing Gallery, con obras de Gaspar Mario Cruz, Eligio Pichardo, Domingo Liz, Silvano Lora, Paul Giudicelli, Ramón Oviedo, Peña Defilló y Rincón Mora. Las retrospectivas tuvieron el preámbulo de las muestras de Gilberto Hernández Ortega, Yoryi Morel, respectivamente en los años 1978 y 1979, agregando posteriormente la de Jaime Colson, Darío Suro, José Vela Zanetti, Silvano Lora, Ramón Oviedo, Luis Desangles (Sisito), casi todos con ediciones de cuidadosos catálogos, además de publicaciones monográficas que resultan prolijas, bien sobre artistas e historia del arte nacional. El crucial año 2000, frontera entre dos centurias, una que concluye y otra que nace, arrastra la vorágine de los hechos y de los últimos decenios (1980-1990), tan vulnerables como extensión de una sola confluencia insular –nuestra y vecina– ya incorporada a relaciones globales y vínculos planetarios. Tal confluencia se da en un país que fluctúa con dos economías, la de la tierra agrícola y la urbana industrial y comercial, en sí mismas duales y contradictorias, como la condición nacional dependiente de
«Paisaje marino desde una cueva» Detalle Eligio Pichardo 45